Deathmask estaba agradecido con su diosa, eso fue algo que lo sorprendió, pues nunca creyó que tendría que agradecerle algo alguien. Por otro lado Radamanthys estaba visiblemente nervioso, pues no sabía con seguridad si la diosa se encontraba sola o acompañada de los siempre oportunos santos de bronce, al parecer los únicos que sabían de la relación que llevaba con el caballero de Cáncer eran los demás caballeros dorados y no quería tener que darle explicaciones a esos adolecentes.
El viaje duro menos de lo esperado, Saori se encontraba en su casa localizada en Japón, llegaron a la puerta y Deathmask golpeo en esta para que la Srt.Kido supiera que ya se encontraban hay.
-Bien, ese debe ser tu maestro-Saori se levantó tomando la mano del pequeño para que este también lo hiciera-¿Estas nervioso?
-No, ¡mejor apresurémonos!, ya tengo ganas de ver a mi maestro-el pequeño sonrió y jalo a Saori para dirigirse con rapidez a la puerta.
Cuando la joven de cabellos lilas abrió la puerta se encontró con la agradable presencia de los dos jóvenes, Mei vio a su maestro, tal y como lo recordaba con la mirada altiva y la sonrisa orgullosa, sin duda su maestro era digno de admirar.
-Maestro-El pequeño abrazo al italiano, pero luego sintió un poco de preocupación, su maestro no era especialmente apegado a ese tipo de acercamientos, aunque nunca lo había tratado de manera agresiva si le había hecho saber que ese tipo de actos no le agradaban-lo lamento-el pequeño se separó del mayor.
Deathmask sonrió y se inclinó para abrazar al pequeño-No tienes por qué disculparte-Se separó y le revolvió el cabello-¿Te encogiste un poco? ¿O es mi imaginación?
El pequeño rio-debe ser su imaginación.
Saori se acercó a Radamanthys lo empujo suavemente con su hombro este la miro, la diosa le indico con la mirada que debía presentarse al pequeño.
Radamanthys aclaro su garganta y se acercó al pequeño, quien lo miro con curiosidad
-Mucho gusto, me llamo Radamanthys-el pequeño enarco una ceja, lo que hizo que Radamanthys se percatar del gran parecido entre el pequeño y su pareja-Radamanthys de Wyvern Juez del inframundo custodio del templo maligno-Radamthys pensó que el pequeño quería saber más de él, por la forma en la que lo estaba mirando.
El pequeño miro a su maestro y le pregunto si ya podían irse, Deathmask asintió. Saori los acompaño hasta el lugar en el que el piloto había estacionado su avión. Se despidieron y tomaron rumbo a Sicilia.
Mei se sentó en uno de los asientos que daba a la ventana, miro a su maestro y le pidió que se sentara a su lado, Deathmask sonrió y acepto la petición del pequeño. Radamanthys se sentó detrás de ellos, él pequeño callo presa del sueño y gracias a esto se le ocurrió una idea, él espectro que al parecer era el novio de su maestro tenía unas cejas muy particulares, no le vendría mal un cambio de imagen.
Radamanthys aprovechó que el pequeño se quedó dormido para pedirle a Deathmask que sentara al pequeño en su regazo y de este modo el poder ocupar el asiento junto a la ventana. El caballero de Cáncer accedió tomo al pequeño Mei y lo sentó en sus piernas, éste que seguía dormido abrazo a su maestro.
-Parece un chiquillo agradable-el espectro poso su mano en la Deathmask.
-Lo es, gracias por dejar que se quede con nosotros.
-No tienes que agradecer, de todas formas es tu casa en la que estamos viviendo.
Deathmask sonrió-¿Te digo un secreto Radamanthys?
-Bueno.
-Aunque me hubieras dicho que no, aun así, yo habría ido por Mei.
Radamanthys rio y lo beso. Llegaron a su casa y el pequeño aún seguía dormido.
-Iré a dejarlo en nuestra habitación, mientras tanto ve alistando las cosas para preparar la cena.
-Como ordene mi capitán-Radamanthys tomo la posición en la que normalmente se saludó a un general o a un superior de un ejército.
Deathmask rodo los ojos mientras le sonreía al espectro.
