Realidad Tercera. Chopper, Usopp y Nami
En la costa de Raftel, isla final del Nuevo Mundo, volviendo unos minutos atrás, cuando los nakamas fueron separados…
-Los he vuelto a perder, Law…- las lágrimas del risueño capitán de los Mugiwaras empapaban la árida arena de la playa- No he podido salvarles…
Law miraba apenado el mal estado en el que había entrado su amor. Ver el roto corazón de Luffy hacía añicos el suyo y eso tenía que cambiarlo.
-Luffy, escúchame…- con su delicada mano de cirujano, cogió por la barbilla al más joven hasta que los ojos de ambos no pudieron evitar encontrarse- Ellos son las personas más fuertes y más protectoras que he conocido en mi vida y sé que jamás dejarían solo a su estimado capitán y menos en una situación así- Law hizo un pequeña pausa antes de proseguir- Luffy, yo quiero protegerte pero no puedo, soy incapaz de lograrlo. Me cuesta mantenerme a tu lado, seguirte. Me pongo celoso de todas aquellas personas que te admiran, te siguen y te aman y no debería. Me gustaría encerrarte en una habitación fuera de todo peligro pero sé que eso te libraría de todo tu ser, de todos tus sueños. Y lo peor, vivo atormentado con una pregunta que no paro de hacerme día tras día. ¿Cómo puede un hombre como yo estar a la par del futuro rey de los piratas?
Los sentimientos de Law que tanto atesoraba en el fondo de su corazón se habían desbordado una vez más para llegar al desolado interior de su pareja.
-Pero, a pesar de todos mis errores, mis defectos y mis incapacidades, voy a seguir amándote, voy a seguir intentando proteger esa sonrisa que me llena la vida. Así que, por favor, sonríe nuevamente para mí y déjame que te ayude a superar cualquier barrera que impide a tu mundo ser feliz.
-Law…- Luffy se quedó callado, escuchando atentamente las sinceras declaraciones de su pareja.
La mano de Law, anteriormente apoyada en la barbilla de su amado, había pasado por su mejilla hasta llegar a la comisura de sus labios. Con un delicado y sensual gesto, siendo esto último lo que más ruborizada al joven, junto sus labios con los de su pareja. Se besaron sin importarles el mundo que les rodeaba o la misión tan difícil que les esperaba. Poco a poco, los labios húmedos de las lágrimas del joven se volvieron cálidos y carnosos hasta recuperar su tono habitual, aquel que más le agradaba sentir al médico en su cuerpo. Pero la magia de aquel momento fue interrumpida por la voz estruendosa de alguien que había quedado en segundo plano y que todavía se hallaba en la orilla de la mar.
-Oi, oi, oi, que corra el aire- dijo aquella voz que resonó por toda la isla- En medio de la batalla y vosotros os ponéis en modo tortolitos… Disfrutad que no os durará mucho.
Law comenzó a incorporarse y puso su punto de atención en aquel hombre gigante que quería acabar con ellos. Pero la mano de su amado lo detuvo.
-Se lo debo a ellos…- dijo Luffy quien había recuperado su determinación para luchar en esta guerra. Se quitó el chaleco, le lanzó el sombrero de paja a su pareja y le dedicó una tierna sonrisa antes de abalanzarse contra el enemigo- ¡Gear Fourth: Boundman! (“Cuarta Marcha: Hombre Rebote”) Acabemos esto de una vez, monstruo.
Mientras tanto, bajo la rosada nieve de los altísimos riscos de aquella isla, un pequeño animal se resistía a caer derrotado ante la mismísima muerte convertida en persona. Su cuerpo estaba totalmente herido, cubierto con su propia sangre bañada en copos de nieve que seguían cayendo desde el momento que llegó a aquel lugar. Apenas podía mover un solo músculo y le costaba incorporarse por lo que era un blanco fácil para los ataques de su enemigo. El galope de un caballo comenzó a resonar antes de efectuar el ataque.
-¡Kama Fuhai! (“Guadaña de Putrefacción”)- una guadaña rozó uno de los brazos del reno y comenzó a pudrirlo, a convertirlo en carne muerta.
El grito agónico del animal resonó en mitad de aquella nada blanca. Después de aquel desolador sonido emitido por el joven reno de nariz azulada, sacó las fuerzas necesarias para incorporarse inyectarse una medicina especial para hidratar su brazo putrefacto.
