Ino corría lo más rápido que los pequeños pero finos tacones le permitían haciendo que las personas alrededor notaran su apuro con el solo ruido de los mismos.
-¡Llegué! –Gritó cansada llevando una mano a su pecho, no pudo evitar bajar un poco su torso para tomar aire y hacer la debida reverencia-
-5 minutos…
-Ah… -Suspiró recobrando el aliento y alzó la vista- Lo siento…
-Me sorprendes –El hombre que había estado mirando su reloj hasta que la mujer llegó, esbozó una pequeña sonrisa de lado y llevo su mano hacia su bolsillo luego miró a la rubia- Esta es con seguridad la tercera vez desde que te conozco y eres mi secretaria que llegas tarde, y cada vez has llegado con solo 5 minutos exactos de retraso
-Jefe… Lo siento en serio, es que
-No importa, ¿Hiciste lo que te pedí?
-¡Ah! Si –Respondió sonriente entregándole un sobre al hombre, este lo recibió con gusto-
-¡Sasuke! –Llamaron a lo lejos, el nombrado aun frente a Ino ladeó su cuerpo mirando a la persona que se acercaba y antes de alejarse de la rubia la miro una vez más-
-Te ves muy bien hoy
-¿Eh? –Ella no se esperaba el cumplido-
-Te sienta bien el cambio, fueron buenas vacaciones ¿eh? –Comentó amable con una sonrisa antes de alejarse. Ino en cambio se sentía sonrojada y llevo una mano a su cabello suelto, se dio vuelta para alejarse, espero el ascensor y al entrar observo su reflejo en el espejo. Su cabello estaba largo aun pero suelto, ya no utilizaba gafas por lo que sus ojos eran más visibles y parecían más grandes, la camisa de vestir llevaba un par de botones abiertos dándole la vista necesaria sin llegar a lo que guardaban, en lugar de una falda larga como siempre llevaba pantalones de vestir que se ceñían a su figura perfectamente acompañados por los pequeños tacones, sonrió recordando el halago del moreno y llevo un mechón de su cabello detrás de su oreja sonriendo antes de salir del ascensor-
-¿Estás listo? –Preguntó Sasuke una vez frente a la otra persona y paso de ella siendo seguido por la misma-
-¡Eso es algo que yo debería preguntar!
-Sai, ¿Cuándo no estoy listo para algo? –Preguntó prepotente, los porteros al verlo abrieron las puertas de cristal para permitirles salir, Sasuke antes de salir y que el sol rozara su piel saco de su traje color gris entallado y pulcro como siempre unas gafas de sol y se las colocó- Vayamos a firmar ese contrato –Dijo seguro-
-Nunca cambiarás ¿Cierto? –Preguntó Sai antes de que ambos entraran al auto y el chofer del otro moreno cerrara la puerta tras de sí-
Mientras tanto…
-¡Gracias por su compra!
-Gracias
La señorita detrás del mostrador entrego sonriente una bolsa a la cliente del otro lado, la chica salió de la tienda sonriente, era una linda mañana fría sobre sus cabezas pero las personas se veían amenas y alegres alrededor.
-¡Permiso! –Gritó una chica joven entrando a la tienda casi tropezando. Una persona cerca sonrió un poco antes de acercar la taza de chocolate en su mano a sus labios-
-¿Mm? ¿Pasa algo, Naruto? -El rubio negó con la cabeza-
-Creo que solo estoy algo abrumado por el movimiento del día Sakura-chan –Comentó como si nada, luego observó detrás de sí mismo la vista que la calle le ofrecía-
-Bueno, es diciembre, sabes que la gente siempre se emociona con la fecha –Dijo ella sonriente-
-Sí, es cierto –El observó su reloj- Es hora, ¿Nos vamos?
-¡Vamos! –Al levantarse ella lo tomo del brazo y le sonrió- Esta navidad será diferente a la anterior… Igual a las de antes –Consoló, el rubio tomo su brazo y devolvió la sonrisa-
-Es necesario para ambos
El tiempo había pasado haciendo su trabajo en el físico de ambos pero ninguno demasiado notorio o extravagante, tampoco molesto. Llegaron al aeropuerto a tiempo para luego de registrar el equipaje escuchar el primer llamado de abordaje
-Es hora –Comentó la pelirrosa emocionada-
-Es momento de volver –Dijo el rubio con una pequeña sonrisa observando a la mujer-
-Todo estará bien –Dijo ella tomando la mano del hombre- Estoy segura.
De vuelta a la ciudad anterior una persona sentía los parpados pesarle pero ya no se sentía dormido, no quería levantarse todo estaba tan tranquilo la luz que entraba en la habitación molestaba pero no tanto como para levantarlo de la cama, eso hasta que su nariz despertó incluso antes que él mismo percibiendo el aroma de comida recién hecha y café recién preparado, solo entonces se atrevió a abrir los ojos, su vista se dirigió a la puerta de la habitación que estaba medio abierta y pocos segundos después un moreno alto con una bandeja y un elaborado desayuno aparecieron, el moreno sonrió al notarse descubierto
-Buenos días
-¿Qué hiciste? –Preguntó el otro aun en cama, solo entonces se levanto hasta quedar sentado en la cama, la sabana cayó justo hasta sus piernas evitando que se viera más de lo debido, el anterior dejó la bandeja en la mesa de noche y se acercó a los labios del recién despertado para saludarlo-
-Salúdame al menos Deidara
-Jaja –Dio la razón- Buenos días Itachi –Devolvió el beso- ¿Qué es eso?
-Un detalle de mi parte –Dijo colocando la bandeja sobre la cama entre ambos- Espero te guste
-Todo se ve divino –Menciono emocionado- ¿Un detalle? ¿Por qué?
