Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Señor por CaedesDarkParadaise

[Reviews - 117]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Los recuerdos de Regulus Black no veían más allá de los cinco años cuando sus tíos Cygnus y Druella Black le acogieron en su casa después del asesinato de su padre Orión en la noble y ancestral casa de los Black en Grimmauld Place. Regulus había perdido toda memoria de los cinco años para atrás y eso que él podía recordar todos los detalles más absurdos de su pasado.

Excepto aquello.

Pidió millones de explicaciones a sus tíos pero ellos le ignoraron al tomar luto a la muerte de Orión.

No le quedaba ningún pariente más cercano pues su madre había muerto al darle a luz y Regulus no tenia hermanos por lo que tenía que ser complaciente con sus nuevos tutores. Aquello implicaba ser sumiso y callado pero Regulus no era así.

…l era curioso y quiso saber más sobre porque de un día para otro se había quedado huérfano.

Lo logró aunque no obtuvo casi nada de información solo lo esencial. En especial porque sus tíos no solían discutir por nada pero durante una semana si lo hicieron.

Por supuesto que no lo hacían delante de él sino que Regulus escuchaba a escondidas detrás de las puertas.

Siempre de la misma persona.

Sirius.

El culpable de la muerte de su padre.

Y nada más averiguo durante su infancia.

Eso fue una espina que Regulus nunca pudo sacarse.

¿Quién era ese tal Sirius?¿Y porque había asesinado a su padre?

Al cumplir los seis dejo de indagar acerca del tema porque hizo el pequeño pero no sorprendente descubrimiento que Cygnus y Druella no eran personas precisamente amables sino fríos y crueles por naturaleza.

En esa familia solo contaba con su prima Narcissa, que tenía un carácter de los mil demonios y solía defenderle de las malas intenciones de su prima Bellatrix.

Bella era la hermana mediana de Narcissa porque la primera hija de los Black había huido de su casa cuando tenia quince años. Muchos años antes de nacer él. Por lo tanto sus tíos la desterraron de su tapiz familiar y de su frío corazón.

- ¿Y dices que no has encontrado ninguna pista?- le interrogo por segunda vez Regulus Black a Antonin Dolohov.- ¿Como es posible, Dolohov? Tú encuentras a cualquier persona con solo chasquear los dedos.

- Lo sé, Reg.- Antonin le extendió la poca documentación que tenía de Azkaban.- El nombre de Sirius no aparece en ninguna lista de la época. He buscado hasta la saciedad nombres y más nombres. Documentación de los aurores respecto al caso pero parece ser que todo aquello desapareció de la faz de la tierra junto al apellido del asesino. ¿Si solo lo supiera?

- No se nada, amigo.- suspiro con cansancio.- Solo oí la palabra Sirius cuando espiaba a mis tíos días después de enterrar a padre. No volvieron a pronunciar el nombre nunca más. Parecían avergonzados y a la vez furiosos.

- Sirius. - Antonin se llevo una mano a la cabeza.- ¿No recuerdas a alguien con ese nombre? ¿Algo pequeño en tu memoria?

- Yo...- Regulus se sentó en el sofá del salón de Antonin en Ravenclaw.- Bueno...

- Dilo.

- No es referente al nombre de Sirius...

- ¿Entonces?

Solo había una cosa que hacía dudar a Regulus de su racionamiento.

Ese sueño.

Que parecía mas bien un recuerdo del pasado.

Distorsionado como si algo le impidiera que lo viera todo con claridad.

"Este es nuestro secreto, Reggie"

Esa voz aniñada de un adolescente, amable y con un tono cariñoso que cada vez que la oía en su cabeza le llenaba de una tranquilidad exorbitante. Sentía que podía confiar en aquella persona como en nadie confiaría jamás.

"Te lo prometo, hermano"

Hermano.

- Un hermano.- murmuró para sí pero Antonin le miró fijamente.

