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Magical Dimension por isabellag203

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Notas del capitulo:

Hola a todos! :D


 


Bueno para empezar siento mucho el retraso de tres meses ya :C  no se siempre me distraigo con cualquier cosa y es por ello que me tardo bastante… necesito empezar a ordenar mis prioridades.


 


Como sabrán este ya es el cap 5 (no me digas xD) pero a lo que voy es que les prometí que les revelaría las parejas que iban a encontrar en este fanfic… así que eso significa que ya no los pondré en espera :v yeyyyyy


En la descripcion se las dejo ^_^


Ahora a leer! 

Magical Dimension. 


 


Chapter 5: The Chosen vs The Emperor.


 


Ya era por la mañana cuando los primeros rayos del sol comenzaron a filtrarse en la habitación de Ravenclaw; lugar donde dormían cinco chicas plácidamente. Un rayo de luz le dio de lleno en la cara a una de ellas; para ser más precisos, a la manager de Touhou, gracias a eso no tardó en despertarse.


 


-Mmm… ¿Qué hora es?- murmuró estirándose con pereza para luego dirigir su mirada al reloj de pared, las manecillas indicaban que eran las 6:20, y según tenía entendido, las clases comenzaban una hora después.


 


Ese lapso era más que su suficiente para poder llegar a tiempo, pero aún así era mejor considerar ciertos factores que podrían llegar a retrasarla; como bañarse, cambiarse, secarse el cabello, desayunar y por si fuera poco, encontrar su salón de clase, eso si consideramos que también era nueva.


 


Así que lo mejor era empezar de una vez. Con toda la flojera del mundo se levantó de su cama reprimiendo un bostezo dando un vistazo a su alrededor, ninguna de sus compañeras se había despertado aún, ni siquiera la ‘Señorita copa a’.


 


“Ya la despertaré una vez que salga del baño”-pensó la de cabellos rosados para agarrar sus cosas de aseo personal, su uniforme de ravenclaw y encerrarse en el baño.


 


A los minutos comenzó a escuchar un sonido peculiar en toda la habitación, no paraba de decir “cucucucu”, era el  reloj mágico de la pared; sonaba tan escandalosamente que no tardó en despertar a las chicas, sacándolas del mundo de Morfeo.


 


-¿Eh?, ¿Ya es de día?- cuestión la entrenadora de Seirin frotándose los ojos.


 


-Si, ya hay que levantarnos- dijo la chica al lado continuo de la cama de Riko. Esta era de ojos oscuros y cabello negro, la chica poseía rasgos asiáticos, según tenía entendido se llamaba Cho Chang.


 


-¿Alguien ésta en la ducha?- cuestiona medio adormilada una de las chicas. Ella era de piel más oscura que la anterior, de largo cabello negro y ojos castaño oscuro, era descendiente de hindúes y su nombre era Padma Patil.


 


-Uhmm, es Momoi quien se metió a bañar- contestó la castaña al ver la cama de la chica de pechos grandes vacía.


 


-Entonces habrá que esperar a que salga, y de una vez lo digo, yo soy la siguiente porque me tardo más en el baño- dijo una de las chicas que tenía una cabellera castaño rojizo y ojos oscuros, su rostro era cubierto por unos extraños granos donde se podía leer claramente la palabra ‘Soplona’Riko juraría que no los tenía anoche. Su nombre era Marietta Edgecombe.


 


-Pero Marietta...  por eso deberíamos de ir nosotras primero que no nos tardamos nada- replicó la de rasgos hindú.


 


-No señor, es mi última palabra.


 


-Quizás no deberías de irte a bañar primero ya que los torposoplos en tu cabeza podrían intentar confundirte y luego empieces a olvidar cosas importantes- habló una voz calmada al fondo de la habitación, todas voltearon hacia esa dirección para ver quien la que dijo aquello fue una rubia de ojos azules que se presentó como Luna Lovegood a las japonesas.


 


La mayoría miraron a la rubia con confusión e incredulidad, solo Marietta la miró con cara de molestia antes de hablar.


 


-Mejor vayamos al baño de abajo donde no hay lunáticas que puedan decir tonterías sin sentido- no tenían que ser genios o tener un alto coeficiente intelectual para saber que se refería claramente a Luna; con eso agarró sus cosas y se retiró de la habitación con Padma siguiéndole los talones.


 


-Lo siento Luna… sabes como es Marietta- dijo Cho disculpándose en lugar de su amiga con  voz apenada.


 


Luna negó con la cabeza sin darle importancia... -No te preocupes Cho, está bien- habló con su voz habitualmente tranquila; la asiática asintió y de inmediato salió a alcanzar a sus amigas.


 


-¿Siempre ella es así contigo?- cuestionó la entrenadora con un rastro de ira en su voz, también siendo muy obvia refiriéndose a Marietta.


 


-Si, no quiere creer que los torposoplos son reales, ni Patil- habló la aludida encogiéndose de hombros.


 


-¿Y por qué dejas que te traten de ese modo?- no era bueno, Riko ya se estaba comenzando a enojar.


 


Luna solo sonrió negando con la cabeza totalmente inmune a la ira de la castaña.


 


-Esta bien… ya estoy más que acostumbrada a que crean que estoy loca, de verdad que no me molesta- Aida no podía creer lo que oía, ¡Le molestó mucho más lo que dijeron de Luna y no era con ella!


 


Esta bien, admitía que la rubia era un tanto peculiar, pero no para que la trataran de ese modo, además parecía ser una persona muy dulce y agradable. Definitivamente sería amiga de ella.


 


-Si quieres puedo ser tu amiga- la de ojos azules la miró por un momento, analizándola con sus ojos azules antes de responder.


 


-No tienes que ser mi amiga por lástima, tengo otros amigos en otras casas, además Cho es muy amable conmigo- ahora fue el turno de Riko negar con la cabeza.


 


-No me quiero hacer tú amiga por ese motivo sino porque me parece que eres mucho más agradable que esas chicas y me pareces interesante- los ojos claros de Lovegood mostraron sorpresa por un momento para luego verse la alegría en ellos.


 


-Esta bien, seamos amigas- ambas chicas sonrieron ante su pacto de amistad.


 


La castaña iba agregar algo más pero en ese preciso momento Satsuki salió del baño ya en su uniforme de Ravenclaw, lo único que le faltaba para estar por completo lista era secar su largo cabello rosa.


 


-Ah... ya estás despierta Riko-chan. Te iba a despertar después de bañarme- habló la mánager mientras se quitaba con una toalla el exceso de agua.


 


-¿Eh?... ¿Y las demás?- preguntó cuando notó la ausencia de sus compañeras de habitación.


 


-Se fueron al baño de abajo- contestó la más baja con simpleza.


 


-¿Hay un baño abajo?- Momoi cuestionó con curiosidad, cada día se descubre algo nuevo, pensó la chica.


 


-Si, es un baño más universal donde pueden ir  las chicas de todos los años, tiene numerosas regaderas y queda en el primer piso de nuestra sala común- respondió Luna para  luego agregar- Pero si a mí me preguntas prefiero este… hay menos riesgos de que los nargles roben tus cosas.


 


-... ¿Y qué son los nargles?


 


-Son unas criaturas indetectables que les encanta robar cosas ajenas- explicó la rubia viendo las caras confundidas de las chicas.


 


-Yo te iba a preguntar qué son los torposoplos- comentó Aida interesada en el tema.


 


-Son unas criaturas invisibles que se meten en tu cerebro e intentan confundirte, además de que hay veces en las que hacen que olvides cosas importantes- la rubia se quedó viéndolas expectante, ya sabía que vería en ellas el escepticismo y la incredulidad como cuando hablaba de estas cosas con las demás personas, solo su padre la entendía… lo extraño es que nada de eso pasó.


 


-¿Invisibles?, ¿Como los Thestral?- cuestionó la de ojos rojos emocionada mientras Luna asentía.


 


-Pero se supone que los Thestral si los puedes ver siempre y cuando hayas visto a una persona morir.- recordó la castaña frunciendo el ceño.


 


-Cierto, lo olvidé- las chicas habían pasado muchas tardes en la biblioteca como para adquirir conocimientos avanzados del mundo mágico, resulta increíble pensar que en solo tres meses y medio los japoneses ya se hayan puesto al corriente con los demás alumnos de séptimo año - ¿Hay una manera de hacer los nargles detectables y los torposoplos visibles?- cuestionó esta vez dirigiéndose a Luna.


 


-Con los nargles todavía no, pero con los torposoplos si, mi padre y yo creamos unas gafas que los hacen visibles.- la rubia parecía orgullosa de los logros de su padre, las chicas sonrieron ante eso.


 


-Oh ya veo, quiero verlos en algún momento.


 


-Yo quisiera saber como son los Thestral- comentó la manager de Touhou, más para ella misma que para las demás dado que sabía que era casi imposible saber qué forma tienen dichas criaturas.


 


-Son caballos alados que tienen como forma de pegaso y son esqueléticos, pero a pesar de eso son muy amigables- habló Lovegood, Aida y Momoi esta vez si se le quedaron mirando con la incredulidad tatuada en sus rostros.


 


Las chicas se quedaron impactadas con esa descripción tan exacta…. Acaso…. No podía ser.


 


-... Lovegood… tú… - intentó decir la más baja pero no le salían las palabras. Algo parecido le ocurrió a Momoi.


 


-¿Si he visto morir a alguien?, si, a mi madre, pero no se preocupen era muy pequeña, a ella le encantaba experimentar y crear nuevos hechizos… pero ese día uno de ellos salió mal y perdió la vida- habló la rubia viendo como las chicas la miraron sorprendida y allí dio paso a la pena y las reprimendas internas por ser tan imprudentes.


 


-Lo siento… no teníamos ni idea- se disculpó Satsuki muy apenada haciendo la respectiva reverencia japonesa.


 


-No hagas eso, esta bien- pidió con su usual voz en calma- Y no se preocupen, todavía tengo a mi padre conmigo.


 


Las chicas se miraron entre ellas, parecía que en serio a la de ojos claros no le había afectado hablar de tema, pero aún así se prometieron que nunca más hablaría de esos temas tan descuidadamente, esta sería una lección; las japonesas se acercaron a Luna y se fundieron en un fuerte y reconfortante abrazo, allí no solo pedían disculpas sino también le transmitían a la rubia que tenían todo su apoyo, ella se dejó envolver en esa calidez con una sonrisa… eso hasta que la entrenadora del Seirin arruinara el emotivo momento.


 


-¡Eh, ya son las 6:55!- exclamó Riko asustada. Aunque era una razón bastante válida, ¡No podían permitirse llegar tarde el primer día!


 


-¿¡Qué!? ¿¡En serio!?- cuestionó la de cabello rosado, Aida solo le señaló el reloj y allí lo comprobó.


 


-Parece que nos entretuvimos hablando- comentó la de ojos claros mientras que las demás solo pudieron estar de acuerdo, era increíble a veces como se te iba el tiempo solo hablando.


 


-Bien, me meteré a bañar rápido ¿O quieres bañarte tú Lovegood-chan?- cuestionó Aida a la rubia.


 


-No báñate tú, ah y me puedes llamar Luna, después de todo ya somos amigas- las chicas se sonrieron y la castaña asintió sacando todas las cosas que necesitaba para ir a bañarse.


 


-Espera Riko-chan me tengo que secar el cabello- la manager le señaló su cabello para recalcar su punto.


 


¿Y eso qué?- cuestionó la castaña sin entenderle.


 


-Que no sé el hechizo de aire caliente y tú sí- respondió la de ojos rojos con una sonrisa encantadora.


 


-Si serás...


 


-Yo lo sé, si quieres te puedo secar el cabello- comentó Luna tratando de buscarle una solución al problema antes de que Riko terminara su cadena de maldiciones contra la de ojos rojos.


 


-¿En serio lo harías?, ¡Genial!- exclamó la manager de Touhou sentándose en su cama a la espera que la rubia fuera a secarle el cabello- Eres libre de irte a bañar Riko-chan.


