Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dinero ¿Compra el amor? por AndriiNaruu

[Reviews - 484]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

VOLVII:D antes de lo pensado! Genial^^

  Karin pasó por la puerta de cristal luego de que el portero la abriera y detrás de sus lentes oscuros observó fijo al frente, sabía donde debía ir y simplemente camino como dueña de la empresa, piernas rectas, espalda derecha, barbilla en alto, sus tacones resonaban dejando en claro que iba rápido y que mejor nadie se metiera en su camino, apenas apareció por el pasillo Ino alzó la vista detrás de sus gafas pero no levantó la cabeza, Karin abrió las puertas de par en par como si nada

 

-¡Sasuke! ¡Necesito… ¿Sasuke? –Solo entonces notó que la oficina estaba completamente vacía, se dio la vuelta, Ino estaba ahí parada. Una mueca de desagrado se mostró en el rostro de la pelirroja y debajo de los lentes miro arriba abajo a la rubia que poco estilo tenía, sentencio mentalmente, falda negra que le llegaba desde la cintura hasta un poco sobre las rodillas, camisa de vestir blanca y esos lentes… Poco sofisticada- ¿Dónde está Sasuke? –Preguntó molesta-

-El señor Uchiha no puede atenderla hoy, tiene muchas actividades, ahora mismo está en una reunión y no volverá a la empresa después de eso –A Ino jamás le había agradado esa mujer, era déspota por completo. Karin se cruzó de brazos acercándose lentamente a la rubia- Le pido salga de la oficina del jefe –Lo atenta que era usualmente Ino se perdía con esa mujer, era respetuosa pero solo porque debía-

-¿Te crees mucho? ¿Solo por ser una simple secretaria? Una simple asistente… -Sentenció quitándose los lentes- Tu no me dices cuando salir de aquí ¿Entiendes? No veo el momento de que… -La miró bien y sonrió con maldad- Sasuke te despida

-Discúlpeme pero son órdenes del señor Uchiha que nadie esté en su oficina

-No me importa lo que digas –Cada sílaba fue clara y lenta, se dio la vuelta caminando dentro de la oficina y dejó la cartera en el escritorio observando por el ventanal- Además, yo no soy nadie ni cualquiera, yo soy la novia de Sasuke y puedo esperarlo cuanto me dé la gana –“¿Novia?”  Pensó la rubia, ya quisiera esa mujer ser la novia de su jefe, era obvia su obsesión- Ahora… -Se dio la vuelta observando a la rubia y movió una mano echándola fuera de la oficina- Vete y déjame sola

 

  Ino salió de la oficina cerrando las puertas y rodó los ojos dirigiéndose a su escritorio, Karin adentro sonrió y se sentó detrás del escritorio observando por el ventanal la ciudad. “Todo pronto será mío, no falta mucho para que Sasuke se me declare, estoy segura”  pensó alegre. Ella siempre había estado enamorada de Sasuke, más que amor comenzaba a ser una obsesión ella era capaz de cualquier cosa por el amor del pelinegro, y en su mente Sasuke solo podría estar con ella, con alguien como ella. Elegante, misma escala social y económica, ambos eran físicamente atractivos, era obvio que estaban destinados a estar juntos… A su parecer.

 

-Bueno señores, fue un gusto hablar con ustedes espero todo haya quedado claro y si tienen alguna duda por favor dejarla por escrito a mi asistente Ino –Dijo Sasuke saliendo de la sala de conferencias y caminando para dirigirse a su oficina- Buen día Ino –Dijo simplemente recibiendo una carpeta de parte de ella-

-Señor…

-Ahora no Ino, un momento… -Jamás dirigió la mirada a la rubia simplemente entró en la oficina como si nada pero cuando por fin alzó la vista ya frente al escritorio, la silla se dio vuelta y Karin apareció sonriendo de piernas cruzadas-

