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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

¿Les gusto el capitulo anterior?

Ojala este les guste mas:3

¡A LEER!

-La gente se obsesiona con navidad ¿Cierto?

-Jaja, algo

 

   Naruto y Sakura caminaban por las calles de la ciudad cada uno con una bebida caliente en mano, diciembre apenas había llegado hace un par de días y la gente ya hablaba de navidad, las decoraciones. Ya era la época de usar esa ropa grande y abultada que te permitía calentarte… Invierno llegaba.

   Sakura podría caminar sin su yeso pronto, ambos entraron al auto del rubio para dirigirse a la consulta con el doctor.

 

-Hace frío

-Seguramente ahora tu tobillo extrañará el yeso ¿Verdad?

-Jajaja, quizás

 

   Sasori tenía ese día libre y quería dirigirse a un sitio, en el camino una flor llamó su atención y no pudo evitar tomarla pero sus ganas de verla quedaron estancadas cuando al otro lado de la calle observó a Naruto ayudando a Sakura a entrar al edificio, la mujer ya no traía el yeso, él no sabía que ya se lo quitarían. La flor cayó al suelo cuando observó a la chica sonreír sonrojada siendo cargada estilo princesa por el rubio, no era solo por el frío que sus mejillas estuvieran rosadas, lo sabía.

 

    Últimamente Naruto y Sakura pasaban tiempo juntos, Gaara los acompañaba cada que podía y con Sai también, pero el trabajo nunca tiene un descanso ¿Cierto? Y primero estaban sus casos. Sai estaba en planes para viajar de vuelta a Australia y pasar las festividades con Shin y Danzo, Itachi estaba planteándose acompañarlo, de todas formas ¿Qué podía hacer aquí? En esa casa o ese departamento a solas, Sasuke no volvería hasta el próximo año, y con Deidara no hablaban desde la última vez en el hospital.

   Sasori intentaba ayudar lo más posible a Sakura en lo que necesitara, ya sabía que Deidara tenía una oferta de parte de Sarutobi, el rubio partiría en enero y él sabía que lo extrañaría pero era lo mejor una oportunidad así no ocurría seguido. Konan seguía en el turno de emergencias pero Yahiko y Pein lograban distraerla y darle algo de tiempo para divertirse un poco.

   Deidara se había estado preparando para partir a Paris, todo el tiempo estaba con el señor Sarutobi. Agradecía tener la mente ocupada para no seguir pensando en Itachi, lo que más hubiera querido era irse antes de las festividades pero aún tenía a Naruto así que no le molestaba quedarse, y también a Tsunade que solía pasar esas fechas con ellos.

 

   Adornar el árbol, prender velas, preparar el menú para la cena, cualquiera fuera la tradición que tuvieran las personas ya se encontraban pensando en todo lo que debían hacer, solo faltaba una semana para navidad.

   Deidara y Naruto eran un desastre tratando de adornar un simple pino, era más lo que estaban ellos adornados que las ramas del árbol. Sakura tenía un pequeño árbol artificial que no necesitaba tanta decoración pero ella gustaba de darle alegría a su pequeño hogar adornándolo con las cosas que tenía. Itachi y Sai se alegraron mutuamente el día intentando ordenar la casa, el pino era más alto que ambos no se ponían de acuerdo de en donde colocar cada pequeño adorno…

    Konan adornó un poco el pequeño pino que tenía todo el año en el improvisado vivero en la mitad del balcón. Luego se dirigió con Yahiko, Pein y Himeko, el niño había insistido en que los ayudara a adornar la casa y él hacia todo más divertido de lo usual. Sasori no solía hacer ninguna de esas cosas pero no podía evitar añorar tener lo que a su alrededor veía los demás tenían, momentos. Momentos familiares, con personas que te importan algo tan simple como adornar un árbol o colgar algunas luces… El no tenía nada de eso. Gaara no hacia esas cosas, no adornaba, él solía viajar para estar con su familia o quedarse con los Namikaze durante las fiestas pero en su casa no se reflejaba espíritu navideño y es que él no lo tenía, y no le molestaba.

 

-Creo que luce bien –Bromeó Naruto, Deidara a su lado cruzado de brazos no estaba tan de acuerdo-

-Creo que se ve horrible

-Jajaja

-¡Somos pésimos!

-Ne, Dei-nii, ¿Tsunade baa-chan dijo que vendría? –Preguntó mientras ambos volvían a acercarse al pino-

-No he hablado con ella, pero supongo que sí. Estaba pensando hablar con Sasori

-¿Para qué?

-Suele pasar estas fechas solo desde que murió su abuela, no sé… No me gusta imaginar que está solo y triste

-Mm, buen punto. Invítalo-ttebayo claro –Sonrió-

-Bien –Sonrió igual-

 

   Era extraño, observó el reloj fijamente, se lo quitó y lo sostuvo viéndolo bien desde todo ángulo posible… Era extraño como Sasuke hacía falta, el hombre ya se había hecho tan presente en sus días que pasar tiempo sin verlo ni saber de él, se hacía raro. ¿Dónde podría estar? ¿Pasaría navidad solo? Eso debía ser triste, él jamás había pasado una navidad lejos de Deidara y no podía imaginarse que eso pasara aún. ¿Cómo sería pasar una navidad solo? ¿Sin tus familiares?