-Porque te amo. Así de simple… Porque estoy alegre de tenerte en mi vida
-Gracias, yo también te amo y amo el hecho de que estemos juntos. –A los pocos segundos de silencio volvió a hablar- Algo bueno debí hacer anoche para recibir este despertar –El moreno rió bajo y tomo del mentón al rubio-
-Tú siempre haces cosas muy buenas
-¡Ita!
Al otro lado de la ciudad…
-Entonces hemos terminado –Comento complacido un hombre haciendo que todos los presentes en la sala se levantaran para salir-
-Todo salió bien –Menciono Sai acercándose a Sasuke mientras salian del sitio-
-Si, fue mejor de lo que esperé. Gracias por venir
-No es problema, debía estar presente de todas formas jaja
-Tienes razón –Una vez en el estacionamiento Sasuke noto que Sai no había abierto la puerta del auto- ¿Pasa algo?
-Vete sin mi –El otro no comprendió- Debo ir a otro lado, nos veremos luego, eso si no te desapareces –Sasuke sonrió-
-Iras con Gaara, ¿Cierto?
-No me daré por vencido, soy familia de los Uchiha después de todo
-Eres un Uchiha –Sai sonrio agradecido, sabía que no debía decir mas no podía pedir mas, su interior brilló con esas simples tres palabras de parte de su primo-
Sasuke se halló al entrar a la cabaña, aquella donde desde hacía dos años iba más seguido de lo que alguna vez hubiese ido años antes, la misma estaba vacía, prefería la soledad y sus empleados estaban permitidos a no estar. Subió a la habitación comenzando a desvestirse, una vez frente al espejo del baño levanto la manga de su camisa soltando los gemelos… Esos gemelos, esos que usaba cada vez que tenía una reunión importante, esos que sentía le daban paz y suerte desde que un rubio de mirada color cielo se los había regalado, esos que no pudo botar, esos que adora con el alma, con cuidado los guardo en su sitio especifico.
Esa noche decidió salir al bosque un rato para relajar la mente, llegó a su sitio único y especial, ese que solo a una persona había enseñado, ese donde dos años antes había intentado abandonar de su mente y vida la presencia de una persona, se acostó sobre el césped con suavidad y pocos momentos después las luciérnagas comenzaron a encenderse dando el paisaje que el tanto adoraba de esa propiedad, su mente viajó, se fue muy lejos…
Era Sasuke Uchiha, el jefe principal de las empresas Sharingan, un empresario reconocido e importante en su país y a nivel mundial, un millonario con todo lo que pudiera querer tener, autos, joyas, dinero, tenía amigos y familia pero no lo tenía a él… ¿Cómo es que sus pensamientos profundos siempre terminaban igual?
-Ya han pasado dos años
Se decía a si mismo intentando regañarse, tratando de con esas simples palabras poder poner fin a todo, decirse a si mismo que ya debía superar ese capítulo en su vida, ese que nunca tuvo un final sino un corte, pero era por eso que aun se aferraba a ese capítulo, a esa persona, a esa vivencia, esos recuerdos. Había hecho todo lo que creyó necesario, todo lo que considero podía hacer para obtener amor, todo lo que su mente y dinero permitieron, todo lo que esa persona pidió de sí mismo y aun así… Ahí estaba, solo, pensando en ese dobe. Pero es que así es Sasuke Uchiha, testarudo y terco como solo él podía ser y con todo eso aún había permitido que el rubio se tomara su escapada en serio, lo había dejado irse, lo dejo en paz, no volvió a llamarlo, no le escribió, no lo busco, le dio el espacio que el rubio siempre quiso… Pero ya no aguantaba tener algo solo en sus pensamientos
En ese momento algo frio cayó justo sobre su nariz haciendo que abriera los ojos, entre las hojas alrededor algo había caído, entonces cayó otra vez y alzó la mano… Un copo de nieve cayó, miró al cielo otra vez, pocos y pequeños copos comenzaron a caer más seguido y sus pensamientos volaron una vez más. Recordó aquella vez en que él y Naruto habían compartido una navidad juntos, lejos de todos, solos ellos dos y no pudo evitar sonreir…
-Lo lamento dobe
Dijo lanzando los copos al suelo.
Dos días después… Akatsuki estaba cerrado pero adentro había personas caminando de un lado a otro, sonriendo, hablando, acomodando. En pocas horas seria navidad y ellos estaban celebrando, todos juntos. Colocaron las mesas de la terraza juntas formando una gran mesa donde todos estuvieran juntos, se dispusieron a comer, la vista del sitio la brisa de la noche todo era perfecto, casi todo
-¡Brindis! –Gritó Konan alegre alzando una copa- ¡Deidara, vamos!
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Eres el anfitrión –Mencionó Gaara-
-Bueno… Yo jamás he hecho uno
-¡Solo inténtalo! –Menciono Sai apoyándolo-
-Está bien, -Se coloco de pie- Eh… ¿Por dónde puedo empezar? Gracias por venir, gracias en verdad a todos por estar aquí, por acompañarme por hacer esto posible, muchos años compartí navidades pequeñas y ver como esta familia, porque eso somos, crece… Me emociona –Sonrió, observó a cada uno en la mesa, Yahiko y Konan con sus hijos, Gaara, Sai, Itachi, Sasori, todos juntos- No puedo pedir más, pero… Si tuviera que pedir algo, solo sería que mi hermano estuviera aquí… -Dijo Deidara con una pequeña sonrisa, todos asintieron acordando con el- Pero bueno, ahora ¡Salud!
