Taemin despertó después de un rato, teniendo un leve dolor de cabeza, boca arriba como se encontraba sólo podía mirar el techo, parpadeó varias veces antes de girar un poco su cabeza, encontrando a su doctor de cabecera, Lee Joon.
- Oh, Taemin-ah, pensé que dormirías más...- le dijo mientras colocaba algo a la vía de su suero.
- ¿Qué hora...?- preguntó con voz pastosa.
- Son las tres... pronto llegará Onew... Minho-ah, también dijo que vendría.
- ... tengo náuseas...- susurró.
- Es por el vacío de tu estómago... en el tiempo en que estuviste dormido tuviste fiebre y prácticamente has estado dos días sin comer... te he puesto glucosa en el suero, para que tu cuerpo no se resienta tanto... aún estás delicado, por lo que es probable que pases otra noche aquí.
- ¿Dónde... está papá...?- susurró, de nuevo estaba dándole sueño.
- Está en su consultorio, con tu mamá.
- Oh... y-ya tengo... sueño...- murmuró con los ojos entrecerrados.
- Descansa, Taemin-ah...
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Jonghyun caminaba a pasos rápidos pues su hermosísima diva le sorprendió con una llamada avisándole que estaba afuera del hospital, con bastante comida para ambos, había recibido la llamada hace quince minutos... en pocas palabras... iba retrasado para encontrarse con su novio de hermosos ojos rasgados.
- Kibummie, disculpa por el... retraso...- dijo lo último lentamente, pues se llevó una gran sorpresa al ver a cuatro niños junto a él.
- Puppy~ no pasa nada... antes de que vayamos a comer... los niños perdieron a su noona...- le explicó.
- No es una unnie... es un oppa...- le aclaró la niña más grande.
- ¡No!- gritó el más joven de todos, un niño de tierna mirada.
- Es que... es un hyung... pero Eunji dice que es una noona... aunque técnicamente parece una...- explicó el más grande de todos.
- De igual forma no sabemos dónde está... pero está internado... como nosotros- terminó la niña menor.
- Dino-hyung puede ayudal...- asumió el pequeño Eunji.
- Vamos- le pidió el niño mayor, jalando a Key por la manga, para hacerlo poner de pie.
- Vamos... perrosaurio...- dijo el rubio, sonriéndole divertido a Jonghyun.
- ¿Ese será mi nuevo apodo?- preguntó con una sonrisa.
- Lo es... suena lindo- respondió- ¿sabes?, me intriga bastante el hyung que no es hyung...
- Pues, ya sabremos quién es.
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Jungmo caminaba hecho un manojo de nervios, a su lado, Taeyeon también caminaba preocupada y es que llegar a la habitación donde estaban internados los pequeños pacientes de su esposo y ver las cuatro camas vacías los hizo entrar en pánico.
Los niños eran bastante tranquilos, a pesar de ser tan pequeños y aunque habían sido ingresados por cáncer no tenían tantas complicaciones, incluso se podría decir que estaban internados por precaución y porque los padres de todos trabajaban, así que era mejor que pasaran los días en vigilancia médica.
Ya había preguntado discretamente a las enfermeras pero ellas tampoco se habían dado cuenta de nada.
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- ¡Mira!- exclamó emocionado el niño mayor- ¡es Jirafa-hyung!
- ¿Ese no es...?- comenzó Jonghyun.
- Minho...- susurró Key.
- Key... Jonghyun-hyung... ¿qué hacen aquí?- les preguntó el azabache confundido.
- Yo ya te había dicho que estaba en el área de pediatría...
- Y yo vine a traerle la comida a mi puppy...
- ¿Qué haces aquí?- preguntó el mayor.
- Viene a vel a noona- explicó el niño de tres años.
- Jirafa-oppa... queremos ver a nuestro oppa...- susurró la menor de las niñas.
- Vamos entonces- les dijo con una sonrisa.
