Taemin se encontraba de pie frente al espejo de su baño, cepillaba su aún largo cabello, intentando controlar su nerviosismo; en ese último mes se había centrado solamente en su recuperación por lo que el hecho de tener que volver a la escuela lo hacía sentirse ansioso... todo sería más fácil si nunca volviera a ella...
- ¡Taeminnie~!, ¿ya estas listo?- preguntó su madre entrando a la habitación para posteriormente acercarse al baño donde se encontraba el castaño- ¿qué pasa?- le cuestionó suavemente, tomándolo de los brazos, acariciándolo amablemente.
- Yo... ya estoy listo... n-no sucede nada...- contestó mostrándole a su madre una sonrisa tímida.
- Tae... sé que estás nervioso... pero sabes que puedes decirnos... no es necesario que guardes lo que sientes...- le explicó mientras lo abrazaba.
- ¿Y si?, ¿y si no estoy listo?
- ¿Qué opinas tú?
- Yo... creo que he avanzado mucho... pero... tengo miedo...
- Hace un mes... no podíamos dejarte solo, porque empezabas a llorar... no dejábamos que te cepillaras, o que lavaras tus dientes... no podías ayudar en la cocina... casi no reías... no comías... Taemin, has avanzado más de lo que te imaginas... tener miedo es normal... aunque te puedes permitir una oportunidad de conocer la nueva escuela.
- Si... lo... lo intentaré mamá... gracias.
- Bien, vamos a que desayunes algo y pronto nos pondremos en marcha... Onew saldrá con Joon por lo que no podrá pasar por ti... a mi me toca revisión hoy... y tu papá estará conmigo en el hospital... llamé a Minho, pasará por ti después de clase... dijo que iría a visitar a los niños pero que si no quieres ir, puede traerte primero a la casa.
- Lo decidiré más tarde...
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A decir verdad... la escuela no estuvo tan mal... le daba algo de vergüenza admitirlo, pero había llamado mucho la atención, en primer lugar, porque ingresó directamente a un salón de tercer grado; en segundo lugar, por cambiarse de escuela a mitad de ciclo; y en tercer lugar por actuar tan frío y callado.
Aunque al principio tenía algo de miedo por la reacción que provocaría a sus noonas y hyungs; en realidad sólo logró ternura en general, aunque los chicos habían creído que se equivocó de salón, pero luego de que el profesor explicara la situación lo aceptaron de muy buena manera, sobre todo de una chica llamada Amber, que se veía un tanto masculina, pero se encargó de guiarlo a que conociera la escuela y que se sintiera cómodo... incluso en ese momento, la chica seguía de pie a su lado, esperando la llegada de Minho.
- N-noona... no es necesario que sigas esperando... hyung llegará pronto...- murmuró Taemin con las mejillas sonrojadas, mirando hacia el lado contrario a donde estaba la castaña.
- Por supuesto que no, Taemin-ah... no te dejaré hasta que tu hermano llegue y espero que lo haga pronto porque si no lo golpearé... odio que dejen solos a criaturitas tan tiernas como tú...- exclamó intentando abrazar al menor que por el acto tan impulsivo retrocedió dos pasos.
- ¡¿Qué intentas hacerle?!- gritó una voz femenina acercándose a prisa.
- No le estaba haciendo nada... sólo lo iba a abrazar...- contestó la castaña.
- Tae, ¿te encuentras bien?- preguntó otra voz, pero esta vez, masculina.
- Hyung...- susurró el menor captando la atención de las chicas.
- Taemin-ah, ¿él es tu hermano?- le preguntó la chica masculina apartándose de la de cabello oscuro.
- No soy su hermano, pero yo...
- Entonces no te lo puedes llevar, se supone que su hermano vendrá por él.
- ¡Yo no tengo hermanos!- gritó el castaño exasperado- Minho-hyung es mi amigo y viene por mi a la escuela... Tiff-noona... Amber-noona no trataba de hacerme daño, pero el movimiento que hizo para abrazarme fue muy rápido y me asusté... pero no está pasando nada malo... a todo esto... ¿por qué no llegaste tu solo, hyung?
- Sucede que como salimos juntos y como ambos vamos a ir al hospital y aún faltaba para que salieras de la escuela fuimos a tomar un café- explicó el azabache.
- Oh... pues entonces... ya vámonos... gracias por todo, Amber-noona... nos vemos mañana- se inclinó ante ella y se apresuró a caminar, los dos mayores hicieron una reverencia simple y se dedicaron a tratar de alcanzar al menor.
- Ahhh... espero que Minho-oppa no esté saliendo con esa unnie... sería triste para Taemin-ah...- murmuró la chica una vez que estuvo sola, pues había visto aquella repentina tristeza en los ojos avellanas del más joven.
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Jungmo llegó algo tarde a casa, siendo recibido por las miradas preocupadas de su esposa y su sobrino (que habían llegado antes que él), extrañado y preocupado por el comportamiento de ambos, dejó sus cosas en uno de los sofás, para aproximarse más a su familia.
- ¿Qué sucede?, ¿Taemin está bien?
- Si, pero no ha querido salir de la habitación...- dijo la mujer.
- Está acostado pero no quiere decirnos nada...- continuó el muchacho.
