Finalmente, luego de descansar, Papyrus y yo nos preparamos para seguir nuestra última parte del casting, ya que habíamos dejado pasar ya un día, y deberíamos avanzar con las prisas.
- ¿Tienes la libreta de nombres a manos Papy?-
- ¡Por supuesto Mettaton!- Decía mientras se colocaba su mochila azul en la espalda, mostrando la libreta en su mano, junto con un lápiz, sacudiendo su brazo enérgicamente.
- Vamos entonces, querido.- Abrí la puerta y dejé pasar a Mettaton antes.
- ¡Mettaton!- Se detuvo antes de cruzar.
- ¿Sí querido?-
-¿Qué insinúas? ¿Que soy una dama?-
- Perdone, mi caballero de elegante armadura.- Tomé cintura tocando sus muslos y lo empujé suavemente hacia afuera.
- ¡Eek!-
- En realidad, tengo que cerrar con llave de todos modos.- Metí mi dedo en la cerradura para así bloquear la puerta.
Entonces nos dirigimos a Hotland, hacia mi ex bar, MTT, ya que ahora no me pertenecía al ser en realidad propiedad del estado. Al llegar, le preguntamos a un monstruo-hongo viejo si quería participar en la obra, pero solo nos dijo una cosa.
- ¡Meh! Las obras de teatro ahora y el entretenimiento es basura. Lo único que hacen es moverse como idiotas, cosa que llaman baile, y estupideces del mismo calibre.-
- …- Pude sentir como mi cañón láser de mi brazo derecho comenzaba a armarse.-
- ¡N-NO, METTATON! ¡CÁLMATE! ¡V-VÁMONOS DE AQUÍ!-
Luego notamos que las entrada al ascensor estaba desbloqueada, ya que la guardia real se había disuelto. Continuamos hasta que vimos a un monstruo-conejo y uno dragón, ambos muy corpulentos, comiendo juntos de un mismo helado, a un lado del vendedor de Lindelados.
-Oh- recordé- Cierto, que te debía un helado, Papyrus.-
- ¡Wowie! Gracias Mettaton.
- De nada querido.- Me aproximé al vendedor de helados, junto con Papy.- ¿Me das uno por favor dulzura?-
- ¡Hola Mettaton! No sabía que podías comer helado.
- Oh no, es para mi marido, Papyrus.-
-¡Holo!-
- ¡¿Tienes marido?! ¡Liiiindo! Heh, cómo se nota que no hay más medios informativos.- Dijo mientras tomaba el paquete del frezzer y lo entregaba a mis manos.
- Sí, extraño hacer los noticieros.- Debajo del guante de mi mano izquierda, saqué unas cuantas monedas.- Aquí tienes.-
- Gracias, ten un lindo día.- Le dí el helado a Papy.
- ¡Gracias Mettaton!- Nos dimos vuelta y comenzamos a alejarnos.
- Por nada dulzura.- pero repentinamente me volteé, para decirle una cosa más al vendedor - ¡Ah cierto! ¿Le gustaría actuar cooperativamente en mi obra de teatro final?-
- … - Se acomodó el jopo hacia atrás, se paró firmemente y puso su oreja derecha haciendo un saludo militar.- Sería un mal fan si no aceptara si no le hiciera un favor como ese.-
Tomé su nuca y bajé su cabeza para darle un beso en la frente- Gracias querido.-
Su mirada se ruborizó.
-¡¡M-METTATON!- Y la de Papy también, acompañada de un poco de celos, entonces me volteé a verlo.
- No te preocupes querido, de donde vino beso hay muchos más solo para ti.-
-¡YEIY! Digo, ¡¡¡¡¡ METTATON!!!!-
Le guiñé un ojo al vendedor y me volví con Papyrus.
-N-no hagas esas cosas Metta…-
- ¿Te molestan, dulzura?-
-S-sí.- Su mirada dejaba en claro su capricho.