 


En eso la castaña aprieta los puños pero luego suelta un largo suspiro, Momoi no tiene remedio, ese fue su pensamiento antes de encerrarse en el baño.


 


La verdad es que Satsuki si conocía el hechizo solo que le encantaba hacer cosas para molestar a la entrenadora del Seirin, ¡Era tan divertido!, y tampoco le importaba que la rubia secara sus cabellos.


 


Así fue como la hija del director del quisquilloso pasó los próximos diez minutos secando el cabello a Momoi y contándole todo sobre los viajes de su padre y las criaturas tan curiosas que ha descubierto, así como también sus aspiraciones para un futuro próximo, todo mientras la de cabellos rosados la escuchaba con atención y algunas veces comentaba algo, Luna pensó que era fácil hablar con la japonesa, además de que había dejado que la llamara por su nombre, le parecía curiosas que algunas costumbres japonesas.


 


-¿Y tú en donde piensas trabajar una vez que salgas de Hogwarts Satsuki?- la manager se quedó congelada ante la pregunta, no sabía muy bien como responderla, además que estaba segura de que no se quedaría para eso, así que gritó la primera profesión que se le vino a la cabeza.


 


-¡Médico!- por el contrario la chica se le quedó mirando con confusión.


 


-¿Qué es un médico?- la manager se reprendió mentalmente, debía de haber dicho alguna otra cosa que estuviera relacionada con el mundo mágico ya que esas era una de las pocas cosas que les había pedido la directora Mcgonagall, no revelar por ningún motivo a nadie que venían de otra dimensión,  a nadie, y si seguía respondiendo tonterías como la que acaba de decir entonces Luna descubriría que había algo raro.


 


-Eh… son las personas que curan las enfermedades de las personas y ese tipo de cosas- dijo la chica sin saber muy bien cómo explicarse.


 


-Ah, ya sé a qué te refieres- Momoi pudo suspirar de alivio- Es que aquí en el mundo mágico se le conocen como Mendimagos.


 


-Oh si, no me acordaba del nombre- río la manager nerviosa, esperaba que Luna no descubriera su pequeña mentira piadosa.


 


-No te preocupes- la rubia le regaló una pequeña sonrisa tranquilizadora, pero aún así no pasó por alto ese pequeño detalle que le causó curiosidad. ¿Y es que si viene de un colegio de magia porque no sabe el nombre de una cosa tan básica como los mendimagos?, curioso, pensó Luna.


 


Cuando Momoi iba a volver a hablar la entrenadora de Seirin salió de la ducha ya totalmente vestida con el uniforme de hogwarts reglamentario.


 


-Luna ya te puedes meter a bañar- informó la castaña a lo que la rubia asintió y tomó sus cosas.


 


-Ya regreso.


 


Una vez escucharon el sonido del grifo abierto Riko aprovechó ese momento para cuestionar a la mánager en forma burlona.


 


-¿Así que quieres ser mendimaga?- la pregunta vino con una sonrisa, pocas eran las veces que se podía burlar de Momoi así que tenía que aprovechar.


 


-Eso fue lo único que se me ocurrió decir- admitió derrotada.


 


-Se nota- dijo la castaña rodando los ojos divertida.


 


-¡No te burles copa a!- exclamó la de cabellos rosados haciendo un puchero.


 


-No me burlo- aseguró Aida pero la risa que intentaba ocultar sin éxito alguno decía todo lo contrario.


 


-¿Qué hubieras dicho tú en mi lugar?


 


-Algo más inteligente seguro- dijo la castaña señalándose con el ego bien alto.


 



La manager de Touhou no iba a dejar las cosas así, claro que no pero en ese momento Luna salió del baño y las tres se tuvieron que apresurar para ir al Gran comedor, aunque todavía tenían un poco más de media hora antes de que las clases dieran inicio, pero todavía contaba el hecho de que no sabían dónde quedaban sus respectivas aulas y muchos menos las clases que tenían ese día, eso era lo malo de que los horarios los entregaran el mismo día que iniciaban las clases.



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En ese preciso momento, hacían su aparición el grupo de los nuevos alumnos de Slytherin al Gran Comedor.


 


-Maldición Akashi ¿Por qué tuviste que despertarme tan temprano?- gruñó Aomine Daiki mientras se sentaba en una esquina de su respectiva mesa.


 


-Creo que es obvio- dijo el pelirrojo en tono burlón pero al ver que el más alto no entendió procedió a explicarse- Las clases comienzan a las 7:30.


 


-¿Cómo sabes eso?, ni siquiera nos han entregado los horarios- el pelirrojo soltó un suspiro negando con la cabeza.


 


-Bueno se supone que nos lo entregan ahora en el desayuno- comentó esta vez Himuro interviniendo mientras tomaba un lugar al frente del moreno.


 


-¿Cuándo lo dijeron?, no lo escuché.


 


-Yo tampoco- admitió Hayama reprimiendo un bostezo, él sentó al lado del de Yosen.


 


-Eso es porque no ponen atención cuando la directora habla- contestó Akashi tomando el lugar libre al lado de Aomine.


 


-No es mi culpa que sea tan aburrida de escuchar- los chicos pensaron que él mas alto e en verdad no le importaba de las cosas como fuera, ni siquiera teniendo cuidado de que lo escuchara algún profesor… o incluso la misma directora.


 


-Sin embargo la escuchaste muy bien cuando dijo que nos iba a poner materias obligatorias- contraatacó Seijuurou mientras se servía un plato de tostadas.


 


-No me gusta que se metan con mis horarios de sueño- contestó Aomine malhumorado,  el pelirrojo le dirigió una mirada severa para después suspirar por segunda vez ese día, era casi imposible tratar con Daiki, esto le recordaba a las numerosas discusiones que solían tener en Teiko, claro que a la final se hacía lo que él decía, no por nada era el capitán.


 


En eso se acercó un hombre mayor, no muy alto pero sí un tanto obeso que reconocieron como el profesor de pociones y jefe de su casa.


 


-Chicos aquí tienes sus horarios- informó una vez tuvo la atención de los cuatro- Uno para el señor Himuro, otro para el señor Hayama, otro para el señor Akashi, y este último es del señor Aomine.


 


Cuando los chicos tuvieron sus horarios en las manos el profesor se fue tan rápido como había aparecido.


 


-No tengo clases hasta las 9:00, ¡Genial!- gritó entusiasmado el rubio levantando el puño en señal de victoria.


 


-Es cierto, encantamientos es la primera clase del día- comentó Himuro, y es que esa era una de las clases que Magonagall les había puesto como obligatoria.


 


-Entonces no valió la pena levantarse tan temprano- murmuró el moreno mordiendo con molestia su empanada, aunque en realidad sus amigos si pudieron oírlo.


 


-Si valió la pena, si no te hubieras levantado entonces no sabrías a qué hora o que clase te toca- dijo el de ojos rojos mientras el aludido solo bufó.


 


-Además, siento decepcionarte Daiki pero el desayuno solo se sirve a esta hora, así que si quieres comer antes de ir a clases entonces te tendrás que levantar temprano igual- Aomine odiaba cada vez que Akashi tenía la razón, pero ya encontraría una manera de saltarse las clases para poder dormir.


 


-No es tan malo si te lo piensas, incluso las clases podrían llegar a gustarte- trató de animar el de cabello negros sin mucho éxito, puesto que la mirada del moreno no cambió.


 


-Aunque no puedas dormir es mejor que tener clases aburridas desde temprano- allí Kotarou aportó su granito de arena para animar al jugador de Touhou. Aomine tuvo que reconocer aquello.


 


-Y hablando de esas clases creo que yo me tengo que apresurar en comer- comentó el pelirrojo mientras comía con más avidez pero sin perder su característica elegancia.


 


-¿Tienes clases a primera hora Akashi?- el mencionado solo asintió.


 


-¿Cuál?- cuestiono Himuro con curiosidad.


 


-Historia de la magia.


 


-¿Qué?, ¿Para qué te metiste en esa clase?- interrogó el de cabellos azules sin comprender.


 


-Pues, pienso que será una clase interesante- contestó mientras tomaba un sorbo de su café.


 


Los chicos se le quedaron mirando, ninguno pensaba que Historia de la magia fuera una clase muy útil, es decir, ellos no se quedarían toda la vida allí entonces ¿Para qué saber la historia de la magia?, quizás ni siquiera en su dimensión exista la magia. En eso Himuro le pidió su horario un momento a lo que el más bajo accedió.


 


-¡Akashi tienes demasiadas clases!- exclamó su compañero de Rakuzan con asombro, aprovechando que estaba al lado del de cabellos negros.


 


-Cierto, casi nueve- comentó Tatsuya.


 


-Déjame ver- pidió el moreno a lo que el chico le pasó el horario del capitán de Rakuzan. Aomine lo evaluó por un momento frunciendo el ceño para volverse al pelirrojo.


 


-¿Para qué necesitas saber runas antiguas?


 


-Podría ser útil- contestó el aludido encogiéndose los hombros.


 


El moreno lo miró con una ceja levantada, pero no dijo nada más y se sirvió un plato de huevos con tocino. Así era él después de todo, por lo menos Aomine y Hayama sabían eso muy bien, siempre se comprometía a realizar diferentes actividades y ninguna parecía cansarlo… o no por lo menos ellos nunca lo han escuchado quejarse en algún momento acerca de todas sus responsabilidades.


 


En eso se acerca a ellos el, ahora Ravenclaw, Midorima Shintarou con su expresión seria de siempre.


 


-Buenos días- después de que todos le devolvieron el saludo continuó- Akashi deberíamos de ir yendo a Historia de la magia, considerando que primero tenemos que preguntar dónde es.


 


-¿Tú también te metiste en esa clase?


 


-La pregunta está de más Aomine- el aludido solo bufó por la respuesta del de lentes.


 


-Esta bien, vamos- dijo el pelirrojo terminando su café para luego levantarse y agarrar sus cosas; se volvió hacia el grupo- Nos veremos en encantamientos.


 


-¡Buena suerte en tu primera clase Akashi!- exclamó el rubio mientras el nombrado solo asintió y salió del Gran Comedor con el ravenclaw.


 


Los chicos se quedaron repentinamente en silencio con la partida del pelirrojo, solo disfrutando de sus deliciosos desayunos, eso hasta que el hiperactivo rubio se hartara del silencio.


 


-¿Qué haremos ahora?


 


-¿Terminar de comer?- preguntó sarcásticamente el de ojos azules.


 


-Digo después de terminar aquí- aclaró el de Rakuzan, al parecer sin haber notado el tono de sarcasmo del otro.


 


-Podríamos salir a los jardines- sugirió pensativo Tatsuya.


 


-Buena idea, una siesta al aire libre no suena nada mal- comentó el moreno con una sonrisa, él nunca cambiaría.


 



Pero los tres estuvieron de acuerdo con la idea del de Yosen, y así fueron inmediatamente después de haber terminado su desayuno.



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Ya eran aproximadamente las 7:15 de la mañana y no quedaban muchos estudiantes en el gran comedor, solo los dormilones que se desvelaron anoche o los que todavía no se han acostumbrado a levantarse tan temprano.


 


Unos de dichos estudiantes eran la luz y sombra de Seirin, quienes se despertaron algo tarde y es por eso que la sombra se encontraban tratando de desayunar lo más rápido posible para no llegar tarde a su primera clase del día. De hecho, ya podría estar en el aula de no ser por Kasamatsu, quién lo retuvo y obligó a desayunar antes de ir a clase, menos mal que la chica que conocieron la noche anterior y con la cual compartía casa, también le tocaba historia de la magia a esa hora, se ofreció amablemente a esperarlo para ir a clase juntos y evitar que se pierda.


 


-Listo, ya terminé Kasamatsu-san- informó el más bajo dejando a un lado el plato vacío.


 


El mayor entrecerró sus ojos hasta que terminó su inspección. -Esta bien, ya te puedes ir.


 


-Entonces vámonos ya Kuroko- dijo una apurada Hermione, y como no estarlo, si solo faltaban nueve minutos para que comenzara la clase.


