Un par de semanas pasaron y los dos pelinegros no habían repetido aquel acto carnal.
No es que no se sintieran atraídos, pero ninguno de los dos encontraba la oportunidad ya que tenían a Wiss vigilándolos. Se mantenían ocupados con los entrenamientos y para cuando regresaban a la habitación se encontraban realmente agotados.
El dolor de aquella parte baja en el cuerpo de Goku ya había desaparecido, cada vez que recordaba lo sucedido en la bañera, se ponía completamente rojo.
No pensaba que su relación llegaría a ese acto, pero admitía que le había gustado. Y aunque de verdad deseaba repetir eso, le gustaba la idea de ser el quien poseyera al príncipe.
-Ha...- un suspiro salio de la boca del de cabellos alborotados, se encontraba limpiando junto a Vegeta uno de los salones de aquel gran lugar.
El trabajo era arduo pero si querían continuar entrenando tenían que mantener el lugar libre de polvo.
-¿Ya terminaste tu parte Kakaroto? Aún falta el comedor.
-Si Vegeta, ya terminé.
El príncipe salió de aquella habitación, siendo seguido por el de clase baja, llegaron al comedor, esa mesa extensa estaba sucia y llena de platos, Wiss lo había hecho a propósito, quería mantenerlos ocupados un rato en lo que disfrutaba de unos helados que Bulma le había mandado.
El rostro del de cabellos de flama se llenó de asco al ver como las manchas de comida invadían la mesa y el solo hecho de ver la gran pila de platos ya le provocaba dolor de cabeza.
-Kakaroto, a ti te tocan los platos, yo limpiaré lo demás.
-Eso no es justo Vegeta, sabes bien que romperé alguno.
-Eso no me importa, no tocaré eso.
-Mira, mejor lo dividimos a la mitad, tu limpias los de la mitad derecha y yo la izquierda.
Vegeta sonrió de lado y en un movimiento veloz, inclino un poco la mesa dejando que los trastes se amontonaran todos del lado izquierdo.
-Trato hecho. - el príncipe dio una pequeña carcajada y se dedico a limpiar el suelo y los muebles mientras Goku con un puchero en cara se dedico a lavar los platos, rompiendo algunos.
Al fin habían terminado de hacer roda la limpieza, cuando el de piel azulina llegó a verlos, los llevó a entrenar. Los combates eran arduos, pero realmente estaban viendo las mejoras.
-"Me pregunto si después de esto Vegeta tendrá ganas de estar conmigo, no importa cómo pero lograré que al menos me de un beso"
Goku estaba en las nubes con aquellos pensamientos que no vio llegar el golpe del de cabellera blanca, ganando la mirada del príncipe, quien se había dado cuenta de lo distraído que se encontraba.
El arduo día había terminado y ambos pelinegros se encontraban en la habitación, Vegeta estaba recostado en su cama, esperaría a que Goku se durmiese para salir a entrenar otro rato pero el de cabellos alborotados no tenía ganas de dormir.
-Vegeta ¿Puedo ir ahí?- dijo señalando la cama del príncipe, a lo que éste se extrañó.
-Haz lo que quieras.
Con esa respuesta, el de cabellos alborotados caminó y se sentó a la orilla de la cama del príncipe.
Jugueteaba con sus dedos, más temprano había estado seguro de sí, pero ahora dudaba de hacer algo con el de menor estatura.
-¿Qué demonios quieres? Si sólo vas a quedarte como tonto, entonces vete a tu cama que...
Su boca fue silenciada, el de clase baja se inclinó para poder besar los labios del príncipe.
Fue corto, y las mejillas de Goku lograron ruborizarse, separó su rostro un poco del de el de cabellos de flama y lo miró a los ojos.
-Vegeta ¿Puedo tocarte?
Esa petición causo que la sangre se fuese al rostro del príncipe, no pensaba que el menor fuese directo. Colocó la mano en el hombro del de cabellos alborotados y lo empujó para que le diera espacio, posteriormente se sentó aun estando colorado del rostro.
-¿Qué cosas estas diciendo Kakaroto? ¿Acaso el cansancio te hace divagar? Ahora que lo pienso, has estado distraído todo el día. ¿No tendrás fiebre?
-No es eso Vegeta, yo he estado pensando en ti todo el día, en besarte, en tocarte, en poder unirme contigo de nuevo.
-¿Acaso estás loco? No podemos repetir eso, ni siquiera sabemos si Wiss nos mantiene vigilados.
-A mi no me importa que nos vigilen, yo solamente quiero estar contigo, eso es todo lo que me importa, tú.
Sin esperar la respuesta, Goku se inclino y tomó posesión de la boca del príncipe, aquellos labios carnosos que le había encantado saborear, el cosquilleo que le brindaban era único.