-¡Sasuke! Me has hecho esperar, pero no importa, no importa ¿Cómo estás? –Preguntó levantándose y acercándose al hombre, lo tomó por el cuello y cuando quiso besarlo en la mejilla el moreno se alejó impidiéndoselo ella le restó importancia y sonrió aun abrazada a él-

-Suéltame Karin, estoy ocupado

-¿No me saludas? –Preguntó melosa, él simplemente le lanzo una mirada molesta y ella se alejó cruzándose de brazos fingiendo molestia- Te esperé no sé por qué estas molesto pero no deberías pagarla conmigo –Llevó sus manos a la corbata del hombre ajustándola-

-No estoy molesto pero no deberías estar en mi oficina, estoy apurado –Alejó a la mujer y miró su reloj, tomó algunas cosas del escritorio y se dirigió a la salida-

-¡Sasuke! –Gritó ella, Sasuke entonces se detuvo a mitad de la oficina, ella por un momento se sorprendió y asustó llevando una mano a su boca, no debió haber gritado-

-No vuelvas a gritarme –Se dio media vuelta observando molesto a la chica- Esta es mi empresa, no tuya y no permito a nadie tratarme así lo sabes

-Lo sé Sasuke, perdóname

-Calla. No quiero que cuando no esté entres en mi oficina sin permiso mucho menos llegues como si nada cuando si estoy. Aquí se hace lo que ¡Yo diga! –Sentenció, la chica se sintió mal y bajo la vista- Ahora por favor vete, tengo mucho que hacer y voy tarde

-¿Nos vemos otro día?

 

 

 El simplemente siguió caminando como si nada, Ino en la puerta se despidió de él y miro a la mujer esperando que saliera, Karin bufó, tomó su cartera y lentes y salió molesta de ahí. Una vez afuera observó el auto donde usualmente Sasuke salía alejarse y suspiró, tomó un taxi y una vez dentro no pudo evitar que una lagrima resbalara, rápidamente la quitó y se mordió el labio inferior.

  ¿Por qué Sasuke siempre tenía que plantarla tan horriblemente? Le parecía que no se lo merecía y le dolía demasiado, pero sabía que a pesar de todo Sasuke le tenía aprecio y después se disculparía, pensar eso siempre hacía que ella se sintiera mejor y le recordaba que algún día ellos estarían juntos, se engañaba pues sabía que Sasuke jamás se disculpaba. Sacó un poco de polvo de la cartera y borró todo rastro de alguna lágrima en su rostro.

 

  Mientras que Sasuke iba leyendo algunos documentos, su teléfono sonó y rápidamente lo colocó contra su oreja sin alejar la vista de la carpeta en sus manos. Llevó un momento la vista lejos de la carpeta y una mano a su cabeza, esa conversación comenzaba a molestarlo ¿Por qué se ponían de acuerdo para hacerlo pasar un mal día? Ya iban dos veces en el día, entonces dejó de hablar escuchando al otro lado de la línea y llevó la vista fuera del auto, nada interesante ocurría, todos caminaban de aquí para allá, hablaban o miraban su teléfono, oían música… Las mismas personas de siempre.

  En el sentido contrario un auto pasó tranquilamente, Naruto iba al volante y rió luego de escuchar lo que Sai acababa de decir, se habían encontrado en la compañía y ahora los habían mandado a buscar unos planos y hablar con otra persona sobre el centro comercial que iba en proceso a ser construido. Hasta ahora habían congeniado bien así que el rubio no tuvo problema alguno en que fueran en su auto, después de todo ambos iban al mismo sitio.

 

-Cuesta creerlo ¿Verdad? –Preguntó Sai-

-Jaja si, parece increíble pero ¿Cómo se que no me mientes?

