Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Natural por Ojou_Sama_F

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¿Este es el final de esta historia?

 

- - - - -

 
La luna llena brillaba con intensidad y los doce jóvenes sacerdotes, estaban rezando en las piedras sagradas cerca del templo. El bosque había reclamado, ochenta años antes, el castillo de los Eroim, haciéndolo desaparecer, y cubriendo todo ese terreno de árboles, por eso, el Dios Nyrn cambió las piedras sagradas a un lado del templo y, además, selló la entrada al manantial; nadie más pudo acceder a él después de eso.
 
En la penumbra de las sombras, tras los árboles, los ojos verdes del Dios, escudriñaban a los jovencitos; todos le parecían tan insignificantes, pero tenía que aceptar sus plegarias, pues lo había prometido desde hacía mucho tiempo. Suspiró, les dejó una flor de sangre en el cuenco central, el cual era exclusivo para el sumo sacerdote, aunque no estuviera presente y se retiró, debía volver a sus asuntos.
 
Mientras caminaba en el bosque, el sonido de un rebaño de ciervos lo puso en alerta.
 
-No, no de nuevo – dijo entornando los ojos y suspirando con cansancio.
 
El ojiverde corrió entre los árboles, saltando las ramas y yendo directamente hacia la fuente del sonido; cuando se acercó lo suficiente, pudo ver al ciervo líder, con su enorme cornamenta, guiando a los demás, no por decisión propia.
 
Nyrn se movió con más rapidez, adelantándose a los animales y, cuando el ciervo pasó cerca del árbol dónde él estaba, el rubio se colgó de la rama con sus piernas y estiró las manos; sujetó sin dificultad, al pequeño niño de piel verde, que iba en la espalda del animal, aferrado a su cuello.
 
-No, ¡no! – dijo el menor tratando de zafarse, pero riendo por haber sido atrapado en medio de su travesura.
 
-Neyr, te dije que no volvieras a jugar con los ciervos – regañó el mayor, hirguiendose con el niño en brazos.
 
-¡Pero es divertido! – señaló el pequeño rubio con emoción.
 
-¿Qué haré contigo? – sonrió el ojiverde y abrazó a su hijo – anda, hay que volver…
 
-¿Iremos al otro lago? – el ojirrojo abrazó el cuello de su padre.
 
-Sí, lo haremos – asintió el mayor, internándose en el bosque – pero primero, hay que hacer algo importante – le guiñó un ojo.
 
Nyrn se movió con agilidad, saltando entre las ramas de los árboles, llevando a su pequeño retoño en brazos; llegó hasta su lago, el cual, ahora estaba más protegido, pues en un costado, cubierto de enredaderas, plantas y uno que otro árbol pequeño entre las piedras, estaba el castillo Eroim. A pesar de parecer una construcción abandonada por fuera, en realidad, el interior estaba en perfecto estado; los muebles y todo los adornos que tenía en antaño, estaban igual, el tiempo parecía haberse detenido, aunque era alumbrado por las plantas luminiscentes en todos los techos, ya que el rubio no permitía lámparas, ni fuego, en ese lugar.
 
Un par de espíritus aparecieron, cuando padre e hijo ingresaron al recinto; Miley y Oren recibieron al rubio con una ligera reverencia. Habían muerto hacía varios años atrás, pero, cuando los espiritus fueron por sus almas, decidieron quedarse en ese lugar.
 
Nyrn les devolvió el saludo, mientras subía la escalinata principal, donde otro espíritu bajaba lentamente; Didik le sonrió ampliamente al rubio y acarició la mejilla del niño que iba con Nyrn.
 
-Abuela – dijo el menor – ¡vamos a jugar!
 
Didik asintió – por supuesto mi amor – dijo con suavidad.
 
-No, no puedes – Nyrn negó con seriedad – primero, veamos a tu papá y después, ¿no querías ir al otro lago?
 
-Está bien – suspiró el menor y se despidió con un ademán – adiós, abuela.
 
Didik le besó la mejilla al niño – portate bien…
 
Después se alejó, movió la mano a manera de despedida y siguió descendiendo la escalinata, para bajar a uno de los salones del palacio, a pesar de ser espíritus, ella, Miley y Oren mantenían sus actividades como si siguieran vivos.
 
-Neyr, debes ser considerado con tu abuela, Miley y Oren, ellos mantienen este lugar en perfecto estado para nosotros – comentó el mayor caminando con paso rápido – juega con ellos en el día, en las noches ellos tienen cosas qué hacer…
 
-A la abuela le gusta jugar conmigo.
 
