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[]+[]+ El camino de un destino. +[]+[] por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Lamento tanto la tardanza al actualizar esta historia, es que estoy modificando algunas cosas como son la ortografía y eliminando algunas palabras que aparecen muchas veces, pero acá presento el capítulo 6. Espero sea de su agrado y voy a tratar de actualizar lo más rápido que pueda, de antemano gracias a los que leen y si desean comentarme, sugerirme o preguntarme algo, estaré respondiendo sus reviews a la brevedad posible.

Quiero decir que, este capítulo está dedicado con todo mi cariño a una persona muy especial, mi linda amiga alliaries que cumplas muchas años más bonita, se te quiere <3

Disfruten la lectura.

 


La clase de la licenciada Pandora había llegado a su fin, los alumnos vaciaban las aulas de a poco en busca de un merecido receso para comer algo o atender sus necesidades antes del próximo bloque. Camus y Saga iban conversando de las tareas que llevaban.


—Esto es demasiado, Saga —suspiró Camus con una cara única de cansancio.


—Es parte de ser universitario, mi príncipe… Oye, ¿dónde estarán Milo y Death?


—Deben seguir en la zona verde, podemos ir a buscarlos si te parece bien.


—No es mala idea pero no quisiera interrumpir algo importante… —el griego meditó unos momentos antes de tomar la mano de su pareja— Lo mejor será que esperemos a que ellos nos encuentren, mientras tanto vamos a comer algo, amor.


Camus se encogió de hombros.


—Bueno, vamos sólo porque olvidé mi desayuno en casa.


El comentario del peli-turquesa hizo reír al mayor.


—Eso no hubiera sucedido si me hubieras prestado atención —refutó.


—Ya no me regañes, mejor llévame a comer que muero de hambre.


Saga negaba suavemente con una sonrisa en sus labios, a veces Camus podía ser muy despistado, pero así le amaba y no lo cambiaría por nada en el mundo.


 


♋♏♋♏♋♏


 


—Me parece que con los años te has puesto mucho más bello de lo que recordaba —Milo sonrió con humor ante el sonrojo discreto que se apoderó del rostro del otro joven a su lado.


—M-Milo, que cosas dices… —volteó la mirada con un deje de incomodidad.


—Digo la verdad, Damien… eres realmente muy bello, tienes una pureza que a pesar de estar cubierta con la madurez de los años, no desaparece en ese brillo de tus hermosos ojos azules.


Death comenzaba a sentir un cosquilleo en el interior de su pecho, sentía su cara caliente y una extraña paz dentro de su corazón. Cada vez estaba más convencido de que Milo le gustaba, o incluso más que eso. El griego lo hacía sentir como ni en su momento Kanon había podido hacerlo, Damien comenzaba a sentir un sincero y profundo cariño hacia Milo pero tenía mucho miedo de lo que podría pasar si le abría su corazón. Quería creer que la solución era mantenerse distante e indiferente, había sufrido demasiado con lo de Kanon y no creía poder soportar otra decepción si se decidía a enamorarse y entregar su amor como una vez ya lo había hecho.


—Milo yo… —Death bajó su rostro haciendo que Milo se preocupara.


—Damien. ¿Estás bien? ¿Dije algo que no debía?


Milo tomó del mentón a Death haciendo que éste levantara el rostro. Cuando los dos jóvenes se vieron a los ojos, el heleno pudo ver lágrimas cristalinas bajando de los espejos azules del italiano. Los ojos de Milo se agrandaron sorprendidos ante lo que estaban presenciando. No sabía lo que era pero algo dentro de Milo se rompió al ver a su amado llorar, se sentía culpable. Creía que él había hecho llorar a Damien y se sentía terrible.


—Damien, por favor perdóname si te hice sentir mal… —Milo abrazaba a Damien recostando el rostro del otro sobre su pecho. Damien acariciaba con suavidad el brazo del mayor con su mano izquierda.


—Milo, no has hecho nada para hacerme sentir mal… es que… me siento muy confundido. Tus palabras, tu forma de ser me hacen sentir indefenso…


—Lo lamento, Damien. Yo sólo deseo que te sientas a gusto estando en mi compañía, así como yo me siento con la tuya.


