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Kuroshitsuji: Operahausu por Shuneii

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Notas del capitulo:

Primero que nada me disculpo por la confusión del siglo en el resumen... Mi teléfono no anda muy bien y. Por descuidada olvidé la contraseña de mi computadora. Sobre la narración de Ciel en la nota de las autoras, si fue mi error. Mi compañera quería ese pequeño segmento donde Ciel diera la introducción pero me pareció más sensato agregarlo a la nota que al primer caso.

Sin más espero lo disfruten c;

-En la mañana-

 

     Los rayos del sol trataban de colarse por las ventanas. El terciopelo de las finas cortinas era lo único que dejaba que la habitación permaneciera a oscuras. Los empleados se encontraban ya en sus labores diarias. Era hora de que el joven amo despertase. 

«Bocchan, ya es hora de que despierte.»

Abrió cuidadosamente la puerta. Su voz resonó por toda la habitación, al igual que el sonido de sus pasos. Como de costumbre, deslizó las cortinas dejando que la habitación de ilumine con el calor matutino.

«¿El té de hoy es un Blend?»

«Nuevamente acertó, Bocchan.»

     Nuevamente el joven amo había acertado. Su olfato era muy refinado, ?al como se esperaría de un miembro de los Phantomhive. 

«He utilizado el juego de té Wedgewood. ¿Desea leche?»

«Sí, y miel»

     Así inicia un día normal en la vida de Ciel Phantomhive. Al terminar de beber su té, Sebastian le pone al tanto de las actividades en la mansión. Mey Rin ha limpiado el piso del salón principal. Bart inició los preparativos para el almuerzo. Finnian regó las orquídeas importadas de América y Snake ordenó correctamente toda la correspondencia que ha llegado a la puerta. 

«¿Aun no hemos recibido noticias de la reina?» Cuestiona el de cabello oscuro, hacía ya dos meses que no les escribía para un nuevo encargo.

«No. Ha estado muy tranquilo últimamente. Tengo un mal presentimiento.»

     Luego del té de la mañana Sebastian le da un baño a su joven amo. aun recuerda cuando lo hizo por primera vez. Unos cuantos años atrás. Era tan pequeño y estaba muy sucio. Le tomó tiempo aprender a limpiarlo delicadamente. Ahora que Ciel rondaba los quince años ha pensado en dejarle la tarea a él mismo. No le gustaría ver a su amo como un objeto de lujuria. Terminado el aseo, prepara el vestuario para el nuevo día mientras el menor seca el exceso de agua en su cuerpo y cabello.

     Inicia tomando las prendas interiores, para su sorpresa el menor se adelanta. Le ordena que cierre los ojos. Ha ganado algo de pudor con su crecimiento. Como buen sirviente del conde Phantomhive realiza el mandato. Ruidos de cremalleras subiendo son perceptibles. Diez minutos después ha terminado de vestirse. La camisa fuera y el corbatín desencajado. No es muy bueno. Pero no está mal para la primera vez. 

«Puedes abrir tus ojos.»

     Una pequeña rodilla escapa de los labios del mayordomo causando enojo en el menor.

«Bocchan, lo hizo tan mal como lo esperaba.»

     Dicho eso sus manos se ponen en trabajo. Con cuidado y elegancia acomoda la camisa y con la punta de sus dedos coloca el corbatín en el lugar adecuado. Ahora si, su apariencia era impecable.

«El desayuno ya ha sido servido. Ensalada de albahaca y salmón. Como acompañamiento tostadas francesas recién horneadas con aderezo.»

     Con y sirviente se dirigen al comedor. la primer comida del día es muy importante. Siendo la única cabeza de la familia Phantomhive, no se perdonaría que por un descuido su salud se des balancee. Mucho menos cuando ya estaba bajo control su asma.

     Como era de esperarse de Sebastian, el desayuno ha estado delicioso. Se ahorra los comentarios, no es persona de dar halagos. 

     Posterior al desayuno, el ensayo de violín seguía en el cronograma. Verdaderamente Ciel había mejorado bastante. 

