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HOPEMIN/J-MIN DRABBLES por BANGLOVETHEM7

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Park Jimin de 17 años había vuelto de su viaje por América, y la idea de comenzar un nuevo año en una nueva secundaria le era sumamente molestosa. Sobretodo que cuando entras a estos años, normalmente muchos ya tienen grupos de amigos y si no eras abiertos a sus temas te veías en la inevitable mala suerte de ser despreciado o mal recibido.

 

Había sido uno de los primeros en llegar al salón y había ya algunos viéndole de extraña manera. Jimin trajo consigo su mejor amigo del momento.

 

Su libro de mitología vampírica.

 

Vampiros, Jimin aún creía que debían existir aunque todos les confirmaran que era una idea de entretenimiento para cines y libros de fantasía. Pero Jimin a veces se encontraba soñando con estas cosas de tal vez conseguir uno y que le concediera la vida eterna de estar juntos.

 

Jimin tenía su propia ficción en el cráneo.

 

Comenzaban a llegar más estudiantes y Jimin solo quería abrir su libro pero era la primera hora así que debía prestar atención si no quería estar fantaseando.

 

No había alguien que no se le quedara observando a Park Jimin a medida que llegaba, secretando seguro sobre su apariencia y que hacía allí. Si él era sincero, tampoco sabía qué hacía allí. El debería estar leyendo y tal vez emprendiendo un viaje a buscar el vampiro más cercano, pero sus padres amenazaron con llevarle a un psicólogo si seguía insistiendo en irrealidades.

 

El salón ya estaba lleno y para cuando el profesor de esa hora se presentaba, un último chico entró forzadamente sin tomar en cuenta que todos le miraron por un segundo y volvieron a tomar atención a lo que la autoridad del aula tenía que decir.

 

-Hoseok es bueno verte después de unas largas vacaciones... y curso de verano...

 

-Podría decir lo mismo… Pero mi humor no es de los mejores. Bajaré mi cabeza a recostarla. Estaré oyendo... –El chico dijo descaradamente y aun sin ningún nervio pues tenía confianza. Hasta el maestro soltó una risa a lo peculiar que era. El chico hizo exactamente lo que había dicho.

 

-Bien... –después de una larga exhalación. El profesor comenzó la clase aunque Jimin se vio  más intrigado en que era este chico.

 

Vestía todo de negro. Lo único resaltante era su pálida piel y que entre esa piel pálida sus labios tenían un color rosa casi rojizos y le daba un aire sumamente frio. Sin olvidar que al chico le quedaban bien los gorros de lana, llevaba puesto ahora, una beanie negra con una etiqueta de Supreme, para resaltar su marca dándole estilo. Nada más, pero Jimin se encontró muy interesado en el personaje.

 

Fue hasta que terminó la clase que recogía sus cosas y salía con un poco de dificultad pues no quería tropezarse con nadie pero la gente no sabe del respeto ajeno. Este quería aprovechar el desayuno para leer un poco más sobre su libro. Excepto que el pie de quien sabe quién casi le hace caer. No cayó el exactamente. Solo que sus cosas en mano inafortunadamente .

 

No era otro que el chico de la beanie negra. Jimin pensó que no viviría momentos incomodos, pero aquí estaba.

 

-¿Vampiros…? ¿Crees en ellos…? –Hoseok, levantó el libro en especial cuando fue a recoger las cosas rápidamente. Levantó su cara a verle, sonriendo. Era un poco inesperado a su cara de esta mañana cuando casi no ofrecía un saludo en su entrada.

 

-Si... –Jimin arranco el libro protegiéndolo. No quería que le hicieran burla por algo que tanto le fascinaba. –Pero si tienes algo negativo que decir preferiría que me dieras mis cosas y te lo guardes.... –Jimin estaba un poco indispuesto, de la mala manera. Hoseok se quedó callado pero no le daba el resto de las cosas a Jimin aún.

 

-¿Quieres ver uno? – Hoseok preguntó mostrando una cara más relajada. Jimin frunció el ceño que clase de propósito tenía este chico para hacerle querer ver cara de estúpido.

 

-Lo he querido por años pero eso-... ¡Mierda! –Jimin estaba listo para terminar la conversación pues no llevaba a nada. Se suponía que este chico le estaba tomando el pelo. Solo que de un segundo, cuando Jimin articuló su deseo, el peli-negro de la beanie dejo ver unos inmensos caninos en su boca, que le hacían ver una sonrisa sumamente espeluznante cuando te esperas una familiar sonrisa.

