RITSU POV
El odio puede ser entre varias personas, y a veces varias personas le pueden tener odio a la misma persona.
Haitani Shin, un chico solitario, lastimado por la misma persona que me lastimó, mi tío. Sólo que él a diferencia de mí sintió aún más dolor que yo, son incomparables, aunque ambos hayamos estado involucrados con el mismo sujeto.
En algún momento dado mi tío nos utilizaba como juguetes a Haitani y a mí, nos ponía a violarnos entre los mismos, era asqueroso, y cuando no hacíamos lo que él pedía nos azotaba un látigo de cuero en todo el cuerpo, Haitani cubre uno de sus ojos, puesto que en medio de la ceja tiene una cicatriz marcada de el látigo.
Ambos estamos hartos así que decidimos lastimarlo de la misma manera en la que él nos lastimo, tal vez así nos deje en paz por fin.
Masamune debió haberse preocupado al encontrarnos hablando con seriedad, pero no por eso detendría mis planes con Haitani, se haría justicia de la sucia, jugando con su vida. Saliendo de la escuela Haitani y yo caminamos hacia una casa abandona, él se escondió en un cuarto y yo esperé a mi tío el cual había sido citado al lugar.
-Hola mi querido Ritsu- Dijo tocándome el mentón con sus sucios dedos.
-Hola, tío- dije molesto.
-¿Cuánto dinero necesitas ahora?- Me preguntó.
-Estarían bien 3000 yenes- Dije seguro.
-Bien… pero a cambio me dejarás usar el látigo y las cadenas contigo- Susurró en mi oído. Luego Haitani se acercó lentamente a él con una sartén, le metió un golpe en la cabeza y mi tío cayó inconsciente. Tan pronto pasó Haitani y yo lo amarramos a una silla y trajimos los materiales de tortura.
-¿Ritsu…?- Pero por desgracia una voz llegó de improviso.
-¿eh? Masamune… ¿qué haces aquí?- Pregunté confundido, luego él me tomó del brazo y me sacó de la casa -¡¿Qué rayos te ocurre?!- pregunté desesperado.
-¡Nos vamos a casa!- Dijo con autoridad.
-¿Por qué?- Dije confundido.
-No harás eso, no por lo que pasó significa que lo tienes que maltratar, tan solo dile a alguien- Dijo estirándome del brazo, yo me liberé del agarre.
-¡¿Tú qué sabes?!- Pregunté desesperado –tú no sabes lo mucho que sufrí, tú no tienes ni la más mínima idea de lo que se sentía ser destrozado y que no pudieras decir nada por estar amenazado, tú no tienes ni una maldita idea de lo que se siente ser violado por alguien cercano y que trates de encontrar ayuda pero que nadie te la dé- Dije destrozado.
-Yo…-
-¿Y aun así me pides calmarme?-
-Yo te amo… por eso, ya no tienes por qué hacer esto- Luego abrí mis ojos de impacto –Ya hablé con mi madre, yo quiero que vivas conmigo, así no tendrás de que temer, ya lo he arreglado todo… es por eso que ya no necesitas hacer esto- Dijo firme, ante aquel gesto de gratitud no pude evitar llorar, Takano me abrazó fuerte –Descuida, estoy aquí y no te pienso abandonar por nada del mundo- Susurró en mi oreja, yo me levanté con él y caminamos a casa. Pude escuchar otra voz por detrás diciendo “Misión cumplida, espero y seas feliz… Ritsu”.