Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viva la Vida por Sakebitai

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como siempre digo, más vale tarde que nunca xD

Este capítulo estaba pensado para ser más corto, sin embargo la mano escritora avanzó y ya no puedo parar, en fín, que tiene 1000 palabras más de las que inicialmente pensé xD (y eso que pudo quedar más largo).

Esta vez espero actualizar unas 3 veces antes de desaparecer :v estén atentos.

 

Y bueno, como siempre, pasen, adelante, tranquilos, siéntanse como en su casa y disfruten del capítulo.

Son las 4 de la mañana y es la primera noche en toda la semana que puedo pasar sin alguien al lado, lo malo es que ya estoy prácticamente acostumbrado a dormir en las clases y a mitad de la tarde, así que aunque quiera hacerlo a esta hora no tengo sueño.

Quizás tenía unos 4 años cuando dejé de dormir ocasionalmente con mamá por tener miedo o con mi hermano por estar jugando (sí, Vanitas jugaba conmigo),  y aunque si lo piensas, que alguien te vea dormir es aterrador (muy, muy aterrador), de cierta forma es lindo que haya alguien cuidandote, escuchando, cantando... acompañando. Sería mucho más lindo de contar si dicha persona no fuera un pseudo asesino sicópata afuera de tu ventana que recalca la idea de que la escena es de hecho muy, muy aterradora.

- ¡Sora!, despierta. 

Mi querida madre dio la alarma y ya son las seis, no puedo creer que hayan pasado dos horas en tan poco tiempo, extraño esa época donde podía divagar más en menos tiempo... época conocida como la semana pasada.

Y todo como de costumbre, la carrera a la ducha, el cálido desayuno, arreglar mis cosas, bla, bla, bla. Ojalá me atropellara un auto y así no tendría que cargar con la culpa de un suicidio, no quiero nada.

- Sora, arréglate bien, hoy vino una amiga tuya sola a esperarte. - Dijo mientras acomodaba mi camisa y trataba de ordenar mi pelo.

- ¿Qué?, ¿Quién? - Lo más lógico es que sea Kairi, si llega antes no tendrá que dar excusas para que nos alejemos.

- Una chica de pelo negro y corto. - ¿Por qué? - Sé todo un galán.

-... Claro. - Dije mientras comenzaba a salir de mi casa. Por lo menos no fue una conversación tan incómoda. - Ah, Xion, qué gusto. - Y qué inusual.

- Hola, Sora. Me preguntaba si te gustaría adelantarte conmigo. - Dijo con su usual sonrisa... o bueno, esa que daría hace un buen par de semanas, ahora es mucho más forzada.

- Claro, ¿por qué no? - Dije a la vez que acomodaba mi mochila y comenzábamos a caminar. - Qué extraño que no estés con Kairi. - Solté una pequeña risa al final del comentario, creo que en realidad rompí un poco más su corazoncito. Xion sólo suspiró.

- ... Bueno... tú ya sabes. 

- Entiendo. - Por experiencia propia puedo decir que Kairi es una buena amiga la mayor parte del tiempo, sólo que no es muy buena escuchando problemas ajenos. - Cuéntame, ¿qué pasó?

- ¿Por qué debería pasarme algo?

- Eh, bueno, digo... no es muy común que... - Xion no me dejó terminar, qué alivio, tampoco sabía cómo responder.

- En realidad, tienes razón, sí vine por un motivo. - Ésto se puso bastante interesante, si Xion quiere hablarme de algo precisamente a mí, siempre es porque algo anda muy mal. - Sora, ¿No has notado cómo todos están tristes desde hace un tiempo?

- ... Sí. - Es algo innegable. 

- A excepción de Ventus y Vanitas, Axel y Roxas están peleando todo el tiempo, Naminé y Roxas tienen problemas, Kairi se queja siempre y tal parece que la inclusión de Terra no termina de convencer a todos... pero sobre todo tú, divagas más de lo normal, duermes en todas las clases y ya casi no hablas, pareces una especie de zombie. - No tengo nada que decir sobre eso, ¿cómo puedo responder? - Sora, ¿estás bien?, ¿quieres ayuda? - Xion es tan buena.

