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Magical Dimension por isabellag203

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Notas del capitulo:

Holisss, ¡Primera actualización del año! :D

Tarde mucho, lo sé, lo siento, mejor como que ya no prometo nada igual no lo termino cumpliendo (¿?) waaaaaaaaaa –shiora T_T

-se repone-

Igual, gracias a todos por sus comentarios, saber que les gusta mi historia me llena de felicidad n.n

En los cielos de Hogwarts ya se podía contemplar como el sol se ponía en el horizonte, pero eso no parecía importar a los dos chicos que se encontraban volando sobre sus escobas, uno con la corbata azul y plata característica de Ravenclaw y de cabellos grises, mientras el otro, un chico de cabellos negros con la corbata verde y plata perteneciente a Slytherin, estaba en los aros gigantes que se suelen custodiar los guardianes en los partidos de Quidditch. 

Estuvieron practicando hasta que se hizo de noche y ya era imposible seguir. Juntos, tomaron sus cosas y pusieron rumbo al castillo.

-Cuando dijiste que sabías jugar no pensé que serías tan bueno- comentó el chico de cabellos y ojos grises.

El moreno que iba un poco más adelante, se volteó para mirarlo con una mínima  sonrisa presumida.

-Y yo no sabía que podías desaparecer y aparecer cuando quisieras- Chihiro se alborotó el cabello asintiendo con desgana-¿Es alguna clase de hechizo que enseñan en tu colegio?- cuestionó Theodore sin poder contener su curiosidad.

Mayuzumi bufó apartando la mirada- Ya quisiera, aunque admito que es útil, es algo más complicado que eso.

Con eso Theodore comprendió que el ravenclaw no quería que insistiera en el tema, así lo hizo, ocasionando que la conversación muriera allí por todo el recorrido. Pronto llegaron a las puertas del castillo.

-Gracias, por ayudarme a entrenar.

-No hay problema- el de cabellos negros bajó la mirada como si estuviera reflexionando algo - Fue hasta divertido.

Dijo con voz tan baja que a Mayuzumi le costó oír, le pareció un poco… triste y más la forma en la que lo confesó, extrañado no pudo evitar preguntar.

-¿No sueles divertirte?

Theodore pasó de tener una mirada que se podía traducir como nostálgica a volver a tener su rostro desprovisto de emociones en un solo segundo.

-La diversión no suele ser parte de mi vida.

Después de esa confesión aun más sorprendente entró al castillo. Chihiro se quedó parado en el sitio por un momento, tenía que admitir que se encontraba aturdido con la nueva pieza de información, pareciera poco relevante pero con esto solo podía pensar que la vida de su amigo, ¿Sería correcto llamarlo amigo tan pronto?, no había sido fácil, tal vez incluso con padres estrictos que esperaban mucho de él y ni siquiera le daban tiempo para crecer como un niño normal, eso ciertamente explicaría la naturaleza del comentario e incluso su personalidad cerrada.

Fuera lo que fuera no sería bueno pensar en eso por su cuenta sin tener toda la información necesaria para especular al respecto, solo podía esperar a que Nott decidiera si era de confianza o no para contarle de sus problemas familiares, si es que los tenía y no estaba haciendo un pésimo trabajo como detective.

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En otra parte, más específicamente en la entrada de la sala común de Slytherin, se encontraba Akashi Seijuurou sumido en sus pensamientos pero estaba dispuesto a resolverlos en la comodidad de su habitación.

-Verde y plata.

Una vez dijo la contraseña a la estatua de Salazar Slytherin esta se hizo a un lado, permitiéndole el paso, ya adentro se encontró con Himuro conversando amenamente  con Blaise Zabini, esta visión no era muy rara puesto que el de piel morena siempre ha sido más amistoso que su amigo, aunque ese es otro tema.

Himuro le hizo un gesto para que se sentara a hablar con ellos, con gusto terminó cambiando sus planes. Los, ahora, tres slytherins se situaron a conversar un poco sobre temas al azar, curiosamente terminaron llegando a ese que había estado atormentando a Akashi.

-Todavía tenemos este problema de no tener un guardián en el equipo- expresó Himuro colocándose una mano en la boca pensativo.

-Les advertimos que nadie se iba a presentar pero no quisieron escucharnos-los japoneses no le prestaron atención, no querían escuchar otro sermón de Zabini.

-Precisamente estaba pensando en ese tema…- admitió Akashi reclinándose un poco en el sofá de cuero negro.

-Oh, ¿Entonces tienes algún plan?- cuestionó Himuro pasando a verlo.

-¿Crees que tengo que ser siempre el que hace los planes?

El moreno comenzó a balbucear atropelladamente, Akashi se rió restándole importancia al asunto.

-Tranquilo Tatsuya, solo bromeo. A decir verdad estoy pensando en uno en estos momentos- de repente pasó a mirar al de piel morena que estado al lado de Himuro- Blaise, ¿Hay alguna posibilidad  de no haberle preguntado a todos los slytherins si querían unirse al equipo?

Este soltó un largo suspiro- Después del fiasco de las pruebas, estoy bastante seguro de haber hecho el ridículo con toda la casa al preguntarles individualmente si querían unirse al equipo.

-Pues hoy vi a Chihiro entrenando con alguien de nuestra casa y estoy bastante seguro que es alguien a quien no hemos preguntado- rebatió el pelirrojo mirándolo con una ceja alzada.

-¿En serio?, ¿Sabes quién es?- cuestionó el de Yosen interesado.

Akashi negó.

-Que pena, si no sabemos quien es nuestro misterioso jugador no podremos reclutarlo y no podemos jugar quidditch si el equipo no esta completo- expresó Blaise con fingida muy fingida decepción.

-Eso no es problema, como dije lo vi hablando y entrenando con Chihiro, estoy seguro de que puede proporcionarme el nombre de esa persona. Si todavía esta molesto conmigo entonces puedo enviar a Kotarou a preguntarle- dijo Akashi el que todo lo resuelve Seijuurou.

Tatsuya mostró una sonrisa divertida- Seguro que no le dirá que no- y no es Kotarou y el de cabellos grises fueran tan amigos, pero este si sabía como exasperar a la gente, hasta alguien como Mayuzumi se rendiría al tratar de retener información del rubio.

