22.-Descubriendo al acosador.
Llegue a casa después de despedirme de ese misterioso chico, curiosamente se me hacía conocido. Mi mente era un revoltijo de pensamientos, desplacé mi cuerpo hasta mi recamara, donde me tire a mi cama.
No sabía que estaba ocurriendo, rechazaba la idea de volverme a enamorar. Pero no dejaba de pensar en ese beso. No quiero hacerme ideas absurdas sobre aquel desliz que tuve por equivocación. ¿Qué se creía? Después del todo el daño, venía y me robaba un beso. Es un cretino, es lo que es. No le importo venir de la nada, haberse acostado con muchas personas y su única justificación era que me “amaba”. Es una estupidez, agarre mi cara para sentir como se calentaba mis mejillas.
Di varias vueltas por la cama, no encontraba mi lugar. Todo me recordaba a ese momento. Puse la almohada en otra posición pero tampoco funcionaba. Definitivamente esta noche no podría dormir.
Mi alrededor se movió con brusquedad como si hubiera un terremoto. Pero no era un fenómeno de la naturaleza lo que amenazaba mi sueño sino mi pequeño sobrino, brincando.
—Tio Usagi-ani—Dio una palmada en mi mejilla, abrí los ojos. Llevaba puesto un short de playa con un suéter verde— ¡Ya llegué! Despierta tío Usagi-ani.
—Hmn… pensé que llegarías hasta mañana. —Bostece, poniéndome la mano en la boca.
—Quería llegar mucho antes. —Alzó sus brazos hasta rodearme, dándome su calidez. — ¿M-me extrañaste?
—Demasiado. —Sonreí al mirarlo, su mirada se había profundizado con la mía. Tenía un extraño sentimiento con Yuichi, me llenaba a tal punto de quererlo como un padre. —Pero, dime ¿Te divertiste?
— ¡Sí! Monte a caballo, papá Usagi-san me enseño a montar—Dijo emocionado haciendo señas con la manos, dejando la acción de abrazarme. — ¡Deberías ir tío! Usagi ani. Realmente me divertí.
—Para la próxima vez iré pequeño, te lo prometo. —El contentó brinco arriba de mí, aventando un fuerte gruñido de dolor. No me molesto, pero debía admitir que su energía era demasiada. Noté algo peculiar en su mirada, su color no se parecía al de Akihiko, o Takahashi, era parecido a un azul turquesa.
—Usagi ani, oh Dios…—Quitó al pequeño de mí, su aspecto era preocupante. Estaba pálido y tenía unas ojeras enormes. —Debió ser irritante otra vez, ya le he dicho que no brinque en las personas.
—No me molesta Takahashi. —Me levante rápidamente. Acomodé mi cabello lo mejor que pude, sin embargo quedó igual. —Pensé que llegarían mañana, ¿Qué paso?
—Es sólo que no me he sentido bien. —Llevo una de sus manos a la boca, haciendo una mueca de asco. ¿Tenía ascos? Eso significaba que él estaba…—Debe ser las cosas horribles que comimos allá. La comida no era buena.
— ¿Cuánto tiempo llevas así?—Pregunte algo ansioso, incluso recordaba haber vivido lo mismo. Había tenido esos síntomas y no me di cuenta que estaba esperando un bebé.
— ¿T-tiempo? Supongo que unas dos semanas, pero debe ser una infección. Por cierto… hay un tipo que dejó un ramo de rosas, es para ti.
— ¿Para mí?— ¿Quién podía ser? Ah, es cierto…tenía dos opciones. Podría ser uno o del otro. Estaba en un enredo amoroso, no necesitaba eso ahora. No cuándo todo en mi vida estaba en calma.
—Era un muchacho amable, me dijo que era un compañero de tu trabajo. Llevaba un saco negro. —Trate de recordar. —Se llama Ryouichi Sumi
—Seguro, si somos compañeros. —Puse una falsa sonrisa, tome el ramo de rosas y me fui a toda prisa de esa habitación. ¿Por qué me la habría mandado? Soy yo el que debería darle algo por lo de ayer.
