Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Déjame entrar por Hao Asakura

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Basado en una de mis novelas favoritas del mismo nombre.

En esta historia cambiaré (sólo un poco la personalidad de Yoh) para que concuerde con la situación, sobre Hao no creo que haya ningún cambio realmente.

Todo se desarrolla en Tokio Japón, en el mes de diciembre, mientras Yoh tiene 12 años.

Miercoles 17 de diciembre.

13:00 horas.

Yoh Asakura debe permanecer por lo menos diez minutos más agazapado sobre la tapa del retrete, las clases hoy terminan pasado el medio día, "Ojalá se largaran todos de una puñetera vez" piensa mientras se balancea un poco (muy poco) de atrás hacia adelante dentro del perímetro de la tapa, estar en cuclillas hace que se le adormezcan las piernas.

Esperaba, solo por hoy, que Boris y su panda de lamebolas no lo encontraran, estaba realmente ansioso por regresar a casa con sus historietas nuevas y sus recortes de periódico, por ahora tendría que conformarse con leer los letreros pintarrajeados en la puerta y paredes del baño.

"Si estas caliente llama 778 36 4384"

"Cuidado con Yuki 6o B, peligro de ladillas"

"Ana Zorra"

"Caballo barato (numero ininteligible)"

"Coman mierda" (Escrito con Idem)

"Horo-Horo es La Ley"

Contesación:

"Bromeas? Hoto Hoto es un Joto, Ren es la Hostia"

"Yoh Asakura folla con gente muerta"

 

"Ey, yo no follo gente muertas" murmuró molesto, debajo de la leyenda había una pequeña caricatura de un Yoh en cuatro patas que lucía una carita feliz  y la lengua de fuera  mientras era follado por un tío de pito enorme y ojos de equis (para indicar que estaba muerto) Yoh tuvo que tragarse el corage de momento, ya mañana traería solvente y algodón para borrarlo.

"Como quisiera dibujar uno donde a Boris se lo folle un cerdo" pensó, pero si el hiciera algo como eso su abuelo quedaría muy decepcionado, le había pedio que se mantuviera lejos de los problemas e Yoh estaba seguro de que Boris y sus amigos nos serían como él, lo acusarían con los maestros o el director a la primera oportunidad.

"Sólo hago esto por el abuelo, si me meto en líos dejará de pagarme el kung fu... y apenas voy iniciando" Es por eso que hoy tenía que evitarlos a toda costa, ya la había cagado una vez, no podía permitirse volverlo a hacer.

 Y vaya que la había cagado.

****Flash Back******

-Bueno chicos, supongo que ya saben porque esoy aquí- dijo un robusto policía que no se había tomado la molestia de quitarse las gafas oscuras para estar en el salón de clases.

-Para arrestarnos?- preguntó un pequeño rubio llamado Oyamada,  provocando las carcajada de todos, incluso del policía.

-No chicos, y les agradecería que no me pusieran en la necesidad de hacerlo, hoy solo vengo a dar una pequeña charla.-Saben que es esto?

El policía sacó una pequeña bolsa de plástico que tenía en su interior un poco de polvo blanco al fondo. Yoh levantó la mano.

-Coca

-Que listo chaval, como lo sabes?

-Bueno, usted es un policía y ha venido a dar una charla... supongo que polvo para hornear no es.

Algunos, incluyendo el profesor y e oficial, rieron de la pequeña broma, pero la mayoría guardo silencio, si le mostraban a Yoh algo de simpatía seguro que luego eran molestados por Boris.

-Quiero prevenirlos muchachos, y solicitarles que estén alerta, afuera hay tíos locos vendiendo sobres como estos o preparaciones como el crack y el caballo, si ven alguien vendiendo esto o se los ofrecen gratis quiero que me llamen. Ustedes son jovenes, no tiren sus vidas al excusado.

Luego de eso el policía había dado una charla sobre algunas drogas sus efectos en la salud, además de las consecuencias legales que traía el usar o portar ese tipo de sustancias, ese tipo de charlas o disimuladas revisiones eran frecuentes en la escuela de Yoh, ya que era una institución olvidada del gobierno y de dios en un barrio sub-urbano de gente de clase media y media baja, precisamente del tipo donde los estudiantes rayan las paredes de los baños.

