TAKANO POV
Desde que conocí a Ritsu mi vida dio un cambio de 180°, tanto él como yo tuvimos que adaptarnos a las formalidades del otro, hemos hecho tantas cosas, pero aun no somos una pareja formal.
Tengo que admitir que ver a Ritsu tan cerca de Haitani hizo que mi sangre ardiera completamente, pero yo no puedo interferir en eso, ya que ambos son amigos, y así como él confía de mí, yo quiero confiar en él.
Iba caminando por los pasillos de la escuela, iría al salón de clases de mi amado, y tan pronto llegué me encontré con una escena algo amenazadora para nuestro “no compromiso”. Haitani le daba un regalo a Ritsu, mientras éste le correspondía, me puse tan molesto que tomé al castaño y lo abracé fuertemente.
-Oh, Takano, ya estás aquí-
-¿Qué hace él aquí?- Dije con molestia.
-Oh, terminé mi última sesión con la psiquiatra, ya no iré nunca más, al parecer me curé, y Haitani vino a felicitarme-
-Sí, muchas felicidades, bueno, los dejo- Dijo para luego retirarse.
-Oh, así que era eso, bien ¿qué te parece si vamos a celebrar?-
-¿Eh?-
-Por este suceso memorable, quiero festejarlo contigo, Ritsu-
-Vale, me parece bien- Dijo para luego sonrojarse.
-Bien, pasaré por ti a las 5:30 ¿sí?-
-Vale, nos vemos, Masamune…- No me pude resistir y le di un ligero beso en los labios.
Fui directo a casa después de eso, me duché rápidamente, me vestí lo mejor posible, me peiné, y me lavé bien la cara, tomé mi billetera y salí a la casa de Ritsu. Grande fue mi sorpresa al tocar su puerta y verlo vestido tan hermoso, traía unos pantalones cortos negros, una camisa morada y una polera abierta color negro, se veía hermoso.
-Etto… ¿nos vamos?- Le dije tomando su mano.
-Sí- Sin duda esta será una de las mejores citas de mi vida.
Caminamos hacia una heladería que se encontraba cerca de la casa de Ritsu, entramos y ordenamos.
-Bien, y ¿cómo te sientes?- Pregunté feliz.
-Bueno, algo nervioso, nunca antes había tenido una cita- Dijo algo intranquilo y emocionado.
-Bueno, me alegra que yo sea “tu primera vez”- Dije tocando su mejilla.
-Este… está bien… contigo estoy bien- Dijo algo nervioso.
-Descuida, todo estará bien, estoy contigo, todo estará bien, así que estate tranquilo-
-Sí- Luego nos sirvieron y comenzamos a comer, no la pasamos riendo, saliendo de allí nos fuimos a un parque cercano, Ritsu se emocionó muchísimo.
-¡Wua! Hay demasiadas atracciones- Dijo como un infante.
-Bien, ¿en cuál se quiere subir el niño pequeño?-
-No me llames niño- Dijo irritado haciendo un leve berrinche. Yo lo tomé y lo besé, cuando nos separamos se quedó completamente inmóvil.
-No me incites, o no me detendré- Susurré en su oreja, a lo cual el menor tan solo se estremeció.
-Bien, subámonos a la montaña rusa- Dijo apuntando a un gran “pico” de la muerte.
-¿Allí?- Dije algo asustado.
-Esta es mi segunda vez en un parque de diversiones, así que diviérteme- Dijo algo autoritario.
-Como usted ordene, su majestad- Le respondí.
Subimos a la enorme atracción, con miedo gritábamos pero a la vez no podíamos parar de reír al ver las caras del otro de pavor, era divertido, tan pronto nos bajábamos de alguna atracción rápidamente nos subíamos a otra, hasta que llegamos a la noria.
-Masamune hoy ha sido uno de los mejores día de mi vida, gracias-
-Hey, no hay nada que agradecer, yo quiero ser todos tus primero, y lo que hago no se me hace suficiente-
-Lo sé, pero cualquier detalle para mí es algo muy lindo, así que gracias- Me acerqué a su asiento y me recosté a su lado.
-De nada- Cuando bajamos nos fuimos a su casa ya que estaría sola, llegamos a su cuarto y nos propusimos “ver una película”, prendimos la televisión y cinco minutos después el menor ya se encontraba sobre de mí, besándome el cuello y cada parte de mis labios.
Ágilmente se sacó su camiseta y yo las mías, comenzamos a besarnos más apresuradamente, mi cuerpo empezaba a sudar, mis papilas gustativas se llenaban de saliva, mi gusto bajaba cada vez más, estaba perdido por completo, mordí con gentileza sus pezones poniéndolos en un estado completamente duros.
Lentamente bajé sus pantalones y sin más engullí todo su miembro, luego lamí su entrada, el menor tomo con sus manos sus piernas levantando sus caderas, yo me quité el pantalón y comencé, lentamente lo coloqué en la entrada del menor, y lo rozaba con suavidad.
-Ahh, ahh, ahhh- Gemía de placer al no poder aguantarlo.
-Se nota que lo deseas, aún no he entrado y ya estas así, Ritsu, ngh- dije haciéndolo sonrojar y estremcerse.
-No digas ahhh, esas cosas, ngh- Luego lo penetré de poco en poco –Takano, más- Seguí sus órdenes y me fui más profundo hasta topar -¡Ahí!- Y empecé a darle despacio, mientras más excitado lo miraba más rápido iba, y al fin nos corrimos, toda su cama se llenó, fue increíble.
-Oh, Ritsu, te amo- Dije.
-Yo también a ti…- Dijo apegándose a mi pecho.