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Viva la Vida por Sakebitai

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Notas del capitulo:

Hola, gente!!!!!!!!!!!!!

He volvío' y siento que necesitaba disculparme y agradecerle a las personas que leen esto de alguna forma. Así que además de este mensaje tendrán 3749 palabras enteritas para todos ustedes, lo que es igual a 13 páginas de word. Creo que es un récord en esta historia.

Sinceramente espero que les guste mucho el capítulo, trabajé mucho en él y como podrán leer, empezarán a pasar cosas decisivas para el futuro.

 

Sin más,  d i s f r u t e n

Un montón son las cosas que no me veía venir.

Nunca he sido muy despierto para ciertas cosas, y de hecho, hablando en retrospectiva es curioso que recién ahora caiga en cuenta de que nunca podría siquiera haber soñado alguna de las cosas que están pasando.

Y todos estos horrores son en la mañana, está maldita.

Hay cosas que uno simplemente no puede asimilar, cosas que uno no comprende por qué pasaron y justo en ese momento comienzan a llover miles de preguntas existenciales sobre tu responsabilidad en los hechos, pero a falta de una explicación coherente dejas que el miedo y la confusión se mezclen en un sólo dolor ardiente y amargo en el pecho que sienta igual o peor que una bofetada de esas que aturden y te botan al piso.

Y ese dolor no es nada comparado a lo que él debió haber sentido.

 

•••

 

Sora cada día es más divertido.

Y no sólo lo digo yo (en realidad, tampoco lo he dicho, pero sé que todos lo piensan), pero es que cuando él está más contento hay un aura mucho más alegre entre todos nosotros, desde que Terra volvió al grupo todo va mejorando, hasta él se atreve a molestar a Kairi (incluso él se dio cuenta...). Siempre me ha impresionado cómo es que a Axel parece no importarle ese bullying masivo hacia su hermana, quizás realmente a ella tampoco.

Hablando de Axel, estos últimos tres días han sido excelentes. A pesar de lo que acordamos la vez anterior sobre poner a andar nuestro ''noviazgo'', no he tenido el valor de hacerlo frente a todos y ni siquiera sé bien el por qué, es decir, Tidus me molestaría de la noche a la mañana, aunque no es algo que no haga ya. Además de eso, es un poco extraño el hecho de que hace dos semanas estaba de lo mejor con Naminé y de repente llego emparejado con alguien más, que de hecho, resulta ser Axel. Tampoco son buenas excusas, en realidad no creo que a alguno de ellos les importe en absoluto, son mis amigos y estarán contentos, pero de verdad no sé. Como sea, no vale la pena martirizarme por este asunto ya que un día de estos tendrá que ser... tendrá que ser.

Retomando el tema anterior, de verdad no entiendo cómo no me había dado cuenta de la clase de relación que llevaba con Axel, mirándolo desde fuera no mucho ha cambiado realmente; era muy común salir a dar paseos, perder el tiempo en algún lugar dentro de la isla, molestar a algún que otro compañero de clases, ir a ver la puesta del sol, tomar cantidades industriales de helado e incluso saltarse una que otra clase. La úncia diferencia es que ahora nos tomamos de las manos y nos besamos... y nos abrazamos... alguna que otra mano loca que se pasa del límite, pero eso sólo es una parte de la relación, es que resulta ridículo el darnos cuenta ahora. Quiero recuperar el tiempo perdido pero mi actitud no me ayuda en nada. Maldito seas, Roxas.

Por el momento me preocuparé de que el tiempo que pase junto a Axel sea el mejor que haya tenido hasta ahora en todos los sentidos, lo haré por los dos.

 

  •••  

 

Son las una.

La una de la mañana en punto y Riku aún no llega.