Nadie en su salón inhalaba Coca, pero Boris y sus amigos fumaban tabaco y si tenían dinero o el hermano mayor de Boris le compartía, un poco de hierba.

-Alguien tiene dudas?

-Es cierto que la yerba deja sin neuronas a los idiotas que la fuman? claro en caso de que ya tuvieran alguna antes.- Esta vez varios rieron, claro, excepto Boris y su amigos.

-Bueno, hay estudios que lo comprueban, chico, alguna vez has fumado yerba? o conoces a alguien que lo haga.

-No, solo sé que te deja imbécil- dijo Yoh sabiendo que no podía llegar tan lejos.

Ya había hecho notar su existencia.

Luego había demostrado que sabía algo.

Y para colmo de males había insultado directa-indirecatamente a Boris, si lo delataba en eso seguro que no lo contaría.

-Que listo, venga, porque no nos vemos a la hora del almuerzo y te muestro mi auto-patrulla.

-Claro.. puedo ver sus armas también?.

-No jajaja eso jamás!!

Eso había sido la cereza del pastel, se había ganado un privilegio al que Boris por el miedo a ser delatado, no tendría acceso, pero en ese momento no le importó, durante la hora del almuerzo estaría con el oficial y nadie iba a molestaro, había visto el auto-patrulla, incluso lo había abordado, el policía también le había mostrado las esposas y una fina pistola que no le había permitido tocar por su puesto.

Pero las clases habían terminado ya y el policía se había marchado hace tiempo, ahora estaba nuevamente solo, luchando, como todos los días, por mantenerse fuera del camino de los gamberros.

La una menos diez, seguro la escuela ya estaría vacía, nadie se quedaba aquí por voluntad propia. Deslizó con cuidado un pie hacia abajo y apoyó su zapato deportivo en el piso del baño, por ser época de frío les permitían vestir con todo lo que los matuviera calientes.

De pronto escuchó un ruido violento, la puerta se abría de un golper, con el corazón en la garganta volvió a subir la pierna al retrete.

-Chico fantasma, estas ahí?

Yoh maldijo a dios, a su padre y a su madre en ese momento, era Boris y sus amigos, seguro lo estuvieron esperando y al no encontrarlo se lanzaron a patrullar toda la escuela.

Boris, un chico de piel pálida y felinos ojos verdes comenzo a patear una por una las puertas de los retretes, era mucho mayor que Yoh y que el resto de su clase (quince años) debido a que había reprobado varias veces el primer año de secundaria, tenía un cabello castaño muy claro, casi beige atado en una coleta muy corta y algunos mechones que caían al lado de su rostro, era hijo de inmigrantes rusos y tenía un hermano mayor de 27 años que era el que vendía la yerba y la coca en ese barrio, el padre de ambos era de hecho, agente de seguridad.

Su amigo Zing, un gordo de casi su misma estatura y pelo negro cortado con forma de tazón, empezó a ayudarle a abrir las puertas, mientras Alí Turbin, un moreno alto y delgado le ofrecía un cigarrillo a las chicas, Marion, una rubia sombría de quien se decía su papá le metía mano y Mati la peliroja que era hija del alcalde pero que estudiaba ahí por que ya la habían expulsado de todas las demás escuelas.

-¿Dónde estás gasparín? bichu bichu bichu- dijo el gordo.

Yoh decidió que lo mejor era salir, antes de que lo descubrieran agazapado en el retrete y le quitaran la dignidad que le quedaba.

-Que quieres Boris- dijo abriendo la puerta- dejame mear en paz.

Boris se acercó a él, sujetándolo delicadamente por el cuello de la camisa.

-Tu no estabas meando fantasmita, lo sabes bien, estabas ahí escondido como una maldita gallina.

Yoh casi echa espuma por la boca de la rabia, más porque sabía que Boris tenía razon.

-Puede que te estuvieras meando del miedo, pero definitivamente, no meabas en la taza-dijo Zing viendo la tapa cerrada del retrete

-Corta el rollo, me voy a casa, ustedes deberían hacer lo mismo tomando en cuenta los asesinatos que ha habido últimamente.

