Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El juego del despecho por Chiaki28

[Reviews - 173]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Primero las notas aburridas que a nadie le interesan pero de igual forma me siento responsable a explicar; Acá ya estan abriendo los procesos de postulacion para las universidades y eso significa..que estoy jodida entre visitas, ponderaciones, creditos, planificaciones y todo ese tipo de cosas, viendo que puedo pagar, en donde me meto por puntaje, las preferencias... T_T Semana horrible.

Pero ya pasando a cosas más bonitas puede que en un par de meses les de una gran noticia un poco más alla del termino de 7 días para un te amo..aun no dire nada porque no soy de las personas que les gusta ilusionarse y despues se estrellan, ya lo imaginaran pero aprovecho para agradecerle de todo corazón a cada persona que se tomo el trabajo de leer uno de mis capitulos de lo que sea; mil gracias <3

LaralyChan01; linda el capitulo te lo dedico con todo mi amor; muchas gracias por ser una lectora tan fiel y por apoyarme en esta nueva historia <3 <3

Ahora los dejo con la version de mi Takanito <3 <3

Takano Pov

“Erika jamás he estado tan seguro de algo en mi vida; te amo, quiero ir de a poco contigo y creo que es hora de que nos mudemos juntos” Mi ego me impidió ver como aquella muchacha que alguna vez se robó mi corazón expresaba una mueca llena de amargura y aflicción, mi egoísmo me imposibilitó apreciar el dolor que le causaba.

Masamune estas yendo muy rápido, no me presiones” Me lo advirtió; ella me dijo que  no me ilusionara de esa manera, sin embargo, ante la terquedad y unos estúpidos sueños escogí seguir con mi plan.

“¿Rápido? Yo te amo; llevamos años juntos y quiero formar una familia contigo, más adelante espero que nos casemos” Me arrepentí de esas irresponsables e inoportunas fantasías  al momento de ver como esos hermosos ojos azules se apagaban y sus sonrisas eran borradas ante mis irresponsables avaricias; yo mismo me arrastré a la condenada destrucción.

“Últimamente me has estado forzando a aceptar cosas que no quiero solo por un par de infantiles caprichos, será mejor que frenes acá o estaré obligada a ponerte un alto” No era lo que codiciaba, yo la amaba, pero estaba agotado por la espera.

“Masamune no me insista más” “Estas siendo muy bruto” “¿Te vas a portar así de infantil conmigo?” “¿Sabes? Me arrepiento de haberte dado tantos años, has cambiado mucho desde que nos conocimos en la segundaria” “Lo lamento pero no puedo, esos no son mis sueños, será mejor que le des a otra muchacha ingenua tus esperanzas” “No quiero que sigas pensando en un futuro conmigo porque yo no quiero llegar a ser tu esposa; lo lamento, no me busques más” Todo fue tan rápido, tan doloroso, tan amargo; no sé cómo me levantaré de esta.

En todos estos años no fui capaz de mirar a ninguna otra mujer que no fuera ella, mi corazón siempre latió con sus caricias, mis labios degustaban los suyos con tanto ímpetu, mis manos recorrían con respeto su fino cuerpo, ella era mi tesoro, el amor de mi vida ¿Y qué fue lo que hice con la única luz que poseía? La extinguí.

¡Maldición! Yo tomé con mis torcidas manos el motivo por el cual me levantaba para destrozarlo; yo la espante, mierda, si hubiera callado esos tontos deseos ¿En qué carajo estaba pensando al proponerle eso? ¿En qué rayos estaba divagando cuando cruzó por mi mente hablarle de mudanza y matrimonio?

“Terminamos” ¿Cómo una simple palabra me logró desmoronar de esta manera? ¿Por qué todo lo que alguna vez fue hermoso hoy me hieren? Esas memorias que guardo ahora las quiero quemar en el infierno, las codicio despedazar con mis lágrimas venenosas; quiero olvidarla, que se vaya, se esfumé, si no planea volver a mi mundo espero que se borré de mi pasado.

¿Por qué debe doler tanto amar de esta manera? Si tan solo no hubiera ido un egoísta, si le hubiera entregado su espacio al menos ella seguiría entre mis brazos, mis ojos aun recorrerían con ilusión sus femeninas facciones y mi alma no estaría sollozando pulverizada tratando de ser reconstruida por un par de magulladas manos.