-¡Salud! –Dijeron todos alzando sus copas para brindar antes de beber-
-¡Cierto! Eso alegraría un poco más las cosas –Todos voltearon al escuchar la intromisión de alguien-
-¡Naruto! ¡Sakura! –Gritaron todos emocionados, el primero en abrazarlo fue Gaara que era el más cercano-
-¡Has vuelto! –Comentó alegre el pelirrojo- Comenzaba a pensar que no cumplirías tu palabra
-¿Cuándo te he fallado? –Preguntó el rubio abrazándolo y palmeando su espalda con ánimo-
-¡Abrazo grupal! –Gritó Konan antes de acercarse y abrazarlos y siguiendo las palabras de la mujer todos los demás se acercaron a unirse al abrazo-
-Creo que fue una mala idea ser el primero en darles la bienvenida… -Comentó Gaara sofocado e irritado de tanta cercanía, todos rieron soltándose y comenzando a saludar al rubio individualmente-
-¡Bienvenidos! –Abrazo Sai con una sonrisa sincera-
-Bienvenidos de vuelta al fin –Dijo Itachi-
-Justo a tiempo –Comentó Yahiko-
-Bienvenido rubio –Saludó Sasori- Bienvenida al fin Sakura –Dijo alegre, la pelirrosa se sonrojó un poco y se abrazó con fuerza al cuello del hombre-
-¡Tío Naruto! ¡Has vuelto al fin! –Mencionó alegre Pein-
-¡Así es! Te dije que volvería ¿No? –Pregunto el rubio colocándose a la altura del niño- Y aún recuerdo que dijimos que jugaríamos ¿Recuerdas?
-¡Sí!
-Qué bueno que hayas vuelto revoltoso –Naruto miró hacia arriba y se puso de pie al ver a Konan frente a él con un bebe en brazos-
-Nee-chan… -Miró al bebe y sonrió con cariño acercando una mano al pequeño que lo observaba extrañado-
-Di “¡Hola tío Naruto!” –Dijo la mujer moviendo la mano del bebe- “Hola”
-Hola –Saludó el rubio alegre- Así que tu eres…
-Akihiro –Completó la mujer sonriente- Así es
-Al fin te conozco, hola pequeño –La mujer incitó al rubio a tomar al bebe, el hombre con cuidado lo cargó y al ver al niño aun algo confuso le tomo la mano a modo de saludo- Hola, mi nombre es Naruto… He oído mucho de ti y te había visto ya por fotos, pero no sabía que estabas tan grande –El bebe miró a su madre y esta sonrió luego miró otra vez al rubio y este le sonrió, el bebe entonces sonrió también y soltó una pequeña risa que enterneció por completo a Naruto- Tienes la sonrisa de tu mama –Dijo acariciando la barbilla del bebe causándole cosquillas-
-¿Podemos continuar donde nos quedamos? –Preguntó Sasori-
-¡Oh si!
-Ven Naruto, siéntate, vamos a comer –Dijo Deidara, todos comenzaron a tomar sus platos y servir su comida, una vez todos sentados comenzaron a comer y a hablar mientras, pasando un buen rato en familia, al fin.
Una vez terminada la cena todos estaban conversando amenamente entre sí, de repente Naruto se quedo viendo a todos un momento, calculando y pensando… Cuando vio a Itachi levantarse lejos de su hermano para buscar otra bebida él se levantó también siguiéndolo
-Itachi
-Dime –Dijo el moreno tranquilo dejando de lado su misión, estaban apartados del resto de los invitados-
-¿Y Sasuke? –Itachi no respondió- Es que, todos están aquí excepto él ¿Acaso está encerrado en su casa? ¿Sigue teniendo mala relación con todos?
-… -Itachi no pudo evitar que una pequeña sonrisa saliera de sus labios- En verdad no sabes nada de él ¿Cierto? ¿Desde qué te fuiste?
-No, ¿Por? ¿Pasó algo?
-No, nada malo. –Suspiró- A ver, por donde comienzo… Mira, Sasuke sigue siendo el mismo es decir, sigue siendo orgulloso es pedante, prepotente, serio –Naruto no pudo evitar rodar los ojos lo que causó gracia en el moreno- Pero en realidad desde que te fuiste, es más amable, tranquilo, y paciente –Eso llamó la atención del rubio- No tiene problemas con nadie, de hecho tiene una buena relación con todos los que estamos aquí
-¿Incluso?
-Sí, sabía que preguntarías eso… -Intervino- Deidara y Sasuke… -Relató lentamente- Tienen una buena relación –Dijo al fin relajando al rubio de sobremanera, el moreno sonrió un poco- No son los mejores amigos ni salen cada fin de semana a beber, pero pueden estar a pocos metros sin decirse nada malo o lanzarse malas miradas. Pueden hablar tranquilamente entre sí…
-Entonces, ¿Por qué no vino?
-Bueno, hace mucho que Sasuke no celebra este tipo de fiestas, pero él no está aquí
-¿Aquí?
-En serio no lo sabes
-¿De qué hablas?