Su dulzura ocasional siempre me hace sentir muy feliz, no pude aguantarme a tanta lindura y la abracé, nadie me había ofrecido su ayuda, todos se limitaron a mirar y hacer bromas con el asunto, pero ella ha venido aquí sólo para corroborar que estoy bien.

- Xion, muchas, muchas gracias, de verdad, pero no pasa nada. - Lo siento.

- Sabes que siempre puedes contarme lo que quieras, no sé por qué, pero no me gusta verte triste. - Dijo sonriendo, esta vez sí fue de verdad.

- Lo mismo digo, puedes hablarme de lo de Axel cuando quieras. - Sonreí para ella.

- ¿Lo de Axel? - Estaba muy confusa.

- Ya sabes... eso de Axel... lo que Axel... ''te provoca''. - Primero, ella abrió los ojos como plato y luego comenzó a reír muy fuerte, para esta altura ya no entendía nada.

- Sora - Trató de parar de reír. - A mí no me gusta Axel. -  Luego, me guiñó un ojo.

Oh... OH... ya veo.

- Bueno... entonces puedes hablarme sobre eso también... si quieres.

- No, no te preocupes. - Dijo mirando pacíficamente hacia delante. - Ya entendí que no vale la pena.

- Me alegro. - Estoy feliz por tí, Xion.

Y sin darme cuenta, una vez más, habíamos llegado a nuestro querido centro de estudios, qué emoción. Ni siquiera me di cuenta de cuándo tocaron la campana o cuando llegaron los demás, casi como si fuera automático, al momento de sentarme en mi lugar volví a entrar en un trance mitad inducido por mi sueño, mitad por mi propia incompetencia, más que nunca me arrepentí de haberle mentido a Xion.

~~~

- Hola, Sora. - Dijo sonriendo como lo hizo aquel día, agachado en una de las ramas de ese gran árbol afuera de mi ventana.

- ¿Qué quieres? - Tengo que tratar de sonar firme ahora más que nunca.

- Vamos, Sora, ¿Por qué me respondes así? - Y sonrió una vez más, me enferma.

- ¡¿Por qué?!, ¡¿Qué te pasa?!, ¡Voy a llamar a la policía! - Y no funcionó mantenerla... Más bien, yo no funcioné.

- No harías eso... - Mientras pronunciaba la última palabra comenzó a abrir mi ventana como quien lo ha hecho un montón de veces.

- ¡No entres! - Hace caso omiso a mis palabras y comienza a avanzar hacia mí.

- Sora, si sigues gritando vas a despertar a los demás... - continuó avanzando. - Yo creo que tu deberías.. 

- Llegó hasta mí. - Hacerme caso. - Y como último ademán, posó su dedo índice, cubierto por su guante, en mis labios.

No puedo decirle que no.

~~~

- ¡PERRA, HIJA DE PUTA!, No sé qué mierda fue lo que te vio Roxas, supongo que cualquier cosa con tetas y un par de agujeros sirve. - Al terminar de apuntar con su dedo medio a cierta rubia, Axel dejó el salón de clases... De las cosas que me pierdo.

- ¡Axel!, ¡Axel, vuelve! - Y Roxas salió corriendo detrás de quien se supone es su mejor amigo. Naminé comenzó a fingir un llanto a la vez que se lanzaba a los brazos de Terra.

- ¡Terra!, ¿Escuchaste lo que ese hijo de puta me dijo? - Terra ni siquiera correspondió el abrazo, así que Naminé comenzó a jalarlo de la ropa. - ¿Qué vas a hacer para defenderme?

- Sora, ¿Qué pasó? - Vanitas llegaba con Ventus, el pelinegro avanzó para ponerse frente a mí mientras esperaba una respuesta.

- Yo recién desperté.

- Nunca sirves para nada. - Vanitas me golpeó en la cabeza, estúpido.

- ¡Oye!, no soy tu informante. - Le devolví un puñetazo en el brazo.

