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Mi verdadero amor. por Noly Kitty

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Notas del capitulo: Holaaaaa!!!!!!!!!!!!! volví con más!!!!!!!!!!!!!! aprovechando las vacaciones me puse a continuar con el fic, también es por separar un poco mis sentimientos de mí... no estoy del todo bien, debo admitirlo y por lo mismo necesitaba desahogarme de cierta manera, no quiero ahondar más en esto; prometo que pronto podré colocar una sonrisa verdadera en mi rostro, es una promesa hacia mi misma.
 
En respuesta a sus rw:
 
ggaabbyy22: muchas gracias por tu rw, Key tuvo una infancia muy dura y si hay que profundizar un poco para entender su descontrol, por lo mismo decidí hacer estos especiales, para que se entienda porque Key no recordaba quienes eran Jungmo, Taeyeon y Taemin, este último si tiene cierta relación con como se enfermo Yoogeun.
 
Samadhy78: siempre es triste que un niño muera, es horrible tanto escribirlo como leerlo, espero disfrutes este capítulo.
 
Sin más, a leer~

 Se mantuvo quieto, sentado frente al pequeño féretro blanco; mantenía sus manos muy quietas en forma de puño, sobre sus muslos, tenía los labios muy fruncidos casi formando una línea recta, teniendo la vista fija en sus converse negros.


- Lo siento mucho- le dijo uno de sus compañeros de escuela, el mismo que siempre se burlaba de él y que tras enterarse de la noticia fingía interés.


No respondió, prefirió ponerse de pie y salir del lugar, aunque afuera llovía a cántaros, como si el cielo reafirmara la tristeza de que un pequeñito muriera; miró a las nubes tormentosas, permitiendo que las gotas de agua se confundieran con sus propias lágrimas.


- ¡Todo es por tu maldita culpa!, ¡te dije que lo cuidaras!- gritó su madre que estaba en estado de shock, mientras que sus compañeras de trabajo intentaban calmarla- ¡Es tu culpa! ¡Te odio, Kibum!


Cubrió su boca con su mano derecha intentando acallar los gritos de dolor que pugnaban por salir de su interior, si tan sólo hubiera cuidado mejor de Yoogeun, todo habría salido bien... quería reclamarle sobre todo a Jungmo... porque desde que Taemin se enfermara no se había pasado por la habitación de su hermano... ¿por qué los había abandonado ese doctor?, ¿por qué no cumplió con su deber?


///////////////


Se quedó bajo la lluvia, sentado afuera de la sala funeraria donde se encontraban, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero él no quería regresar, no quería escuchar más palabras hirientes de parte de su madre; estaba temblando abrazando sus rodillas cuando de pronto las gotas dejaron de caer.


- Kibummie, te hará daño si sigues aquí- le susurró tiernamente una voz masculina.


- N-no tiene... n-na-nada que hacer aquí- reclamó al reconocer el rostro de Jungmo que extendía frente a él un paraguas.


- Kibum...


- P-prometió que todo... estaría bien...


- Kibummie, te dije que haría lo que estuviera en mis manos- respondió con los ojos llenos de lágrimas- me siento consternado y es la parte más horrible de mi trabajo... fallé...


- Abandonó a mi hermano... no tiene derecho a estar aquí...


////////////////


Había pasado el tiempo, Kibum ya tenía trece años y las ocupaciones de alguien de mínimo dieciséis, cocinaba por su cuenta, hacía los quehaceres de su casa y trabajaba a medio tiempo con una vecina que lo conocía desde pequeño, organizando facturas y clasificándolos por fecha y folio; adicional, estaba terminando la primaria y haciendo su papeleo para ingresar a la secundaria.


Caminó con lentitud, hacia su casa, estaba cansado... harto... molesto... sentimientos negativos que un niño no debería tener; sabía que su madre estaría ebria, como hacía desde que Yoogeun falleciera, gastándose el poco sueldo que Kibum reunía y no bastándole, también derrochaba su propio dinero; lo único bueno de ese día en particular, fue el mantenerse ocupado, no resintiendo el primer año de luto.