   24 de diciembre, era la fecha en la que todos se reunían a esperar que llegara la medianoche, el 25.

   Itachi y Sai estaban solos en casa, improvisando algo para comer, una ropa un poco más linda que la casual, simple, fácil. Solo faltaba Sasuke. Deidara y Naruto estaban con Tsunade en la casa de la mujer, habían viajado ellos hasta ella y Sasori fue con ellos, se sentía bien ser invitado y recibido en una familia tan unida, no pudo negarse ante los dos rubios. Tsunade no permitió que alguno de los dos cocineros entrara a la cocina, ella se encargó de todo. Sakura y Gaara estaban en el departamento de la chica bebiendo algo de champaña y pasando el rato juntos, la mujer decidió no viajar con sus padres porque no quería dejar solo a su amigo, aunque fueran simplemente ellos dos era mejor que solos.

    Suigetsu estaba en las concurridas calles solo esperando que llegara la hora, se encontró con algunos conocidos y se unió a ellos, no es que fuera fanático de navidad pero era peor quedarse encerrado en casa como si fuera el grinch. Karin observó la copa frente a ella con claro fastidio, estaba en casa sola, Nagato aún no volvía Suigetsu no era una opción para pasar esa fecha ella no era dada a celebrar esas cosas y Sasuke parecía haber sido tragado por la tierra… Solo quería que acabara el día pero ni siquiera tenía sueño.

    Todos salieron a los respectivos balcones, jardines, entradas a observar la ciudad ser iluminada por los fuegos artificiales, navidad había llegado. Pein podía abrir sus regalos, el niño aún estaba despierto, pero no era el único, los Uchiha se regalaron mutuamente, Sakura y Gaara igual, los Namikaze con Sasori y Tsunade también.

     Karin observaba las luces iluminar el cielo nocturno cuando escuchó algo a sus espaldas, al voltearse sonrió

 

-¡Bienvenido tío Nagato!

-¡Estoy en casa!

 

   No podía evitar sentirse feliz de no seguir sola, de repente los fuegos artificiales se veían aún mejor… Se sentía bien saberse querida por alguien y Nagato estaba feliz de haber podido llegar y pasar navidad con su sobrina, ya sabía que Naruto y Deidara seguramente estarían con Tsunade. Karin le preocupaba más, ella no tenía a nadie.

   No hay hora específica para dormirse un 25 de diciembre, algunos ni siquiera duermen, todos esperan la madrugada, algunos se duermen temprano… Naruto se despertó molesto por el sonido de su celular, aún estaba medio dormido cuando logró tomar el aparato y colocarlo contra su oreja

 

-¿Diga?

-Feliz navidad –Naruto abrió los ojos de golpe sorprendido- Naruto

-Sasuke –Sonrió- Buen día, feliz navidad ¿Cómo estás? –Observó a Deidara en la cama vecina y a Sasori en el colchón en el suelo, habían decidido compartir habitación, salió hasta el jardín para hablar mejor-

-Ahora mejor que puedo hablarte

-¿Dónde estás?

-¿Para qué quieres saber? ¿Pasaste un buen 24? ¿Será bueno este 25?

-Claro que si-ttebayo –Afirmó alegremente- Ne, teme ¿Pasas las festividades solo?

-No  –Naruto suspiró aliviado- He conocido burdeles muy buenos

-… -Naruto se cacheteó mentalmente- Baka…

-Jajaja, no. Pero podría decirse que si –Naruto no comprendió- Anoche hubo una fiesta con muchas personas importantes, y a pesar de estar rodeado de gente, me sentí solo ¿Suena normal?

-Si

-¿Ah sí?

-Claro, estabas ahí más por deber que por querer

-Mm, tiene sentido. ¿Sabes que quiero?

-No, y me da miedo preguntar –Sasuke rió bajo- ¿Qué quieres?

-A ti –Naruto rodó los ojos-

-Ya, no me digas

-Conmigo –Naruto se sorprendió- ¿No quieres venir conmigo dobe?

-¿Cómo? –Naruto no se dio cuenta que Tsunade en ese momento pasó cerca y lo observó afuera, luego notó que hablaba por teléfono y se dirigió a la cocina, donde aún podía ver al rubio-

-¿Jamás has pasado un fin de año lejos de tu hermano?

-¡No! Claro que no… ¿Dónde más podría estar?

-¿Y si yo te pido que vengas conmigo?

-…

-¿Lo pensarías? ¿Por favor?

-¿A dónde? Yo no tengo ninguna visa

-No te preocupes, hablas con Sasuke Uchiha –Naruto rió- Tu visa ya está arreglada, ya me encargué de eso

-¿¡Que!? ¿Cómo?

-Te digo, hablas conmigo… Piénsalo, algún día pasará, ambos tendrán sus vidas por separados tu hermano por un lado y tú por el otro… ¿No te atreves a intentarlo una vez?