- ¿Que has dicho, Reg?- le pregunto Dolohov removiendo los papeles.- ¿Un hermano?

- No me hagas caso, Antonin.

Dolohov no se dio por vencido.

- Crees que ese tal Sirius era hermano de alguien.- insistió.- Tal vez de tu padre.

- No lo se.- contesto muy inseguro.- Mi padre solo tenía una hermana llamada Lucretia Black que fue desterrada del tapiz familiar por casarse con un hombre pobre de dudosa reputación. La verdad es que la mitad del tapiz de los Black esta quemado debido a un incendio que hubo cuando yo era pequeño. Y la otra mitad la quemo mi madre según me dijo mi prima Narcissa. Cuando llego a la cara de mi padre en el árbol familiar encuentro muchas caras quemadas. Tantas que el lado que nos pertenece esta totalmente destruido incluido mi rostro.- suspiro audiblemente.- Si mis recuerdos fueran mas coherentes...

- Puede que ahí este la respuesta, Reg.- Dolohov palmeó su espalda con excitación.- Tienes que buscar en tus recuerdos, amigo.

- Es complicado.- Regulus se llevo una mano a la cabeza.- Cada vez que intento recordar mi cabeza me duele tanto que pierdo la conciencia.- Antonin frunció los labios.- Es como...

- Si te hubieran hechizado.- terminó Antonin con seriedad.- Más bien obliviado tan fuerte para olvidar alguna parte importante de tu vida.

Regulus trago en seco.

- ¿Como lo has sacado tan rápido?

- Hubo un caso igual cuando empece a dedicarme a este trabajo.- le explico sin tomarle la mayor importancia.

Antonin le apretó el hombro.

¿Quién podría haberle obliviado?

Alguien de su familia.

¿Sus tíos?¿Bellatrix?¿O ese tal Sirius?

- ¿Recuerdas si estuviste en tu casa el día que murió tu padre, Reg?

- No lo sé. - se paso una mano por el cabello. - Solo recuerdo que me desperté en mitad del lago del Barón Sanguinario cuando esos aurores corruptos de Slytherin me encontraron para llevarme a casa de mis tíos. - Antonin frunció el ceño. - Ahí me comunicaron que habían encontrado a Orión muerto en mitad de las escaleras de Grimmauld Place. Ese mismo día acusaron al culpable, que como te dije se llama Sirius pero nunca llegue a verle el rostro.

- Es extraño como se llevo el caso de tu padre. - Antonin apunto algo mas en sus hojas. - Lo tendré en cuenta.

- Gracias, Antonin.

- ¿No le has preguntado a Narcissa si conoce al tal Sirius?- …l negó con la cabeza.- Pues ya sabes lo que tienes que hacer, Reg.

- Narcissa no sabe que estoy buscando al asesino de mi padre.- le explicó.- Se va a enfurecer conmigo, y si le pregunto sobre alguien del que sus padres prefirieron tachar de su vocabulario por ese hecho aún menos. "Te hechizare el trasero si me lo vuelves a preguntar" me diría.- Antonin rió entre dientes al oír el intento de imitación de Regulus con la voz de Narcissa.

- Tendrás que intentarlo.- Antonin bebió un sorbo de su té.- Seguiré investigando por mi cuenta.

Y una luz entró por la ventana haciendo que destellara en los ojos de los dos hombres. Era la forma de un lince que rodeo el cuerpo de Regulus entonces supo que era el patronus de su prima Narcissa.

- ¡Trae tu aristocrático trasero en este mismo instante!

Oh, por merlín.

- Tengo que irme.- suspiró.- Cuando sepas algo más no tardes en contactar conmigo, Antonin.

- Esta bien, Reg.

El Black abrió la puerta de la casa de Antonin para despegar en escoba porque a él no le gustaba ir en Red Flu.

Evitaba viajar por ese medio cada vez que podía.