 


Con eso el chico agarró sus útiles y salió apresuradamente con Hermione al aula de historia de la magia, lo bueno es que no quedaba demasiado lejos de donde se encontraban, así para cuando llegaron tenían cinco minutos de sobra.


 


-Voy a sentarme adelante- dijo la castaña en caso de que el más bajo quisiera sentarse con ella, él solo asintió antes de distinguir entre los alumnos unas cabelleras roja y verde respectivamente y dirigirse a ellas.


 


-Akashi-kun, Midorima-kun buenos días- saludó el más bajo cortésmente a los dos chicos que estaban sentados en el medio de la clase.


 


-Buenos días- respondió el saludo con simpleza el de lentes.


 


-Buenos días Tetsuya, ¿Cómo te va en tú casa?- cuestionó el pelirrojo con la intención de iniciar una conversación antes de que las clases empezaran.


 


-Bastante bien, mis compañeros de gryffindor son muy amables y todos los demás parecen bastante satisfechos- comentó el de cabellos celestes.


 


-Ya veo, me alegro de que estén bien en su casa- dijo con sinceridad Akashi.


 


-¿Cómo les va a ustedes?


 


-Supongo que no me puedo quejar, los ravenclaw que he conocido hasta ahora son bastantes decentes y la casa en específico es bastante espaciosa y con innumerables estante repletos de libros- los amigos del ravenclaw asintieron en respuesta, era bueno que Midorima no tuviera que quejarse por ello.


 


-Pues mi casa tiene la peculiaridad de ubicarse debajo del lago negro, así que obtienes una gran vista de todas las criaturas que habitan allí- el más bajo y el de lentes abrieron los ojos en sorpresa.


 


-Debe ser increíble Akashi-kun.


 


-Bueno creo que Daiki no opina lo mismo, ya tiene que agregar varias cosas a su lista de criaturas que le dan miedo desde que llegamos aquí- los tres soltaron una pequeña carcajada, pequeña porque ellos no eran las personas más expresivas del mundo.


 


En eso el pelirrojo se fija en la silueta de uno de sus amigos sentado al fondo del salón, solo. De repente mira hacia su lado dónde está la sombra de Seirin y se le ocurre una buena idea.    


 


-Tetsuya ya que llegaste algo tarde, el aula ya está muy llena y no hay muchos asientos disponibles… - el aludido alzó una ceja, sabía que su ex-capitán quería decirle algo, esperó a que continuara- Pero hay un asiento libre al lado de Chihiro, ¿Por qué no vas y te sientas con él?


 


Kuroko siguió con curiosidad la mirada del pelirrojo, encontrándose enseguida al fondo del aula a Mayuzumi Chihiro completamente solo, él más bajo asintió y se dirigió al fantasma de Rakuzan.


 


-Esto… Mayuzumi-san ¿Puedo sentarme a tu lado?- el mayor se tomó unos segundos para levantar la cabeza de su libro y observar detenidamente al número once de Seirin, estudiándolo por un momento.


 


-Haz lo que quieras- fue la simple respuesta que le proporcionó al menor para después regresar su atención al libro que tenía enfrente.


 


Kuroko se sentó y comenzó a sacar sus cosas antes de que llegara el profesor. No tuvieron que esperar demasiado puesto que apareció un minuto después, aunque los nuevos nunca habían esperado que se tratase de un fantasma.


 


En el transcurso de la clase Tetsuya buscaba alguna especie de distracción que le quitara su atención de la clase, y era bastante raro que él pensara aquello, pero es que de verdad la lección era bastante monótona, el profesor no ayudaba mucho a aligerarla, ¿Será porque es un fantasma?, ¿Habrán otros profesores que también sean fantasmas?, esperaba que no fuera así, porque si él se aburría en esa clase ¿Como serian Aomine y Kagami?, mínimo que se quedarían dormidos.


 


Echó un vistazo al resto de la clase y no le sorprendió encontrar que todos estuvieran haciendo cualquier cosa menos prestando atención; unos hablaban en voz baja, otros se pasaban notas, unos aprovechaban ese tiempo para dormir; Kuroko se pregunta cómo harían para aprobar la materia si nadie prestaba atención.


 


Luego le llamó la atención que al parecer su compañera Granger era la única que tomaba apuntes desenfrenadamente como si su vida dependeriera de ello, por el otro lado estaban Akashi y Midorima quienes también tomaban notas pero de vez en cuando se ponían a hablar. El de Seirin se giró levemente para observar a la persona que tenía al lado, Mayuzumi no parecía prestar atención al profesor, y mucho menos se encontraba tomando apuntes, más bien parecía totalmente abstraído en su lectura, Kuroko se preguntó qué clase de libro estaría leyendo, desde su posición no podía ver nada de lo que decía sin ser demasiado obvio, y su compañero de banco era una persona que no le gustaba ser molestado, eso se notaba.


 


Así que se rindió de su inspección por toda el aula y dirigió su mirada al frente donde el profesor seguía explicando algo de la revolución de los duendes. Pasaron los minutos demasiado lentos para el su gusto y de vez en cuando anotaba alguna cosa que le parecía importante; en eso al fin sonó el tan ansiado timbre que indicaba el fin de la clase. Todos los alumnos recogieron lentamente sus cosas y fueron saliendo animados de que por fin hayan salido de la clase más aburrida del día y además sin tarea.


 


Chihiro también recogió sus cosas y se fue sin siquiera decirle alguna palabra de despedida a su compañero de banco, este no se inmutó, ya se hacía una idea de cómo era el carácter del de Rakuzan. En cambio se dirigió hacia donde estaba Granger recogiendo sus cosas y salieron juntos del salón.


 


Mientras los demás alumnos iban saliendo y con ello, dejando el aula cada vez más vacía,  Akashi y Midorima se quedaron a ordenar sus cosas. Por la cabeza del de cabellos verdes pasaba una interrogante desde que su mejor amigo habló con Kuroko, así que le preguntó para no quedarse con la duda.


 


-Akashi, ¿Por qué le dijiste a Kuroko que se sentara con Mayuzumi-san?- el pelirrojo sonrió enigmáticamente, ya esperaba que al de lentes no se le escaparía ese detalle.


 


-Porque pienso que ya es tiempo de que Chihiro haga más amigos y creo que Tetsuya es la persona idónea para ello- contestó con una seguridad que siempre lo caracterizaba.


 


-¿Lo dices porque ambos son sombras?


 


-No lo digo por eso Shintarou, con el tiempo te darás cuenta de que a pesar de ser sombras ambos son muy diferentes- Midorima alzó una ceja ante esto pero dejó que Akashi continuara- Lo digo porque Tetsuya posee la suficiente paciencia para aguantar el carácter de Chihiro, no todo el mundo puede llegar a ser cercano a él, tiene un carácter que no deja a los demás acercarse, incluso a mi me costó, pero estoy seguro de que ellos se volverán amigos.


 


-¿Por qué piensas que solo porque se sienten juntos se volverán amigos?, ni siquiera hablaron en toda la clase- el de lentes nunca estaba seguro de lo que le pasaba por la cabeza a su mejor amigo, y esta vez no era diferente.


 


-Porque lo harán, todo es cuestión de tiempo- y con eso el pelirrojo dio por concluido el tema.


 


-Ya veo- respondió el de cabellos verdes, si era así entonces ya se enteraría más adelante.


 


-Hablando ya de otro tema… hay algo que me está molestando un poco- el de Shutoko levantó una ceja al ver como su amigo frunció ligeramente el ceño.


 


-¿De que se trata?


 


-Ese es el problema, ni yo mismo lo sé- claramente Midorima no se esperaba este tipo de respuesta y se preguntó qué podría ser.


 


-Al menos deberías saber la razón de tu molestia.


 


-Si la sé, lo que me refiero es que no estoy seguro del porqué- comentó el pelirrojo mirando el suelo pensativo- Pero no te preocupes Shintarou, cuando lo descubra serás el primero en saberlo, creo que de hecho me ayudarás en mi investigación.


 


El de lentes simplemente asintió, sabía que debía de tratarse de algo importante y la verdad es que tenía algo de curiosidad sobre que podría ser aquello. En eso terminaron de recoger sus cosas y salieron tranquilamente del salón, solo tuvieron que seguir a la multitud la cual la mayoría se dirigía a encantamientos como ellos.


 


Al llegar al aula observaron que los asientos estaban distribuidos en forma de U, y en el centro se encontraba el escritorio del profesor, rápidamente los chicos se sentaron en algunos puestos vacíos que vieron en la primera fila. Fueron pasando tranquilamente los minutos y con ello los estudiantes que faltaban y a las 9:00 en punto la clase dio inicio.


 


Este año era interesante, puesto que los estudiantes iban a ser capaces de aprender a conjurar hechizos de forma no verbal y algunos sencillos conjuros sin la utilización de las varitas. El profesor Flitwick les dio una gran introducción sobre que tenían que volver a sus raíces para después aspirar a algo más grande, muchos no entendieron esa clase de explicación así que el profesor en cuestión tuvo que ser más claro con sus palabras; a lo que se refirió, es que primero hay que empezar por los pequeños hechizos para luego aprender de los otros, así que les indicó a los estudiantes realizar el encantamiento de levitación Wigardiun leviosa que habían aprendido en su primer año de forma no verbal, para después intentarlo sin la varita.


 


A la final solo unos pocos pudieron llevar a hacer el hechizo sin varita, la mayoría no pudo pasar de allí pero el profesor los animó a seguirlo intentando, después de todo lo que más necesitan a la hora de practicar hechizos sin varita es la paciencia. Aun así muchos de los estudiantes seguían molestos consigo mismos por no lograr hacer con éxito el hechizo. Con los alumnos de intercambio, la mayoría podían disfrutar de una hora libre antes de tener defensa contra las artes oscuras, su última clase del día; pero había algunos que se habían inscrito en la clase de herbología que fue la siguiente.


 


En esa lección pudieron aprender muchas propiedades curativas que poseían las plantas mágicas, se ensuciaron, como es obvio en una clase de herbología, pero aún así no les importó mucho, a los japoneses les pareció bastante entretenido.


 


Ya a las 11:00 en punto sonó el timbre, los nuevos junto con todos los demás, empezaron a recoger sus cosas y dirigirse hacia la salida, ya solo les quedaba una clase y después podrían ir a comer puesto ya que tocaba el almuerzo, el tigre de Seirin lo esperaba con ansias.


 


En el aula de defensa poco a poco fueron llegando los alumnos y se fueron sentando, la nueva profesora, quien se encontraba sentada en su escritorio, los miraba de forma analítica pero ofreciendo sonrisas amables a los que iban llegando, y dejando a uno que otro embobado.


 


Ya cuando la clase estuvo completa, la profesora comenzó a hablar.


 


-Buenos días a todos, como sabrán mi nombre es Eileen Pierce y seré su nueva profesora de defensa contra las artes oscuras- habló anotando su nombre en la pizarra de tiza, luego comenzó a pasearse por el aula.


 


-Sé que la mayoría de ustedes deben de pensar que ya no necesitan aprender de esta materia, principalmente por los eventos causados el año pasado aquí en Hogwarts, pero creo que es el mejor momento para reforzar lo aprendido aparte de aprender otras cosas nuevas.- la mayoría de los estudiantes asintieron a sus palabras mostrando su aprobación.


 


-Bien, primero quiero ser consiente en que nivel esta la clase en duelos, sobre todo de los alumnos de intercambio, así que esto es lo que haremos, voy a pasar a dos alumnos al azar para que se batan a duelo, no hay muchas reglas solo que nada de hechizos mortales o imperdonables, ¿Esta bien?- los estudiantes asintieron.


 


-Muy bien, veamos…- la mujer agarró de su escritorio una hoja, la cual era la lista de alumnos que cursaban su materia, y se puso examinarla- Neville Lombotton y Yukio Kasamatsu, pasen al estrado, pónganse en posición de duelo y esperen mi señal.