En ese momento se abrió el retrato de Salazar Slytherin para revelar a un chico de tez blanca, cabellos y ojos negros, además de una expresión indescifrable. Caminó con paso rápido y no se detuvo a mirarlos y mucho menos a saludarlos, aunque la mayoría hacía eso.

De repente los ojos de Akashi se abrieron en la realización- Es él.

-¿El chico que acaba de pasar?- cuestionó Himuro, el pelirrojo asintió.

-Esperen un momento- los japoneses dirigieran su atención al de piel morena- No puede ser él a quien viste.

El emperador alzó una ceja- ¿Por qué crees eso?

-Porque estamos hablando de Theodore Nott y no es de los que va y se junta con alguien- dijo, como si eso fuera suficiente explicación.

Himuro se giró a cuestionarlo- ¿Le preguntaste?

-No porque sé que se negará- respondió Blaise de brazos cruzados.

-Supongo que tendré que hablar yo con él- comentó el pelirrojo, de todos modos, ya se había hecho la idea.

Blaise negó algo exasperado- Akashi, en verdad que no te lo recomiendo, a él si no lo podrás convencer. Draco y yo lo hemos intentado todos estos años.

-Para haber insistido tanto es porque debe ser realmente bueno- opinó Tatsuya.

-Lo es, pero por algo nunca ha aceptado- por un momento bajo la mirada junto con su voz- Mucho menos ahora.

Akashi se quedó pensativo por un momento al mirar la expresión ensombrecida del moreno, no podía decir a ciencia cierta la naturaleza de tal comentario, pues conocía algo la situación más no al susodicho, pero se encargaría eventualmente de hablar con él, no había manera en la que se rendiría en conseguir lo que quiere, una de las tantas doctrinas que le había enseñado su padre y que ahora agradecía más que nada.

 Ya habría un momento para conversar con Theodore Nott de unirse al equipo.  Al fin y al cabo, esto le beneficiaria más a él que a Akashi mismo.

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Llegó martes al mediodía y las clases ya habían terminado, eso para mayor alivio de sus alumnos. Los recientes leones dejaron sus útiles en las habitaciones y se dirigieron al campo de quidditch ya que se celebrarían las pruebas para los puestos de equipo de su casa.  

Sus compañeros, Potter y Weasley habían sido muy claros en que no iban a tener favoritos en el equipo, por lo tanto tendrían que mostrar un óptimo desempeño si querían quedar en el equipo. No era problema para ellos, habían practicado mucho en estos tres meses, hoy se vería de lo que son capaces y eso les emocionaba.

Iban charlando animadamente hasta llegar a su destino. Se sentaron en las gradas mientras observaban como iban llegando cada vez más personas, no solo de gryffindor, sino también de las otras casas, incluyendo algunos de sus amigos que habían venido a apoyarlos.

Se encontraron conversando en diferentes grupos mientras esperaban.

-Chicos, ¿No están nerviosos?- cuestionó Furihata en un lio tembloroso mirando a sus amigos.

Kuroko negó mientras Hyuuga tomaba la palabra por el resto- ¿Por qué íbamos a estar nerviosos?, practicamos mucho, estoy seguro de que quedaremos en el equipo.

Kagami asintió enérgicamente a las palabras de su senpai- Furi cálmate, pareces mas preocupado y somos nosotros los que competimos ahora.

 Furihata no podía evitar el preocuparse por todo, estaba en su naturaleza, pero por sobretodo se preocupaba por las personas cercanas a él, esperaba que enserio quedaran en el equipo de gryffindor.

Escucharon una voz femenina llamarlos a lo lejos, cuando voltearon notaron que no se trataba de otra que Momoi,  quien iba junto a Aida y a una chica que no conocían de  baja estatura y de largo cabello rubio platinado.

-¡Hola chicos!, ¿Listos para las pruebas?- cuestionó con una sonrisa confiada sabiendo bien que los recientes leones tenían, como dirían, esta prueba en la bolsa.

-Mas que listos impacientes- admitió Miyaji mirando como la gente seguía llegando, muchos ocupando las gradas y otros dispersos por el campo con sus respectivos grupos de amigos, de alguna manera todos parecían muy unidos.

-Supongo que no empezaran hasta que aparezca el capitán y el sub capitán- dio su opinión Hyuuga, algunos se cercioraron y enseguida notaron que faltaban esas dos personas, Harry Potter y Ron Weasley no se veían por ninguna parte del campo de quidditch.

Kasamatsu se cruzó de brazos con el ceño fruncido murmurando frases como“Que irresponsabilidad” “deberían de ser los primeros en estar aquí” “¿Así se hacen llamar capitanes?” Sonando casi como si estuviera haciendo maleficios en voz baja mientras Kise intentaba calmarlo como podía.

-No deberían de tardar en llegar- habló con voz baja y melodiosa, casi soñadora, la chica que todavía les era desconocida, ya de cerca podían decir que pertenecía a Ravenclaw, es por eso que Momoi y Aida la conocían.

Antes de que alguien mas pudiera hablar Aida salió a presentar a la chica misteriosa- Chicos, ella es Luna, Luna Lovegood, nuestra compañera de casa y de cuarto.

Ella asintió, dedicándoles una pequeña sonrisa- Es un gusto conocerlos finalmente, Satsuki y Riko me han hablado mucho de ustedes. Ellos se sorprendieron al oír que las llamaba por el primer nombre, incluso aquí han observado que los demás estudiantes se suelen tratar por el apellido cuando no se tienen la confianza suficiente e incluso con años de conocerse, por lo que han escuchado.

Después de una ronda de presentaciones, las chicas se sentaron en las gradas mientras siguieron su conversación de que cómo serían las pruebas, incluyendo a Luna, hasta conversaron con ella sobre las criaturas mágicas que asegura que existen.

 Siguieron conversando amenamente, hasta que las dos personas importantes decidieron aparecer junto a Hermione, quien después de intercambiar unas palabras con sus mejores amigos se fue a sentar en la parte baja de una de las gradas.

Pronto el capitán Potter hizo con su varita un simple hechizo Sonorus  para ser escuchado en todo el campo- Todos los gryffindors que quieran participar en las pruebas hagan el favor de acercarse. Y con eso deshizo el hechizo.

