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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Hola! Sin excusas ni nada mas...

A LEER!

  Sakura tuvo ganas de comentarle lo ocurrido con Sasuke a Naruto, pero no se atrevió ¿Para qué? ¿Qué podía importarle a él? Últimamente el rubio la visitaba muy seguido y la ayudaba a sentirse mejor, cosa que ella apreciaba muchísimo.

 

-¿No tienes trabajo que hacer? –Preguntó mientras bebían algo en la sala-

-No, hoy estoy libre ¿Por qué? ¿Me quieres botar?

-Claro que no baka –Sonrió- Jamás, me gusta que estés aquí

-A mí me gusta estar aquí –Sakura al sentir la sangre subir a sus mejillas volteó a otro lado el rostro, el rubio rió bajo le agradaba, no, le gustaba cuando eso le pasaba a la pelirrosa… ¿Gustaba? Habían muchas cosas que le gustaban de Sakura ¿Entonces por qué ella no le gustaba como pareja?-

-¿Qué tanto me ves? Me pones nerviosa Naruto…

-Sakura… ¿Puedo pedirte un favor?

-Claro, ¿Qué pasa?

-Déjame besarte

-¿¡Que!? –Sakura se sorprendió demasiado, sentía el corazón galopar con fuerza y el calor en su rostro era aún mayor, observó al rubio sonreír ¿Era una broma? No, esa sonrisa era en realidad sincera- ¿A mí? ¿Por qué? ¿Besar en donde?

-Sí, a ti… -Pasó una mano por el cabello de ella, apartó un mechón y lo colocó detrás de su oreja- Porque quiero… -Con el pulgar siguió por su mejilla hasta llegar a los labios entreabiertos de la chica- Aquí…

-N-Naruto… Yo… -Ella podía notar que el rubio se acercaba cada vez más y más. No se atrevió a apartarlo y apenas sintió sus narices rozar cerró los ojos. Naruto la besó, un simple roce que duró algunos segundos, luego se alejó- Que vergüenza… -Dijo alejando el rostro y mirando a otro lado, el rubio sonrió-

-¿Por qué? ¿Fue tan malo?

-¡Claro que no!

-Jajaja, que bueno –Colocó una mano sobre las ella que aún sostenían la taza- Gracias

 

   “No Naruto, gracias a ti…”  Pensó ella.

 

   Deidara no se dio cuenta pero en la tienda donde estaba acababa de entrar Sasuke, ya la noche comenzaba a caer sobre la ciudad. El moreno si notó al rubio comprando algunas cosas y se acercó disimuladamente, estando en el pasillo junto al rubio esperó que le diera la espalda, Deidara alzó el brazo izquierdo hasta tocar el frasco que quería

 

-Me gusta esa marca –Se sorprendió, esa voz, se dio la vuelta observando en el otro pasillo a Sasuke mirándolo seriamente-

-Sí, a mi igual…

-Me doy cuenta –Deidara quiso seguir con su camino pero la voz de Sasuke lo detuvo una vez más- ¿No se supone que el anillo de compromiso de usa en la mano izquierda? –El no dijo nada- Supongo que prefieres usarlo en la derecha… -Dijo como si nada dirigiéndose a la caja y luego saliendo de la tienda-

 

   Deidara otra vez se sintió mal, golpeado, ¿Todos tenían que notar que faltaba el objeto? Pero la idea de repente cruzó su mente, rápidamente soltó todo y salió tras el moreno, lo detuvo antes de que se subiera al auto

 

-¿Qué quieres?

-Tú fuiste –Sasuke alzó una ceja- Tu me robaste el anillo

-¿Ahora de qué hablas?

-¡Tú te robaste mi anillo de compromiso!

-Me estás diciendo… ¿Qué perdiste tu anillo? Vaya ganas de querer casarse eh

-¡Yo no he perdido nada! Me lo robaste

-¿Y como lo haría? –Preguntó seriamente, Deidara no halló respuesta- Si, eso creí. Aléjate de mi –Apartó al rubio abriendo la puerta del piloto, entró y bajó el vidrio- A mi no me eches la culpa de haber perdido tu anillo, o peor… Quién sabe si no lo habrás vendido

-¿¡Como te atreves!? ¡Yo jamás haría eso! –Gritó al auto mientras se alejaba-

 

   Pero Sasuke tenía un punto, ¿Cómo podría habérselo quitado? Si nunca se veían, podía contar con una mano las veces que se habían visto ¿Cómo hubiera hecho? Se sintió peor, estúpido, si ahora Sasuke le contaba a Itachi el moreno a lo mejor le reclamaría, o eso creía Deidara.