 

Jimin quedó como ladrillo al sol. Hoseok aún sonreía pero para cuando se levantó, este le pasó sus libros y con la muñeca de Jimin,  la tomo con sus fríos dedos. Abrió su boca para cerrarla en una mordida que se sentía como punzón y después un aliviador calor. Hoseok no dejaba de ver sus ojos pues se habían tornado un color rojizo.

 

-Te regalo una marca. –Este dijo sonriendo mientras aun sus caninos inferiores tenían sobrantes de sangre.

 

La sangre de Jimin.

 

 

~

 

 

Para Jimin no fue la mejor primera impresión. De hecho cuando volvió a casa su madre preguntó de donde era esa marca en su muñeca y si necesitaba ayuda. Hasta le exigió que se pusiera una venda pues su piel era delicada. Sin olvidar darle una charla de cuidarse por si habían chicos que le acosaba o buscaban peleas pues era una madre actualizada y sabía de eso que llamaban "acoso escolar".

 

Jimin no tenía mente para pensar esas cosas cuando en lo único que le atravesaba era si esta mordida le convertiría en vampiro. Rodó en su cama miles de veces observando la herida a ver si esta le causaría hasta la muerte o si cuando cerrara sus ojos, se transformaría y seria como el chico vampiro de la beanie. Que aunque Jimin no quería dar mucha importancia, este no podía olvidar la forma en que le había chupado solo un poco de sangre.

 

Eso le causó unas terribles ojeras y la no-voluntad de ir a la escuela, pero no tenía opción, sus padres le llevarían hasta las puertas de ese infierno.

 

Igualmente debía preguntar si esta mordida le afectaría.

 

El día no fue distinto al pasado, cuando aún había gente que le veía porque era un nuevo. Muchos hasta se le acercaron. Un chico con voz muy grave para decirle que le agradaba su cabello naranja, no era naranja, pero Jimin tenía un extraño pelirrojo. Expresó que quería teñir su cabello pero sus padres no lo permitirían.

 

Jimin volvió a su clase pero para su suerte tenían la hora libre pues su maestro estaba ausente dejándole la tarea de buscar por el vampiro chico.  Aun Jimin no se lo podía creer, pensó que sería un descubrimiento asombroso pero termino mordido y con el vacío de respuestas.

 

No tomó mucho para buscarle pues para cuando salía del salón después de la noticia El peli-negro apenas llegaba.

 

Este miró a Jimin y sonrió como aquel día sólo que sus caninos no estaban y se veía menos muerto.

 

-¿Puedo hablar contigo? – Jimin se acercó pues este hablaba con un alto chico el cual se despidió pues tenía lecciones ya que era el maestro más joven. Lo oyó en los pasillos.

 

-¿Quieres hablar aquí o quieres ir a la biblioteca? Conozco un lugar... –Jimin no sabía si esta era una buena idea de estar a solas con él pues ¿qué tal si esta vez mordía su cuello y solo le preparaba parar dejarlo seco como una hoja en otoño? Pero si quería hablar de ese tema en específico pues debía aceptar.

 

Era sólo un salón común donde podías hablar porque daban clases. Pero estaba vacío.

 

-Aquí pasé todo el verano y casi nadie lo usa... –Hoseok acomodó unas sillas a lo largo para el poder recostarse. Jimin solo observó pues como este chico tan común era de semejante especie

 

-¿Desde cuando eres vampiro?

 

-¿Toda mi vida? De pequeño me dolían los colmillos por no poder morder así que… Sí. Toda mi vida. – Hoseok contó su historia.

 

-¿Tus padres también lo son?

 

-Toda mi familia lo es. Pero somos excluidos... –Hoseok sabía que preguntas así vendrían en el momento que hizo el impulso de morder al chico.

 

-Uhm y... cuando me mordiste. .. ¿Me voy a volver vampiro? – Hoseok reía ante la inocencia del chico. Tal y como los libros.

 

-Oye no es así con una sola mordida... eso implica más.

 

-¿Y por qué me mordiste entonces? – Jimin estaba un poco decepcionado. Desperdicio toda una noche de sueño pensando en ello.

 

-Te dije que era un regalo...

 

-Oh... Gracias. –Jimin asintió pues eso era incómodo.