Los recientes gryffindors se levantaron de sus asientos ya ansiosos por empezar, una lluvia de “éxitos” “buena suerte” y “ustedes pueden”, les llovió encima, eso ayudó a motivarlos más si se quiere.

-Oigan, ¿Dónde están Izuki y Teppie?- cuestionó Hyuuga extrañado rompiendo el estado de ánimo.

-Izuki  lo encontramos en la sala común y dijo que tenía que ir a colocar unos libros en la biblioteca e insistió en que no lo esperáramos- respondió Riko.

-A nosotros nos dijo Kiyoshi que iba algo que hacer en la sala común pero que no tardaría mucho- dijo Takao colocando los brazos atrás de su cabeza para mayor comodidad, sus compañeros asintieron en respuesta.

-No deben de tardar, normalmente son muy puntuales- dijo Kagami haciendo que Hyuuga le diera la razón.

-Si, tienes razón. Vamos entonces- con eso se dirigieron al centro del campo.

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En la parte más oscura y oculta a la vista indiscreta de la biblioteca, se encontraba una pareja de chicos besándose acaloradamente como si no hubiera un mañana. Si agudizabas el oído podías escuchar salir de esa esquina suspiros, jadeos, sonido de labios y dientes chocando, además de algún que otro nombre pronunciado de forma errática y entrecortada.

-T-Teppie tenemos que ir a las pruebas, ¿Lo olvidas?- el castaño detuvo un momento su sección de besos, acariciando la mejilla de su novio con su nariz para respirar su dulce aroma.

-Lo sé... pero hace tanto tiempo que no estamos así de solos que me es difícil controlarme y no encerrarte en mi habitación por horas- Izuki se sonrojó de un profundo rojo vivo, al más alto no le importaba decir cosas como esas en cualquier momento que, generalmente, estuvieran solos. No conocía algo como la vergüenza.

-Solo han pasado unas semanas…

El más alto se acercó a darle otro beso, esta vez en la comisura del labio- Pero parecen años.

El portador del ojo de águila rodó los ojos, además de no tener vergüenza no podía olvidar lo empalagoso que era.

Kiyoshi se acercó una vez más- Anda, solo un minuto más- pidió con esos ojos marrones de cachorro abandonado que sabía bien que afectaba a Izuki.

-Ya vamos retrasados, los demás van a preguntar….

-Podemos correr y cuando lleguemos les decimos que nos encontramos por uno de los pasillos para explicar porque llegamos juntos- el más bajo apartó la mirada de su novio inseguro, pero no se apartó del envolvente abrazo que lo mantenía atrapado entre uno de los estantes y el pecho del castaño. También quería poder quedarse todo el tiempo con él.

 Kiyoshi tomó esto como una invitación para continuar con lo que estaban. Izuki sintió como el castaño con una sonrisa traviesa lo recostaba aún mas del estante colocando sus manos por los costados de su cintura para darle un suave apretón, eran manos diferentes de las de él, grandes, cálidas y fuertes que lo envolvían por completo y lo hacían sentirse bien, protegido y sobretodo amado como nunca antes.

No se detuvo allí, claro que no, estábamos hablando del pasional Kiyoshi Teppie después de todo, no solo era así en la cancha sino también dando afecto a la persona que ama.

Comenzó a besarlo con más esmero que antes, recorriendo toda la cavidad bucal de Izuki, provocándole cosquillas y gemidos involuntarios, sus lenguas se encontraron nuevamente en aquella danza que ya se sabían de memoria y de la cual nunca se cansarían.

El beso del castaño lo hacía sentir en las nubes, se agarró de la túnica de este para sentir algo de estabilidad, dirigirse al campo de quidditch era lo último en su mente. Desgraciadamente sus pulmones no aguantaron mas la falta de oxígeno, sin más remedio tuvieron que separar sus labios para recuperar el aliento.

Cuando Teppie iba a trasladar sus besos hacia el cuello sensible del de cabellos negros este lo paró en seco, colocando una mano en su boca.

-Ya pasó el minuto.

Kiyoshi hizo una mueca- huh ¿Estás seguro? ¿Todavía no quedan unos segundos más?- Izuki negó medio divertido ante las protestas del mas alto- Malvado, esta bien, vamos.

Salieron de su escondite improvisado, solo había unos dos alumnos mas la bibliotecaria y cada uno se encontraba concentrado en lo que hacían como para prestarles atención, un alivio para el par.

Han sido novios desde hace aproximadamente un año, aunque no era algo que lo manifestaran en público, nadie sabía de ellos y estaba bien, no fue porque tuvieran algún problema con sus padres sino mas bien con su mejor amigo Hyuuga Junpei, en retrospectiva pueden decir que el de lentes siempre a tenido un pensamiento algo machista y tradicional sobre las relaciones, ambos temían que si le contaban sobre su relación este iba a dejar de ser su amigo.

Pero tampoco querían separarse, se querían muchísimo pero también querían a su amigo y no podían soportar perderlo, así que esta fue la solución a la que llegaron, tener una relación en secreto, si nadie de sus amigos y compañeros en esta aventura mágica se enteraban era mucho mas fácil ocultar el secreto de su relación.

Cuando llegaron hace tres meses habían podido escabullirse de la vista de sus amigos sin levantar sospechas y parecer los típicos mejores amigos que se llevan tan bien que no pueden estar separados y poder así tener sus momentos de intimidad como pareja, pero desde que fueron seleccionados sus tiempos de calidad habían disminuido bastante, como consecuencia aprovechaban todas las oportunidades que podían para satisfacer sus deseos de saciarse del otro, aunque tuvieran solo unos míseros cinco minutos al día.

 Sin embargo, en el fondo de sus mentes sabían bien que este secreto no podía ser guardado por siempre, tarde o temprano la verdad saldría a la luz y a saber la reacción que tendría Hyuuga, pero por ahora no les importaba seguir como estaban, claro que desearían poder pasar más tiempos solos pero por ahora estaban bien.

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-¡Vamos hombre! ¡Déjame ir!- exclamó un rubio de ojos verdes brillantes, a todo pulmón, sin importarle hacer una escena en un lugar público.