-¿Me crees capaz de mentirte? –Preguntó con falsa ofensa-

-Mm, si. Eres un total desconocido para mí –Declaró con total indiferencia, Sai llevó una mano a su pecho y exclamó ofendido-

-Me duele que piensen así de mi –Ambos se mantuvieron en silencio unos segundos, luego la risa se hizo presente- Jajaja eres agradable debo admitir

-Lo sé, siempre lo dicen

-Uhh y muy humilde según veo

-Toda la vida jajaja

-Creo que es allá –Señaló el moreno observando el GPS de su celular-

-Así parece

 

   Luego de estacionados ambos bajaron del auto y se dirigieron a la oficina donde debían, adentro un hombre los recibió y dieron por empezada la conversación, los planes ideas permisos y demás papeles se pusieron sobre la mesa. Todo iba sobre la marcha, pronto podrían comenzar a nivelar el terreno que ya estaba limpio, el presupuesto estaba perfectamente a la medida y los trabajadores ya estaban contratados, los materiales estaban siendo comprados.

  La conversación se dio por cerrada un par de horas después y ahora debían dirigirse devuelta a la compañía, entraron en el auto…

 

-Sinceramente Naruto, tienes buena mano

-¿Cómo así? –Preguntó el observando el camino y moviendo la palanca de cambios. Sai observaba en una escala menor en una hoja de papel el diseño del edificio-

-Hablo del centro comercial, tienes un buen trazo esto se ve genial

-Gracias

-¿Qué te inspira?

-Bueno… Son muchas cosas, por ejemplo me gustan las líneas largas las ideas nuevas no el típico edificio de siempre

-Se nota

-Sí, la naturaleza me gusta mucho y también otras construcciones siempre me ayudan como inspiración

-Ya veo… -La mente de Sai viajó por un momento, de ese plano hacer un cuadro no sería difícil, claro para alguien que quisiera hacerlo, él hacía mucho no pintaba así que solo podía imaginar aquella idea-

-¡Sai!

-¿Qué pasa? –Solo entonces escuchó el llamado del rubio-

-¿Dónde estabas? Te estaba llamando parecías dormido

-Ah sí, lo siento jaja estaba imaginando algo. ¿Decías?

-Preguntaba que si te llevo a la compañía porque yo debo encontrarme con el contratista para la compra de algunos materiales

-Ah… -Se lo pensó un momento- Si no te molesta, sigo contigo y te ayudo

-No hay problema –Sonrió-

 

  El rubio se detuvo por el tráfico que ocasionaba el semáforo en rojo y recostó el brazo izquierdo en la ventana, por un momento recordó que esa mañana, cuando se había despertado Deidara ya iba de salida… Día de más de 12 horas de trabajo, demasiado para una persona pensó él, pronto tenía que hablar con su hermano y plantearle que ya no había tanta necesidad de trabajar tanto, que podía dedicarse a otra cosa.

  Sus pensamientos quedaron a medias cuando en la vía contraria un auto estrelló un motociclista que luego rodó por el pavimento, ambos dieron un exclamo de asombro y miedo observando fuera del vidrio lo que había ocurrido

 

-¿¡Pero qué diablos fue eso!? –Gritó Sai aún observando al otro lado de la vía-

-¿Estará vivo? –Preguntó el rubio cuando notó que el auto detrás de él sonaba la bocina, debió poner el auto en marcha pero de su mente no salía aun aquella escena-

-Vaya…

 

  Lo que ninguno notó fue que después de que el motorizado saliera rodando por el pavimento, la moto siguió de largo por el suelo y un oficial que estaba cerca notó que se llevó en el camino a una mujer y corrió hacia ella rápidamente, la moto ya estaba lejos detenida por el golpe mientras la mujer ahora estaba en el suelo, llego hasta ella mientras algunas personas y otros oficiales se dirigían al motorizado y al auto responsable, otros solo observaban con curiosidad.

 

-Señorita, señora ¿Está bien? Responda

-Ah… -La mujer llevó una mano a su cabeza y abrió los ojos encontrándose con un hombre de cabellos naranja y ojos grises que la miraba preocupado- Me dolió ¿Qué paso? –Preguntó sentándose, el oficial la apoyo contra su torso-

-Un auto embistió un motorizado y la moto rodó por el pavimento atropellándola a usted en el proceso, pero por lo que veo está bien… -El hombre en ese momento la observó extrañado y notó que vestía de bata blanca y uniforme de doctora con colores y muñecos infantiles, en la bata se leía “Dra. Konan Tenshi” entonces recordó, ella era la pediatra de su hijo…- Dra. Tenshi

-¿Eh?