—Yo no soy una buena persona, Milo… no merezco tu esfuerzo…


—No digas eso —Milo levantó el rostro del otro para que lo mirara—. Tú no eres malo, la primera vez que amaste te fallaron y es normal que sientas miedo, pero tú no eres malo. Tú mereces que te pasen cosas buenas, mereces enamorarte y que se enamoren de ti por completo. Mereces amar y ser inmensamente amado porque eres un joven con un alma y un corazón puros y únicos. Eres un tesoro pero no has querido darte cuenta pero yo si lo he hecho y sé lo valioso que eres. Porque desde la primera vez que te vi, me enamoré de ti y nunca quise olvidarte…


—¡Milo…! —los ojos de Damien se agrandaron sorprendidos, era la primera vez en toda su vida que alguien se confesaba ante él de una manera tan ardorosa y profunda, más lágrimas brotaron de su mirar ahora acompañadas de sollozos que escapaban de su garganta.


—Yo… yo te lo agradezco mucho, Milo… gracias por quererme…


—No sólo eso, Damien… Yo te amo… —sonrió con completa seguridad y sinceridad. Death sonrió de igual manera.


 


♋♏♋♏♋♏


 


—Mu, te has tardado demasiado, amigo. ¿Qué tanto hacías? —cuestionaba el gemelo menor con algo de cansancio.


 —Lo lamento, es que el tema de esta clase no me estaba quedando claro y me quedé a pedirle asesoría a Hilda —suspiró el peli-lila.


 —¿Pudiste resolver tus dudas, Mu? —esta vez el rubio preguntó.


 —Si, ella me explicó pacientemente y logré interpretar lo que la lección explicaba.


 —Eso me alegra.


 —Si, si, a mi también —le restó importancia al asunto del otro con aburrimiento—. Pero muero de sed, ¿me acompañan a comprar una botella con agua?


 —Claro, Kanon. Puede que el agua te mantenga con los pies en la tierra la próxima clase, además estaremos con el licenciado Apolo y él si es capaz de sacarte del aula si te vuelves a distraer... ¿Sabes qué? Mejor comprate un café.


 Mu escuchaba la conversación de su novio y su amigo por lo que quiso saber de lo que estaban hablando.


 —¿Que ocurrió?


 —¿Uhhm? —Shaka miró al peli-lila— Lo que sucede es que Kanon fue reñido por Abel hoy en la clase de contabilidad, le dijo que últimamente ha estado muy bajo en esa asignatura y que de seguir así iba a reprobarla este ciclo.


 —¿Kanon, es en serio? Si tú siempre has sido muy bueno para esa asignatura… —se extrañó Mu.


 —¿En que te distraes, Kanon? —el hindú lo miraba atentamente esperando una respuesta de su parte.


 —Yo… yo estaba recordando el día en que conocí a Aioria y a Damien…


El tibetano y el hindú se miraron con preocupación, el tema del italiano estaba afectando a su amigo más de lo que hubieran pensado. El asunto era serio.


 —Kanon, sabemos que este tema es complicado para ti —inició Mu—, pero estás dejando que te afecte demasiado. Sería bueno que tú y Damien hablaran y que arreglaran todo.


 —Es muy fácil decirlo, Mu —Shaka sonaba serio—. Pero es muy diferente llevar las palabras a las acciones, Damien sufrió y ustedes lo saben bien, él tuvo que irse mientras que poco tiempo después Kanon y Aioria hicieron pública su relación en el instituto. Cuando seguramente nuestro amigo en alguna parte de Sicilia se sentía solo y triste…


 —No tienes que decírmelo, Shaka, desde hace años que sé que tú te has compadecido de Damien y está bien, pero Kanon ahora está pagando su equivocación —debatió Mu.


 —Chicos… —suspiró Kanon colocándose en medio de los otros dos— Por favor no se peleen por mi causa, Mu te agradezco tú preocupación y Shaka, yo acepto que tengo la culpa de lo que está pasando pero no por eso deseo que ustedes discutan. Son una pareja y además son mis amigos… en verdad yo no merezco su discusión, mejor sólo vamos por algo para tomar y olvidémonos de este asunto...


 —Pero… Kanon…


 —Vamos, Mu, Shaka, el receso se va volando y ya estamos llegando.


 Los de lacia cabellera siguieron al peli-azul en silencio, habían hecho sentir incomodo al mayor que sólo trataba de distraerse de sus angustias internas.