-Veo que eres un médico con grandes habilidades. En tan poco tiempo has podido elaborar una vacuna para enfrentar mi mortífera habilidad- el jinete del caballo comenzó a felicitar a su contrincante- Pero, yo también soy un doctor y gracias a ello he podido perfeccionar las habilidades de la fruta que comí, la Fuha Fuha no mi, la fruta de la putrefacción. Ahora, veremos quién de los dos es mejor médico, aquel que provoca la muerte o aquel que intentar salvarse la vida. ¡Jinsei no Shinigami! (“Segador de la muerte”)
Una ráfaga de aire corrosivo sesgó por la mitad el gran montículo de tierra sobre el que libraban la batalla. Todo a su paso, árboles, vegetación, edificaciones e incluso la misma nueve fue convertido en nada. Todo se pudrió. Por suerte y gracias a la gran habilidad de salto del Kung Fu Point, Chopper fue capaz de esquivar el letal ataque de la fruta de Doc Q. Pero, ahora, estaba en el aire totalmente indefenso.
-¡Sōki hagetaka! (“Buitres Carroñeros”)- de las manos del doctor moribundo salieron unas aves negras con la forma de buitres que se abalanzaron a comer cada parte del pequeño cuerpo de Chopper.
-¡Guard Point! (“Fortalecimiento de Pelo”)- Chopper protegió su cuerpo aumentando el tamaño de su pelaje en gran medida. Pero nada de eso servía, ya que los buitres fueron devorando el pelo hasta llegar al cuerpo del reno- ¡Horn Point: Rakka Sakura! (“Fortalecimiento de Astas: Caída de la flor del cerezo”)
Chopper giró tan rápidamente sobre sí mismo que creó un tornado que deshizo cada uno de las aves que intentaban comerse sus entrañas.
-¡Rumble Ball: Monster Point! (“Rumble Ball: Fortalecimiento del Monstruo”)- Chopper ingirió una de sus Rumble Ball para convertirse en una copia gigante de sí mismo, es decir, en un monstruo con una gran ferocidad- ¡Kokutei: Palme! (“Pezuña Tallada: Palma”)
Con la palma de su mano, atacó a Doc Q con uno de sus ataques más poderosos. Sin embargo, este fue insuficiente ante la grandiosidad del poder de la mismísima muerte.
-¡Jinsei no sora! (“Vacío de Vida”)- un gran agujero que arrasaba con todo apareció debajo del gigantesco reno para succionarlo hasta el fondo.
-¡¿Qué es este inmenso poder?!- decía Chopper asombrado mientras iba siendo engullido en aquel agujero.
-¿Conoces la supremacía de algunas frutas sobre otras? Dicen que hay algunas frutas del diablo que tienen poderes similares pero que unas son más devastadoras que otras- comenzó a explicar Doc Q subido a su caballo Stronger mientras Chopper seguía hundiéndose en la nada- Algunos no reconocerían lo que estoy a punto de decirte, joven, pero… ¡estoy orgulloso de tener aunque sea una mísera parte del poder de mi capitán!
-¡¿Estás diciendo que la fruta Fuha Fuha no mi de tipo Paramecia es la complementaria a la Yami Yami no mi de tipo Logia pero con menos poder?!- preguntó totalmente incrédulo Chopper ante las nuevas malas noticias.
-En efecto, jajajajaja- se enorgullecía Doc Q- ¡¡¡Por eso da igual que luchéis porque al final vais a acabar muriendo en vano ya que nada ni nadie puede compararse al poder de nuestro capitán Teach!!! El Reino Sakura, tu hogar tan estimado que ya arrasamos un día, va a ser consumido de nuevo junto a ti.
-Le prometí a la Doctorina y a todos los habitantes del reino Torino que jamás usaría más de una Rumble Ball ya que mi poder se descontrolaría como pasó aquella vez…- Chopper recordó el momento en el que él y sus compañeros perdieron contra Kuma y fueron separados- Con mi dura entrenamiento he conseguido dominar a la perfección el Monster Point, pero… no sé lo que vendrá ahora. Sólo sé que debo vencerte sea como sea y regresar con mis amigos.