-Sasuke está en Nueva York –Naruto se sorprendió- Supongo que él tampoco sabía que pensabas volver… Vaya, que parecidos son –Dijo antes de alejarse del rubio. Naruto entonces miró por una ventana cercana-
-¿En Nueva York? ¿Para navidad? ¿Estaría buscándome? –No pudo evitar recordar cuando pasó una navidad con Sasuke en Nueva York- O quizás sería solo por trabajo… Como siempre
-¡Naruto! –Escuchó y decidió volver con los demás- ¿Nos acompañarás o qué? –Preguntó Deidara-
-Claro, si por eso estoy aquí… Pero, voy a buscar algo abajo y vuelvo
-¡Abrígate! ¡Hace frío! –Aconsejó Gaara-
-Bien
Naruto tomó su chaqueta y pasamontañas y bajó, al abrir la puerta se quedo de pie, observando la ciudad alrededor, las calles tenían personas aun transitando en ellas pero no tantas, los autos iban y venían cegándolo con sus luces, suspiró y al ver la pequeña nube blanca que eso provocó supo que la noche en verdad estaba muy fría, caminó un poco no hacia donde se suponía iría sino hacia uno de los costados del edificio, tomó asiento en un banco vacío que se encontraba ahí y miró el suelo… Solo miró el suelo sin decir ni siquiera pensar en nada…
-Baka teme… -Dijo en voz baja- Al parecer, no salió todo como pensé
-Creo que yo puedo decir eso –El rubio alzó la vista al escuchar a alguien y observó a solo unos pasos a un abrigado hombre que luego de bajar su bufanda dejo ver mejor su rostro- Usuratonkachi
-Sasuke –El tiempo parecía haberse detenido, ambos se observaron bajo la noche de diciembre, solos, después de tanto tiempo… Ninguno podía decir mucho, ni siquiera moverse-
-Hola –Saludó tranquilo al fin de unos segundos, el rubio se movió un poco en el banco dándole espacio para sentarse, el moreno lo hizo-
-Itachi dijo que estabas en Nueva York
-Estaba, lo acabas de decir… -No pudo evitar dejar salir una sonrisa-
-¿Qué?
-Creo que sólo yo perdí mi viaje
-…
-Tú viniste porque tienes a todos tus seres queridos aquí, y estas con ellos… Yo en cambio fui hasta Nueva York solo para buscarte a ti, y al llegar no estabas –Sonrió- Rayos. Me enfureció mucho, eres un dobe
-Lo siento
-No quiero tus disculpas, no las necesito
-¿Cuándo volviste?
-… Hoy mismo, llegué hace poco
-Pero…
-Es lo bueno de tener un jet privado –Comentó como si nada- Sabía que te encontraría aquí
-Entonces, ¿Estabas buscándome?
-Mjm. Pero te escuché, tú también estabas buscándome ¿Qué quieres?
-No quiero nada. –Un silencio reino alrededor un momento- Teme –Comento intentando romper el silencio, parecía tan diferente, como si fuera la primera vez que hablaban-
-Ja, Naruto, te ves diferente –Dijo observando el perfil del rubio, este volteo a verlo- Más maduro, estoy sorprendido –Se burló-
-Jaja, bueno tú tampoco tienes 15 años
-Jamás dije eso. Tus ojos están brillando –Y ahí estaba, uno de los comentarios del moreno-
-Definitivamente no has cambiado –Dijo con una sonrisa- Tenía la esperanza de verte si volvía, no tienes idea de cuánto me costó decidirme a venir jaja
-Ya lo creo
-¿Cuánto ha pasado? –Pregunto Naruto como si no supiera-
-2 años, poco más de… Me tomó eso… Decidir que estaba equivocado y que debía buscarte
-…
-Acabas de decirlo, sigo siendo el mismo… Sigo igual. –Admitió-
-Sasuke, ¿Cómo esta Karin? ¿Cómo esta tu hijo? –Pregunto con algo de miedo pero curiosidad-
-Es cierto… Abandonaste todo –Sonrio- Naruto, Karin jamás estuvo embarazada de mi –Naruto se sorprendió- Aunque siempre lo supe, cuando la niña nació fue obvio, Suigetsu es su padre –Sonrió alegre- Y en verdad me alegra
-¿Cómo?
-Es que ellos se merecen entre si, y aunque no lo admitan se quieren… Esa niña los ha unido muchísimo pero siempre supe que no era mía
-¿Cómo podías saberlo tan seguro? –Pregunto sin creerle. Sasuke entonces volteo a verlo fijamente y Naruto vio en sus ojos la mas grande y sincera honestidad-
-Porque yo no había tenido sexo con Karin –Naruto se sorprendió, eso no podía ser verdad el los había visto- Solo una vez ocurrió y fue hace muchos años… Luego de ser madre Karin al fin comprendió que debía seguir con su vida y dejarme tranquilo
-Que bueno…
-Si… -El silencio reino por un momento-
-Quería hablar contigo –Interrumpió-
-… -Algo en Sasuke tembló-
-La verdad me tomó tiempo darme cuenta de que en verdad habías dicho todo lo que habías dicho, que habías hecho todo lo que habías hecho y que solo había una respuesta a todo eso… -Entonces el rubio volteó a verlo otra vez- Te creo Sasuke. Creo cada una de las palabras que dijiste… Sé que me amaste
-No te amé
-…
-Te amo… Aún –Confesó, su corazón galopaba con fuerza pero no lo demostró-
-… -Naruto sonrió un poco, la tristeza se veía en su mirada-
-Ya te entendí
-Es una despedida
-No es una despedida –Refutó- Solo estas rechazando una vez más mi amor
-No puedo corresponderte…
-… -Sasuke suspiró recostándose en el respaldar y mirando al cielo- Creo que me tardé mucho. Lo siento
-No lo hagas –Naruto llevó sus manos a su cuello, sacando una cadena que tenía en ella una pequeña argolla de oro- Esto es tuyo… -Sasuke tenía los ojos cerrados-
-No pienso aceptarlo de vuelta, es tuyo
-Sasuke…
-… -El moreno abrió los ojos cuando sintió algo frío tocar su mejilla. Naruto miró al cielo también, estaba nevando. Sasuke sacó una mano de su abrigo con la palma hacia el cielo- Como aquella vez
-Es cierto…
-Creo que quizás si es una despedida, es un final. -Menciono- El final que nunca tuve, y que nunca quise –Susurró-
-No necesariamente un final. Si te soy sincero, -Dijo viendo la argolla en su mano- Jamás podré olvidar muchas cosas que pasamos juntos, porque son especiales, eres especial, aún quiero estar en tu vida y que estés en mi vida, pero no creo poder amarte cómo quieres y mereces…
-Y yo en cambio –Dijo colocando su mano sobre la del rubio y cubriendo así el anillo- Jamás podré dejar de amarte, lo digo en serio. Ahora entiendo que aunque odié mi decisión de dejarte ir al día siguiente en realidad fue la mejor decisión, yo no podía obligarte a amarme… Y que sin importar lo que sientas eso no cambiara lo que yo siento. Puedes estar con alguien que realmente gane tu corazón y lo merezca… Yo igual estaré amándote a la distancia y seré feliz así… -Sasuke se levantó dispuesto a irse, el rubio lo imitó-
-Debo devolverlo
-No, yo te lo di
-Y yo quiero dártelo a ti, -Tomó la mano del moreno y coloco en ella el anillo- Para que así siempre tengas la prueba de que tu amor sigue intacto, como dijiste hace un año…
-…
-No pensabas irte sin siquiera saludar ¿O sí? –Escucharon a sus espaldas, era Itachi, todos estaban saliendo del sitio dispuestos a irse a sus casas-
-Perdona, creo que he llegado demasiado tarde –Dijo con una pequeña sonrisa que a todos parecía más triste que alegre-
-¿Acabas de llegar? Debes estar congelándote –Comentó Sai-
-Sí, llegue hace poco y creo que es hora de ir a casa… ¿No?