Algunos pétalos cayeron al piso. Me hizo recordar la primera vez que habían tenido ese detalle conmigo.
flashback
Terminamos peleados por las insinuaciones de una joven mucho menor que ambos, debía estudiar no estar de descarada. Fue extraño que fuera hacia los dos y enfrente de ella besara descaradamente a Haitani, olvidándome completamente que alguien más estaba ahí. La voltee a ver, y le dije que era mío. Al salir del bar ambos solamente nos reímos. Imaginaba que en ese tiempo tendría unas tres semanas de gestación sin embargo aún no me daba cuenta de eso.
Fuimos rápido al departamento, repartiéndonos besos en todo el proceso. Acariciaba mi cuerpo sin detenerse, me gustaba. Todo de él, su forma tan desesperada por hacerme suyo. Rato después termine exhausto, cayendo a la cama. Se me dificultaba respirar por la actividad realizada hace unos minutos. Trate de topar la desnudez que me abrigaba, pero no lo hice. Él tomo una ducha, quedando solo viendo mí alrededor. No sabía que pasaba con ese chico, pero no soportaba la idea que tratará a alguien como a mí, el sonido de la regadera se detuvo, salió para meterse en cama.
—Eres fascinante chico listo, me dejaste sorprendido. No pensé que te pusieras tan celoso por esa chica —Me rodeo con sus brazos. —A mí, solo me gustas tú. — sujetándome para que no me fuera. —Hace tanto que no salimos fuera, ¿Te gustaría salir a un lugar?
—N-no… —Mis mejillas ardieron con su proposición, le di un codazo para que se quitará. Logrando salir de él. — Prefiero no salir.
Él me enseño un objeto a un lado de mí, al principio imagine que se trataría de una de sus tonterías. Bufé molesto al ver su persistencia pero todo cambio al ver aquello. Me sorprendí, él no hacia eso.
— ¿Una rosa? Haitani, no soy una mujer para esas cosas. —Musité mientras acomodaba mi camisa, lo miré de reojo. No entendía el porqué de su sonrisa, si claramente no me había gustado su cursilería. —No era necesario…
—Sabía que te gustaría—Antes de poder contestar, agarro mi mentón guiando mi rostro hacia el suyo. Embriagándome con su calidez.
Fin flashback
Le mandé un mensaje a Ryuchi, esperando aclarar ese malentendido. Seguramente debía de tener muchas dudas, y para evitar ir a más enredos; le solicite tomar un café.
Acepto ir. Escogí un traje de diferente color, y me dirigí hasta ese lugar. Extrañamente no me sentía nervioso, sólo quería arreglar el malentendido. Me senté en una mesa, pidiendo antes la bebida. Al poco rato llego mi invitado.
—Espero no haberte hecho esperar, tuve que cancelar una cita por ti. —Sonó feliz, al menos no estaba molesto. —Pero valió la pena, ver tu cara es una de las mejores cosas que me ha pasado. Antes que nada déjame presentarme, soy Ryuchi Sumi—Claro, era el hijo de un gran novelista. Por eso se me hacia conocido.
—Lo lamento Ryuchi, ayer te puse en un aprieto. —Tome un poco del café, la acidez en mi garganta no se trataba precisamente del líquido sino de la clara preocupación de haberlo hecho pasar un mal rato. —No volverá a ocurrir.
—Te entiendo, vaya… ese chico debió ser algo importante para ti ¿No? Incluso diría que se han acostado. —Escupí toda la bebida, poniéndome de una tonalidad roja. No era necesaria tanta sinceridad. —Te pusiste demasiado nervioso, nunca te había visto de esa forma.
—N-no ha pasado nada entre él y yo. — Lo de acostar era la cosa más sencilla que vivimos, si lo supiera todo. Ni quería imaginar su cara de sorpresa ¿Cómo se había dado cuenta? ¿Era tan notorio?
—Huh? Tranquilo, oye no le diré a nadie. Yo no busco hacerte daño, sino salir contigo.
—No creo que te guste salir conmigo, no soy tu tipo…
—No hay tipo, simplemente hay personas que te gustan o disgustan. Oh ya entiendo. ¿Es por él? —Volvía al mismo tema, no quería hablar de él.
—Él no tiene nada que ver con mis decisiones, nunca hubo nada. —Musite serio, agarrando una toalla para limpiarme. —No creo que trayéndolo al tema, aceptaré salir contigo.
—En ese caso te voy enamorar de mí.