Chopper hurgó entre el bolsillo de su pantalón y sacó dos Rumble Ball más. Se introdujo una de ellas en la boca y se volvió de nuevo pequeño y saltó al cielo hasta liberarse del agujero negro.
-¡Stronger, acabemos con esto de una vez! No me gusta lo que pueda hacer ese reno…- le dijo Doc Q a su caballo- Activa el poder de tu fruta, amigo mío, el poder de la Uma Uma no mi Modelo Jinete de la Muerte. Con tu poder amplificador y el mío acabaremos con el reno de un solo golpe.
El cuerpo de Stronger, el caballo, se volvió totalmente esquelético, como si hubiese salido del mismísimo infierno. Comenzó a expulsar un aura maligna que amplificaba el poder de su amo.
-¡Yo soy mejor doctor que tú y ahora te lo demostraré! ¡Otoko no fuhai no 7tsu no jōtai: Saishū-tekina bunkai! (“Los sietes estados de putrefacción del ser humano: descomposición definitiva”)- dos rayos salieron disparados de las bocas del caballo y del amo con el objetivo de desintegrar en su totalidad al reno.
-Esto no es suficiente…- dijo Chopper quien estaba en estado de trance después de ingerir dos de sus píldoras. Con las fuerzas que le restaban, se llevó a la boca una tercera Rumble Ball y se la comió. Instantes después, el ataque de Doc Q impactó de lleno en él pero fue desviado como si nada.
-¡¿Qué es eso?! ¡¿Quién eres tú?!- el doctor enemigo estaba completamente perplejo ante lo que acababa de ocurrir.
-Si tú eres la representación de la muerte, yo lo soy de la vida. ¡Human Point! (“Fortalecimiento Humano”)- en frente de Doc Q se hallaba una figura humana totalmente hermosa, de larga melena castaña, torso tonificado y totalmente al descubierto, pantalones cortos de color berenjena y algo más pequeños que lo que necesitaba y un sombreo azul que le cubría parte de la cabeza- Este es el poder definitivo de la fruta Hito Hito no mi. Ahora soy totalmente un humano.
-Dios, esto sobrepasa cualquier avance científico y médico- la sorpresa de Doc Q era máxima y su preocupación más.
-Sólo puedo mantener esta forma durante 1 min, tiempo suficiente para devolverte a tu hogar, ser del infierno- Chopper se abalanzó contra su enemigo con tal rapidez que este ni le vio venir. Una vez encima de él, lanzó su poderosa técnica.
-¡Human Point: Sakura no bakuhatsu! (“Fortalecimiento Humano: Explosión de Flor de Cerezo”)- una bola explosiva atacó a Doc Q.
-¡¡¡Stronger!!!- gritó el doctor a su caballo y éste se interpuso en medio del ataque para recibirlo él y proteger a su dueño. Sin embargo, aquel ataque le desintegró por completo.
-No deberías tratar a los animales como tus esclavos…ahora recibirás el castigo por tus pecados…- advirtió Chopper a su enemigo pero ya era demasiado tarde para que éste se pudiera proteger o escapara- ¡Human Point: Sakura’s Dream! (“Fortalecimiento Humano: Sueño de la flor de cerezo”)
Chopper se lanzó contra Doc Q y metió la palma de su mano en el cuerpo de aquel anciano. Seguidamente, extrajo el corazón con vida de éste, le miró nuevamente mientras éste suplicaba clemencia, y lo estrujó con sus dos manos hasta convertirlo en polvo junto a su portador.
-Ahora, tu sentencia ya ha sido ejecutada- dijo Chopper momentos antes de regresar a su forma animal y hacer que la ilusión del Reino Sakura en el que se encontraba desapareciera.
Brook, Franky y Robin se dieron cuenta en seguida del regreso de Chopper y fueron en su ayuda. El joven reno había quedado tan magullado de su batalla que estaba tirado en la arena y no podía mover ni un músculo.
-¡¡¡Robin, Franky, Brook!!!- se alegró tanto el joven reno de ver a sus compañeros- Pero, ¡¡¡sí yo hace un momento estaba en el Reino Sakura y ahora he vuelto a la isla!!!
-Chopper, estabas peleando en una ilusión- le respondió Robin al joven reno quien aún no se había enterado de que iba el tema.
-Bueno, ¿dónde está el resto?- preguntó preocupado el reno pero las caras que pusieron sus nakamas no le alegraron para nada.
