En el salón del segundo piso que se usaba de bodega se encontraban todas las chicas que semanas atrás usaran ese salón para elaborar el plan más estúpido de todos los tiempos. Todas en un silencio casi incómodo.
--Temari…-- la voz de la tímida Hinata se escuchó sobre ese silencio.--¿estas segura?
--No –todas y cada una de las chicas la voltearon a ver.
--¿Entonces por…?--la pregunta que la pelirrojo iba a formular se perdió al ver la mano de la rubia mayor levantada pidiendo que guardara silencio.
--Ya hemos causado muchos problemas, si interferimos más acabaremos creando más, siento que ahora es decisión de ellos. —menciono mientras su vista iba a una de las ventanas del lugar.
-- Pero…--la peli rosa quería disculparse, la culpa la carcomía.
-- Temari tiene razón Sakura—Ten ten llamo la atención de la peli rosa—es mejor que dejemos que esto siga su curso.
--Sai-kun ya debió decirle –menciono Ino sentada a un lado de la peli rosa.
-- Solo esperemos que llegue a tiempo. —las últimas palabras de Hinata dejaron de nuevo ese intenso silencio.
El azabache miraba a las dos chicas que estaban frente a él. Trato de que no se viera jadeando, aunque por la carrera que había hecho le faltaba el aire, trato de pasar por su lado sin ni siquiera dirigirles la palabra alguna, cuando una de ellas se le colgó del brazo.
--¿Qué rayos te pasa? – su voz aunque trataba de que sonara calmada se escuchaba un poco la desesperación que sentía.
-- Solo queríamos acompañarte Sasuke-kun –menciono una hermosa jovencita de cabello largo y castaño, que se colgaba de su brazo.
-- Mikuru suéltame –Sasuke estaba impaciente y estas chicas solo le entretenían, no tenía tiempo de jugar, así que trato de soltarse del agarre que la castaña ejercía en él.
--Vamos Sasuke-kun toda la escuela sabe que tu “noviecita” ya no está –la amiga de Mikuru que no era más que una chica de cabello negro y lentes en sus ojos, comento con gracia haciendo un gesto de desagrado al mencionar al rubio.
--¿Qué tiene que ver Naruto? – no quería perder más tiempo pero la mención del rubio capto toda su atención
--Pues que ahora no está puedes andar conmigo Sasuke-kun – una sonriente Mikuru le dijo mientras se apegaba más a él restregándosele vilmente.
-- ¿Por qué querría yo andar contigo? – el azabache a duras penas pudo zafase de los brazos de la chica.
--Oh vamos Sasuke-kun, toda la escuela lo sabe – la amiga de Mikuru cuyo nombre ni sabía, hablo mostrando una petulante sonrisa—si no hubiera llegado esa desabrida y oxigenada rubia tu hubieras ido por Miku-chan y ella seria tu actual novia
--Eso es completamente cierto, pero esa idiota de Naruto llego arruinar todo, que bueno que se largó – las palabras de total desagrado salieron de la boca de la castaña—pero ahora ya tengo mi oportunidad
-- Tienes razón amiga ahora que esa zorra rubia no está Sasuke-kun podrá ser tu novio – la de anteojos comento mirando al susodicho que para ese entonces estaba molesto, Sasuke las había escuchado y no le agrado nada de lo que dijeron.
-- Yo nunca andaría contigo –la voz fría y sobretodo molesta se escuchó en el largo pasillo.
--Oh vamos Sasuke-kun solo será por un tiempo después de todo tu no buscas algo serio, así que pídame ser tu novia y pasemos un rato agradable – la voz chillona de la chica le taladro los oídos pero sobre todo le molesto lo que le dijo, sabia que Mikuru tenia razón, el nunca buscaba algo serio pero ahora la cosa era completamente diferente, se había dado cuenta que todas sus relaciones habían sido vacías todas y cada una habían sido para, a palabras de Mikuru, pasar el tiempo, claro eso había sido hasta que el rubio llego, cuando Naruto se convirtió en su “novia” el tiempo que antes se le hacia eterno se le pasaba volando, conoció lo que era sentirse comodo junto a otra persona, en vez de poner escusas para no verla, ponía escusas para pasar mas tiempo con la rubia, por primera vez había sentido esa sensación de tranquilidad y cariño que veía en sus padres cada vez que estaban juntos. Al fin había aclarado todo en su mente y sobretodo en su corazón, así que tomo un poco de aire y después suspiro, miro a las chicas que estaban en frente, la mirada completamente de hielo que les dirigió hizo que ambas chicas se tensaran.
--No permitiré que hablen así de mi novia—recalco las ultimas palabras con esa voz cargada de furia—no negare que nunca busque algo serio, pero mi relación con Naruto va completamente enserio así que les exigire que se alejen de mi, y es la ultima vez que hablan mal de naruto por que a pesar de todo Naruto es mucho mas mujer de lo que ustedes llegaran a ser, de mi cuenta corre que Naruto vuelva y mas les vale, que cuando eso pase, ni se nos acerquen – sin esperar respuesta, de lo que ahora serian un par de chicas en estado de shock, emprendió de nueva cuenta hacia la casa del rubio.
En la mansión kamikaze específicamente en la sala de estar, se encontraba un pelirrojo y un rubio, se encontraban en completo silencio solo se escuchaba el chocar de la pequeña taza de te al momento de dejarla sobre el pequeño platito a juego con la misma.
- Así que ya esta todo listo – la voz un tanto suave del pelirrojo se escucho después de un largo tiempo.
- Si – la seca respuesta del rubio le hizo saber a su acompañante que su próximo viaje no le emocionaba en lo absoluto.
- Naruto piensa lo mejor – Gaara se levanto del asiento de enfrente al rubio donde se encontraba para sentarse a su lado—yo creo que si hablas con…--las palabras del pelirrojo se cortaron cuando una demás sirvientas que trabajan para los kamikaze llego diciendo que las maletas ya estaban en el carro y solo esperaban al joven amo para llevarlo al aeropuerto, el rubio se levanto y miro a su mejor amigo.
- Te voy a extrañar mucho ttebayo – una sonrisa radiante le dijo al pelirrojo que todo estaría bien, Gaara se levanto y lo abrazo fuertemente, abrazo que inmediatamente fue correspondido.
- Prometeme que llamara en cuanto llegues y te pondrás en contacto conmigo al menos cada fin de semana – las palabras le salían con dificultad por el nudo en la garganta que tenia además de las ganas de tenia de llorar.
- Lo prometo ttebayoo – el rubio sabía que iba hacer una difícil transición pero sobreviviría.
Se sonrieron y se separaron al momento de ambos dirigirse a la salida del hogar del rubio, su padre ya le esperaba junto su mama para emprender marcha hacia el aeropuerto. Se despidió de nueva cuenta de su amigo y subió al auto. El motor de un auto le hizo parar un segundo su intensa carrera, al azabache solo le faltaba una esquina que doblar y estaría en la puerta de la mansión Namikaze, sus piernas se apresuraron y justo llego cuando el auto que portaba a toda la familia dueña de esa casa se marchaba sin mirar atrás.
A las 2:45 de la tarde un avión arribó hacia la gran ciudad de Los Ángeles. A las 2:45 un azabache estaba parado en la puerta de una mansión con su celular en mano. Y a la misma hora se abría una oportunidad de hacer las cosas bien se abría un camino que tal vez recorrerían por separado