-¿El bebé tiene miedo del asesino?- se rió Marion- no me extraña, tienes miedo hasta de tus compañeritas de clase-  y le dió un beso en la mejilla que Yoh se limpió con asco

-Yo esperaría que lo tuviera- dijo Alí- hoy se pasó de listo, casi nos acusa con el puerco.

-Sólo estaba bromeando, no iba a delatar a nadie.

-Eso quien nos lo asegura danny phantom?- preguntó boris enojado- estás tan transtornado que no podemos confiar en tí.

-Las voces te podrían ordenar que vayas de chivato.- dijo Mati

-Te vamos a dar hoy una lección preventiva casper, para que no andes por ahí llamando la atención.

Yoh trato de desasirse  del agarre de Boris empujándolo, pero Alí y Zing lo sujetaron por ambos brazos antes que pudiera aalejarse, lo arrastraron hasta el mismo retrete donde antes había estado refugiado.

-Vamos a ver... ¿cual va a ser tu castigo hoy?

-Sueltáme, Boris estúpido, dile a tus lambe-huevos que me suelten.

-MMM cada insulto aumenta el castigo, tu sabes que tn pronto te quieres ir.

-Hijo de puta

-Diez minutos de cabeza al retrete!- dijo Zing.

-Diez minutos o hasta que supliques piedad, lo que ocurra primero.

Obviamente Yoh no iba a pedir piedad, contempló el agua  del retrete  y se alegró de haber tirado de la cadena antes, -AHHH gritó retonciendose tratando de zafarse, pero eran más fuertes que él, Boris estaba detrás del él con el pecho pegado a su espalda para impedir que se escapara.

Alí y Zing lo agarraron por el pelo obligándolo a inclinarse hasta el excusado donde le sumergieron varias veces la cabeza y tiraron de la palanca durante diez minutos mientras las chicas se reían.

Luego Boris le dio un par de puñetazos en el estómago, nunca le daba en la cara para evitar problemas, pero finalmente le dejaron tranquilo. Yoh se encontro de pronto solo, arrodillado junto al excusado, el pelo le chorreaba y la parte superior de su cazadora verde olivo estaba empapada, vomitó un poco aferrado a la taza, pero no lloró... por el contrario, imaginó que un día se vengaría de todas juntas.

"Esta vez me salió barato" pensó.

 Se puso de pie algo mareado y se miró al espejo, el pelo castaño y largo hasta la barbilla hecho un desorden, sus enormes ojos color café tenían una expresión desamparada y triste, se marchó de ahí antes de que "el habitante del baño" como él le llamaba, apareciese.

"El habitante del baño" aparecía en cuanto la escuela quedaba totalmente vacía, él lo había visto proque no era la primera vez que se escondía en los retretes hasta tarde, Yoh no le tenía mucho miedo, pero  si una mezcla de asco y compasión porque imaginaba que si no hacía algo, terminaría igual.

Salío de la escuela sin su cazadora (la había zambutido en una bolsa plástica en su casillero) vaya que hacía frío, con el pelo mojado y el jersey húmedo seguro que pescaba una gripa.

A medio camino a casa se topó con su vecino Horo, un chico que estaba en otro salon y que de vez en cuando era agradable con él, sólo porque eran vecinos,

-Anda Yoh, otra vez Boris?

Yoh asintío, Horo solía jugar con el alguna vez en el edificio de departamentos donde vivían, pero solo ahí, en la escuela fingía no le hablaba mucho e Yoh no lo culpaba

-Deberías decirselo a tu abuelo.

-Metete en tu asuntos

-Yo solo decía.

No iba a aceptar consejos de alguien que no lo trataba como a un amigo en la escuela.

-Escucha, porque no bajas al sótano y jugamos a las cartas- dijo Horo tratando de consolarlo, además tengo cosas nuevas.

Horo vendía cosas como teléfonos portátiles, Mp3, memorias y otras cosas de colección, Yoh le compraba de vez en cuando historietas de horror y figuras de acción.