-¡No! ¡Te vas a escapar para ir a ver las pruebas de Gryffindor!- contestó un muchacho de piel morena y cabellos azules, agarrando al más bajo de la túnica mientras lo intentaba jalar de vuelta al castillo, pero vaya que el chiquillo tenía fuerza.

Kotarou hizo un puchero y voz lastimera, esperando ablandar al más alto-Pero es que quiero ver a Miyaji-san.

-Sabes bien que no puedes- dijo Aomine exasperado, ¿Cuánto tiempo llevaba allí tratando de contener al hiperactivo rubio? Estaba seguro que solo han sido unos minutos pero a él le parecen haber sido horas.  Ahora entendía porque Akashi le pidió, más bien ordenó, vigilar al más corto de estatura a esta precisa hora, bastardo, como si no tuviera cosas que hacer.

-¿Pero por qué no podemos ir a apoyar a nuestros amigos?- Aomine tuvo que morderse la lengua para no decirle la cruel verdad a Hayama de que su querido “Miyaji-san”  no lo considera su amigo, ni siquiera alguien remotamente cercano, mas bien Hayama sería algo así como el chico fanboy obsesivo que me intenta seguir a todos lados a su ídolo y que este intercambie aunque sean dos palabras con él por día; sin sospechar los pensamientos del más alto, Hayama siguió hablando enérgicamente, casi gritando, su forma de dar a entender de que hablaba enserio- Sé que tu también quieres ir, apoyar a Kuroko que es tu amigo, y de Kagami o lo que sean, entonces ¡¿Por no podemos si quiera acercarnos?!

El más alto se rascó la nuca, a decir verdad esa… era una buena pregunta de Hayama para variar, ¿Por qué no podían ir?, se supone que si se tratan de solo las pruebas cualquiera de otras casas podían ir a ver, sabía que Satsuki, Kise y los demás amigos de los del Seirin irían a ver las pruebas, ¿Por qué ellos no podían?, si, de hecho sabía porqué y también  Hayama, es por el rechazo que todas las casas tenían con la suya, ya por los pasillos le han lanzado algunos insultos y miradas llenas de desprecio, incluso una vez trataron de lanzarle a Himuro un maleficio cuando estaba distraído, solo que Akashi lo había bloqueado a tiempo.  La pregunta era ¿Por qué les despreciaban si no los conocían?, no lo sabían y como a los demás a él le estaba comenzando a afectar, claro que quisiera ir a apoyar a Tetsu y burlarse de Kagami pero no podía hacerlo.

-No sé, pero estoy seguro de que no nos traería nada bueno y lo que menos quiero es que Akashi me regañe, ¿Tú tampoco lo quieres verdad?- Hayama solo miró hacia abajo en un punto indefinido, su silencio era suficiente para responder a esa pregunta.

Comenzaron a caminar de vuelta al castillo, Aomine mas atrás manteniendo un ojo en el más bajo, nunca se sabe si cambia de opinión y tenga que salir corriendo para agarrarlo y arrastrarlo al castillo, de nuevo.

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Mientras tanto, en el campo Harry Potter parecía explicar algo a los leones aspirantes al puesto de cazadores, en las gradas se encontraban sus amigos charlando, haciendo tiempo de que empezaran de una vez las pruebas, cuando uno de ellos, el poseedor del ojo de halcón, llamó la atención de todos.

-Oigan, allí vienen Kiyoshi e Izuki.

Todos voltearon a mirar al punto y reconocieron las figuras de Izuki y el alto de Kiyoshi. Nadie hizo un drama por su retraso, claro excepto Riko, pero ella siempre era así, no es novedad que fuera la única que preguntara qué los había demorado.

-¿Dónde estaban ustedes metidos?- todos los miraban expectantes, no tanto porque estaban interesados sino porque las pruebas todavía no comenzaban.

-Estábamos en la biblioteca, me encontré con Izuki allí y se nos ha ido el tiempo, lo siento- dijo el castaño de lo más calmado en el mundo, Riko solo colocó los ojos en blanco.

-Llegan justo a tiempo antes de que empiecen las pruebas, menos mal que todavía Hyuuga no ha empezado- comentó la castaña mientras que su compañera de cabellos rosados le lanzaba una mirada cómplice, esta se percató de lo que trataba de implicar y apartó la mirada sonrojada.

Mientras tanto, los recién llegados tomaban asiento en las gradas, en el centro del campo ya se alistaban para competir los prospectos a cazadores.

 La prueba consistía en jugar un partido con el capitán, Harry Potter, quien los iba a ir pasando de dos en dos, el sub-capitán se encargaba de custodiar los aros, justo como su puesto de guardián lo indicaba.

Potter pasó unos buenos veinte minutos evaluando a dos gryffindors de tercero que si bien eran rápidos en sus pases se le notaba mucha falta de experiencia, en juegos de grupos como el quidditch el trabajo en equipo es importante, más para el puesto que están compitiendo.

Descartándolos llamó al siguiente dúo- Taiga Kagami y Tetsuya Kuroko.

El pelirrojo se levantó el suelo arenoso al cual los hicieron esperar a ser llamados, instó a su sombra a hacer lo mismo. Ya cuando estuvieron con Harry intercambiaron algunas palabras de este explicando qué quería evaluarles y demás. Asintieron, ya listos para volar, dieron una patada perfectamente sincronizada y se abrieron paso al hermoso cielo azul.

El mini-juego dio comienzo cuando la quaffle estuvo en movimiento, así el de lentes se las pasó para evaluar como era su modo de juego.

Los dos japoneses comenzaron a lanzarse pases hasta llegar a los aros que custodiaba Ron, pronto dejaron al elegido y a todos en el campo con la mandíbula desencajada de la impresión. Para empezar, su sincronización era algo sin precedentes, totalmente fuera de este mundo, además estaba el hecho de que al principio solo parecía que Kagami era el que se encargaba de hacer las anotaciones, pero después todos pudieron notar como el de cabellos celestes también anotaba, incluso en los aros que esta Ron protegiendo, de cerca parecía que la quaffle atravesaba sus dedos aunque eso era imposible.