- ¿Tú sabes entonces quién es la noona que no es una noona y que es un hyung pero que no es un hyung?- le preguntó Jonghyun confundido.
- Si, claro que sé quién es- contestó riendo, logrando intrigar aún más a los novios- por cierto niños... ¿su doctor sabe que están aquí?
- Este... no... pero... pero Eunji se escapó y nosotros lo seguimos- se apresuró a contar Danbi.
- Pues hay que llamar a su médico... mientras tanto, vamos yendo hacia el cuarto...
- Si- dijeron felices los niños, mientras Minho sacaba su celular del bolsillo y llamaba al doctor de los infantes.
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- Están con Taemin... Minho-ah los encontró y también están Kibum-ah y Jonghyun-ah...- le dijo Jungmo a Taeyeon, suspirando aliviado y con una gran sonrisa.
- Pues entonces, vayamos.
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La sorpresa al descubrir quien era la misteriosa “noona que no es una noona” los llevó al mutismo total, Minho caminó confiado hasta el médico de cabecera de Taemin, que estaba anotando unos datos en la tabla de reporte; el joven castaño dormía profundamente ajeno a todo lo que sucedía en su entorno.
- Minho-ah, un gusto verte- saludó amable Joon.
- Un gusto para mí también... estos diablillos se escaparon para buscar a Tae... ¿cómo está?
- Aún tiene fiebre... preferí no decírselo para no preocuparlo, pero será cuestión de tenerlo en observación.
- Ya lo creo...- acarició lentamente los cabellos castaños del menor- recupérate pronto, Taeminnie...- le dijo, pasando su mano por la mejilla derecha del joven.
El menor de todos los niños se acercó a prisa a la cama del menor de los Lee, colocándose de puntillas para intentar ver a su “noona”; Minho al notar la acción, lo ayudó, sentándolo en la orilla para que el infante pudiera verlo.
- No hagas ruido, porque Tae está cansado y necesita descansar- le explicó con paciencia a lo que el niño asintió gustoso.
- Noona es muy bonita~- exclamó el niño con admiración- y aunque a Jidafa-hyung le guste noona... yo voy a sel su novio.
Minho se sonrojó inevitablemente, causando risa al doctor y a los otros dos muchachos, que ya comenzaban a asimilar su shock inicial al ver a Taemin, al menos así era hasta que los instintos maternales de Kibum se activaron.
- Rana, ven- ordenó halándolo del brazo, quería hablar a solas con él para evitar asustar a los niños. Una vez que estuvo afuera con él, cerró la puerta- ¡Dijiste que ibas a cuidarlo!, ¡¿por qué está internado entonces?!- le gritó desesperado- No tenía noticias de él... y ahora lo encuentro así...- mencionó entre sollozos.
- Key, yo...
- Lamento no habernos comunicado con ustedes... que no han hecho más que preocuparse por el bienestar de mi hijo... lamento mucho dejarlos así...- se disculpó el padre de Taemin, que venía en compañía de su esposa, Taeyeon; ambos jóvenes se giraron de inmediato para dar la cara a los dos mayores.
- Y-yo lo s-siento... he... es-estado muy sensible... sólo...- intentaba hablar con las lágrimas corriéndole por las mejillas y tratando de detenerlas con sus manos.
- Tranquilo, cariño... entiendo tu angustia- le dijo Taeyeon acercándose al rubio, limpiando su rostro y alejando cualquier rastro de lágrima- Taeminnie está siendo atendido... ¿qué te parece si te llevo a tomar un café y te pongo al día de lo que ha pasado?
- P-pero... ¿y Jong...?
- Él puede quedarse con Minho-ah y con Jungmo, pronto llegará Onew y así pueden asegurarse de que Tae no se sienta solo cuando despierte.
- B-bueno... sólo... le diré que me espere un poco...- entró de nuevo a la habitación y tan sólo unos minutos después, volvió con un semblante más tranquilo.
- Entonces... Jungmo... volvemos en un rato- le dijo Taeyeon a su esposo sonriendo y dejando un beso en la comisura de los labios del hombre.