-Tal vez, por ahora tengo que ir a la compra, te veo.

Yoh dejo a Horo y pasó a una tienda de conveniencia, ahí hizo dos compras: Los encargos del abuelo para preparar la cena y las suyas: Patatas chips con queso, gomitas dulces de piña con picante, tres sabores diferentes de soda : cola, cereza y durazno, pastelitos empacados de fresa con chispas de chocolate, una barra de caramelo y dos de chocolate con bombon.

El ruido de las bolsas de compra y el crujido del celofán nuevo y brillante le hicieron sentirse un poco mejor, siempre que estaba deprimido se consolaba con chatarra... del estante de revistas se agarró el nuevo número de Spawn, el de Hell Boy y el nuevo tomo de One piece.

Iba a ser una tarde ocupada.

Luego de 30 minutos de caminata llegó aun conjunto habitacional de varios edificios llenos de pequeños y gastados departamentos de paredes desconchadas y mugrientas, cruzó el enorme patio que hacía de área de juegos, canchas y jardines para los habitantes de esos 25 edificios que formaban un cuadrado casi cerrado en torno a esa área y subío cinco pisos de escaleras sombrías y orinadas a toda prisa.

En cuanto estuvo en  casa  (un micro departamento oscuro y deprimente de paredes azul petróleo y arañas de luz cascadas) se calentó el baño... tardó tres horas aseándose y una cepillandose los dientes, observó su vientre delgado e infantil, tenía una fea mancha violácea donde Boris lo había golpeado.

"Habla con el abuelo y termina con todo esto" se dijo, le pediría que lo cambiara de escuela, incluso que le dejara trabajar "Todo menos volver"  Esos eran los pensamientos que tenía a diario, pero siempre lo dejaba para otro día, el espíritu de "Amidamaru el Samurai" como Yoh lo llamaba pasó por detrás suyo, lo vió en el espejo y sintió el vello de su nuca erizarse "Amidamaru" sólo pasó, era un espiritu errante que no causaba demasiados problemas salvo algunos ruidos y golpes de muebles, aun así Yoh dejó el baño y se encerro en su cuarto, el única área libre espíritus.

Sobre la cama alineó cuidadosamente las golosinas en el órden en que se las iba a comer, luego hizo lo mismo con las historietas, pero ante tenía otras cosas más importantes que hacer.

Cogió el diario que había tomado en la entrada de departamento y sentado en la cama empezó a hojearlo parsimoniosamente, solo leía los encabezados descartando cada noticia hasta que hallaba algo de su interés.

Notas como:

"El asesino de la carne ataca nuevamente"

"Un cuerpo nuevo fue encontrado"

"La segunda víctima en la semana"

Se sobre saltaba al encontrar encabezados como estos y de inmediato procedía a leer la noticia formando con los labios las palabras que contenían desde "la primera semana de diciembre" "abierto en canal" "Asesino de la carne" "carnicero""Intestito delgado" hasta "si no se esclarece pronto vendrán los agentes federales"

Luego cuidadosa y apasionadamente recortaba el artículo respetando los márgenes al máximo para poner en la parte de atrás un poco de pegamento en barra y añadirlo a su "cuaderno de recortes" un grueso volumen con ya varias noticias tomadas de los diarios y otras más en blanco, esperando nuevos sucesos, luego de pegarlas les dibujaba cosas a los lados o le ponía frases de su cosecha, leía de nuevo las noticias e incluso repasaba historias anteriores.

Le parecía facinante la forma en que algunas personas mataban sin piedad y no sólo eso, algunos mataban decenas, o cientos de personas sin remordimientos: hombres, mujeres y niños sin sentir absolutamente nada.

Eso era lo que su abuelo tanto trataba de evitar, que al aprender a usar algún tipo de fuerza o poder, Yoh no fuera capaz de medir sus actos.

Pero a Yoh le parecían tan envidiables estos hombres, nadie les decía que hacer y si se metían con ellos !zaz!...

