RITSU POV
Desperté abrazado de Takano, por alguna razón terminamos así, al notar su presencia tan cerca me asusté y me levanté de un brinco del suelo.
-¡¿Qué pasó anoche?!- Dije con un miedo que me recorría la piel.
-¡Ah, cállate! Solo nos quedamos dormidos, nada pasó…- Dijo bostezando –Además ¿qué querría hacer yo contigo?- Dijo mirándome algo molesto.
-Bueno yo…- Dije ruborizado.
-Olvídalo, tus padres llegarán hasta la tarde, iré a preparar algo de desayunar, porque supongo que el niño mimado no sabe cocinar ¿cierto?- Me dijo con un tono burlón y pesado, ohh realmente odio a este tipo.
-Déjame en paz-
Después de ducharme y vestirme partimos rumbo a la escuela, cuando llegamos me puse a terminar los apuntes pero en eso llegó el chico que me mueve el tapete; Haitani Shin.
-Hola Ritsu- Dijo con una sonrisa.
-Oh, Haitani… hola- Dije nervioso.
-¿qué haces por aquí? Normalmente nadie viene a la biblioteca-
-Ah, debo hacer un trabajo, es para ciencias…-
-Y tu equipo es…-
-Angélica, Meithan y Bakamune-
-¿Masamune y tu trabajando juntos? Esto debe ser un milagro- Dijo sorprendido.
-No es para tanto…- Dije sonriendo, tratando de quitar mi cara de “mátenme”.
-Claro que sí, y que tal si él intenta robarme a lindo lindo angelito…- Dijo abrazándome –bueno en fin, debo suponer que no has almorzado ¿o sí?-
-Bueno, no pero…-
-Bien, vayámos a almorzar- Dijo tomándome del brazo y estirándome hacia la cafetería.
Cuando llegamos Haitani pidió por los dos, y así los dos empezamos a comer lo mismo, teníamos una platica excelente, algo que me encanta de él es que siempre tiene algún tema de conversación, sentí como cada palabra de su bella boca me deleitaba, me sentía en el cielo, perdido entre aquellos labios que se movían de un lado a otro, hasta que…
-Hola Ritsu- Llegó la tercera molesta voz que llegó solo a interrumpirnos.
-¿Qué diablos quieres ahora Bakamune?- Dije con tono molesto en mi voz.
-¿Qué se te ofrece?- Dio Haitani con tono pesado, al parecer el también estaba demasiado interesado.
-Sólo vine a molestar a este pequeñín, ¿tú en que te metes?- Dijo Takano retando a Haitani, ah este tipo me estresa.
-Es sólo que no se me hace justo el que te la pases molestando a tan bella mona-lisa, él no se merece que lo trates así, él se merece a alguien que realmente valga la pena- Dijo explicativo Haitani.
-Mientras a ti no te moleste o te afecte no te metas, por favor- Dijo Takano con una sonrisa demasiado macabra para describirse en palabras…
-Bakamune, déjame en paz, por hoy déjame comer tranquilo por favor- Dije tratando de alejarlo, pero era demasiado terco.
-¿Y por qué me debo ir? Si están en amigos significa que me puedo quedar ¿no? Además tú no eres alguien para correrme- Dijo retante, pero con una sonrisa relajada, definitivamente por el momento no lo comprendo.
-Haz lo que quieras…- Dije mientras sentía como Takano me tomaba de las caderas y me empujaba, para poder sentarse en la banca, pero por accidente me tocó la mano y en la parte donde tenía una herida –Auch- Dije ligeramente, mientras miraba como me miraba para saber de dónde provenía el dolor.
-¿Qué fue lo que te pasó?- Dijo apuntando hacia la herida de mi mano.
-Nada fuerte, enserio solo me raspe hace un rato- Dije para evitar conversación.
-Vamos, necesitamos desinfectar la herida-
-No, déjame, lo haré solo- Dije soltándome del agarre de Takano.
-Descuida, yo lo hago, vayamos a la enfermería- Y así me arrastró hasta la enfermería, solo para desinfectar una herida que casi sanaba. Terminamos allí y nos fuimos a clase, pero por alguna razón Takano me tomó de la mano.
-¿Qué diablos te pasa?- Dije sonrojado.
-Nada- Dijo sonriendo, recargándose en mi hombro, mientras me susurraba unas palabras que me sacaron de quicio -¿Quieres ir a otro lugar conmigo?-
-¡Ya basta! No sé que es lo que pasa, pero me has dado miedo desde que nos quedamos dormidos en mi casa, mira… seré claro contigo, sí Rolo y Lelouch se aman es muy su problema, no necesitamos hacer nada para que ellos dos sean felices, y yo… amo a Haitani- Grité con furia, lo cual dejó a Takano en shock, después de aquella confesión salí corriendo del lugar dejando atrás al azabache.
Terminaron las clases y seguí como si nada hubiese pasado, pero de repente Haitani llega con un golpe en su mejilla, y yo me acercó a ver qué pasa.
-Haitani ¿qué te ocurrió?-
-Nada, fue una simple pelea, con Takano-
-¡¿Takano?!- Diablos, Takano se ha vuelto loco.