La última vez me avisó que no vendría (o algo así), así que esto es inusual, me tiene extrañado, es decir, yo sé que no tengo ningún derecho ni me debe explicaciones, ¿pero y si le pasó algo?, ¿cómo se supone que voy a enterarme?. Además es altamente probable que algo malo le pase considerando que eligió uno de los peores hobbies existentes. Lo peor es que no tengo cómo buscarlo después, dudo que Riku sea su verdadero nombre, y si lo fuera, ¿qué estaría haciendo yo buscando a un tal Riku?, ¿Un tal Riku del cual no tengo un apellido ni soy familiar o cercano?, ¿Un tal Riku que encima intentó matarme a mí y a mis amigos?, no tengo excusa, pero es que me altera, tiene una maldita hora de retraso y yo aquí sentado en el borde de mi cama como estúpido, siendo solamente iluminado por la luz de mi ventana por la que no se asoma ni un alma. Nadie. ¿Y por qué no hay nadie?, porque Riku decidió que era buena idea demorarse en lo que sea que estuviera haciendo. Es como en la relaciones de pareja (o eso me han dicho, no es como que la gente a mi alrededor o yo tengamos mucha experiencia), al principio siempre los dos quieren todo, que si se ven todos los días, que si van a tomar helados y ver puestas de sol, ¿y después?, excusas. Sólo excusas. Ni siquiera se me ocurre qué podría decirle cuando le alegue que por su culpa parezco una maldita vieja histérica. Voy a acabar con él, en serio, voy a ser yo quien lo mate a él si es que no me da antes un paro cardiaco producto de su impertinencia. Es un egoísta, sólo piensa en él y lo que le complace, cambié mis horarios de sueños por escucharlo, tengo la amabilidad de abrirle mi ventana todas las noches y aún así me hace ésto. Tiene tiempo de sobra para stalkearme en clases pero no puede avisarme que va a llegar tarde, UNA hora más tarde, estúpido.

Y cada momento que pasa es peor, necesito una bolita anti-estrés que me ayude con estas cosas, llevo 15 minutos lanzando un cojín contra el techo para ocuparme con algo mientras la expresión de mi rostro alterna entre amargura, odio y preocupación.

- Después de cinco minutos completos ya me aburrí, lamento romper tu burbuja. - Expresó una voz masculina con cierto tono juguetón en ella.

- ¿Riku? - Mi mirada se dirigió al ya habitual borde de mi ventana donde pude encontrarme con aquella usual figura. - ¡Riku! - Musité indignado por la serie de sentimientos que ya describí y le lancé el cojín nuevamente con la intención de hacerle un ligero daño, pero el encapuchado sólo se limitó a mover ligeramente la cabeza y el cojín cayó directo al patio en el primer piso. ¿Cómo iba a explicarle eso a mi mamá en la mañana?

- Me alegra que cada día seas más efusivo. - Dijo con cierta ironía, la cual inferí, fue para hacerme reír, pero no me causó nada de gracia.

- ¿Dónde estabas?

- ¿Perdón?

- Que me digas dónde estabas. - Riku se adentró en mi habitación con una agilidad y discreción digna de algún tipo de felino y se quedó mirándome de una forma amenazante, tan amenazante que ni siquiera fue necesario que se acercara demasiado a mí para que sintiera que mis piernas comenzaban a temblar.

- Escúchame bien, Sora. No sé qué clase de berrinche estabas haciendo y sinceramente me importa muy poco. Me causa gracia que te sientas tan especial. Llevo años sin darle ninguna explicación sobre nada a nadie y tú no vas a ser la excepción. - Y con un último toque de algo que interpreté como desdén, me dijo. - Aprende tu lugar. 

Sentí miedo, mucho miedo, y como me dijo él, caí en mi lugar. La diferencia entre nosotros dos era abismal y siempre terminaría estando por debajo. Débil. Indefenso y a su merced.

- Pero no te aflijas. - Continuó esta vez sin un tono tan sombrío. - Supongo que ya lo sabías y no es para tanto, si planeara hacerte daño ya lo hubiera hecho. - Sonrió. - Tranquilo.