 

-¿Te molesta? – Hoseok hizo referencia a la banda que cargaba Jimin en su muñeca.

 

-¿Oh esto…? No-no, mi madre pensó que me pinche con algo... Pero a veces pica. –Jimin sonreía ante la explicación.

 

-Oh... Si te pica solo pon hielo. Es lo más afectivo que conozco.

 

-Genial... ¿No-no tienes hambre? – Jimin volvió a hablar pues aún tenía dudas y curiosidad.

 

-Siempre tengo hambre pero se cómo controlarme y que límites tengo... Te hice esa mordida porque tenías buen olor... –Hoseok admitió riendo. Al parecer no era tan del lado oscuro y de ese lado muerto. Sus mejillas eran lindas en consideración a Jimin que él consideraba tener mejillas extremadamente grandes.

 

-Oh bueno... Supongo que es bueno sa-saberlo...

 

A Jimin no le importaba darle de su sangre a Hoseok pero él no podía decir algo así solamente.

 

-T-te veo luego Hoseok. –Jimin se levantó temprano esa tarde y se despidió. Hoseok no le paró pero debía admitir que Jimin tenía un agradable olor.

 

 

~

 

-Serán equipos desde dos hasta 4 personas. Sin excepciones. –Era el comienzo de los trabajos y tareas que Jimin tanto odiaba pues él se creía lo suficientemente capacitado para hacer sus tareas solo. Pero no fue así. De hecho aún no hacia amigos y tampoco los quería hacer. Incluso si existía la posibilidad de que alguien quisiera hacer amistad con él, no ocurría. Nadie se le acercaba, así que prefirió esperar que todos se hicieran un equipo. Si tenía suerte todos harían sus equipos en números pares y solo el sobraría y el profesor se vería obligado a dejarle trabajar solo.

 

Al menos eso funcionó en sus anteriores años.

 

-Desde que llegaste ya no hay impares... Seremos tú y yo. –Un pálido chico de cabello negro se hacía presente en su mesa cuando se sentaba y le miraba en lo que parecía sueño o debilidad. Jimin solo le miró sin saber que decir.  –Tranquilo. Quedan solo 15 minutos podemos dividirnos el trabajo y no tendremos que hacer la falsedad de-...

 

-Oye nunca dije eso.

 

-Pero lo pensabas.

 

-Claro que no. – Hoseok arrugó sus hombros y coloco su cara sobre su mano.

 

-¿Quieres ser mi pareja entonces? –Sonaba tan incorrecto que Jimin fue interrumpido por el nunca faltante timbre. Era hora de irse.

 

Ambos salieron en silencio Hoseok solo le seguía y no hubo más remedio que aceptar ir a su casa pues el autobús de vuelta a casa estaba allí y Jimin quería terminar ese proyecto hoy. 

 

-Tú casa luce... viva.

 

-Es mi mamá. Le gustan los colores.

 

-Ya veo...

 

En realidad su casa estaba vacía. Quitaron sus zapatos en la entrada. Ambos se situaron en el sofá. Ordenaron pizza pues Hoseok la ofreció así que lo único que quedaba era esperar y aprovechar el tiempo en resolver los problemas del libro y dar una larga explicación de su uso con puño y letra.

 

-¿Por qué tú tienes los problemas más largos?

 

-No lo sé. –Jimin paró de escribir.

 

-No es justo. Ya terminé estos...

 

-¿¡Qué!? Pero llevamos 4 minutos desde que comenzamos.

 

-Y tu aun estas en el primer problema...

 

-Oye eso... Déjame ver. –Jimin le arrancó las hojas mientras verificaba que era cierto.

 

No era mentira. Había una comprobación.

 

-Yo puedo hacer los matemáticos y tú la reseña de ellos...

 

-No sería justo.

 

-¿Por qué no? Me harías un favor... No puedo hacer nada que tenga que ver con párrafos y puntos... –Jimin no quiso juzgar porque él tenía el mismo problema con los números. Así que aceptó. Tomando los problemas ya resueltos por Hoseok mientras el otro, solo los miro por 15 segundos y su rapidez al escribir era impresionante. Fue allí donde Jimin  cayó.

 

Cosas de vampiros...

 

-¡Oh! ¡Yo voy! –La pizza había llegado y Jimin dejo todo lo que hacía para calmar lo hambriento que estaba.

