------------------------------MTT voz-------------------------------------
- Wowie, ¿De verdad vas a hacer una obra de teatro tan espectacular? ¡Asombroso!-
- Lo tendrá todo querido, voy a demostrar todo eso para lo que nací en un solo show.- Papyrus y yo íbamos caminando por las cataratas hacia Snowdin, ya que gentilmente luego de darnos besitos, lo conté del espectáculo que iba a hacer. Se emocionó tanto que ahora quería ayudarme a hacerlo.- El problema es que no sé qué obra podría hacer y de dónde sacar los actores.-
- ¡Oh! ¡Oh! ¡Déjame actuar! Ahora que se disolvió la guardia real, esa sería mi nueva forma de ser reconocido.-
- ¿En serio se disolvió?-
- Ajam, oficialmente, la nueva reina lo ordenó hace unas semanas. Eso apesta, ¡pero siempre hay que seguir trabajando duro!-
- Esa reina parece que lo único que hace es traernos problemas a todos.-
- No te preocupes, Metta, oí por ahí que la gente se está organizando para poder sacarla del poder.-
- ¿Eso no es un poco extremista?-
- Quizá ¡Pero puede que así termine re-abriendo la guardia real! ¡Y yo, el gran Papyrus, la lideraré!-
- Ah, querido, eres tan soñador.- Comencé a revolver los cabellos de su cabeza, aunque bueno, no los tenía. Me detuve un momento y vi una de las cataratas lejanas que dejaban caer el agua sobre sí tranquilamente… Y de nuevo una aquella alegría sucumbió en mí.
-¿Sucede algo, Mettaton?-
- Oh, no es nada… es solo que estas cascadas… me hacen recordar a Alphys...-
-Ow…-
-…- Hubo un silencio en que sólo se oía correr el agua hacia el vacío.
-N-No te preocupes Mettaton. Estoy seguro que, si ambas se fueron de vacaciones, deberán encontrarse, y ya no se sentirán solas. -
-…- Parece que Papyrus no comprende realmente lo que sucedió. Yo también antes creía que Undyne solo había desparecido, pero con lo que ha pasado, es imposible que ella realmente dejara a su pueblo. Pareciera que Sans hace vivir a Papyrus en una burbuja de mentiras, aislándolo de la realidad. Pero no puedo romper esa dulce sonrisa, que de por sí, deberá enfrentar el día en el que me vaya.-… ¿Creés que realmente Alphys pueda encontrarse con Undyne?-
- Por supuesto, no me extrañaría que ya se hayan encontrado y estén disfrutando de su viaje juntas.-
-… No creo que entonces deba estar pensando tanto en algo en lo que ya no puedo hacer nada. Eso me pondrá triste y me perjudicará, ya que el show debe continuar, ¿no es así, querido?-
- ¡Sí, Metta!- Entonces continuamos avanzando, ya estando cada vez más cerca de Snowdin. Y entonces sentí un pequeño toque en mi mano, como si algo me hubiera rozado.- Oh, disculpa.
Nuestras manos se habían tocado un a la otra por un breve momento.
- Oh, querido, está bien….- Entonces ante tal ternura, mi mano se extendió de nuevo hacia la suya y la tomó.
- ¡EEEk!- Papyrus pegó un sobresalto, pero con el contar de los pasos su inquietud se tornó solo en el color rojo de sus mejillas. Y caminamos en un silencio especial, que era incómodo, ni uno cualquiera, sino uno en el que no necesitábamos decir nada más, si simplemente, poder sentir el tacto del otro.
-…Mettaton…-dijo aún entre su rubor- ¡Mettaton!- se afirmó dejando de lado su vergüenza, poniéndose en frente de mí.- ¡Bienvenido a mi casa!- Y vi ante mí, rodeado entre la nieve, aquella enorme cabaña de madera cuya calidez que emanaba podía sentirse al tan solo verla, con las hermosas luces decorativas peculiares del pueblo. -¡Pasemos!-
Y entonces vi aquella belleza por dentro, y me senté en el sofá que estaba frente a un televisor, mirando a un primer piso.
