Acababa de cumplir los diez años cuando Yoogeun se enfermó, su hermano menor de tan sólo cuatro años de edad; uno se imagina que por ser un niño, enfermedades graves no aparecen, que no se puede morir... siendo un niño... se tiene toda la vida por delante.
Su madre le explicó, con bastante paciencia, que el pequeño en casa, tendría que ser más protegido que de costumbre y que por ende, al ser el mayor y no tener ambos padres, tendría que ayudarla más, recoger a su hermano del jardín de niños e incluso llevarlo a alguna cita en el hospital.
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Los meses pasaron y la salud de Yoogeun se había deteriorado de tal forma que ya no era buena idea enviarlo al jardín de niños, por lo que se quedaba en el hospital al cuidado de un oncólogo especializado en niños, hasta que Kibum salía de la escuela.
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Un día en particular, Kibum salió un poco más temprano que lo habitual por lo que se apresuró a ir al hospital, la recepcionista ya lo conocía por lo que no tuvo reparo alguno en dejarlo pasar a la sala infantil del sitio dónde, por la hora, sólo había dos niños, uno del cual no tenía ni idea de su existencia y el otro, obviamente, su hermano.
- Kibummie-hyung- saludó Yoogeun con felicidad, apresurándose hasta llegar al mayor.
- Yoogeunie~, salí temprano y quise darte una sorpresa.
- ¡Yayyyyyyy!, ¿ya iremos a casa?- preguntó con una enorme sonrisa.
- Si, pronto... pero primero tengo que avisarle al doctor Lee.
- Bueno, entonces podemos seguir jugando Taeminnie y yo...
- Oh, el niño que estaba aquí hace unos momentos, ¿verdad?
- Él sigue aquí, sólo que le tiene miedo a la gente... Taeminnie... ven- le llamó mientras lo iba a buscar, Kibum se le unió minutos después cuando pudo ver una pequeña silueta escondida detrás de un sofá.
- Cariño, soy el hermano mayor de Yoogeun, me llamo Kibum... no debes tenerme miedo, no te haré daño- escuchó un pequeño jadeo- tranquilo...
- Niños, ya llegué- se anunció el médico encargado de la salud de Yoogeun, Lee Jungmo- Oh, Kibum, eres el hermano de Yoogeunnie...- un sollozo se hizo presente en la sala, la voz de su propio hijo, llorando, pronto entendió la situación, alguien extraño en la sala...
- No llores, Taeminnie... tu papá está aquí...- le dijo Yoogeun.
- Papá...- le llamó tímido el otro pequeño.
- Tae, estoy aquí, ven conmigo; siempre te escondes ahí, pero ya sabes que no te alcanzo porque es un lugar muy pequeño, ven.
Se escuchó un pequeño jadeo y Kibum pudo ver al delgado niño salir de un espacio bastante pequeño entre un sofá y una maceta, un niño hermoso de cabello castaño, mejillas sonrojadas y de baja estatura, de inmediato corrió hasta aferrarse a una de las piernas del médico, llorando con fuerza.
- Hey, Taeminnie, tranquilo pequeño, estoy contigo...- lo levantó entre sus brazos, el pequeño de inmediato se aferró al contrario como un koala bebé.
- ¿Es su hijo?- preguntó Kibum confundido.
- Lo es... se llama Taemin, acaba de cumplir los cuatro años.
- ¡Si, yo soy su hyung!- exclamó contento su hermano menor.
- Si, pronto cumplirás los cinco años de edad- complementó Jungmo.
- Pero... ¿está bien que sea tan tímido?- preguntó con preocupación, puesto que el menor aunque ya había dejado de llorar y temblar, no había hecho nada por mostrar su rostro.
- Taemin es pequeño y estudia en casa, pero no pasa nada, ¿verdad, pequeño?- el menor asintió aún contra el pecho de su padre.
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El cumpleaños número cinco de Yoogeun llegó con prontitud, festejaron de manera sencilla en el hospital, rodeado por su querido dongsaeng (Taemin), los padres del niño que lo acompañaba en sus juegos matutinos y su hermano mayor, Kibum.
- ¿Mamá no va a venir?- preguntó preocupado.