- Tengan cuidado- les dijo, ligeramente sonrojado por la acción de su esposa.
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Taemin suspiró de nuevo sintiendo su abdomen muy pesado, razón por la cual empezó a sentirse incómodo y a la vez asustado, pues la sensación era extraña y molesta... una mano se posó en su frente retirando el flequillo castaño gentilmente; comenzó a relajarse por ese gesto, aunque no sabía de quien provenía... decidió entonces abrir los ojos, encontrándose con el rostro de Jonghyun...
- Lo siento, Tae... no quería despertarte, pero lucías incómodo- Taemin lo observó largamente- ¿qué pasa?
- Estoy soñando...
- ¡Noona despertó!- gritó feliz un niño de tres años que conocía perfectamente... el que siempre lo confundía con una chica... estaba recostado sobre su vientre, por lo que entendió claramente su incomodidad de antes.
- Eunji... ¿qué haces aquí?- le preguntó con voz pastosa, pues la garganta se le había secado mucho.
- Vino con nosotros- explicó Jung, otro de los pacientes de su padre; tras él estaban dos niñas Minhee y Danbi, igualmente a cargo de su progenitor.
- Querían verte, Taemin- le explicó Minho, acercándose a su cama.
- Hyung...- susurró sorprendido de que el azabache estuviera ahí.
- No, noona tú le debes decir “oppa”- corrigió Eunji, causando una carcajada general y sacándole al castaño una sonrisa nerviosa.
- Te ves mejor sonriendo- dijo Minho sin poder contenerse, logrando causar un sonrojo en el más joven haciéndolo lucir terriblemente adorable.
- ¡Ella es mi novia!- gritó el más pequeño de los niños dirigiéndole una mirada furiosa al más alto.
- ¡Eso no es cierto!- contestó Taemin con sorpresa.
- Me voy a casal con noona y vamos a tenel muchos hijos- continuó con su fantasía.
- Ni siquiera soy una “noona”- musitó el castaño formando un puchero.
- Noona~- le repitió levantándose de donde estaba recostado y acercándose más para abrazarlo- ¿veldad que te vas a casal conmigo?- le preguntó de nueva cuenta.
- Vamos Eunji... déjalo en paz...- le pidió Jung.
- ¡NO!- contestó formando un inocente puchero y apretujándose más contra el castaño.
- Ya que crezcas lo harás, Eunji- le dijo Jonghyun con una sonrisa cansada.
- ¡Yayyyyyy!- gritó feliz, soltando a Taemin y bajando de la cama.
La puerta se abrió y por ella entró el doctor Lee Jungmo acercándose a los cuatro niños.
- Taeminnie~ pensé que seguirías dormido- le dijo con sorpresa al verlo bien despierto y bastante sonrojado- ¿tienes fiebre?- preguntó.
- Lo que pasa es que alguien se le declaró, en el sentido amoroso- dijo Jonghyun con una sonrisa.
- ¿Minho-ah?- cuestionó poniendo la mirada más aterradora que los muchachos le hubiesen visto.
- N-no... y-yo... n-no- balbuceó el azabache.
- Más te vale... es mi hijo y no se lo daré a nadie- respondió con seguridad.
- ¿A mi si?- le preguntó Eunji.
- Eunji...- susurró extrañado.
- Es que Eunji, se quiere casar con Taeminnie-oppa- explicó Minhee.
- Es una “noona”- corrigió el menor.
- Bueno... eso...- contestó Danbi.
- Oh... entonces será hasta que crezcas, Eunji- respondió Jungmo con una sonrisa amable.
Todos sin ser conscientes de que tanto Minho como Taemin seguían sonrojados mirándose fijamente las manos; el primero, dándose cuenta de que estaba enamorándose del menor, y el segundo, sintiéndose perdido entre tantas sensaciones nuevas... ¿qué era ese cosquilleo que comenzaba a apoderarse de su estómago?