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El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

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Notas del capitulo:

Holaaa, he vuelto:3 ¡GRACIAS POR SUS REVIEWS! Los adoro *o*

-¡Naruto!

 

 Levantó la vista de su tableta volteándose y sonrió al ver quien se acercaba saludándolo con la mano

 

-¡Gaara! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Pensé que seguías en Australia!

-Estaba, estaba llegué ayer. Me enteré por un pajarito donde estarías y vine a saludar. Así que, conseguiste trabajo

-¡Sí!

-Jaja, no has cambiado nada. Eres igual

-¿Por qué habría de cambiar?

-Me alegro por ti, cuando tengas un tiempo ¿Vamos por un café? –El rubio se mostró sin ganas negando con la cabeza, el otro sonrió- ¿Un chocolate?

-¡Claro que si-ttebayo! Dame 15 minutos

 

 Se alejó un poco. Sabaku No Gaara, se leía en maletín que guindaba de su hombro. De piel clara, ojos verde aguamarina, cabello rojizo, bajo su flequillo se escondía en el lado izquierdo de su frente un tatuaje del kanji “amor”… Conocía a Naruto desde que eran pequeños, Gaara era más bien serio y callado pero con la gente cercana era amable y hasta gracioso.

 Observó al rubio acercarse una vez más y ambos comenzaron a alejarse hablando trivialidades…

 

 El sonido de una cámara al tomar una foto sonó, en la pantalla se veía a Gaara y a Naruto sonrientes, pero más enfocado en el pelirrojo. Sonrió, guardo la cámara en su estuche y comenzó a alejarse, el teléfono sonó y lo llevó a su oreja

 

-Itachi, ¿Tienes tiempo?

 

 Sonrió viendo a lo lejos como aquella cabellera roja se perdía entre la multitud. Sus ojos negros mostraron alegría aún con el teléfono contra su oreja mientras seguía su camino.

 

 Itachi colgó sonriente

 

-¿Algo interesante? –Escuchó preguntaba un colega-

-Un viejo amigo.

 

  “Shimura Sai” se leía en la pantalla de su teléfono. Se colocó la bata blanca y tomó la carpeta que le daba el otro, comenzaron a alejarse por el pasillo pintado por completo de color blanco.

 

 En una pequeña cafetería estaban un rubio y un pelirrojo sentados en la parte delantera, al aire libre, bajo una tela roja como techo, la terraza.

 

-Mm –Alejó el vaso de su boca- Entonces, ¿Te quedas por mucho?

-Eso tengo planeado, solo fue un máster

-Lo bueno es que ya tengo abogado jaja

-Te cobrare

-¿¡Que!?

-¿Qué? –Pregunto como si nada, serio- ¿Esperabas que no te cobrara? Me dejarás en la ruina

-¡Hey!

-Jaja

-Eres malo-ttebayo

-Si bueno… -El teléfono del pelirrojo interrumpió- Disculpa

-Tomate tu tiempo

-Hi? No, listen… If you trust in me everything is gonna be fine

 

 Se alejó un poco, Naruto rió, aun recordaba que el pelirrojo siempre había mencionado que le gustaba el inglés. Gaara se había graduado de abogado y había estado en Australia haciendo un máster.

 

-Disculpa

-No, para nada ¿Llamada a distancia?

-No para nada –Sonrió- Un estado unidense buscando el divorcio con una japonesa, larga historia pero después nos veremos

-Uh, venir desde tan lejos a divorciarse.

-Jaja te sorprenderías de ver todo lo que yo vi en Australia

-¡Cuéntame!

-No

-¿Eh? ¿Por qué?

-Porque no, no puedo andar revelando la vida de mis clientes por ahí y no quiero hablar de trabajo

-Tienes razón…

 

 Sasuke recorría los pasillos de su empresa con el teléfono contra su oreja, Ino caminaba apresurada siguiéndolo mientras trataba de no caer por los pequeños tacones que llevaba.