- Vendrá cuando acabe su turno, cariño...- le contestó el de mirada felina- pero tranquilo, aquí estamos contigo y vamos a pasarla muy bien.
- Si, pero mamá dijo que vendría... no ha venido desde la semana pasada... y no puedo ir a casa para verla... ¿ya no me quiere?
- Yoogeunnie... ella te ama, pero ha estado un poco ocupada, no temas, ella vendrá pronto- se apresuró a contestar Taeyeon.
- ¿Eso es cierto?- preguntó esperanzado.
- Es verdad, Yoogeun- le contestó Kibum.
- Bueno... quiero pastel, por favor...
- Claro Yoogeunnie- le respondió con amabilidad, Jungmo.
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Kibum sería dejado en su casa por el matrimonio Lee, eran las 9 de la noche, por seguridad insistieron en dejar al niño de casi once años en la puerta de su hogar, Taemin se hallaba en el asiento trasero, profundamente dormido; el niño más grande le sonrió con ternura.
- Ya llegamos, Kibummie- anunció Taeyeon.
- Muchas gracias por todo- se despidió para rápidamente descender del vehículo.
Entró con prisa a su casa, pensando en que su madre no estaría ahí, grande fue su sorpresa al verla sentada en uno de los sofás de la sala, hizo una inclinación con la cabeza antes de comenzar a quitar sus zapatos, tras esto fue directo a la cocina porque tenía hambre.
- ¡¿Donde estabas Kibum?!
- Por ahí...
- ¡¿Cómo que por ahí?!, ¡necesito tu ayuda Kibum!, ¡tú hermano sigue enfermo y tu no haces nada por ayudarlo!
- ¿Qué día es hoy?
- Jueves... ¿por qué?
- Es el cumpleaños de tu hijo... ahí estaba... no has ido al hospital... Yoogeun siempre pregunta por ti y no has ido a verlo... hoy me preguntó si dejaste de quererlo...
- Estoy ocupada y lo sabes.
- Pero aún tiene cinco años, incluso yo te necesito... pero pareces otra desde que lo internaron.
- Cállate.
- ¿Por qué me pides que lo haga? ¡Es cierto!- una bofetada lo calló.
- Ve a tu cuarto, estás castigado.
- Como sea- susurró, tomó el jugo y un paquete de galletas y se apresuró a subir.
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1 año después.
Taemin tosió por enésima vez, preocupando a Kibum, que estaba con ambos niños jugando con ellos; Yoogeun ya no podía salir a jugar por lo que se quedaban en la habitación del menor de los Kim; el de mirada felina vio como el más pequeño de los tres, se ponía de pie para caminar a la puerta.
- ¿Qué pasa Taeminnie?- le preguntó con suavidad al niño.
- Quiero a mi papá...- pidió.
- Ven, tu papá dijo que tendría una cirugía.
- Quiero a mi papá...- pidió de nueva cuenta, tosiendo de nueva cuenta.
- Tae, ven aquí, tu papi vendrá pronto- le dijo dulcemente Yoogeun.
- No...- susurró el pequeño, suspiró un poco y estaba por alzarse en puntillas para abrir la puerta cuando un mareo lo azotó con fuerza y lo hizo caer al suelo.
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Taemin fue ingresado de emergencia al hospital, estaba ardiendo en fiebre y el examen físico demostró que la infección que lo aquejaba llevaba días de evolución, por lo que no era de extrañar la exacerbada reacción de su parte.
Kibum por lo pronto se mantenía siempre al lado de Yoogeun que se la pasaba preocupado, preguntando por su pequeño amigo; al mayor de los Kim le preocupaban las pocas visitas que el doctor Jungmo hacía a su hermano.
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- Hyung...- susurró Yoogeun, con debilidad, tenía días con fiebre y pareciera que había comenzado a ponerse peor de lo que estaba.
- ¿Q-qué sucede, mi pequeño?- le preguntó conteniendo las lágrimas.
- ¿Cuándo veré a... Taeminnie?- musitó.
- Pronto será...
- ¿Y el doctor...?
- Otros doctores te están viendo y están a cargo de ti... no te preocupes...
- No me... quiero... morir...- dijo entre sollozos y temblores.
- No lo harás, estarás bien... lo prometo...