-¿Está bien?

-Sí, sí solo me duele un poco el cuerpo y la cabeza, pero estoy bien… -Con ayuda de él se levantó- ¿Nos conocemos? Se me hace conocido

-Eh, bueno algo así. Usted es la pediatra de mi hijo, Pein

-Creo que ya lo recuerdo –Sonrió- Gracias por todo oficial Matsumoto –Sobre el pecho del hombre estaba como identificador “Y. Matsumoto”-

-No se preocupe para eso estoy –Sonrió, justo en ese momento un paramédico se acerco a ellos preguntando por el estado de la mujer, ya las autoridades ponían orden en la calle. Mientras el paramédico se llevaba a Konan ella giró el rostro despidiendo con la mano y una pequeña sonrisa al hombre que le respondió igual-

 

  El hombre junto con sus demás compañeros oficiales volvieron al trabajo, mantener al margen a las personas que estaban observando, esperar a las autoridades que investigarían el caso y dejarlos hacer su trabajo.

   Itachi acababa de despedir un paciente del consultorio y terminaba de escribir en la hoja de vida del hombre cuando un colega apareció por la puerta

 

-Itachi

-¿Hm? Ah, Shino ¿Qué pasa?

-Konan fue atropellada por una moto

-¿¡Que!? –El moreno levantó la vista sorprendido-

-Relájate y déjame hablar ¿Si? –“Shino Aburame” decía en su uniforme, el hombre hablaba seria y calmadamente, tomo asiento delante del Uchiha y volvió a hablar-

 

  Gaara alejó la taza de sus labios y la colocó sobre la mesa de la sala, apartó la vista un momento de los documentos frente a él y paso una mano por su cuello en muestra de cansancio.

 

-Por suerte a la final me decidí a no hacer el máster internacional… -El sonido de la puerta lo hizo levantarse a abrir- Sakura –Exclamó sorprendido-

-Hola -Ella sonrió saludando-

-Pasa, no esperaba verte por aquí –Le devolvió una pequeña sonrisa dejándola entrar- Disculpa el desorden

-No hay problema, ¿Caso difícil?

-No, el caso no. Las personas son las difíciles –La pelirrosa rió mientras él se llevo todos los documentos lejos y la invitó a tomar asiento- Cuéntame ¿Qué haces aquí?

-Quería verte, como estabas. Ya que el otro día no pudimos hablar mucho

-Sí, tienes razón. Pues yo aquí ves, mismo departamento, entre papeles como siempre

-Jajaja tienes razón

-¿Y tú? La última vez que supe de ti habías conseguido un contrato

-Sí, una gira por Asia –El pelirrojo se levantó llegando a la cocina y volviendo con una jarra de agua y un par de vasos-

-Ahora es lo único que puedo ofrecerte

-Jaja, el agua es vital así que está bien

-Estoy de acuerdo. –Ella bebió- Entonces, ¿Ya se acabo eso?

-Sí, al igual que tu estoy de vuelta todo igual que antes, volveré al estudio a dar clases y si tengo suerte quizás pueda salirme otro contrato igual de bueno o quizás mejor

-Ojala, no, mejor dicho estoy seguro

-¿Tú no tienes planes de volver a Australia? ¿Otro país?

-Mm, no por ahora. Quiero trabajar, juntar dinero, quizás más adelante pero por ahora no creo

 

  Sakura sonrió, eso es algo que ella y Gaara siempre tuvieron como interés común, viajar, viajar y conocer otros lugares. Al final también habían resultado iguales, volviendo al sitio del inicio volviendo a sus raíces en Japón, pero con la idea de quizás volver a salir.