 

-¡Pues encárgate de ello! –Lanzo el teléfono pero la mujer lo cogió en el aire- ¿Dónde está el idiota que se supone diseñará la pagina web? ¿Por qué carajos tengo que hacer todo en este sitio?

-¡Sasuke!

 

 Todos los trabajadores callaron de repente, Sasuke se detuvo en seco, Ino sudó frío. El moreno se dio vuelta observando al que lo había llamado

 

-¡Todos vuelvan a trabajar! –Se acercó al otro y este solo sonrió- ¿Qué se supone estás haciendo aquí, Sai? –El otro se sorprendió-

-Señor –Intervino hablando bajo la rubia- El es el diseñador gráfico, Shimura Sai

-Sígueme –Dijo simplemente comenzando a alejarse, Sai observo a la mujer indicarle con la cabeza que lo siguiera y luego ella fue detrás de ellos, como siempre ella llevaba su “mano libre” en la oreja y en ese momento tocó el botón contestando una llamada-

-Oe, ¿Por qué tan molesto?

-Primero que nada no me vuelvas a gritar de esa manera, esta es mi empresa y no permito que nadie me hable así. Segundo hace media hora que tenías que llegar –Abrió las puertas con fuerza entrando a la oficina- No permito la impuntualidad, toma, aquí está todo lo que tienes que saber y sé rápido. Puedes irte

-… -Sai observó al moreno sentarse del otro lado del escritorio, bajó la vista viendo la carpeta que acababa de darle Sasuke y se sentó aun sin ser invitado-

-¿Por qué sigues aquí?

-Yo no soy uno más de tus empleados –Se mostró serio- ¿Queda claro ese punto? –Sasuke levantó la vista con molestia- ¿¡Ni siquiera piensas saludarme!? ¡Hace más de nueve años que no nos vemos! Vine a saludar

-Hola ¿Feliz? Tengo trabajo y tú también

-… Bien, nos vemos después en casa

-¿Cómo que en casa?

-¡Adiós! –Saludó con la mano abriendo las puertas, Sasuke chasqueó la lengua, molesto-

 

 Konan sonrió, acababa de llegar al departamento de los Namikaze y se había encontrado con Gaara, a quien también conocía.

 

-¡Que linda sorpresa! Cuanto tiempo Gaara

-Digo lo mismo Konan –Dijo recibiendo el abrazo de la mujer desde atrás-

-Cielos pero que diferente estas ¿Qué tal Australia? –Preguntó tomándolo de las mejillas y luego abrazándolo-

-Es un lindo país

-… Si bueno, tu actitud no ha cambiado nada –Comento graciosa alejándose un poco-

-¡Konan-nee! ¿Qué haces aquí?

-Ah, vine a saludar. Y a traerle algo a Dei, toma

-¿Qué es eso?

-No seas metiche –Deidara recibió el sobre, Gaara rio y Naruto hizo un puchero molesto- Gracias

-¡Bueno! ¿Y qué cenaremos? –Ella sonrió alegre-

-Yo sabía que no sería gratis

-¿Tienes donde quedarte? –Le preguntó Naruto-

-Si no te preocupes. El mismo departamento en el que vivía –Respondió el pelirrojo-

-Ah…

 

 Las risas amenas se escuchaban en toda la mansión, el silencio las incrementaba más de lo que era. Itachi y Sai estaban en la cocina hablando tranquilamente, la tarde se observaba por la ventana iluminando todo a su paso

 

-Mm –Alejó la copa de su boca- ¿Y que con la actitud de Sasuke?

-¿A qué te refieres?

-Pues que voy a hacer un trabajo para una de sus compañías y me recibió con puras normas y reglas –Itachi suspiró-

-Bueno, desde la muerte de papá cambió mucho

-Sí, eso lo sé pero han pasado años

-Y eso solo lo ha empeorado

-… Si, se nota. Lástima

-¿Hm?