-Lo sé, pero debes ser un buen niño.
 
-Está bien – asintió – pero, si puedo comunicarme con mis tíos por medio del lago, ¿verdad?
 
-A mis hermanos, moléstalos cuando quieras – rió con diversión – eso no me importa…
 
Nyrn abrió la puerta de la habitación principal, entrando junto con su hijo y caminando hacia la enorme cama; el mayor dejó al pequeño rubio sobre el colchón y éste gateó hasta acomodarse a un lado de Skoll. El albino dormía plácidamente, entre sabanas blancas y mullidos almohadones, que le brindaban plena comodidad.
 
-Papá – llamó el ojirrojo, con suavidad – papi – repitió al ver que el otro no reaccionaba.
 
-A ver, deja que lo intente yo – dijo el mayor y se sentó en la cama, acercándose hasta el peliblanco y besándolo en los labios.
 
Skoll disfrutó el beso y entreabrió los parpados con lentitud; sonrió al ver a Nyrn, pero el beso siguió.
 
-Yo también quiero – dijo el niño haciendo un mohín, interrumpiendo la caricia de los mayores.
 
-No se puede – susurró su padre al alejarse de Skoll, relamiéndose los labios – esto solo lo puedes hacer con tu pareja – dijo con total seriedad – y tu papá y yo, ya estamos casados – lo miró de forma triunfal.
 
-Sí, es cierto – Skoll se incorporó un poco, con dificultad, pues su vientre abultado le causaba problemas para moverse – pero puedo besar tu mejilla – dijo extendiendo los brazos para su hijo.
 
Neyr se lanzó a los brazos de su papá y dejó que el albino le besara el rostro en repetidas ocasiones, devolviendo también los besos con emoción. Nyrn disfrutó de la escena; a pesar de que habían pasado ochenta años, Skoll seguía siendo el mismo niño que conoció, gracias a que ahora, estaba unido a él y su árbol de vida.
 
Cuando el albino salió del árbol, un mes después, no parecía haber cambiado, excepto porque tenía el cabello corto y en el centro de su pecho, había un pequeño cristal rojo, casi del mismo tamaño que la semilla de un durazno; era la unión de Skoll con el árbol de Nyrn, gracias al sacrificio de su retoño. Por eso, el ojirrojo tenía la bendición natural para quedarse al lado de su pareja, con la misma apriencia que tenía ese día en que todo ocurrió, hasta la muerte, y aún así, estarían juntos en el más allá; pero el albino, de todas maneras, era frágil y el rubio debía cuidarlo mucho más que antes.
 
Ochenta años antes, a pesar de que Skoll lloró por la perdida de su primer semilla, al enterarse de lo que había sucedido, entendió que debía ser agradecido, pero eso no quitaba que le llorara a su pequeño retoño cuando la tristeza lo invadía, aunque lo reconfortaba saber que una parte de ese ser que jamás conoció, estaba unido a él, en su pecho. Nyrn respetó el duelo del menor; a él también le dolía la perdida, pero sabía que debían seguir adelante.
 
-Ahora que estamos juntos y tenemos una vida por delante – le dijo una noche después de consolarlo – quiero demostrarte que te amo – sonrió – y, aunque no entiendo las costumbres humanas, creo que, debo reafirmar mi desición, casandome contigo, ¿cierto?
 
La extraña petición, consiguió que Skoll sonriera; tenía tanto tiempo que no se sentía tan feliz que aceptó inmediatamente, sin titubear.
 
-Acepto… porque yo también quiero reafirmar mi amor por ti y, prometo que, amaré y protegeré nuestras próximas semillas, para que podamos llenar este bosque con ellas…
 
Con esa promesa, Nyrn desposó al peliblanco, en una ceremonia la siguiente luna llena, ante todos sus hermanos y todas aquellas personas a las que les importaba el albino, entre ellos, su madre, sirvientes y sacerdotes; ellos ya habían conocido a los hermanos de Nyrn, pues estos curaron a los heridos, especialmente a Didik, quien estaba muriendo en su momento, por la herida que le había ocasionado su esposo.
 
Pero, a pesar de todo, el ojirrojo seguía siendo el sumo sacerdote del bosque, aunque solo se presentaba en el templo cuando debía instruir a los sacerdotes más jóvenes, o al hacer los rituales de luna llena, exceptuando los meses en los que portaba una semilla, justo como esa noche.
 
-¿Cómo te sientes hoy? – preguntó el ojiverde, acariciándole una mejilla con delicadeza.
 
-Bien – anunció con emoción el albino – para ser la cuarta luna de germinación, me siento muy bien – sonrió.
 