 

   Días después Naruto observó a Sasuke comprar un ramo de rosas ¿Rosas? ¿Para quién podría ser? Tal vez Karin…

 

-¿Y eso para quién es? –Preguntó golpeando juguetonamente el hombro del moreno- Sasuke tiene novia –Bromeó-

-No te pongas celoso, sigues siendo mi favorito… -Dijo como si nada, el rubio se detuvo completamente estático por aquellas palabras Sasuke solo siguió caminando y sonrió orgulloso de la reacción del rubio-

-¡No soy celoso! –Gritó volviendo con el moreno- Además, a mi me parece bien que quieras regalarle rosas a tu chica, eso les gusta

-¿A ti te gusta?

-¿Regalar flores? Si ¿Por qué no? Me considero romántico, es lindo demostrarle a alguien que lo quieres

-¿Romántico? ¿A ti se te da el romance?

-Claro –Se sintió ofendido- Y seguramente más que a ti

-Yo no me ando con cursilerías –Comentó como si nada- Yo no creo que exista tal cosa como “el amor” –El rubio se sorprendió, tenía que estar mintiendo- Eso de enamorarse, no, ¿De una sola persona? Para nada

-Entonces ¿No planeas nunca enamorarte y casarte?

-No está en mis planes tienes razón –Comentó fríamente- Si me caso sería más por darle apellido y estabilidad a mis herederos, no por “amor” ¿Estar para siempre con una sola persona? ¿Crees que exista tal cosa como amar para siempre a una sola persona?

-Claro que si –Se detuvo otra vez, odiaba cuando Sasuke hablaba tan fríamente, el moreno se detuvo unos pasos más adelante y lo miró fijamente- Enamorarse es un sentimiento maravilloso, es hacer todo por esa persona y pensar más en ella que en ti, y casarse es algo que se debería hacer con quien amas, no con quien creas sea más conveniente… No significa que debas amar a una sola persona en tu vida pero jamás amarás a nadie como a tu esposa, así sea que consigas un amante… Eso creo

-… Tienes razón –El rubio sonrió, Sasuke se giró- Eres un maldito cursi usuratonkachi

-¡Teme!  -Gritó molesto, Sasuke entonces observo una mujer hermosa cerca y se le acercó, “¿La conoce?” Se preguntó el rubio “Tiene buen gusto el condenado”  Luego observó como el moreno con una sonrisa ladeada le regalaba una flor a la mujer, ella se sonrojaba y alejaba como si nada- ¿Y eso que fue?

-Regalé una rosa

-Eso ya lo sé, pero ¿La conoces?

-No –El moreno hizo lo mismo con otra mujer que pasó- Solo intento ser… ¿Detallista digamos?

-…

 

   Para el final de la tarde ya Sasuke tenía una sola rosa en su mano, todas las demás las había regalado a mujeres hermosas por todo sitio donde pasaron. El había notado que a Naruto la acción le parecía linda pues sonreía pero también que lo incomodaba… Y eso lo hizo sentir bien.

 

-Bueno, te queda una sola

-Sí

-¿Y ahora a quien escogerás?

-No necesito escoger –El rubio alzó una ceja- La última es para alguien especial…

-Bueno, yo me quedo aquí –Dijo señalando a unos pasos la estación del metro- Suerte con la rosa romántico –Bromeó y se dio la vuelta-

-Hey dobe

-¿Eh? –Apenas Naruto se dio la vuelta la última rosa que tenía Sasuke en sus manos apareció cerca de su rostro, miró al moreno sin comprender-

-Tómala, es para ti –El rubio lo miró sorprendido y no dijo nada por unos segundos-

-¿¡Me ves cara de chica!?