-No sé

-Piénsalo, y me mandas un correo. Ahora debo irme, tengo cosas que hacer

-Aguarda ¿Qué? –Interrumpió, ¿Sasuke trabajaba incluso en días festivos?-

-Feliz navidad dobe, nos vemos

-Ne, teme… -Pero Sasuke ya había colgado, observó el teléfono y chasqueó la lengua- Pasar fin de año lejos de Deidara

-Ah, lo estás pensando ya –Naruto se sorprendió al ver a Tsunade sentarse junto a él y ofrecerle una taza, ella bebió de la suya-

-¿Cuánto llevas ahí?

-Acabo de salir, te vi desde la cocina ¿Por qué? ¿No debí escuchar nada? Igual no escuché nada

-Jaja, no… ¿Alguna vez pasaste un fin de año lejos de papa? ¿O de Jiraiya?

-Mm… -Se lo pensó un momento luego sonrió- Si –Naruto se sorprendió- Una vez, Minato aún era un adolescente y se quedo con Jiraiya, yo tuve que viajar y no conseguí volver antes del 31, no habían boletos… Regresé hasta el 3 de enero jaja, pero no fue tan malo

-¿Ah no?

-Sé que ellos dos estaban juntos y la pasaron bien, nos llamamos así que fue suficiente para mí. No te de miedo alejarte de Deidara pequeño –Comentó con ternura- Es normal, no significa que no tendrás otros buenos momentos con él, son hermanos después de todo. Algún día tendrás tu familia, Deidara tendrá la suya, es comprensible.

 

   Naruto tuvo que agradecerle a Tsunade, tenía razón, la mujer era sabia. Pero ¿Cómo decírselo ahora a Deidara? Pasaron el día entre los cuatro, una buena navidad, un buen día. Al día siguiente, todos tendrían que volver a sus rutinas si no estaban de vacaciones, pronto vendría el 31.

   Hablar aquella noche con Deidara no fue fácil, pero Tsunade y Sasori intervinieron el mayor entendió, si Naruto quería comenzar a hacer su vida personal aparte, estaba bien y era normal. No podía ser tan malo, algún día Naruto se iría, tendría su propia familia ¿No? Pero lo único que aún rondaba su cabeza y no se atrevió a preguntar fue ¿A dónde irás Naruto? ¿Con quién? Si preguntaba, era capaz de seguirlo…

   Estaba decidido, Naruto confirmó con Sasuke y rápidamente recibió las instrucciones de cuándo dirigirse al aeropuerto, que avión tomar, saldría el 29…

    30 de diciembre. Una vez más todos estaban en familia, hoy era fecha para disfrutar con los seres queridos, Deidara no podía creer que Naruto no estaba pero trataba de tomarlo de la mejor forma.

   Sakura y Gaara partieron, cada uno para reunirse con su familia. Sasori fue el que esta vez quiso compartir con Deidara, en el departamento del rubio quedaron. Sai estaba en Australia hacía dos días e Itachi había decidido al final ir con él, era mejor. Tsunade llegó temprano. Todo parecía estar bien

   Konan escuchó la puerta de su departamento sonar y creyó que podría ser Yahiko con Pein así que se dirigió a abrir con una sonrisa, pero

 

-¡Konan!

-… -No era Yahiko- Nagato

-¿Cómo has estado ángel? –Preguntó entregándole el pequeño ramo de rosas a la mujer y entregándole una caja, ambos pasaron, un dije con forma de alas en la cadena de plata- ¿Te gustó?

-Claro –Sonrió- ¿Cómo no podría gustarme? No sabía que habías vuelto

-Sí, a tiempo. ¿Has estado bien?

-Sí

-¿Yahiko se ha comportado bien contigo? –Preguntó de repente, Konan tembló sorprendida-

-¿Qué?

-Yo los vi, su hijo parece simpático, te es difícil negarte ante niños cariño lo sé. Solo me preocupo por si te han tratado bien, si has pasado buenos días –Nagato los había seguido, ¿Cuándo?-

-Sí, claro que si…

-Que bueno –Sonrió- ¿Y? ¿Qué tienes planeado para mañana?

-Tengo trabajo…  -Nagato se sorprendió- Hay poco personal, la gente quiere estar con sus familias pero no por eso los hospitales y servicios públicos dejan de trabajar ¿Cierto? ¿Y tú? Supongo que pasarás el día con Karin

-Quería pasarla contigo –Sonrió tomando la mano de la mujer- ¿Quieres?

-… -“Si quiero”  pensó- No…

-…

-No, no quiero –Alejó su mano- Deberías estar con tu sobrina

-Podemos estar los tres –Konan no se llevaba muy bien con Karin-

-No puedo, tengo trabajo

-Te acompaño

-¿Por qué lo haces tan difícil?

 

   Naruto bajó del auto observando el imponente edificio frente a él, el auto que había pasado por él se fue y un hombre en la entrada lo guió hasta el último piso, la suite.