-Pues que me crea un empleado más, lástima por él pero eso no pasará –Itachi rió-

-Me parece bien

 

 Sai era como un primo lejano, pero para los Uchiha siempre fue como uno más del clan. Claro, que el padre de los dos morenos jamás olvidó que en realidad no llevaba  su sangre Uchiha y solo era un agregado… Sasuke aprendió aquello, pero no lo llevaba a cabo. Hasta que Sai se mudó a Australia… Para él Sai solo era un viejo conocido ahora.

 Se encontraba acostado en la habitación que Itachi le había mostrado, éste ya se había ido y por la ventana solo se veía oscuridad. El tenía su amada cámara entre manos, a pesar de ser todo un genio y amar su profesión como diseñador gráfico, un amor mayor era dibujar y fotografiar, como ya se había acostumbrado tanto a la tecnología había casi olvidado lo que era dibujar manualmente, pocas veces lo practicaba, pero jamás olvidó la fotografía, seguía siendo su escape del mundo…

  Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios al pausar en una foto de un pelirrojo y un rubio hablando, con el zoom sus ojos se concentraron por completo en el de mirada verde

 

-Quien diría…

 

  Observó la hora, era tarde. Pasaban de las 10 y escuchó un auto llegar, ¿Sasuke solía llegar tan tarde? Bajó por las escaleras y apenas llegó al último escalón se ganó una mirada molesta por parte del otro, se cruzó de brazos no iba a dejarlo tratarlo como quisiera

 

-Tenemos que hablar

-Te escucho –Observó a Sasuke dirigirse a la cocina y lo siguió sentándose en la mesa de mármol en el centro de ésta. El otro calentó el agua para su té- Ahí hay algo de cenar

-No tengo hambre… ¿Qué haces aquí?

-Dijiste tenemos que hablar

-Sabes que no me refiero a eso

-Entonces no se a que te refieres –Sasuke le lanzó una mirada molesto y se recostó junto a la estufa de frente al mesón donde estaba Sai cruzándose de brazos-

-No creí que volverías a Japón

-Bueno, sorpresas te da la vida

-Si, por ejemplo el hecho de que seas el diseñador de la página web de uno de mis próximos proyectos

-Buscaban a alguien, no perdí la oportunidad y ya ves… Me aceptaron. Tengo buenos dotes -Presumió-

-…

-No entiendo que te molesta. ¿En algo te afecta que hubiera sido yo?

-Para nada, ya te dejé claro como son las cosas en Sharingan

-Y yo te deje claro que no soy uno más de tus empleados, quizás dentro de Sharingan si, pero no soy tu lame botas ni nada parecido. Además, tú serás el jefe, pero yo le rindo cuentas a otro –Sasuke sonrió de lado orgulloso-

-Y él me rinde a mí

-Allá él, mi jefe directo no eres tú, así que lo siento pero no pienso ser como tus otros empleados –Se levantó, la estufa comenzó a sonar indicando el agua bullir, se dio media vuelta observando a Sasuke- Ah sí, si te grité es porque estaba emocionado de verte… Creí que sería algo mutuo –Se dio vuelta una vez más- Me equivoqué. Buenas noches

-… -Apagó la cocina- Esto será molesto

 

  A la mañana siguiente… Un lujoso auto se detuvo en la entrada del lugar, el chofer abrió la puerta y una silueta imponente se dejó ver, se acomodó el traje. Como siempre, cualquier sabría quien era él, el jefe. No se quitó los lentes al entrar, pasó por entre las personas robando murmullos y sorpresa, una sola vez se detuvo preguntando dónde ir y luego tocó dos veces la puerta, aún sin oír contestación la abrió.