Unos largos minutos antes, en medio de uno de los cuatro mares que conforman el mundo de One Piece, el East Blue, se estaban llevando a cabo las últimas batallas contra los miembros de la tripulación de Teach. Ahora, centremos el punto de atención en una de ellas, la que un joven de nariz pronunciada y una chica de anaranjados cabellos estaban disputando a vida o muerte.
-Usopp, estamos rodeados, ¿qué vamos a hacer?- preguntaba alarmada la chica de anaranjados cabellos mientras su espalda chocaba con la de su compañero de batallas.
-Da igual lo que hagamos Nami, ellos siempre bloquean nuestros ataques…- contestó resignado el hombre de peculiar nariz sin poder ayudar a su compañera. De repente, gracias al Haki de Observación del tirador pudo intuir que un peligro se acercaba- ¡Cuidado, Nami!
De repente, una bala salió de la nada sin provocar ninguno sonido perceptible para ninguno de los dos. Para proteger a la joven, Usopp se interpuso en medio y recibió la bala en el hombro.
-¡¡¡Usopp!!!- gritó la chica al ver la sangre que se derramaba por la herida del tirador.
-No es nada… no te preocupes por mí…- intentaba calmar a la chica para que no se preocupara.
-¡Pero si se puede ver el orificio de salida!- contestó Nami más preocupada al ver el mal estado de aquella herida.
-Nami, escúchame bien. Yo les distraeré para que tú puedes escapar. Ve lo más lejos que puedas. Seguro que hay algún punto de esta isla ficticio donde la ilusión sea más débil- le dijo Usopp a Nami- Corre y no mires atrás pase lo que pase.
Por unos instantes la chica se quedó perpleja, totalmente inmóvil tras escuchar aquellas palabras. Pero esa pausa pensativa fue detenida cuando nuevamente Usopp la salvó de una muerte segura.
-¡Agáchate!- el de nariz pronunciada estiró del brazo de la chica y la echó al suelo. Al instante siguiente, una nueva bala atravesó la tierra del suelo sin llegar a dar en su objetivo, Nami- ¡Vete, ahora! ¡Midori Boshi: Fog Spores! (“Estrella Verde: Esporas de Niebla”) ¡Corre!
Usopp creó una cortina de humo para que el tirador de aquellas balas silenciosas no pudiera ver cómo escapaba Nami. Nami, sin pensarlo, comenzó a correr y a alejarse de aquel campo de batalla.
-Ese truco tan sencillo no podrá salvarte, jovencita. ¡Kitakaze! (“Viento del Norte”)- una voz femenina anunció su ataque y momentos después una ráfaga de viento eliminó por completo la niebla creada por Usopp y dejó al descubierto a la gata ladrona.
-Eliminaremos primero a la más débil, tal y como teníamos planeado. Mis Stille Kugenl (“Balas silenciosas”) acabarán con ella de una vez- ahora era un hombre quien hablaba. Tras acabar de hablar, su arma disparó varios disparos teniendo en el punto de mira a la pelinaranja.
Si no hubiese sido por la rápida intervención de Usopp, Nami estaría muerta ahora mismo. Usopp se interpuso en medio, entre los disparas y la chica y usó su propio cuerpo para interceptar aquellas balas. Dos disparos en el pecho y otro en la rodilla le dejaron tirado en el suelo con una enorme masa de sangre brotando desde su interior.
-¡¡¡USOPP!!!- gritó Nami al ver como su “compañero” caía gravemente herido mientras la protegía. El grito fue diferente al de la última vez. Era mucho más intenso, más doloroso y con más rabia.
-Hu…huye…- fue capaz de pronunciar el hombre de larga nariz a pesar de su estado agonizante.
-Vaya, vaya, al final no ha resultado como esperábamos. Pero da igual. Tarde o temprano tendríamos que eliminarlo a él también- se rio la mujer con pintas de bruja que se llamaba Caterina Devon- Permíteme acabar con la gata ladrona, Van Augur.
-Como gustes- le respondió su cómplice de fechorías, el tirador experto de la banda de Teach, Van Augur.
-Te haré caer entre mis garras, señorita, jajajaja. ¡Combination Spell: Hiken & Kiten! (“Conjuro de combinación: Bola de Fuego y Bestia relámpago”)- la bruja conjuró en sus manos una gran bola eléctrica y otra repleta de llama y las lanzó contra la chica.