-Me alegro – dijo el mayor – ¿comiste?
 
-Sí, mamá y Miley no dejan que pase hambre – contó apenado – pero, alguien más también tiene hambre – le guiñó un ojo.
 
Nyrn entendió claramente lo que quería decirle, así que pasó la mano por el cabello de su hijo.
 
-Neyr, tengo un trabajo para ti…
 
-¿Qué cosa? – preguntó el niño con curiosidad.
 
-Papá y yo, tenemos que revisar a la semillita que tiene dentro – señaló el vientre de su pareja.
 
El menor pasó sus pequeñas manos por el abdomen abultado y sonrió, acariciando con emoción, tratando de darle cariño a su hermanita, justo como sus padres le habían enseñado.
 
-Pero… – prosiguió el mayor – recuerda que papá necesita un té especial, así que, ve abajo y dile a Miley o a Oren, que te den unas ramitas de ‘tenmeaquí’…
 
-Papá – el niño frunció el ceño – nunca tienen – reprochó, pues cada que solicitaba esa “planta”, jamás podía dar con ella.
 
-Lo sé…
 
El mayor entornó los ojos; Skoll se cubrió la boca para no soltar la risita que lo invadió, pues semanas antes, su hijo casi los descubre alimentando a la semilla, solo porque los demás no pudieron entretenerlo lo suficiente. Normalmente la semilla era nocturna, así que el riego era al anochecer, y parecía que se sincronizaba con la actividad de su hermano; pero el resto del día, Nyrn y Skoll podían estar juntos, disfrutándose como pareja, mientras su hijo dormía gran parte del tiempo, o jugaba con los espírtus.
 
-Escucha – dijo con firmeza el ojiverde, para que el niño entendiera las indicaciones – esa planta es muy difícil de encontrar – siguió con el engaño – por tanto, si ellos no la tienen, tendrás que ir al lago de nuevo y comunicarte con mis hermanos, alguno de ellos debe tener un poco ya, si todos los días les has pedido, debieron haber ido a buscar algo, así que, diles que te la pasen por un portal, ¿entendido?
 
-¡Sí! ¡Voy! – gritó el niño e intentó bajar de la cama.
 
-Espera, espera… – Nyrn lo sujetó antes de que se fuera corriendo – a ver, repite, ¿cómo se llama la planta?
 
-“Temequi”
 
-No – negó el rubio y Skoll empezó a reír – por eso nunca te la consiguen, es ramita de “tenmeaquí” – le despeinó el cabello con cariño – no lo olvides.
 
-No lo olvido – anunció el niño y salió de la habitación.
 
-Algún día se dará cuenta de la mentira – Skoll miró con seriedad a su pareja.
 
-No es una mentira – se excusó el rubio inclinándose hasta su esposo – es una manera de mantenerlo alejado, mientras regamos a su hermano – susurró contra el cuello del menor y su mano se movió, desabrochando la túnica con rapidez.
 
-Creí que… no te gustaban… las mentiras… – el ojirrojo gimió.
 
-No me gustan, pero, esta es solo una manera inocente, de que mi hijo no se entere de algunas cosas, aún…
 
-Y… – el ojirrojo suspiró – ¿que no pida leche también?
 
-Tu leche mi amor, es para la semillita que tienes en tu vientre – el rubió movió la mano para despertar a su retoño, en el interior de su papá y que las lianas empezaran a subir a buscar el alimento en los pechos inchados del pelibalnco – y, lo poco que queda, me gusta disfrutarlo – la mano de Nyrn empezó a estimular el sexo de Skoll.
 
Nyrn empezó a cambiar de forma, consiguiendo que su sexo se hirguiera.
 
-Eres un poco… – Skoll gimió por las atenciones – egoísta… – murmuró.
 
-Neyr comió mucha leche siendo una semilla – se excusó el rubio – es turno de que su hermano y yo, disfrutemos…
 
 
* * *
 
 
Neyr estaba a orillas del lago, junto con el espíritu de Miley, quien lo estaba cuidando; gracias a la superficie brillante del agua, podía ver, como en el reflejo de un espejo, a sus tíos, quienes parecían estar muy ocupados, buscando entre algunas plantas que tenían por ahí, lo que el niño les había solicitado.
 
-¿Aun no la encuentran? – preguntó el pequeño rubio con inocencia, haciendo un puchero.
 
“No…” dijeron los doce a la vez, fingiendo que seguían tratando de encontrar la planta y, esperando que Nyrn no tardara en desocuparse.
 
