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Magical Dimension por isabellag203

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Notas del capitulo:

Hola, Feliz noche vieja! :D

Lo sé, me tarde siglos en actualizar, tienen derecho a estar molestos y decepcionados por mi falta de compromiso, créanme que yo también lo estoy; lo único que diré en mi defensa es que 2017 fue horrible para mí, solo espero que este año las cosas marchen mejor, y eso incluye a Magical Dimension.

Y esta vez les prometo de todo corazón que no me tardaré casi un año en publicar un capitulo, principalmente por ustedes, me hace sentir muy mal y corregiré eso, aunque tampoco prometo actualizar cada semana, creo que ni cada mes pero haré lo mejor que pueda para tener capítulos listos lo mas pronto posible.

Gracias a todas las personas que han seguido esta historia, de verdad muchas gracias y espero que pueda seguir contando con ustedes.

Ahora sin más palabrería de mi parte empecemos.

Disclamer: ni Harry Potter ni Kuroko no basket me pertenecen sino a sus respectivos autores. 

-Takaocchi, ¿Por qué tengo que ser el último en usar el baño?

El moreno, quien estaba buscando sus artículos correspondientes para bañarse, se volteó a mirarlo-  Eso es porque eres el que más tarda de nosotros- el rubio abrió la boca dispuesto a replicar, mas Takao siguió hablando- ¿No te acuerdas que casi llegamos tarde por tú culpa el primer día de clases? ¿O el día anterior a ese? ¿O todo el verano?

Ciertamente, Kise no era la persona más rápida a la hora de bañarse, y eso todos los chicos lo pudieron comprobar en este tiempo de convivencia, lo peor, es que aparte de gastarse casi una hora haciendo quien sabe que cosa en la ducha, también se terminaba el agua caliente y siempre lo hacía casi sin darse cuenta, o eso decía el.

-Pero yo no me suelo tardar más de diez minutos…

Takao alzó una ceja con incredulidad- Entonces ve a que revisen tu reloj interno porque diez minutos no es lo mismo que una hora.

Y con eso se encerró en dicho baño mientras el rubio bufó enfurruñado con los brazos cruzados al pecho para sentarse en su cama.      

-No te preocupes Kise, solo faltan Takao y Murasakibara por ducharse, ya verás como pronto te toca a ti- comentó Kiyoshi dándole una sonrisa amistosa.

-Ya qué- contestó el modelo todavía enfurruñado.

-Oye Kiyoshi ¿Por qué nos tenemos que levantar temprano si hoy es sábado?- cuestionó Murasakibara desde su cama ahogando un bostezo.

-¿No te acuerdas? Tenemos las pruebas de quiddicth.

-¿Y por qué las hacen tan temprano?- volvió a preguntar el de cabellos morados frunciendo el ceño.

Teppei se rascó la mejilla pensativo- La verdad es que no tengo idea…

-Creo que es para poder tener el campo a una hora que no chocara con otro equipo- dijo el rubio metiéndose en la conversación y olvidándose de su enojo por un momento.

El castaño se volvió a Murasakibara- Allí tienes tu respuesta.

-Sigue siendo un fastidio- Teppei soltó una carcajada, el de cabellos morados puede parecer muy intimidante a simple vista pero habían veces, en realidad la mayoría, que se comportaba como un niño y uno muy caprichoso.

-Tienes razón, pero todo lo que podemos hacer es alistarnos e ir hasta allá a demostrarles de que estamos hechos.

-Es verdad, anímate un poco más Murasakibaracchi.

El otro simplemente bufó todavía en desacuerdo.

-¿No te parece también Furihata?- el pequeño castaño, al que algunos conocían por chihuahua, se sobresaltó al ser llamado de repente.

-eh… ¡Si!

La usual expresión despreocupada de Teppei se tornó curiosa al ver el estado absorto de su amigo hace un momento, mas sin embargo, Kise y Murasakibara continuaron hablando haciendo que el mayor se distrajera y se le olvidara preguntarle a Furihara si todo andaba bien; cinco minutos después Takao decidió hacer acto de presencia.

-¡El baño ésta libre!

Kise volteó a mirar por un segundo al más alto para después regresar su mirada al baño, si era lo suficientemente rápido podía utilizar su perfect copy con la velocidad de Aomine para poder llegar antes y aunque Murasakibara era rápido en reaccionar no sería suficiente para alcanzarlo, era el plan perfecto, no le importaba si lo regañaban después, ya había esperado demasiado.

Sin embargo, antes de que siquiera pudiera dar un paso una mano considerablemente grande se situó en su cabecita rubia.

-Si das un paso te aplastaré Kise-chin.

Frustrado y resignado tuvo que volver a sentarse en su cama mientras murmuraba un constante “No es justo, no es justo, no es justo”.

-Tranquilo rubia, solo falta el grandote y después el baño será todo tuyo- dijo Takao palmeándole la cabeza.

-Además, Murasakibara es rápido en bañarse- alegó Teppei dándole la razón al moreno.

-Les creeré- dijo resignado el modelo.

-Cambiando un poco de tema… ¿Cómo creen que sean las pruebas?- cuestionó el de ojos de halcón.

El castaño de grandes manos se colocó el dedo en la barbilla pensativo- Es verdad que nunca nos dijeron cómo nos van a evaluar.

 -Y ni Kurokocchi ni Aominecchi han tenido sus pruebas todavía.

Takao asintió- Ni siquiera en Ravenclaw, según lo que me dijo Shin-chan son la semana que viene.

-¿Eso quiere decir que Hufflepuff es la primera casa que tiene sus pruebas de quiddicht?- esa cuestión los puso inquietos por un momento, no tenían ninguna idea alguna de cómo se desarrollarían las pruebas pero enseguida se recompusieron, habían practicado en el verano, era imposible no hacerlo bien y que no los escogieran para ser parte del equipo.

Así fue como ignoraron esa leve inquietud y siguieron hablando sobre la prueba y demás cosas, todos excepto por Furihara, este solo se quedó en silencio y con sus propios pensamientos negativos haciéndole compañía; no creía poder pasar la prueba como sus compañeros de casa.

 Él no era tan talentoso y aunque diera su mayor esfuerzo siempre terminaba nervioso y arruinaba todo en lo que había trabajado; en parte estos pensamientos se originaron de su inseguridad innata y su última humillación pública en la clase de defensa contra las artes oscuras.

Del hecho no había pasado ni una semana y por eso era conocido en los pasillos por “El chico que no puede mantener un duelo mágico ni un solo minuto”

A estas alturas preferiría ser conocido como “Chihuahua”.

Todavía había algo bueno que mencionar de todo esto, si fallaba solo lo verían sus compañeros de casa, no sus demás senpais, ni Kagami ni Kuroko y mucho menos Él; no sentir la presión de sus ojos, en el que podría convertirse en otro momento de humillación pública de una larga lista era un completo alivio a su nervioso corazón.

Los demás hufflepuff, ajenos a su monólogo  interno, lograron ducharse y ponerse ropa cómoda para dirigirse al gran comedor por algo de desayuno, cabe resaltar que Kise no estaba muy feliz de solo haber tenido doce minutos para ducharse y arreglarse, más cuando Takao le sacó conversación este se contentó rápidamente.

Así pasaron el tiempo entre pláticas amenas, risas y demás entre los recientes miembros de los tejones; pronto dio la hora en la que se tenían que dirigir al campo de quiddicth, se levantaron de sus asientos y se dirigieron allá con todo la parsimonia del mundo.