-No, solo de dobe pero eso no entra en el tema. Te dije… La última –La miró- Es para alguien especial y yo quiero que la tengas tu

-Estás loco

-¿No aceptarás mi regalo? Eso no es bueno… Intento ser “romántico”

-¡Selo con las chicas teme! –Gritó alterado, Sasuke le sonrió, pero sinceramente sorprendiendo a Naruto-

-Naruto, te regalo esta rosa por favor acéptala…

 

   Naruto se sintió avergonzado y al notar que llamaban un poco la atención tomó rápidamente la flor y corrió al metro, Sasuke entonces sonrió victorioso, pero unos pasos después una sonrisa calmada y alegre salió de él. Pudo respirar tranquilo.

   ¿Por qué él corazón latió tan fuerte cuando Sasuke hizo eso? Fue la pregunta que pasó por la mente de ambos…

 

   Sasori estaba sin darse cuenta, sonriendo a su teléfono mientras hablaba con Sakura, la chica le había dicho hace tiempo que había tenido un accidente y él comenzó a visitarla y ayudarla en lo que pudiera, caminar un poco, comprar algunas cosas, lo que necesitara.

 

-¡Que me parta un rayo! –Todo quedó atrás cuando Deidara apareció-

-¿Qué te pasa?

-Estoy obstinado… Mejor dicho ¡Estoy arrecho!

-Shh, bueno ya cálmate ¿Qué pasó? ¿Problemas en el paraíso?

-En el paraíso en el infierno. Itachi sigue con sus celos estúpidos –Comenzó a enumerar-

-¿Y eso de repente por qué?

-¡Que se yo! El chef que parece que me odia cada día intenta hacerme tener un mal día. Yo mismo que me sigo golpeando mentalmente por perder el maldito anillo

-Alto alto ¿Qué anillo?

-… -Se dio cuenta de lo que había dicho- Joder… -Suspiró- ¿Puedo confiar en ti?

-¿Cuándo no has podido? –Alzó una ceja- Claro, soy tumba

-… Perdí mi anillo de compromiso –Sasori se sorprendió de sobremanera-

-¿Tu qué? No, un momento… ¿Lo dices en serio? –Dei asintió mordiendo su labio inferior- ¿Qué? ¿Cuándo?

-Hace tiempo, antes de irme de vacaciones de hecho

-¿¡Tanto!?

-Aja… Itachi no lo sabe –Sasori lo miró como regañándolo- Bueno ¿¡Y qué quieres que haga!? ¡No me atrevo! Soy un cobarde sí. No se lo he dicho y siempre tengo que inventar alguna excusa de por qué no lo uso…

-¿Alguien sabe?

-Solo Gaara, y me estoy volviendo loco. La cabeza me va a explotar… -Suspiró un momento relajándose-

-Amigo, ¿Quieres un consejo? Dile la verdad a Itachi…

-Gaara dijo lo mismo, si se lo diré

-Ahora –Sentenció- Cuánto antes

-Sí, pero

-Deidara… -Apareció una mujer vestida con filipina y delantal también- El chef quiere verte

-Genial… -Bufó- Ya voy

-Suerte, nos vemos yo me voy –Se despidió el pelirrojo- Cuanto antes Dei

 

   Sasuke alzó la vista cuando escuchó a Suigetsu entrar a su oficina

 

-¿Qué tal? –Preguntó a modo de saludo acostándose en el sofá del moreno-

-¿Qué haces aquí?

-Ah… ¿Visitar a un viejo amigo? –Sasuke sonrió con burla mientras seguía escribiendo como si nada-

-Al grano

-No, en serio en realidad solo vine a visitar… -Comentó como si nada- Tengo tiempo sin ir al club ¿Quieres ir?

-¿El club?

-Aja

-Vaya… -Sasuke terminó de apilar los papeles listos y se recostó hacia atrás en la silla- Tengo tiempo sin ir también… Me pregunto si mi membrecía habrá sufrido cambio

-¿Tu? ¿Sasuke Uchiha? Jaja, lo dudo. ¿Quieres ir mañana?

-Mañana…-Revisó su agenda mentalmente- Claro, mañana ¿Por qué no?

-¿Por qué no invitas a tu nuevo amante secreto? –Bromeó-

-Ja, amante queda un poco grande

-¿Aún nada que te lo llevas a la cama? –Preguntó sorprendido, Sasuke asintió- Vaya, en verdad es chico difícil ¿Eh? ¿No será causa perdida?