Weasley ni siquiera podía seguirlos con la mirada, solo Kagami era el punto que veía, y aún así este volaba en su escoba a una velocidad casi demencial, pero al que no podía ver por más que lo buscara era a Kuroko, era como si desapareciera y volviera aparecer a su antojo.

Pasaron quince minutos y Ron ya podía decir que se encontraba exhausto, era increíble lo bien que jugaban, sobre todo el más pequeño, debe admitir que lo había subestimado,  para su fortuna Harry se apiadó de el y terminó la prueba del dúo de Seirin. Mientras tanto, sus amigos comentaban en las gradas.

-¡Sabía que lo lograrían!- aplaudió la chica de cabellos rosados, sonriéndole al grupo.

-Hablas como si ya hubiesen sido elegidos- dijo Aida mirándola con una ceja alzada.

-Con tal potencial dudo mucho que Harry y Ron no los escojan para ser los próximos cazadores-dijo Luna, se tomó una pausa para continuar- Así que es casi seguro pensar que serán elegidos- Momoi asintió repetidamente a sus palabras como si fueran una verdad absoluta, diciéndole a la castaña con la mirada “¿Ves? Te lo dije”

-Momoicchi- llamó Kise desde dos asientos atrás a la mánager, esta dejó su juego infantil de lanzarle miradas a Riko y se giró para prestarle atención al rubio- ¿Aominecchi no va a venir?

Ella soltó un suspiro desde el fondo de sus pulmones y bajó la cabeza con una mirada de abatimiento- Le pregunté esta mañana y dijo que no vendría, según él, Akashi le mandó a encargarse de algo.

Takao, quien estaba al lado del rubio, se rió como si hubiera escuchado un buen chiste- Que excusa tan mala.

Aunque Momoi no estaba muy segura si solo había sido, en palabras del de cabellos azabaches, “una excusa mala” o era algo enserio.

Todos volvieron su atención al frente cuando el capitán Potter llamó a otro par de estudiantes a presentarse, pudieron notar que uno de ellos fue Hyuuga.

Al de lentes se le vio con una pose confiada, altiva y por sobretodo bastante relajado para ser él; el elegido lo mandó a volar para empezar su prueba, hizo lo indicado manteniendo una expresión neutra, ya después se preparó para llevar las quaffles al los aros que custodiaba Ron.

Era bueno, muy bueno, no necesitaba estar a menos de tres metros de los aros para poder anotar, Harry no sabía que eso era posible hasta el día de hoy, le pareció curioso porque el japonés anotaba como si fuera un balón de baloncesto y el aro era una canasta. No era completamente ignorante del deporte, su primo Dudley  a veces lo veía en la televisión y él solo miraba furtivamente antes de que lo regañaran por no estar haciendo las tareas domésticas que siempre le tocaba.

 No sabía a ciencia cierta si lo hacía por el baloncesto pero esa era la impresión que tuvo al mirarlo.

Quince minutos fue lo que duró su prueba, unos cinco de debate de los capitanes para decidir que los japoneses que quedaban con los puestos de los cazadores. Los aludidos fueron recibidos en las gradas por felicitaciones y abrazos de sus amigos, el resto aplaudió estando de acuerdo con la decisión de los capitanes, después de todo habían visto sus actuaciones y eran verdaderamente impresionantes.

Ahora seguía las pruebas de los golpeadores, puestos que se habían postulado Kasamatsu y Miyaji.

Fueron hasta donde se encontraba el capitán con paso firme y seguro, un estilo propio de ellos, siempre de pie frente a los desafíos que se le pongan, sin mostrar miedo y ninguna clase de inseguridad.

Kise estaba embelesado con la vista, siempre había admirado a su capitán, no sabía  cuando o cómo esos sentimientos se habían llegado a transformar en algo más, tal vez fue en el partido contra Tougo, cuando Kasamatsu fue la única persona que le tendió la mano, no solo ayudándolo a levantarse, también levantándole la moral cuando él mismo se sentía miserable por haber perdido; tal vez fue después, cuando lo apoyó en su encuentro con Haizaki, cuando seguía pasándole el balón por más que fallaba, o tal vez fue cuando se preocupó por su lesión y lo llegó a consolar una segunda vez cuando la derrota fue demasiado abrumadora, no lo sabía con certeza pero poco importaba ahora.

Eso no cambiaba que estuviera irremediablemente enamorado de Kasamatsu Yukio, pero eso estaba bien, podía conformarse con solo ser amigos porque… no había forma de que el más bajo le devolviera los sentimientos, eso era impensable y un pensamiento muy ingenuo, aunque era cruel prefería mil veces la verdad cruda, no lo iba a amar y eso estaba bien para él.

Igual su amistad y apoyo eran más que suficientes, eran irremplazables para él, no iba a perderlo por que no podía tragarse sus sentimientos, no llevaría a ninguna parte e iba a ser las cosas incómodas, de nuevo, estaba bien así… porque lo estaba.

Estaba bien tragarse sus sentimientos y seguir adelante…

¿Verdad?

 Mientras tanto la prueba se llevaba a cabo. Los golpeadores en si no tenían que hacer mucho, solo, valga la redundancia, golpear las bludgers con sus bates y tratar de repelerlas para que se dirigieran hacia el equipo contrario.  

Todos pudieron notar que Kasamatsu y Miyaji eran bastantes buenos en ello, lo suficiente fuertes en los brazos para enviar la bludger a volar casi fuera del campo de quidditch. También eran bastantes buenos en el manejo de la escoba, Harry estaba impresionado, este día ha estado lleno de sorpresas, no esperaba que los estudiantes de intercambio fueran casi prodigios en el quidditch, podrían venir buenas cosas con eso.

Terminó de ver las demás pruebas para golpeadores, no hubo mucho que destacara si era completamente sincero, incluso una chica de cuarto mandó una bludger por accidente a las gradas, milagrosamente no lastimó a nadie pero si le comentó que ser golpeadora tal vez no era lo suyo.

Ya cuando terminó de evaluar fue a hablar con Ron al respecto. Ambos no estuvieron debatiendo mucho tiempo, ya sabían a quienes iban a escoger para los puestos, incluso la reunión no era necesaria pero tenían que verse como si se estuvieran poniendo de acuerdo.  