Se separó un poco para poder delinear con su lengua los labios de Vegeta e invitarlo a abrirla, éste cerró los ojos y se dejó llevar por aquellas sensaciones que su amante le proporcionaba.
Con timidez, ese órgano resbaloso se adentro en la cavidad bucal del príncipe, sus lenguas al chocar provocaron un cosquilleo que llegó a la entrepierna de ambos. Las lenguas se movían lentamente, disfrutando cada roce que daban, ahogando algunos jadeos en la boca del contrario.
Las manos del menor se paseaban por la cabellera sedosa de Vegeta, ese cabello suave le encantaba, tocaba de vez en vez la parte de atrás de las orejas, aumentando la excitación del mayor. Por su parte el príncipe recorría sus manos por aquella ancha espalda, las caricias y besos iban en aumento, el sonido de sus bocas juntas era lo único que lograba escucharse en ese cuarto.
De sus ropas podía verse aquellos bultos que mostraban sus miembros ya erectos. El de cabellos alborotados no podía controlarse en ese momento y fue arrimándose cada vez más sobre el príncipe, dejándolo recostado en la cama.
El beso no se disolvía, pero si se hacían de más contacto y es que Goku se terminó por acomodar encima de Vegeta, dejando a sus miembros a la misma altura.
En un impulso movió su cadera, dejando que sus cuerpos chocasen, que sensación tan satisfactoria fue aquella que sintieron en ese instante, para ambos fue un placer chocar sus erecciones aún sobre la ropa que los aprisionaba.
El movimiento de las caderas era lento, pero no se detenían, los jadeos se ahogaban en la boca del contrario. A medida que pasaban los segundos, la velocidad iba aumentando, las manos del príncipe tomaron los glúteos del menor para intensificar el contacto, moviendo su cadera a un ritmo mayor.
Ambos sentían como el calor aumentaba, sus bocas tuvieron que separarse por la falta de oxígeno, sentían como una ráfaga eléctrica recorría sus cuerpos, no pudieron aguantar y al dar unas cuantas estocadas más se liberaron manchando sus ropas.
-Ha..ha...- ambos trataban de recuperar el aliento, pero era sólo el inicio.
Sus miradas chocaron, sabían que una vez quitándose la vestimenta, no había retorno. Goku no dudo ni un segundo, sentándose sobre el abdomen del mayor mientras se quitaba la camisa, esa vista era espectacular para el de cabellos de flama, tragó fuertemente al ver como ese escultural cuerpo se le mostraba en frente.
No quiso quedarse atrás y empezó por retirar su armadura, aquellos guantes de pelea le estorbaban, queria sentir esa piel tersa del menor. La parte superior de su cuerpo la dejó al descubierto, de pronto se dio cuenta como la mirada del de cabellos alborotados se encontraba sobre él, no era una cualquiera, esta desprendía pasión.
Goku no esperó más y se dispuso a posar sus labios sobre el cuello del príncipe, pequeños besos que le arrancaban suspiros, hizo un camino del cuello a la clavícula, no sólo besándolo sino que lo lamía con la punta de la lengua.
Vegeta enredaba sus dedos sobre aquella hebras negras mientras sentía cada beso y caricia del de clase baja.
Aquéllos pezones erectos se veían faltos de atención, las manos del menor acariciaba a cada uno de ellos, los apretaba con ligereza.
El príncipe no tenia ni la más remota idea de que ese contacto pudiese retorcerlo en placer, con cada que el más alto tocaba esos botones, podía sentir cómo el cosquilleo a su pene regresaba.
Mientras acariciaba aquel pecho, su boca continuaba en descenso, hasta llegas a la tira del pantalón del mayor, con sus manos bajó con lentitud esa prenda junto con el bóxer, se podía ver el semen que fue expulsado hace poco. Goku termino de retirar las prendas junto con las botas del mayor, dejando aquel cuerpo expuesto bajo suyo.
Cada célula de su cuerpo recaía en la excitación al verse vulnerable ante el menor.
Goku no resistió la tentación y tomó entre sus manos aquel trozo de carne, estaba ya derramando sus fluidos. Lo apretó con delicadeza y empezó a darle un vaivén de arriba hacia abajo.
La respiración de Vegeta se hizo mas agitada, sentir esas manos grandes y ásperas sobre su sexo lo hacían retorcerse, no podía evitar dejarse llevar moviendo sus caderas en busca de más.
Sus manos ya se encontraban cubiertas por aquella viscosidad, por lo que soltó el pene del mayor, escucho un leve gruñido al retirar el contacto, dirigió una de sus manos a aquella entrada estrecha, Vegeta se dio cuenta pero no objetó nada, sabia que no había caso en resistirse, además en el interior lo deseaba.