- Te invitaría un spaghetti, pero no sé qué…-
-Jmmm, ¿tienes algún aceite o algo así?-
- ¡Claro! Debe estar en nuestro garaje, junto con la máquina secreta de Sans.-
- …- Entonces lo recordé- ¿Está Sans aquí?...-
-Supongo que no, debería estar trabajando, o más bien, debe estar en Grillby’s... Pero ya que estoy contigo no voy a ir a regañarlo. Espérame aquí a que traiga por el aceite.-
Miré a Papyrus tomar las llaves e irse por la puerta, pero al voltear de nuevo al frente, me encontré cara a cara con Sans.
- ¡Oh mierda!- Reaccioné del susto ante él, pero al aclarar mi mente, mi mirada se tornó de furia.
-¿qué talp?-
-…Sans…- Me levanté del golpe, rechinando los dientes, con mis puños fuertemente cerrados.
-… supongo que me debería disculpar. así que…lo siento.-
- Jamás podría perdonarte por lo que hiciste.-
-buenop…supongo tampoco creo que vayas a pelear contra mí. sería un desperdicio de tiempo, y considerando que ahora solo tienes un cuerpo…- sus ojos se oscurecieron.- eso realmente no te convendría.-
-…- La frustración comenzó a corromper mi cuerpo.
- ah, y tampoco deberías decirle lo que hice a papyrus, a menos que quieras hacerlo sufrir.-
- Vete, basura.-
- en realidad te convendría que aceptes mis disculpas más a ti que a mí.-
-…No tengo el suficiente tiempo en mi vida para malgastarlo expresando todo el odio que tengo a ti.-
-…¿eso es una aceptación de disculpas? wow, qué bien.- Su tono no había cambiado en absoluto. Hablaba en plena indiferencia, como si todo fuera una formalidad.- una cosa más.-
- ¿Qué quieres?-
-te estuve viendo en la tele. con esa plata que te dieron tus fans, ¿por qué no la usas para sacar tu alma de mettaton antes de que te mueras junto con el traje? ¿o para mantenerte unos años más vivo?-
- Yo, soy Mettaton. Este cuerpo es parte de mí. No tendría chiste mantenerlo si no voy a actuar, y tampoco podría sacar algo que forma parte de mí solo para que una mísera parte siga viva. Yo soy una estrella, y no voy a perder ninguna pieza de mí. Moriré, junto con mi glamour.- mi ojo se llenó de un brillo esperanzador, melancólico, pero poético.
- buenop, como quieras. supongo que si quieres morir joven por puros caprichos superficiales, es decisión tuya.-
- ¿Sans, qué haces aquí?- Papyrus entró con una enorme lata de aceite gasoil.-
-no mucho, ¿y tú?-
- Trayéndole un trago a Mettaton… ¡Nyeek!- Sus piernitas temblaban de lo pesada que era la lata.-
-Querido, ¿quieres que te ayude?-
-¡No! Yo, el gran Papyrus, y mis músculos… ¡podemos hacerlo! ¡Nyek! ¡Nyek!- Cada paso que daba soltaba un quejido de forcejeo.
Papyrus, caminando como un pingüino, se dirigía sin poder mirar hacia nosotros.
- creo que el clima de Snowdin ya te empezó a afectar, hermano.-
-¡No es momento!,… ¡Sans!- dijo entre sus forcejeos.- ¡Nyek, nyek!-
- y aquí podemos ver un ejemplar dando sus primeros pasos cargando su huevo entre las piernas hacia su nido- miré a sans quien ahora tenía puesta la capucha de su campera, una bufanda y guantes.
- ¡SANS! ¡¿De dónde sacaste esa cámara?!-
-Vaya, ¿cuánto tiempo lleva cargando esa lata?-
-yo diría como que desde hace trece líneas de texto.-
-¡Pero ya llegué!- dijo, dejando caer la enorme lata a mi lado, haciendo temblar el piso.