 


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Por otro lado Saga y Camus recién se acomodaban en una de las muchas mesas que estaban dispuestas junto con lo que compraron para comer, habían divisado a Death y a Milo sentados conversando al otro lado del chalet pero habían acordado no llamar la atención para evitar que el otro par perdiera la bonita atmósfera que tenían. Pudieron ver como el griego se ponía de pie y se acuclillaba frente al menor, ambos se decían algo y segundos después Milo abrazaba a un Damien que parecía estar llorando. Esto último preocupó a la pareja pero si el peli-corto se dejaba abrazar, era muy probable que se estuvieran sincerando y eso era realmente muy bueno tanto para Milo, como para Death.


—Ay… me encantaría saber de que tanto hablan esos dos… —Camus le dio una mordida a su sándwich de queso con desgana.


—No seas impaciente, mi cielo, estoy seguro que Milo nos lo contará más que feliz —respondió Saga después de darle un sorbo a su botella con jugo de naranja.


—Pero aún falta mucho para salir de la universidad… Sabes, mon amour, si Milo es inteligente invitará a Damien a algún lugar agradable después de que salgamos de aquí.


Saga miró a su pareja con asombro.


—¿Crees que si pueda hacerlo, vida mía?


—Tiene que hacerlo si no quiere recibir un golpe —el francés alzó su puño derecho y sonrió de lado alzando una fina ceja.


Saga rió de buena gana ante el gesto y la expresión de su hermoso novio.


—Pues más le vale entonces que si lo haga, o lo que le espera no le va a gustar para nada.


—Claro que no le va a gustar… —Camus agudizó la vista para ver hacia el camino que venía de los edificios de la facultad de ciencias jurídicas. Palideciendo casi de inmediato al notar lo que se avecinaba— ¡Saga, Saga, debemos hacer algo!


El gemelo se extrañó por la reacción del menor.


—Pero cielo, ¿qué pasa? —el pobre nada comprendía hasta que Camus lo iluminó.


—Kanon se acerca hacia acá, Shaka y Mu vienen con él pero si se acerca a Damien todo se irá al traste.


—¿Qué, Kanon? Ay no… lo que hacía falta. Debemos evitar que se acerque a ellos —meditaba en algo para entretener a su hermano.


—¿Y si vas y hablas de algo con él?


—¿Pero qué?


—No sé, amor, invéntate algo lo importante es que no llegue hasta aquí.


—Ay, Camus lo que hago por complacerte… —se lamentó poniéndose de pie.


—Porque me amas tanto como yo a ti, mon amour. ¡Ahora ve!


Y así Saga se encaminó rápido pero con calma a donde su hermano se veía venir, no estaba seguro de lo que iría a hablar con el menor pero lo importante era retrasar lo que más pudiera a su gemelo. O mejor aún, hacer que se regresara por donde venía.


Finalmente estaba lo suficientemente cerca de los tres cuando el gemelo mayor saludó con una forzada sonrisa a su familiar, Kanon y sus acompañantes saludaron al otro peli-azul con tranquilidad.


—Kanon, me alegra verte, necesito que me hagas un favor.


—Oh claro, es para lo único que me recuerdas, ¿no, Saga?


—Claro que no, hermano. De hecho creo que los dioses te pusieron en mi camino, ¿podrías acompañarme? Necesito tu consejo…


Saga se encontraba nervioso pero lo disimulaba bien, inventaría algo referente a Camus para tener algún tema que sirviera como excusa para que el menor lo acompañara sin pedir tanta explicación.


Mientras esto ocurría, Milo y Death reían ante algún comentario del griego que se le había hecho hilarante al italiano y su risa había contagiado a Milo. Los dos se sentían muy a gusto en compañía del contrario. Tanto que Milo se atrevió a proponer otra oportunidad para que ambos estuvieran cerca.


—Damien, ¿te gustaría ir conmigo a una cafetería muy buena que hay aquí cerca al salir de estudiar?


—Me encantaría, Milo. Muchas gracias —y le regaló una de sus mejores sonrisas.


No lo mostraría de más pero Death estaba feliz, gritando de alegría en su interior. Milo nunca había abandonado su mente cuando estaba en su tierra natal, al principio había sentido miedo de que el griego solamente estuviera intentando jugar con él como hizo Kanon pero, con ayuda de los consejos de Camus y de largos lapsos de meditación con la almohada, se había decidido a dar una oportunidad a esa persona que trataba de una y mil formas de hacerle notar su existencia.