 

-Esto es del tamaño de mi casa… -Susurró observando alrededor mientras entraba, al girarse el hombre ya se había ido-

-Bienvenido –Volteó al escuchar aquella voz, ahí estaba Sasuke, de pie a unos metros observándolo con una pequeña sonrisa- Que bueno que aceptaras mi oferta, gracias

-¡Teme! –Gritó a modo de saludo acercándose al hombre y abrazándolo, Sasuke se sorprendió y luego devolvió el abrazo, Naruto entonces se alejó- Ne, te desapareciste-ttebayo

-Pero te llame en navidad

-Me refiero a antes de eso

-Lo siento, estaba ocupado –Naruto se sorprendió ¿Se había disculpado? Debió grabarlo para ver si había sido verdad o solo su imaginación- Pero ahora todo mi tiempo está a tu disposición

-Jaja, así que… -Observó por las paredes de cristal del living la ciudad a sus pies- Nueva York

-Querías venir a Estados Unidos ¿No?

-¿Aún recuerdas esa conversación? –Sasuke asintió- Solo lo dije porque en ese momento mi hermano estaba aquí –Susurró sonriente-

-Dobe, gracias por venir –Naruto sonrió a modo de respuesta- Significa mucho para mí

 

   31 de diciembre. Deidara observó desde el balcón la luna llena sobre la ciudad, todos vestían muy bien, en las calles helaba la nieve iba y venía pero no impedía que algunos estuvieran ahí, como si nada…

   Itachi también observaba la luna desde el jardín de la casa de su tío, ellos también vestían muy bien, era una tradición ya. Ninguno podría saber que estaban pensando en el contrario ¿Dónde estará Deidara? ¿Dónde estará Itachi? ¿Estará bien? ¿Estará pasándola bien?

   Konan estaba en el hospital, parecía una noche tranquila y entre los enfermeros y doctores intentaban animar un poco el ambiente entre bailes, adornos y cantos… Lo que Konan no se esperó fue ver llegar a Nagato

 

-¿Qué haces aquí?

-Te dije que quería estar contigo –Sonrió. Konan se alejó de los demás siendo seguida por el pelirrojo- ¿Es un pecado desear tenerte cerca?

-Basta con eso, no lo hagas. –Era demasiado difícil para ella mantenerse serena y alejar al hombre-

-No hago nada –Alzó ambas manos- Solo déjame estar cerca de ti… Por favor

-¿Y Karin?

-Ella está con sus amigos, está bien me lo dijo. Por favor solo déjame gozar tu presencia

-…

-Lindo collar –La mujer usaba el collar con las alas que él le había regalado-

 

   Todos se reunieron para estar cerca, algunos incluso con copas en mano la cuenta regresiva había empezado pronto acabaría el año. Algunos derramaban lágrimas, otros reían…

 

-5, 4, 3, 2… ¡1! ¡Feliz año!

 

   Los cohetes no se hicieron esperar, los abrazos, los besos. Tsunade Sasori y Deidara brindaron abrazándose, Konan y sus colegas se felicitaron y Nagato tomó la mano de ella sonriéndole, ella no pudo ni quiso soltarse solo sonrió abrazándolo. Todos salieron a las calles cuando alguien gritó que comenzaba a nevar, Deidara y Sasori salieron del edificio para disfrutar mejor la situación.

   Gaara sonrió y con su mano tomó un copo de nieve, luego su sobrino corrió a abrazarlo con los demás de su familia. Todos brindaron pero sin querer una pregunta pasó por su mente ¿Estarán Sai y su familia bien? ¿Estarán Naruto, Sakura y sus familias bien? Ojala si…

   El no lo sabía pero Sai observando la luna se preguntaba lo mismo ¿Cómo estaría Gaara? Itachi se alejó un poco de todos luego de los abrazos y brindis… Era la primera vez desde que él y Deidara se hicieron pareja que pasaban un 31 separados y no se sentía tan bien como debía. Y aunque Deidara se sentía igual, sus lágrimas pudieron difuminarse bien entre la nieve, Itachi en cambio limpio rápidamente las primeras que quisieron escapar para luego volver con los Shimura.

 

  Sasuke y Naruto vestían abrigados, las calles de New York estaban frías pero aún así habitadas de mucha gente

 

-Me quieres tanto que decidiste aceptar mi oferta y viniste al otro lado del mundo conmigo –Bromeó el moreno-

-No quería imaginar que estabas pasando un fin de año solo –Confesó con algo de tristeza, Sasuke se sorprendió- Se supone que son fechas festivas, para estar con los seres queridos… -Luego suspiró y sonrió cambiando de tema- ¿Y? ¿A dónde vamos?

-Impaciente

-¡Así soy yo-ttebayo!

-Jaja, cálmate… Será genial, eso dicen

-¿Eso dicen? Jaja que consuelo

-Calla dobe –Se burló, ambos llegaron observando a unos metros el inmenso árbol iluminado con miles de luces, regalos ficticios, pantallas planas por todas partes, era demasiado grande y habían muchas personas alrededor, pero desde donde ellos estaban era suficiente-

-Vaya

-Se toman la navidad en serio en Estados Unidos… O por lo menos las decoraciones jaja

-Sí, se nota. Es genial… -No tardó mucho en llegar la cuenta final, las personas parecían entusiasmadas, un gran “Happy New Year” se escuchó a metros de distancia, las luces se hicieron más destellantes y confeti voló del árbol junto con fuegos artificiales Naruto y Sasuke estaban fascinados, Sasuke entonces tomó la mano del rubio, los guantes no le permitieron entrelazar los dedos pero así era suficiente Naruto lo miró-

-Feliz año nuevo dobe

-Feliz año teme –Sonrió, lo siguiente no se lo esperó, Sasuke con su otra mano tomó su menton y lo besó en la mejilla de improvisto, Naruto se sorprendió y alejó- ¿¡Que crees que haces!? ¡Estás en público!

