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El cortesano, el noble y el príncipe. por Maby de Sagitario

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Notas del capitulo:

¡ Hola mis lindos y estimados lectores!

Como dato especial este fic lo tenía hecho desde hace dos años atrás, bueno sólo los primeros cinco capítulos. 

Sin más disfruten este capítulo  que va dedicado a todos los que siguen la historia.

Casa Sagittarius-Leons.
Cumpleaños de Regulus.
El suave murmullo de las voces era eclipsado por la música de la orquesta que tocaba picantes y movidas melodías que agradaban a los más jóvenes.
Mozos pululando de aquí por allá con bebidas alcohólicas y no alcóholicas, aperitivos y mensajes. Aún faltaban que arribaran a la fiesta tres personas que captaban la atención... Milo, Camus y Hyoga, del cual se decía que iría vestido muy coquetamente, otros comentaban con la más absoluta malicia que sólo se presentaría semidesnudo con pantalones que enmarcarían sus piernas y camisas transparentes que no dejarían nada a la imaginación, en otras palabras atrevido.
Asmita sentado en medio de todos los demás, pues había rehusado en sentarse en el centro de la sala como lo había sugerido Saga, el rubio rey quería ser uno más, ser inalcanzable no era su lema.
Regulus había pedido que pusieran leones medianos de bronce por toda la sala en pedestales, espejos cercanos a la mesa repleta de bocados, aperitivos y pasabocas, unas cortines azules de organza cercano al pastel de cumpleaños como si diese la bienvenida al mismo, todo a gusto del adolescente al cual Sísifo complació sin chistar.
—no puedes beber alcohol—dijo Sísifo arrebatándole un vaso de licor.