A cada paso que daba Furihata se sentía temblar cada vez mas y mas, era un milagro que todavía no haya tropezado con sus propios pies.

Teppei, el buen amigo de todos, notó al castaño bastante tembloroso por lo que decidió terminar su conversación con Takao y Kise para acercársele.

-Furihata ¿Todo bien?- este, una vez, perdido en sus pensamientos pegó un brinco al oír la voz del mayor hablarle a su lado.

-… Si, por supuesto- Kiyoshi frunció un poco el ceño ante la obvia mentira.

-Desde hace un rato estas algo pensativo y ahora veo que también estas nervioso… - el castaño solo pudo bajar la cabeza.

-¿Es por las pruebas?- el prolongado silencio de Furihata solo confirmó sus sospechas.

-Así que es por eso- murmuró para sí mismo, después su expresión se volvió como la de siempre y le palmeó la espalda al más bajo- No te preocupes tanto, estoy seguro de que lo harás genial.

Kouki solo se encogió de hombros mientras seguían caminando.  

-Haré mi mayor esfuerzo pero no creo poder pasar la prueba- Kiyoshi se vio desconcertado, normalmente el castaño era inseguro de sí mismo pero no llegaba a este punto de negatividad extrema.

-¿Y eso por qué?

Esta vez Furihata se detuvo haciendo que el mayor también lo hiciera y lo mirara con preocupación, este cabizbajo y mordiéndose el labio inferior parecía que en cualquier momento se pondría a llorar. Antes de que lo hiciera sintió un toque ligero en su hombro haciendo que inmediatamente se volteara.

-¿No estarás hablando así por lo que pasó en la clase de defensa?- Todos en este punto se detuvieron un momento para ver que le pasaba, hasta Murasakibara.

 Enseguida Takao se aproximó pasándole un brazo por el hombro- Oye eso no pasó porque no fueras bueno o no hayas practicado, solo te pusiste nervioso, es normal.

-¡Pero ese es mi problema!, siempre dejo que mis nervios me dominen y a la final termino siendo un fracaso- los cuatro intercambiaron miradas preocupadas, en este punto ninguno sabía muy bien que palabras decir para sacarlo de ese estado de negatividad en el que se había sumido, pero estaba mas que claro que tenían que hacer algo ya que estaba siento muy duro consigo mismo.

- Yo no creo eso Furihata-kun- expresó Kise con expresión seria.

-¿Eh?  Pero…

-¿Recuerdas cuando fue el partido contra nosotros en la Winter cup?- este asintió en respuesta- Allí lograste calmarlos a todos los de tu equipo y nivelar el juego, si me lo preguntas eso no es ser ningún fracaso.

Con la sonrisa amable que le ofreció el As de Kaijou, el brazo todavía en su hombro de Takao, el semblante preocupado de Kiyoshi y la mirada curiosa de Murasakibara, más encima todas sus inquietudes desde que supieron las fechas de las pruebas hicieron mella en él y terminó sollozando allí, a medio camino del campo de quiddicth.

No se esperó ni por un momento que todos se pusieran de acuerdo mentalmente para darle un fuerte y reconfortante abrazo grupal, que sí, hasta el perezoso de Murasakibara se unió a la muestra de afecto e incluso sintió como le desordenó los cabellos castaños.

 Sus lágrimas se convirtieron en un problema que entorpeció su visión, más eso no fue obstáculo para dejarse envolver por el calor que le brindaba la amabilidad y compresión de sus amigos, por un momento temió no ser merecedor de aquello.

-No tienes de qué preocuparte, lo harás genial- dijo el moreno una vez terminó el abrazo.

-¿Pero y si fallo?

-Eso no nos importará, lo que cuenta es que des tú mejor esfuerzo y te diviertas- respondió Kiyoshi ya con su habitual sonrisa.

-Si, después de todo esa es la razón por la que decidimos presentarnos para las pruebas en primer lugar- comentó Takao una vez más.

-Te preocupas demasiado Furi-chin, ten una galleta- el pequeño castaño se secó las lágrimas que le quedaban en su camisa y agarró anonadado la galleta que le ofreció el más alto.

Se tomaron unos momentos estacionados a casi mitad de recorrido, cuando Furihata, comió la galleta, se acomodó un poco y una sonrisa tímida hizo aparición en su rostro continuaron con su camino.

En pocos minutos llegaron al tan mencionado campo de Quiddicth, todas las personas que se encontraban allí eran tejones, pero no estaba repleto como pensaban que estaría, más no le dieron mucha importancia, era hasta mejor así, menos competencia.

-A algunos no les gusta madrugar- Murasakibara miró a Kiyoshi como si le hubiera crecido otra cabeza.

-A nadie le gusta madrugar- repuso molesto.

-Es por eso que ninguno de nuestros amigos quiso venir a vernos- completó Kise mirando a las gradas.

Furihata suspiró de alivio por dentro, agradeció al cielo por la pereza colectiva de sus amigos.

-Esperen un momento; ese que esta allí… ¡Es Shin-chan!

El grupo dirigió sus miradas al punto verde que señalaba Takao a un extremo de las gradas, allí sentado era definitivamente Midorima Shintarou.

El moreno fue le primero en correr hacia él, los demás le pisaron los talones.

-¡Hey Shin-chan!- gritó el moreno ya cuando a unos centímetros de distancia.

-No tienes que gritar si estoy enfrente Takao.

-Lo sé, solo me gusta molestarte- el aludido solo rodó los ojos.

-¿Mido-chin que haces aquí?- cuestionó Murasakibara ganando la atención del grupo.

-Es obvio Murasakibaracchi, esta aquí para apoyarnos- comentó Kise muy seguro de lo que decía;  Midorima al verse observado por el grupo decidió rebatir ante ese hecho.

-Por supuesto que no vine a verlos a ustedes, es solo…

-¿Entonces vienes a verme a mí?- cuestionó el moreno con una sonrisa burlona.

Midorima no pudo evitar el sonrojarse, como odiaba que Takao se burlara de él. Ya cuando se calmó pudo contestarle.

-No digas tonterías- dijo desviando la mirada.

-¿Eh?, ¿Pero acaso me equivoco?

- Vengo a ver como son las pruebas.

-¿Entonces no te importo?- comentó haciendo puchero.

-No empieces…

Los dos pertenecientes a Shutoku empezaron a discutir como si se encontraran solos y no con los demás; estos no podían evitar mirar a todas direcciones algo incómodos, parecía que sobraban un poco allí.

Afortunadamente para ellos, el capitán del equipo decidió llamarlos para poder comenzar por fin con las pruebas.

-Deséame suerte Shin-chan- dijo Takao guiñando un ojo para irse corriendo a alcanzar a sus compañeros.

Así todos los Hufflepuff se reunieron alrededor del actual capitán del equipo, Ernie Macmillan, un chico alto y con una estructura un poco robusta, de piel clara y cabello rubio cenizo; sus ojos oscuros mostraban seriedad en lo que hacía, su voz y su forma de expresarse decían que era una persona un tanto pomposa pero trabajador .

 Escucharon atentamente a sus instrucciones y ya cuando estas estuvieron claras para todo el mundo fue momento de comenzar la prueba.