- Gracias, mi fuerte Papyrus.- Me acerqué a su inclinado cuerpo que estaba respirando exaltadamente y sudando, para darle un beso en la cabeza, y luego de que la levantara, en los la-
- eheheh, no se pongan tan mimosos, que me van a empalagar.-
- ¡Sans!-
-¿síp, bro?- Situacionalmente, noté que Sans había sacado de alguna parte una taza de café, cual tomaba tranquilamente.-
- ¡me hiciste acordar! Mettaton y yo estamos casados.-
-¡PFFFF!-Reaccionó derramando todo el café sobre Papyrus, y un poco sobre mí.-perdón bro,…pasa que no calenté el agua y sabe fatal.-Entonces luego reaccionó de de veras- oh, qué cool. me alegro que… hayan pasado a eso tan rápido.-
-Ahora aprovecharé cada momento con Mettaton, para pasarlo en grande juntos.-
- qué bien. así que supongo que vas a ayudar a organizar su evento, ¿no?-
- ¡Por supuesto!-
-¿puedo hacerlo yo también?-
- ¿Tú? ¿Qué podrías hacer?-
- podría ser uno de esos tipos que se ponen entre el escenario y el público, que se quedan parados sin hacer absolutamente nada.-
- ¡Sí! ¡Es un trabajo perfecto para ti!-
-podría vender mis perros calientes de paso.-
-Papyrus, a pesar de que él nos quiera dar esa “ayuda”, primero que nada debemos planear el espectáculo.- Empecé a beber sorbos del aceite con un sorbete que me había alcanzado Papyrus.
-Jmmm…-
- ¿Qué tal si voy, bailo, y hago mis poses dramáticas?-
- Eso suena bien. ¿Qué más?-
-…No sé…- suspiré.-…yo no soy de planear cosas…eso era trabajo de Alphys.-
-…hey- dijo Sans, golpeando mi hombro.- ¿por qué no vamos a ver uno de los libros de papy a ver si tiene una obra interesante?-
- ¡Claro! Y en caso de que no haya podríamos ir a la librería.-
-meh, con eso no cuentes conmigo. eso no es divertido.-
- Vamos al cuarto de Papyrus entonces.-
- ¡Sí! ¡Será genial que conozcas mi cuarto!-
Papyrus y yo comenzamos a subir las escaleras hacia allí.
- ¿Vienes Sans?-
- yep bro, no te preocupes, ya subo.-
Llegamos al primer piso, y al pasar por la puerta, vimos a Sans adentro, mirándonos frente la biblioteca personal de Papyrus.
-conocía un atajo.- Aclaró giñando un ojo.
- Como sea Sans, vamos a buscar.- Dijo Papyrus, yendo directo a sus libros. Yo me detuve a mirar su habitación, contemplando la bandera de los piratas, y su cama auto, y entre ellas, vi unas joyitas sobre una mesa, las cuales me agaché levemente para mirar.
- Oh, Papyrus, no me contaste de estas figuritas de acción tuyas de mí.-
- ¡Por supuesto! Me las dio Santa, son mi más valioso tesoro.-
- No te juzgo, cualquier cosa con mi imagen es hermosa.- Me levanté y fui a ver sus libros.
La mayoría de ellos eran instrucciones, sobre todo de cómo hacer puzles y para jugarlos. La poca literatura que había era para preescolares.
-¡Mira Mettaton!- Dijo Papyrus, con una sonrisa simpática como siempre.- Este es el cuento del que te conté: ¡El bello Spaghetti y el humano durmiente! Así era el nombre entero-
- en realidad ese cuento lo escribió él sobrescribiendo el de la bella durmiente.- susurro en mi oído Sans.
Entonces lo tomé en mis manos y comencé a leerlo cuidadosamente. Parecía estar escrito con crayones, hacía no se sabe cuánto tiempo.
-… ¡Es perfecto!- Dije, lleno de emoción.-
- Gracias, Papyrus.- le di un abrazo tiernamente, con cuidado de no lastimar el libro. Luego tomé uno de los lápices de su escritorio- Muy bien, vamos a preparar el guión.