 


Los aludidos siguieron la indicación al pie de la letra, se colocaron uno al frente del otro esperando la señal mientras se evaluaban con la mirada; los dos llegaron a la conclusión que no podían confiarse y que tenían que ir con todo desde el principio.


 


-Bien a la cuenta de tres- dijo la profesora.


 


-¡Buena suerte senpai!- exclamó alguien al fondo del salón, el azabache sabía bien de quién era esa molesta voz y puso los ojos aunque en el fondo sonreía, se preparó mentalmente, no podía fallar.


 


-Uno… dos… ¡Tres!- y el primer duelo dio comienzo.


 


-¡Expelliarmus! ¡Desmaius! ¡Rictusempra!- Neville no se contuvo contra su oponente pero lo que sorprendió a todos, incluida a la profesora, es que Kasamatsu no se protegió de los ataques como cualquiera lo haría, simplemente los esquivó, haciéndolo parecer tan fácil a los ojos de cualquiera.


 


Los únicos que no estaban sorprendidos son los estudiantes de Japón, estos después de todo conocían la rapidez casi legendaria del azabache, superado solo por la generación de los milagros y Kagami.


 


-Fumos- de la varita de Yukio empezó a salir rápidamente un humo blanco que dificultaba la vista, no solo de los alumnos que se encontraban observando, sino también de la profesora y Neville.


 


Confringo!- de repente ocurrió una explosión muy cerca de los pies del joven Longbottom estaba casi seguro de que ahora habría un agujero.


 


-Ventus.


 


El moreno conjuro ese viento para quitar el humo y que no siguiera obstruyendo en su vista.


 


-Locomotor Mortis- en eso momento Kasamatsu aprovechó para juntar las piernas de su oponente haciendo que irremediablemente se cayera. Ya le iba a desarmar pero no contó con que Neville se negara a rendirse lanzando una gran cantidad de hechizos a diestra y siniestra.


 


Expulso, Expelliarmus, Levicorpus, Desmaius, Rictusempra!


 


-Protego- Kasamatsu chasqueó la lengua, a este paso le sería imposible esquivar tal cantidad de hechizos y tampoco podría lanzar el Expelliarmus para desarmarlo, primero tenía que distraerlo de algún modo.


 


-Ebublio- el capitán de Kaijou dijo el primer hechizo que se le pasó por la mente, así fue como una gran cantidad de burbujas salieron de la punta de su varita hasta llegar a obstaculizar la vista de todos en el aula.


 


-Everte estatum- no se detuvo allí y como pudo lanzó el hechizo al más alto, afortunadamente dio en el blanco.


 


-Expelliarmus- Kasamatsu por fin pudo desarmar a Neville y con eso dar fin al duelo, quedando él como ganador.


 


Todo el mundo se quedó sorprendido, había sido un duelo muy interesante de ver, hasta la profesora mostraba una sonrisa satisfecha y apuntaba algo en su libreta.


 


-Bien, gracias muchachos por tan entretenido duelo, ya pueden sentarse, ah y 10 puntos a Gryffindor- los leones se sintieron felices al ser los primeros en ganar puntos de la profesora Eileen.


 


-Ahora diré quienes serán los siguientes, Ronald Weasley y Kazunari Takao.


 


-Suerte amigo- le susurró por lo abajo Harry a su mejor amigo; Hermione también le deseó suerte, y con son eso se dirigió a la tarima.


 


La verdad es que estaba bastante confiado, después de todo ¡Era un héroe de guerra!, había ayudado a derrotar a-tu-sabes-quien y a muchos otros mortifagos, no podía perder. Además de que su oponente no se veía para nada intimidante, incluso era más bajo que él.


 


-Posiciones y la cuenta de tres- dijo la profesora.


 


-¡Vamos Ron!


 


-¡Tú puedes! ¡Véncelo!


 


-¡Gana esos puntos!


 


Esos eran los ánimos que le brindaban los gryffindors a su compañero de casa, que solo ayudaron a aumentar el ego del Weasley.


 


“Me parece que son demasiados ánimos para unos pocos puntos, no me importa que el rojito gane… oh pero cómo me voy a divertir antes de que lo haga”- pensó el de Shutoku con una sonrisa malévola.


 


-Uno… dos… tres- ordenó la profesora y Takao fue el primero en atacar.


 


-¡Confundus! ¡Multicorfo!- el hechizo le dio de lleno al Weasley quien no se esperó que su contrincante fuera tan rápido en atacar.


 


En un segundo las risas de todos lo estudiantes inundó el aula, hasta la profesora trataba en vano de mantener las composturas y no ponerse a reír a carcajadas con sus alumnos, Ron no terminaba de entender bien qué era lo que pasaba, sobre todo porque la gente lo señalaba y parecía reírse de él. Desde sus asientos Harry y Hermione le hacían señas para que se viera las manos, confundido así lo hizo horrorizándose al instante… ¡Su piel estaba azul!


 


-¿¡Pero qué demonios!?


 


-Oye si te lo piensas hace resaltar más tu cabello, así nunca te perderás, de nada- le comentó el moreno guiñándole un ojo.


 


-Tú… ¡Levicorpus!, ¡Incarcerous! ¡Desmaius!


 


-Woa, solo te hacía un favor y así me lo agradeces- comentó divertido el más bajo mientras esquivaba como si nada los hechizos que un furioso Ronald le lanzaba a diestra y siniestra.


 


-Glacius… Tarantallegra- primero, el suelo donde estaba parado el pelirrojo se congeló, haciendo que le sea difícil estar de pie sin resbalarse y no conforme con eso Takao hizo una de las suyas de nuevo lanzando el hechizo que hacía que las piernas bailaran descontroladamente, las risas no pararon en ningún momento.


 


-E-expe…. Expelli… ¡Expelliarmus!- al menor de los Weasley le costó de sobre manera lanzar ese hechizo, más, otra vez el moreno lo esquivó con una facilidad casi insultante.


 


-Veamos cómo te ves calvo… Finite, ¡Calvario!- con ello las risas aumentaron a un nivel bastante grave, a la profesora no le sorprendería que viniera la misma directora a reclamar por el ruido ocasionado.


 


Ronald temerario, se llevó una mano a la cabeza y efectivamente, estaba completamente calvo, solo pedía que la tierra se lo tragara, estaba seguro que nadie olvidaría esto, y los testigos que vieron su peor humillación no lo olvidarán jamás, es más, se lo contarán a sus hijos, y después a sus nietos y luego a sus bisnietos y después a sus tataranietos y así una cadena sin fin.


 


-Eh creo que fue mala idea, intentemos otra cosa ¡Melofors!, ¡Desagueo!... y ¡Estilius!


 


En ese momento el de pecas pensaba que ya no podía haber más humillación para él, pues se había equivocado, si la había y era justo lo que se había convertido en ese instante, su cabeza había sido reemplazada por una calabaza, y para más cosas le habían crecido de manera exagerada los incisivos y vestía uno de esos trajes formales muggles de los que le a hablado Harry. Ahora parecía un una calabaza, con colmillos grandes que simulaban ser los de un vampiro y todo en traje... ¿Eso lo convertía en un calabaza vampiro que vestía formal?, ¡A quién le importaba!, ¡Iba a matar a ese chico!


 


-Ahora estas perfecto…. ¡Hahahahahahahahahahaha!- el más bajo no pudo aguantar más la risa y cayó al suelo, no dejaba de agarrarse el estómago en un intento por contener sus carcajadas pero era tal que le salían pequeñas lágrimas, nunca había reído tanto en su vida, no cabe duda de que la magia era genial. Los demás alumnos no estaban mejor; así acaba la reputación de Ronald Weasley.


 


-Desmaius- el pelirrojo aprovechando el momento que Takao tenía la guardia baja le lanzó el hechizo de desmayo.


 


-Bien, 10 puntos para Gryffindor- dijo la profesora, pero Ron no se sintió satisfecho de haber vencido al hufflepuff, a pesar de haber ganado se sentía como si hubiera perdido algo más importantes que puntos a su casa, su dignidad.


 


-Enervante- murmuró la mujer para que al instante el moreno se despertó.


 


-¿Qué… pasó?- giró la cabeza hacia Weasley-... ¡Hahahahahahahahahahahaha! ¡Ya lo recordé!


 


La profesora dio un suspiro, al principio si, le había divertido, pero no esperaba que el hufflepuff se la pasara prácticamente todo el duelo jugando con su oponente.


 


-Finite Incantatem- con ese simple hechizo Ron volvió completamente a la normalidad, para su gran alivio.


 


-Puede sentarse señor Weasley- después se dirigió al de Shutoku- Señor Takao, espero que en el futuro se tome más enserio sus duelos, no quiero imaginar que haría en una situación en donde su vida esté en peligro- comentó la de cabellos negros sacudiendo la cabeza, el mencionado solo amplió su sonrisa y se dirigió de nuevo a su asiento.


 


-¿Ron… estás bien?- cuestionó el de lentes con cuidado, el pelirrojo simplemente tomó asiento en completo silencio y sin dirigirle ni siquiera la mirada.


 


-Oye Ronald no seas así, es de mala educación no contestar cuando se te habla, además Harry sólo está preocupado- dijo la chica del grupo como una madre regañando a su hijo.


 


-Déjame Hermione, hoy he perdido mi dignidad- contestó con aire ausente.


 


-Deja de exagerar- la castaña al sentirse otra vez ignorada le golpeó la cabeza con un gran libro. El pelirrojo reaccionó al instante.


 


-¡Tú no lo entiendes! ¡Hoy he hecho el ridículo más grande de todo mi vida por culpa de ese chico!- exclamó en voz baja para que los demás no sean testigos de su conversación- Pero juro que lo pagará.


 


-Eh, sí vale, ¿Por qué no vemos el siguiente duelo?, ya la profesora está a punto de escoger a las personas- comentó Potter para tranquilizar los ánimos de su mejor amigo.


 


-Junpei Hyuuga y Teppei Kiyoshi, al estrado- enseguida los chicos en cuestión salieron  colocándose en sus posiciones. El trío dorado reconocieron al de lentes y pues, obviamente su apoyo iba hacia él.


 


Mientras tanto en la tarima Teppei aprovechó que todavía no había comenzado el duelo para acercarse un momento a su amigo.


 


-No te preocupes Hyuuga, te dejaré ganar al final para que impresiones a Riko- habló el más alto en broma, el moreno solo gruñó en respuesta.


 


-Uno- rápidamente el castaño regresó a su posición con una sonrisa boba, mientras el de gryffindor parecía estar a punto de escupir fuego, de esa no se salvaba.


 


-Dos… tres- el duelo dio comienzo.


 


-¡Expulso!- el hechizo acabó rozando al más alto, sin embargo logró esquivarlo justo a tiempo.


 


-¡Petrificus totalus!


 


-Protego- a Kiyoshi le pareció un poco extraño que el moreno se protegiera de su contraataque si pudo haberlo esquivado, no le dio más importancia y siguió atacando.


 


-Everte Statum


 


En eso Hyuuga lo esquivó e hizo algo inesperado para todo el mundo.


 


-Vermillious- el capitán de Seirin utilizó su ‘Barrier junpei’ para este hechizo en especial; saliendo así chispas rojas de su varita, y con su buena puntería casi le da a Kiyoshi, pero su objetivo no era ese sino que el castaño estuviera concentrado en esquivar su ataque para darle una abertura y pudiera ganarle.


 


-Levicorpus- el impacto le dio de lleno en el pecho al más alto haciendo que irremediablemente levitara y quedará de cabeza en el aire.


 


“Ya veo, así que este era tu plan Hyuuga”- pensó mientras una sonrisa se posara en rostro, en verdad el lentes había conseguido impresionar a la castaña.


 


-Expelliarmus- y así fue como el gryffindor finalizó este duelo.


 


-Liberacorpus- Teppei bajo del al suelo con cuidado gracias al contrahechizo de la profesora- Muy bien hecho señor Hyuuga, diez puntos más a gryffindor, pueden sentarse.