Nuevamente, no supe qué decir ni qué hacer, y aunque supongo que él esperaba una respuesta, en lugar de preguntarme algo como acostumbraba a hacer, se dió media vuelta y se quedó sentado en el marco de la pared mientras el viento mecía su cabello. Se veía incluso pacífico. Me acerqué a mi lugar usual junto a él, pero aún no sabía qué decir o hacer, simplemente esperé a su lado, sin embargo, espero que esté disfrutando.

 

  ••• 

 

No sé hace cuántos meses que no me despertaba con ganas un día sabado, es decir, es de mañana, las 9:25 a.m, en serio, ¿qué han hecho conmigo?

En realidad, la respuesta es fácil. Cuando te gusta alguien, y sobre todo cuando ese alguien te corresponde, eres mucho más feliz, y ser feliz te da energía. Energía que gastaremos juntos hoy. Si lo pienso, nuestra reunión tiene todas las características para ser una cita, pero no me gusta decirle así por algún motivo, quizás es porque encuentro la palabra algo pastelosa y de chicas... pero no es como que no se nos escapen cosas pastelosas típicas de esos animés de niñas con romances planos y de cartón. Es hasta chistoso el hecho de que aún ahora si veo una pareja dándose amor en la calle me de asco incluso si voy con Roxas. Ojalá algún día nos encarguen hacer una investigación al respecto. 

9:30 y ya estoy desayunando algo. Nunca me ha gustado gastar mucho tiempo comiendo, de verdad lo encuentro una pérdida de tiempo, así que normalmente como poco y de pie a menos que tenga la obligación de sentarme a la mesa con la familia. Kairi se levantó a hacerse su complejo desayuno en pijama y con cara de pocos amigos.

- ¿Por qué estás despierta tan temprano?

- El horario de la semana por el colegio no me deja dormir hasta más tarde. - Comentó sin mayor preocupación, Kairi es de la clase de personas que le gusta aprovechar el día. - ¿Y tú?, ¿Saldrás?

- Sí, iré a dar una vuelta con Roxas. Volveré en la noche. - Kairi sonrió mientras comenzaba a beber su té.

- Estoy muy contenta por ti, hermano. Hasta te estás levantando temprano.

- ¿Qué puedo decir? - Sonreí de vuelta. - Bueno, ya me tengo que ir o Roxas se va a enojar. - Procedí a darle un beso en la parte alta de la cabeza a mi hermana. Aunque no lo demostremos en el colegio, somos bastante unidos.

- Cuídate.

 

  •••   

 

- ¿Sabes?, quizás lo consideres un poco extraño, pero siempre me ha gustado mucho el cielo.

- ¿E-En serio?

- Sí, sobre todo el cielo nocturno. Las estrellas, el resto del paisaje, las luces de la ciudad, el silencio que se respira y lo fresco que está. Es hermoso.

- No creí que fueras de la clase de personas que encuentra felicidad en las cosas simples.

- Cuando no tienes nada, cuando todo lo que llega hasta ti puede irse sin que te des cuenta, hasta las cosas menos esperadas te hacen feliz.

- Eres muy simple a veces.

- ¿Te parezco alguien que se preocupe mucho por las cosas?

- Nunca lo había pensado, pero supongo que no.

- Exacto. Así que también supongo que como estas cosas son las que más me acompañan les tengo cierto cariño.

- ¿Cariño?, ¿Tú? - Le dije con un tono que lo hiciera reir, pero se mantuvo serio. Creo que dije algo que no debía. - Y a parte de eso, ¿Qué otras cosas te hacen feliz? - Riku pareció pensarlo por un momento.

- En realidad... nunca me había detenido a considerarlo. Supongo que todo lo que me haga estar en calma y despreocuparme de lo demás.