Incluso Milo había ido hasta la facultad de ciencias jurídicas para decirle sus verdades a Kanon aunque esto el peli-azul menor no lo sabía —nunca lo sabría en realidad— pero el heleno llevaba más sentimientos hacia él de lo que imaginaba.


Y Milo con muchos nervios se había aventurado a invitarle a una cita. Para él, cuando se ama de verdad nunca se puede esforzar lo suficiente así que pondría todo de su parte para que todo fuera perfecto. Milo estaba feliz de que Death haya aceptado su invitación, le encantaba la compañía del menor y el pensar que compartirían otro tiempo juntos lo llenaba de gran dicha, lo amaba tanto que sin dudar cumpliría todos los caprichos del otro aunque fueran raros o imposibles, no importaba con tal de ver esa hermosa sonrisa formándose en esos suaves y apetecibles labios, él iría hasta la luna y escribiría el nombre de Damien en ella de ser necesario.


—Gracias a ti, mi pequeño por aceptar mi invitación —le sonrió de vuelta, una sonrisa rebosante de alegría pura y plena.


—Es un gusto, Milo… ¿Te parece si nos adelantamos al aula del señor Julián? Así nos acomodamos mejor —propuso el más bajo a lo que el de cabellos largos asintió sonriendo.


—Me parece bien, vamos —ambos tomaron sus carpetas de la mesa y luego se colocaron sus mochilas al hombro iniciando a caminar hacia su edificio— Hoy se harán las parejas para el trabajo de la próxima semana, me preguntaba si. ¿Puedo ir contigo para ese proyecto?


Milo estaba más valiente ahora, la cercanía del otro le había dado el coraje suficiente para buscar mayor acercamiento entre ellos y ahora se le presentaba una nueva oportunidad para estar más tiempo con el oji-azul y la iba a aprovechar al máximo. Death meditó unos segundos y con una sonrisa asintió.


—Me parece bien, Milo. Eres muy bueno para el dibujo y la pintura, y yo pondré todo mi esfuerzo para que nos vaya bien.


Oh dioses, Damien había aceptado trabajar a su lado, ese era uno de los mejores días en la vida del peli-azul mayor.


—Tú también eres grandioso, Damien, nuestro proyecto será de los mejores.


Y entre charlas, planes y sonrisas ambos se internaron en el edificio de la facultad de diseño gráfico sintiendo que todo lo que deseaban, el contrario lo tenía, y más…


Mientras con Saga…


—Puedes regalarle flores, que sé yo, Saga. Tú tendrías que saber lo que le gusta —Kanon suspiró cansino ante la insistencia de su gemelo en que le diera ideas para un posible regalo sorpresa a su novio Camus. Pero sucedía que el griego menor no conocía todas los gustos del francés por lo que no sabía como ayudar al mayor.


Saga por el contrario sentía un dejo de desesperación, un regalo para Camus era lo mejor que se le había ocurrido para retener a su igual pero ya no encontraba que decirle hasta que un mensaje le hizo sacar su teléfono de su pantalón. Era un whatsapp de Camus diciéndole que Milo y Death ya habían regresado al edificio, por lo que ya más aliviado se dirigió de nueva cuenta a Kanon que contaba el dinero que invertiría en su botella con agua.


—¿Sabes, hermano? —dijo con calma— Tienes razón, un hermoso ramo de geranios será un muy buen detalle. Te agradezco por tu ayuda —sonrió palpeandole la espalda haciendo que casi se le cayeran las monedas.


—¡Saga...! —suspiró— Está bien, me alegra haberte ayudado aunque sea un poco, hermano. Pero ahora si me disculpas estaba a punto de ir a comprar algo de tomar. ¿Nos vemos en la salida?


—Claro, estaré con Camus justo por donde está la fuente.


—Bien, nos vemos, hermano.


Los gemelos se despidieron con la mano, Kanon volvió a donde los de lacios cabellos lo esperaban, Mu ya tenía una botella con agua fría, al verlo se la dio y el mayor agradeció el gesto, pronto los tres se despidieron de Saga con una mano al aire y se alejaron de nuevo con destino al campus donde estaban los edificios de economía y ciencias jurídicas.