Ya pasado unos minutos en eso se acercaron al centro y Harry utilizó su varita una vez más para hacer el hechizo Sonorus y que todos en el campo lo escucharan.

-Ya hemos decidido quienes tendrán los puestos de golpeadores en el equipo- todos los presentes lo miraron atentamente- Yukio Kasamatsu y Kiyoshi Miyaji, felicidades.

Todos aplaudieron respetuosamente a los nuevos miembros, después de todo se lo habían ganado. Pronto la gente comenzó a abandonar el campo de forma colectiva, quedándose así los japoneses con Luna Lovegood y el trío dorado. Hermione avanzó hasta donde estaban sus amigos y en un acuerdo silencioso decidieron ir a acercarse a las gradas donde charlaban felizmente los japoneses.

Luna fue la primera en percatarse de su presencia- Hermione, Harry, Ron, hola, ¿Vienen a presentarse?

La rubia, siempre tan perceptiva, ya podía sentir sus intenciones de antemano, avergonzados asintieron con la cabeza, muy amablemente Luna los ayudó a presentarse al resto de los japoneses que quedaron en las otras casas, hufflepuff y ravenclaw respectivamente.

El primero que se presentó fue un hufflepuff, el chico era el más alto del grupo con un aspecto algo fornido y de expresión agradable, ignorando sus propias costumbres fue a saludar al trío estrechándoles de la mano amistosamente, lo conocieron por Kiyoshi Teppei. A Harry le pareció una persona bastante agradable, daba la pinta de que era una de estas personas que no se molestaban con facilidad y eran muy pacientes.

El segundo en presentarse fue Kise Ryouta, un chico rubio de unos impresionantes ojos dorados y un piercing en la oreja izquierda, le daba un pequeño toque de chico malo pero por la sonrisa que cargaba y su amabilidad con ellos era todo menos eso.

El de lentes recuerda la vez que llegaron al Gran comedor y las chicas de todas de las casas no podían dejar de apreciar al muchacho de cabellos rubios casi con adoración, se preguntó por un momento cómo era ser admirado por tu belleza, desechó ese pensamiento tan rápido como llegó, prácticamente a él le sucedía lo mismo, solo que en vez de ser por su belleza era admirado, idolatrado se atrevía a decir, por vencer al mago oscuro más temible de toda la historia.  

 Un chico azabache y de ojos grises que lo reconocería bien donde fuera, pues Ron no dejaba de quejarse de él y cada vez que podía le lanzaba miradas de odio, justo como en ese momento aunque el chico en cuestión no pareció darse cuenta o lo ignoró olímpicamente. ¿Su nombre? Takao Kazunari.

Le siguió una chica de cabellos castaños cortos y de grandes ojos marrones, se presentó como Aida Riko, ella en cambio fue más directa y firme que los chicos, aunque no menos amable por eso. A Harry le recordó un poco a Hermione y decidió que es mejor estar bien con esta chica, tenia la impresión que en cualquier momento lo comenzaría a regañar.

El siguiente fue un chico de cabellos negros y ojos negros, justo como Takao, izuki Shun, si no hubiera dicho su apellido hubiera pensado que era hermano del primero sin pensarlo mucho. Aunque eran parecidos podía notar que este chico era mucho más tranquilo y poseía el suficiente sentido del humor para venir a hacerles un horrible juego de palabras que a la final ni entendieron.

Uno de los que quedaban era un chico un poco bajo, pero no mas que Kuroko y de cabellos y ojos castaños, se presentó en un tartamudeo nervioso, pudieron llegar a entender su nombre, Furihata Kouki.

Por último se presentó la chica que faltaba, Harry tenía que admitir que era linda, de largos cabellos rosados y unos curiosos ojos rojos, Momoi Satsuki era su nombre, los saludó con simpatía a pesar de la presentación fría pero cortés de su mejor amiga. Al principio Harry no entendía la actitud de Hermione, luego de ver a Ron prácticamente babeando por la chica de cabellos rosados fue que pudo entenderlo.

Suspiró con cansancio, ya se podía ir preparando para hacer de lechuza mensajera de esos dos cuando la inminente discusión llegara por los celos de Hermione y la inmadurez de Ron para todo lo sean sentimientos.

Mientras tanto sería mejor hacerse el desentendido y tratar de evadir el tema, así para cuando llegara la furia de ambos no salpicaría en él que solo es un desafortunado espectador. ¿Por qué tenían que terminar en primer lugar?, nunca lo entendió ni lo entendería si era obvio que se gustaban, ahora mismo no tanto pero estaba seguro de que así era. Aunque él no tenía derecho de juzgar, sus escasas relaciones románticas nunca han sido las más fáciles, casi siempre es a causa de las propias circunstancias. El precio de ser el elegido, suponía.

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 Comer la increíble comida que siempre preparaban los elfos domésticos era toda una delicia, muy difícil no querer repetir o atiborrarse de comida hasta el punto de no poder comer un bocado más; era duro para Momoi mantenerse en línea si le ponían la más deliciosa comida que haya probado en su vida justo en toda la cara, como una dulce tentación. Para su buena fortuna siempre podía contar con su amiga de copa A al lado para que dejara de comer en exceso y así no terminara con kilos de más que no quería tener.

Sin embargo ya iban por el postre, un delicioso pastel de chocolate, como desearía que él estuviera aquí sentado a su lado para poder disfrutarlo juntos; la cuestión es que ya iba por el segundo y Riko no le ha detenido, ni le ha dicho nada para que dejara de comer, solo se ha quedado detenida viendo a la mesa de Gryffindor, específicamente a cierto chico de lentes, claro, trataba de disimular pero ante sus ojos analíticos perfectamente entrenados era más que evidente.

Sería todo mas fácil si solo dejara la vergüenza a un lado y fuera a confesarse a Hyuuga  de una vez.

Un ruido la distrajo de sus pensamientos, era la directora Mcgonagall tocando una copa con una cuchara para que todos los estudiantes, entretenidos en sus charlas con sus amigos y compañeros de casa o comiendo como ella le prestaran un momento de su atención.