- Disculpa querido, es difícil controlar este cuerpo lleno de sensualidad.-
-…- Me miró con las mejillas algo infladas, mirando hacia un costado. Entonces le di una sonrisa sacando la lengua.
- ¡D-disculpa Mettaton!- Vinieron caminando hacia nosotros el monstruo conejo tomando de la mano, llevando casi a la fuerza al dragón.- Quisiera que nos anotes también. De todos modos estamos desempleados, hehe…-
- De acuerdo, bellezas, ¿Puedes hacerlo Papyrus?-
-…Bueno.- Parecía estar aún decaído.
- (…Gracias.) – Dijo el dragón algo avergonzado.
Entonces se fueron caminando, aún tomados de la mano, hacia el lado que lleva a la ciudad. Y así quedamos Papyrus y yo, envueltos en un silencio.
-…- Él seguía encaprichado.
- No te pongas así, dulzura.- quise tomar su rostro, pero lo movió hacia un costado, sin cambiar su cara de capricho.- Ya deberías saber cómo soy.-
-…Deberías disculparte.-
- ¿EH? Jm, ¿Disculpa? ¿Por qué te pediría disculpar por tener encanto?-
-¡¿”ENCANTO”?! M-Mettaton… no deberías estar coqueteando con gente si ahora estás conmigo.-
-…Sólo le besé la frente.- Me crucé de brazos.
-Discúlpate.-
-No.-
-Sí.-
-No.-
-Sí.-
-No.-
-Sí.-
-No.-
-Sí.-
-¡No!-
-¡Sí!-
-¡No!-
-¡Sí!.-
-¡¡No!!-
-¡¡Sí!!-
-¡¡No!!-
-¡¡Sí!!-
-¡Que no!- Moví mi brazo hacia un costado abruptamente, como un gesto de que me tenía podrido, pero sin querer, tiré su Lindelado al suelo.
- ...Mettaton.-
- Perdona, ¿quieres que te compre otro?- Dije sin cambiar de tono, mirando para un costado.
-...En cualquier otro contexto diría que sí…pero no.- Papyrus imito mi posición.
-...-
- Con un poco de esfuerzo podrías dejar de tener esa actitud ¿Por qué no lo intentas?-
- No voy a cambiar, Papyrus.
-... Entonces...- Dejó la libreta y el lápiz entre mis brazos, y se dio vuelta.- Cuando quieras cambiar búscame.-
-…-
Estaba muy enojado como para decirle que no quería que se fuera. ¿Para qué te pondrías de pareja con alguien al que no te va su actitud? …Tampoco puedo decir mucho, cuando nos conocimos estaba disfrazado.
Oía los pasos de Papyrus alejarse de mí, luego de aquel tiempo, volvíamos a separarnos… ¿Qué debería hacer?.. Algo que tenía claro es que no iba a cambiar. Supuse…que debería esperar un momento a que le pase la chiripiorca, así que debía seguir anotando las cosas yo sólo.
Al llegar al bar de MTT, con tan solo ver el frente pude ver los cambios que estaba sufriendo el local. Había multitud de gente en la puerta con carteles de protesta, gritando y haciendo retumbar el sonido de percusiones. El cartel de luz de neón había sido removido.
-… ¿Qué pasó aquí?-
Un hombre Snowdrake de anteojos se volteó al oírme.
- ¡Mettaton! ¡Debes hacer algo!-
- ¡¿Pero qué sucedió?!- Un enorme hombre con aspecto de pescado, verdoso y visco, que estaba al lado del Snowdrake, se volteó.