Lo primero era hacer una prueba en conjunto para poder ver que todos sabían como maniobrar con la escoba a la perfección; así que el vice-capitán, Justin Finch-Fletchley, un chico un poco más alto que Ernie, de cabello y ojos oscuros, se mostraba como una persona un poco más relajada que su amigo, pronto tomó la delantera para guiar a los posibles nuevos jugadores del equipo de tejones.  

Hicieron espirales, vuelo en zip zap, y precipitadas caídas en picada; el capitán observaba a todos atentamente mientras apuntaba con una libreta. Ya cuando los ejercicios terminaron, este los volvió a reunir para nombrar a las personas que llegaron a pasar la prueba, afortunadamente los japoneses eran parte de ellos.

-Muy bien, felicidades a todos los que pasaron pero no se confíen,  ahora viene la verdadera prueba.

Tras decir aquello Ernie los organizó por los lugares en los que querían competir. El primero de ellos fue para los solicitantes de buscador, puesto que ya había reclamado Takao para si.

Con su sonrisa de confianza fue al frente junto con otros dos participantes.

-La prueba para buscadores consiste en su única tarea a la hora de un juego, atrapar la snitch- todos miraban atentamente al capitán- El que la atrape primero gana el puesto.

El vice-capitán se acercó con una gran caja de madera, la puso al suelo con cuidado, la abrió y de allí saco la pequeña esfera dorada que tantas canas verdes le había sacado a los buscadores en cada juego; una vez en su palma esta empezó a revolotear y alzarse hasta perderse de vista.

-Muy bien, pueden comenzar.

Apenas el rubio dijo esas palabras los dos prospectos a buscadores montaron de sus escobas y se elevaron lo más rápido que pudieron, si no dejaban que la snitch se alejara tendrían mas oportunidad de atraparla, o al menos eso era lo que creían.

 Mientras tanto Takao solo los miraba con una expresión casi aburrida, hasta soltó un bostezo y se dispuso a montar de su escoba con toda la parsimonia del mundo, casi como si no se tratara de una competencia.

Sus amigos lo observaron mientras negaban con la cabeza divertidos, Furihata un poco preocupado de que no se lo tomara muy enserio, pero lo único que podía hacer era confiar en sus acciones. Mientras por el contrario Midorima rodaba los ojos al ver las payasadas que hacia Takao.

El moreno cambió su expresión por una sonrisa confiada, se montó en la escoba uniéndose a los otros dos competidores en el cielo. Estos, pese a que salieron disparados en cuanto el capitán dio la orden se encontraban recorriendo el amplio cielo casi con desesperación.

Takao los observó por un momento para después mirar en todo su entorno y salir disparado a una dirección especifica; cuando los otros jugadores voltearon en su dirección ya era demasiado tarde, Takao Kazunari se había hecho con la snitch dorada en menos de cinco minutos de estar en el aire.

Solo sus amigos vitorearon por él, los demás estaban, literalmente, con la boca abierta de lo atónitos que se encontraban; ningún buscador en la historia de Hogwarts, eso incluía prácticas y pruebas de reclutamiento, había sido capaz de atrapar la snitch en ese corto período de tiempo.

Ernie, un tanto desconfiado, le pidió al moreno que repitiera su prueba y una vez mas quedó tan estupefacto como la primera vez, los demás hufflepuffs en el campo no se encontraban mejor.

-Lo siento por desconfiar- se alborotó el cabello un poco avergonzado-Nunca nadie había logrado atrapar la snitch tan rápido- Takao se encogió de hombros restándole importancia y regresó con sus amigos que le dieron un abrazo grupal, parece que ya se estaba volviendo una costumbre entre ellos.

Los demás todavía hablaban y miraban con asombro e incredulidad al moreno.

Después de unos minutos para que todo el mundo, por fin se calmara, Ernie habló otra vez- Ahora es momento de las pruebas para los cazadores.

Los respectivos hufflepuff que se jugaban los puestos, siguieron al capitán y sub-capitán al centro del campo de quiddicth.

Allí este los reunió para darles las indicaciones de como se irían a efectuar las pruebas; mientras tanto desde las gradas Midorima, Takao y Murasakibara miraban con atención y debatían al respecto.

-Woa, parece que Kise y Kiyoshi están tranquilos- comentó Takao- Mientras que Furi no deja de temblar como una hoja, pobre, tal vez debería de animarlo desde aquí…

-No empieces con tus escándalos nanodayo, además, eso solo lo pondrá mas nervioso- en cierta parte su amigo tenía razón, lo mejor que podía hacer era quedarse en silencio mientras era testigo de la prueba.

-Yo quería ser cazador- dijo de la nada Murasakibara, los chicos lo miraron sumamente extrañados.

-Nunca nos lo mencionaste- expresó Takao ladeando la cabeza.

-¿Para qué?- cuestionó Midorima y sin esperar una respuesta siguió hablando- Se sabe que ese puesto tiene una gran responsabilidad, los cazadores tienen que tener una gran coordinación entre ellos y a ti ni te gusta moverte mucho ni jugar en equipo más que para el baloncesto.

-Es como con la comida- absolutamente todos los japoneses aprendieron en este transcurso de tiempo que al de cabellos morados no le gusta compartir comida y no termina muy bien para aquel que se atreva a robarle su comida, pero volviendo al caso…

-Es verdad, es solo que principio cuando Sai-chin mencionó que los cazadores tenían que ir pasándose la quaffle, como suenan igual pensé  que se trataba de waffles  que los cazadores atrapaban y se las iban comiendo para ganar puntos a sus casas.

-... ¿Es por eso que usaste la palabra querías?- el gigante de Yosen asintió perezosamente.

-Ya cuando me explicaron de qué se trataba perdí el interés.

Las risotadas de Kazunari no se hicieron esperar, Midorima en cambio se preguntaba el porqué siquiera le hablaba a esos dos.

En el campo se podía sentir un aire de de tensión en los participantes producto de los nervios y el sentimiento de competitividad, los únicos que parecían ajenos a eso eran Kise y Kiyoshi quienes hablaban animadamente, riendo y haciendo bromas entre ellos; mientras Furihata ni los escuchaba, estaba más que nervioso en este punto, pero si era sincero consigo mismo tenía que admitir que los envidiaba un poco.

-Empezaremos llamado a uno por uno para que hagan su prueba, el ejercicio consistirá en tiempo de acción y reacción al momento de manejar la quaffle, los pases que son muy importantes a la hora de jugar, eso sería básicamente lo que Justin y yo vamos a evaluarles- dicho todo y una vez dejado claras las reglas del juego empezaron las evaluaciones. 

Ernie se aclaró la garganta y comenzó a llamarlos mientras los demás se sentaron en la arena convirtiéndose en simples espectadores.

No eran muchos los que intentaban ocupar un puesto como cazador en comparación de años anteriores, a duras penas unos ocho, pero si eran más que los que intentaban hacer prueba en otros puestos,  así que ambos, capitán y sub-capitán intentaron movilizar la evaluación todo lo que pudieron.

Menos de quince minutos con cada jugador, así  los espectadores comenzaron a disminuir, y en un parpadeo ya era el turno de Kise Ryouta. Este asintió una vez que lo llamaron y se despidió de sus compañeros.

Todo lo que buscaban era a cazadores que pudieran adaptarse a la situación y mantener el ritmo del juego, nada muy complicado.

