Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

[HunHan] Left Behind por Dannie Huang

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

POV SEHUN

Al llegar a casa nos sentíamos como si hubiéramos pasado unas largas vacaciones fuera, estábamos demasiado felices como para poder ocultarlo mientras que nuestros hermanos se dedicaban a molestarnos.

No quise pensar en las próximas 4 noches que teníamos por delante, las ultimas… las únicas que podría disfrutar de Luhan durmiendo a mi lado y despertando con su sonrisa tonta. No te vayas Luhan…

~

Se habían vuelto los mejores días, nuestra pequeña rutina que nos incluía estar juntos a toda hora. No podíamos aburrirnos si siempre estábamos riendo o haciendo lo que nos gustaba. Obviamente todo esto haría más difícil nuestra despedida. Pero qué importaba.

Una tarde salimos en bicicleta, Luhan siempre se veía feliz mientras íbamos de un lado a otro y le gustaba cuando le gritaba: ¡Vas muy rápido Luhannie! Espera por mí. Eso parecía nuestra vida ahora, yo tratando de alcanzarlo, pero siempre dejaba que se fuera. Amar era complicado.

— ¡Sehun! Quiero un helado — se detuvo y señalo al señor de los helados.

—Iré por ellos — sonreí —, ve a sentarte — fue a nuestro árbol donde todas las tardes nos habíamos quedado mirando el atardecer.

Cuando volví con los helados, Luhan hablaba por teléfono y sonaba un poco molesto.

—La condición era esa… ¡Entonces no hay trato!

Lo vi morderse los labios y respirar con dificultad. No sabía que podría ponerlo así.

— ¿Está todo bien? — lo hice salir de sus pensamientos mientras giraba su cabeza hacia mí.

—Si — dijo no muy convencido.

Me senté a su lado una vez que le di su helado. Lo escuché suspirar antes de que lamiera su helado y se recargo en mi hombro.

—A veces no quisiera tener mi vida de ahora… — lo dijo tan bajito que de no ser porque estaba en mi hombro no lo hubiera escuchado.

—Claro que sí.

—Es difícil a veces.

—Sólo resiste…. Además amas lo que haces — él me miro —, cuando cantas el mundo parece detenerse solo para escucharte, el brillo que tienen tus ojos sólo algunos afortunados pueden ver cuando interpretas a algún personaje… eres perfecto Luhan y tú nos brindas la oportunidad de apreciarlo cuando haces lo que te gusta. 

No supe de donde salieron esas palabras, pero cuando miré a Luhan tenía los ojos húmedos y hacía un puchero que trataba de ocultar detrás de su helado a medio terminar.

—No sabía que pensabas eso de mi — gimoteo —, yo…

—Qué esperabas de tu fan número 1 — besé su mejilla —, cuando tu disfrutas tu trabajo, nosotros lo disfrutamos aún más.

Luhan lloró en silencio tratando de sonreír. Acaricie su mejilla limpiando sus lágrimas, y juro que en ese momento me di cuenta de que era imposible dejarlo ir.

Empezó con el beso perfecto…

Cuando volvimos a casa sentía que a cada paso tendría que pensar en otra cosa para ignorar la molestia que tenía en el pecho. Sonreía cuando Luhan apretaba mi mano y me miraba. Entendía muchas cosas en ese momento, y otras más no entendía nada y parecía que me costaba respirar.

Dormí a su lado abrazándolo como ya se me había hecho costumbre, parecía encajar perfectamente entre mis brazos y su cabeza descansando en mi cuello mientras lo escuchaba respirar. Me gustaba pasar mis dedos entre su cabello mientras él tarareaba para dormirse, porque siendo sinceros, a mí no lograba dormirme, luchaba con todas mis fuerzas para permanecer despierto hasta que él se dormía; esa noche fue diferente me quedé dormido escuchándolo sin saber en qué momento él dejo de tararear.

Sabes que te amo….