     A la hora del descanso se decide tomar una caminata al rededor de la mansión. Era un lindo día. Las orquídeas ya estaban siendo trasplantadas. Es un gran progreso de Finnian, con esfuerzo ha logrado controlar su fuerza. En el patio trasero, los cubrecamas se encontraban secándose con el viento primaveral. Ninguna clase de explosión ha hecho vibrar la mansión. Los sirvientes al fin han aprendido a realizar bien sus labores. Al menos eso quería pensar el conde.

     La habitación del joven amo es preparada para una visita. 

«¿Es necesario que venga?» Cuestiona con disgusto el ojiazulado.

«Con su adolescencia ha crecido significativamente. Por eso me he tomado la molestia de llamar a Madame Nina.» 

     Sebastian estaba en lo correcto. La adolescencia le ha hecho ganar a su amo algo de altura, así como un crecimiento en sus músculos. Su figura se empezaba a formar.

     No hubo que esperar más por Madame quien llegó con nuevas proposiciones de tendencia. si por Ciel fuera, hubiera objetado pero la insistente mirada de su mayordomo le hacía saber que era mejor permanecer en silencio. 

     Terminado su trabajo Madame se despide con un fuerte abrazo. Justo como era de esperarse viniendo de ella. 

     El medio día ha llegado, y es acompañado del suave aroma del té. 

«No me gusta mucho esta tranquilidad. ¿Debería adoptar un perro?» Sonríe sarcásticamente a sabiendas de que a Sebastian no le agradan esas criaturas.

«Aun siguen siendo acreedores de mi desagrado.»

«¡Guau!» Exclama en un acto juguetón. Era una manera de pasar el rato con su leal sirviente. 

«Si bocchan lo desea, y para que deje fe ladrar. Podríamos ir mañana a Londres.»

     La puerta de la oficina se abre estrepitosamente, la tranquilidad había llegado a su fin.

«¡Ciel!»

     Esa voz familiar volvía a resonar en los oídos de ambos hombres en la oficina.

«¡Tenía tiempo de verte! Ya no has ido a visitarme.» El príncipe entra a la habitación para saludar a quien considera su hermano. Seguido de Agni y un individuo que los deja sin palabras. «Este jovencito me ha venido a la mansión preguntando por ti. Con Año decidimos escoltarlo hasta acá. ¡Así aprovechariamos para verte!»

     Nuevamente como pasó con Snake, esos dos traían al asesino a la mansión.

     Sus cabellos rubios y piel tersa eran los mismos. Sin embargo, sus ojos eran de un color amarillo. Y el sello en su lengua había desaparecido.

«¿Alois?» Expresan en un susurro amo y mayordomo.

«Veo que se conoce , iremos a saludar a los demás. » 

     Y con eso las puertas se cierran quedando en silencio los individuos dentro de la habitación.

«Me llamo Youfiel. Es un gusto volver a verte.» Extiende su mano para saludar.

     Sebastian mira dudoso a su amo. Quien corresponde el saludo. Ninguno se explicaba lo ocurrido. Alois Trancy había muerto. ¿Quién se encontraba frente a sus ojos?

      En un movimiento rápido el leal mayordomo toma a su amo cubriéndolo con su saco. el sonido de vidrios rotos no se ace esperar. 

«¡Conde Grey!» Exclama El de cabello grisáceo todavía cubierto por Sebastian.

«Conde Phantomhive... Semanas sin vernos.» 

«¿No podías utilizar la puerta como la gente común. » Sale de su escondite para salir al encuentro del mensajero de la reina.

«Al igual que tú, soy fuera de lo común. He venido a traerte una carta de su majestad.» Le entrega el sobre con el sello real al menor.

     Por fin, luego de tanto el trabajo había llegado. la adopción del nuevo perro tendría que esperar. 

«Es para eso que me han enviado. Algo realmente malo ocurre y necesitarás mi ayuda.» 

     ¿Algo realmente malo? Tanto Sebastian, Ciel y Grey quedan sorprendidos con la confesión del rubio llamado Youfiel. Tenía la apariencia de Alois Trancy pero su comportamiento había cambiado. Habló con tanta franqueza y confianza que los hacía dudar de si, en realidad tenía razón. Pero, ¿En qué los podría ayudar? La carta de la reina podría ser una pista.

Notas finales:

Los espero en el siguiente capitulo! C;


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