Empezaron a jugar con la quaffle incluyendo al rubio para ver como se adaptaba a la situación del juego, sin embargo el rubio superó completamente sus expectativas, no solo siguió las instrucciones acordadas, técnicas de juego, sino que incluso pudo copiarlos y hasta mejorar sus propias jugadas.

No solo ellos sino todos los hufflepuffs, excluyendo a los japoneses, estaban con la boca abierta, las opiniones que algunos tenían sobre que Kise era solo una cara bonita se esfumaron por completo; nadie creería que solo llevaba unos pocos meses jugando.

Una vez terminado volvió a sentarse con sus amigos y una sonrisa plasmada en el rostro. Los capitanes no habían dicho una palabra pero era más que obvio que ya tenía el puesto asegurado.

-Kiyoshi Teppei- el castaño saltó y le revolvió los cabellos a su kohai para dirigirse al centro, una vez allí montó su nimbus 2002 y se elevó por los cielos esperando instrucciones.

Estas fueron las mismas y pronto fueron testigos de las habilidades de Kiyoshi con la quaffle, la manejaba como si se tratase de una extensión de su brazo, y mas importante era cómo usaba aquella habilidad, nunca sabías que esperar de él, si un pase o que el mismo llegue a anotar en alguno de los tres aros, además que en el manejo con la escoba no estaba para nada mal y se notaba que lo disfrutaba.

Una vez finalizado su prueba se fue a sentar con sus amigos y los capitanes se limitaron a permanecer con los rostros más neutrales posibles, pero al igual que Kise, ya se sabía que lo iban a terminar escogiendo como el segundo cazador.

Ahora solo quedaba un puesto disponible y dos personas que todavía no habían presentado su prueba, Zacharias Smith, un chico alto, rubio y con una cara no muy amigable para un hufflepuff y el pequeño chihuahua Furihata Kouki.

Primero llamaron al rubio, este se levantó y dirigió al sitio indicado; una vez allí se dispuso a mostrar todas sus habilidades, la frase para definirlo es “No esta mal”, tenía buenos reflejos, manejaba bien la quaffle, aunque llegó a fallar en algunos tiros, no estaba mal.

Cuando terminó, le dirigió una mirada de superioridad a Furihata, claro que eso no ayudó a sus nervios pero enseguida sus amigos le dijeron palabras de consuelo y que todo estaría bien, más importante, que se divirtiera.

-Furihata Kouki- al ser llamado una nueva ola de pánico se extendió desde su estómago a todo su cuerpo en forma de pequeños temblores, dando más crédito a su apodo.

Pero no podía fallar, no podía fallarles a sus amigos que tanto creen en él y su potencial como cazador, así que tratando de dominar sus nervios se dirigió al centro, claro que llegó a tropezarse con sus propios pies pero esos son detalles menores, no vallamos a arruinar el momento.

Una vez en el cielo se dispuso a tratar de encajar en el juego que tenían los capitanes, unas anotaciones aquí, unos pases allá, los tejones podían pensar que era un jugador algo promedio pero tenían que admitir que tenía algo especial y esa era su capacidad de manejar la situación y transmitir su calma a los demás jugadores, un hecho bastante irónico considerando como era de nervioso; ya cuando terminaron Furihata regresó con sus amigos y los capitanes se fueron en privado a debatir.

Mientras tanto todos empezaron a hablar entre su grupo de amigos,  el grupo de tres que se encontraban en las gradas no fueron la excepción.

-¿Creen que Furi-chin quede en el equipo?- cuestionó Murasakibara comiendo mientras hablaba, porque si, él podía hacer las dos cosas aunque otros como Midorima opinaran lo contrario.

-No es porque se trate de Furihata pero sinceramente creo que lo hizo mejor que el otro tipo- respondió Takao.

-¿Seguro de que estas siendo imparcial?-lo miró Midorima levantando una ceja.

-¡Totalmente! ¿Pero tú quien crees que se vaya a quedar con el puesto Shin-chan?

-También creo que será Furihata, pero es obvio que si va a estar en el equipo debe dejar las inseguridades a un lado- el moreno asintió enérgicamente.

-No te preocupes, trabajaremos en eso con él, ¿Verdad grandulón?

Murasakibara simplemente se encogió de hombros pasando del tema.

En el otro lado, los capitanes terminaron de debatir su decisión y se acercaron al grupo de jugadores.

-Ya no los vamos a hacer esperar más- habló Ernie con una sonrisa condescendiente- Los nuevos cazadores son… Kise Ryouta, Kiyoshi Teppei y…

A este punto el castaño no respiraba, sentía que si lo hacia su alma saldría por su pecho de la presión. Mientras Zacharias no dejaba atrás su sonrisa petulante, pensando que ya había ganado.

-… Furihata Kouki, felicidades a los tres.

El nombrado tuvo que volver a respirar pero de todas las cosas no esperaba que lo eligieran, sus amigos lo tuvieron que sacudir para despertarlo de su ensoñación mental.

-¡Furihata-kun fuiste elegido!-le gritó emocionado, incluso mas que él mismo, Kise.

Una risa contagiosa soltó Kiyoshi- ¿Ves?, te dije que lo lograrías- se dejó envolver por la alegría de esos dos y se unió a las risas en conjunto.

Pero no todos estaban contentos, Zacharias tenía ganas de hechizar algo o a alguien, estaba tan furioso con haber perdido contra ese perdedor tembloroso que era el castaño, sus manos se convirtieron en puños y fue hasta donde estaba el capitán de los tejones.

-¡Ernie!, ¡¿Me quieres explicar porque escogiste a ese perdedor en lugar de a mí?!

El rubio estaba hecho una fiera, ni siquiera tuvo algo de discreción para modular su voz haciendo que todos en la arena lo escucharan fuerte y claro; si las miradas mataran, Ernie ya estuviera cien metros bajo tierra pero no parecía importarle mucho así que con toda la calma del mundo le respondió.

-Zacharias cálmate un poco…

-¡No me voy a calmar! ¡¿Qué tiene ese que no tenga yo?!

-En primer lugar paciencia, sabe bien como manejar la situación en un juego y..

-¡¿Acaso viste que anotara mas veces que yo!

-Pero si los dos anotaron igual- murmuró por lo debajo Justin

Ernie negó con la cabeza- No siempre se trata de eso, lo importante es que armonice con los demás jugadores y como te dije, que tenga paciencia y sepa realizar buenos pases.

Justin intervino y se colocó al lado de su amigo.

-Lo siento hombre, tú solo te centras en anotar y querer hacer todo solo; esto es un equipo, los cazadores tienen que trabajar en una unidad y tu modo de juego no es lo que estamos buscando y lo sabes.

A modo de apaciguarlo intentó ponerle una mano en el hombro pero este rápidamente de deshizo de ella de un manotazo.

-No crean que me voy a olvidar de esto- y con eso salió de la arena dándole una de sus miradas más fulminantes al pobre de Furihata quien no había hecho nada malo, ni siquiera una parte de él todavía se lo terminaba de creer.

El capitán se acercó y con cuidado de no asustarlo mas le colocó una mano en el hombro- Tranquilo, él tiene un fuerte temperamento y es fácil hacerle enojar pero es verdad lo que dije, lo hiciste muy bien allí Furihata.

-G-gracias.

-Si, no te preocupes tanto, Zacharias ha querido entrar al equipo desde tercer año pero nunca ha podido por ser terrible trabajando en equipo- comentó Justin uniéndose a la conversación.

