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¿Confusión mental? por ziclonis

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Notas del capitulo: Pues...aqui el siguiente capitulo...espero sea de su agrado n.ñ

“¿Confusión mental?”

 

El siguiente capitulo…

 

Desclaimer: Los personajes de Beyblade no son míos, sino de Aoki Takao.

 

-Diálogos-

 

Pensamientos

 

(Cuando aclare algo)

 

***En sueños*** (ßsólo por este capitulo)

 

.º.º.º.Cambio de escena.º.º.º.

 

Segundo capitulo._Platica nocturna

 

Los árboles cantaban a su mas fiel compañero, el viento, con la esperanza de que le próxima noche les llevara lo que siempre deseaban, palabras. Los secretos, deseos, pecados y confesiones que le eran dichas al viento por los humanos, este se deleitaba al  borrarlas con su ferocidad y después, susurrárselas a sus confidentes, los árboles.

 

Una ráfaga de viento cruzo la ciudad para llegar y golpear sin piedad todo el sur de la misma. En una ventana de un edificio blanco, que era poseedor de letras que rezaban: Hospital, el viento llego para estamparse contra esta.

 

Una escena que posiblemente era muy conocida en ese lugar, estaba presente dando todo su esplendor a un visitante, la Luna.

 

Rei estaba acostado, con su cabeza en el regazo de Kai. Pensaba y platicaba con sus cavilaciones.

 

-“¿Cuándo pasó? ¿Cuándo fue el día en que empezó mi conflicto mental? ¿Cuándo fuiste internado, Kai? ¿Cuándo comenzó nuestra relación? ¿Cuándo…?”

 

Un pequeño ronroneo salió de su boca mientras se acercaba más al cuerpo en la cama.

 

-Lo sabías, lo sabías y no me lo dijiste. Sabías que estaba en… cinta…-Una lagrima traicionera rodó por su acanelada mejilla y se perdió entre las blancas sabanas que cubrían el cuerpo de Kai.

 

-Ahora… te atreves a dormir dejándome solo. Si no fuera por esos tubos para respirar Kai Hiwatari, te ahorcaría.

 

El sueño empezó a tomarlo por sorpresa y poco a poco empezó a caer rendido a su sensual danza de descanso.

 

.º.º.º.º.º.

 

Los primeros rayos de sol llegaron despertando a los habitantes del cielo, pájaros.

 

Sus ojos temblaron antes de abrirse y rebelar esos hermosos orbes dorados. La primera imagen borrosa que logro captar fue la parte baja de la mascarilla de oxigeno que tenía Kai. Se levanto, sentía que aplastaba al chico peli-azul. 

 

-Mira que encontré la forma de verte semidesnudo y no atacarte.-Rei rió de la ocurrencia y se acerco a la cabecera de la cama.- Buenos días, Kai.-lo beso.

 

-Oh, gatito, ¿Quién diría que esas palabras salieron de ti?

 

-No me imagino lo que tú pudiste decir, ¿o no crees igual, Yuriy?

 

-Vale, no me lo digas tan… Santo cielo, ¿qué te paso?

 

-¿Por?-Rei camino al espejo y miro su estado; cabello negro desordenado y sin su acomodo dentro de la bandita blanca, restos de lagrimas secas y toda la ropa arrugada.-Bueno, no es nada.

 

-Aja. ¿Por qué no te…bañas, no te ofendas, pero lo necesitas y yo voy por un poco de café?

 

-Gracias-con una ultima sonrisa al pelirrojo y una mirada a Kai, salio disparado a la puerta blanca que era el baño.

 

-Hola, Kai…-el pelirrojo camino a la cama y sonrió al ver la cara que el heredero Hiwatari tenía-¿Sabes? Te ves mucho mejor así.-salio para traer un poco de comida para el neko.

 

Caminando por los pasillos se dio cuenta que, sin necesidad de aparentar, Rei Kon se había vuelto alguien especial en su vida. Pero también se dio cuenta que el pequeño gatito era un poco… extraño.