Pensé que le estaba entregando todo lo que era, creí haberle demostrado con incontables proezas como este demente hombre la amaba, como la necesitaba para seguir respirando, pero como siempre me he equivocado.

¿Qué es lo que tengo ahora? Un desastre de corazón, un espíritu  que ha perdido sentido, una tortura encarnada; ya no puedo hacer otra cosa además de recostarme sobre mi cama con una toxica botella de alcohol entre mis manos codiciando olvidar cada detalle de ella, pretender que nuestro romance fue una hermosa y ruin pesadilla de la que por fin he despertado.

Con una mueca trazada sobre mis labios, un amargo sabor a cereza calando en mi garganta y la humedad en mis mejillas me levanté arrojando con rabia el empaque de vidrio en contra de la pared, observando como esos cristales se destrozaban en mi muro sin significado alguno.

“Me estoy desmoronando” Murmullé jalándome los cabellos con agresividad; todo lo que hago es tonto, torpe, impulsivo.

“Hay Masamune” La voz de mi único confidente me forzó a alzar la vista de mi repulsivo cuarto para llevarla a la sala de estar.

“Shinobu viniste” Pronuncié con una lastimera sonrisa tratando de disimular con mi cabellos lo irritada que se encontraba mi mirada.

“Y yo pensaba que Ritsu se encontraba mal” Murmuro para sí mismo incorporándose en mi habitación, sentándose con una mirada compasiva sobre las sucias y manchadas sabanas con olor a alcohol “Te he dicho incontables veces que beber no es la solución”

“Lo sé” Susurre como si fuera un pequeño niño, bajando los hombros con resignación y tratando de regresar para escuchar mi razón.

“Llevas cuatro días tratando de lidiar con esto; lo único que has conseguido con esas borracheras tuyas es que me llames llorando toda la noche y que me manden a bares clandestinos para recogerte como si fuera tu hermano mayor” Se quejó cruzándose los brazos con rabia sin dignarse a devolverme la mirada.

“Lo lamento, pero no lo puedo controlar” Me excusé escondiendo mi rostro entre mis manos, percatándome de lo frágil que era.

“Conmigo no te disculpes, es Miyagi quien conduce a las tres de la mañana para traerte de regreso y cuidarte” Bufó con un ligero sonrojo sobre sus mejillas; él siempre ha sido un chico bastante transparente.

“Hemos sido amigos desde la escuela no me puedes abandonar a estas alturas” El más bajo libero un pequeño suspiro alzando una de sus cejas.

“¿Qué clase de amigo se olvida de mi por años y me llama cuando esta intoxicado?” Me interrogo con una embustera irritación tocándose la frente  como si se encontrara necesitado de paciencia para tolerarme.

“Lamento haberte llamado solo para que me consolaras en esas condiciones tan penosas pero no tenía a quien más recurrir” Le explique con amargura aceptando mi obsesión por esa delicada muchacha.

“¿Y ahora me has llamado de nuevo para que sequé tus lagrimas?” Inquirió extendiéndome sus brazos para acunarme.

“No tengo nada además de ella y tú” Respondí consintiendo que su delgado pecho fuera humedecido por un chico quien se había estrellado sin piedad alguna en contra de la realidad “Esto duele”

“Jamás había visto al gran Takano Masamune así de devastado” Se burló el menor repasando mis cabellos con dedicación “Debe haberte dolido mucho ese golpe” Especulo consiguiendo que me aferrara con más fuerza a su polera.

“Shinobu la he llamado tantas veces para disculparme por lo que he hecho; rogándole que me he otra oportunidad, arrastrándome por un poco de compasión” Masculle presionando mis parpados para dejar que el ácido carcomiera mi piel.

“¿Qué fue lo que te dijo?” Con una sonrisa sarcástica y deforme me limite a alzar el mentón para pronunciar con rabia mis sentencias.

“Ella nunca está en casa porque no me responde, sin importar las veces que la busqué o la trate de  encontrar, como lamento todo lo que he hecho, como siento haber tratado de dar un paso más con ella” Confesé con el cuerpo relajado ante los íntimos tactos que me entregaba mi infantil y joven amigo.

“Desde que la conociste te advertí que ella no parecía querer nada serio contigo; Erika siempre ha sido de las que disfrutan más en libertad, de hecho para mí era un misterio como habían durado tanto sin romper” Murmuro tratando de aligerar el ambiente en vano ante mi afligida y pasmada expresión.