Esos dedos que rodeaban su entrada, sentía como hacia círculos y como aquellos fluidos que quedaron en la mano del menor lo lubricaban, comenzó a relajarse. Al poco tiempo una invasión lo tensó, contrajo su entrada apretando el dedo de Goku, sentía como el movimiento de círculos se hacia presente, poco a poco un segundo dedo entró, causándole a Vegeta cerrar los ojos. Esos dedos que se movían dentro de él lo hacían sentir extraño, el menor dejaba caer un poco de saliva entre aquella estreches y sus dedos para lubricar mejor y que el movimiento fuese menos tosco.
Ya no le dolía aquella invasión y el de cabellos alborotados se dio cuenta, por lo que retiró los dedos. Su miembro se encontraba ansioso y palpitante, se retirólas prendas restantes que le quedaban, abrió un poco las piernas del príncipe y se acomodo entre ellas, adentrando la punta de su sexo de forma lenta para no lastimarlo.
El mayor apretaba su quijada con cada milímetro que sentía dentro, aquel agua salada amenazaba con escapar de sus ojos, al sentir como se adentro por completo su amante, soltó un gemido ahogado.
-Ha..vegeta..¿Estas..bien?- aquel lugar cálido aprisionaba su pene de forma exquisita, moría de ganas por moverse ahí dento pero aguataría por su príncipe.
-No..te muevas...ha..- agradecía haver sido preparado, de no ser así pudo haber sufrido un desgarre y es que no era para nada pequeño el sexo del de cabellos alborotados.
Las respiraciones se fueron acoplando. La invasión ya no era tan incomoda para el de cabellos de flama, por lo que movió un poco su cadera indicándole al menor que podía continuar.
Éste lo entendió, sacando su miembro casi por completo para adentrarse profundamente de nuevo, lo hacía pausado, eran estocadas suaves, no quería perder el control y lastimarlo.
Los jadeos roncos salían a prisa de la garganta del mayor, comenzaba a sentir como el calor de su cuerpo lo quemaba por dentro, aquella invasión le estaba empezando a gustar, al sentir como se adentraba más y tocaba una parte de él que lo estaba consumiendo en el placer. Su cadera se movía apresuradamente pidiendo más, el de cabellos alborotados tomó las piernas de Vegeta y las acomodó en sus hombros, besando la parte interior de la pantorrilla del príncipe y acelerando su ritmo.
Con una mano tomó la erección del mayor, estimulándolo al ritmo de sus estocadas, ráfagas de energía salían de sus cuerpos, aquel sudor empezaba a perlar sus cuerpos, desprendían tal calo que cualquiera que entrase a la habitación se marearía.
El color de sus cabelleras empezaba a cambiar, trataban de controlarlo puesto que no querían ser descubiertos, pero no lo soportaban, la agitación de su respirar, la velocidad de sus movimientos, el calor que los invadía, todo eso los estaba consumiendo, terminando por dejar salir aquellas auras doradas.
-Ka..karoto..ha...más..más...- esa petición fue demasiada, el menor se inclinó aún con las piernas del príncipe en sus hombros, acercando sus rostros para besarse, recargando sus manos en la cama, aquella que ya crujía por la velocidad de las embestidas.
El sonido de sus pieles chocando retumbaba, sus besos eran llenos de pasión casi lujuria, Vegeta sentía como sus rodillas se debilitaban, de no ser porque estaban en los hombros del menor, hubiesen caído,un hormigueo recorría su cuerpo, esas sensaciones eran demasiadas, el calor se acumulaba en su parte baja y sin poder dar aviso dejó expulsar aquellos fluidos de su cuerpo, manchando su abdomen y parre del de Goku.
Lo sintió, como aquel cuerpo se contraía bajo suyo, aquel anillo carnoso lo apretaba, se sentía demasiado bien, daba estocada tras estoca hasta que por fin terminó por eyacular dentro del príncipe.
Ninguno se había dado cuenta de que la cama había caído en pedazos hace un buen rato, sus cuerpos seguían unidos, Goku salió con cuidado dejando que aquel liquido blancuzco chorreara de la entrada del mayor. Se recosto junto a él y le dio un beso.
Pasaron un par de minutos para que recuperaran la respiración.
-Kakaroto. ¿Sabes que Wiss ñudo haber sentido nuestra energía?
-Si, pero mientras esté contigo no me importa que él lo sepa. ¿A ti si?
Vegeta se so rojo un poco.
-Idiota, a mi no me importa que piensen los demás.- con eso ultimo Goku le dio un fuerte abrazo al príncipe, conciliando ambos el sueño.