- Como por ejemplo... - Riku acercó su mano derecha a la que tenía apoyada descansando en el marco de la ventana y la dejó ahí. Miré nuestras manos, ambas estaban estáticas, sólamente compartiendo un ligero roce.

- Tú.

 

  •••   

 

Caminé hacia la esquina donde siempre nos reuníamos, nuestras casas quedaban relativamente cerca y al ir hacia el colegio en las mañanas, teníamos que avanzar un par de cuadras en dirección hacia una avenida principal que nos quedaba de camino donde nos encontrábamos sin falta ambos pares de hermanos.

- Qué milagro que seas puntual. - Comentó el rubio con una sonrisa.

- Me gusta más cuando me saludan con un hola. - Roxas rió y sin dudar ni un segundo me besó fugazmente en los labios.

- ¿Adónde iremos?, novio. 

- No me digas así, me da vergüenza. - Reí mientras pasaba mi mano por mi nuca, pero al parecer a Roxas no le gustó del todo mi comentario.

- ... Después de insistirme tanto con el tema la otra vez...

- Oye, yo no te insistí tanto. Además es como muy empalagoso. - El teléfono de Roxas comenzó  a sonar.

- Como digas. - Roxas contestó. - ¿Aló?... Hola, Sora, ¿Qué pasa? - La expresión del rubio cambió a un poco de confusión. - ¿Tiene que se ahora ya?... Ok, ahí estaremos. - Finalmente cortó. - Creo que nos han arruinado nuestra romántica cita.

- ¿Qué?, ¿Por qué?

- Sora me dijo que mamá le dijo que quería hablar con todos nosotros en nuestra casa, que era urgente pero que no sabía detalles.

- ¿Tendrá que ver con Vanitas y Ventus?

- No creo, pero es lo suficientemente extraño como para que quiera ir. No dijo nada antes de que saliera.

- Ya somos dos. - Le tomé la mano. - ¿Nos vamos?

Roxas no respondió y simplemente se puso a caminar. Como no nos habíamos alejado de nuestro punto de reunión, su casa quedaba a cinco minutos, así que conversamos trivialidades.

En el camino nos encontramos con Kairi que había acortado camino entre algunas calles y estaba igual de confundida que nosotros, luego se sumó Xion y Sora y Vanitas nos esperaban en la entrada de la casa, supusimos que Ventus estaba dentro.

- ¿Alguien le dijo a Terra? - Preguntó Xion. Todos nos miramos diciendo ''¡Verdad!.. Pero bueno, ya no importa. - ¿Y Tidus?

- Supongo que estará adentro.

Acto seguido, entramos a la casa. Nos recibió Ventus con una sonrisa algo nerviosa, debe estar igual de desconcertado que nosotros. Me causó algo de gracia que tuvo que saludar a Vanitas desde lejos, contrario a toda la costumbre que tenían y ambos se veían bastante disconformes. En seguida, Ventus nos invitó a tomar asiento en su sala de estar donde se encontraba su madre, pero, como Xion había adelantado, Tidus no estaba. Ahora que lo pienso, como también es la madre de Roxas, supongo que es mi suegra... y la de Vanitas... No debo pensar en eso ahora. Ella nos dio la bienvenida y sonrió, pero algo cambió cuando que la mirada angustiosa, pesada e incluso culposa de la madre de los gemelos se dirigió dolorosamente hacia nuestro grupo, ahí fue que entendimos que algo andaba muy mal.

 

••• 

 

Últimamente las cosas van excelente, mis 5 últimas calificaciones han sido más que suficientes, Roxas y Axel están con un humor inmejorable después de lo desagradable que fue tenerlos cerca, Sora se ve más saludable, Xion ha estado más contenta y todos me han ayudado a molestar a Kairi. Incluso Terra me cae bien. La vida no puede ir mejor.