El de cabellos azules más oscuros se permitió soltar el aire de sus pulmones y sin más se dirigió al lugar donde su pareja lo esperaba mientras tomaba la carpeta negra del otro y la suya propia. En eso, Saga llegó para recoger sus pertenencias y ayudar al menor.


—Oh, mi príncipe eso ha estado demasiado cerca…


—Ni que lo digas —los dos iniciaron su camino—. Shaka y Mu se acercaron a comprar agua y al verme me saludaron, y cuando se dieron cuenta de las presencias de Milo y Death ellos ya se habían ido.


—Dioses, al menos impedimos que Kanon llegara hasta aquí.


—Es verdad, ¿qué le inventaste para que se alejara contigo?


—Le pedí ayuda para que me diera alguna idea de que darte en un regalo sorpresa —le sonrió en lo que le tomaba de la mano.


—¿Ah si? ¿Y qué te sugirió que me dieras?


—Mmmm, me dijo que te diera flores, y sabes es buena idea. Te compraré un enorme ramo de geranios —al terminar de decir aquello, besó al francés en los labios de modo rápido pero dulce.


—Oh, geranios, son hermosos. Y son parte del emblema de mi familia.


—Bendita sea tu familia por haberme permitido conocerte, mi príncipe.


Camus sonrojado por las palabras de su novio, le sonrió con todo el amor que su corazón le profesaba, gesto que Saga devolvió con un nuevo beso en la comisura de los labios del menor.


 


♋♏♋♏♋♏


 


—Nos vemos luego, tesoro mío —se despedía Shaka de su novio.


—Te enviaré un mensaje si es que salgo antes que tú, nos vemos, te amo.


—Yo también te amo, que todo te salga bien.


—Gracias, vida. Adiós Kanon, suerte en la clase —le sonrió al gemelo quien asintió y le sonrió de vuelta.


—Gracias, Mu, suerte para ti también.


—Gracias, nos vemos.


Y Mu se acercó a Shaka dándole un tierno besó en los labios antes de ingresar en su edificio.


Cuando el peli-lila se hubo ido, Shaka en compañía de Kanon caminaban con calma hacia su edificio, el gemelo tomaba de su botella cuando el rubio le cuestionó:


—¿Y para qué te necesitaba Saga con tanta urgencia, amigo?


El mayor tapó el envase antes de responder.


—Quería mi consejo sobre algún presente que regalarle a Camus.


—Ya veo, ¿eligió algo bueno?


Kanon se encogió de hombros.


—No lo sé, dijo que le regalaría un ramo de geranios.


—Vaya, la flor de Acuario, son muy bellas… —Shaka meditó antes de decir lo siguiente— ¿Sabes que Damien estaba en ese chalet?


Los pasos del mayor se detuvieron en seco.


—¿¡Qué!? ¿¡Estás seguro!? —los ojos verdes estaban el doble de abiertos —P-pero yo no lo vi cuando me acerqué a ustedes.


—Eso es porque cuando Mu y yo llegamos a comprar la botella, él ya se iba a su edificio.


—¿Estaba solo?


—… No, creo que… estaba con Milo…


—Milo…


el peli-azul afiló su mirada verdosa ante la sola mención del nombre del otro griego.


—Por lo que me cuentas veo que Milo no pierde el tiempo… pero ya encontraré una oportunidad de hablar con Damien sin que ese alacrán interfiera.


—Creo que sería bueno que él y tú hablen y arreglen todo lo que sucedió en el pasado pero, no debes interferir con lo que él haya decidido en cuanto a Milo. Damien tiene derecho a amar, Kanon, piénsalo…


Shaka no había compartido tal información con malas intenciones, sino más bien para que ambos peli-azules pudieran curar sus heridas del pasado por medio del perdón mutuo, pero Kanon no sólo quería el perdón del menor, sino también una oportunidad que le dejara demostrar cuan arrepentido estaba de haber marcado su vida amorosa de esa forma tan cruel, pero ahora Milo estaba en el camino y eso sólo evitaría que su oportunidad apareciera. 


 


 


 

Notas finales:

Gracias por leer, y si desean comentarme algo, con gusto los leere en los reviews. Sigan bellos y hasta el próximo capítulo ;)


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