Golpearon contra su objetivo, pero ninguno de ellas dio en el blanco.
-¡Mirage Tempo! (“Tiempo de Espejismo”)- dijo Nami mientras sobrevolaba el cielo subida a su Clima Tact en el cual le habían salido una especie de alas.
-¡¿Cómo has podido escapar?!- preguntó la bruja Caterina a la joven mientras su compañero se limitaba a permanecer al margen de aquella rencilla de mujeres.
-No creas que eres la única bruja de este mundo… Mi Pop Sorcery Clima Tact mejorado me permite crear espejismos a mayor velocidad así como otros trucos que te iré mostrando- explicó Nami en tono de burla hacia su homóloga más mayor- Además, me permite volar. ¿Qué sería de una bruja que no tiene una escoba?
-Aun así, ahora has dejado a tu amigo indefenso- le contestó la bruja mayor a la pequeña- ¡Hiken! (“Puño de Fuego”).
Un gran puño de fuego se abalanzó contra le malherido Usopp, pero cuando estaba a punto de impactar, una cúpula nevada lo cubrió y lo protegió de semejante ataque.
-¡¿No puede ser?! ¡Fuego detenido por Nieve!- Devon no podía llegar a entender cómo podía suceder aquel extraño fenómeno.
-Está protegido con mi Kamakura (“Cúpula de Nieve”). Fue otra de las mejores de mi Clima Tact tras comerse la Yuki Yuki no mi de cierta harpía de cierto laboratorio de cierta isla abandonada- explicó de nuevo la joven de anaranjados cabellos mostrando.
-Entonces tú también tienes un arma que ha comido una fruta del diablo. Te presento a mi rifle Senriku (“Mil Tierras”) que comió la Nagi Nagi no mi, permitiéndole ser totalmente silencioso e imperceptible para el oído humano- Van Augur explicó el secreto de sus balas silenciosas.
-¡¡¿Recuerdo que esa era la fruta del padre adoptivo de Law?!! ¡¿Cómo la tenéis?! Además…- a Nami le intrigaba algo muy importante desde hace un rato- ¡¿Cómo puedes atacar con los mismos ataques que los hermanos de Luffy, Ace y Sabo o como el antiguo dios de Skypiea Enel?!
-Jajajaja, eso es gracias a mi poder, jajajaja- se reía enorgullecida Caterina Devon mostrando tal supremacía de poder- Yo comí la fruta Utsu Utsu no mi y me otorgó la capacidad de absorber los poderes de hasta tres frutas del diablo diferentes a la mía de usuarios con los que haya combatido. Como habrás observado, la fuerza de esos ataques no es tan poderosa como la original pero la combinación de los tres genera un poder nunca visto antes.
-Cierra la boca, Caterina, y no le reveles más a tus enemigos- le riño el tirador a su compañera.
-¡Pero si tú has comentado el poder de tu arma!- le reprochó la mujer al otro.
-Pero yo no he mostrado todos mis ases- le contestó sin reparos el tirador- Ya que tanto alardeas de tu poder, anda y acaba con la mocosa que yo iré a rematar a ese narizotas.
-No me des órdenes, no eres mi superior, Van Augur- le replicó la bruja pero aun así acató las órdenes que había recibido- Veamos, ¿por qué no creamos una gran tormenta? ¡Combination Spell: Deatpiea & Hariken! (“Combinación de conjuros: Deathpiea & Huracán”)
De repente, una gran tempestad se levantó en aquella isla. La velocidad del viento hacia retroceder a Nami y apenas conseguía mantenerse sobre su escoba. No pasó mucho tiempo hasta que los primeros rayos resonaron en el cielo como un sonido ensordecedor y previo a la muerte.
-Aún no hemos acabado, chiquilla. ¡Kari! (“Luz Eléctrica”)- con la velocidad del rayo, Caterina se plantó en frente de Nami e intentó electrocutarla.
-¡Bushoshoku Haki! (“Haki de Armamento”)- Nami recubrió su Clima Tact y se protegió del ataque de Devon, pero eso no era suficiente.
