RITSU POV
Hablamos de un modo honorífico al empezar a sentir aunque sea un poco.
Siempre deseé tener aunque sea un poco de cariño por parte de los demás, pero no algo que conllevara la lástima de las personas, yo quería a alguien quién supiera como hacerme sonreír en los momentos en los que me encontrara en las peores circunstancias, por desgracia me daba cuenta que cuando las personas más se acercaban más sufrían.
Empecé a alejarme, tratando de evitar algún conflicto por parte de mi persona. Al no recibir afecto de mi madre, después de la muerte de mi padre, decidí darme por vencido y dejar esas diminutas esperanzas de lado, ignorando por completo la fragilidad, debilidad, o, para englobar todo, los sentimientos del ser humano. Ya no me podría considerar uno gracias a la falta de comunicación, de respeto, amabilidad, solidaridad, entre muchas otras.
En la escuela era el número uno de la clase, más sin embargo era el más antisocial de todos. ¿Cómo los alejaba? Simple. Lo hacía con mi frialdad y mis críticas destructivas hacia su persona.
Supongo que esos malos recuerdos vienen a mí al menos una vez al día, al ver esas cicatrices puedo sentir como mi mundo quiere desplomarse, pero luego recuerdo todo lo que he avanzado y por todo lo que he tenido que pasar para llegar hasta donde estoy, quitándome por completo esa insatisfacción y opresión a mi corazón.
Realmente sin la ayuda de Takano no hubiese podido salir de todos los problemas, probablemente estaría atado a mis egoísmos y caprichos, al igual que mi excentricismo. Es por eso que le estoy muy agradecido, quisiera saber que él se quedará para siempre conmigo pero aun no es muy seguro, quisiera que me lo dijera pero sería muy inmaduro el preguntarle eso.
Esos y millones de pensamientos más se me venían a la mente, hasta que Takano aplaudió, dándome un susto muy fuerte.
-¡Takano, no vuelvas a hacer eso!- Dije con un tono de molestia al haber sido extraído de mis pensamientos.
-¿Por qué? Sólo te saqué de esa pequeña órbita en la que te distancías- Dijo en un tono burlón y egocéntrico, algo típico de él.
-Se nota que se llevan mucho mejor que antes ¿no?- Preguntaba Usami.
-No es que nos llevemos bien- Respondí rascándome la cabeza de modo indeciso.
-¿Qué? Eso es cruel-
-Claro que no…-
-Pero…- Dijo el azabache con unos ojos de gato.
-Ja, ja, ja, ja es tan gracioso verlos de ésta manera- Reía Misaki al no poder contenerse por la pequeña pelea de amantes que tenía por enfrente.
-Misaki, no te burles- Decía Usami tratando de calmarlo –Bien, y ¿ya tuvieron una cita?- Cuestionó, dejándonos en shock.
-Etto… algo así- Dijo el azabache. Luego se escuchó el timbre escolar –Será mejor que me vaya, nos vemos- Dijo el azabache saliendo del salón al igual que Usami.
Las clases comenzaron y yo no podía sacarme de la cabeza la palabra “cita”. Ya la habíamos tenido, pero lo que pasó esa noche… fue mucho más allá de lo que esperaba con naturalidad. No podía tener este tipo de sucios pensamientos en la escuela, era imposible, pero aun así no podía retirarlos.
Recordaba con claridad la voz ronca del azabache en mi oído al recibir el contacto en mi entrada, y esa gota de sudor resbalando sobre su frente mientras era penetrado, ¡Realmente soy un pervertido!
Se terminaron las clases y Misaki se acercó a mí con un rostro algo pálido pero como siempre con una sonrisa.
-Nee, Ritsu ¿puedo hablar contigo?- Dijo algo deprimido.
-Bien, claro, dime ¿qué ocurre?- Cuestioné.
-Verás, Usagi y yo ya llevamos un tiempo saliendo, hemos llegado algo lejos, pero aun no me siento preparado para hacer “eso “ con él-
-O sea ¿qué todavía no han hecho nada?- Murmuré.
-¡Claro que no! De una u otra forma siempre me contengo o me asusto- Exclamaba tímidamente.
-Bueno, es normal, ya que sería tu primera vez- Comenté, a lo que se sonrojó casi como un tomate bien maduro.
-¿Qué, acaso ustedes ya lo hicieron?- Cuestionó.
-Seguro- Dije sin miedo y sin vacilar. Misaki quedó en shock y entre nosotros el silencio se hizo penetrante, como si un aura de vergüenza se posicionara sobre nosotros.
-Como sea, ¿podrías ayudarme a saber cómo se…?-
-¡Lo siento!- Exclamé con firmeza, interrumpiéndolo –No pienso decirte algo así, eso se habla con tu pareja, no con cualquier persona de confianza-
-Pero…- Luego tomé su cabeza acariciándola.
-Descuida, cuando llegué el momento Usami sabrá qué hacer- Tras terminar de decir eso Misaki sonrió, y decidimos cambiar la conversación, ya que era algo incómodo hablar de eso. Caminamos hacia la salida, encontrándonos los amigos de Misaki: Ijuuin y Haitani.
Me sorprendió que Misaki le hablara a Haitani, ya que él hablaba menos que yo, pero igual no le di la más mínima importancia y hablé con naturalidad.
-Me enteré de que tú y Usami tuvieron una cita recientemente- Exclamó Ijuuin.
-Oh, sí, vaya Ijuuin, sí que estás enterado de todo lo que hago- Dijo Misaki confuso.
-¿Cómo no estarlo? Soy tu acosador, debo de saberlo todo ¿no?- Dijo sonriendo.
-Ja, ja, ja de nuevo vas con eso, Ijuuin- Comentó Misaki riendo.
Mientras ellos se concentraban en su plática, Haitani y yo nos “concentrábamos” en otra cosa.
-¿Y cómo has estado, Haitani?- Pregunté.
-Bien, gracias a la interrupción de Takano, tu tío salió ileso y yo no fue arrestado- Decía alegre.
-Que bien, me alegro por ti-
-¿Y tú, cómo sigues? ¿Todo bien?-
-Sí, por suerte Takano me ha estado apoyando con todo esto, me lo hace más fácil, de esa manera no tengo que temer- Comenté.
-¿Le tienes confianza?- Cuestionó.
-Sí, es muy buena persona-
-Ritsu, sé bien que no me debo meter en algo que no me incumbe, pero te pido tener cuidado, no vaya a lastimarte-
-¿Haitani…?-
-Eres la única persona que conozco que me acepta tal como soy, ni siquiera Misaki se te compara, por eso te pido precaución-
-Gracias- Tan pronto terminamos llegaron Takano y Usami. Ijuuin recibió un golpe de parte del peligris, mientras que Takano miraba interesado a Haitani, al parecer esos dos no se llevarían muy bien, bueno, justo ahora no importa, ya que tengo a Takano a mi lado.