-Ya me parecía un mal perdedor- comentó Teppei riéndose un poco de su propia broma.

-Eso también- Kise y Justin compartieron una carcajada mientras Ernie solo negaba con la cabeza sonriendo.

Este se situó en el centro de la arena una vez más y activando el hechizo sonorus dijo con voz firme y clara.

-Ya vamos a comenzar con la última prueba, la de los guardianes, todos los competidores por favor acercarse.

En las gradas Murasakibara se levantó perezosamente de su asiento quitándose las migajas de comida que tenia esparcidas por la boca.

-Mido-chin, Taka-chin cuídenme mis galletas- sin siquiera esperar una respuesta les dejó su tarro de galletas en el regazo de un atónito Midorima, mientras agarró su escoba y bajó las escaleras de las gradas.

-No sabía que iba a competir- comentó el más alto arreglándose los lentes y mirando con reproche a Takao por no haberle contado, ha claro, pero si va y le cuenta como roncan o cambian posiciones al dormir sus compañeros de cuarto, como si esas cosas fueran de su interés.

-¿No te lo dije?, perdón Shin-chan pero el grandulón va a competir para el puesto de guardián- Midorima soltó un bufido.

Una vez que el pequeño grupo de unas cinco personas se reunió con el capitán este comenzó a hablar.

-La prueba consistirá en que tendrán que parar el mayor número posible de quaffles que les lancen los cazadores, ¿Sencillo verdad?

Era mas fácil decirlo que hacerlo, eso pensaban los aspirantes a guardianes una vez comenzaba su prueba.

 Este era el escenario, habían tres aros que tenían que proteger, tres cazadores y aparte buenos, lanzándoles quaffles a diestra y siniestra, más encima solo tenían un tiempo estimado de diez minutos para demostrar que vales de algo, si una prueba muy sencilla.

Uno a uno fueron pasando y todos compartían algo, la cara de derrota total; en poco tiempo solo quedó el gigante de cabellos morados y lo más curioso, al menos para los que no lo conocían, es que no aparentaba sentir ni una pizca de nervios en su sistema, todo lo contrario, parecía que se iba a dormir en cualquier momento, incluso tenía el descaro de soltar bostezos a cada rato.

Sus competidores y hasta los capitanes daban por asegurado que no iba a presentar una gran prueba.

-¡Murasakibara Atsushi!-  cuando fue llamado hizo todo un ritual para levantarse y colocarse en posición, por lo menos era el último por presentar.

-Cuando estés listo comenzaremos- asintió agarrando su escoba y colocándose en medio de los tres aros, dio una señal para que comenzara la prueba; Justin era el encargado de controlar el tiempo.

Pasado diez minutos en el reloj la prueba de Murasakibara terminó, todos los hufflepuffs se vieron sorprendidos por las habilidades de los japoneses, pero el mas alto fue el que mas los dejó atónitos, había detenido todas las quaffles que le lanzaron sus compañeros, sin dejar ninguna por fuera, ni dejar que hicieran ninguna anotación a alguno de los aros que resguardaba; ¿Lo peor el asunto?, no se veía cansado, ni rompiendo a sudar, era como si eso no representara ningún esfuerzo.

-Murasakibara felicidades, el puesto de guardián es tuyo- ni siquiera mostraba alguna emoción, solo un leve asentimiento, hasta sus amigos estaban mas emocionados que el.

Ya cuando todos los hufflepuffs que no pertenecían al equipo uno a uno se fueron marchando del sitio, quedando solo los miembros y Midorima en las gradas como cuidador oficial de las galletas del gigante de Yosen.

Hablaron un momento con su capitán para coordinar un poco en que días serían las prácticas y salieron a encontrarse con Shintarou mientras ellos se encargaban de guardar todo el material que habían utilizado. 

-Oye Ernie ¿No te parece que estos chicos son geniales?- comentó el moreno guardando la quaffle.

Su amigo volteó a verlo con expresión pensativa- Si, tienen habilidades increíbles.  

-Ganar la copa de casa ya no será solo un sueño este año- contestó Justin mirando hacia el cielo con una sonrisa.

Esta contagió a Ernie- Es verdad.

 

 


 

 

Los tejones junto a Midorima se alejaron del campo de quiddicth para ir a sentarse a los pies de un árbol que les diera sombra; allí se pusieron a charlar pacíficamente hasta que Kiyoshi sacara un tema muy serio a colisión.

-Chicos, ¿Qué hora es?

Takao lo miró con curiosidad mientras colocaba los brazos detrás de su cabeza- ¿Qué importa?, ahora es el momento de relajarnos después de haber trabajado tan duro en las pruebas.

-Tú fuiste el que menos trabajó nanodayo- Midorima intentó contenerse en decir alguno de sus comentarios, de verdad que lo hizo, pero cuando se trataba de Takao estos llegaron solos sin que pudiera hacer algo por evitarlo.

-¿Insinúas que encontrar la snitch no da trabajo?

El de lentes chasqueó la lengua antes de responder- Para ti no.

Iban a seguir con la discusión sin sentido pero Kise intervino a tiempo. Su rostro perdió color y comenzó a sudar nerviosamente.

-Oigan, ¿No teníamos que reunirnos con Akashicchi?

-Por eso pregunté que hora es, Riko nos dijo para reunirnos hoy a las 10:00- dijo Kiyoshi con el rostro descompuesto de la preocupación

Midorima miró su reloj de pulsera y una expresión de espanto pasó por su cara- Son las 9:55

Todos los chicos se pusieron pálidos y en un acuerdo silencio decidieron que tenían que llegar a la reunión antes de que terminaran esos cinco minutos, nadie quería ver a una Riko y muchos menos a un Akashi enfadados.

Agarraron sus cosas y echaron a correr a todo lo que daban sus piernas, menos mal que el quiddicth era un deporte donde no tenías que usarlas porque sino no pudieran tuvieran cero posibilidades de llegar a tiempo.

 


 

-¿Por qué tardaron tanto?- les cuestionó Aomine una vez llegaron al sitio de reunión, el extenso campo abierto que quedaba justo al lago del lago negro.

Los hufflepuffs y Midorima tomaron exageradas bocanadas de aire mientras caían al suelo por sus inestables piernas. No pudieron cumplir su reto de llegar a tiempo, fueron más de diez minutos los que les tomó y algunos hasta más. Lo peor es que por culpa del pánico olvidaron completamente de que tenían sus escobas en las manos, podría haber llegado sin mayores problemas volando.

Momoi se acercó rápidamente a ellos entregándoles botellas de agua y abanicándoles con un cuaderno. Ellos bebieron el agua en un santiamén.

-Caray chicos ¿Tanto duró su prueba?

-Se nos olvidó la reunión- dijo Murasakibara haciendo caso omiso de las señas que hacían sus compañeros, eran hombres muertos.

-¿Cómo que se les olvidó?- aterrados vieron a Riko con una sonrisa que no pintaba bien para ellos, eso y a la vez hacia tronar sus dedos.

Lo único que pudieron hacer fue tragar saliva al mismo tiempo.

-¿Y bien?

El pobre Furihata fue empujado para que diga algo que los salve a todos de una muerte inminente- Es… cuando recién terminamos nuestras pruebas estábamos cansados, así que nos sentamos a conversar pero se nos paso un poco el tiempo.