 


-Ese fue un gran duelo- comentó el salvador del mundo mágico a sus amigos en voz baja.


 


-Si, aunque lo que más me intriga fue lo que hizo Hyuuga antes de usar el vermillious- dijo la castaña pensativa.


 


-Bueno lo que importa es que lo venció y que ganamos los puntos- habló Ron ya más recuperado de su reciente humillación.


 


-Supongo- terminó Harry la conversación ya que la profesora se disponía a llamar a los siguientes oponentes.


 


-Ahora vengan Hermione Granger y Satsuki Momoi- la castaña se puso tensa en su asiento, no esperaba ser llamada, al menos no tan rápido.


 


-Lo harás bien Hermione- aseguró el moreno con una sonrisa a su amiga.


 


-Suerte- dijo el pelirrojo y ella enseguida recuperó la confianza.


 


Algo similar pasaba en el banco de la de cabellos rosados.


 


-Buena suerte Momoi- dijo Riko que estaba sentada con Luna en un banco al lado del de la aludida.


 


-Da tu mejor esfuerzo, Hermione es muy buena duelista- aconsejó la rubia a lo que la manager asintió con una encantadora sonrisa.


 


-Gracias, eso haré- Momoi se giró a su derecha donde estaba sentado el as de Touhou con expresión de aburrimiento total- Moo~ ¿Tú no me dirás nada Dai-chan?


 


-¿Ha?, ¿Para qué?- la chica solo frunció aún más el ceño y ya cuando se iba a la tarima Aomine volvió a hablar- No necesitas que te desee suerte, igual vas a ganar.


 


La chica sonrió con confianza antes de responder.


 


-Lo sé, pero es lindo escucharlo.


 


El chico soltó un suspiro -Ya que, buena suerte Satsuki- la aludida solo sonrió astutamente batiendo su largo cabello.


 


-No necesito que me desees suerte Dai-chan, voy a ganar- aseguró acentuando aún más su sonrisa mientras se dirigió a su posición.


 


-Ha... ¿Quien te entiende?- pero la chica ya no lo escuchó.


 


-Pónganse en posiciones- las muchachas estaban una frente a la otra, tratando de analizarse mutuamente.


 


A Granger definitivamente no le gustó la actitud de confianza acompañado de la sonrisa de autosuficiencia de la ravenclaw; la hizo enfurecer, pero también pensar que con esa chica tenía que andar con cuidado si quería ganar esos puntos para casa.


 


Por otro lado Momoi también evaluaba a la gryffindor, pero de una manera mucho más analítica, no por nada era la analista de su equipo; la de cabellos rosados determinó por la figura esbelta de la castaña que podría esquivar sus ataques en un radio no menor de un metro, aunque también podía considerar atacar en su punto ciego y así podría acabar con ese duelo de una vez, aunque… estaba el detalle que no conocía qué alcance tienen sus habilidades y sin eso no podría idear una estrategia.


 


Suspiró, no había otro modo, si quería ganar tenía que ver cuales eran las habilidades de la castaña y analizar detalladamente cada uno de sus movimientos.


 


-Preparadas… listas… comiencen.


 


-¡Petrificus totalus!- comenzó con el ataque la castaña, sabía perfectamente que muchas veces el que tenía la ventaja era el que atacaba primero y no quería perder este duelo en especial, la chica frente a ella mostraba una sonrisa de suficiencia como si pudiera ganarle fácilmente; que sorpresa se llevaría Hermione al descubrir que Momoi no era el tipo de chica superficial que ella imaginaba.


 


-Protego.


 


-Desmaius.


 


-Protego.


 


-Expelliarmus.


 


-Protego.


 


La castaña ya se estaba hartando de la situación, la ravenclaw lo único que hacía era protegerse de sus ataques, ¿Y es así como piensa ganarle?


 


“No tal vez está ideando una estrategia para vencerme, no debo confiarme”


 


Y dicho y hecho fue en ese momento que Momoi empezó con el contraataque.


 


-Incarcerous… Jaulio… Levicorpus.


 


-Protego totalum- sabía que no podía confiarse, esa chica era mucho más astuta de lo que pensaba, había esperado el momento ella dudara por un momento para tomarla desprevenida y atacar con numerosos hechizos.


 


Lo que no se imaginaba la heroína del mundo mágico es que la estrategia de Satsuki era mucho más complicada que esa, si la podía derrotar así tampoco había mucho problema, pero lo que realmente quería era sacarla de su radio de ataque para hacerla retroceder hasta la esquina de la pared y desarmarla allí.


 


-¡Petrificus totalus!


 


“Mmm parece que ese es uno de sus hechizos más potentes, ¿Pero cuál es la manía de petrificar a la gente?”- se preguntó la de cabellos rosados con una gota en la cien.


 


-Locomotor mortis.


 


-Protego horribilis.


 


-¡Bombarda!


 


-Protego totalum


 


-¡Expulso! Flipedio… Incendio!


 


-Protego Totalum- dijo una vez más la castaña.


 


“Ya me estoy cansando de esto, pero al menos ya la tengo donde la quería”


 


-Partis temporis- conjuró la ravenclaw viendo como un medio círculo rodeaba a la gryffindor y como estaba de espaldas con la esquina de la pared no tenía ninguna salida posible y si no apagaba el fuego alrededor de ella entonces este seguiría creciendo.


 


-Aquaeructo- un potente chorro de agua salió de la varita de Granger apagando el fuego. Estaba confiada, la revanclaw aunque lo intentara no podría destruir su barrera, no por nada era uno de sus hechizos mas poderosos.


 


-Rectusco... Expelliarmus- la varita de la castaña salió disparada de su mano, enseguida giró hacia la ravenclaw viendo como tenía una sonrisa victoriosa en el rostro, ella había ganado.


 


“Claro, así que esa siempre fue su estrategia, hacerme retroceder e irme guiando sin que yo me diera cuenta hasta esta esquina y así obligándome a apagar el fuego y aprovechar para desarmarme. Pero para haber hecho el hechizo Rectusco y romper una barrera tan complicada como la mía tiene que estar a un nivel muy avanzado…”- pensó la castaña, en parte regañándose por no haberse dado cuenta antes y preguntándose en que nivel realmente están los estudiantes de Japón.


 


-Aquaeructo- terminó la profesora el hechizo y así apagó por completo los efectos del partis temporis- Muy buen uso de hechizos señoritas Momoi, Granger. 10 puntos a Ravenclaw, pueden sentarse.


 


Ambas chicas hicieron lo pedido, pero con la diferencia de que Momoi lo hizo con una sonrisa de satisfacción en el rostro y Granger apretando los puños y una mirada de frustración.


 


-No te preocupes Hermione- dijo el de lentes tratando de animarla.


 


-No importa que hayas perdido un duelo, hay peores cosas que eso- habló el pelirrojo, claramente refiriéndose una vez más al duelo que tuvo lugar con el hufflepuff.


 


-Si lo sé… pero igual me molesta.


 


-Mira vamos a seguir viendo los duelos, estoy seguro de que te olvidarás después- dijo Harry a lo que la castaña aceptó resignada.


 


-Continuemos, vengan a la tarima Chihiro Mayuzumi y Tetsuya Kuroko.


 


El fantasma parecía ligeramente sorprendido de que lo llamaran puesto que siempre se olvidaban de él.


 


-Oye Kuroko, da lo mejor de ti- dijo su compañero de banco que no era otro que Kagami.


 


-Lo haré, gracias Kagami-kun- y con eso se dirigió al frente donde ya lo esperaban la profesora y Mayuzumi.


 


Ambos chicos se colocaron en sus posiciones, uno al frente del otro y esperaron a la señal de su profesora.


 


Mientras tanto Kuroko se detuvo a observar a su oponente un momento, lo que pudo concluir es que no podía ver a través de la expresión de completa indiferencia del más alto, y aunque él mismo no fuese la persona más expresiva de todas, Akashi siempre le decía que todas sus emociones eran visibles a través de sus ojos. En la clase de historia no pudo llegar a verlos por mucho tiempo para notarlo, pero ahora podía decir con toda seguridad que los ojos de Mayuzumi no expresaban nada, eran dos cuencas grises, vacías, o al menos él no era capaz de verlo; las únicas emociones que recuerda haber visto del mayor eran de molestia, irritación, fastidio, e incluso enojo, pero nunca nada más de allí y Kuroko admitía que le intrigaba un poco.


 


Por otro lado, Chihiro solo pensaba en esos momentos  que quería que terminara la clase de una vez; no lo malentiendan, la clase de defensa, aunque era igual de inútil que las otras clases ya que cuando volviera a su dimensión no le serviría para nada, era bastante interesante, todo esto de aprender hechizos que tenían cientos de efectos diferentes al oponente era algo que hasta él le emocionaba, aunque fuera un poco.


 


Lo que no le gustaba era el giro que había tomado la clase, ok, no tenía problema alguno en observar a los respectivos alumnos hacer el ridículo y lanzándose hechizos que parecían más bien una animación barata de los sables de luz de la guerra de las galaxias, ¿Pero por qué tenía que hacerlo él también?


 


Estaba más conforme con ser parte permanente de los espectadores, pero no, como el destino lo odia, a saber porqué, lo eligió a él de entre todas las personas del aula, a él al cual siempre los profesores lo olvidan hasta pasar la lista por su escasa presencia, esto tenía que ser obra del destino cruel. Solo esperaba que terminara rápido.


 


-Preparados… list…


 


-¡Tú puedes ganarle Tetsu!


 


-¡Buena suerte Kurokocchi!


 


Esos eran los ex-compañeros y amigos más cercanos de la sombra de Seirin, que lo animaban y apoyaban, los demás que también estaban con Kuroko simplemente se quedaron callados ya que ellos sí tenían sentido de la conservación y no interrumpieron a la profesora quién no se veía muy contenta, claro… que eso no contaba a Kotarou, el cual al ver el apoyo que tenía a su favor el gryffindor decidió también mostrar su apoyo a su compañero de Rakuzan, muy a su manera, claro está.


 


-¡Vamos Mayuzumi-san! ¡No dejes que te derrote como la última vez! ¡Demuéstrale quién es el mayor!- exclamó totalmente entusiasmado el rubio mientras todo el alumnado lo observaban raro.


 


“¿Quién le dijo a ese idiota que necesito una barra?, ¿Además por qué tenía que mencionar eso?”- pensó irritado el de cabellos grises.


 


Además de todo a él no le importaba ganar en lo absoluto,  solo quería terminar de una vez para volver a la comodidad de su soledad. Y solo al idiota de Hayama se le ocurría gritar a los cuatros vientos que era mayor que al chico al frente de él, se supone que están en el mismo año y porque deberían de tener la misma edad, gracias a ese pequeño descuido toda su tapadera de que venían de una escuela mágica de Japón se podía venir abajo, podía parecer un detalle sin importancia pero él sabía que era mejor prevenir que lamentar, solo esperaba que Akashi lo controlara mejor.


 


-Como sea, comiencen- dijo la profesora en un suspiro.


 


Así fue como dio inicio el duelo entre las dos sombras.


 


-Expelliarmus- gracias a sus reflejos y a que había entrenado con Kagami y Aomine pudo esquivar el ataque de Mayuzumi.


 


El más bajo observó una hilera de hojas en la pared junto a su oponente que de repente le dio una idea.


 


-Hervivicus- la planta comenzó a crecer a un nivel acelerado y antes de que siquiera se pudiera dar cuenta de lo que estaba pasando, esta atrapó a Chihiro de la muñeca con la cual sujetaba la varita.


 


-Fumus- el humo que salió de la varita del ravenclaw fue suficiente para impedirle ver más allá de sus pies. De repente un rayo rojo pasó rozando los cabellos y así dos más.


 


Es verdad que al principio no le importaba ganar o perder, pero también tenía su orgullo y este no dejaba que aceptara la derrota, al menos no tan patéticamente, así que agarró la varita con su mano libre; ventajas de ser ambidiestro.