- blu blu…Cerraron el bar.-
- ¿Por qué harían algo como eso?-
- Lo ordenó el científico de la realeza, quiere usar el espacio como su nuevo laboratorio, para poder estar conectado con el Core y el castillo. Ahora estamos todos despedidos, de un día para el otro, sin ningún aviso. Esto no es gracioso.-
- Muy bien señores.- Se oyó salir desde un parlante, proveniente de la puerta del exMTT bar. Entonces al levantar un poco la cabeza, y ver por sobre la gente, noté que era proveniente del Dr. Med- No hay por qué quejarse, todos recibirán sus indemnizaciones correspondientes. No, no se reabrirá el dicho bar en otra parte. (Vaya desperdicio de fondos que era)- susurró, pero con el parlante encendido aún, haciendo que la gente enfureciera más.- Wow, alto. -El hombre hizo surgir frente al local una barrera mágica, repeliendo a todos los monstruos hacia atrás.- No es negociable. Les recomiendo que vayan a sus casas a leer el diario en la sección de clasificados, y así no seguir malgastando su tiempo, gracias.-
El hombre cerró las puertas, sin eliminar la barrera. Entonces los barullos siguieron, pero decrecientes hasta llegar a un silencio total.
-… ¿Qué vamos a hacer ahora?- Se oyó una voz surgiendo entre la multitud.
- ¡Aquí está Mettaton!- gritó Snowdrake.- ¡Él debe poder hacer algo!-
Entonces todo la multitud se dio vuelta, emocionada, abalanzándose encima de mí.
- Wow, dulzuras, vamos de a poco.- Intentaba contener a la gente, aún con lo exaltaba que estaba, estirando los brazos.- Vamos de a poco. Calmémonos, ¿sí? A ver, yo como ustedes también fui despedido por culpa de las decisiones de este gobierno. Solo soy un desempleado más, ¿De acuerdo? …No creo que pueda hacer mucho, dulzuras.-La gente casí al unísono suspiró deprimida, y me vi rodeado de rostros llenos de miedo y tristeza. No podía permitir que esta gente cayera ante la melancolía, aquellas personas que alguna vez fueron mis fans, cuales ojos resplandecían de esperanzas.- ¡Sin embargo!- Grité sin pensarlo.- ¡Tengo una idea para que todos podamos seguir trabajando! ¡Síganme al viejo laboratorio!- Entonces salí corriendo y saltando de piso en piso hacia allí, con tanta prisa, que olvidé que las demás personas no tenían la misma capacidad corporal que yo. Sin embargo, sería cuestión de unos momentos para que todos fuesen para allá, de seguro habría un gran congestionamiento con los ascensores. Así que entré al laboratorio, luego de forzar la puerta. Ahora, el lugar había caído en un profundo silencioso, sumergido en la oscuridad. Quise prender la luz pero el interruptor que estaba cerca estaba estropeado, así que con la visión que otorgaba el brillo de mi alma, me dirigí hacia el otro interruptor, que se encontraba del otro lado del laboratorio. Pero en medio del viaje, me choqué contra algo pequeño y duro, tropezándome y cayendo cara a cara sobre él.
-wowie, cuidado compadre.-
-¡¿Qué?! ¿Sans? ¿Qué haces aquí?-
- eso mismo iba a preguntarte a tí.- Contestó mientras me alejaba de él y me levantaba.
-…Al menos caer sobre ti alivianó mi golpe.-
- me alegra pode ayudarte sin tener que hacer absolutamente nada.-
- Sin embargo no contestaste mi pregunta.- Encendí la luz, para notar que el laboratorio estaba completamente vacío, sin muebles ni herramientas.
- no es bonito hablar del tema, pero… ¿recuerdas cuando estábamos con alphys y estaba enojado con ella por las abominaciones que había hecho?-
- Sí…-
Empezamos a oir el ruido de golpes provenientes de la puerta metálica del baño, tan fuertes, que ESO que estaba del otro lado la rompió, dejando salir unos monstruos casi amorfos, hechos de amalgamas, chorreando su propia carne, con las cuencas de los ojos vacías, llorando piel con restos de sangre, cuyos cuerpos no tenía principio ni fin, y que se abalanzaba hacia nosotros, que habíamos quedados contra la pared, enfrentados a aquella puerta.-
- mettaton, te presento a tus hermanos, un gusto conocerlos, ¿no?-
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