- ¡Terra! - Ahí estaba Naminé una vez más con su berrinche, pero Terra sólo la ignoró una vez más para acercarse a saludar a Ventus.

- ¿Cómo estás, Ventus? - Y justo cuando creía que no podía ponerse más interesante, Terra le dio un beso de saludo a Ventus, no fue en la mejilla, sino que fue prácticamente en la comisura de sus labios, todo mientras sujetaba su rostro muy románticamente. Ventus se quedó ahí, impactado por la situación, podías llegar a ver que estaba en un punto en el que por su personalidad empezaría a llorar, todos se dieron cuenta y nadie lo esperaba, bueno, quizás mi hermano sí... Ésto se va a poner feo.

- !¿Qué se supone que estás haciendo?! - Vanitas fue y empujó a un lado a Terra y se quedó abrazando a Ventus. - Ni se te ocurra volver a tocarlo.

- ¿Qué?, ¿Acaso eres su novio?

- No tiene por qué importarte lo que somos o dejamos de ser. No te acerques a Ventus. - Nunca había lo escuchado sonar tan amenazante, Terra por su parte, lo miró altivo y desafiante.

- ¿Y qué pasa si no quiero darte en el gusto? - Ésto nadie se lo esperaba, nadie jamás le respondía a mi hermano, era un respeto tácito que todos parecían tener.

- Terra, aléjate. - Al parecer Ventus estaba aprendiendo de mi hermano, porque me heló el corazón. Terra quedó ahí, impresionado por la declaración, pero como era de esperarse, Naminé no iba a quedarse atrás, ¿verdad?, así que una sonora cachetada se dejó escuchar por el salón.

- ¡Terra!, no sé quién te crees que eres ni cuáles crees que son tus atribuciones, pero a mí no me tratas de estúpida.

- No entiendo cuál es tu problema si ya tienes novio, estás loca.  - Tras ésto, Naminé empujó a Terra a una silla y sentó sobre él mientras acariciaba su rostro.

- Terra, tú... - Estaban muy cerca, y los cuatro que sólo estábamos mirando ya no sabíamos que hacer con nuestras almas. -... Tú eres el que no entiende nada.

- Por suerte, yo empecé a entenderlo todo. - No. Puede. Ser. - Axel tiene razón, eres una perra, no entiendo cómo no me dí cuenta.

- Roxas, no te precipites. - Dijo a la vez que se bajaba de encima de Terra... No tenía salvación antes, menos ahora.

- No te precipites nada, me vas a escuchar ahora. - El rubio iba a desquitarse hasta por lo que no había hecho, podía verse. - No entiendo qué pretendías, ¿Creías que no me daba cuenta que ibas de suelta con Terra? Eres una hija de puta, hiciste que me peleara con la persona más importante para mí por tí y así fue como me lo agradeciste. No vales nada y por tu culpa yo tampoco lo hacía mientras estuve contigo, lo peor es que sólo lo hice porque te parecías a mí y tengo complejos ególatras. - Axel estaba detrás de él sonriendo como sólo él sabía, estaba contento, Vanitas y Ventus comenzaban a comprender mejor qué fue lo que había pasado antes de que llegaran.

- ¿Entonces así son las cosas?, ¿Por fin te diste cuenta de que te gusta el imbécil de Axel y me vas a cambiar por él? - Roxas primero se impresionó, luego enrojeció y cuando empezaba a entrar en pánico Axel apoyó su mano sobre el hombro del menor para darle más confianza.

- N-no se trata de eso, no tiene por qué importarte lo que siento o no, menos ahora que nunca lo hiciste. Lo importante es que tenemos mil y un razones para terminar y no necesito que estés de acuerdo conmigo en ésto.

- ¡BUENO!, ¡YA!, ¡ESTÁ BIEN!, todos ustedes ya me han humillado lo suficiente y no los necesito, van a rogar que vuelva y no lo haré.

- Puedes irte, la puerta es ancha. - El alto pelirrojo le hizo un ademán de escolta, lo cual enfureció aún más a la rubia.