 

-Pa…

-Buen día –Ni siquiera lo había dejado permitirle el paso, observó a un castaño detrás del escritorio levantarse y rodear el mismo pasa saludarlo, pero también había un rubio muy conocido para él en aquel sitio-

-Buen día señor, ya lo esperaba

-Pues aquí estoy

-Venga siéntese –El rubio estaba de pie seriamente junto al escritorio, el moreno se detuvo antes de sentarse y lo observó-

-Él es el arquitecto a cargo del proyecto, Naruto… Naruto él es Sasuke Uchiha, el beneficiario de dicha obra

-Mucho gusto –Dijo el rubio con una pequeña sonrisa, el moreno se quitó los lentes de sol y Naruto se mostró un poco sorprendido, ese rostro se le hacía conocido-

-¿No me reconoce Namikaze?

-¿Se conocen? –Preguntó el castaño-

-Algo así, solo por casualidad… Así que… -Terminó de sentarse subiendo un pie en su rodilla contraria y apoyando su mejilla contra una de sus manos- ¿Dónde está la idea?

-Naruto, muéstrale

-Claro, observe… -Le tendió la tableta dejándolo ver una idea a escala y en dimensión de lo que ya había hecho antes a mano en los planos- Como puede ver la estructura…

 

 Claro, ya recordaba donde había visto ese rostro. El hombre extraño que lo había nombrado sin él conocerlo, ahora tenía sentido para él claro, siendo el beneficiario seguramente lo había visto de lejos o una foto de él y por eso lo conocía… Si supiera que no era eso y el hecho de que ahora estuvieran hablando había sido pura casualidad.

 

-Me agrada –Interrumpió a la mitad la explicación del rubio devolviéndole el aparato y mirando al castaño- Se ve bien y está dentro del presupuesto estimado, la idea me gusta, tiene talento Naruto, felicitaciones

-Gracias

-Bueno, comencemos lo más pronto posible

-Sí, claro –Comento el castaño alegre- Cuanto antes, ya he hablado con el contratista, solo necesitaba tu afirmación para poner en marcha todo

-Pues ya tienes mi afirmación

-Perfecto.

 

  Para cuando pudo irse, salió del edifico y sonrió, buena noticia su proyecto había sido aprobado y eso lo hacía sentirse mejor, satisfecho de sí mismo. Se dirigió a tomar el autobús pero cuando se acercaba uno sintió alguien tomarlo del brazo y alejarlo de los demás

 

-Hola

-Señor Uchiha, ¿Qué ocurre?

-Llámame Sasuke… –El rubio arqueó una ceja, la actitud altanera y creída de ese azabache le desagradaba- Naruto

-Está bien –Se soltó- Sasuke, ¿Qué necesita?

-Solo quería felicitarte una vez más, por lo que supe no tienes mucho de haberte graduado, quizás por eso tus ideas llaman más la atención

-Pues, gracias –Sonrió un poco. Algo le advertía tener precaución con ese hombre-

-¿Puedo invitarte algo de tomar? ¿Y seguimos hablando más cómodos?

-… Está bien

 

 Quizás si ese hombre estaba tan interesado en su trabajo sería su entrada a un mundo más grande para sus ideas y obtendría trabajos consecutivamente, ¿Por qué desaprovechar la oportunidad? Sasuke sonrió complacido.

  Naruto siguió al otro hasta la entrada del edificio, primera impresión Sasuke era un hombre de dinero, no cualquiera tenía un auto como ese, y con chofer, el traje el reloj todo… El auto se detuvo en el estacionamiento de un cafetín lujoso pero cómodo, la mesa estaba junto al ventanal que daba vista a la calle y una vez sus ordenes estaban en frente el rubio no soportó más tanta espera

 

-¿De qué quería hablar conmigo?

-Directo al grano… Eso me gusta. Bueno, tu idea es singular y es justo lo que yo tenía en mente… Pero, tengo una sola queja

-¿Cuál es?