“Una de las cosas que más amaba de ella es que fuera un alma así de libre” Conteste por impulso e irresponsabilidad.

“Masamune ella no regresara solo porque llores, Erika no ve ni le importa como te martirizas por su amor, lo mejor es tratar de avanzar” No respondí; lo único que pude hacer fue hundir con intensidad mi rostro sobre su polera.

Conocí a Erika y a Shinobu en el mismo año escolar; el rubio y yo por un par de gustos similares y caracteres fuertes acabamos entablando una ligera amistad de confianza dentro de la cual me percibía seguro; relación que deseche de forma injusta al perderme en la mirada de mi novia.

Por Erika lo dejaba todo sin pensarlo; por esa chica habría atravesado descalzo un camino de vidrios para verla sonreír, desde la primera mirada que entrelazamos supe que ella era con quien codiciaba pasar el resto de mis días; su primera sonrisa fue un disparo justo en el corazón y nuestros besos me llevaban hasta la gloria.

Pero ahora no tengo nada; hoy caigo en la cuenta de que sin esa chica soy un trapo vacío, no poseo voluntad ni deseos de avanzar, mis metas se han esfumado juntos con su voz en un gélido viento; dudo volver a sonreír, porque me duele, me duele haberla perdido por culpa de mi idiotez.

Se supone que la conocía, se supone que nos amábamos y contábamos cada uno de los secretos “No seas terco, no trates nada conmigo porque no quiero avanzar, no te permitiré que me chantajees para seguir a mi lado con esa clase de rostros” “No me quieras convencer con esos lindos discursos de fantasía, escúchame por una vez hombre, me jode cuando te pones así”

“Siempre fue una cobarde” Mascullé con cólera frunciendo el ceño al recordar esa arrogante mirada que me daba ¿Alguna vez le habrá importado como me desvivía por cumplir cada uno de sus caprichos?

“Ella jamás me pareció que fuera la indicada para ti” Pregono el más bajo frotándome la espalda como un consuelo forzado.

“Lo sé; me lo dijiste, me lo advertiste y aun así yo escogí acabar hecho mierda” El rubio me empujo con rabia levantándose de la cama con una repentina actitud agresiva.

“Me tienen más que agotado con esa autocompasión” Farfulló mi cómplice mirándome con desdén “He venido días a tu casa para escuchar el mismo patético discurso de como la perdiste y de cómo te sientes tan penoso contigo, me tienes más que asqueado con esas palabras Masamune ¡Ya hasta me lo sé de memoria!” Se quejó apoyando sus manos sobre su cintura sin dejarme de fulminar con esos expresivos ojos grisáceos.

“Pues perdóname por estar mal pero” Callé mis palabras ante la tajante seña que el más bajo me hizo con la mano.

“Ahora me vas a decir que estabas enfermo de amor por esa chica y nunca notaste las señales, luego me vas a regañar por no apoyarte, me pedirás que te traiga agua y que me vaya cuando estés dormido ¿O me equivoco?” Me interrogó alzando una de sus cejas con coraje, revelando la clase de persona que era.

“Realmente te lo sabes de memoria” Musite con melancolía ocultando cada una de mis facciones debajo de mis sucios cabellos, tratando de hundirme en las sabanas de mi cuarto antes ser consumido por la vergüenza.

“Como tu amigo lo entiendo, pero este círculo de lloriqueos no te va a sacar a ningún lado” Me explico bajando su guardia.

“Ya lo sé” Susurre apretando con ira las ásperas telas en las que me encontraba sentado para morder con rabia mi labio en busca de un mayor dolor.

“Mírame” Me pidió con gélido; ante el poco usual tono de voz del menor me limité a obedecer sus órdenes “Hacer esto solo te hunde más bajo” Pregono apuntando a la mancha de cerveza en mi pared impregnada con un par de vidrios.

“Es que me da rabia” Conteste presionando con fuerza mis parpados “Me da cólera admitir que esto es mi culpa porque yo fui quien escogió aferrarse a un imposible” Escuche como un cansado suspiro salía de los labios de mi cómplice quien se acercaba con pasos silenciosos hasta mi tensa y estoica aura.

“¿Sabes? Siempre idealizaste mucho tu relación con Erika; pienso que te haría bien salir con otra persona, abrirte a ver si llegas al verdadero amor” Pregono repasando mi espalda, una ingenua risa salió de mis labios ante esas cursis palabras.