- Mamá, estoy en casa- se anunció con timidez- suspirando con resignación al no escuchar respuesta.


La casa estaba inmersa en la oscuridad de la noche; como era habitual en él, no había alcanzado a comer, caminó hacia la cocina para tomar un paquete de galletas y un brick de leche, escuchando el sonido de la televisión, que brillaba con intensidad en la penumbra de la sala.


- Por lo menos enciende la luz- le recomendó a su mamá, no recibió respuesta y aunque para él era común, algo en su interior se removió, diciéndole que no todo estaba tan bien como debería- mamá...- la llamó de nuevo y hasta entonces entendió lo que veía su madre en el televisor, un viejo VHS del cumpleaños número tres de su hermanito- mamá... yo también lo extraño... pero sigo aquí... ¡te necesito conmigo!- exigió desesperado sintiendo las lágrimas derramarse, su madre tenía la cabeza inclinada hacia la derecha y una botella de licor bien sujeta en su mano izquierda, no había visto su rostro, pero por la posición dedujo que estaba dormida- Mamá...- llamó ante la inminente necesidad de un abrazo.


Se acercó al sofá, apretando un poco el agarre de los objetos en sus manos; su respiración estaba algo inquieta, haciéndole compañía a sus desenfrenados latidos; rodeó el mueble logrando ver bien el pálido rostro de la mujer.


- ¿Ma...má?- habló con temor- sube al cuarto y duerme ahí...- indicó, intentando alejarse, porque el ver a su madre tan quieta lo asustaba; fue al dar dos pasos que un crujido le llamó la atención y con la poca luz logró detectar pastillas- dime que no...- susurró, corriendo al interruptor de luz para encenderlo, logrando ver, ahora sí, la verdad dentro del mutismo de su madre, un frasco de tabletas vacía estaba a los pies de aquella, que ahora estaba muerta.


///////////


-¡¡¡¡¡¿Tanto me odiabas?!!!!!- le gritó por enésima vez, sacudiendo con violencia y desesperación el cadáver de su madre- ¡¡¡¡¡¡Yo también te odio!!!!!!, ¡¡¡¡¡¡ no me dejes solo!!!!!!


La garganta le escocía, llevaba alrededor de una hora gritando, sabía que su madre había muerto antes de que él llegara a casa, pues desde que se dio cuenta de la situación, la mujer estaba fría; él por su parte estaba furioso, sus entrañas ardían por la ira que no se molestaba en contener, seguía gritándole con desesperación, como si eso le ayudara a sacar el dolor tan terrible que estaba sintiendo.


- Kibummie, por favor detente- le dijo una voz femenina, a la que no reconoció.


- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Tu no te puedes morir!!!!!!!!!!, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Mamá!!!!!!!!!!


- Por favor, ya no la veas...- más personas llegaron, y entre todos lograron apartarlo de su mamá, sólo entonces pudo dejar de gritar, para sólo sollozar con fuerza, abrazado a aquella persona que en su delirio no reconocía... era su vecina, aquella con la que trabajaba, Kwon BoAh, en compañía de tres oficiales y dos paramédicos.


//////////


Tenía dos semanas en completo mutismo, BoAh o BoA, como la apodaban con cariño, se ofreció a cuidar de Kibum, ya que al no tener parientes y por aún ser menor de edad terminaría en un orfanato hasta cumplir la edad legal.


Debido al trauma psicológico que sufría el menor, los trámites se agilizaron y la custodia fue concedida a aquella mujer que lo acompañó en el proceso tan difícil; con ella nunca le faltaría nada a Kibum... sería su segunda madre.


- Kibummie~ te traje algo para que comas- se anunció su vecina entrando a la habitación que le había asignado.


- N...n-no... t-t-tengo... hambre...- musitó entrecortado, estando recostado en su cama.


- Esto no va a seguir así, necesitas comer... Kibum, entiendo lo que pasó... pero necesitas avanzar.