~xoxo~

POV Luhan

Desperté a las 3 de la mañana sintiendo a Sehun apretarme como su osito y sonreí en la oscuridad. Era raro despertarme después de no haberlo hecho desde que llegué, por algún motivo mi insomnio había desaparecido desde que llegué a esa casa, pero hoy volvía a suceder. Me quedé mirando a Sehun en la oscuridad escuchando su respiración, me acerque más a él sin importar que comenzará a darme calor o estaba en una posición algo incómoda. Sólo quería mantenerme de esa manera hasta el día siguiente.

Había convencido a Kris de irme por la tarde, al menos así estaría mi mañana con Sehun. La razón de mi enojo el otro día, fue algo que hizo doler mi estómago en esa madrugada; en algún momento había pensado que una vez terminado mis compromisos podría promocionar en Corea y así quedarme con Sehun un tiempo, pero Kris no pudo hacer mucho cuando en la compañía donde trabajo no tiene relaciones con Corea, pensé en más soluciones que en dificultades, pero por alguna razón siempre ganaba una dificultad que me impedía regresar a Sehun.

Toqué su pecho con mi dedo sintiendo una corriente eléctrica al hacerlo, podría jurar que Sehun sonrío en sus sueños cuando lo hice, y esa presión en mi pecho se hizo más grande haciéndome llorar. Me levanté en medio de la oscuridad y salí al patio quedándome en el columpio comenzando a moverme despacio, no podía sentirme más afligido, pero tal vez estaba exagerando como en una de mis películas, al menos no tendría que sufrir una enfermedad o morir. Solamente quisiera que las cosas fueran diferentes, o simplemente sentir que la situación fuera más fácil que ahora.

Te amo lo suficiente para dejarte ir…

Cuando comenzó a amanecer, decidí entrar a la casa y buscar los brazos de Sehun, ese mi lugar favorito con él. No habría pensado en que después de tanto tiempo, volver y esperar a que mi amor platónico por fin me hiciera caso sucedería, pero pasó, y allí estaba él. Dormido sin ninguna preocupación en su rostro, quisiera ser como él o por lo menos tomarme unas largas, largas vacaciones lejos de lo que hago. Pero si Sehun decía la verdad sobre mi profesión, no podía dejarlo. Y eso en verdad me gustaba, solamente quería que no fuera tan difícil apartarme de algo que había querido hace ya tanto tiempo.

Me recosté junto a él y de inmediato sus brazos volvieron a rodearme. Dejé que el sueño volviera a llevarme de nuevo. Kris me había preguntado si de verdad Sehun merecía todas las molestias que me estaba tomando por hacer un gran cambio en mi carrera, al principio dude muchísimo en decirle que sí, pero estando con él se hizo tan fácil decirle que sí, Sehun valía la pena. Sin embargo, el miedo me invadía de momentos, ¿y si él me dejaba? ¿De verdad me quería tanto como decía? ¿Podía creer en todas sus promesas?

Claro que era un riesgo, pero estaba dispuesto a hacerlo. Aparentemente, mi sentido común me impedía lograrlo. Yo sabía perfectamente que también no podía obligarlo a irse conmigo, una parte de mi pedía que Sehun lo dijera, pero no era tan egoísta como para pedírselo. Y allí estaba yo, perdido en mis pensamientos sin darme cuenta que había amanecido por completo, ninguna respuesta había llegado a mí, nada había cambiado y yo estaba por irme. Podría ponerme a llorar hasta el cansancio, eso no cambiaría nada…

Y quiero que sepas, no pudiste haberme amado mejor, pero quiero que sigas adelante…

Nuestro último día juntos, tendría que ser perfecto. Despertamos jugando debajo de las sábanas, riendo despacito para no despertar a nuestros hermanos. Me besó lento sin prisas, tocándome suavemente dejando que mi piel y mis sentidos reaccionaran ante su toque. Cerré los ojos cuando sus labios comenzaron a morder mi cuello, succionando y sus manos colándose debajo de mi pantalón. Suspiré cuando comenzó a bajarlo, apretó mi trasero llevándome tan cerca de él haciéndome sentir su erección debajo de su pantalón. Traté con mis manos temblorosas hacer lo mismo, pero me entretuve tanto en su abdomen y en disfrutar de sus caricias a mi miembro que no pude hacer más.