Tan pronto como el italiano dejo al pequeño en la alcoba que se encontraba en la parte superior, se dirigió a la cocina pero se detuvo al sentir unas pequeñas manos tomando las suyas.
- Maestro, ¿Aquí es donde viviremos?
- Si, ésta era mi casa cuando era niño…como está alejada del pueblo nadie la ha ocupado desde entonces.
- Me gusta, huele a galletas.
Deathmask sonrió, y bajo a la cocina con su pequeño.
Radamanthys que lo esperaba en la cocina les sonrió cuando los vio entrar.
-Bueno, creo que ya es hora de empezar, ¿Qué les gustaría comer?
-No lo sé, Mei ¿tú que quieres?
-Déjeme pensar…recuerda esa sopa que preparo un día que yo estaba resfriado, que tenía varias cosas de mar.
-Oh, sí, si lo recuerdo…pero tendría que ir a comprar algunos ingredientes, en la nevera tenemos camarón, pero aún nos faltan, langostinos, calamares y creo que ya no tenemos vino si lo deseas puedes ir calentando el agua y sacando el camarón de la nevera para que se descongele un poco.
-Claro que si…a si me puedo conocer mejor con el Sr. Radamanthys-el pequeño sonrió, Deathmask tomo un poco de dinero y se dirigió a la salida.
-Radamanthys saco los camarones mientras Mei tomaba una olla y la llenaba de agua.
-Y bien cuéntame, ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres Mei?
-Nada especial-el pequeño puso la olla en la estufa, y comenzó a buscar la cebolla y el tomate. Cuando los encontró se estiro para dejarlos en la mesa, tomo una pequeña banca que se encontraba en la cocina y se subió sobre ella para poder cortar los vegetales- ¿Y a usted?
Radamanthys abría la bolsa de los camarones que se encontraba un poco dura, debido a que había estado mucho tiempo en el congelador-No creo que debas hacer eso podrías cortarte o…-Radamanthys miro al pequeño con asombro cuando este enterró el cuchillo delante suyo en los camarones el pequeño lo veía con desconfianza.
-¿Cortarme?, aquí el único que debería preocuparse por perder algo es usted-El pequeño retiro el utensilio de cocina y comenzó a cortar la cebolla.
-¿Me estas amenazando?-El espectro marco la pregunta con un tono de voz agresiva.
-No, jamás…solo le advierto que tenga cuidado…no se cuales sean sus intenciones con mi maestro pero si se pasa de listo-el niño no dijo nada más, solo prosiguió con su labor cortando los tomates.
-¿Pasarme de listo?-El espectro estaba notablemente enojado, no pensó en lo que dijo solo quería enojar a ese pequeño- Yo no haría nada que tu maestro no quisiera o no me pidiera hacer.
-Ja, mi maestro no le pediría nada a usted y si lo hiciera-el pequeño se percató de algo…claro esa era la razón, ese hombre había seducido a su maestro cuando este se encontraba bajo los efectos de los cambios lunares-seria por culpa de la luna.
La ira del espectro solo aumento ese comentario le hizo recordar a Leo, es como si ese niño lo comparara con Aioria. Sin medir palabra el Juez prosiguió-Con luna o sin luna, tu maestro se entrega a mí por voluntad.
-Si como no, ya quisiera usted-el pequeño respondió con burla
-Claro que sí, sabes-el espectro se acercó al niño-muchos piensan que los niños deben estar alejados de-soltó una pequeña risa-“temas de adultos”-con sus dedos hizo la seña de las comillas-pero yo creo que son idioteces, la primea vez-el espectro se alejó del pequeño-la primera vez que tu maestro yo tuvimos sexo la luna estaba totalmente llena.
-¿Que? ¡Es mentira! , el pequeño dejo el cuchillo en la mesa-miente.
-Y ¿quieres saber lo mejor?, aunque la luna estaba llena y se suponía que debía ser agresivo, la verdad fue bastante dócil, exquisito de inicio a fin.
-¡No!, mi maestro no estaría con alguien como usted.
-Claro que si el me ama y yo lo amo a él, se lo he demostrado y no solo cuando hacemos el amor, así que acostúmbrate desde ahora viviremos juntos.