-¿Sabes, dicen que el viento puede llegar a ser incluso más devastador que el propio fuego o el rayo? Eso era algo que conocía muy bien el propietario de esta Akuma no mi jajaja- dijo sonriendo Devon instantes antes de preparar un potente ataque- ¡Dansu Fan! (“El baile de los abanicos”)
Nami no pudo defenderse contra semejante poder. Salió disparada por el viento, perdió el control de su escoba y estaba precipitándose hacia el suelo. Mientras, Van Augur preparaba su Senriku para acabar de una vez por todas con el de larga nariz.
-¡Chō onsoku: 100 Dangan no chinmoku! (“Velocidad Supersónica: 100 Balas de Silencio”)- con una velocidad inimaginable, Van Augur comenzó a rodear la cúpula de nieve y a disparar potentes balas sobre ella hasta su destrucción. Sin embargo, en su interior ya no había nadie. -¡Midori Boshi: Trampolia! (“Estrella verde: Trampolín”)- el de larga nariz creó un trampolín para saltar hacia el suelo y agarrar a su compañera que estaba precipitándose al vacío. -Usopp…- se limitó a pronunciar Nami al ver a su salvador. No obstante, no pudo evitar cierta rojez en su rostro al encontrarse nuevamente entre los brazos de aquel hombre. -Nami… tengo que decirte una cosa…- le dijo Usopp totalmente decidido. -¿No crees que este no es el mejor momento? Todavía estamos en el aire y pronto vamos a caer, además, somos un blanco fácil- Nami intentó explicarme la situación a su compañero- Además, estás muy herido, no debería exigirte tanto. -No te preocupes por ello. Gracias a mis Pop Green pudo cauterizarme las heridas y además ahora mismo están entreteniendo a esos dos- en el suelo habían brotado unas plantas carnívoras que intentaban devorar a los dos enemigos. Usopp había tenido tiempo de planearlo todo mientras estaba encerrado bajo la nieve. Lo tenía todo planeado para decir lo que debía decir sí o sí- Nami, para mí fue una sorpresa encontrarme con esos recuerdos que desarrollamos los dos mientras estábamos en la Ilusión. Lo mismo habrá sido para ti. Pero…- Usopp necesitó una pausa para poder continuar- Dentro de mí se han generado unos sentimientos hacia ti de los cuales estoy seguro que son totalmente reales. Mientras estábamos en la Tierra te realice una petición y hoy quiero volvértela a hacer. Nami, ¿quieres casarte conmigo, aquí y ahora, sin ninguna realidad o ilusión que nos lo impida? Solos tú y yo para el resto de nuestras vidas. -Usopp…- Nami, la persona más fuerte y con más temperamento de la banda de los Mugiwaras acababa de ser destrozada emocionalmente por dentro. Sus lágrimas no podían detenerse y empañaban los brazos de su compañero que la protegía. Pero se limitó a decir unas sencillas palabras- Sí, sí quiero. Tras escuchar aquella respuesta, Usopp solo pudo secar las lágrimas de su amada, apartar el pelo que le molestaba y besarla como jamás lo había hecho, con absoluta pasión y entrega hacia ella. Nami correspondió de la misma forma, algo más nerviosa pero con los mismos sentimientos. Tras un rato de tener los labios juntos, se separaron y Nami dijo algo con las mejillas ruborizadas. -Pero no se lo digas a los demás o te cobró 1 Billón de Bellies- le amenazó sonrojada. -Sí- se limitó a responder el de larga nariz mientras en su cara solamente había cabida para una amplia sonrisa. Entre tanta confesión, los dos chicos ya habían llegado a tierra y sus enemigos los aguardaban- Ahora, tocar empezar nuestra venganza. Usopp soltó de sus brazos a Nami y ambos se prepararon para el que sería su combate final.
-Tengo una idea para contrarrestar la rápida velocidad de aquel tirador- le dijo Nami a Usopp- ¿Te importa que cambiemos de adversario?
-Para nada- le respondió con una fuerte sonrisa Usopp.
-¡Pop Sorcery Clima Tact: Wing Version! (“Pop Sorcery Clima Tact: Versión Alada”)- nuevamente aparecieron las alas en la barita mágica de la joven. Nami alzó el vuelo y preparó su estratagema- Distrae mientras a esa fea bruja.
-Pero antes… ¡toma!- Usopp le lanzó algo a Nami y esta lo cogió al vuelo. Cuando se dio cuenta de lo que era no pudo evitar su rubor y vergüenza- Ya sabes que no podemos casarnos sin un anillo.