 


Cuando Kuroko se disponía a lanzar otro desmaius el humo se dispersó mostrando a un Mayuzumi libre de su agarre y en posición de ataque, al menor hasta le pareció ver un brillo de determinación en sus ojos grises.


 


-Flipedio- el hechizo llegó antes de Kuroko pudiera esquivarlo o protegerse, empujándolo varios metros y casi cayendo de la tarima, era el momento, el mayor creyó que el gryffindor había perdido su varita pero todavía la tenía fuertemente agarrada.


 


-Expelliarmus


 


-Desmaius


 


Ambos hechizos chocaron produciendo una extraña luz que se conectaba y un momento después los hechizos se anularon. Todos en el aula estaban sorprendidos preguntándose lo que había pasado, Harry Potter lo supo en cuanto lo vio, después de todo eso pasaba cuando se enfrentaba a Voldemort.


 


-Ya veo, así que tienen varitas gemelas- todo el alumnado se volvió hacia la profesora con atención- Este fenómeno es conocido como el  Priori Incantatem, que es cuando varitas gemelas chocan entre sí, y es la conexión que pudieron observar hace un momento; la cosa de los varitas gemelas es que no se pueden hacer daño entre sí ya que se podría decir que son como hermanas.


 


-¿Profesora, que hace una varita gemela de otra?- cuestionó una hufflepuff al fondo.


 


-Pues que es idéntica a otra varita en un largo, en la madera utilizada y sobre todo comparten el mismo núcleo-termino de explicar la profesora, hasta las sombras prestaron atención a sus palabras.


 


-Bueno parece que no podrá tener duelos entre ustedes, pueden sentarse, ah y 5 puntos a Gryffindor y Ravenclaw  por tal espectáculo- ambos chicos regresaron a sus respectivos asientos.


 


“Tanto para esto, ni siquiera debí de haberme esforzado”- pensó aún más irritado Mayuzumi antes de tomar asiento en el banco donde compartía con un Slytherin.


 


-Bien, ahora quiero que vengan Michael Conner y Kouki Furihata- dijo la profesora mirando la lista.


 


Inmediatamente después de haber escuchado su nombre el castaño se puso muy nervioso, tanto que no paraba de temblar.


 


-Tranquilo Furi, lo harás bien- le intentó tranquilizar Izuki poniendo una mano en su hombro en señal de apoyo.


 


-Da tu mejor esfuerzo- le animó Hyuuga desde el banco de al lado.


 


-Diviértete- dijo Kiyoshi con una de sus típicas sonrisas.


 


-Senpais… lo haré- habló el castaño decidido a no fallarles.


 


Pero cuando ya se dirigía a la tarima sus miedos de hacer el ridículo volvieron, y con mayor intensidad.


 


Conner era un chico bastante callado que no parecía que se perturbaba con cualquier cosa, sin embargo Furihata era todo lo contrario, temblaba de pies a cabeza hasta al punto de dar lástima.


 


-Muy bien, a la cuenta de tres…


 


-¡Tu puedes Chihuahua-chan!- exclamó el rubio de Rakuzan una vez más para mostrar su apoyo.


 


Si antes se sentía observado ahora no era mucho mejor, todo a que gracias el mayor lo había animado, lo agradece en parte pero ¿Por qué tenía usar ese apodo para referirse a él?,  tenía un nombre por algo, y no creía que se pareciera tanto un chihuahua.


 


Intentó dejar de temblar, pero fue un caso perdido, le dio un escalofrío en la columna vertebral, como si alguien con una intensa mirada lo estuviera observando, levantó la vista en su dirección y sus ojos se encontraron con el banco donde estaba Hayama y Himuro, pero también había alguien más; al instante se volvió sonrojándose en el proceso, la persona que lo observaba fijamente no era nadie más que Akashi Seijuurou.


 


“No me puedo concentrar así, ¿Por qué me observa tan fijamente? ¿Será por lo que gritó Hayama?, ahhh por favor deja de mirarme, de seguro debe pensar que soy patético”.


 


-Comiencen.


 


-Expelliarmus


 


-P-pro- protego.


 


El hechizo del ravenclaw fue mucho más rápido, no solo logró desarmar al castaño, sino también lo empujó unos metros, y así es como Furihata no duró más de cinco segundos.


 


-Eso fue rápido, 10 puntos a Ravenclaw.


 


Furihata bajó la cabeza avergonzado, estaba más que seguro de que no había durado ni un minuto, y lo peor es que no solo sus compañeros de clase y sus amigos observaron su completo fracaso, sino también el capitán de Rakuzan; en estos momentos quería que la tierra se lo tragase.


 


-¿Estás bien?- le preguntó una voz extendiendo una mano para ayudarlo a levantarse, era el chico de ravenclaw que le ganó.


 


-Si, gracias- aceptó la mano ofrecida.


 


-No te preocupes, es normal ponerse nervioso- dijo el chico dándole una sonrisa comprensiva.


 


-Es verdad, sin embargo me gustaría señor Furihata que practicara más sus duelos. Ahora regresen a sus asientos.


 


Ambos chicos acataron sus órdenes, el castaño iba con la cabeza gacha y enseguida sus amigos trataron de animarlo y reconfortarlo. Mientras tanto la mujer miró un momento la lista para luego hablar.


 


-Ahora quiero que los alumnos Theodore Nott y Shintarou Midorima pasen a la tarima.


 


El chico al lado de Mayuzumi se levantó sigilosamente, no sin antes poner una mueca de fastidio y chasquear la lengua, de esto solo se dio cuenta el ravenclaw y le pareció curioso que otra persona además de él le molestara el hecho de ser llamado para un duelo. El moreno se dirigió a la tarima, el de Rakuzan no lo hubiese tomado en cuenta sino fuera porque todo el mundo parecía odiarlo de alguna manera, o por lo menos no caerle bien, eso era extraño, decidió prestar mayor atención a este duelo.


 


-Muy bien, preparados… listos… comi…


 


-¡Gana por mí Shin-chan!- gritó desde el fondo el de Shutoku con una gran sonrisa.


 


Nott observó con curiosidad como el de cabellos verdes se ajustaba los lentes en un intento por ocultar su gran sonrojo que delataba la vergüenza que sentía en esos momentos, al de slytherin le pareció hasta cierto punto gracioso todo el asunto, sin embargo mantuvo su expresión seria.


 


-Comiencen- dijo la profesora con un suspiro quedo. Presentía que esto se repetiría a lo largo del año escolar.


 


-Everte Statum.


 


Protego!- así el primer hechizo de Midorima falló.


 


-Flipedio- el azabache logró una vez más protegerse- Incarcerous.


 


Nott pudo evitar el hechizo pero esta vez esquivándolo. Así le siguieron los próximos cuatro minutos, Shintarou se dio cuenta que no le sería fácil ganar este duelo, su oponente no era como los demás que había observado a lo largo de la clase, él podía esquivar sus ataque muy bien, y devolverlos también con la misma rapidez que él, tenía que distraerlo de alguna manera.


 


Aquaeructo!- un potente chorro de agua salió de la varita del ravenclaw que rápidamente se dirigió hacia Theodore, cabe mencionar que a partir de este punto los alumnos prestaron mucha atención, no querían perderse la oportunidad de burlarse de un slytherin; lástima, el azabache no les iba a dar por nada del mundo esa oportunidad.


 


Incendio!- enseguida el fuego hizo contacto con el agua y esta se fue evaporando, ocasionando una cortina de humo que dificulta a la vista de cualquiera. Uno que favorecía a Midorima en su plan.


 


-Glacius- los pies de Theodore  quedaron congelados hasta un poco más arriba de las rodillas, lo mismo ocurrió con sus manos, frunció el ceño, si no se equivocaba ahora el ravenclaw lo atacaría desde algún ángulo ya que todavía había humo, vio la sombra de una persona a su lado izquierdo acercándose de a poco.


 


Fue una excelente estrategia, y aunque pueda tratar de esquivarlo y derretir el hielo que lo aprisionaba, Theodore no se podía permitirse el ganar este encuentro.


 


-Expelliarmus- rápidamente la varita del slytherin salió volando a alguna parte del aula.


 


Pronto el humo se fue dispersando hasta desaparecer, mostrando a Midorima como ganador en este duelo, todo el aula celebró y vitorearon muy exageradamente para su gusto.


 


-Finite- así el hielo de las piernas y brazos del azabache desapareció.- Fue un buen duelo, me gusto mucho, 10 puntos a Ravenclaw.


 


El de lentes aprovechó ese momento para darle su varita al slytherin, este lo miró por un momento, como evaluándolo, hasta que finalmente asintió tomando su varita y bajando de la tarima para dirigirse a su asiento. Midorima tenía algunas dudas con respecto a ese chico, por un momento pensó que el slytherin no había usado toda su fuerza en el duelo.... es como si… por un momento le dio la impresión de que lo había dejado ganar… pero si es cierto ¿Con qué fin?, decidió no darle vueltas al asunto, además solo le dio la impresión, no quiere decir en ningún momento de que sea verdad.


 


Ya cuando el salón se quedó en silencio la profesora prosiguió.


 


-Bien, ahora quiero aquí a los alumnos Daiki Aomine y Taiga Kagami- el pelirrojo se tensó al instante de oír su nombre, es verdad que estos meses de vacaciones se la había pasado practicando los duelos con sus amigos, su hermano y hasta con el propio Ahomine, pero todavía no estaba seguro si podía hacerlo en público.


 


No te preocupes Kagami-kun, lo harás bien- aseguró su sombra con una discreta sonrisa.


 


-Te apoyamos- también le hablo su capitán cosa que funcionaba para relajarse.


 


Los demás de su equipo asintieron, para demostrar que estaban también con él.


 


-Gracias, ahora regreso- dijo poniendo una sonrisa desafiante- Tengo que ganarle a un Aho.


 


Y así fue como se dirigió hasta la tarima, mientras tanto en otra mesa ocurría otra cosa.


 


-Dai-chan- susurró la manager de Touhou picando una de sus mejillas al otro nombrado.


 


-Mmm- reprimió un bostezo- ¿Ya terminó la clase?- cuestionó somnoliento.


 


-No.


 


-¿Entonces por qué mierda me despiertas?-  reclamó el de cabellos azules frunciendo el ceño.


 


-Te acaba de llamar la profesora para que pases a la tarima- dijo inflando las mejillas graciosamente- Deberías de agradecerme.


 


-¿Y tengo que ir, en serio?- una sola mirada amenazante de la chica bastó para hacerlo cambiar de opinión.


 


El chico soltó un largo suspiro antes de pararse y dirigirse al centro.


 


-¡Buena suerte Dai-chan!- exclamó Momoi entusiasmada.


 


“¿Cómo rayos las mujeres cambian tan rápido de humor?”- pensó vagamente.


 


A decir verdad no estaba muy entusiasmado en esto de los duelos, tampoco en las demás clases, ni tener que levantarse mucho más temprano de lo usual, y nada de la magia y todo lo que tuviera que ver con ella en general. Pero todo eso cambió cuando se fue acercando y vio quien era su adversario. Pronto una sonrisa algo sádica se posicionó en su rostro.


 


-Así que tú serás mi oponente Bakagami- el aludido levantó una ceja.


 


-¿Acaso no escuchaste a la profesora?


 


-Pues no- admitió con descaro el moreno sin importarle que la profesora pueda escucharlo, pero así es él.


 


Cabe decir que toda la sala les prestaba atención ya que era un típico encuentro entre un Gryffindor y un Slytherin, los enemigos acérrimos de todo Hogwarts desde siglos, incluso en la época de los fundadores. Y con los acontecimientos de hace un año sobra decir a quién la mayoría del alumnado apoyaban a Kagami; mientras los slytherins solo observaban como se desarrollaría este duelo con curiosidad.


 


-Bien, preparados… listos… comiencen.


 


Sin embargo ninguno comenzó a hacer el primer movimiento, solo se miraron retadoramente.


 


-Eh, ya pueden comenzar- comentó la profesora algo extrañada por si no la habían escuchado, el salón estaba expectante. Así pasaron los segundos, sin que ninguno hiciera ademán de realizar su primer movimiento.