-¡LO ODIO!-el pequeño se abalanzo sobre Radamanhys quien por la sorpresa del ataque cayó de espaldas-Usted no es el apropiado para mi maestro, no puede hacerlo feliz.
-Tienes razón, no puedo hacerlo feliz, puedo hacerlo mejor que eso…sabes aún recuerdo la primera vez que lo hice mío, debiste escucharlo aunque espera si puedas…-Radamanthys comenzó a emitir jadeos que sonaban exactamente igual a la voz de Deathmask-Radamanthys…-el espectro tartamudeaba mientras las facciones de su rostro se contraían para imitar la expresión de cáncer en ese primer encuentro-Radamanthys…tu…-soltó otro suspiro-tu…eres increíble-soltó un gemido-Te…te amos-Dicho esto el espectro tomo una actitud seria-y fue más o menos así claro que tu maestro lo decía con ese acento italiano que me vuelve loco, puedo imitar su voz pero me falta poco para lograrlo con su acento.
El pequeño trato de golpear al espectro cosa que no logro, porque en ese instante llego su maestro.
-Mei, Radamanthys ¿están bien?
-Dígame maestro, dígame que es mentira, que este hombre de verdad es su novio.
-Mei…-Deathmask lo miro con tristeza
El pequeño corrió a abrasarlo-Usted lo prometió, ¿recuerda? Usted cuidaría de mí, y yo de usted, solo los dos.
-Mei, no lo he olvidado siempre estaré cuando me necesites, no lo veas como una falta a nuestra promesa…digamos que Radamanthys es una ayuda extra, ¿Qué dices?
-Está bien-Mei no se daría por vencido ahora sabía que ese hombre se exasperaba con facilidad solo era cuestión de tiempo para que se diera por vencido.
Prepararon la cena o eso intentaron pues Mei y Radamanthis no dejaban de aventarse comido y debido a esto la cocina terminó en un desastre total. Deathmask baño al pequeño, le seco el cabello le consiguió una pijama y preparo el sofá de la sala para que Mei durmiera hay, cuando este se durmió, Deathmask subió y vio que Radamanthys ya se había bañado y que trataba de ponerse la pijama pero al parecer por el enojo que tenía no podía hacerlo.
-Me lleva, porque es tan difícil-miro hacia atrás cuando sintió que le tocaban el hombro.
-No te enojes-Deathmask hizo que se girara-si quieres puedo ayudarte-Dethmask tomo uno de los botes, cuando estaba a punto de acomodarlo lo soltó puso sus manos en el pecho de Radamanthys y lo toco suavemente, Se acercó más y lo beso-o bien podrías dormir sin la camisa-Siguió con los besos descendiendo de manera lenta, poso sus manos en las caderas el rubio acariciándolas por debajo del pantalón-O sin pijama si así lo deseas-levanto la mirada y le sonrió.
El espectro se quitó la camisa tomo al italiano en sus brazos y lo recostó en la cama, se acomodaron de medio lado viendo al otro a los ojos.
-No le vuelvas a decir a Mei las cosas que hacemos-el Italiano ahora veía el pecho de Radamanthys y lo rosaba con las yemas de los dedos.
-¿Escuchaste lo que dije?
-Sí, ¿de verdad sueno así cuando estoy contigo?-EL joven de cabellos azulado miro de nuevo al juez.
-No…tú te escuchas mucho mejor-el espectro le dijo esto en un susurro con su aliento cálido resonando en el oído de su amado.
-¿De verdad, no estoy muy seguro?-dijo el italiano imitando de manera burlesca una actitud tímida.
El espectro le beso el cuello, luego la mejilla, hasta llegar a los labios-Entonces creo que debo convencerte.
-Inténtalo…soy alguien bastante obstinado sabes.
El espectro rio-igual yo pero eso se arregla fácil-El espectro se iba a posar sobre su novio cuando escucho unos pequeños pero veloces pasos subir las escaleras y entrar de manera brusca al dormitorio. El pequeño Mei entro a la cama se interpuso entre su maestro y el inglés, abrazo al caballero de cáncer.
-Maestro, ¿puedo dormir con usted?, no quiero estar solito.
-Claro.
El niño sonrío ahora comenzaba la misión: deshacerse del novio cejon.