—Me estás dejando a medias mientras tú recibes toda la atención…

Se río mientras se sentaba y aventaba su camisa al suelo dejándome verlo por completo. Cuando me miró a los ojos, mis manos se colocaron en su trasero y comencé a bajar su pantalón, pude verlo temblar mientras lo hacía. Me enloquecía mirarlo, que él fuera tan vulnerable cuando lo tocaba y lo mucho que me deseaba.

Liberé su miembro y comencé a tocarlo, baje hasta él y lo lamí. Creo que Sehun no lo hubiera esperado, pues gimió tan alto que temí que nuestros hermanos se levantaran y preguntaran por nosotros.

— ¿Me detengo? — pregunté en un afán de mirarlo.

—No lo hagas…

Continué torturándole, haciéndolo gemir diciendo mi nombre, sentir como se retorcía de placer a mi demanda y haciendo que pidiera por más. Me detuve luego de un rato en que quise probarme a mí mismo hasta donde era capaz de llegar. Lo besé desesperadamente e hice que se recostara debajo de mí. Él me contemplo algo confundido y ansioso. Acaricie su mimbro y luego me di la vuelta, deje mi trasero expuesto a su cara, sentí algo de vergüenza pero recibí un gemido de parte suya. Mordió e hizo de mi trasero lo que quiso mientras comenzaba a dilatarme, y yo seguía torturando su miembro lamiendo a mi antojo sintiendo mi cuerpo tan caliente que ya no podía detenerme, pero quería más. Me levante y me puse esta vez frente a él sentado sobre su abdomen, me incline y lamí su oreja haciendo que él hundiera sus dedos en mi espalda.

—Te quiero dentro — dije en su oído. Quería todo de él…

No dijo nada, sólo me miró atento a lo que pudiera hacer. Y cuando tomé su miembro para penetrarme él se contuvo en gemir, cosa que yo no hice. El dolor, la infinita satisfacción y el deseo de comenzar a moverse sobre él, se mezclaron haciéndome suplicar por más.

—Soy tuyo Sehun…

Me hundí en él sin importar nada, él me sostuvo como pudo notándose preocupado tratando de detenerme. No le deja hacerlo, por lo que él me ayudo a moverme sobre él. Todo se sentía tan bien, tan fuerte y placentero. Ambos gemimos ya sin importar el ruido que pudiera escucharse. Supimos que el momento se acercaba cuando yo estaba un vaivén sin control, nuestros cuerpos chocaban y sonaban.

—Voy a terminar…

—Hazlo…

Ambos lo hicimos, tan brioso y caliente. Sintiendo la respiración agitada del otro, nuestros espasmos aun sintiéndose en cada parte de nuestro cuerpo, nos contemplamos como si fuera la primera vez y ambos suponiendo que probablemente sería la última.

Siempre estuvimos hechos para decir adiós…

Pasamos nuestra tarde en el centro comercial, haciendo todo aquello que no faltaba por hacer juntos, pero parecía que el día nos consumía recordándonos que aunque nos dieran más horas no podríamos hacer todo aquello que deseábamos.

Me sentí satisfecho aun así, con una sonrisa fuimos hasta su casa para que yo hiciera mis maletas, para que esa fuera nuestra última noche durmiendo en brazos del otro y por algún motivo mi suerte cambiara para que mi destino cambiara.

POV Sehun

Cuando volvimos, Luhan subió a la habitación y yo me quedé abajo hablando por teléfono con nuestros padres. Había tratado de convencerlos de que me transfirieran a una escuela en Beijín, pero no era tan fácil como pagar y listo. No mencione mis calificaciones, pues bien, no eran tan perfectas como para hacer una transferencia solo porque sí, además que no dominaba el idioma y donde viviría, en fin, tantas cosas me hicieron aterrizar a la realidad que no pude seguir pidiendo por algo que no podía obtener. Terminé de hablar con ellos sintiéndome más decepcionado que antes.