-Quiero hacer algunos cambios, permíteme la tableta –A pesar de lo amable que intentaba ser el moreno ya era parte de él hablar autoritariamente, ni siquiera lo notaba-

 

 El rubio se la entregó y el moreno se sentó más cerca de él moviendo la estructura con sus dedos sobre la pantalla y diciendo lo que debía cambiar, con cada palabra Naruto arrugaba más el entrecejo. No es que no aceptara bien las críticas o la ayuda, pero ¡Estaba desechando por completo su idea! ¡Estaba quejándose de todo!

 

-Disculpe… -La mirada de Sasuke mostró descontento ¿Lo había interrumpido? Dirigió la vista a un lado observando al rubio claramente molesto-

-¿Si?

-¿Para qué aprobó algo que no le gusta?

-…-Sonrió de lado incitándolo a seguir-

-Está cambiando por completo toda mi visión, si no le agradaba debió decirlo hace una hora ¿No cree? ¿Para qué poner en marcha una idea que tanto detesta?

-Jaja…

-No entiendo el chiste

-Escucha –Su voz estaba colmada de maldad igual que su mirada pero Naruto ni siquiera parpadeó- Yo soy el que dice como se hacen las cosas aquí

-Entonces gracias por su apoyo –Interrumpió ganándose otra mirada molesta y se levantó tomando su tableta- Iré a hablar con el señor Yamato de una vez para cancelar todo no se preocupe

-Pero que hombre tan difícil –Comentó Sasuke gracioso tomándolo de la muñeca y viendo a otro lado- Siéntate –Ordenó aún sin verlo- Llamas la atención –Naruto prefirió por esta vez darle la atención, aunque en realidad nadie estaba pendiente de ellos y se sentó otra vez, se soltó del moreno- Ahora… Te decía… La última palabra la pongo yo y si yo quiero, desecho tu proyecto y te quedas sin trabajo con una llamada –Volvió su mirada al rubio éste estaba furioso, Sasuke sonrió orgulloso- Pero no será así

-¿A qué se refiere?

-Me agradas, no, me gustas. Y tú idea también. Solo te puse a prueba a ver si eras capaz de defender tu visión o de simplemente dejar a otro tomar el lápiz aunque fuera por completo diferente a lo que tú hiciste, solo por obtener el cheque al final… Aprobaste, felicidades

-… -No veía aquello como una recompensa, sino como una mala broma y además irrespeto- Si eso es todo ¿Puedo irme?

-No realmente. Permíteme –El rubio le devolvió la tableta, y se sorprendió al ver al moreno colocarla sobre la mesa y recostar su brazo encima-

-¿Qué hace?

-Hablar. No solo de negocios… Despreocúpate, si pierdes tu empleo no será por mí, ya te lo dije. Solo quiero saber más de ti

 

 Observó al moreno llevar el vaso a sus labios. Segunda impresión, Sasuke era tan rico y orgulloso que se regocijaba de creerse dueño de los demás jugando con sus debilidades y virtudes mentalmente… El tipo de personas que odiaba, pero ahora que lo veía de perfil… ¡El había sido el hombre que lo había chocado el otro día en la calle sin siquiera mirarlo! Genial. Orgulloso, rico, altanero y creído… El tipo de persona que detestaba.

 

-¿Te tragaste la lengua?

-No… ¿De qué quiere hablar?

-Bueno primero, deja de hablar así si las miradas fueran espadas y las palabras balas estaría muerto…

-Pues me disculpo

-Aceptado. ¿Algo de lo que quieras hablar?

-¿Y usted?... ¿Y tú?

-Sí, -Lo observó fijamente- De ti

 

 Contó mentalmente hasta diez y se relajó, tenía que soportarlo era después de todo como un segundo jefe… Y por ahora, solo podía ser lo más amable que había sido nunca. Pero era la primera vez que alguien lo molestaba tanto sin siquiera conocerlo bien…

 

 

Notas finales:

¿Merece un review?

Nos vemos!!


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