-¡¿Un poco?!- repitió Aida indignada- Hemos tenido que esperarlos por más de diez minutos, sean más considerados con nosotros, sobretodo con Akashi-kun.

Los seis se ganaron un coscorrón de parte de la castaña mientras todavía eran fulminados por su aterradora mirada.

-¡Lo sentimos Aida-sama!

Los demás solo miraban la escena tratando en lo posible de reprimir sus risas ya que no querían sufrir un castigo ellos también.

-¡Mas les vale que lo sientan!, si vuelven a llegar tarde…- en eso alguien le puso la mano en el hombro.

-¿Por qué no los dejamos ir Riko?, me parece que ya aprendieron la lección- habló Akashi desde atrás con una amable sonrisa, los chicos no lo pudieron creer, la persona que podía rivalizar con el mismo diablo ahora parecía un ángel caído del cielo ante sus ojos.

-¿Eh?, Bueno si tú lo dices.- un ángel que con solo unas palabras pudo tranquilizar a un demonio como lo era la castaña.

En medio de todo, Mayuzumi vio todo este escándalo como una oportunidad perfecta de escape; con pasos sigilosos fue retrocediendo, absolutamente todos estaban alrededor de los seis que acaban de llegar, por consiente estaban dándole la espalda, si no hacia mucho ruido no lo notarían irse ni siquiera tendría que usar su misdirection.

Sin embargo, su intento de escape se vio frustrado por una mano en su hombro.

-¿A dónde piensas ir Chihiro?, ya vamos a comenzar.

¿Tenía que ser Akashi?, ¿Él no estaba con los chicos que acaban de llegar? ¿Cómo llegó hasta donde estaba? ¿Acaso tenía un radar interno para frustrar absolutamente todos sus intentos de escape?

 -¿Por qué siquiera tengo que estar aquí?

Akashi se rio como si hubiera hecho una pregunta ridícula- Para entrenar con nosotros, ¿Para qué sino?

-Sabes que aunque salgamos de aquí antes de que termine el año yo ya me habré graduado ¿Verdad?

-Claro que lo sé, es solo que me sentiría muy solo si no entrenas con nosotros- Chihiro rodó los ojos.

-Yo creo que no.

Pero sin escucharlo, ¿Cuándo lo hacia?,  Akashi continuó hablando- Vivir una vida sedentaria no es bueno para tu salud, en el futuro me lo agradecerás.

Una pequeña sonrisa junto a una mirada que no aceptaba replicas, esa era su decisión; con un suspiro resignado tuvo que quedarse para entrenar. Puede que Akashi haya cambiado pero todavía habían momentos en donde la presencia del emperador se hacia presente en su persona y era mas difícil decirle a algo que “No”

-Muy bien chicos, vamos a comenzar el menú de entrenamiento, creado por Akashi-kun, Momoi y por mi- dijo Aida fuerte y claro para que todos le presten atención.

No sabían que esperar de un menú creado por tres personas que se tomaban los entrenamientos muy enserio, tragaron saliva a la expectativa.

Empezaron por entrenamiento básico, así decidieron llamarlo sus nuevos entrenadores a varios set de ejercicios de mil cada uno.

Primero flexiones, para moldear sus brazos que tanta falta hace en el básquet, solo Akashi, quien ni siquiera sudaba después de mil flexiones, Midorima, Kasamatsu, Kise, Hayama, Aomine y Kagami lo lograron completar en el tiempo estimado de diez minutos, cabe destacar que estos últimos estaban enfrascados en una competencia que no se dieron cuenta de que habían terminado si no hubiera sido por el silbato de Riko, ¿De dónde lo sacó?

Otros como Kuroko apenas pudieron hacer unas trescientas flexiones pero por lo menos no se sentía solo ya que la mayoría no pudo terminarlos.

Tomaron un descanso de diez minutos siguieron con el entrenamiento; mil abdominales, descanso, mil sentadillas, descanso, y diez minutos de trotar por la zona sin detenerse.

Ya cuando los chicos pudieron terminar estaban muertos de cansancio, una cosa que estaban seguiros era que ese había sido el entrenamiento mas duro de sus vidas, las entrenadoras argumentaron que era por la ausencia de las prácticas de básquet que tuvieron que incluir todos esos ejercicios.

Pero su pequeña reunión no acababa allí, con ayuda de la elfa domestica Peggy, pudieron organizar un picnic para todos, después de tan duro entrenamiento necesitaban llenar sus estómagos y así evitarían el tener que ir apestando como mofetas hasta el Gran Comedor.

Ya cuando Peggy, con la ayuda de las chicas colocaron todo en orden se pudieron sentar a comer. Enseguida pequeños grupos de conversación se formaron bajo la animosidad del ambiente.

Un ejemplo eran las chicas, comían y conversaban tranquilamente; eso hasta que del otro lado Hyuuga se quitó la camisa para refrescarse y la castaña no pudiera evitar darle unas cuantas miradas discretas. Por supuesto que Satsuki se dio cuenta enseguida y no dudo en comentarlo.

-Te gusta Hyuuga-kun- lo que había estado comiendo se quedó atorado en su garganta por la afirmación tan directa de la pechos grandes. Varios intentos después pudo volver a respirar con normalidad.

-¡¿Qué estas diciendo?!- moduló su voz para que no fueran escuchadas por el resto.

Momoi hizo un puchero infantil- Pero si es la verdad, siempre eres muy cuidadosa pero nunca dejas de mirarlo y mas ahora.

La acusación, ciertamente verdadera, hizo se sonrojara hasta las orejas.

-No puedes engañarme Riko-chan, yo sé de estas cosas- la mencionada no respondió, se quedo mirando su plato todavía lleno de comida-Pero no entiendo, ¿Por qué no te has confesado?

-¿Confesarme?- repitió para asegurarse de haber escuchado bien; Momoi asintió-  ¡¿Estás loca?!

Su repentino alzamiento de voz hizo que algunos chicos las miraran extrañados, la castaña se volvió hacia Momoi, esta vez asegurándose de susurrar.

-No puedo hacer eso, él solo me ve como una amiga.

-¿Por qué piensas eso?, te ve cada vez que no te das cuenta-la forma en la que lo dijo hacia ver que este era un hecho común.

-¿Eh?

La de cabellos rosados comenzó a enumerar- En los desayunos siempre te busca con la mirada, también en las clases que compartimos, en los pasillos, en los almuerzos, las cenas…

-¿Tú punto?- cuestionó Riko exasperada.

-Que si eso no es amor entonces no sé lo que es.

La castaña se detuvo a pensar por un momento, ciertamente lo que decía Momoi tenía algo de lógica, si eso era verdad ¿Por qué Hyuuga le ponía tanta atención?, la respuesta más plausible era porque le gustaba, pero había algo que no encajaba.

-¿Si le gusto por qué no me lo ha dicho?

-De seguro que es porque es tímido.

-¿Hyuuga-kun? ¿Tímido?- alzó una ceja en respuesta, a lo que Momoi protestó.

-¡Puede ser eso!, los chicos, hasta los más osados, suelen volverse tímidos con esa persona que les gusta.

Aida abrió la boca para intentar replicar pero fue silenciada por una voz masculina.

-Satsuki tiene razón, es muy probable que Hyuuga tenga sentimientos románticos por ti.

-¡Akashi-kun!- claro, el único chico capaz de escuchar una conversación “privada” entre chicas u no temer por su vida.