-Baka…- dijo en voz baja la chica para que no le llegara a escuchar el hombre y posteriormente dio inicio a su estratagema final- ¡Hey, señor tirador! ¡A ver si consigues darme!
Nami provocó al joven tirador y este respondió como era debido.
-¡Kyokutan'na sokudo: Dangan zettai chinmoku! (“Velocidad extrema: Balas de silencio absoluto”)- Van Augur lanzó sus proyectiles pero en lugar de dar en la chica dieron en una copia de ella.
-Deberías conocer ya mis espejismos- dijo Nami mientras ya había preparado su ataque para acabar con aquel tipo- Esto ya está. ¡Weather Egg: Kaminari Keji! (“Huevo del Tiempo: Jaula de Relámpagos”)
Una jaula de rayos rodeó a Van Augur y le impedió salirse de ella.
-¡No puede ser! ¡El poder de mi Supi Supi no mi (“Fruta de la velocidad”) derrotado por unos simples rayos!- decía alarmado el tirador.
-Nami, por aquí también está preparado. Venga, pequeña, aliméntate de todo lo que encuentres y crece- el arma de Usopp estaba viva. Era una planta carnívora capaz de tragarse todo lo que pillaba, casi como la fruta Baku Baku no mi de Wapol. Además, un par de enredaderas paralizadoras detenían a la bruja Devon impidiéndole hacer ningún movimiento- Nami, prometo amarte y respetarte el resto mi vida…
-No es momento para eso, Usopp. Acaba de una vez las preparaciones y acabemos con estos dos- Nami intentaba evitar que Usopp siguiera hablando, no porque no quería escucharle sino porque le avergonzaba todo aquello.
-En la salud y en la enfermedad… en la pobreza y en la riqueza… hasta que la muerte nos separe…- consiguió acabar de pronunciar sus votos el de larga nariz justo cuando su arma había engullido suficiente poder para realizar su ataque final- ¡Te quiero, Nami! ¡Midori Boshi: Boin rettō shokuchūshokubutsu! (“Estrella Verde: Planta Carnívora del Archipiélago Boin”)
Tras acabar su declaración, Usopp creó su ataque definitivo. Era la misma planta carnívora que conformaba una isla entera del archipiélago donde había entrenado durante los dos años que había estado separado de sus nakamas. Ahora, se disponía a devorar con sus afilados colmillos a sus dos enemigos, atrapados entre sus garras. Nami utilizó su bastón volador para rescatar del suelo a Usopp y llevárselo volando. Bajo ellos, aquel monstruo vegetal devoraba sin contemplación a los dos enemigos.
-¿Oye, no te parece esto una escena la mar de romántica? Tu y yo sobrevolando el cielo hacia las estrellas- dijo riéndose el de larga nariz.
-Usopp… escucha porque no lo pienso repetir…- Nami se detuvo un momento para coger aire y proseguir- Yo también pienso amarte hasta el fin de mis días, cuidarte y respetarte pase lo que pase y me hace muy feliz el ser tu esposa.
Tras la declaración imprevista, Nami acercó sus labios a los de su amada y se besaron para sellar su promesa de estar juntos para siempre. Al mismo tiempo, la ilusión tomaba fin y regresaron los dos a la playa de Raftel donde no se dieron cuenta de que estaban siendo observados. Cuando se dieron cuenta, intentaron disimular pero no les sirvió de mucho.
-Es que se le había metido una pestaña en el ojo a Usopp y… bueno…- intentó disimular Nami pero no coló. El beso había sido visto y tampoco podía esconder la sonrisa feliz que mostraba su rostro. Pero sus amigos no mostraban aquella felicidad.
-¿Qué ocurre?- preguntó preocupado Usopp y aquellos cuatro se limitaron a señalar la zona ensangrentada de la playa donde descansaban dos de los sombreros que más conocían.
Mientras tanto, en otra zona del East Blue…
-¡¡¡¡Sanji, no lo hagas!!!...- gritaba desconsoladamente el peliverde a un joven rubio que había tomado una decisión drástica.
-No te preocupes… esta vez me toca sacrificarme a mi…- le respondió el rubio con una cálida sonrisa antes de afrontar su duro destino.