-Tal vez, no me molesta seguir intentando…

-¿Qué es esa frase? Primera vez que la oigo –Se sentó observando al moreno que le daba su perfil mientras miraba por el ventanal la ciudad- No me digas que te tiene colgando de un testículo por él

-¿Qué clase de frase es esa? Jaja, no. Solo me atrae mucho, en serio.

-Se nota… No te había visto tan decidido en alguien difícil desde… -Se lo pensó un momento- ¿Nunca?

-Si bueno como sea.

-¿Y me dirás quién es? Me intriga

-¿Para que quieras entrometerte? No, gracias.

-Ah, por favor. No me entrometo…

-Deja de ser tan metiche Suigetsu. Vamos, que tengo una reunión

-¿Ah sí?

-Señor, disculpe pero la reunión está por empezar –Apareció Ino, Suigetsu miró al moreno sorprendido y Sasuke alzó una ceja sonriendo victoriosamente “te lo dije”-

-Vamos Ino…

 

   Suigetsu en verdad estaba intrigado pero algo en esa conversación con Sasuke sonaba diferente a lo que usualmente hablaban cuando se trataba de sus conquistas… ¿Estaría quizás el moreno demasiado obsesionado con ese hombre? ¿Podría ser?

 

-Bueno, suerte para él… Y lástima para Karin –Se burló solo subiendo a su auto-

 

  No había conseguido la información que la pelirroja quería pero le dejo claro que Sasuke estaba en verdad interesado en alguien más, dependía de ella conocer quién era.

 

   Itachi quiso tener paciencia, estaba siendo paranoico al pensar otra vez que entre Sasori y Deidara podía haber algo, estaba actuando estúpidamente pero es que ese hombre era tan unido al rubio, incluso mientras estuvieron de vacaciones el pelirrojo lo llamaba seguido ¿Pero por que desconfiar tanto de Deidara? No, eso no era él le tenía confianza a Deidara.

   Desde hacía ya tiempo Deidara estaba actuando raro con él, lo conocía. Y eso lo hacía sentirse inseguro, ¿Por qué lo evadía tanto? ¿Por qué no usaba el anillo? ¿Por qué si se trataba de Sasori no le contaba nada? ¿Por qué? ¿Por qué? Era la duda, tantas cosas en su mente… Tenía confianza ¿Cierto? Confiaba en Deidara, por eso era paciente y esperaba…

    Ser paciente venía en la sangre porque Sasuke tenía paciencia para tratar a Naruto, el hombre sentía que daba dos pasos adelante y tres atrás pero también era tan terco que rendirse no era una opción, ya sabía que Naruto prefería lo romántico ¿Qué tan difícil podía ser cambiar un poco sus métodos? Ino fue la única que lo ayudó una vez que quiso sorprender al rubio, le pidió a la mujer ordenar el mejor chocolate que conocía de taza y de bombón y enviarlo al rubio. Ino intentó pensar que quizás era el cumpleaños del rubio o una apuesta, una recompensa pero simplemente prefirió no entrar en el tema. Solo había algo que Sasuke no notaba, sus intentos iban más allá de querer complacerse a sí mismo, se esforzaba por en realidad complacer a Naruto y que se sintiera alegre.

   Naruto en cambio se confundía cada vez más con las actitudes de Sasuke, el hombre cada tanto era el que él conocía, serio frío orgulloso y déspota y cada tanto se volvía alguien tan sincero frágil quizás detallista y cariñoso… ¿Por qué? Le resultaba difícil a veces evitar los regalos de Sasuke, sus obsequios a veces eran imposibles de rechazar y aunque se sentía mal de aceptar cosas costosas de parte del moreno una parte de él se sentía bien de sentirse apreciado porque así se sentía, como que en realidad le importaba a Sasuke. La rosa, los chocolates, materiales de trabajo de buena calidad incluso… Lograba sorprenderlo con cada cosa, porque él en realidad no esperaba nada de eso.

   Deidara se volvía un mar de nervios y confusiones cada vez mayor, evitaba a Itachi cada que podía, se metía de lleno en el restaurante solo para tener una excusa y no verlo. Itachi dejó de preguntar por el anillo, de quejarse de Sasori pero las expresiones del moreno eran suficientes para saber en qué pensaba, ¿Cuánto más podría fingir que todo estaba bien? Gaara y Sasori tenían razón, decir la verdad pero… ¿Cómo?