Asmita rió ante los pucheros del menor que cumpliría 16 años, en Indrapaths a los 17 años se era mayor de edad, a menos que el rey declare la mayoría de edad del joven o jovencita antes de esa edad, con una solicitud del solicitante.
—pero es mi cumpleaños tio—refutó quitándole el vaso.
—sí, pero aún falta un año para que seas mayor de edad—volvió a quitarle el vaso para darle un jugo de manzana.
Cuando Sísifo se dio la vuelta, Aioros le convidó un trago de vino tinto.
El tañido de una campana anunció la llegada de los invitados más esperados....
—¡ Sus Altezas reales, los Príncipes de Antares!
Camus y Milo avanzaron con pasos sincronizados y elegantes, el serio semblante de Camus contrastaba con el fresco y sonriente de Milo que cautivó aún más a los caballeros y damas ahí presentes, ambos reverenciaron a Asmita y se colocaron a un lado; ahora faltaba Hyoga.
—ya verán, Camus se fijará en mi—dijo con petulancia mientras esperaba ser llamado.
—¡ Su Señoría, el Conde de Helias!
Todos enmudecieron pero no de admiración, sino de estupefacción...
Efectivamente como se rumoreaba, Hyoga apareció vestido atrevidamente, los más antiguos nobles negaban con desaprobación, algunas mujeres arrugaron el entrecejo, Asmita tenía una sonrisa burlona y Camus completamente avergonzado por Milo quién tenía la mandíbula desencajada.
Nervioso por la reacción de todos, el rubio pensó que estaba haciendo el ridículo, las expresiones de Asmita, Camus y Saga eran de lástima; Por vez primera sintió que había sido patéticamente derrotado. Por suerte el anfitrión deshizo el pesado ambiente ordenando que la música volviera a sonar.
Ikky aprovechando que se distrajeron nuevamente, lo jaló hacia una habitación para reprocharle su " poca verguenza".
—te volviste loco....
Con los ojos llorosos por la furia y la decepción, Hyoga le dio la espalda mientras interceptaba a un mozo que traía champagne, tomó tres copas las cuales bebió de sopetón, dejó las tres copas ya vacías sobre el charol mientras el mozo se retiraba con una nerviosa reverencia.
—estoy harto de ese estúpido sonriente príncipito de quinta—señaló hacia la mesa donde se hallaban Camus y Milo y varios más—yo soy más atractivo que él.
—si ya sé, pero ahora te toca disimular—lo sacó a empujones hacia la fiesta.
Alrededor de Milo estaban agolpados los nobles, el Príncipe de Antares sostenía en sus manos un arpa, demostraría sus habilidades artísticas a petición del cumpleañero.
Regulus emocionado esperaba el tañido de las cuerdas en los dedos de Milo. Con los ojos cerrados, Milo dio inicio a la melodía la cual envolvió a todos exceptuando a Hyoga que echada " humo", quería arrancarse los cabellos de ira, estaba perdiendo presencia entre los nobles; Camus estaba hipnotizado por la bella melodía que tocaba su esposo que no le quitaba la vista de encima.
Al finalizar la melodía, todos estallaron en copiosos aplausos por toda la mansión, Regulus abrazó a Milo sacándole una sonrisa, era el mejor regalo de cumpleaños que había recibido.
—¡ es talentoso!—comentó Asmita—se ve que ha recibida una excelente y pródiga educación.
—ya no existen jóvenes así—dijo una vieja marquesa.
La multitud se dispersó a continuar la fiesta, el baile en el que participaría el rey estaba por comenzar, así que Asmita junto a la Baronesa de Athens inauguraron el mismo siendo seguidos por Camus, Milo y otros más. Nadie se quedó sin bailar una pieza con Milo.
—estaré celoso de todos—murmuró Camus al oído de Milo quién rió. Hyoga los observaba sin perder mínimo detalle.
—pero sólo me gustas tú—lo besó ante la mirada de desencajada e incrédula de Hyoga que casi escupe su bebida.
—¡ me voy!—dijo a Ikky—esto es demasiado para mi.
—¡espera!—lo detuvo Shun apenado—voy contigo.
Ikky no chistó, es más se sintió aliviado que su pequeño hermano acompañara a Hyoga quién en ese estado era capaz de destruir su propia mansión.
—pobre, si sigue así, terminará perdiendo todo—comentó Shura apareciendo a su lado.
Ikky no dijo nada, simplemente se quedó mirando la silueta de ambos que se perdieron entre el gentío, dentro de un rato más se iría.
Saga se mantenía en su puesto, debía disimular ante Shion las diversas emociones que le producía Mu en su persona, el Vizconde de Aria era muy cercano a Asmita y si se enteraba que estaba cortejando a su hijo sin su permiso, le comentaría al rey y podría ser removido de sus funciones. Kanon lo jaló hacia el baile, cuando hubo el cambio de parejas, al canciller le tocó Mu, Milo bailaba con Aioros, Camus con Pandora, Regulus con Saori mientras que unos cuantitos tenían cara larga como Isaac pues Hyoga se había ido.
Con Saga y Mu.
Ninguno despejaba la vista de otro, se sonreían con discreción. La fuerte mano de Saga apretaba con suavidad la de Mu quién colocó su barbilla sobre el hombro de Saga, el aroma dulzón que desprendía el menor hizo cerrar los ojos al canciller.
—eres tan hermoso Mu.
El joven Aria no supo qué responder, en esos momentos no tenía ningún apelativo para Saga en su mente, podría tomar los que le lanzaban las jovencitas coquetas y de algunos como Hyoga quién en una ocasión le había dado un apelativo muy burdo cuando sin querer los halló muy cercanos en las oficinas de la Cancillería. Hyoga lo había mirado con desdén.
—Saga yo....—no pudo hablar pues tocaba el cambio de pareja—hablamos después.
Con un asentimiento de cabeza, Saga dio a entender que había oído.
Camus se sentía con un peso menos, Hyoga era demasiado evidente en sus miradas. Milo mientras bailaban le había comentado que debía decirle algo muy importante en casa, así que aceptó pues imaginó que eran cuestiones de su papel en Antares.
Kanon no dejaba de observar cada uno de los movimientos de Aioria quien de vez en cuando le regala una sonrisa cuando lo pillaba mirándolo. En un momento, el hermano de Aioros aprovechando la distracción de su estimado tío mandó a llamar al capitán hacia la misma habitación donde estuvo Hyoga anteriormente, al llegar ahí, el joven Leons lo besó sin previo aviso.
Emocionado y sorprendido Kanon condujo el beso que se volvió apasionado, para hacerlo más intenso, introdujo su lengua. Kanon era experto en besos.
Al faltarles el aliento, se separaron, Kanon no deseaba que terminara.
—tú me gustas—dijo al castaño.
—lo sé desde mucho antes Capitán, pero fingía ser idiota para ver que hacía.
Su corazón se aceleró emocionado, acaso era una confesión disfrazada....
—yo...
Justo la voz de Sisifo interrumpió lo que iba a decir.
—¡ Aioria!
—lo siento, debo irme, sal cuando mi tío esté lejos y que no te vea—le dio otro beso que erizó cada poro de Kanon.
—ahora será más fácil—murmuró sonriendo como tonto.
Con el paso de las horas, ya quedaban pocos invitados, en esa clase de celebraciones no existían las palabras ebriedad y desenfreno, pues Asmita no permitía excesos que desacreditaran a su familia, su persona y sus nobles. A menos que sean fiestas privadas de ciertos por ahí. Todos se retiraron agradeciendo la hospitalidad del Duque Sagittarius-Leons.
Casa Bluegard.
Ni Krest ni Dégel acudieron a la fiesta, pues ellos creían que era de corte juvenil, aparte de que nadie tenía conocimiento de que el antiguo Conde de Blueagrd había regresado.
Habitación de Camus y Milo.
—¿ qué es eso tan importante que tenía que decirme Milo?
El mencionado se estaba cambiando de ropa por la de dormir.
—verás amor—comenzó sentándose en el filo de la cama—mi hermano Kardia viene en un mes.
Camus supuso que la eminente llegada de su cuñado alborataría a la corte, en especial a las mujeres.
—tendré que comunicarle a mi padre y abuelo, Asmita también lo sabría pues es probable pareja para él—dijo el de ojos zafiros.
Milo asintió.
—lo recibiremos muy bien.....
De eso no había dudas.

 

 

Notas finales:

Sólo les diré que falta poco para que Kardia llegue n.n

Se me cuidan.


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