-Antes de dar por finalizada la cena me gustaría darles una noticia a todos- los estudiantes se miraron con duda e intriga, ¿Qué sería aquella noticia? Lo sabrían en breve- He hablado con los demás profesores y hemos decidido hacer un banquete especial por Halloween en donde podrán convivir más entre ustedes, algo así como una fiesta pero no se les pedirá ir en etiqueta ni ir en parejas, eso es todo.

La noticia fue recibida con entusiasmo y alegría por parte de los estudiantes, ¿Más postres y comidas deliciosas a probar? Definitivamente no podía faltar. Se giró un momento a ver a Aida, todavía seguía comiendo su comida sin prestar mucha atención a su alrededor, a penas si escuchó a la directora anunciar el banquete.

Momoi frunció el ceño, no le gustaba verla así, probablemente no haría nada por si sola y es probable que Hyuuga tampoco, ni modo, tenía que intervenir, tal vez le pediría ayuda a Kuroko, el banquete se ofrecía como una buena oportunidad para que esos dos dejen la vergüenza de lado y se confesaran.

Decidido, haría eso. Por el bien de esos dos.

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Ya jueves al mediodía y la campana había sonado, él fue de los primeros en salir, era la última clase por ese día, todo normal hasta allí, lo que no era normal es que en el aula sintiera esa sensación de sentirse vigilado a la que desafortunadamente se estaba llegando a acostumbrar.

En toda esta semana Theodore Nott se ha llevado sintiéndose vigilado, eso era algo extraño.

No recuerda haber hecho nada para llamar la atención de nadie así, quizás lo único fue practicar al quidditch con Mayuzumi pero se había asegurado de ir en una hora que el campo no fuera visitado…

Tal vez ese había sido su error y ahora estaba pagando las consecuencias de ello, no podía dejar de preguntarse quién podría vigilarlo de esa manera, es decir, sabía que es bueno en quidditch y tal vez este personaje misterio lo vio jugar, pero de allí a tenerlo vigilado toda una semana era un paso mucho más grande. Quien fuera tal vez tendría algo en su contra y estaba esperando el momento en que bajara la guardia; podía ser alguien que quería venganza por las acciones de su padre en la guerra, después de todo, se había llevado a unos cuantos al otro mundo antes de que lo apresaran y mandaran derecho a Azkaban … o simplemente quería conseguir algo de él.

Por supuesto que la segunda opción era muy improbable. Aunque todavía seguía siendo eso, una opción.

Cada vez que intentaba atrapar en infraganti a esa persona la sensación de sentirse vigilado desaparecía por completo al igual que su oportunidad para descubrirlo. Era frustrante.

La verdad es que no veía mucha utilidad hacer eso, incluso llegó a considerar preguntarle a Draco y Blaise si también se han sentido así, pero tenía la impresión, y no es que tuviera alguna base para afirmarlo, de que solo le pasaba a él.

Iba caminando por los pasillos, se llegó a cruzar con algunos alumnos de otras casas pero estos no le llegaron a prestar atención.

Justo como debería ser.

Ya en una de las salidas del castillo se quedó allí parado por un rato, se supone que el almuerzo comenzaba en unos veinte minutos pero no tenía ninguna gana de ir, ni siquiera tenía hambre, además, no quería volver a sentirse vigilado.

Sintió como la brisa revolvió sus cabellos negros como la noche, una sensación de paz le envolvió, diferente a la que podía sentir en su propia casa, sin duda alguna.  

En este solitario pasillo del tercer piso y casi en la hora del almuerzo, nadie solía pasar, por eso mismo le sorprendió escuchar pasos y una voz dirigirse a él.

-Theodore Nott ¿Verdad?- volteó a verlo, un chico pelirrojo y ojos del mismo extraño color y rasgos claramente japoneses, uno de los alumnos de intercambio entonces, ¿Qué querrá de él? Por lo que parecía no estaba preguntándole si era la persona a la que estaba buscando, más bien sabía que era él la persona que había estado buscando y solo le preguntó por cortesía.

De todos modos, asintió a la pregunta/afirmación del otro.

-Quiero hablar contigo, permíteme presentarme, soy Akashi Seijuurou- oh, así que este es el chico Akashi del que tanto Mayuzumi se quejó aquella tarde, vaya, que vueltas daba el destino, ahora el susodicho estaba parado frente a él para hablar de alguna cosa, bueno, no podía negar que tenía curiosidad, lo dejó continuar- Supe que no te han invitado a unirte al equipo de quidditch, así que quería extenderte yo mismo la invitación.

Ah, con que se trataba de eso.

-No gracias, no estoy interesado- dijo directamente, sin demorar más las cosas, era mejor ser claro desde el principio, así mas rápido lo dejaba en paz. El de cabellos azabaches dio media vuelta, dispuesto a irse por donde vino pero la voz del estudiante de intercambio lo detuvo.

-¿Eso es así?

La simple pregunta lo hizo detenerse y voltear a ver al pelirrojo confundido, tal vez estaba cayendo en su juego o no pero no iba a quedarse con la duda-¿Por qué no habría de estarlo? 

Akashi se tomó unos segundos para responder-Te vi jugando al quidditch con Chihiro hace una semana-dijo inicialmente como si eso fuera una respuesta a sus dudas- Parecías satisfecho e incluso e atrevería a decir feliz y eres bueno sabes.

-No veo como puedas afirmar saber eso con solo haberme visto- tomó una pausa para continuar- Además, no sabes nada de mí. 

El pelirrojo se rió un poco, pero lo suficiente para comenzar a irritarlo, ¿Qué era tan divertido? - También he de confesar que te he estado observando toda esta semana.

¿Así que era Akashi el personaje misterioso que lo ha estado vigilando? Misterio resuelto.

-Todavía no estoy entendiendo tu punto- dijo el azabache genuinamente confundido.

-Como dije, parecía que enserio disfrutabas de jugar al quidditch,  quiero darte la oportunidad de hacerlo de verdad- comentó casualmente el de ojos rubí, como si eso fuera a resolver sus problemas o algo así de loco, el quidditch es la peor decisión que podría tomar.

-Prefiero pasar de esa "oportunidad"-dijo Nott, lo último de manera sarcástica más que dispuesto a terminar con la absurda conversación. 