Lo más emocionante de todo era estar a la actual caza de un asesino que había surgido en tokio a mediados del mes pasado, le llamaban "el asesino de la carne" o "carnicero" porque solía abrir a sus víctimas en canal, desde la clavícula hasta el hueso del pubis, como si de cerdos se tratara y luego los dejaba ahí colgado cabeza abajo, lo curioso es que bajo ellos no había charcos de sangre, solo algunas gotas, por el contrario los cuerpos estaban secos.

A Yoh le apasionaba el tema, seguía cada nueva noticia sobre "el carnicero" hasta el más minímo detalle con la esperanza de averiguar su identiad o ayudar a atraparlo. Cuando terminaba de leer sus recortes y todas esas vidas y actos de seres monstruosos se sentía más frágil y desamparado.

dejó su album de recortes a un lado y movió el colchon de su cama, de debajo sacó un envoltorio de periódico el cual desenrollo con cuidado, un brilante cuchillo nuevo emergió de entre el papel opaco, tenía una hoja ancha y afilada.

Se miró al espejo sosteniendo el cuchillo, su mirada era fiera.

-¿A quien llamas Casper? hijo de puta

Ojalá pudiera ser un asesino en verdad, ojalá no tuviera miedo ni remordimiento, podría rebanarles la garganta  todos y cada unos de esos desgraciados que hoy le habían humillado.

Clavó furiosamente el cuchillo en el colchon, al tener tantas mantas el metal hizo un rebote e Yoh se corto el dedo índice.

-Mierda- dijo chupando la sangre, ahora iba a tener que explicarle al abuelo como se había hecho la cortada.

El resto de la tarde leyó historietas y se rellenó de dulces olvidando los deberes de la escuela, a las ocho cuando llegó su abuelo cansado por el trabajo prepararon la cena.

-¿Cómo te fue Yoh?

-Todo esta bien abuelo- dijo Yoh jugando con la lechuga de su cena, obviamente después de tanta chatarra ni quien tuviera hambre.

No hablaron mucho, Yoh lavo los trastos y los dejo secar en la tarja.

-Voy a salir Abuelo.

-No Yoh, no lo hagas, recuerda que el asesino que busca la policía aún esta suelto.

-Tendré cuidado.

-He dicho que no.

-Abuelo el último cuerpo fue hallado a kilometros de este barrio, es imposible que el asesino esté remotamente cerca de aquí.

-Yoh que crees que sería de mi si te suciediera algo, desde que tus padres murieron eres lo único que...

Yoh ya no estaba,y su gorro tampoco estaba en la percha.

Horo estaba en la entrada del edificio jugando con un auto a control remoto.

-Que hubo.- dijo YOh

-que hubo- dijo Horo.

-Muestrame lo que tienes hoy-

Los chicos estaban demasiado ocupados en discutir el funcionamiento del auto de control y hablando de drones que no se dieron cuenta de que un vehículo de mudanzas paraba cerca del edificio de al lado.

-Quieren que les ayude con eso dijo un hombre vestido con un mono, el hombre de las mudanzas a la chica y su padre.

La chica cargaba una caja más pesada que ella misma, era hermosa muy hermosa, tenía larga y salvaje cabellera castaña del tono del chocolate, ojos del mismo color, piel tersa y sumamente pálida, estaba tan delgada que su rostro se hundía en la parte de las mejillas y una expreción felina, bajo ese enorme suéter blanco con cuello de tortuna, se adivinaba totalmente plana pero de buena gana le metería mano, ella lo miró, no había gratitud si quiera tantita simpatía.

-No gracias.

-Sólo dejálas ahí. Las subiremos- el padre de la niña le erizó los pelos, tenía un gran sombrero puesto y gafas oscuras (con lo nublado que estaba) estaba cubierto con un extravagante poncho verde y rojo. Tal vez les tomaría la palabra, solo eran cuatro maldita cajas, pero que diablos, le gustaba hacer bien su trabajo.

-Una chica no debería cargar algo tan pesado.

-No soy una chica- dijo con voz apagada la creatura felina, había odio en su mirar.

-Perdón- dijo el hombre y se retiró estremecido.

+++++++++++

Notas finales:

(en mi país a los policías se les dice puercos)

ir de chivaro: delatar, acusar a alguien

Si te gusta por favor comenta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).