-Lamento haber escuchado la conversación.

La castaña negó rápidamente- No, esta bien. ¿Pero qué te hace creer eso?

-¿Aparte de las razones que mencionó Satsuki?- se acarició la barbilla- Bueno, desde los segundos que hablo contigo Hyuuga no deja de enviarme miradas de muerte.

Las chicas se asomaron un poco por sobre el hombro del pelirrojo y pudieron comprobar que el de lentes efectivamente le lanzaba miradas, muy mal disimuladas por cierto, mientras fingía  con sus amigos.

-¿Ves Riko-chan?, esta loco por ti- la animó Momoi, dándole un ligero codazo.

La castaña, ahora con las mejillas coloradas, se mostró firme y cruzo los brazos- No puedo creerlo hasta que él mismo me lo diga.

Los chicos se miraron y se encogieron de hombros, no podían hacer nada si Aida quería pensar así, no es que importara mucho, estaban seguros de que Hyuuga no tardaría mucho en confesársele, solo era cuestión de tiempo.

-Por cierto Satsuki, ¿Qué era lo que querías hablar conmigo?- la de cabellos rosados se colocó una mano en la mejilla hasta que lo recordó.

-Nuestras pruebas de quiddicth son en la semana y queríamos que participaran todos los chicos…  pero Mayuzumi-san se negó todas las veces que le pregunté, así que quería que trataras de convencerlo ya que parece escucharte.

-Esta bien, hablare con él.

 


 

 

En ese mismo momento Hyuuga Junpei estrujó su sándwich con tal fuerza que el relleno se regó por toda su mano sin que él fuera consiente de ello. Estaba mucho más ocupado en fulminar con la mirada la espalda de Akashi por simplemente hacer reír a Riko con alguno de sus elocuentes comentarios.

Kagami, que estaba a su lado notó su estado de ánimo, más que nada por el pobre sándwich estrujado.

-Senpai, ¿Esta bien?- el nombrado escuchó su nombre y se giro para mirarlo con confusión, el pelirrojo señaló su mano y allí pudo darse cuenta del desastre que había provocado, rápidamente agarró una servilleta y comenzó a limpiarse.

-Entonces… ¿Esta bien?

-Si si por supuesto, ¿Por qué no iba a estar bien?- Kagami prefirió no hacer comentarios y seguir con su comida.

Sin embargo, sus amigos prestaron atención al intercambio y no iban a dejar pasar esta oportunidad.

-Así que estabas mirando a Riko conversando con Akashi- dijo casualmente Kiyoshi para que solo el grupo de chicos del Seirin escuchara.

-Ah, es verdad, parece que hacen una buena pareja- comentó Izuki siguiendo el juego del castaño.

-¿P-pareja?

El rostro del de lentes pronto se volvió tan pálido como una hoja de papel, ¿Esos dos… juntos?, imposible, pero si eso es así, ¿Por qué desde que llegaron a ese lugar han estado viéndose con mas frecuencia?, ¿Por qué son tan amigos?, si, sabia muy bien que el pelirrojo la salvo del calamar gigante que hay al fondo del lago negro, ¡¿Pero por eso tienen que estar juntos todo el maldito rato?!,  casi no ha compartido con ella desde que comenzaron las clases y ahora que puede prefiere pasar el rato hablando con Akashi.

Sin saber el porqué, un castaño chihuahua se sentía de la misma manera que el mayor, con una gran tristeza y desesperanza… ¿Desesperanza de qué?, se pregunta el chihuahua.

-No creo que ese sea el caso- dijo la voz de la razón, nadie más que Kuroko.

Dieron un pequeño salto en sus asientos al notar que estaba comiendo con ellos.

-¿Por qué piensas eso?- cuestionó Furihata.

El de ojos azul claro se encogió de hombros- Simplemente que Akashi-kun es amigable y educado con todas las mujeres, no creo que tengan una relación más allá de la amistad.

-¿Pero tampoco estas cien por ciento seguro de que no la tienen?- el aludido negó con la cabeza.

-No entiendo muy bien que pasa…- comentó Kagami y sus compañeros solo pudieron hacer una mueca de exasperación.

-Es que a Hyuuga le gusta Riko- dijo Kiyoshi, siempre una persona de lo mas paciente.

-¿Enserio?

-Si Kagami-kun.

Izuki le puso la mano en el hombro a su amigo para llamar su atención- Es posible que Kuroko tenga razón y Akashi no este interesado en Aida, pero si llega otro chico que si ¿Qué harás?

Como habían imaginado el capitán de Seirin se quedo lívido, sin poder articular palabra alguna; esa sin duda era una posibilidad en la que no quería pensar, pero una posibilidad ya que al fin al cabo la castaña es muy bonita, inteligente y divertida, a cualquier chico le podría gustar y si alguno se le terminaba confesando perdería completamente su oportunidad.

-Tienen razón, ¿Pero qué puedo hacer?

Los chicos se miraron incrédulos ante lo que acaban de escuchar, de verdad que el amor hacia idiota a la gente.

-Es obvio, tienes que declararte a Riko.

-… Lo pensaré- sus amigos comprendieron e inmediatamente cambiaron de tema.

 Sabía bien que no tenia que pensar en nada, era momento de dejar de ser un cobarde y confesar sus sentimientos, eso antes de que alguien mas le quite la oportunidad, solo era cuestión de esperar el momento adecuado para eso y rezar porque no se le traben las palabras o empiece a sudar.

 Pero definitivamente tenia que hacerlo, después de todo un hombre no retrocede ni se acobarda.

 


 

 

-Senpai ¿Por qué no fue a verme?- Kasamatsu se atragantó con las galletas que había estado comiendo por escuchar de repente a su lado la voz de Kise, parecía que se le estaba dando bien el copiar la misderection de Kuroko.

 -Sabes que no me gusta madrugar a menos que sea necesario.

 -oh bueno- Kise lanzó un suspiro, claro que ya lo sabía pero tenia la ilusión de que tal vez se despertaría temprano para poder verlo.

 Para su fortuna Kasamatsu todavía no había terminado de hablar- Además, ya sabía que ibas a quedar en el equipo.

 El rubio se quedó pasmado.

 -Bien hecho Kise- terminó por revolviéndole la cabeza con cariño. No se dijeron mas nada hasta que terminó el picnic, no necesitaron hacerlo, el rubio solo sonrió, con una pequeña pero también una de sus más sinceras sonrisas.

 

 


 

Ya era lunes y mientras el maestro Binns hablaba con su voz pausada y monótona, Kuroko se quedó observando su cuaderno en blanco, había algunas cosas que lo tenían pensativo, como por ejemplo, las pruebas de quiddicth.

 Se alegraba de que sus amigos en hufflepuff hayan pasado, pero ahora le tocaba pensar en si mismo y en lo que haría para destacar por sobre el resto, lo cual era un tanto irónico porque su técnica se basaba en no destacar, por eso y el hecho de que no sabía cual sería el método para evaluarlos, lo tenía preocupado.

 Sabía que sus amigos estarían mas que bien; Kagami, Hyuuga, Kasamatsu y Miyaji eran fuertes y se manejaban muy bien el la escoba, por eso mismo tenía sus dudas de si podría alcanzarlos y llegar a su nivel.