Ninguno de ellos había encontrado a un chico que valiera la pena, así que, seguían solteros y, por ello, de cuando en cuando, le ayudaban al mayor a entretener al pequeño rubio de ojos rojos, el primogénito, no solo de la familia de Nyrn, sino de toda esa nueva generación.
 
-Vaya, parece que no encontraron la ramita, ¿verdad? – Nyrn llegó al lago, junto con Skoll.
 
“Por fin”, “ya era hora”, “trata de tardarte menos” los reclamos no se dejaron esperar entre sus hermanos, pero se sentían más tranquilos de saber que ya no tenían que engañar al niño.
 
-No… – suspiró Neyr con tristeza – nunca la encuentran, ¿qué tal si ya se extinguió?
 
-¡Imposible! – Nyrn le sonrió a su hijo y lo levantó en brazos – hace un momento, yo conseguí una para el té de tu papá, por eso ya estamos aquí.
 
-Buenas noches… – Skoll hizo una ligera reverencia para los otros Dioses.
 
“Buenas noches…” dijeron los doce a la vez y se acercaron cada uno a su lago, reflejándose con más nitidez, para ver con mayor detenimiento a Skoll, “sigues siendo hermoso”, “¿no te interesa llevar una de mis semillas?”, “Skoll, ¿por qué no me visitas un día?” las frases seguían y el albino se cohibía ante esas insinuaciones.
 
Ya debía haberse acostumbrado, pues habían pasado muchos años, pero aún así, le era casi imposible evitar sonrojarse por esas palabras...
 
-Amor… – Nyrn abrazó a Skoll – adelántate, yo despido a mis hermanos – dijo con seriedad, y bajó a su hijo – acompaña a papá, en un momento los alcanzo – indicó dándole un beso en la frente al niño.
 
Skoll se despidió de Miley, quien regresó al palacio y, ambos ojirrojos caminaron de la mano, hacia el  sendero que ya conocían.
 
-Les he dicho que no le insinúen nada a mi esposo – soltó el mayor con molestia.
 
“Nos tienes cuidando de Neyr…”, “le hemos mentido día a día…”, “por lo menos danos un poco de gusto…”
 
-Sí, sí, lo que digan – el rubio entornó los ojos – por cierto, en la siguiente luna llena sembraré mi siguiente semilla – dijo con orgullo, consiguiendo que sus hermanos se molestaran – y, veintitrés años más, mi nuevo retoño saldrá de su árbol de vida, así que, tendrán a dos sobrinos a quienes cuidar.
 
“Deja de ser tan presuntuoso…”, “¿acaso no sabes hacer otra cosa que poner semillas en tu esposo?”, “ya deberías dejarlo descansar…”
 
-Sí, ajá… – los ignoró y dio media vuelta – espero que se encuentren pareja pronto, para que dejen de ser tan amargados – se burló el mayor – ahora, debo ir con mi familia…
 
Nyrn no dejó siguieran refunfuñando y se alejó con rapidez; realmente no quería restregarles en la cara, que él ya estaba por sembrar su tercer semilla, pero cuando sus hermanos le decían cosas a Skoll, no podía contenerse. En el fondo, él deseaba que encontraran a un buen chico y, suplicar a los espíritus para que les concedieran el mismo favor que a Skoll y a él, aunque esperaba que no tuvieran que sacrificar a una semilla por ello.
 
 
* * *
 
 
Nyrn dio alcance a Skoll y Neyr; el mayor ayudó a su esposo a caminar y al llegar a otro pequeño lago, protegido con árboles y rocas, Skoll se quedó al lado del árbol que estaba en el islote y que tenía casi veintiocho años; pasó la mano por el tronco y sonrió, ya estaba a mitad de tiempo para que su hijo saliera de ahí, por ello, estaba algo grande y su copa algo frondosa.
 
-Te extraño… – dijo en un murmullo, pues, cuando la semilla era plantada, ya no podía escucharla igual, pero sabía que eso era lo correcto, así el pequeño retoño no recordaba nada de su germinación y del como pedía ser alimentado noche a noche.
 
Nyrn y Neyr se acercaron al árbol, con esferas de agua, extraídas del lago que lo rodeaba.
 
-¿No es más sencillo hacer llover? – indagó el albino, al ver como su hijo caminaba con dificultad, pero ayudaba a regar a su hermano, lanzando la esfera de agua que él mismo había creado, hacia arriba, para que mojara las ramas y las hojas del árbol.
 