A decir verdad, sí estuve bastante preocupado por nuestra situación, normalmente no me molesto siquiera en pensar cómo actuar, pero traté de distraerlos más a todos para ganar su atención y alejarlos de lo que sea que estuvieran pensando con una buena sonrisa después de "aquella situación". Sora fue quien más me preocupaba, pero realmente no sirvo para animar a los demás con palabras delicadas, para eso están alguna de las chicas, y aunque me siento impotente a veces supongo que no todos somos buenos para todo.

A D O R O  los viernes, son un pacto tácito que tengo con mi familia sobre no molestarnos; cenamos en familia y luego la noche es de cada uno, yo por mi parte, me dispongo a tener maratones de juegos a los cuales no puedo dedicarles mucho tiempo por culpa del colegio, lo bueno es que ideé una técnica donde en la semana me dedico a grindear o a hacer misiones secundarias y ya el viernes hasta la madrugada avanzo lo más que puedo en la campaña principal con toda la experiencia y/o bienes recaudados hasta el momento, me funciona muy bien para no tener parones de ritmo por no poder ganarle a un jefe. Luego los sábados por lo general vemos películas en la noche o vamos de compra en familia y el domingo hago cualquier cosa que me cruce por la cabeza. Pero este domingo será especial.

Dos salones más allá del nuestro, en un curso de nuestro mismo nivel se encuentra una hermosa chica de melena castaña y hermosos ojos bicolor, verdes y azules, su rostro es muy gentil y su voz también, es tan delicada que parece una flor y su nombre puede hacerte recordar lo más lindo sobre la faz de la tierra; Yuna. Fue ayer cuando por culpa de estar perdido mirándola antes de entrar a clases que choqué con un basurero y caí ruidosamente, mientras me sobaba, iba rogando de forma interna y por primera vez que por favor no se haya dado cuenta de mi existencia. Para mi buena o mala suerte, ella se percató y me ayudó, comenzó a reír muy suavemente por mi error y yo me sentí aún más avergonzado.

- ¿Estás bien? - Preguntó con un interés tan genuino que me dejó obnubilado.

- Eh, sí, claro. Ya pasó. - Le sonreí de forma estúpida.

- Me alegro mucho, cuídate. - Sonrió y procedió a hacer un ademán para despedirse, pero era mi oportunidad.

- Muchas gracias, soy Tidus por cierto.

- Claro, el chico de dos salones más allá. - ¿En serio se había dado cuenta de mi existencia antes? - Me llamo Yuna, un gusto. - Y volvió a sonreír, qué linda era.

- Eh, Yuna. - Dije firme y determinado. - Yo me preguntaba si querías salir conmigo alguno de estos días. - Ella se sorprendió y debido a su reacción por un momento pensé que me rechazaría.

- Claro, yo... Puedo el domingo. - Increíble, me emocioné tanto que sentí que salté, ojalá sólo haya sido mi imaginación.

- ¡Qué bien!, Yo también. - Una sonrisa se dibujaba en mi rostro de oreja a oreja. - ¿Me das tu número?, Digo, para mantenernos en contacto.

Y resumidamente eso fue lo que pasó, luego ella me dio su número y se despidió amablemente, y yo, como todo un triunfador, me dirigí hacia mi salón acompañado del sonido del timbre en mi camino.

Es excelente, es fabuloso, es inesperadamente genial. Yuna, la chica más linda de toda la isla saldría conmigo en dos días más, por cosas como esta es bueno seguir vivo. Estoy tan contento y expectante que no puedo poner atención en el jefe de turno, y por mi nula estrategia soy vilmente masacrado una y otra vez. Pero no me importa nada, ya no.

Tres horas han pasado desde la cena y una especie de hambre nocturno me ataca. El reloj dice que son las 23:30 así que no es mala hora para meter ruido por bajar las escaleras, además, creo que mi madre o mi padre están despiertos aún ya que escuché ruidos hace poco. Aunque por si las dudas, me asomo primero para revisar que haya algún indicio de vida, pero contrario a lo que esperaba, las luces de toda la casa estaban apagadas. Mamá siempre deja alguna luz prendida en el segundo piso que se vea desde afuera para marcar acto de presencia, pero ni eso esta esta vez. Quizás tenía mucho sueño y se le olvidó.