-Y no soy dado a las demostraciones públicas… Pero mira a tu alrededor, nadie está pendiente de nosotros, cada quien tiene su mundo Naruto. –Sasuke se sorprendió y tocó su mejilla, luego ambos miraron al cielo igual que todos los demás, estaba nevando. Naruto sonrió alzando las manos y Sasuke sonrió igual, no pudo aguantar más y volvió a tomar las mejillas del rubio besándolo ésta vez, en la boca. Naruto se sorprendió demasiado pero no pudo alejarse, Sasuke lo abrazó por la espalda impidiéndole soltarse…-

 

   Se supone que hacía frío, incluso estaba nevando ¿Serian los fuegos artificiales? No, eso no era. Era que se había entregado al beso y el calor comenzaba a recorrer su cuerpo, Sasuke sonrió notando que Naruto lo estaba correspondiendo, el rubio entonces sonrió igual y comenzaron a reír… ¿Sería por la fecha? Por lo que fuera, Sasuke agradecía por fin ser correspondido, aunque hubiera sido un simple roce, era más de lo que hubiera esperado ocurriera.

   Volvió a acercar al rubio pero esta vez solo junto sus frentes disfrutando el momento, Naruto entonces se separó observando al cielo otra vez, Sasuke tomó su mano una vez más y disfrutó de la vista junto con el rubio…

 

-Mi mejor año nuevo –Confesó-

-El más raro de todos –Bromeó Naruto-

 

   Naruto no pudo evitar despertarse y no impedri que Sasuke se metiera en su cama abrazándolo, cuando el moreno estaba dormido se levantó y dirigió a la sala, observó la ciudad afuera… “No volveré a ser lo primero que veas al despertar teme”  Pensó, llevó una mano a sus labios ¿Por qué? ¿Por qué cosquilleaban y ardían cuando Sasuke los rozaba? ¿Por qué con Sakura no sintió nada? ¿Por qué Sasuke lograba lo que Sakura no? Había demasiadas dudas, pero el problema mayor aún estaba por venir… El no quería herir a Sasuke, pero tampoco podía engañarlo diciéndole que pasaría algo más entre ellos, porque él no quería tener nada más con el moreno. Solo había sido un beso… No era gran cosa.

    Sasuke al despertarse encontró la cama vacía, solo él. Naruto ni siquiera estaba en la suite ¿Dónde podía estar? Lo peor es que no tenia forma de llamarlo, el rubio no tenía celular, Naruto no conocía New York ¿Y si se perdía? Maldito dobe ¿Cómo se le ocurría salir solo? Pero todo pensamiento de homicidio contra el rubio quedó a medias cuando Naruto entró al living

 

-Despertaste

-¿¡Donde estabas!? –Naruto se sorprendió, Sasuke había gritado y sonaba preocupado-

-Solo salí a caminar un poco, relájate… ¿Por qué?

-¡Porque me preocupé! –Confesó-

-No me pasó nada, despreocúpate –Sasuke suspiró, Naruto sonrió burlón Sasuke se había preocupado y eso daba gracia- Mañana me iré –Recordó, Sasuke lo miró, era cierto y no quería que fuera cierto-

-¿Tienes que?

-Claro –Sonrió- Tenemos trabajo, y para mañana está el pasaje de regreso ¿Lo olvidas?

-Quisiera no haber escogido una fecha tan cercana

-… -Naruto ignoró el comentario y se alejó del moreno, Sasuke captó bien el mensaje y no pudo evitar que la decepción se dibujara en su rostro. Luego volvió a la habitación, buscó en el armario y se dirigió con el rubio- ¿Qué es eso? –Preguntó cuando el moreno seriamente le mostró una pequeña caja-

-Tu regalo de navidad –Naruto se sorprendió ¿Sasuke le habría comprado algo?- Tómalo

-Yo… Creí que no creías en estas cosas

-Pero tu si, tómalo, por favor. –Naruto tomó la caja- Ojalá te guste… -El rubio se sintió mal, ahora Sasuke estaba extraño y sabía que era por su culpa, abrió la pequeña caja-

-¿Cómo podría no gustarme? –Preguntó sorprendido-

-Querías comprarte el tablero para la tablet…

-Sí, y debo admitir que me sorprendiste –Sonrió- No sabía que en verdad eres bueno escuchando y tomando nota mentalmente, pero

-No se aceptan devoluciones –Dijo de una- Es tu regalo de navidad –Naruto no estaba seguro pero Sasuke curvó un poco los labios y el rubio sonrió-

-Bien, gracias jaja pero que malo soy ¡Yo no tengo regalo! –Llevó una mano a su nuca- Lo lamento