   Sai se acercaba más a Gaara y Sakura, la mujer era un buen apoyo y el hombre un buen amigo, le gustaba estar con ambos, le agradaba la compañía de los dos pero tal vez era por ser hombres que con Gaara se sentía más unido. Sentenció que Gaara era un verdadero amigo cuando se dio cuenta que cada que tenía un problema acudía al pelirrojo y él siempre estaba dispuesto a ayudarlo.

   Gaara encontraba tiempo entre su atareado trabajo para pasar con Sai, Sakura y Naruto, últimamente más con Sai que parecía ser el que más flexible horario tenia. Como siempre el trabajo estaba primero, eso no había cambiado en nada pero si la cercanía con Sai, el hombre a pesar de aparentar conocer poco de emociones o relaciones se desenvolvía bien y era fácil hablar con él, llevarse bien, agradarse y preocuparse mutuamente.

   Sakura logró adaptarse a las muletas y con ayuda de sus amigos volvió a asistir al estudio de baile, para ver, para apoyar, incluso dar algunas clases así fuera sentada, con Naruto todo seguía igual, quizás un poco mejor no quería hacerse ilusiones falsas pero el rubio era tan dedicado, la relación con Sasori se hizo más fuerte también el hombre demostraba preocuparse por ella y quererla, lo demostraba seguido acciones pequeñas pero significativas definitivamente tenia buenos amigos.

   Yahiko que siempre había preferido el trabajo de campo más que de oficina aprovechaba de estar en la estación un poco más de lo usual solo para poder revisar en la base de datos a Nagato, podía parecer malo pero si se trataba de la seguridad de Konan un civil no lo veía como algo malo. Pero Nagato era un ciudadano ejemplar, apenas y tenía multa por pasarse un alto ¿Podría ser quizás que era Konan la que estaba mal? ¿Haciendo ver las cosas peor de lo que eran? No, era imposible fingir ese miedo e intranquilidad que ella sentía cuando estaba cerca del hombre. Y cada que podía se reunía con la mujer pero hablarle de Nagato era un tema casi imposible, demasiado personal para ella

   Konan intentó refugiarse en el trabajo, como hacían algunos que conocía, pidió el turno de emergencia y ahora eran más las horas que pasaba en el hospital. El contacto con Nagato parecía imposible casi nulo, pero le hacía sentirse peor cuando el hombre aparecía de repente pidiendo perdón ¿Perdón por qué? Prometiendo ser mejor ¿Mejor de qué? Regalándole casa cosa que sabía ella amaba y la hacía sonreír, llenándola de detalles de buenos deseos… ¿Cómo seguir alejándose de él? Yahiko, él era quien la ayudaba a seguir adelante a olvidar el tema, el hombre a pesar de poco conocerla tenía tanto en común que fácilmente la hacía sentirse bien, la guiaba cada que podía y se preocupaba por su relación con Nagato.

   Karin estaba furiosa de saber que Sasuke estaba en realidad interesado en alguien más, alguien que además era hombre ¿Quién podía ser? Sasuke eran tan reservado con su vida personal que sacarle una palaba era casi imposible pero si se notaba que el hombre tenía su atención en alguien más, incluso cuando estaba junto a ella. Si incluso había llegado su presentación en la semana de la moda cuando recibió mil halagos y buenos deseos, Sasuke simplemente dio un “felicidades” y siguió como si nada, ni siquiera estuvo en el desfile aunque ella comprendía que eso era porque el hombre era hombre de negocios hombre empresarial, por suerte su tío Nagato la apoyaba, tenía también la cooperativa de Suigetsu, algunos amigos más, pero ninguno… Ninguno era Sasuke, ninguno podía reemplazar al moreno en su vida. Debía saber quién era ese hombre misterioso y alejarlo de Sasuke… Cuanto antes.

 

*****

 

   Aquel día estaban Gaara, Sai, Deidara, Itachi, Sakura y Naruto en el departamento de los Namikaze pasando la tarde como si nada…

 

-Me acabo de acordar –Comentó Gaara robándole algo de comida de la cocina a Deidara que luego lo golpeó- Auch. Ya se acerca octubre

-¡Es cierto! –Comentó emocionada Sakura, el yeso ya tenía varios escritos con marcador-

-Perdonen mi ignorancia ¿Qué hay con Octubre? ¿Halloween? –Preguntó Sai actuando como cómplice de Gaara robándole comida al rubio mientras cocinaba-

-No, también es porque en octubre cumple Naruto –Respondió Deidara, el rubio mencionado solo sonrió-

-¿En serio?