“Creo que te estas volviendo blando” El menor me entrego una cálida y hermosa sonrisa que erizo cada uno de mis poros.

“Lo soy porque estoy genuinamente enamorado de mi novio, en cambio tú nunca sonreíste así por ella” Inspiré tragando con dificultad, intentando forzar un ambiente lleno de confianza y una nostálgica familiaridad.

“¿Y con quien se supone que debo salir si no conozco a nadie?” Le pregunte siguiéndole ese ridículo juego.

“No lo sé; no quiero que acabes saliendo con una mala persona que te destrocé” Murmullo tensándose al escuchar un extraño sonido de su teléfono.

“Yo solo quiero olvida por unos instantes a Erika, vivir bien un despecho y avanzar de alguna manera de este abismo” Confesé sonriendo con picardía ante la enfada expresión del rubio al leer un mensaje en su teléfono “¿Es tu novio?” Lo interrogue de burla consintiendo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral ante su repentina y fastidiada expresión.

“Es solo un quejumbroso que necesita de mi apoyo” Bramó con cierto cariño reflejado en sus palabras.

“Si esta de mal humor deberías conseguirle a alguien con quien salir” Declaré como broma tensándome ante la malévola y extraña sonrisa que se esbozaba sobre los delgados labios de mi confidente.

“Masamune creo que tengo a alguien en mente para ti” Proclamo con orgullo guardando en su pantalón el teléfono sin si quiera contestarlo.

“¿Y cómo es esa maravillosa persona que me obligara a olvidar a mi perfecta novia?” Lo contradije con irritación cruzándome los brazos en señal de inflexibilidad.

“Es alguien bastante dulce cuando quiere, su carácter tiene un lado suave a pesar de su particular terquedad, te agradara, se llevarán muy bien” Contesto emocionado mientras sus ojos irradiaban un insólito brillo.

“Aprecio que hagas esto pero lo dije como broma, no quiero salir con alguien más que no sea Erika” Musite apoyando una de mis manos sobre sus hombros mientras mi atención  se perdían en el sucio piso de mi habitación.

“Masamune estas desechó” Confesó alzando mi mentón para entrelazar nuestras miradas “Estas destruido, tu cuarto cada día está más sucio, tu rosto más demacrado, tus ánimos empeoran, si sigues así temo que puedas entrar en depresión” Declaro con una genuina preocupación siendo reflejada en sus frases.

“¿Y crees que salir con alguien más arreglará este desastre?” Le pregunte alzando una ceja con desconfianza.

“Al menos te ayudara a despejarte, pienso que te haría bien usar a otra persona para pasar el dolor, solo dale una oportunidad a quien tengo en mente” La curiosidad me forzó a preguntar liberando  mis pensamientos.

“¿Por qué te ves tan apegado esta persona cuando la nombras?” El rubio negó con la cabeza encogiendo los hombros.

“Porque me recuerda un poco a ti; ambos son tan frágiles, pasando por una terrible ruptura que no superan y pidiéndome ayuda para avanzar” Murmullo quitando una de mis desordenados mechones de la frente “Solo dale una oportunidad”

“Si eso hace que me dejes de molestar con lo de Erika y me asegura tu apoyo creo que no tengo opción” Me mofé percibiendo como mi destrozado corazón se estremecía al pronunciar su angelical nombre.

“Prometo que ninguno te decepcionara, solo confía en mí Masamune” Me pidió apartándose de mi cuerpo para sonreírme con orgullo “Creo que acabo de imaginar la solución para el problema de ustedes dos”

“No me agrada como suenas pero confió en ti” Pronuncie sabiendo que sin importar los amores que me pongan no conseguiré olvidar a esa ingenua muchacha que me apuñalo con su cobardía como una filosa daga.

El amor duele, es egoísta, es desconsiderado, es destructivo, doloroso, muchas veces nos fuerza a crear ideales imposibles y aun así irónicamente es a lo único que nos aferramos. 

Notas finales:

*Inserte risa malevola aqui* Ya se imaginaran quien era la persona al otro lado del telefono en quien el terrorista esta pensando.

Aun asi me da como pena Shinobu soportando a esos dos, pero bueno solo las personas que permanecen contigo en las cosas dificiles son en verdad tus amigos.

Y el epico encuentro por llamarlo asi se viene en el otro capitulo.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por todo su apoyo en otra de mis locuras <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).