-No hace falta, ya me diste un regalo…

-¿Ah sí? –Sasuke entonces sonrió de verdad-

-Viniste. Aceptaste pasar un fin de año conmigo, y eso que estamos en otro país… Eso significa demasiado, estamos a mano gracias

-Genial –Sonrió-

 

    Todos debían volver a sus rutinas, ya el nuevo año había arrancado. Naruto que apenas hacía unos días había vuelto observó cómo Deidara lo saludó con la mano alzada y pasaba la puerta de abordaje… Gaara colocó una mano en su hombro y Sasori detrás de ellos dos observaba por donde se había ido el rubio

 

-Gaara se acerca tu cumpleaños –Comentó repentinamente Naruto sonriendo, Gaara en cambio solo alzó una ceja-

-Ese no es motivo de celebración

-¿Ah no? –Preguntó Sasori-

-No, solo significa que me vuelvo cada vez más viejo

-¡Tenemos que celebrar! Y vas a celebrar –Amenazó al pelirrojo que solo pudo reír un poco-

-Claro, supongo

-¡Bien-ttebayo!

-Deberíamos irnos…

 

   Konan estaba en su consultorio terminaba de escribir las últimas anotaciones cuando escucho la puerta sonar y al alzar la vista Naruto estaba asomado

 

-¡Naruto! Entra, ya casi termino ¿Qué haces aquí?

-Nee-chan ¿Los doctores también tienen tanto papeleo? –Preguntó sentándose al otro lado del escritorio-

-Jaja, claro, debemos llevar un registro de cada consulta, cada paciente, todo. Sino ¿Cómo saber si alguien está enfermo? ¿Si recibió una vacuna? ¿Si tiene una enfermedad venerea?

-Mm, suena lógico –Sonrió-

 

   Itachi fue detenido por un colega en los pasillos pidiéndole llevar unos documentos a Konan, él no vio problema y se dirigió al consultorio de la mujer pero por ir a la vez leyendo su teléfono se detuvo un momento ante la puerta y al escuchar la voz de Naruto adentro se sorprendió y la curiosidad le ganó, se quedo a escuchar…

 

-Sí, partió temprano. Gaara, Sasori y yo fuimos a despedirlo –Sonrió-

-Ah, qué lástima no pude ir ¡Me lamento!

-Jaja no te preocupes –Itachi sonrió, conversación casual pero apenas tomó la perilla- Deidara sabe que tienes trabajo –El nombre del rubio salió a flote, ¿Deidara estaba de viaje? ¿A dónde?-

-Sí, lo sé, pero ¡Es tan triste! –Comentó dramática- No podré verlo por los próximos meses –Itachi se sorprendió ¿Meses?- Pero bueno, es lo mejor

-¿Lo crees?

-Claro. Naruto una oportunidad así no llega todos los días –Tomó con sus manos la mano del rubio que reposaba en el escritorio- Lo mejor que Dei pudo hacer fue aceptar ir a Paris –Itachi no podía creerlo ¿Paris? ¿Por qué?- Aprenderá mucho –Sonrió- Tienes que aceptarlo

-… -Naruto suspiró alejando su mano- Si bueno, ya nada puedo hacer ¿Cierto? Ya se fue, me queda acostumbrarme a pasar tiempo solo –Bromeó-

-Jaja, si, aprovecha ¿No querías ser independiente? ¡Tienes tu oportunidad!

-Itachi, ¿Qué haces? –El moreno se sobresaltó al observar a unos pasos a Shino verlo sin comprender-

-Nada, dale esto a Konan debo salir… -Shino no pudo detenerlo ¿Debía salir? ¿Pasaba algo malo? Suspiró restándole importancia y entró al consultorio de la mujer-

-¡Ah, Shino! –Saludó la mujer-

 

   Itachi entró en el estacionamiento ¿Deidara se había ido? ¿A Paris? ¿Por qué? ¿¡Por qué él no se había enterado!? Pero entonces se dio cuenta, el semáforo rojo lo detuvo… ¿Por qué no lo sabías? ¿Qué acaso no tú y Deidara ya no eran nada, Itachi? Deidara debía seguir con su vida, sí pero… Ahora prefería que siguiera en aquel restaurante, ese al que él tantas veces fue a buscarlo, ese que quedaba a solo unos kilómetros, no a países de distancia. ¿Cuándo volvería? ¿Volvería cierto?

   ¿Por qué te importa tanto Itachi? ¿Aún sientes algo por él? Claro que sí, jamás había dejado de amar al rubio y ahora saberlo lejos era peor. Sus pensamientos quedaron a medias cuando las cornetas de los otros autos lo despertaron, arrancó pero ya de nada valía ir al aeropuerto ¿Qué haría? ¿Comprar un boleto y llegar a Paris? ¡Ni siquiera sabía dónde estaba el rubio! ¡Ni por qué! Estacionó el auto y miró al otro lado de la calle, ese restaurante… Ese dónde observó sonreír por primera vez a Deidara, ese dónde al verlo salir se atrevió a hablarle, ese dónde solía recoger al rubio, ese donde incluso a veces comía. Ese restaurante que siempre estuvo primero.