-Claro –Sonrió Sai- Vamos a casa. –Pero antes de que todos pudieran hacer algo Konan se alejó de Yahiko y se acercó a Sasuke, el moreno la observo sin comprender-
-Hol… -Pero no pudo terminar, cuando sintió los cálidos brazos de la mujer rodear su cuello, Sasuke no supo porque pero esa acción lo descoloco, no sabía porque, levanto los brazos para corresponderla cuando ella susurró a su oído-
-Las mujeres sabemos de esto… Sé que necesitabas esto –Sasuke se sorprendió y su cuerpo tembló- No temas Sasuke, todo estará bien –El moreno casi sintió los ojos llenarse de lagrimas, la mujer entonces se alejo y tomo con una mano su rostro sonriéndole con cariño, Sasuke casi pudo ver el rostro de su madre en el de Konan y entonces entendió que la mujer había comprendido todo incluso antes que él mismo- Bienvenido de vuelta Sasuke…
Todos se acercaron a saludar al moreno y luego decidieron cada quien seguir su camino, Naruto observó a Sasuke comenzar a caminar alejándose cuando Sai coloco una mano en la espalda del moreno a modo de apoyo acompañándolo en su camino, Itachi que pasó junto al rubio tocó su hombro con su mano antes de seguir. Sakura entonces se acerco al rubio y lo abrazó comenzando a caminar también…
-Se ha hecho tarde –Susurró Sasuke-
Todo estaba dicho, todo había acabado definitivamente y a pesar de la tristeza que sentían ambos por dentro, ambos sonrieron, al fin tranquilos y felices sin darse cuenta por las mismas razones. Sasuke no pudo evitar que sus ojos se llenaran de agua pero no permitió que ni una sola lágrima saliera, esto no era cosa de llorar. Quizás era el final de su historia sentimental con Naruto, pero definitivamente no era el final de la historia de ambos… No aún.
Pronto llegó el fin de año, y ya la noche estaba sobre todos, a diferencia de navidad que estuvieron todos juntos esta vez cada quien tenía sus propios planes y familia con quien estar.
Yahiko, Konan, Pein y Akihiko estaban en su casa disfrutando la noche en familia entre juegos y charlas, y ninguno de los dos mayores podía estar más alegre o agradecido
-Papa, ¿Qué pedirías para el próximo año? –Preguntó Pein-
-Bueno… -Lo pensó un momento y luego tomo la mano de la mujer sonriéndole- No podría pedir más de lo que ya tengo, pero definitivamente desearía que todos los fines de año que vienen sean iguales y mejores
-Vendrán muchos –Concordó Konan, el bebe Akihiko entonces rió contagiando a los demás-
-¡Ma! ¡Pa! –Dijo el bebe, los dos adultos se sorprendieron-
-¡Los nombro al fin! –Gritó Pein- ¡Dijo algo! ¡Mi hermano puede hablar!
-Definitivamente no necesito pedir al mundo nada más…
-Yo tampoco pudiera pedir más felicidad –Concordó la mujer- Pero, -El hombre no entendió, la peli azul entonces dejó que los dos niños jugaran mientras se levantaba y buscaba bajo el árbol un pequeño regalo que entregó al hombre-
-¿Para mí?
-No, para mi… -Se burló-
-Bueno, vale entendí jaja –Al abrirlo ella cruzó sus dedos ansiosa y mordió su labio, la vista de él se volvió confusa y saco de la bolsa unos pequeños zapatos color rosa, miró sin entender a la mujer, ella sonrió y algo en él hizo click sorprendiéndose, ella sonrió aún más- ¿Es? ¿Esto?
-Sí, si, si –Dijo alegre-
-¡Voy a ser papa otra vez! –Gritó levantándose y abrazando a la mujer, Pein se volvió hacia ellos con Akihiko en sus brazos-
-¿Tendré otro hermanito? –Preguntó-
-Será una hermanita –Respondió Konan al niño, este se emocionó-
-¡Tendré una hermanita!