 


-¿Hasta cuando se van a quedar parados mirándose las caras?- cuestionó el Weasley resoplando en fastidio.


 


Harry simplemente se encogió de hombros. No sabia que decir.


 


-Parece como si se estuvieran retando con la mirada- dijo la castaña observando con atención a ambos chicos.


 


-No me importa que se están retando o declarando la guerra,  solo quiero que comiencen de una vez- dijo el pelirrojo exasperado.


 


Mientras los aludidos estaban completamente absortos viéndose, como si estuvieran en su propio mundo.


 


-¿Qué pasa  Bakagami, acaso no aprovecharás la ventaja para atacar primero?- preguntó el más alto con una sonrisa arrogante, ya el sueño se le había ido hace un rato.


 


-¿Y por qué suenas tan confiando en que ganarás Ahomine?- le cuestionó el pelirrojo en el mismo tono arrogante.


 


-Porque es obvio, el único que puede vencerme soy yo- Kagami solo pudo poner los ojos en blanco ante la estúpida frase de su rival, ¿Que no sabía decir otra cosa?


 


Por otro lado, la profesora ya se estaba desesperando, ¡Ya habían pasado más de cinco minutos en esta tontería!


 


-Señor Kagami, Aomine, será mejor que empiecen de una buena vez el duelo, y si no quieren hacerlo entonces escojo a dos personas más pero por favor no me hagan perder más tiempo- declaró la mujer, obviamente estaba molesta y eso lo notaba hasta un ciego.


 


-Ya íbamos en eso- respondió el moreno con una mueca de fastidio, claro, él era el único que le respondía a los profesores.


 


Ambos se colocaron en posición en duelo y el primer hechizo lo lanzó el pelirrojo.


 


Expulso!- el slytherin esquivó con una facilidad casi insultante el hechizo.


 


-¡Necesitarás más que eso para vencerme!- claro que no perdió la oportunidad de burlarse del tigre-¡Levicorpus!


 


Sin embargo Kagami también esquivó fácilmente el ataque del moreno con una sonrisa triunfal.


 


-¿Qué te parece eso Ahomine?,  yo también puedo esquivar tus ataques.


 


-Bombarda- el pelirrojo saltó hacia atrás para poder esquivar el hechizo, todos en la sala se quedaron impresionados con el salto tan alto que pudo dar el gryffindor, hasta la profesora se vio anonadada.


 


-Recuerda bien que una de mis especialidades es la velocidad.


 


-Ya veremos, tú también recuerda mis habilidades- y allí el verdadero duelo comenzó.


 


-Incendio.


 


-Protego- en ese momento el hechizo protector hizo una cúpula para protegerlo de las llamas de Aomine, pero también iban rodeándolo y con ello cortándole sus posibilidades de escape.


 


-Maldición- murmuró el pelirrojo. ¿Y ahora cómo escapaba de esa?, porque si quería salir de allí primero tenía que deshacer el hechizo de protección para rápidamente apagar las llamas, pero si hacía eso el moreno lo desarmaría al instante y allí acababa todo. Tenía que pensar en algo, y rápido. La idea le llegó como un rayo, y no dudo en ejecutarla.


 


-Avis- de repente unos seis canarios aparecieron a su alrededor, era su oportunidad. Rápidamente quitó el hechizo de protección y aprovechó la abertura que había en el fuego para lanzar otro hechizo.


 


“¿Qué es lo que piensa hacer?, tiene que apagar el fuego si no quiere que lo consuman las llamas”- pensó el moreno extrañado.


 


Oppugno!- los canarios se dirigieron hasta Aomine dispuestos a atacarlo, así sea a picotazos. Eso mientras Kagami apagaba el fuego antes de que lo alcanzaran.


 


-¡Malditos pajarracos!, ¡Déjenme en paz!- los comentarios de burla de los miembros de otras casas no se hizo esperar, pero ellos estaban en su propio mundo.- Finite Incantatem.


 


Ya cuando el moreno se había deshecho de los ‘molestos pajarracos’, Kagami había apagado todas las llamas.


 


-Nada mal Bakagami- comentó el de cabellos azules.


 


-Digo lo mismo Ahomine.


 


-Si te pudiera ganar fácilmente no sería divertido- sonrió retadoramente mientras el pelirrojo sonreía igual.


 


Así fueron pasando los minutos restantes entre los hechizos que se lanzaban hasta los que recibían y los que esquivaban o se protegían.


 


Y cabe decir que la imagen que tenían no era la mejor, Aomine con rasguños y cortes, aparte de media túnica destrozada y Kagami tampoco estaba mejor, empapado de pies a cabeza pero también la túnica más destrozada que la del moreno y con algunas pequeñas quemaduras en su cuerpo. Ambos, exhaustos, jadeando y con gotas de sudor cayendo por sus frentes, pero con una sonrisa de arrogancia en sus rostros. Lo estaban disfrutando.


 


En cuanto a la profesora, no tenía idea de que hacer; estos chicos no dejaban de ponerla nerviosa, tuvo que intervenir dos veces en lo que va del duelo, que eran aproximadamente casi quince minutos, para evitar que se mataran, ¿Tan mal se llevaban? ¿O era simplemente que no podían controlar la emoción de luchar entre ellos?, sea como fuera tenía que detenerlos para seguir con los otros duelos aunque.... este le parecía muy interesante y todos los alumnos prestaban mucha atención. Solo los dejaría diez minutos más, si en ese tiempo ninguno ganaba ella pondría fin al duelo.


 


Entre los alumnos las opiniones estaban muy divididas, y aunque la mayoría apoyaba 100% al gryffindor tenían que reconocer que las habilidades del slytherin eran bastante impresionantes, el trío no era la excepción a estas discusiones.


 


-Harry, ¿Quién crees que ganará?- cuestionó Ron en un murmullo.


 


-Pues… no lo sé,  parecen muy parejos.


 


-Su estilo de duelo es diferente al que usamos, se enfocan más en mover sus cuerpos como si hubieran desarrollado un gran sentido del reflejo con alguna clase de entrenamiento- comentó la castaña recibiendo miradas extrañadas de sus dos mejores amigos.


 


-Tal vez es la forma de hacer las cosas en su escuela mágica- sugirió el de lentes encogiéndose de hombros.


 


-¿Importa la forma como pelean ahora?- cuestionó el pelirrojo alzando una ceja.


 


-Claro que importa Ronald, lo más probable es que Harry le toque batirse en duelo con uno de los nuevos- el moreno pensó en ello, es verdad, había una posibilidad de que aquello ocurriera, lo mejor sería prestar la máxima atención a los duelos.


 


Mientras tanto en la tarima, en unos de esos intercambios de hechizos ocurrió algo inesperado. Kagami convoca unas cuerdas, también haciendo uso del hechizo Confundus, Aomine no lo vio, haciendo que se cayera, si, caerse de la manera más tonta.


 


-Expelliarmus- así fue como el pelirrojo aprovechando su confusión le quitó la varita, tirándola a unos metros del moreno.


 


-¡Ja!, gané Ahomine, ¿Qué tienes que decir al respecto?- se burló el tigre bajo la mirada de estupefacción del más alto, gracias a los efectos del confundus le costó varios segundos volver a la normalidad y darse cuenta de lo que había pasado. Había perdido… no… todavía no.


 


-Diré que no te confíes tanto-  más rápido que inmediatamente recogió su varita, haciendo gala de su extrema velocidad- Yo todavía no he perdido- y dicho esto le lanzó un petrificus totalus antes de que siquiera Kagami pudiera esquivarlo o protegerse.


 


-¿Qué te parece ahora Bakagami?- el moreno se terminó riendo sabiendo bien que el más bajo no podía responderle.


 


Los alumnos no tardaron en llamar de todo a Aomine, como ¡Tramposo! ¡Maldita serpiente! ¡Que lo expulsen!, pero como hacia con todo lo que no le importaba, el moreno los ignoró completamente, es más, se comenzó a hurgar la oreja haciendo como que no los escuchaba.


 


La profesora soltó un largo suspiro, la clase se había convertido en un arsenal de insultos contra el slytherin por la presunta ‘trampa’ que había hecho el moreno, ya era hora de aclarar algunas cosas.


 


-¡Silencio!- como si estuvieran en automático los alumnos callaron al instante, la mujer aprovechó para liberar al pelirrojo de los efectos del hechizo y ya cuando estuvo atento decidió continuar- Quiero aclarar algo, es verdad que el ganador de este duelo vendría siendo el señor Kagami ya que fue quien desarmó a su oponente primero…


 


En este punto los gryffindors ya cantaban victoria y estaban por demás seguros que el slytherin recibiría algún castigo de la profesora, que ingenuos podrían ser a veces.


 


-Sin embargo, si llevamos este duelo a la vida real entonces el señor Aomine también sería ganador, ya que supo cómo engañar a su oponente y recuperar su varita- el 90% de la clase no pensaba como la profesora, ella los ignoró olímpicamente y siguió hablando- Pienso que el duelo estuvo muy  interesante de ver e instruido, así que 15 puntos para Gryffindor y Slytherin.


 


Evidentemente la clase, ni el trió dorado, no estaban de acuerdo con lo dicho por la profesora, pero poco podían hacer, solo mirar con odio al as de Touhou como si les fuera la vida en ello. Hasta el propio Kagami miraba con el ceño fruncido a Daiki, este le devolvió la mirada, eso hasta que el más bajo se decidió hablar.


 


-¡Quiero la revancha!- habló señalando con un dedo acusador, el moreno sonrió de medio lado.


 


-Bien, di dónde y cuándo.


 


Los alumnos se quedaron sorprendidos ante estas palabras, normalmente estaban acostumbrados a las peleas verbales que tenían algunos gryffindors con las serpientes y uno que otro duelo entre ambos bandos, pero esto ya era un poco exagerado.


 


-Antes de que piensen en revanchas y ese tipo de cosas quiero que los dos vayan a la enfermería inmediatamente- demandó la mujer de cabellos azabaches, ellos intentaron replicar pero la profesora no les dio tregua.


 


-Están heridos, y sus heridas tienen que ser revisadas, no hay punto de discusión,  señorita Lovegood y señor Longbottom acompáñenos por favor- y así los cuatros abandonaron el aula.


 


-Continuemos, Ryouta Kise y Tatsuya Himuro.


 


El rubio que estaba en su asiento de lo más tranquilo se sorprendió de ser llamado, pero enseguida se dispuso a ir a la tarima.


 


-Buena suerte Kise- habló el poseedor del ojo de halcón con una de sus grandes sonrisas.


 


-Gracias Takaocchi- el hufflepuff se giró levemente donde estaba Kasamatsu, tal vez no debería esperar que el mayor le deseé suerte… pero.


 


-Más te vale no perder Kise- masculló el azabache, enseguida el rostro de Ryouta se iluminó por completo, eso era lo que necesitaba; asintió y con ello se dirigió al lugar de encuentro con el slytherin.


 


Mientras en otra mesa que compartían Himuro, Murasakibara y un chico de ravenclaw que no conocían, el moreno ya se iba a la tarima pero fue llamado por el gigante de Yosen.


 


-Muro-chin buena suerte~


 


-Gracias Atsushi- agradeció el moreno con una sonrisa.


 


Ya cuando ambos estuvieron en posiciones empezaron a hablar, más que todo para dejar algunas cosas claras.


 


-Lo siento Himurocchi pero no te puedo dejar ganar porque… senpai me está apoyando- dijo el rubio con una expresión seria y pose dramática.


 


-¡Quién te apoya idiota!- replicó molesto el aludido mientras los demás le daban miradas extrañadas, de verdad que los alumnos de intercambio si que eran...  peculiares.


 


-Entiendo, pero lamento decir que yo tampoco puedo dejarte ganar Ryouta- habló el moreno con calma.


 


-Ya lo esperaba- ambos colocaron en sus rostros sonrisas desafiantes.


 


-Bien, empiecen- ordenó la profesora.