- Váyanse todos a la mierda. - Acto seguido, la chica abandonó el aula, mientras todos seguían mirando.

- Gua-u - Quién más si no era Tidus. - Ya era hora, compadre - no faltó su típica palmada en el hombro de Roxas - Al fin aceptaste lo de Axel. - El rubio no pudo hacer nada más que apartarlo y sonrojarse.

- Cállate, idiota.

- Vamos, cariño, no te enojes conmigo. - El moreno regaló la mejor de sus sonrisas.

- Vaya hermano, no me esperaba esa. - Ventus también aprovechó para subir el ánimo y así evitar que Vanitas y Terra volvieran a lo suyo, mientras ellos seguían estando tensos, pero sus miradas en lugar de decir "te mataré" hablaban más de una especie de tregua varonil entre hombres rudos. Espero no vuelvan a pelear, aunque me intriga saber quién ganaría el 1vs1.

- Déjenme tranquilo. - Roxas se escondía en el gorro de su polerón mientras Axel volvía a sonreír, de verdad está muy contento.

- Ésto es muy... Extraño... Lo siento, pero no puedo apoyar a mi prima en ésto.

- Está bien, Kairi, si crees que es lo que debes hacer, está bien. - Dije mientras la abrazaba de medio lado.

- Gracias, Sora. - Se aferró a mí.

- Es verdad, debemos dejar que esos aires de diva se le pasen. - Pobre Xion.

Y una vez más, como es lo usual en la vida de todo estudiante, la campana que marcaba el inicio de las últimas horas de clases luego del recreo, seguido de el ruido que hacía algún profesor al entrar en el aula y lanzar sus libros furiosamente contra la mesa, acompañado de su infaltable olor a café de máquina, nos recordaba que debías hacer para lo que nuestros padres nos mandaron al colegio, así que nos sentamos cada uno en su lugar poniendo más o menos atención.

Por supuesto que yo me limité a ignorar toda la situación y caer de lleno en los brazos de Morfeo, me sorprende que nadie me diga nada.

~~~

- Y,  ¿Qué tal tu día?

- Ni siquiera recuerdo haber visto la luz del sol, dormí todo el día.

- Eso no es sano, deberías preocuparte.

- Lo hago, estoy preocupado... mucho de hecho... hijo de puta.

- Linda respuesta.

- Me sorprende que puedas dormir con la conciencia tranquila.

- La falta de sueño te quita parte de tu tacto, ¿sabías?

- Nunca hubo.

- Eres cariñoso, abrazas a todo el mundo.

- ¿Qué sabes tú?, además estás lejos de ser como todo el mundo.

- ¿A qué llamamos el mundo?, ¿Tus amigos?

- Algo así.

- No me agradan.

- Tampoco les caes muy bien.

- Es que no creo que ellos sean buenas personas.

- Mira quien lo viene a decir.

- Exacto, si yo puedo decirlo es porque algo anda mal.

- ¿Qué les pasa?

- Sora, hace casi semana que duermes todo el día, todos los días, estás más distante y tu actitud ha cambiado lo suficiente como para responderme de mala gana a mí sabiendo que no es muy buena idea, hasta yo me doy cuenta de que no eres el mismo idiota y aún así nadie se ha parado a preguntarte qué te pasa.

- Exageras.

- Y aún así lo más probable es que si alguien te preguntara algo sólo sonreirías y dirías que todo está bien para ser el Sora que todo el mundo conoce. De cierta forma eres bastante fuerte.

- ...

- ¿Te haz preguntado cuál es el verdadero tú?

- Yo soy yo y punto, no hay por qué detenerse a pensar cosas de ese estilo, son todas las respuestas muy simples.

- Tienes razón, formulé mal la pregunta. ¿Por qué no te muestras totalmente?

- ¿Qué?

- Eres un idiota risueño, eso es innegable y no se puede fingir, así como tampoco puedes forzarte a responderme tan mal en ciertas ocasiones con tanta naturalidad.

- Eso es porque tú te lo mereces.

- Tus amigos también se lo merecen, te di muchos ejemplos, y aún así no lo haces.

- Son situaciones totalmente distintas.

- Es verdad, aunque no quieran te han hecho más daño del que te he hecho yo.

- Ellos no me tienen traumatizado.

- Ellos te tienen hablando conmigo.

- ...

- Además, actúas muy bien para ser alguien con un trauma.

- ...

- De todas formas no es que me moleste que gracias a ellos pueda tener estas lindas charlas contigo, pero deberías pensar más en tí, sé egoista de vez en cuando.

- ¿Qué clase de consejo es ese?

- Uno que sirve en el mundo real.

- Gracias, supongo.

- ¿Y qué?, ¿Acaso a ti no te gusta hablar conmigo?

- No seas ridículo.

- ¿Eso es un sí o un no?

- Por lo menos si no sintiera que voy a morir mientras hablo contigo podría decir que sí.

- No es como que tenga una pistola en tu cabeza en estos momentos.

- Si dijera que no quiero hablar contigo, ¿te irías?

- Está bien.