- ¿Vas a ir en escoba, Reg? - le interrogo con diversión. Regulus se sonrojo imperceptiblemente. - Si tu no sabes manejar la escoba.

- Un Black sabe hacer de todo. - alzo la barbilla. - Además que no voy a entrar en esas chimeneas del demonio.

Y salió volando con un pequeño desequilibrio en el despegue.

El viento en la cara le aclaraba las ideas más revueltas, y Regulus lo agradeció infinitamente.

Debía averiguar de cualquier forma que es lo que ocurrió el día que su padre murió y quien fue capaz de obliviarle para que no recordara nada del suceso.

"Este es nuestro secreto, Reggie"

Un dolor punzante le vino a la cabeza.

Antonin tenía razón.

Habían borrado un hecho importante de su vida.

Y lo iba a recordar.

Costara lo que costara.


Gideon Prewett peinaba su húmeda melena pelirroja hacia atrás apresuradamente después de haberse quedado una media hora en la ducha una vez terminado el entrenamiento diario con su hermano Fabian.

Hoy era el día de la misión.

- ¡Gideon! - Nimphadora Tonks entro sin llamar a la habitación de su compañero y amigo que estaba terminándose de poner los pantalones. -¡Perdón!

Y cerró la puerta de golpe.

- ¡Entra, Tonks!- le gritó con diversión. - ¡Vamos!

Tonks volvió a entrar acompañada de Kingsley, quien solo sonreía entretenido.

- Perdón, Gideon.

El pelo de Tonks se volvió rojo.

- No te averguenzes, Tonks.- Le rodeo los hombros con un brazo.- Si ya me has visto desnudo.

Tonks rió con nerviosismo mientras Gideon miraba de reojo la expresión de Kings que había cambiado repentinamente a una mas seria.

- ¿Le has visto desnudo, Dora?- le interrogo Kings a Tonks con la voz helada.

Tonks apretó los labios, y Gideon soltó una carcajada.

- Vamos, vamos. - beso la mejilla de Tonks. - Fue una misión muy larga, y yo me equivoque de habitación.- Kingsley frunció de ceño. - Me desvestí porque queria darme una ducha caliente cuando abro la puerta del baño y veo a esta preciosa mujer desnuda en la bañera.

Tonks gimió aun más avergonzada.

"Toma esa, Kings"- se burlo mentalmente.-"Por ser tan lento"

Kingsley apretó los puños bajo su capa a la vez que acribillaba con la mirada a Gideon.

Entonces Gideon pensó en dejar de molestarlos a los dos o Kingsley acabaría por asesinarlo y enterrarlo muy lejos de Tonks.

Pero no le importaba.

Gideon Prewett era un masoquista que queria ayudar a una amiga.

- ¿Podemos repetir...-

- ¡Gideon!- le gritó Fabian con una sonrisa pícara desde la puerta.- ¡Tenemos que irnos!

Fabian había notado las perversas intenciones de su hermano para poner celoso a Kings por lo que le paro de golpe al notar que los dientes de su amigo se estrellaban unos contra otros de rabia.

Había hecho bien.

No queria enterrar mañana a su hermano.

- Buena suerte con vuestra misión, muchachos.- gruño Kingsley. Los gemelos rieron entre dientes. - Los demás ya se han ido a Slytherin. Os toca a vosotros.

Tonks se adelanto un paso con su cabello de vuelta a la normalidad.

- Quería deciros que en cuanto me necesitéis solo tenéis que mandarme un patronus.- les explico mas seria.- Estaré ahí en menos de dos minutos. Por favor tened mucho cuidado.- Tonks les abrazo a los dos.- Siento no poder ir con vosotros.

- Oh, Tonks.- Gideon le devolvió el abrazo.- Tienes que cuidar el castillo por nosotros.

Fabian por mientras se despedía de Kingsley con otro abrazo.