 

Tal vez era por que tenían costumbres diferentes o simplemente que Rei Kon si era extraño.

 

Cuando vivían, el poco tiempo antes del accidente, en la mansión, observo los extraños y peculiares gustos del Neko. Como el insalubre gusto por las aceitunas, la extraña forma de amarrarse una toalla como vidente en la cabeza después del baño, entrenar artes marciales en el techo y cambiarse fuera del baño. Como era normal y por el frío de Rusia, muy pocos hacían eso él se incluía en la mayoría que no o hacía. 

 

Rió bajito.

 

.º.º.º.º.º.

 

¿Por qué demonios estaba ahí? Ni él mismo lo sabía.  De todas las cosas que odiaba estas eran las tres primeras: la gente (pero que sociable el niño¬¬), los lugares ruidosos y las salas de espera de los hospitales. Y en ese preciso momento estaba en una. Y nuevamente se preguntaba: ¿Por qué estaba en esta?

Por masoquista…y por ver a Yuriy, que realmente era lo mismo.

 

Bueno, desde que supo del bendito accidente quiso regresar lo antes posible, pero no lo dejaban ni respirar por lo que no podía moverse de donde estaba.

 

Ahora estaba estresado viendo un montón de gente, primera cosa que no le agrada, en un lugar ruidoso, segunda cosa insoportable, y lo peor, ¡era una sala de espera!

 

Sólo había tres formas de salir de ahí, uno preguntar a una persona, lo que equivale a cruzar unas cuantas palabras con ella, en donde estaba lo que buscabas-léase Kai Hiwatari. Dos, quedarte donde estas y escuchar hasta hartas horas de la noche el insoportable llanto de los bebes y las preguntas de los personas metiches. O bien, que de repente un pelirrojo de ojos azules, con un hermoso trasero y con cara de quítate-dios-divino-pasando saliera de un pasillo y te viera (nada perve ni exigente n.n).

 

-¿Bryan?

 

-“Bueno, tal vez no haya salido de un pasillo pero lo del trasero es verdad”-pensó el chico con una cara de pervertido aun sin mirar a su amigo.-¡Yuriy…!-dijo reaccionando y con cara de inocente.

 

.º.º.º.º.º.

 

Las gotas de agua recorrían su cuerpo perdiéndose en el vapor que las acompañaba y que lo envolvía en una densa pero reconfortante capa. Sus pensamientos estaban muy lejos de ahí, situados en un punto de su vida el cual tenía toda la culpa de que él y Kai salieran.

 

***La Luna iluminaba todo a su paso, dejando al descubierto montones de secretos que, orgullosa, la noche guardaba. En la profundo de esta un chico de rasgos felinos miraba con curiosidad la escena que estaba frente a él; un chico pelirrojo parecía estar peleando con uno de cabellera morado, mientras el primero le reclamaba algo, el otro aprovecho su distracción para tomarlo por la cintura y besarlo.
-¿Te diviertes?-extrañamente esa voz paresia estar cargada de sensualidad y burla. Rei se espanto por escucharlo hablar.
-“Kai…”-extrañamente sus palabras no salían, cuando necesitaba decirle muchas cosas en verdad.-“Pero…”
El chico se acerco a él y lo abrazo por la cintura. Rei no podía contenerse. Quería besarlo y hacerle saber que realmente lo necesitaba…y resolver una cuantas dudas sobre el tema de su…embarazo. ¡Vaya! Que extraño sonaba.
El chico chino no se controlo y una traviesa lagrima surco su rostro.
-“Te extraño tanto, Kai…”
-Y yo a ti, Rei…-asombrado y sin poder moverse Rei fue volteado sin ningún pudor por Kai quien después atrapo sus labios hambriento.***

 

Rei suspiro dejándose llevar por la limpieza que el agua le regalaba.