 

-¿Ya has visto a Naruto? –La pelirrosa no se espero la pregunta y casi se atragantó con el vaso de agua- Jajajaja

-¡Gaara!

-¿Qué? Yo no hice nada jaja solo fue una pregunta –Ella no pudo evitar que el sonrojo subiera a sus mejillas-

-Sí, si ya lo vi y hablé con él, parece que le va bien

 

  Gaara no ocultó la sonrisa en sus labios, siempre le pareció tierna la manera inocente en que desde hace años Sakura amaba a Naruto, siempre creyó que el chico terminaría amándola pero ahora se daba cuenta de que eso jamás seria así, para el rubio ella era más una hermana y deseaba que la mujer que llegara a su vida lo amara tanto como Sakura, y que el hombre que llegara a la vida de ella pudiera darle todo lo que el rubio no podía. Tomó la mano de la chica y entonces ella lo miró a los ojos y correspondió a su sonrisa.

 

-¿Estás bien? –Preguntó Itachi desde el marco de la puerta del consultorio de Konan, la chica alzó el rostro tranquilamente-

-Si ¿Ya te llegó el cuento?

-¿Acaso esperabas que no? –Bromeó- En serio ¿No te paso nada?

-En serio, estoy bien. –El hombre se sentó frente a ella, Konan sonrió- Gracias por preocuparte solo me golpee no pasó nada

-Y ¿Cómo paso?

-No se… Yo solo iba caminando y de repente estaba en el suelo…

 

  Mas tarde... Konan e Itachi se despidieron en la salida del hospital tomando direcciones diferentes, en la parada de autobús la chica recibió una llamada…

 

-¿Bueno?

-Hola…

 

  Toda tranquilidad se evaporó del rostro de la mujer, sus ojos se volvieron oscuros y su rostro serio. No esperaba esa llamada…

 

  Naruto no podía dormir esa noche… Prefirió perder el tiempo y poner la mente en terminar una maqueta que tenía a medias, observó el reloj pasaban de las 10 y Deidara aún no llegaba, sabía que Itachi pasaría por él y que no debería preocuparse pero no podía evitarlo, lo negaba frente a Deidara pero siempre que tenía turnos tan largos y llegaba tan tarde, aún siendo él un niño, se quedaba despierto esperando por el mayor, se hacia el dormido a veces pero siempre se dormía después de que su hermano estuviera en casa. Después de que apareció Itachi las cosas se calmaron un poco pues sabía que el pelinegro muchas veces en esas jornadas largas buscaba al rubio pero no quitaba que siempre se preocupara… ¡Deidara era su hermano!

  La puerta se oyó y salió al encuentro del rubio mayor, obviamente cansado, solo entonces Naruto pudo acostarse en su cama y dormir.

  Deidara después de oír la puerta del cuarto de su hermano cerrarse suspiró, dejó los cubiertos sobre el plato de comida que Naruto le había preparado, no podía comer no tenía hambre aunque hacia mucho que no comía nada. Tomó todo y lo colocó en una bolsa, mañana lo llevaría a los perros que frecuentaban el restaurante. Al dirigirse a su habitación se detuvo frente a la de su hermano y suspiró,  la charla se acercaba estaba seguro, tendría que hacerle entender a Naruto que no le molestaba su trabajo, que no debía preocuparse por las horas que trabajaba o por cualquier otra cosa, después de todo Deidara era adulto, incluso mayor que Naruto, sabía lo que hacía y eso el menor tendría que entenderlo algún día quisiera o no…

 

******

  Fin de semana, era sábado, Naruto salió del apartamento aún era de día y vestía ligero, cómodo, un mensaje fue suficiente para saber dónde ir, subió al auto y se dirigió al estudio que ya conocía. Lo observó desde afuera cuando llegó, el estudio donde desde hace años Sakura aprendía a bailar, y donde luego se había convertido en profesional, donde ahora enseñaba a otras personas a bailar.