- ¿Tiene algún golpe?- los otros dos negaron- voy a hablar con él... si alguien lo está molestando de nuevo les juro que lo pondré en su lugar... no conocen a Lee Jungmo- exclamó mientras subía los escalones de dos en dos.
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Estaba recostado en posición semifetal dando la espalda a la puerta, cubierto hasta el cuello con sus sábanas; su ceño levemente fruncido sólo confirmaba su molestia, un puchero comenzaba a formarse en sus labios y sus mejillas sonrojadas avisaban que en cualquier momento se echaría a llorar... ni siquiera sabía porque le molestaba tanto el hecho de que Tiffany y Minho llegaran juntos.
- ¡Taemin!- escuchó su nombre en la voz de su padre desde afuera de la habitación.
- ¡¡No quiero hablar con nadie!!- gritó de vuelta.
- ¡No te estoy preguntando!, ¡sólo te estoy avisando que voy a entrar!- contestó abriendo la puerta y cerrándola tras él y acercándose a la cama donde estaba recostado Taemin.
- ¡Papá vete!, ¡no quiero hablar!- gritó al sentir que el mayor se sentó en la cama.
- Vas a hablar sí o sí- respondió tomándolo por los hombros y obligándolo a sentarse- ¿qué te ocurre?- le preguntó.
- Nada.
- No por nada estás así... ¿qué tienes?
- ¡¡¡Es que no sé qué pasa conmigo!!!- gritó por fin comenzando a llorar, para recargarse de inmediato en el pecho de su padre.
- ¿Te hicieron daño?- preguntó acariciando el cabello de su hijo, el menor negó- ¿la escuela no es de tu agrado?- el chico negó a prisa- ¿tus compañeros te trataron mal?
- N-no...- susurró calmando un poco su llanto- es que... Min... Minho-hyung llegó por mi...
- Minho-ah ya ha ido por ti otras veces...
- ¡Si!... pero... llegó con Tiffany-noona...
- ¿Y qué pasa con ello?
- ¡Qué no debe ser así!- gritó enojado, separándose de su padre.
- Tae... ¿estás celoso?- le preguntó extrañado observando como el sonrojo en las mejillas de Taemin creció, hasta dejarlo más rojo que un tomate maduro.
- ¡N-no!, ¡además Minho-hyung y Tiff-noona son novios!- otro acceso de llanto le llegó y lo hizo encogerse sobre sí mismo, siendo rodeado por los brazos de su padre.
- Taemin... lo que sientes son celos... quieres que Minho-ah esté contigo- le explicó sintiendo como el menor temblaba en sus brazos.
- ¡N-no!- contestó negando- ¡no tiene nada que ver!, ¡es mi amigo!- continuó entre sollozos.
- Taem... escucha lo que dices... tú no ves a tu hyung sólo como a un amigo, no te has dado cuenta pero poco a poco te has enamorado de él.
- ¿E-enamorado?- preguntó suave, separándose de su progenitor.
- Si... me cuesta trabajo dejarte crecer... pero... a tu edad es común esto...
- Sólo tengo que olvidarlo- musitó.
- Olvidar qué, Taemin.
- L-lo... l-lo que... siento...
- ¿Por qué?
- ¡Ya te dije que tiene novia!- exclamó con un puchero.
- ¿Y de dónde sacaste esa información?
- Llegó con ella...
- Son amigos... se han acercado mucho por el voluntariado en el hospital... además... Tiffany-ah tiene un prometido en San Francisco.
- ¿Eh?
- Tiffany-ah es hija de un médico colega de San Francisco, que fue compañero mío en la universidad, obviamente tiene sangre coreana, pero vino a estudiar aquí pues quería conocer de manera más cercana sus raíces...
- Sí, pero que tiene que ver con lo otro...
- Pues que su vida está hecha en San Francisco... su prometido y ella contraerán matrimonio cuando ambos terminen sus estudios...
- ¿Entonces Minho-hyung no está con Tiff-noona?
- No- le contestó con una sonrisa.
- ¿Entonces tengo una oportunidad con él?
- ¿Por qué no se lo preguntas tu mismo?
- Yo... l-lo pensaré...
- Bien... ahora hay que bajar porque Jinki y tu madre están preocupados.
- B-bueno...
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Taemin estaba sentado en el asiento que le correspondía en la escuela, pensando en la plática de la noche anterior con su padre... un sonrojo cubrió sus mejillas y negando repetidamente con la cabeza, intentó despejar su mente.
- Taemin-ah... has estado distraído toda la clase... ¿te sientes mal?- le preguntó Amber consciente de lo sucedido el día de ayer.
- No es nada... noona...- sólo se limitó a contestar eso, no habló nada más durante el día pero por la naturaleza comprensiva de la chica, ella lo permitió.
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- No puedo declararme a él, Jonghyun... es un niño aún... yo no puedo...
- Minho... es un adolescente aún, pero no se llevan tantos años...- explicó el mayor pacientemente, observando como el más alto caminaba de lado a lado por el apartamento.
El menor le había llamado a primera hora del día y al ser el día libre del Kim, accedió de inmediato a ir en ayuda de su amigo; las dudas lo carcomían, luego de que Tiffany le hablara de aquella seriedad de la que fue presa Taemin al verlos llegar juntos; la chica sabía bien de la atracción entre ambos y aún así, nadie se atrevía a dar el primer paso... ¿era tan difícil aceptar que sentías algo por tu amigo? Pues para ambos así era...