 

Desganado y con intención de seguir ahí (neko, sal!!!!.....te harás viejo…Xd) cubrió sus estrecha cintura con la toalla y se amarro en su cabeza la otra en clara muestra de costumbre(mi padre hace eso….y ya no tiene el cabello largo u.u).

 

Salió para cambiarse e inmediatamente entro de nuevo al baño. No podía cambiarse en una sala de hospital…

 

.º.º.º.º.º.

 

-No te creo…-refuto tercamente Bryan sentado en una mesa esperando a que la mesera les llevará el pedido.

 

Llevarían un poco de comida para que el chico chino no se les muriera de hambre.

 

-Pues créelo por qué es la verdad

 

-Dios… ¿Qué le pasa por la cabeza a Kai?-el chico de ojos ártico había hecho saber al pelilavanda sobre la noticia mas importante, la cual tenía las palabras Rei, embarazo y Kai juntas.

 

-Ahora nada, esta dormido. Pero, creo que no es Kai el problema, es el Neko quien me preocupa.

 

-Pero, ¿Cómo estas tú, Yuriy?-el chico de orbes azules comprendió la pregunta al instante.

 

Cuando se entero de los labios de Kai el estado en el que estaba el Neko lo primero que pensó fue en llegar y darle una patada en el culo…después lo pensó y mejor no se precipito. Pero, cuando llego a la habitación de Kai, dos días después de que él pudo salir, ver al Neko en un estado de desprotección y un tanto solitario lo habían traído a la realidad. Por eso hizo lo que hizo, ¿y saben? No se arrepentía.

 

Regresando a la realidad y dándose cuenta que había preocupado al chico frente a él por perderse tan fácilmente en sus cavilaciones, Yuriy sonrió y solo se limito a negar.

 

-No, estoy bien…-Bryan se estaba derritiendo por la sonrisa dirigida solo a él.-Hnm… ¿Qué te pasa?-Yuriy tenía una especie de masa gelatinosa que antes era el chico frente a él.

 

-Nada.

 

.º.º.º.º.º.

 

Cuando Rei salió listo y arreglado del baño se dio cuneta que el pelirrojo ya había llegado y en sus manos había un montón de paquetes de comida, pero también observo a alguien que jamás pensó ver ahí.

 

-Acaba de hablar ese de…Kinomiya…dice que su vuelo estaba a punto de partir, llegaran aquí como por la tarde.-Yuriy observo que la mirada de Rei estaba parada en un punto en su espalda, sonrió y trato de darle una palabras tranquilizadoras.-No muerde.-dijo con burla.

 

-No me importa que muerda-contesto el chico aun en su asombro, me sorprende que este aquí.

 

-¿Tan cruel me crees como para creer que no puedo venir a ver a mi amigo?-dijo en su defensa.

 

Rei levanto una ceja, gesto clásico de un Hiwatari burlándose, cosa que sorprendió a ambos rusos.

 

-Has lo que quieras, pero no te acerques a Kai.-dijo mordazmente mientras se retiraba la toalla del pelo y caminaba al espejo.-Ja ja ja ja-Rei empezó a reír sin parar, mientras que ambos rusos se miraban con desconfianza-Lo siento, no pude evitarlo…ambos tenían cara de película… Ja ja ja ja…

 

.º.º.º.º.º.

 

El viento balanceaba los árboles creando en la atmósfera una mina de relajación, justo lo que un pelinegro hacía.

 

Él y Tala habían decidido salir aprovechando que el otro ruso estaba para que Rei se despejara un poco. Obviamente por más que lo deseara la preocupación por el bicolor era más grande.

 

Pero ahora estaba recostado debajo de un inmenso árbol, el más grande del pequeño parquecito y, ayudado por el ruso a su lado, logro despejar su mente un poco. Sin embargo…

 

-Kai esta bien…Bryan esta con él-Rei no sabía como lo lograba, pero siempre el pelirrojo sabía donde y cuando utilizar ciertas palabras. Él, la verdad, era muy torpe para expresarse en público, sólo con personas de verdad cercanas.