  Subió hasta el piso indicado y estando a punto de tocar la puerta se quedó con la mano alzada, adentro a través del cristal estaba su amiga, dándole la espalda a la puerta donde él estaba, ella observaba fija su reflejo pero se oía la música sonar, su cabello estaba atado completamente, perfectamente recogido, la malla era rosa pero la falda y el pequeño suéter que cubría sus brazos eran de color negro, ella comenzó a moverse sin saber que él la observaba y Naruto se recostó de la pared era obvio que Sakura amaba bailar, él no sabía mucho de eso, pero por lo que ella le comentaba a veces y por lo que él mismo veía, esa chica amaba el baile.

  Siempre le había parecido interesante pues algunas cosas se veían difíciles y algunas tan hermosas, girar de esa forma tan seguido no debía ser fácil, estirar así las piernas hacia que se vieran fuertes. Sonrió, Sakura era linda. Pero ella se detuvo de repente cuando notó en el espejo el reflejo del rubio y se volteó observándolo sorprendida, Naruto saludó con la mano, ella apagó la música y le abrió la puerta

 

-Naruto, no sabía que estabas ahí ¿Llevas mucho?

-No, no mucho –Mintió- Acabo de llegar

-Ah, ya veo

-Te traje algo

-¿Eh? –El rubio levantó la bolsa en su mano sonriendo y ella le devolvió la sonrisa- ¡Son dangos!

-Jaja si y wagashi también

-¡Ah! ¡Me encanta! ¡Gracias gracias! –Abrazó al rubio y ambos tomaron asiento improvisando una pequeña mesa junto a ellos donde colocaron los dulces junto con el té que el rubio había comprado-

-No esperas a nadie ¿O si? Digo porque no sé si estoy interrumpiendo algo –Naruto llevó una mano a su nuca, ella sonrió, era el típico gesto del rubio de estar avergonzado o incomodo-

-No, no te preocupes. Estaba practicando porque hoy tengo una presentación pero las niñas llegaran más tarde por una clase especial ¿Cómo sabias que estaba aquí?

-Gaara me dijo

-Me encontré con él, lo visité

-¿No te duelen los pies?

-¿Por qué?

-Dicen que esas cosas duelen –Ella observó sus pies, llevaba puestas sus puntas de ballet-

-Es parte de ser una bailarina –Comentó con nostalgia- Te acostumbras después de un tiempo

-¿Segura?

-Sí –El rubio se preocupaba porque hacía años había visto a su amiga llorar, llorar de dolor, ella no quiso mostrar sus pies ante él y los ocultó pero él ya la había visto observando sus pies y los notó sangrantes y morados, desde entonces siempre preguntaba cuando ella usaba esas zapatillas-

-¿Dónde vas a presentarte? Y ¿Por qué no me invitaste?

-¿Ah? –Ella se sorprendió, ¿El quería acompañarla?- Es que es algo pequeño, no es la gran cosa y no lo pensé… A lo mejor tienes algo mejor que hacer

-Jaja –El a veces lo hacía por molestarla, en ese momento le regaló un beso en la mejilla, ella se sonrojó- Me gusta como bailas

-Gracias… Es un halago

 

  Sasuke suspiró, estaba en el escritorio de su cuarto trabajando, aún en fines de semana siempre tenía algo que hacer y no lo dejaba para después, ya estaba acostumbrado a trabajar desde casa y por eso tenía una parte de su cuarto para eso, para eso su cuarto era el más grande además. Sabía que no estaría solo ese fin de semana y eso era lo que no le agradaba, Sai estaba en casa, Itachi estaba en casa, se supone que el fin de semana es para descansar ¿Cuándo descansaría de esos dos? ¿No tenían ellos algo que hacer?