Bajé las escaleras con sumo cuidado por si acaso y entré en la cocina, así es como empiezo a hurgar en el refrigerador en busca de algo apetecible a estas horas, pero algo llama mi atención y no es precisamente comida. La logia está conectada a la cocina (en realidad es una habitación de servicio, pero la usamos como logia) y de ella provenía un extraño sonido, como si alguien buscara algo. Obviamente es extraño que mi mamá o mi papá se decidan a lavar la ropa a esta hora y con las luces oscuras así que entré a ver. Las islas son un lugar bastante seguro para vivir, así que sinceramente espero que sea un gato que se metió por la ventana más que una amenaza real, si tengo suerte podrían dejar que me quede con él.

Y así decidí entrar, encontré cosas obstaculizando mi camino hacia la entrada, lo cual era mucho más extraño aún. Casi se me va el alma al suelo cuando escuché que alguien me dijo:

- Oye, niño, ¿Sabes dónde guardan el detergente? - Una figura alzaba su rostro en mi dirección de forma inquisitiva.

- ¿D-Disculpa? - Pregunté con obvio miedo, la situación era muy extraña.

- Que si sabes dónde guardan el detergente, ¿Es tu casa o no? - La figura avanzó más y la tenue luz de los faroles de la calle que alumbraban a través de la ventana me permitió verlo mejor; una capucha negra con... el pelo plateado. Tragué en seco. - No estaba en mis planes, pero me ensucié y no puedo dejar esta ropa así. 

Miré mejor su ropa, completamente estático, habían grandes manchas de algo que parecía sangre aún bajando por algunos lugares de sus mangas y pecho, además de un gran cuchillo completamente manchado y una soga a su lado. Entendí de golpe por qué mis padres parecían no estar. Caí de espaldas sin poder articular ni una sola palabra. ¿Cómo?. Aquel hombre avanzó hacia mí lentamente.

- Planeaba no hacerte nada, después de todo no tienes la culpa, pero... - Se detuvo cuando estuvo a cierta distancia y me observó a los ojos. Sentí que me había reconocido y él, por su parte, comenzó a reír. - Oh... Qué interesante.

 

••• 

 

Llevaba cinco horas enteras en la misma posición, llorando sin ganas, no había comido desde que llegué a la casa y no  lo haría ahora a media noche, desde el momento en que supimos la noticia no le había dirigido la palabra a nadie y no creo que alcancemos a dimensionar aún el significado que tiene lo que acaba de pasar.

¿Qué se supone que tenía que hacer ahora?, ¿Qué es lo que tengo que hacer sabiendo lo que sé?. Fue Riku y está más que claro, ¿pero qué poder tengo yo para enfrentarlo?, ¿Cómo voy a hacerlo? Una vez más caigo indefenso ante lo que él significa. Destrucción.

Todo el día de mañana lo velarán a él y a su familia y el domingo... El domingo será el funeral.

Y cuando menos lo esperaba, cuando ya ni siquiera lo recordaba, un golpe cercano en la ventana me hizo saltar.

 

Notas finales:

Como pudieron leer, la historia va a comenzar a tomar giros y adentrarse a lo que es la trama que tengo planeada desde hace mucho mucho tiempo xD He pensado en publicar capítulos más cortos pero más constantes, aunque por gusto personal a mí no me convence; me gusta dejar una historia larga para que se metan mejor en lo que estoy contando y sobre todo con los personajes. Pero también me gustaría escuchar su opinión sobre este tema, así que espero sus reviews <3

Bueno, no me queda más que agradecerles nuevamente por el tiempo que llevan conmigo, muchas gracias <3


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