-Aja

-¿Cuándo es?

-Diez de octubre –Respondió el mencionado-

-¿Ya has pensado que harás? –Preguntó Itachi-

-No, no realmente. No creo que gran cosa, tal vez una simple torta y ya

-¡No! –Se quejó la pelirrosa-

-Pero tú no puedes salir, no puedo pedir que hagamos algo, eso sería injusto

-Solo con Sakura –Comentó Gaara- Por los demás no hay problema te lo juro –La chica rió en cambio Naruto solo negó con la cabeza tranquilamente-

-Cambiemos de tema –Sugirió Naruto- Por favor

 

   Sasuke observó el calendario sobre su escritorio mientras mantenía el teléfono contra su oreja, el número diez de octubre estaba resaltado como si fuera importante… Solo faltaban un par de semanas ¿Qué podría Naruto querer para un día así? Aunque tenía ideas, realmente quería tomar la opinión del rubio como opción. Aquella noche lo primero que hizo fue llamarlo

 

-Dobe

-¿Qué pasa teme? –Sonrió, ese insulto ese que odiaba ahora era más como una muestra de afecto entre ellos, un apodo cariñoso-

-Recuerdo… -Pensó saliendo al balcón y tomando asiento- Que me dijiste que tu cumpleaños era en octubre ¿Qué fecha es?

-El diez ¿Por? ¿Piensas secuestrarme otra vez?

-Secuestrar… ¿Eso quieres? ¿Quieres que te secuestre?

-¡Claro que no! ¡No te hagas ideas raras baka!

-Entonces, ¿Qué quieres? Pídeme lo que sea… -El rubio tardó en contestar- Es en serio, quiero saber que deseas en tu cumpleaños, pide lo que quieras yo te lo daré

-… ¿Por qué?

-¿Cómo por qué? Es tu cumpleaños, se supone que se regalan cosas en los cumpleaños. Yo aún tengo el sujeta corbatas que me diste –Miró lejos el objeto- Junto con el calor de tu mano sobre la mía, y todas tus sonrisas de aquel día…

-¡Ya entendí! –Gritó, Sasuke entonces se dio cuenta que había hablado de más, pero solo se rió de sí mismo, Naruto creyó que bromeaba con él-

-Bueno, ya ves… Tú dijiste que era un día para disfrutar y me hiciste disfrutar mi cumpleaños como hacía mucho no lo hacía… Yo también quiero que pases un buen cumpleaños

 

   Sasuke no se dio cuenta que en ese momento Sai había abierto la puerta de su cuarto, pero al escuchar esa última frase no pudo evitar dejar la puerta entreabierta y quedarse escuchando ¿Quién había hecho del cumpleaños de Sasuke un día alegre y memorable?

 

-Así que, pide lo que quieras… Cualquier cosa

-¿Cualquier cosa?

-¿Quieres ponerme a prueba otra vez? Sabes que lo conseguiré

-Jaja, cuanta autoestima, que modesto

-Solo soy realista. Entonces… ¿Qué haría de tu cumpleaños el mejor día que puedas tener?

-Déjame pensar… -El rubio se lo pensó- Mi día feliz… ¿Te burlarás de mi si te digo lo que quiero?

-No –Sentenció, Sai se asomó un poco y observó al moreno sonreír observando a la nada ¿Quién podía poner al moreno tan feliz?- No me reiré de ti, lo prometo

-Quiero tener a todos mis seres queridos conmigo… Que ellos sean felices, eso me haría feliz

-… -Sasuke sonrió- Eso es tan tú, deberías ser un poquito más egoísta, pedir algo para ti… Por una vez, piensa solo en ti en lo que tú quieras… No puedo prometerte que todos sean felices pero puedo asegurarte algo

-¿Qué?

-Yo haré lo que sea para que seas feliz ese día, y si tu estas feliz… Estoy seguro que tus seres queridos serán felices –Sai se sorprendió, Naruto también-

-Tienes razón… -Sonrió- Eso fue muy profundo teme, no sabía que podías ser así

-Ya ves, se aprenden cosas supongo que lo aprendí de ti. Bueno ya, deja de dar vueltas si quieres piénsalo y mañana me dices que quieres ¿De acuerdo?