 

   No había hablado con nadie más que con Konan desde que él y Deidara habían terminado, y la mujer no hacía preguntas incomodas pero seguramente ya debía saber que ellos no eran nada. Espabiló cuando el sonido de alguien tocando su ventanilla llegó a sus oídos, bajó el vidrio al reconocer al hombre

 

-Buenas Itachi Uchiha, soy el oficial Matsumoto –Mostró su identificación- Y necesito hablar contigo

-Ya pasamos de formalidades –Sonrió gracioso, el hombre iba directo al grano pero sin ser molesto, sino más bien agradable- Mucho gusto –Sacó su mano del auto- Itachi

-Yahiko –Sonrió-

-Tú eres el hombre que corteja a Konan –Yahiko se sorprendió- ¿Para qué me necesita?

-Se trata de Konan… Y de Nagato –Itachi se volvió serio- ¿Tienes tiempo?

-Ah, -Observó su reloj- Claro ¿Quiere entrar o..?

-Sí, mejor hablar en un sitio de confianza

 

   Itachi no tuvo problema en solo quedarse en el auto, igual no sabía dónde ir

 

-¿Qué pasa con Nagato?

-Tu dime, Konan me cuenta poco y a mí me preocupa, mi deber es proteger y mi instinto de protección sale a flote cuando él está cerca ¿Me entiendes? –El moreno asintió- El nerviosismo y temor que demuestra Konan cuando Nagato está cerca, no es normal

-Sí –Suspiró observando al frente- Eso es cierto. No me sé toda la historia, yo me volví más unido a Konan gracias a… A Deidara. Pero sé que Nagato la quiere –Yahiko no comprendió- Pero es más una obsesión y a Konan le duele, ella también lo quiere. Son amigos desde pequeños, los mejores, siempre han estado juntos con el tiempo nació la relación y es que ambos son tan similares, el problema es que se entregaban demasiado ambos. Ambos son muy preocupados por los demás, cariñosos con quienes les importa y caritativos lo más que pueden, siempre están los demás antes que ellos mismos… Y ese era el problema, que tanto ya Nagato necesitaba a Konan cerca como ella a él, necesitaban siempre estar más pendiente del otro, eso no es bueno ser tan asfixiante, por suerte Konan tomó la “difícil decisión” en ese momento, de alejarse un poco y estudiar, parece que personas externas a la relación la convencieron de que algo estaba raro y debía darse cuenta, y lo hizo. Pero Nagato no, Nagato está cegado por el amor que tiene hacia ella, y eso atosiga, siempre quiere estar ahí sabe todo de ella cada pequeño secreto, cada punto débil, cada cosa que le gusta, siempre quiere saber más siempre quiere ser todo para ella, el que ayude el que escuche el que aconseje todo y eso no es bueno… Comenzó a parecer más un acosador y eso es lo que a ella le aterra, no te confundas Nagato jamás podría lastimarla al contrario es con su amor que la hiere tanto ella teme pero por él

-¿Por él?

-Sí, Konan teme que Nagato no pueda superar su amor por ella, que siempre viva solo perdido en la agonía de estar para ella ahí, que él quizás no soporte si ella algún día llega a amar a alguien más, ella teme por él. Porque lo ama, lo ama tanto que sabe que debe alejarse, pero no se ha atrevido a dejarlo ir verdaderamente porque tiene miedo de que él no lo soporte y a la vez, aunque lo niegue, porque no quiere que él se aleje realmente

-… Ya veo

-Es complicado

-Sí, ahora entiendo por qué ella dijo que era una “relación tóxica”

-Lo es, se aman pero lastiman al mismo tiempo. Estar juntos les hace peor aunque parezca que no. –Yahiko comprendió un poco mejor todo- Pero, si te doy un consejo, tú pareces un buen hombre y he visto cuánto Konan te aprecia, a ti y a tu hijo

-Pein la quiere mucho –Sonrió-

-Estoy seguro que ella igual. No temas tener que exigirte un poco para que ella te acepte

-Jaja, claro. Gracias por tu tiempo

-No hay de qué

 

   Estados Unidos. Sasuke aquella noche pasó las puertas de entrada y subió por el ascensor hacia la suite, estaba cansado, desajustó la corbata pero antes de entrar un empleado le entregó un pequeño paquete que le había llegado ¿Paquete? ¿De quién podría ser? Venía de Japón, seguramente de Itachi o Sai. Lo dejó sobre la mesa del comedor y entró a bañarse, el agua cubría su cuerpo en la tina, se sentía bien tener un baño de agua caliente después de un día cansado. Luego de cambiarse tomó el teléfono y ordenó algo de comida, entonces volvió a observar el pequeño paquete, rodó los ojos y lo abrió, un sobre y adentro una carta, más una caja, abrió la caja primero y se sorprendió. El par de gemelos de plata con forma de serpiente destellaba, eran completamente nuevos y solo con tocarlos se dio cuenta de que era verdadera plata ¿Pero quién? ¿Por qué? Entonces abrió la carta

   “Entre tu colección de gemelos no había ninguno con forma de serpiente, lo cual me sorprende, dijiste que era tu animal favorito. Espero haberme adelantado a ti y que no te hayas comprado unos iguales ya ¡Sería patético!” Sasuke entonces sonrió “Jaja, ne teme feliz navidad ¡Esfuérzate en tu trabajo! Pero no demasiado eso hace mal. Ahora sí, estamos a mano. ¡Saludos!”