- No hagas muchas bromas por Slytherin.- le susurro Tonks al oído.- Ellos no parecen ser muy graciosos.

- Y tú intenta ligarte a Kings en nuestra ausencia.- Tonks soltó una risita nerviosa.- Mejor aún. Métete en su cama.

- Lo haré.- murmuró.

Y Gideon solo pudo soltar otra carcajada mas fuerte.

- Menudo par.

Gideon se despidió de Kingsley con un abrazo y una advertencia de no dejar embarazada a Tonks en su ausencia. Este le pego en la cabeza y se fue de su habitación con pasos enfadados mientras Tonks le seguía totalmente curiosa por saber que le había dicho Gideon a Kings.

- Te lo mereces, hermano.- le dijo Fabian.

Gideon termino de vestirse, cogió su varita y se giro hacia Fabian.

- ¿Estas listo?

- Si.- y los dos se aparecieron en los límites de Slytherin.

- Este es el lugar que nos indico Remus.- Fabian asintió.- Aquí sera nuestro lugar de encuentro.

Y un patronus en forma de comadreja se alzo entre los arbustos haciéndoles saber a los gemelos Prewett de quien era aquel animal de luz brillante.

Arthur.

- ¿Donde demonios están?- Los dos escucharon claramente el enfurruñamiento de Arthur. - No os entretengáis con tonterías y poner aquí vuestro doble trasero.

- Como se ha puesto.- Gideon asintió lentamente. - ¿Que hora es?

Gideon miro su reloj de soles y lunas.

- Van a ser las doce y media.

Fabian jadeo.

- Nos quedaremos esta noche en el bosque.- le dijo Gideon a Fabian. Los dos sacaron sus sacos de la bolsa de extensión indetectable y la colocaron encima de la hierba del claro. - Porque no le envías a nuestro pobre pelirrojo un mensaje mientras yo reviso el terreno.

Este asintió y Gideon camino lejos de él hasta que no le diviso mas.

- Mas le valdría a esas serpientes poder tener un puesto para nosotros. - murmuró Gideon.- No quiero utilizar la maldición imperius.

De pronto unos gritos lejanos le distrajeron por un segundo.

Gideon paró de inmediato.

Estos gritos se convirtieron en chillidos que cada vez se hacían más claros y cercanos.

¿De donde procedía?

El pelirrojo desenvaino la varita sin pensarlo.

Miró para todos los lados posibles pero no encontró nada por lo que solo le quedaba...

Gideon levanto la cabeza hacia arriba.

- ¡Cuida..!

Y lo vio.

Un ángel cayendo del cielo.

De hermoso rostro y melena azabache ondeando con el viento e iba en su dirección.

O más bien se iba a estrellar contra él.

- ¡Cuidado! - Y Gideon realizo uno de sus movimientos mas hábiles de auror.

Petrifico la escoba que iba con el ángel pero no pudo conseguir que este no cayera en cuanto lo hechizo, y Gideon solo rezo para que el golpe que recibiera no lo matara. Estiro los brazos para cogerle a lo alto y lo consiguió.

Mas o menos.

El cuerpo del muchacho logro utilizarlo como almohada haciéndose apenas daño pero durante la caída Gideon perdió el equilibrio cayéndose para atrás y golpeándose la cabeza.

- ¡Eh, tú! - El ángel le golpeo la mejilla y Gideon entreabrió los ojos para observar los grisáceos brillantes de este.- ¡Perdóname! ¿Te encuentras bien? ¡Tranquilo! ¡Te ayudare!

- Ángel.- murmuró.

El muchacho le observo de forma extraña, y Gideon miro hacia un lado donde distinguió la llama de cabello de Fabian saliendo de los arbustos.

- ¡Hermano!


Regulus apretó el cuerpo del robusto pelirrojo contra su pecho mientras veía como perdía la conciencia.

Había cometido un error.

Ahora lo sabía.

Debería haberse metido en la maldita chimenea.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).