-Bien, déjame pensarlo

-Buenas noches

-Buenas noches, nos vemos

 

   Sai sonrió cuando notó que esa sonrisa no abandono el rostro de Sasuke ni un momento, ¿Qué significaba eso? Luego tocó la puerta y entró, Sasuke se mostró serio como si nada, a Sai le dio gracia

 

-¿Qué pasa?

-Ah, ya había tocado varias veces pero no respondías, noté que hablabas por teléfono ¿Algo malo?

-No, para nada. ¿Para qué me buscabas?

-Solo quería ver como estabas –Ya había olvidado por qué había subido donde Sasuke- Veo que bien –Sonrió- Buenas noches

-Claro

 

   ¿Quién sería esa persona misteriosa? Algo podía casi asegurar, Karin no era, cuando la mujer estaba cerca Sasuke casi ni la notaba, entonces ¿Qué otra mujer podía ser? ¿Seria posible que Sasuke estuviera enamorado? ¿Eso sería estar enamorado? Porque el moreno había dicho tantas cosas, había sido otro Sasuke al que él e Itachi conocían, esas palabras bonitas, esas ganas de hacer a otra persona feliz… Eso era enamorarse ¿No? ¿Sasuke podía enamorarse? ¿Interesarse en alguien? Las dudas brotaban en su mente.

 

   “¿Quieres verme feliz? Eso no es difícil, ahora ¿Quieres que pida un regalo? Bueno hay algo que quiero pedirte…”

 

   Sasuke sonrió luego de leer el mensaje, tocar un botón fue suficiente para que Ino apareciera en su oficina

 

-Dígame señor

-Ino, ¿Qué te hace feliz?

-… -Ella no comprendió la pregunta para nada, observó la silla, Sasuke le daba la espalda- Yo… Me gustan mucho las flores –Comentó avergonzada observando el suelo- Me encantan y me alegran el día…

-Ya veo… -Se volteó- ¿Sabes que me hace feliz? –Ella negó-

-Yo tampoco

-No comprendo

-… Voy a necesitar tu ayuda –Ino asintió, él con la mano le pidió acercarse, a pesar de que Sasuke se nota extraño, más tranquilo y accesible no le quitaba autoridad a los ojos de la chica, siempre tan impecable, tan regio, tan guapo- Pero esto debe quedar entre tú y yo ¿De acuerdo? No tiene nada que ver con la empresa, es algo personal ¿Me ayudarás?

-Si claro

-Gracias –Sonrió, ella volvió a sorprenderse ¿Qué? ¿Nunca agradecía? Luego noto, era la sonrisa y la forma en que lo dijo, se levantó y tomó una mano de la mujer entre las suyas, podía sentir a Ino intranquila- No me tengas miedo Ino, no soy tan ogro como todos creen –Bromeó, la rubia no pudo evitar sonreír con gracia- Gracias por tu ayuda, y preocupación, eres una buena amiga Yamanaka

-Buenas Sasuke… ah… -Sasuke acababa de regalarle un beso al dorso de la mano de la rubia causando que se sonrojara otra vez cuando la puerta se abrió, Ino alejó la mano rápidamente con vergüenza, Naruto estaba ahí. Sasuke con un movimiento de cabeza hizo que la mujer saliera que evitó por todos los medios observar al rubio- Lo siento

-¿No te han enseñado a tocar Naruto? –Preguntó pasando al frente del escritorio y recostándose sobre este, luego se cruzó de brazos-

-Ya dije que lo sentía –Comento algo molesto, no es como si hubiera entrado a propósito para interrumpir ¿Qué podría él saber que Sasuke e Ino estaban ocupados?- Como sea toma –Le entregó un par de hojas al hombre, el moreno apenas las miró por encima- No había nadie afuera y estoy algo apurado por eso pasé, no esperaba encontrar al jefe Uchiha coqueteando con su secretaria –Sasuke se sorprendió- Me disculpo, y ya me voy, buen día…

 

   Sasuke no dijo nada más solo observó al rubio salir, eso había sonado como él creía ¿Verdad? Llevó una mano a su frente y rió

 