- ¡¡¡¡¡NO SABES NADA!!!!!- le gritó, sentándose de golpe, llorando... reafirmando el dolor que sentía.


- Kibum... ven aquí- susurró con dulzura, abrazándolo.


///////////


Habían pasado tres años más, Kibum, de ahora dieciséis, había vuelto a la escuela, pues el tiempo en que estuvo en terapias psicológicas, estudió en casa; en todo el tiempo bajo tratamiento médico lograron que el chico pudiera enfrentarse a la sociedad, aunque aún había cosas que superar, era excesivamente reservado y no estaba dispuesto a hablar con nadie que no fuera BoAh, por temor a ser dejado solo de nuevo.


- ¿Estas listo Kibummie?- preguntó BoAh, entrando a la habitación.


- Si... m-me v-vas a-a... a-a-acompañar... ¿verdad?- preguntó con nerviosismo.


- Por supuesto que si, mi pequeño, te acompañaré mientras quieras que lo haga.


- N-no m-me vas... a d-d-dejar... ¿verdad?


- Nunca te dejaré solo.


////////////////


Kibum entró a la escuela con nerviosismo, sentía como si miles de ojos lo observaran, sintiéndose verdaderamente intimidado y ansioso; BoAh se mantuvo a su lado, recordándole que, en caso de que lo creyera conveniente, podía llamarla para que fuera por él.


Aunque causó gran revuelo en sus compañeros, era raro que un chico entrara a clases a mediados de semestre y sobre todo, tan reservado y sin nada que decir a la clase, ni siquiera sonrió al que sería su guía para conocer las instalaciones.


- ¡Hey, chico nuevo!, ¿quieres venir con nosotros a tomar el almuerzo?- le preguntó uno de sus compañeros; Kibum lo miró con desinterés- ¿qué dices?


- No, gracias... prefiero estar solo.


- Pero... ¿no sería muy triste? Es decir... acabas de llegar a una escuela nueva, ¿no quieres hacer amigos?- continuó el chico, mientras Kibum sacaba su almuerzo que había sido preparado con mucho amor por BoAh, aunque él le insistía en que podía cocinar por su cuenta, ella le llevaba la contraria diciendo que merecía ser consentido por esforzarse tanto en su recuperación.


- No es de tu incumbencia... quiero estar solo- se puso de pie ante la mirada sorprendida del contrario, estaba por salir cuando fue tomado por el brazo.


- Oh, vamos... no te portes así con nosotros- le dijo.


- Suéltame- contestó con los dientes apretados, intentando controlar la ansiedad de la que era presa.


- Hey, ya... calma...- terminó el otro soltándolo y levantando ambas manos en son de paz.


Kibum salió con paso rápido, mordiendo con debilidad su labio inferior; caminaba con la cabeza gacha sin importarle las miradas curiosas de los demás alumnos, sólo elevó su vista al sentir una fuerte colisión contra otro cuerpo.


- L-lo siento...- se disculpó.


- No te disculpes, yo tampoco me fijé mucho- respondió el chico que por su ropa, no pertenecía a la escuela- oh... siento lo de tu almuerzo...- comentó fijando su vista al suelo, logrando ver el recipiente que llevaba en las manos, tendido en el suelo- qué te parece si limpiamos esto y vamos a comer algo en la cafetería, yo invito en compensación por tirar tu desayuno.


- Está bien...- susurró con timidez, sin entender muy bien porqué aceptó la oferta; algo en ese chico lo atraía y le inspiraba confianza.


- Perdón por no presentarme, mi nombre es Kim Jonghyun- dijo con una sonrisa brillante.


- S-soy... Kim Kibum- respondió formando una pequeña mueca que pretendía imitar el gesto del contrario.

Notas finales:

 Esto es todo por hoy, pronto subiré el siguiente capítulo, que será la última parte del pasado de Kibum; pronto estaré actualizando, dejen muchos rw; les recuerdo que tengo mi cuenta en Wattpad NolyKitty, así pegadito, para que se den una vuelta, los quiero; Noly fuera~


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