~~~

- Sora, Sora, nos vamos. - Era Xion, si no fuera por ella lo más probable es que los demás me hubieran dejado acá por estar tan metidos en sus propios asuntos.

- Gracias, Xion.

Y nuevamente se acabó otro día en la mierda. De verdad quiero que me atropelle ese auto, ¿cuánto puede costar toparse con un conductor ebrio? Si tan sólo en la isla hubiera una gran ciudad iría ahí sin pensarlo.

- Xion, ¿qué harás?

- Mis padres van a pasar a recogerme para ir a la playa, lo siento por no poder acompañarte. - Ahí está su sonrisa de lástima.

- No te preocupes, diviértete. 

 

No sé hace cuánto no regresaba a casa sólo, y desde que Vanitas y Ventus son ''cercanos'', ni pensar en regresar con ellos, menos después de lo que pasó hoy, deben estar teniendo serias conversaciones de pareja y esas cosas de telenovelas.

 

¿Y yo?

 

Como diría mi abuelita, estoy más sólo que un dedo y es culpa mía de cierto modo; la persona que más interés había denotado en mí en el último tiempo fue espantada por obra y gracia mía, soy un enfermo.

Lo peor es que tiene razón en todo lo que me dijo, sí se sentía bien hablar con él porque no tenía que preocuparme por ser amable y  él tampoco tenía que preocuparse de tener tacto conmigo, sólo decía lo que se le venía a la mente y yo respondía de igual forma, sin miedos ni compromisos. Hace dos días que no he hablado con él y aún así, por costumbre supongo, me mantengo despierto toda la noche, y en los ratos que tengo ''libres'' para dormir lo único que hago es soñar con él.

¿Qué me diría si estuviera aquí?, por supuesto que me molestaría y es que doy tanta pena que incluso roza con el asco, sólo estoy un día más, arrastrando mis pies bajo el abrumador calor del sol para tratar de llegar a casa con una sonrisa y alegando el buen día que tuve, espero poder llegar pronto para poder dormir un poco más.

¿Dormir porque estoy cansado o para tener la ilusión de que sigo hablando con él?, ¿quién sabe?

Pero sin embargo no pude cerrar un ojo, me limité a rodar de un lado a otro de mi cama, ni siquiera fui a cenar porque no tenía hambrea, las horas pasaron y aquí me encuentro como un idiota, con la cabeza gacha, sentado en el borde de mi cama, esperando a aquel que no sólo nos amenazó y maltrató a mí y a mis amigos, sino que también probablemente sea el asesino de decenas de inocentes que sólo tuvieron la mala suerte de cruzarse con él tal como nosotros.

Y aunque una parte del tiempo que estámos juntos siento que corro peligro, aunque crea que estoy desobedeciendo a una orden que nunca nadie me dio y aunque sepa que está muy mal decirlo... De verdad, de verdad deseo que venga esta noche.

a26;
a26;
a26;

Ahí está, ese pequeño golpecito en la ventana

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado :3

Los veré en los reviews <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).