Día 50: Aliados
Cerré la puerta de esa pieza, estaba devastado por enterarme de esa verdad. Padre e hija eran amantes, todo pareció oscurecer en ese momento. Siempre creí que su relación era extraña, mas jamás pensé que fuera tan macabra. ¿Quién en su sano juicio puede ser parte de aquello? Sólo un par de mentes perversas son capaces de tamaña atrocidad.
Caminé como pude por el pasillo del segundo piso, un par de pasos fueron suficientes para comenzar a reír. Algo en mi interior cambió, desapareció el miedo a esos dos y se produjo un humor diferente, una sensación de liberación.
-Por Dios, si es una asesina... - susurré al aclararse mi cabeza.
¿Cómo podría sorprenderme? Es capaz de terminar con la vida de inocentes para conseguir sus propósitos, ¿acaso en incesto es mejor que eso?
Si estás metido en este juego, algo no debe estar bien en tu cerebro, y eso me convierte en un demente, en uno que se devolvió al lugar donde encontró a su pareja follando con su propia hija y grabó tal escena, escondido detrás de la puerta.
No, aquello no fue una noticia desdichada, sino que todo lo contrario, porque se convirtió en la mejor carta contra esos dos. Llegué a la conclusión que sí estoy luchando con Verónica, no puedo tener moral, debo utilizar todos los medios posibles para destruirla y hacerle pagar por sus fechorías.
Del celular pasé el video a mi computador y de ahí a cuánto pendrive encontré, para resguardar la información tan valiosa que tenía entre mis manos.
¿Acaso creías que me destruiría saber tu verdad Verónica? Pues te equivocas mucho, porque utilizaré tus errores para destruirte.
Esa noche preferí ignorar a Leonardo, me sucedió lo mismo que solía pasarme con Vicente y es que saber que tocó la piel de la Almeida, me produjo un profundo resentimiento. ¿Por qué siempre compartimos los mismos hombres?
Al otro día me levanté temprano y fui hasta la casa de Eunbyul, necesitaba saber cómo se encontraba.
-Gracias a ti mi hija se ha mejorado... Es poco, pero ya come y su rostro tiene un poco de rubor... - me agradeció la madre de mi amiga.
También me contó que su esposo había denunciado a la sirvienta con la justicia y que ahora la policía la estaba buscando para arrestarla. Espero que así sea y es que con eso, tendría un as más contra la Almeida.
-Lo siento tanto Valentín, jamás pensé que al intentar ayudarte terminaría dañándote tanto... - la coreana me abrazó con fuerza tan solo al verme.
No tuve palabras que responder y es que solo quiero que seamos amigos nuevamente, que olvidemos todo lo que ya sucedido y nos unamos para destruir a quienes tanto nos han maltratado.
-Quiero que nos reunamos con Daniel y Víctor... Yo sé que ellos estarán de mi parte... - y esa era mi intención al ir a su casa, que la usáramos para reunir a nuestros aliados.
Podrán pensar que no debo confiar en Daniel, y tienen razón, puede que esté confabulado con Verónica, pero... Dudo mucho que sepa de su relación con Leonardo. ¿Podría soportar eso de su supuesta amada? Dudo mucho que así sea.
Finalmente los citamos, utilizaré todo lo que tengo en mis manos para atacar a esa maldita, aún cuando deba confiar en quienes me han traicionado en el pasado.