-¿Es enserio o solo te estás mintiendo a ti mismo?- se detuvo nuevamente, miró al pelirrojo, quien llevaba una expresión de satisfacción que tenía el descaro de mostrar, mientras él solo lo miraba con confusión.  ¿En qué se estaba mintiendo a sí mismo? Que supiera, jugar no le traería nada bueno, solo la atención en su persona que no quería ni necesitaba.


-No me estoy mintiendo a mí mismo, te lo aseguro.


-Normalmente las personas que lo hacen no lo admiten, incluso hay veces que no se dan cuenta- dijo el chico de ojos rojos levantando la mano, como si estuviera enseñando a un niño pequeño y no al segundo estudiante de mejores calificaciones de todo Hogwarts.

Tenía el presentimiento de que no debía preguntar pero su curiosidad pudo con él- ¿Cómo podrías saber eso?

El pelirrojo cerró sus ojos por un momento antes de contestar- Ya lo he dicho, te he observado toda esta semana y pude notar algunas cosas... como el hecho de que eres una luz opaca por ejemplo.

Theodore abrió los ojos con incredulidad,  ¿Qué significaba aquello?

Akashi vio su confusión y procedió a explicarse- Cuando digo "luz opaca" me refiero en sí a que intentas no llamar la atención sobre ti mismo pero no logras conseguirlo por completo.

Eso era... algo que ciertamente le solía ocurrir, por más previsiones que tome, por más invisible que pareciera, no podía desaparecer por completo del ojo público.

-No lo entiendes, es Akashi de quién hablamos, se meterá en mi cabeza y logrará convencerme.

A su mente llegaron las palabras de Mayuzumi, esas eran cosas solo podría saberlas si se metía en su cabeza. ¿Akashi usó Legeremens  con él?  Imposible, ya lo sabría,  después de todo era excelente en Oclumancia , sabría bien cuando el otro intentara meterse en su mente, ¿Será que lo que dijo Mayuzumi no fue algo literal, sino haciendo referencia a que es bueno leyendo a las personas? pues, es lo que había pensado en un principio.  Mientras seguía pensando Akashi continuó hablando.

-Te puedo decir que por el contrario Chihiro si llega a ser una sombra- nuevamente lo miró esperando una explicación mas detallada, que se la brindó a los segundos- Una persona que nació con poca presencia

Se quedó pensativo por un momento, recordó el partido de quidditch, cuando jugaron juntos no podía llegar a ver a Mayuzumi, excepto cuando se hacía notar. No solo allí, también en la biblioteca algunas veces, este llegaba y no notaba su presencia sino cuando este llamaba su atención-Espera... ¿Es eso que utiliza Mayuzumi para desaparecer y aparecer así de repente?- cuestionó Theodore con un toque de incredulidad en su voz, nunca había escuchado de algo así. 

-Eso se llama misdirection y no es magia, solo utiliza su poca presencia a su favor para crear el efecto de desaparecer de tu vista, claro, es algo tiene desde que nació, por lo tanto algo que no puede dejar de hacer- estaba impresionado, ahora podía entender porque Mayuzumi no quería hablar del tema.

-De todos modos ese no es el tema en cuestión- esperó a obtener la atención completa del slytherin, una vez que la obtuvo procedió- Sé lo que ocurrió en la guerra, todo eso del mago oscuro y sus subordinados, también sé que la mayoría de ellos proceden de Slytherin y esa es una de las razones por que las otras casas nos discriminan- Explicó Akashi, con el entrecejo un poco fruncido tan solo de recordarlo.

-¿A ustedes también?- Akashi asintió,  francamente no le sorprendía, la gente siempre es muy discriminatoria, no solo los slytherins sino todos en general, no le llegaba a sorprender que creyeran que los alumnos de intercambio eran personas malas solo por caer en Slytherin.

Una vez más,  el susodicho lo sacó de sus pensamientos.

-Puede que pienses que no puedo saber lo que vivieron y es verdad pero he notado que lo slytherins no paran de ocultarse, de intentar no llamar la atención, aún con cosas como el quidditch- el de ojos rojos colocó una mano en su pecho- Yo he cometido errores, he lastimado gente que me importa por mi comportamiento pero no voy a bajar la cabeza por eso, tampoco dejo que la gente me humille por mis errores, creo que todos los cometemos en la vida, lo importante es aprender de ellos.

Theodore no respondió, Akashi tomó esa oportunidad para seguir hablando.

-Por lo que he oído siempre has vivido sin llamar mucho la atención, entonces ¿Quieres seguir viviendo reprimiéndote de todo? De hacer las cosas que en verdad te gustan, de decir las cosas que realmente piensas, ¿Quieres dejar de lado tantas cosas solo para poder esconderte en las sombras?- los dos slytherins se miraron fijamente, Akashi con una mirada que rozaba en la comprensión y Theodore con una mirada impasible, al menos por fuera, por dentro era todo menos eso, no quería admitirlo... pero las palabras de Akashi le tocaron un nervio sensible, uno que había pensado que estaba más que extirpado.

-¿No quieres llegar a ser una verdadera luz?, una que brille por cuenta propia, alguien que resalte por si mismo, no por su apellido, este podría ser un buen primer paso para lograr eso- Nott abrió la boca dispuesto a rechazarlo pero se encontró repentinamente sin voz, ya no estaba tan seguro como hace cinco minutos-No es necesario que me respondas ahora, puedes tomarte un tiempo para pensarlo.

Y con eso el pelirrojo se marchó dejando a Theodore Nott como nadie lo había dejado en mucho tiempo, sin habla y con un lío de pensamientos recorriendo en su cabeza.

Notas finales:

*Voz de presentadora*

 ¿Creen que Theodore aceptará unirse al equipo?, ¿Qué les parece la relación de Teppei con Izuki? ¿Cuál será el plan de Momoi? Todo esto y más en el capitulo nueve de Magical Dimension, no se lo pierdan.

 Bueno, acepto todo tipo de comentarios, sugerencias, críticas y demás.

Y ya saben, si quieren saber cuando actualizo y de otros fics que haga pueden visitar mi página de Facebook: Isabellag9705. Si gustan claro.

Nos leeremos. Bye-Kuma~~


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