 


Más rápido que inmediatamente Kise fue el primero en dar el primer paso, se movió en forma de zipzap para confundir al de Yosen y lanzarle el hechizo Everten statun.


 


-Protego Totalus- el moreno colocó una barrera a su alrededor para evitar los ataques del hufflepuff que sabía que venían.


 


El rubio chasqueó la lengua, ahora con ese campo de protección iba a ser muy difícil vencerlo, si tan solo supiera que fue lo que hizo su amiga Momoi para vencer a la gryffindor, es decir, como hizo para romper la barrera… ni modo, tenía que pensar en otra cosa, ya que no podía copiar lo que no entendía. Si el moreno se estaba protegiendo completamente, si, pero no los pies, allí supo que se le había ocurrido una idea.


 


Defodio!- aunque tuviera el hechizo protegiéndolo no pudo evitar que caer irremediablemente al suelo, ya que lo que hizo Kise fue abrir un agujero a la tarima, sobre donde estaba parado Himuro.


 


Rápidamente el hufflepuff lo había desarmado, ya que al caer el moreno este había deshecho el hechizo de protección. Kise se proclamó como ganador.


 


-Vale 10 puntos para Hufflepuff- enseguida el rubio fue a ayudar a Himuro a salir de aquel hoyo. Todos estaban por de más impresionados, nunca en la vida habían visto o escuchado de un Hufflepuff que ayude a un Slytherin, aunque algunos alumnos más inteligentes lo atribuían a que ya eran amigos desde antes y que es por ello que no se odian ni se van a odiar. Así cada uno regresó a su asiento.


 


Con ello fue pasando el tiempo, diferentes duelos se fueron efectuando con distintos alumnos, la profesora podría decir con toda seguridad que estaba realmente satisfecha con el nivel general de la clase, ya se lo había esperado de sus alumnos de Hogwarts gracias a que sobrevivieron a una terrible guerra, pero si se sorprendió de los alumnos de Japón y lo que más le encantaba de ellos eran sus increíbles reflejos, era algo que contadas veces podía apreciar en un duelo y nunca a ese a nivel, era realmente sorprendente.


 


La mujer miró su reloj de pulsera, ya solo quedaban algunos minutos antes de que terminara la clase, tiempo para un duelo más.


 


-Bien solo nos quedan unos quince minutos antes de que termine la clase, solo nos da tiempo para observar un duelo más así que vengan rápidamente Harry Potter y Draco Malfoy- los murmullos no se hicieron esperar en el aula, prácticamente era una batalla entre el bien y el mal, ya por el historial del slytherin y el gryffindor de ser conocidos por ser los mayores enemigos de todo Hogwarts, siendo solo superado por el innombrable.


 


Los amigos del de lentes le desearon suerte y por parte de Ronald ‘Que le enseñara una lección al hurón’


 


Ya estaba esperando al rubio en la tarima pero este no daba muestras de aparecer, o más bien parecía que no estaba en el aula, la profesora frunció el ceño dado que los alumnos no dejaban de cuchichear.


 


-Draco Malfoy… ¿Dónde estará?


 


Un estudiante de la casa de Slytherin y tez morena, el cual Harry reconoció como Blaise Zabini levantó la mano.


 


-Disculpe profesora, Draco no se ha sentido muy bien desde que llegó a Hogwarts es por eso que ahora está en la enfermería.


 


-Oh bueno, está bien- aceptó la profesora, más sin embargo los alumnos enseguida se disparó en murmullos de reclamo, lo único que se entendía era ‘Cobarde’ en sus palabras.


 


-Una excusa barata para poder faltar a clase- murmuró molesto el pelirrojo. La castaña no podía quitarle la razón aunque tenía el presentimiento de que tal vez no era así y el pelirrojo se equivocaba, más decidió guardar silencio y no discutir con Ron.


 


-Bien entonces elegiré a otro alumno que pueda batirse a duelo con el señor Potter… veamos… señor Seijuurou Akashi, venga por favor.


 


El salvador del mundo mágico observó como el mencionado se levantó de su asiento mientras sus amigos le deseaban buena suerte y este les respondía con un asentimiento y la sombra de una sonrisa.


 


Algo similar pasaba por la mente de todos los alumnos, “Ese chico no tiene oportunidad contra Harry Potter”, y es que para los ojos de la mayoría, el de lentes era el máximo héroe de todos que incluso podría superar al fallecido director Albus Dumbledore. Y aunque ya podían predecir el resultado de este duelo eso no quería decir que no fuera interesante de ver.


 


Harry por su parte no se creía ninguna de esas cosas, ni de que era invencible ni mucho menos… ¿Cuándo la gente entenderá que él no es tan fuerte?, sin toda la ayuda que recibió de Dumbledore, Sirius, Remus, sus amigos, la orden del fénix y hasta sus mismos padres, no estaría allí,  eso lo tenía más que claro, y es por eso que no se iba a confiar en el duelo y más con ese chico en especial; la noche anterior le había parecido que el pelirrojo enfrente de él desprendía un aura algo imponente, no sabía lo que era con exactitud, solo tenia en claro que no debía de confiarse.


 


-Muy bien… comiencen.


 


Levicopus!- los ojos del de lentes se abrieron de sobremanera, si no supiera que es imposible aparecerse en Hogwarts entonces enseguida lo habría acusado de hacer trampa, el slytherin no solo había esquivado su ataque sino también se había posicionado a un lado de él dispuesto a devolverle el golpe.


 


Expuso!


 


-Protego… Incarceros.


 


“Tal y como lo sospechaba, no debo confiarme con él”


 


Era bueno, demasiado bueno, esquivaba sus ataques y los devolvía con elegancia, soltura y con mucha fuerza, Harry sobrevivía a sus ataques por sus reflejos adquiridos como buscador, y bien como imaginó, no sería nada fácil ganarle al slytherin que lo atacaba sin tregua, sin darle tiempo de idear un plan.


 


-Aquaeructo


 


-Impervius- El chico de la cicatriz pensó que era hora de mostrar la ventaja que tenía sobre el más bajo. Y eso, era los hechizos no verbales.


 


Utilizó el hechizo Incarcerous para atar al pelirrojo, el de lentes por un momento pensó que algo estaba mal con su hechizo dado que su oponente no se vio afectado por ello, fue cuando se dio cuenta de cómo sonreía y el modo que sostenía la varita, había hechizo un hechizo de protección previniendo su ataque, era extraño… es como si ya lo hubiera anticipado,  no le dio importancia a ese hecho y se concentró en otra cosa; al parecer ese Akashi también sabía efectuar muy bien hechizos no verbales, retomó su pensamiento del principio, no sería fácil ganarle.


 


Así pasaron los siguientes minutos bajo la mirada atenta de la profesora y el reloj, puesto que cuando sonara el timbre si todavía no han terminado ella tendrá que detenerlos, pero sin duda ese era el duelo más interesante de todos, ambos chicos se lanzaban hechizos de manera no verbal, así que era un poco más difícil adivinar que hechizos se lanzaban, lo cierto es que ninguno le podía dar al otro, mientras uno retrocedía el otro se recuperaba y viceversa. Era difícil determinar quién sería el ganador.


 


Para el alumnado que apoyaban a Harry Potter, no dudaban que ganaría… es solo que viendo cómo se desenvolvió su oponente desde el inicio del duelo pudieron notar que la realidad es que cualquiera de los dos podía ganar y que el de lentes no lo tenía nada fácil. En algún momento de la pelea el moreno le lanzó varios fragmentos de cristal a su oponente, el cual desvío con ayuda del hechizo Arrestum momentum para luego desintegrarse con un Incendio, Harry también se vio en la necesidad de esquivarlo.


 


La profesora miró una vez más su reloj, quedaban solo dos minutos de su clase y el duelo apenas parecía estar en su apogeo. Potter utilizó el Partis temporis para crear una rueda de fuego a su alrededor y el de Akashi; solo las personas que realmente lo conocían sabían que se le había ocurrido un plan.


 


El slytherin alzó una ceja y entrecerró los ojos, estudiando la situación actual, por su parte Harry hechizó una armadura para que luchara con Akashi en su lugar, como el espacio era limitado por el círculo de fuego, el más bajo estuvo un tiempo luchando contra la estatua, ya cuando terminó no encontró al de lentes, frunció el ceño, era imposible que hubiera salido, sino él se habría dado cuenta, eso quería decir que todavía seguía allí.


 


Harry había hecho el Partis temporis con el fin de acorralar un poco a Akashi, usó el Piertotum Locomotor con la armadura para mantenerlo ocupado y poder hacer un encantamiento desilusionador con él mismo para así poder desarmar a pelirrojo sin que se diera cuenta de lo que ocurría, justo como iba a hacer ahora. Cuando lo iba a atacar del lado derecho sorprendente y en contra de todo pronóstico lo esquiva y utiliza su increíble velocidad para desarmarlo.


 


Potter no lo podía creer… ese chico había descubierto su plan… era como si… hubiese leído su mente, pero todo pensamiento quedó atrás cuando el cabello de Akashi le permitió tener una apreciación de sus ojos… su ojo izquierdo… estaba brillando de una forma que no era normal y estaba seguro que no era por el reflejo de la luz o algo así dado que su ojo derecho estaba bien, solo era el izquierdo.


 


-Finite- se escuchó la voz de la profesora y el pelirrojo apartó la mirada, pero Harry todavía no podía quitar su mirada llena de incredulidad en él.


 


Al ver la posición en la que ellos se encontraban, Akashi de pie y Harry en el suelo, entonces supieron quién fue el ganador de dicho duelo.


 


-Bien, 20 puntos a Slytherin, un excelente duelo sin dudas- la mente de los presentes era presa de un shock momentáneo.


 


-No puede ser.


 


-¿Ha vencido a Harry Potter…?


 


-Es… imposible.


 


-¿Pero si Potter venció a quién no debe ser nombrado entonces como un simple chico le pudo ganar?


 


Esos eran los comentarios que hacían los alumnos, nadie se atrevió a acusar de hacer trampa o fraude a Akashi, primero no tenían pruebas, y segundo si en verdad eso hubiera hecho entonces Potter hubiera sido el primero en reclamar, pero no, estaba en el suelo, estático, con cara de pasmado sin poderse creer haber perdido. Gracias a la acción de haber vencido al ‘Elegido’ el pelirrojo sin darse cuenta, se había ganado el miedo de la mayoría y el respeto de algunos.


 


En eso el timbre sonó haciendo que todos empezaran a recoger sus cosas.


 


-Para la próxima clase quiero que me entreguen un pergamino de unos 30 centímetros sobre los hechizos utilizados en los duelos, eso es todo- dijo la profesora para acercarse a la tarima y arreglarla pues no había quedado muy bien del último encuentro.


 


Mientras Harry todavía seguía en el suelo con la cabeza gacha, una mano entró en su campo de visión. Cuando levantó la mirada se encontró con Akashi quién era el que le ofrecía la mano para ayudar a levantarse, un poco desconfiado la aceptó; el de lentes descubrió que la mano del slytherin era algo fría y con un firme agarre.


 


-Buen duelo, fue entretenido- habló con voz segura acompañado de una pequeña sonrisa. El moreno asintió y después solo vio la espalda del más bajo quien se fue directo con sus amigos de slytherins quienes lo esperaban en la entrada.


 


Harry no podía sacarse de la cabeza lo que había visto del pelirrojo, sentía que había descubierto algo importante sobre él.


 


“De nada sirve pensar en eso ahora”- fue lo que le dictó su mente y también su estómago, así que se fue junto a sus amigos hacia el gran comedor y dispuesto a olvidarse del chico japonés conocido como Akashi Seijuurou por lo que quedaba del día. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado n.n

Que piensas sobre las parejas?, son sus favoritas?, sus ships? sus OTP? quiero saberlo xD

Y que tal los duelos?, admito que no soy muy buena narrando peleas pero por lo menos siento que no salio tan mal :v

Bueno, nos leeremos en... cuando pueda xD

Bye bye <3 


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