 

Había una opresión, una opresión en su pecho que no le dejaba en paz. Así que rogándole a su acompañante regresaron a la habitación se encaminaron a ella.

 

Dando vuelta en el pasillo las voces de enfermeras y el doctor se escuchaban, temiéndose lo peor Rei corrió para ver una camilla afuera de su habitación.

 

-¡¿Qué esta pasando?!

 

Por la adrenalina y la imagen frente a él, lo primero que se le vino a la mente fue la idea de saber que ocurría y donde estaba Kai.

 

-Le pido señor Kon que por favor no grite en mi hospital.-la voz del doctor frente a el se escucho por todo el pasillo resonando y creándole a Rei un hermoso rubor.-El señor Hiwatari sólo tuvo un pequeño contratiempo con su… suero.

 

Rei se sintió un poco mas avergonzado de lo que ya estaba.

 

-Veo que aún sigue estresado, señor Kon.-Rei desvió su mirada, que estaba en Kai y su nueva bolsa de… ¿comida?... al doctor frente a él.-¿Por qué no lo ayudan relajarse?-comento el hombre a los dos rusos.-Vayan al salón de abajo donde pueden estar en el área verde.

 

-Venimos de haya-dijo Rei intentando no sonar descortés, pero era casi imposible puesto que prometió no alejarse de su amado y junto cuando decidió salir pasa problemas.

 

-No es una sugerencia, señor Kon.-El chico volteo un poco molesto para replicar, pero los otros dos, previendo eso y conociendo el carácter del chino, decidieron adelantarse.

 

-Claro, volvemos en unos 20 minutos-dijo Bryan tomando del brazo a un Rei un tanto airado.

 

-Vamos, Neko…

 

Y sin oportunidad de reclamar, dando una última mirada a dentro de la habitación, Rei Kon se dejo arrastrar por sus nuevos amigos…

 

.º.º.º.º.º.

 

Debía de admitir que no había sido mala idea el salir al otro lado del hospital…

 

Los chicos estaban sentados en una banca de metal que les daba cierto aire de sofisticación a los tres. Rei leía un pequeño libro que el pelirrojo le había comprado para que se “despejara”, mientras que este y Bryan hablaban en ruso, lo cual le daba risa al chino. En varias ocasiones tuvo que contenerse para no ofender a los dos chicos frente a él.

 

-Oye, Neko…-el tono de Bryan era extraño, como si temiera preguntarle algo.

 

Dejando su lectura a un lado y sacándose los pequeños lentes, levanto la mirada para encontrase con la lavanda y la ártica posadas sobre él.

 

-¿Qué sucede?

 

-Quiero confirmar mis sospechas…-Yuriy lanzo un bufido levantándose y caminando a la entrada del hospital, Rei levanto una ceja en clara muestra de desconcierto.- ¿Es verdad que…? Pues tú…

 

Rei sonrió.

 

-Si.-se levanto y siguió al pelirrojo. Bryan desconcertado camino hasta ellos que empezaban a subir los pequeños escalones para entrar a la sala del hospital.

 

-¿Pero por qué…?-Se detuvo llegando con ellos.

 

El trio no estaba seguro de lo que había escuchado.

 

Frente a ellos habían pasado una camilla con tres enfermeras al lado y el doctor que atendía a Kai.

-Necesito que prepares una sala de urgencia-demando el hombre caminando muy aprisa por el lugar.-Tal parece que el paciente no esta drenando líquidos.

 

-Si. ¿Qué habitación…?

 

-412.

 

“412…”

 

“412…”

 

“412…Kai…”

 

La habitación 412 quedo gravada con la misma intensidad en la mente de los tres. Tal vez afectando un poco mas al chico chino.

 

.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º.º

 

Listo….siguiente cap…a mi me gusto.

 

Siguiente capitulo._Peligro en la 412

 

-¡Doctor! ¡Doctor…el paciente…!

 

-Tanquilo, Rei…

 

-Señor Kon, tengo una mala noticia…

 

 

 

 


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