-¿Cómo sabes que será niña? –Preguntó Yahiko, Konan tomo una mano de él llevándola a su vientre aun plano-
-Porque puedo sentirlo, las mujeres sabemos de esto –Sonrió-
-Estaremos completos… Gracias amor
-Te amo
Sakura observó a través de su balcón la noche nevada que había afuera y sonrió, luego salió para encontrarse con sus padres y al escuchar la puerta sonar ella abrió
-Bienvenido –Saludó abrazándose al cuello del pelirrojo y besándolo-
-Gracias –Respondió Sasori antes de entrar y saludar a sus suegros-
El pelirrojo había decidido con la pelirrosa pasar el primero de muchos fines de año que vendrían juntos, pues oficialmente ya estaban comprometidos y los padres Haruno no tuvieron problema alguno en que su familia creciera. La distancia más que separarlos solo hizo que las ganas de reencontrarse fueran mayores, el amor en vez de deshacerse se volvió mas fuerte y ahora estaban dispuesto a disfrutarlo plenamente.
-¡Bienvenido hijo! –Saludó la mujer- ¡Pasa!
-Me gusta pensar que les agrado –Comentó él en voz baja-
-Te quieren –Reconfortó ella abrazándolo otra vez- Yo te quiero
-Yo te quiero más
-¡Bueno bueno! ¡Vamos a celebrar! –Dijo el padre de Sakura llegando a la escena-
Mientras que Gaara era abrazado sorpresivamente por su hermana Temari desde atrás y tomado en fotografía repentinamente. Sonrió a pesar de la molestia del momento, su hermana jamás cambiaria, el pelirrojo estaba en Australia con su familia disfrutando el fin de año también.
-¿Estás lo suficientemente alegre? –Preguntó Sai del otro lado de la pantalla del teléfono del pelirrojo-
-Si –Respondió inmediatamente con una pequeña sonrisa haciendo al moreno sonreír también- Si, estoy alegre. ¿Todo bien allá?
-Ah claro que sí, estamos bien, papa está muy alegre y movido –Comentó el moreno el cual también se encontraba en Australia con su familia celebrando el año nuevo- Me alegra verte tan bien
-Gracias, a mi también
-¿Nos veremos mañana cierto?
-Si claro que si
-Estoy ansioso –Comento con gracia-
-No lo digas así
-Lo digo como quiera
-Jaja bien…
-¡Hey, Gaara, ven! –Llamó su hermano de lejos-
-¡Voy! Nos vemos mañana
-Feliz año ¡Te quiero!
-… Yo también –Dijo antes de colgar y acercarse a su familia, Sai hizo lo mismo-
Sai había decidido que lo mejor era sin importar que, luchar por aquello que quería sin importar que fuera en la vida era mejor intentar y perder que preguntarse qué hubiera sido si lo hubiera intentando. Y aunque Gaara seguía sin decir que compartía los mismos sentimientos que el moreno no le importaba, el pelirrojo se sentía bien con su presente para él no era necesaria una etiqueta social o una respuesta a todo, con sentirse bien como estaba era suficiente y Sai lo comprendía. Si Gaara tenía que responder que esperaba de su futuro con Sai o de que eran ambos, no tenia mejor respuesta que “solo vivo el presente”. Gaara aun estaba descubriendo sus sentimientos poco a poco y no se concentraba en buscar algo especifico sino dejarse llevar por lo que ocurría a su alrededor y permitir al destino hacer su trabajo y decidir por él. Por supuesto que eso para Sai, significaba que sus sentimientos eran correspondidos, así que aprendió a mantenerse sereno y dejar “que pasara lo que tuviera que pasar” pero siempre y cuando fuera con el pelirrojo a su lado… Después de todo algún día Gaara comprendería que lo amaba y debían estar juntos.
Mientras que en Japón, Deidara estaba observando la noche nevar sobre su cabeza en el balcón del apartamento donde actualmente vivía con su esposo, Itachi. Le gustaba el sentir de los copos de nieve en su piel
-Vas a enfermarte –Dijo Itachi obteniendo la atención del rubio-
-¡Ven! –Invitó, el moreno se acercó a él observando la ciudad con la nevada sobre esta adornándola-
-Es una linda vista de la noche –Itachi volteó a ver fijamente al rubio-
-Sí, -Dijo colocando una mano sobre la del rubio que reposaba en el borde del balcón- Es una linda vista –Deidara sonrió al notar la mirada de Itachi en él-
-Ven, tienes razón podríamos enfermarnos… Hace frío –Dijo conduciendo al moreno dentro del apartamento otra vez-
-Estás cálido, me gusta –Dijo abrazando al rubio por la espalda y escondiendo su rostro en el cuello del rubio- Me gustas
-También me gustas. ¿Quieres comer?
-No, quiero acostarme un rato, solo quiero estar contigo –El rubio sonrió volteando y tomando de las mejillas al moreno para besarlo-
-Te amo
-Gracias por amarme… Yo también te amo
Ambos se dirigieron a la habitación y se acostaron en la cama mientras hablaban amenamente un rato, Deidara dejo de hablar para prestar atención al moreno y se sentía tan cómodo que se abrazó al cuerpo del moreno sintiendo su cercanía y respiración tan tranquila
-Perdóname si alguna vez te hice algo que te molestara o disgustara. No puedo perdonarme el casi haberte perdido, no permitiré que vuelva a pasar
-Yo tampoco lo permitiré, eres mío ¿Bien? –Dijo levantando la mano izquierda del rubio donde estaba su anillo de casado- Y yo soy tuyo
-Por siempre
-Para siempre
-¿Qué quisieras hacer ahora? ¿Cómo quisieras recibir el año nuevo? ¿Desearías algo para el próximo año?