Entré a la habitación y Luhan estaba haciendo sus maletas, su lobito que ahora había estado todos los días en mi cama estaba dentro de su maleta.

—No puedes llevártelo — lo saqué y me tiré en mi cama abrazándolo.

—Tengo que, ahora huele a ti — sonrió apenas.

—Entonces déjame tu ropa interior — saque uno de sus bóxer tomándolos a cambio de Sehun —, estos huelen más a ti — le guiñe el ojo.

A pesar de estar triste, sus mejillas se pusieron rojas y comenzó a reír.

—No te los dejaré — trato de quitármelos —, sé más normal y pídeme una camisa o mi pijama.

—No — le enseñe la lengua —, quiero la esencia de Luhan.

— ¡Sehun! — se puso sobre mí para golpearme tratando de quitármelos.

Comenzamos a dar vueltas en mi cama riendo como idiotas mientras que le seguía repitiendo la esencia de Luhan. Nos cansamos de tanto reír y nos quedamos mirando al techo.

—Mejor me quedo contigo — un nudo se formó en mi garganta. Lamente mucho haberlo dicho y sentí una lágrima caer por mi sien. Lo siento Luhan…

Un minuto paso y el silencio se hizo tan grande que no sabía que decirle a Luhan ahora.

—Quédatelo — se levantó y besó mi mejilla —, pero no lo vendas en internet, si lo haces te demandaré — sonrió.

Luhan era más fuerte que yo, más maduro y decidido a irse. Me levanté de la cama y lo ayude a seguir empacando. Miramos una película antes de irnos a dormir, pero obviamente nos quedamos dormidos a la mitad, nunca la terminamos de ver…

~xoxo~

Al día siguiente, Yixing y mi hermano se habían ido antes, ya que mi hermano iría con Yixing a Beijing por unos días y volvería. Quisiera hacer lo mismo, pero ir sería hacer más larga la despedida.

Desayunamos mirando la televisión sin querer hablar, y yo sentía demasiadas cosas que debía mantenerme firme ante no detenerlo. Quería hacerlo mío antes de que se fuera, pero sabría que una vez que comenzara no me detendría y me soltaría a llorar sin consuelo viéndolo frente a mí.

Pasamos nuestros últimos minutos abrazados en el sofá, mientras él me platicaba de su siguiente trabajo. Podía escuchar lo emocionado que estaba por ello, de cuanto había trabajado por ello y que se lo merecía después de tanto esfuerzo. Simplemente yo no podía seguir tratando en algo que le quitaría su felicidad.

En unas horas ya nos dirigíamos al aeropuerto, decidimos cantar mientras yo conducía. Él decía que le gustaba mi voz, pero yo insistía en que no era tan bueno haciéndolo, y él sólo sonreía, luego me dejo en claro lo mucho que le gustaba verme bailar. Recordé una vez que lo hicimos en mi salón de baile, lo mucho que me gustó verlo tan sumiso debajo de mis caricias.

—Una moneda por tus pensamientos…

Reí fuerte porque al parecer mi cara mi delató. Así quería recordarlo, sonriendo y diciendo que me quería.

¿Por qué tuvo que ser así?

Llegamos al aeropuerto. Bajamos sus maletas, hizo su registro y esperamos por una hora en la que seguimos platicando de cosas sin sentido, evadiendo nuestra realidad. Cuando su vuelo fue anunciado ambos nos miramos sin saber que decir.

Se quedó frente a mí, y miraba nervioso su pasaporte con su boleto esperando que de alguna manera se lo quitara para romperlo e irme con él de regreso a casa. De pronto me sentí cansado y sólo quería regresar a casa.

—No hagamos esto más difícil de lo que es…

No pretendía sonar molesto o fastidiado, pero no sonó como yo creí, porque Luhan comenzó a llorar sin importarle que alguien pudiera verlo. Era como ese niño pequeño que conocí mucho tiempo atrás y había llorado porque no le había prestado mi pelota.

Lo abracé con más fuerza mientras él lloraba en mi hombro. No quería llorar, pero si decía algo más seguramente no podría resistirme a llorar de la misma manera que él.