 

-Jajaja –Rió sin poder creérselo- Dobe intranquilo, jamás podrás aceptar algo sin querer retribuir ¿Cierto? –Se burló, luego observó otra vez los gemelos, se veían muy bien pero- Es plata… ¿Cuánto le habrá costado? –Se preguntó por primera vez y se sorprendió a sí mismo, ahora estaba en los zapatos del rubio preocupándose por cuánto había gastado el hombre ¿Por qué? Ah sí porque Naruto no merecía no debía gastar en él, entonces ¿Por qué le reclamas a Naruto cuando piensa eso?- Que mala influencia eres para mí usuratonkachi –Rió otra vez-

 

   Japón. Los días siguieron pasando como si nada, cada quién tenía su vida y sus cosas por hacer, el cumpleaños de Gaara había llegado y si que quedaron para celebrar, se reunieron en el departamento del pelirrojo a disfrutar la noche y Gaara tenía que admitir, que se sentía bien, que le agradaba sentirse rodeado de gente que lo quería, especialmente sus mejores amigos esos que siempre estaban ahí para lo que fuera Naruto, Sakura y Sai. Su sorpresa llegó cuando al despertar al otro día con Naruto, que se había quedado, abrieron los regalos del pelirrojo, pero hubo uno, uno que llamó la atención del pelirrojo y además su sorpresa

 

-¿Qué? ¿Qué es? –Preguntó Naruto, era obvio que era un dibujo, pues era una gran hoja de papel plastificada, el rubio se colocó detrás del pelirrojo- Vaya… Eres tú –Sonrió, Gaara de perfil con las manos en los bolsillos, sus ojos a pesar de estar en blanco y negro destellaban vida y las inmensas alas que brotaban de su espalda, además junto a esa imagen pero un poco más pequeña haciendo contraste estaba Gaara de frente con los ojos cerrados, las alas parecían abrazarlo como cuidándolo- Es hermoso –Gaara sonrió-

-Es de Sai

-¿Sai? No sabía que era tan bueno dibujando… Me encanta –Sonrió-

-Sí.

 

   Sai sonrió tranquilo y complacido aquella noche cuando leyó el mensaje del pelirrojo agradeciéndole el regalo. “¿Cómo lo llamas?”  Preguntó Gaara “Sabaku no Tenshi, el ángel del desierto” respondió Sai.

   Naruto besó la mejilla de Sakura a modo de juego mientras comían, la mujer por primera vez aquel día se atrevió a preguntar…

 

-Naruto, ¿Cómo lograste comprarte ese auto?

-… Ah… -El rubio intento evitarle la mirada-

-¿No lo compraste acaso?

-No

-¿Qué? –Ella se sorprendió-

-Fue un regalo… Ne, Sakura-chan –Tomó ambas manos de ella con las suyas- No me juzgues, sabes que no suelo aceptar regalos pero no pude evitarlo, lo hizo con tanta dedicación que me sentía peor rechazarlo

-¿A quién?

-Mi jefe, Sasuke Uchiha –La mujer se sorprendió ¿Sasuke Uchiha?- Es mi amigo –Sonrió- Por eso lo acepté aunque al inicio no quise

-Sasuke Uchiha… El líder de Sharingan Corp.

-Sí, él.

-Naruto, -Necesitaba preguntarlo- ¿Te agrada?

-¿Eh? –El rubio no se esperó la pregunta- Pues, si –Sonrió, Sakura se sorprendió y luego sintió triste- Al inicio no, lo despreciaba de hecho Sasuke puede ser demasiado serio y malo cuando quiere pero cuando lo conoces no es tan malo. Solo es, serio de carácter fuerte y desconfiado con los demás

-Ya veo… -Naruto notó el cambio en el tono de voz de la mujer, ella se levantó y recogió todo para lavarlo, el rubio la siguió y se quedó junto a ella recostado de espaldas contra el mesón-

-¿Está todo bien?

-Sí, claro ¿Por?

-No eres buena mintiendo Sakura –Sonrió, la chica en cambio se sintió peor-

-Naruto, ¿Sasuke es solo un amigo?

-Claro ¿A qué se debe la pregunta?

-El… ¿El te considera igual? ¿O te quiere diferente? –Naruto no comprendió, pero Sakura evitaba que le viera el rostro-

-No entiendo, Sakura ¿Tienes algo que preguntarme?

-Naruto, Sasuke siente algo por ti ¿Verdad? –Preguntó sin verlo, el rubio se sorprendió ¿Cómo podía saberlo?- ¿O solo te regaló un BMW por ser caritativo?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

*Tan tan taaaan*

¿Merece review? ¿Quien queria acercamiento entre nuestros protagonistas eh? Por cierto, ¿Ya vieron que Konan no le teme a Nagato porque le haya hecho algo malo? Nagato no es malo:3 Y Sakura se atrevio a hablar con Naru sobre Sasuke! ¿Que mas quieren? Jajaja no mentira.

Nos vemos!

 


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