-Si te soy sincero –Dijo soltando al rubio y colocándose sobre este a horcadas- No desearía estar en otro sitio ni con alguien más, no quiero otra cosa más que estar contigo… Quiero que mi próximo año sea contigo… Y justo ahora –Dijo acercándose a los labios del rubio- Solo quisiera hacerte el amor hasta que llegue el año nuevo –El rubio se sonrojó-
-Ita… -El moreno no le dejo terminar-
-Para que así quede claro que todo el año te daré mi amor cada que pueda, que te amaré cada uno de sus días y que mi amor no se acaba por más que pase el tiempo
-Prometo amarte tanto como pueda y como mereces –Dijo tomando el rostro del moreno aun sobre el- Te amo demasiado y también quiero hacerte el amor hasta que no queden dudas de ello
Itachi sonrió tomando los labios del rubio entre los suyos, poco a poco y a pesar de que las ventanas estaban abiertas y dejaban entrar el frio viento de la noche, entre ellos el calor comenzaba a aumentar. No importaba el invierno fuera de las paredes porque ellos eran plena primavera en el interior.
Sasuke se levantó de la silla y miró a través del ventanal la ciudad siendo adornada por la nieve y las luces festivas de la fecha, sonrió, hace poco se dio cuenta de la hermosa vista que tenía desde su oficina. Pero viendo a las personas ir a prisa para buscar refugio en sus hogares y familias se sintió extrañamente solo… Le abundó la soledad alrededor al observar su inmensa oficina vacía y oscura, no le gustaba el sentimiento pero tampoco tenía con quien pasar la fecha desde la muerte de sus padres solo tenía a Itachi y Sai, pero Sai tenía a su padre y hermano, y ahora Itachi tenía a Deidara… ¿A quién tenía Sasuke? Antes jamás le había importado, pero ahora… Ahora se sentía triste.
-Hasta el más solitario puede sentirse demasiado solo… -Reflexionó sobre sí mismo, tomó su saco y decidió salir hacia su casa, al entrar a su auto saco su teléfono y escribió-
Naruto estaba en su apartamento bebiendo un poco, hasta hace poco estaba en el balcón ahora estaba dentro observando desde ahí la ciudad. Se sentía alegre, estaba feliz de pensar que todos sus seres queridos estaban bien y con sus familias. Además que al fin Deidara pensaba en sí mismo y su relación con Itachi, al fin estaban ellos juntos aparte. De repente su teléfono comenzó a sonar llamando su atención. Leyó el mensaje y sonrió
“¡Feliz año Dobe, espero estés muy bien!”
-Ese baka… -Sonrió- ¿¡Quieres salir!? –Preguntó en voz alta, desde lejos la voz de una mujer se escucho-
-¿A dónde vas a estas horas?
-A ver a un amigo… -Respondió-
Sasuke entró en su casa y se dirigió a su habitación, apenas había colocado un pie dentro de la misma cuando el timbre de entrada llamo su atención, se dirigió a abrir
-¿Quién es? –Al no obtener respuesta abrió un poco y observó al rubio de espaldas- ¿Naruto?
-Ah, hola Sasuke, ¿Puedo pasar?
-Claro… -Dijo abriendo y dejando entrar al rubio- ¿Qué haces aquí?
-Algo me dijo que estabas solo… Y decidimos acompañarte
-¿Decidimos?
-Ah sí, ven pasa… -El moreno observó a la mujer entrar tras el rubio y sonrió un poco-
-Bienvenida Tsunade-san
-Puedes tutearme chico tranquilo, gracias por recibirnos
-Están en su casa
-No me sentía cómodo pensando que estabas solo
-Si te soy sincero vengo llegando –Comentó mientras todos se dirigían al recibidor con la chimenea para abrigarse mejor de la noche- Y además… Gracias –La mujer observó un poco lejos la conversación y tomó asiento en el sofá individual- Me siento solo y jamás me había sentido tan solo en realidad…
-Ne, Sasuke… No temas más, no estás solo –Sonrió el rubio colocando una mano en su hombro a modo de consuelo- Yo estoy aquí… Puedes contar conmigo –Sasuke no pudo evitar que la tristeza que había estado sintiendo lo abrazara por completo y lo invadiera de golpe, abrazó con fuerza al rubio y se acunó en su cuello-
-Gracias…
-Mi niño… -Mencionó Tsunade llamando su atención- No es bueno estar solo, este tonto que ves aquí –Dijo refiriéndose al rubio y acercándose al abrazo- También estaba solo, pero yo no iba a permitirlo y vine para estar con él yo sé que Naruto está feliz porque sus seres queridos están felices pero también que la soledad no le agrada… Y vine a apartar la soledad, ahora haré lo mismo contigo… Ambos estamos aquí contigo –Sonrió-
-Gracias Tsunade
-No hay de que…
En ese abrazo Sasuke se sintió reconfortado, sonrió por primera vez en mucho tiempo tranquilo y a gusto… Así se sentía una familia, justamente así… Y le encantó.
-Bueno a mí me prometieron bebidas si venia así que quiero me paguen –Comento la rubia de repente haciendo que los otros dos rieran-
-¡Pues bebamos! –Apoyo el rubio-
Y bebieron, rieron, hablaron, se burlaron, hasta que llego el año nuevo donde se abrazaron y felicitaron mutuamente disfrutando del cielo ser iluminado por las muchas luces artificiales que la gente en la ciudad compraba para la fecha. Sasuke se sintió tentado a tomar la mano del rubio, lo observo sonriente como solo él sabía sonreír mientras miraba el espectáculo nocturno las luces reflejadas en su piel lo hacían más resplandeciente de lo que siempre le había parecido, pero pensándolo con la mente un poco más fría a solo unos centímetros de rozar su mano se alejó reconfortándose inmensamente con el regalo de la presencia del rubio a su lado, y en ese momento, fue suficiente.