—Lo siento… — logré decir.

Si me hubieran dicho que así sería desde el inicio, probablemente seguiría esperando por él en el aeropuerto como ese día, me hubiera enamorado y seguiría sufriendo porque no podía pedirle que se quedara.

—Adiós por ahora Luhan…

—Es mentira — seguía llorando tratando de controlarse y limpiarse las lágrimas, pero era imposible para él —, no es por ahora, sabemos que no me…

—No adelantes algo que…

—Por favor…

—Luhan, no puedo…

— ¿Me amas?

Me quedé en silencio pensando muy bien mis palabras, tanto que sentí que la boca se me seco y quería ponerme a llorar de la misma manera que él.

— ¿Me amas? — volvió a repetir.

Te amo lo suficiente para dejarte ir…

—Luhan yo…

—Olvídalo — quito mi mano de su mejilla y sentí que me partía por dentro —, todo fue una mentira.

—No Luhan, en verdad que te quiero, pero no puedo irme sólo así como así — trate de hacerlo reaccionar.

—Entonces… — se mordió el labio y me miró —, pídeme que me quede — no dejaba de llorar y su voz temblorosa hacia doler a mi corazón.

No tenía palabras, ni siquiera podía darme la vuelta e irme corriendo de allí. Tenía a Luhan pronunciando las palabras que esperaba escuchar, pero ahora no sabía que responder ante ello.

Era egoísta si le pedía quedarse…  volví a recordar.

Esta vez no pude aguantar, me solté a llorar. Quise reponerme en cuanto Luhan se calmó y ya no quiso llorar por tratar de consolarme, pero no quería que me tocara o podría ceder ante ello.

—No Luhan…— dije en un susurro mientras trataba de abrazarme, pero me aleje en contra de mi voluntad —, no puedo tenerte aquí conmigo.

Lloré, lloré como nunca antes hubiera hecho y dolía. Maldición… dolía demasiado.

No te vayas Luhan… no…

Esas palabras nunca llegaron a salir de mi boca mientras dejé que me abrazara.

—Sehun… te quiero.

—Y yo a ti Luhan, más que a nada en el mundo, pero entiende… no puedo pedirte que te quedes.

Luhan asintió despacio mientras volvía a llorar y me sujetaba de las manos.

—Debimos haber empezado antes… — dijo tratando de reír.

—Si… — quise sonreír de la misma manera, pero simplemente no pude hacerlo.

Nos quedamos un minuto así, sin decir nada y esperando a que el otro tratara de soltar las manos del contrario, pero eso no llego a pasar. El silencio se rompió cuando Luhan apretó mi mano y pronunció:

—Bésame como la primera vez — suspiro —, y déjame ir.

Lo hice. Lo besé de la manera en que lo hice la primera vez, cuando supe que estaba perdidamente enamorado de ese torpe actor con carita bonita, que no me importaba tirar todas mis posturas del amor a la borda sólo por él y por sentir sus labios contra los míos. Que mi corazón se acelerara cuando sus manos se colocaron sobre mi cintura y me apretó contra él con la poca fuerza que le quedaba, mientras seguía probando su boca de esa misma manera cuando me robo el corazón.

Lo siento Luhan…

 Nos separamos poco a poco. Él sonrió como pudo, dijo Gracias en un tono tan  bajo que sólo pude entender viendo sus labios y se dio la vuelta. Visualice su espalda hasta que le perdí de vista. Mis pies no se movían con la esperanza de verlo regresar corriendo hacia mí, pero eso no sucedería. El tiempo pasó y logre moverme después de un rato. Llegué a casa como pude, y me quedé en mi cama recostado en el lado donde Luhan había dormido por última vez.

Quiero que sepas, que no importa el camino que tomemos pero uno de los dos tiene que irse…

Luhan ya no estaba. No volvería más  y yo no me atrevía a ir por él. Lo mejor era dejarlo partir.

Adiós Luhan… ahora yo era dejado atrás, pero porque no quería seguirlo y no era lo correcto. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).