-Naruto, ¿Estás celoso? –Preguntó observando el auto del rubio alejarse. Su mirada se afiló y sus dientes mordieron ligeramente su labio inferior-

 

   Esa mirada molesta disimulando estar molesta, esa forma de hablar como queriendo escapar rápido y dando el mensaje de que algo no agradaba, el huir de ahí rápidamente, todo tenía sentido ¿Tenía sentido?  A sus ojos era eso simplemente Naruto estaba celoso

   La noche no tardó en caer sobre la ciudad. Naruto salió de la ducha y respiró tranquilo, aún estaban frescas en su mente las imágenes de Sasuke besando la mano de Ino se sintió tan incomodo, tan sobrante ¿Por qué? No pero había algo más… Esa escena, no le había gustado, alejó esas ideas de su mente eso era estúpido ¿Qué tenía él que aprobar o no de lo que esos dos hicieran? Nada.

  

  A veces el tiempo pasa tan rápido, cuando se tiene una rutina las horas pasan volando y con ellas los días… Tomó la almohada y la colocó sobre su rostro con fuerza, el teléfono estaba sonando y él no quería contestar, cuando dejó de sonar pudo soltar los brazos… Pero no volver a dormir, el teléfono sonó otra vez

 

-Carajo… Quiero dormir –Pidió en voz baja, luego apartó la almohada de su rostro observando el techo- Odio las llamadas de cumpleaños que me despiertan –Se quejó-

 

   Un día cualquiera parecía, no es que no le gustara el día de su cumpleaños, al contrario le encantaba ese día, disfrutar con los seres queridos saberse que hay gente a quien le importas es solo que en verdad no le gustaba cuando llamaban desde temprano y era viernes, él tenía trabajo no es como si fuera muy diferente a otro día si se daba cuenta, tampoco haría nada aquella tarde o noche

 

-¡Feliz cumpleaños!

-¡Deidara! –Gritó por el susto cuando su hermano apareció de repente gritándole, él apenas estaba cambiándose después de una pequeña ducha- Me vas a matar –Bromeó respirando más tranquilo-

-Lo siento jaja ¿Cómo te sientes? –Preguntó desde el marco de la puerta mientras el rubio terminaba de vestir-

-Bien –Sonrió- Sigo odiando que me despierten llamadas de madrugada pero eso no arruinará mi humor hoy ¿Verdad?

-Ni eso ni nada –Se acercó y paso un brazo por los hombros del rubio, luego le sonrió- Feliz cumpleaños ototo ruidoso, toma… -Le entregó una bolsa-

-Ne, Dei…

-¡No empieces con que no debí y demás! –Naruto rió, eso era justo lo que iba a decir, abrió la bolsa y sacó el regalo-

-Está genial nii-san, un iPod

-Hace mucho que dañaste el que tenías ¿Tienes trabajo hoy?

-Claro… -Terminó de cerrar el chaleco marrón y junto con Deidara salieron de la habitación- ¡Ramen!

-Jajaja

-¡Te adoro Dei-nii!

 

   Era fácil saber que Naruto trabajaría, a los ojos de Deidara por lo menos, su forma de vestir se volvía más formal… Un poco. Pantalón oscuro, camisa de vestir blanca con las mangas arremangadas sobre el codo, el chaleco marrón y los mejores zapatos que tenía, no serian perfectos pero eran los más formales que tenía

 

-Ne, Naru…

-¿Eh?

-Te ves como papa –Sonrió despeinando al menor, Naruto se sintió halagado-

 

  Tsunade observó la pequeña caja en sus manos, sonrió y miró la foto cercana donde estaban Minato Kushina Deidara y Naruto

 

-El pequeño ya tiene 24… -Sonrió nostálgica- Creo que está listo.

 

   Ino revisó toda la agenda del día con Sasuke y todos los preparativos en los que había ayudado al hombre para el día de hoy, Sasuke tenía que aceptar que la mujer sabía hacer su trabajo, eran muy buena organizadora y se lo agradecía hoy todo tenía que ser…

-Perfecto –Sonrió-

   ¿Qué tan difícil podía ser?

Notas finales:

¿Merece review? 

Sorry por mi tardanza!! Lo lamento demasiado!!

No me odien por como empezo el capitulo jajaja 

En dos dias viene la conti!!


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