Llegadas las 2 am los rubios decidieron marcharse, pero al llegar al departamento Naruto no durmió, pasó toda la madrugada despierto pensando en sus nuevos ideales para este año
Al fin había cumplido su meta al volver inicialmente a Japón, hablar con Sasuke dejar las cosas claras, y lo hizo… Pero no pensaba volver pronto a Nueva York, esa había sido una buena etapa pero su vida estaba en Japón, el amaba su país y su ciudad no podía abandonarla simplemente, definitivamente ahora es que Japón tenia por ver de Naruto Namikaze Uzumaki, su historia apenas comenzaba. Su historia sentimental que jamás dio vuelo verdaderamente con Sasuke ya había terminado, porque siendo sincero, Naruto quiso mucho al moreno, muchísimo y jamás lo negaría aun lo quería… Pero Naruto jamás correspondió a Sasuke, el nunca dijo “te amo” porque nunca lo sintió, el jamás amo al moreno, le atrajo le gusto le agrado lo quiso pero jamás lo amo… Y solo cuando estuvo lejos lo comprendió, pero tardo tanto en volver porque quería estar seguro de que Sasuke sería capaz de aceptar la verdad y no intentar algo más, cuando luego de más de un año Sasuke no volvió a aparecer en su vida supo que era el momento de volver y aunque el moreno dijera que siempre lo amaría él lo comprendía pero entendía también que primero debía pensar en si mismo y si el no sentía lo mismo que el moreno, era definitivamente una mala idea hacerle ilusiones al moreno, eso sería peor… Que jugaran con los sentimientos del moreno no estaba bien.
¿Si quizás el futuro tenia determinado que correspondiera a Sasuke? No lo sabía si era sincero, pero estaba seguro, por ahora, que no ocurriría. Más si pasaba el no se opondría, estaba claro en que su historia sentimental con Sasuke estaba cerrada… Y que ya tenía la respuesta a la pregunta que hace mucho el moreno había hecho… Nada. Nada que el dinero pudiera pagar era el precio de su amor, un precio que ni Sasuke ni nadie iba a pagar nunca, no porque no fuera a enamorarse algún día sino porque sus sentimientos no estaban a la venta…
-¡Muy bien! –Dijo alegre y decidido colocándose de pie, estaba en la azotea del edificio observando la mañana iluminar la ciudad, estaba amaneciendo- ¡Prepárate Japón! ¡Porque Naruto está de vuelta!
Y Sasuke, Sasuke tampoco pudo dormir y estaba observando desde el patio de su mansión como comenzaba a amanecer, se dirigió a su habitación… Sobre su cómoda observo el collar con el anillo de su madre y lo tomo, sonrió. Definitivamente mientras esa joya existiera su amor, su único amor, siempre estaría vivo… Sasuke no podía asegurar que no podría volver a amar a alguien mas porque seguramente habría alguien en ese mundo que lo haría volver a creer en el amor y experimentarlo, pero el jamás olvidaría a su primer amor y estaba seguro que por mas que llegara a amar a otra persona, jamás la amaría tanto como a Naruto, jamás.
Además sonrió, sonrió porque al revisar su teléfono encontró una foto de la noche anterior, Naruto y él ambos sonrientes y bebiendo disfrutando del año nuevo, y ahí se veía claramente que a pesar de todo el rubio jamás lo olvidaría a él tampoco, Naruto tenía aun consigo el reloj que Sasuke le había regalado hacia tanto tiempo ya, cada uno tenía algo que le recordaría al otro, puede que la historia terminara pero jamás seria olvidada.
Y en lo que Naruto tenía que estar claro es que Sasuke seguiría siendo como siempre ha sido, definitivamente dejaría de impresionarlo e intentar comprarlo porque ya sabía que Naruto no tenia precio pero definitivamente seria demostrándole con sus acciones que él lo amaba porque cuando amas, debes demostrarlo, porque puede ser tarde si lo guardas y piensas mucho… Puedes perder el momento y el tiempo se ira, sin mirar atrás. Pero Sasuke también pensaría en su propia felicidad, no podía seguir siempre una causa perdida, y debía encontrar a quien algún día pudiera ganar sus sentimientos y admiración… Porque sabía que habría alguien afuera que lo mereciera tanto con él merecería a esa persona, y siendo sincero, estaba ansioso por encontrarle.
Unos días después…
-¿No pensabas que en serio te dejaría ir tan fácilmente? ¿O sí? Dobe –Preguntó Sasuke apareciendo repentinamente frente al rubio que apenas salía del edificio donde vivía-
-¡Teme! ¿Qué haces aquí?
-He venido a verte… -Naruto suspiró- Aún te amo, debes hacerte responsable hasta que me enamore de alguien más –El rubio negó con la cabeza mientras reía- ¡Vamos! –Gritó lanzándole las llaves del Ferrari al rubio y subiendo al auto-
-Por supuesto que no podía ser verdad que te quedaras quieto, pero al menos esta vez sé a qué atenerme –Dijo antes de subir al auto- ¿A dónde debo llevarte? ¿Sharingan?
-Llévame contigo, donde sea que vayas quiero estar ahí
-¿Y si llego al fin del mundo? –Pregunto mientras conducía-
-Entonces llegaré contigo… -Dijo decidido, Naruto no pudo evitar que su corazón brincara de gozo por esa respuesta y Sasuke sonrió con la sonrisa más grande y alegre que alguna vez pudo mostrar en su rostro-
-Bien, entonces vayamos juntos.