  No pudo seguir concentrado aunque ya casi terminaba su trabajo y se asomó a la ventana, su entrecejo se arrugó. Ahí estaban Sai e Itachi riendo, hablando, bebiendo… en su patio, en sus sillas de jardín, en su mesa de jardín, junto a su piscina, todo era suyo y ellos lo estaban disfrutando. ¿Por qué no les decía algo? Sentía que no valía la pena, Itachi protegía a Sai y siempre salía con la excusa “también es mi casa” “también son mis cosas”  odiaba que tuviera razón, legalmente la casa estaba a nombre de ambos.

 

-¿De qué estarán hablando? ¿De quién se estarán burlando? –Se preguntó en voz alta-

 

  Mientras que Itachi y Sai…

 

-Casi lo olvido –Dijo el mayor alejando el vaso de su boca- Quiero que conozcas a alguien

-¿Alguien? ¿Deidara?

-Sí –Sonrió- Quiero que se conozcan

-Quiero conocerlo, me da curiosidad siempre me cuentas de él –Sai sonrió porque Itachi no lo miraba fijamente pero por las sonrisas que lanzaba al aire era obvio que el hombre estaba enamorado, llevó su vaso a su boca- Debe ser especial

-Sí, yo pienso igual y me alegra que estés dispuesto a darle una oportunidad

-¿Por qué no lo haría? ¿Quién soy yo para decirte algo? Es tu vida –Comentó como si nada, entonces el mayor dejo de sonreír- ¿Qué? ¿Dije algo malo?

-No, dijiste lo justo…

-¿Entonces?

-Sasuke no estaba tan dispuesto y abierto… -Dijo observando el liquido en su vaso- Deidara de hecho estaba algo reacio a conocerte porque con Sasuke fue todo tan difícil

-Sí pero yo no soy Sasuke

-Lo sé –Sonrió- Y agradezco eso

-¿Qué le ha pasado?

-¿A Sasuke? –Sai asintió, Itachi observó al frente los arboles lejanos moverse con el viento- Sasuke se ha convertido en Fugaku… -Fugaku Uchiha fue el padre de Itachi y Sasuke- Sabes que siempre fue su ídolo, al final él logró sembrar en Sasuke la codicia y el orgullo…Eso pasó

-Mm… Ya veo.  Tiene sentido, ha cambiado tanto

-Demasiado

-Ah, pero mejor olvídalo algún día se le pasará –Itachi suspiró-

-Ojalá

-Volvamos al tema de Deidara –Itachi rió bajo, Sai rió igual- Así es mejor, que te rías jaja ¿Vendrá hoy?

-Está trabajando pero usualmente sábado y domingo se queda conmigo. Pero venir aquí, no creo, solo una vez pisó esta casa y ganas no le quedaron

-Me imagino… -Ambos escucharon la puerta corrediza abrirse y observaron a Sasuke serio- ¿Nos acompañarás o te quedarás ahí parado? –Preguntó Sai seriamente, de repente con la intromisión de Sasuke el ambiente se volvió pesado y serio. Sasuke se dio la vuelta entrando una vez más, Itachi observó a Sai alzar y bajar los hombros- Lo intenté, allá él con su mala actitud…

 

  Sasuke apretó los puños aún cerca de la puerta, “Solo una vez pisó esta casa y ganas no le quedaron” “Allá él con su mala actitud” había escuchado, agradecía que Deidara no viniera a casa, si él no quería venir a su casa Sasuke tampoco quería que viniera, a su parecer el rubio solo era un arrimado a Itachi, a pesar de solo haberlo visto una vez y de eso hace años. Su actitud no era problema de nadie, menos de Sai que solo estaba ahí de arrimado gracias a Itachi.

   Se detuvo frente a la chimenea de la sala, ahí estaba una foto de sus padres, observó solo a Fugaku él seguramente estaría de acuerdo con Sasuke estaría orgulloso de lo que era… ¿Pero y Mikoto? Observó a la sonriente mujer junto a su padre, su madre, Mikoto Uchiha ¿Qué pensaría ella? Siguió de largo porque en el fondo sabía la respuesta…

 

 

Notas finales:

Dato: Dangos y wagashis son dulces japoneses:3

¿Merece review? ¡Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).