 Mientras pensaba en eso y sin que él mismo se diera cuenta, su mano derecha comenzó a hacer garabatos en la pagina de su cuaderno en blanco, bueno ahora tenían líneas negras en el.

 Tampoco sabe como o porque, de repente se le cayó el lápiz de la mano si lo tenia bien sujeto hasta hace un momento. Soltó un suspiro mientras buscaba donde se había caído, lo encontró al lado del pie derecho de Mayuzumi, pero antes de que si quiera se agachara a buscarlo alguien mas lo agarro y se lo tendió, era Mayuzumi.

 Este mantenía una expresión en su rostro indescifrable, no podía decir con certeza en qué estaba pensando o que era lo que sentía, solo podía decir que el peso de su mirada hacía sentir nervioso, hasta ¿Tímido?, un sentimiento un poco raro de describir ya que no le era común sentirlo. Antes de que el encuentro se hiciera incómodo, el más pequeño tomó el lápiz y murmuró un “Gracias”, a lo que el mayor simplemente asintió y volvió la mirada a su libro.

 No podía decir lo que pensaba y sus pocas interacciones han sido eso, pocas, demasiado para contarlas y no siempre de la mejor manera. Lo si no podía negar es que, aún a su manera, Mayuzumi era amable, aunque no pareciera que Kuroko era su persona favorita en el mundo, pero todavía podía sentir la calidez y la suavidad que desprendían las yemas de sus dedos al rozarse.

 

 


 

Salió como un misil del aula de historia, estaba tan enfadado que de verdad no le importaría si su currículo para la universidad estuviera manchado con un asesinato, lástima que su “Víctima” sea casi imposible de matar.

 Sin detenerse ni por un momento, Mayuzumi, recorrió los pasillos de la escuela sin pensar en nada más que en querer ser él quien le arranque los ojos a Akashi; es que ¿Cómo se atrevía a meterse en su vida? ¿Acaso se metía en la suya?, si no quiere ir a las pruebas de quiddicth de su casa entonces no iría, nadie podía obligarlo.

 Pero sabía bien que igual terminaría yendo porque de una manera u otra Akashi tenía un poder de convencimiento que nadie se lo podía negar, pues no por nada se había terminando uniendo al equipo de Rakuzan con sus disparatados compañeros de equipo a principios de su tercer año.

 Aunque eso no le quitaba la frustración que cargaba y el derecho de sentirse molesto desde que hablo con el pelirrojo en el desayuno, ¿De que le sirvió entonces haberle suplicado al sombrero seleccionador para que lo pusiera en Ravenclaw en lugar de Slytherin como había querido en un principio? al parecer no mucho porque Akashi todavía disponía de su vida como quisiese, al menos no sufría dolores de cabeza por la irritante personalidad de Hayama, si estuvieran en la misma casa fijo que ya se habría tirado de la torre de astronomía.

 Bueno tal vez estaba exagerando y esto del quiddicth no sea tan malo, quizás pueda incluso vencer a Akashi y verlo revolcarse en su propia derrota… si, eso no va a pasar, pero soñar no cuesta nada.

 "Y no olvidemos la innecesaria escena shojo con el niño fantasma”

¿Por qué le pasó eso?, se supone que ese tipo de cosas solo pasaban en sus novelas ligeras, nunca en la vida real. ¡Si hasta rozaron sus dedos y se miraron fijamente por unos segundos!, tenía una mezcla de emociones, se sentía extraño, curioso y altamente inquieto, le podría haber pasado con cualquiera.

 Puesto que no quería seguir pensando más en tonterías su ira ya olvidada resurgió como un volcán en erupción; al dar vuelta en la esquina no notó ni por asomo a un grupo de tres personas caminar en su dirección, así fue como Chihiro chocó el hombro con uno de ellos, haciéndolo caer.

 -¿Qué demonios?

 -Ron, ¿Estás bien?

 -Si, creo que alguien me chocó.

 -Yo no vi a nadie.

 -Ni yo.

 -¿Sería mi imaginación?

 Por otro lado, Mayuzumi siguió con su camino derecho a la biblioteca; desde la tarde donde hizo los ejercicios de aritmética con Theodore Nott se volvieron algo así como amigos, no lo podía decir con certeza, pero si podía asegurar es que se llegaban a entender bastante.

 Cuando llegó a la mesa donde estaba Nott, una justo al frente de la entrada, se sentó haciendo más ruido del permitido, afortunadamente a la bibliotecaria no lo notó.

 Theodore lo observó con una mirada inquisitoria, le dio unos momentos para si antes de hablar.

 -¿Estás bien?

 Mayuzumi le devolvió la mirada- ¿Por qué lo preguntas?

 -Bueno, considerando que acabas de atropellar a Weasley por el pasillo y tiraste tus cosas en la mesa supuse que estas molesto por algo.

 Dio un chasquido con la lengua bajando la mirada ante el razonamiento del moreno, este, notando la incomodidad volvió a centrarse en la asignación que estaba haciendo, dando tiempo para que cambie de tema o hable de lo que le molesto.

 Después de un rato de estar en silencio decidió hablarle a Theodore de su problema con pelos y señales, claro, omitió algunos detalles que podría costarle su tapadera de estudiante de transferencia; tuvo que admitir que luego de hablar se sintió mucho más ligero, como si se liberara de un gran peso de encima, era casi terapéutico.

 Por el contrario, el moreno escuchó atentamente y sin interrumpir, solo al final cuando Mayuzumi terminó de hablar fue que comentó lo que pensaba.

 -Para resumir, este chico Akashi te obligó a ir a las pruebas de quiddicth para hacer que socialices con otras personas- relató Theo, toda la situación en si sonaba bastante inverosímil.

 -Si, así es.

 -¿No puedes simplemente negarte?

 Chihiro soltó un suspiro desordenándose los cabellos- No lo entiendes, es Akashi de quien hablamos-hizo una pausa para continuar- Aunque me niegue se meterá en mi cabeza y logrará convencerme.

 Theodore negó con la cabeza- Nadie en el mundo tiene un poder de convencimiento así de grande.

 -Pues espero que en tú vida no llegues a topártelo.

 Siguieron conversando y siguieron con otro tema que tenía preocupado a Mayuzumi.

 -¿Necesitas practicar?

 Asintió- Ya sabes, si voy hacer las pruebas quiero un puesto de cazador pero ni pensar lo haré solo.

 Theo lo pensó por un momento, no solía ayudar a nadie con sus problemas, tenía suficientes con los suyos, pero Mayuzumi realmente parecía necesitar ayuda además de que son ¿Amigos?, bueno, algo parecido.

 -Puedo ayudarte a entrenar.

 -¿Enserio?, no te tome por alguien fanático del quiddicth.

 -Soy algo discreto con mis gustos- dijo con una sonrisa enigmática.

 Con eso quedaron para ir entrenar al salir de clases. Lo que ninguno llegó a notar fue un par de ojos rojos mirándolos en uno de los huecos de una estantería apartada.

Notas finales:

Bueno déjenme saber en los comentarios que les ha parecido el capitulo, sugerencias, sobre todo si se trata de formas para narrar partidos de quiddicth lo agradecería un montón.

 

También pueden seguirme en mi página de Facebook, solo búsqueme como Isabellag9705 y allí podrán saber cuando actualizaré, mis otros fics y demás cosas para conocerme mejor, si quieren.

 

 Con suerte nos estaremos leyendo pronto, Bye-Kuma~ 


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