 

De hecho no paso mucho tiempo antes de que la última rodaja se la comiera Hoseok. Jimin terminaba su soda y la tv proyectaba un insecto que podía esquiar sobre el agua. Jimin lo consiguió gracioso y a Hoseok le parecía ridículo. Pero él era un vampiro. Todo era posible.

 

-¿Cómo es que fuiste a clases de verano? –Jimin recordaba el primer día de aparición del peli-negro. Hoseok volteo a verle muy relajado en el gran cómodo sofá.

 

-Solo no quise estudiar todo el año... y ya te dije que odio escribir... –En realidad Hoseok conseguía más fácil ir a clases de verano porque en un par de meses de lo que toma todo el año, aprendías todo. Pero este año ya no podía hacer tal cosa.

 

-Uhm... Es que no te equivocaste en ningún problema... –Jimin aún recordaba tal agilidad. Volvieron a enfocarse en mirar tv hasta que Jimin tomo una pequeña vista a la piel de Hoseok su estado era pálido así como aquella primera vez.... –¿Por qué tu piel luce tan... pálida? Hasta tienes ojeras...

 

-No me he alimentado desde hace 5 días...

 

-Oh... –Fue allí donde a Jimin le invadieron los pensamientos de Hoseok bebiendo de su muñeca y la idea de vivirlo de nuevo, no le parecía nada mal pues aunque no lo admitiera le había gustado. – ¿Tienes hambre ahora?

 

-¿Me vas a dar tu cuello?

 

-¿Quieres beber de mi cuello?

 

-Hueles bien Jimin, por supuesto que quiero. – Hoseok dijo seriamente relamiendo sus labios. No dejando de ver a Jimin porque este era sumamente directo en esta charla. A Hoseok le gustaba.

 

Jimin Tragó nervioso.

 

-¿Moriré si lo haces?

 

-Soy un vampiro no un banco de sangre... –Hoseok Bromeó y cuando sonrió, Jimin podía ver que sus colmillos habían vuelto. Jimin no le importaba para nada voltear su cara para mostrar su cuello.

 

Hoseok le miro por un rato más para estar seguro, tenía sed y su garganta ardía. No esperó más y se levantó dirigiéndose hacia Jimin se sentó a su lado. Abrió su boca y con su lengua humedeció sus caninos, tomo un gran respiro y coloco su mano derecha en la parte que doblaba el cuello de Jimin. Llevándolo a él, clavó sus dientes e instantáneamente este daba una gran succión a su cuello. Jimin pensó que era abrumador porque sintió como su cuerpo reaccionaba, su respiración aumento cuando podía sentir un pico en su piel y una extraña pero agradable sensación estaba al costado de su cuerpo y el sonido de placer que Hoseok dejaba oír al beber, daba ansias a Jimin de que lo hiciera de nuevo. Al final sintió una lengua pasar que bajaba el ardor que llego a percibir. 

 

Pero Hoseok aún estaba cerca de él y su mano en su cuello no se iba pues aún le apretaba suavemente. Cuando el peli-naranja abrió sus ojos Hoseok le miraba con unos ojos rojos. Sus ojeras no eran tan notables ahora.

 

Hoseok le sonrió y Jimin no pudo evitar hacerlo igual pues una pequeña risa se les esfumó.

 

-¿Podemos hacer esto de nuevo? –El menos esperado, Jimin, habló. Hoseok pestañeo dejando desaparecer sus rojos ojos. Jimin se sintió un poco decepcionado.

 

-¿Quieres que salgamos y te muerda? –Hoseok sonreía a la idea pues sonaba tan bien.

 

-Pues... sí.

 

-¿Quieres ser mi novio Jimin? –Hoseok apretó su rodilla. Esta vez estaba reposando sobre su hombro y prácticamente todo su cuerpo sobre el suyo.

 

-No tengo opción, ya me marcaste... 

 

Notas finales:

Uh…. De verdad que no se que pasa por mi mente solo se que quería escribirlo y bueno esto lo escribi ya hace un tiempo pero soy floja y no lo posteo XD pueden preguntar lo que quieran en mi ask LOL que irrelevante…

 

ESCRIBIRE ALGO PARA SAN VALENTIN O ALGO ASI PERO SERA SUPER CHEESY Y TAL VEZ NI TENGA SENTIDO PERO BUEH… soy anti-valentin pero hay que ponerse en la onda (?) que cangrejos…

 

DEJEN REVIEWS! Peace Out! ^^/

 

 

 

 

 

 


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