-Sí, es más sencillo – sonrió el ojiverde – pero esto, es más divertido…
 
Mientras Skoll se mantenía al tanto de la semilla en su vientre y del pequeño árbol a su lado, Nyrn jugó gran parte del tiempo con su primogénito, pero también trataba de educarlo, enseñándole a controlar a los animales del lago, a las plantas y escuchar los murmullos del viento. Poco antes de media noche, el pequeño rubio estaba exhausto y dormía plácidamente en el regazo del albino.
 
-Cuatro años – mencionó el ojirrojo, acariciando el cabello rubio de su pequeño retoño – y sigue siendo tan dulce e inocente como cuando salió de su árbol de vida…
 
-Sí, pero ahora habla más – Nyrn estaba recargado en una roca y, en su pecho, descansaba la espalda de su esposo; la mano del rubio acariciaba el vientre de su pareja con cariño – espero que nuestro segundo hijo sea más tranquilo – mencionó observando al árbol a su lado.
 
-¿Te molestaría si fuera como Neyr?
 
-No – rió el ojiverde – realmente me divierto, pero ha asustado a muchas manadas de animales las últimas semanas.
 
-Le gustan los animales – lo disculpó el ojirrojo – y es muy juguetón…
 
-Lo sé… Por cierto, mañana tiene que ir a dormir a su árbol de vida, aún está en crecimiento y debe dormir por lo menos una vez a la semana ahí.
 
-Pero estará solito – el ojirrojo observó a su hijo con infinito amor, el árbol de vida de Neyr, así como ese en el que estaban, se encontraban lejos del palacio.
 
-No te preocupes, mi hermosa flor – Nyrn negó – mis hermanos y yo dormíamos todos los días en nuestro árbol y, aunque ahora yo ya no lo haga, nada me pasó durante tantos siglos, así que no le pasará nada a Neyr, tenlo por seguro…
 
-Nyrn… – Skoll buscó la mirada de su esposo y le sonrió – ¿crees que tus hermanos tengan la misma suerte que nosotros?
 
-No lo sé – negó – pero, espero que los espíritus les den la oportunidad de formar una familia, cómo la nuestra – besó el cabello blanco con ilusión.
 
-Pero, a nuestra familia, aun le falta crecer – sonrió el menor – ¿lo recuerdas?
 
-Sí – asintió el rubio – antes de partir, llenaremos este bosque con nuestras semillas…
 
-Ojala que nuestros hijos, también encuentren a alguien adecuado…
 
Nyrn se inclinó y buscó la mejilla de Skoll – lo harán, tenlo por seguro…
 
El ojirrojo se movió y le ofreció los labios a su esposo, para fundirse en un beso dulce, lleno de promesas, pero, debido a eso, incomodó un poco el sueño de su hijo, quien se removió y despertó.
 
-Papi… – Neyr se incorporó y talló sus ojitos
 
-¿Qué pasa? – preguntó el peliblanco, acariciando la mejilla de su hijo con amor.
 
-Quiero ir a casa… – dijo en un murmullo y bostezó.
 
-Entonces, es hora de irnos – anunció el ojiverde.
 
Nyrn se puso de pie, ayudó a Skoll a incorporarse y levantó a su pequeño retoño en brazos; Neyr se quedó dormido contra el hombro de su padre con rapidez. La pareja se despidió del árbol de su segundo hijo y se alejaron con paso seguro, sabiendo que al día siguiente, volverían a realizar esa misma hermosa rutina, pues así era su vida, feliz y tranquila y, lo sería por muchos siglos más.
 
 
* * *

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que me siguieron hasta el final, espero que el epílogo les haya gustado. Supongo que no muchos me leen en mi página ni en mi FB, pero allá hice un evento llamado 'chocopreguntas', dónde los lectores hicieron preguntas a mis personajes, por si les interesa leerlas:

https://www.facebook.com/FantasiasOjouSamaOficial/photos/1606659802981323

O pueden buscarla en el album 'chocopreguntas' de FB.

Ya empecé con los especiales y spin off de esta historia, que me fueron solicitados tanto en mi FB como en los comentarios de mi página: http://ojousama.weebly.com/

 

Aunque intenté que fueran cortos, hasta el momento no pude más que el primero, que es la base con el que empecé, se llama familia y, el prrimer hermano de Nyrn en tener su propia historia es Keroh; ¿cuándo seguirán los demás? no hay fecha, pues tengo varios pendientes antes.

 

Aun así, si me siguen, te enterarás de todas las novedades...

 

Una vez más, muchas gracias por su tiempo, ya que sé que, siendo algo original, no a muchos les interesa, es lo malo de no pertenecer a ningún fandom XD pero, espero que nos leamos pronto en una nueva historia...

 

Adiós


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).