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La mañana siguiente era Domingo y no debía ir a la escuela, no tenía muchos ánimos de hacer ejercicio así que de decidió por dormir un par de horas más hasta que el sol hiciera su aparición.
Y así fue, la mañana era fresca, cálida, el cielo estaba azul y las nubes esponjosas y blanquitas. No había nadie en casa, sus padres habían salido a trabajar temprano y él solo estaba en casa. Se aseo, se puso ropa limpia y bajo haber que podía desayunar.
Encendió la televisión de la sala y el canal de noticias daba los titulares; caminó hasta la cocina y abrió la nevera, tomo la botella que tenía el jugo de naranja que tanto le gustaba y saco lo necesario para prepararse un sándwich.
Al rato apareció en la sala, en una mano un plato y dos sándwich y en la otra un vaso con jugo de naranja.
El timbre sonó y se vio obligado a dejar su “desayuno” sobre la mesa de centro de la sala y se apresuró abrir la puerta, Neji le había dicho que llegaría en la mañana y talvez se trataba de él. Pero grande fue su sorpresa cuando no encontró a nadie y solo había una caja a sus pies, miró a todos lados y al no encontrar a nadie se adentró con la caja en manos.
La caja estaba decorada con papel de regalo, no tenía nada de llamativo y tampoco decía para quien iba dirigido el paquete, solo decía “espero que te guste” ; así que se atrevió abrirla, estaba llena de papelillos, en cuento adentro sus manos para tomar el contenido, sintió algo frio con la yema de sus dedos y en cuanto lo tuvo en sus manos y lo saco de la caja pegó un grito del susto.
Sus manos estaban llenos de sangre, se trataba de un gatito muerto, alguien lo había estrangulado le había puesto un lazo rojo y lo había metido en aquella caja.
(Ding*dong*) El sonido del timbre lo saco de su estado de shock.
—¡¿Quién es?!
—Naruto, soy Neji.
—Un momento!
Con el dolor de su alma tomo al gatito y lo volvió a meter en la caja, se lavó las manos y limpio la mesa en la que había puesto la caja. Corrió y escondió el regalo en el cuarto de lavado y luego se dirigió abrir la puerta.
— ¿Puedo entrar?
El rubio se hizo a un lado y dejo entrar a su amigo
—Hola Neji
El aludido se giró y lo quedo viendo —¿estás bien?
—Si… porque lo preguntas?
—estas pálido
Se miraron por unos segundos, pero al cabo de un rato neji siguió y tomo asiento en el mueble frente al televisor.
— ¿Neji porque estás aquí?
—Vine a ver si estabas bien
— ¿Por qué todos me dicen eso?
—Porque estas actuando raro
—estoy bien…
—Algo está pasándote —hablo con la seriedad que lo caracteriza — algo que no quieres contarme
— ¿mis padres te pidieron que vinieras, cierto?
—no, no me han pedido nada, pero por lo que veo ellos ya se dieron cuenta que algo te está pasando, estoy aquí por cuenta propia
Naruto no dijo nada, solo se dedicó a escucharlo
—llevas días evitando a todo el mundo
—no estoy evitando a nadie Neji
—si lo haces, cuando alguien se acerca a ti buscas un pretexto para irte, cuando te llamo no contestas y ya no respondes mis mensajes y estás haciendo lo mismo con Gaara ¿Qué es lo que pasa?
—No me pasa nada! — Sintió explotar algo en su interior —Solo quiero estar solo, porque nadie lo entiende! Quiero estar a solas, no quiero que nadie se me acerque!
Reguló su respiración, había dejado salir todo eso de una manera abrupta.
—Naruto —hablo más calmado su amigo, pero se vio interrumpido por sonido de un celular que no era el suyo.
—Es mejor que te vayas Neji —le dijo sin mirarlo a la cara y sintiéndose mal por lo que acababa de decir.
Su amigo no dijo nada más. Se levantó y antes de cruzar la sala le dijo — no mientas diciendo que todo está bien, porque sé que no es cierto. No importa lo que pase Naruto, yo siempre voy a ser tu amigo, y descubriré lo que te está pasando.
Nuevamente solo, lo único que se podía oír en esos instantes era la voz del presentador de noticias.
Y Una lágrima silenciosa rodo por su mejilla.
Su celular no paraba de sonar, ese número de siempre estaba llamando. Cuando el timbre cesó, un mensaje de texto llegó
¿Te gusto mi regalo?
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Había estado todo el día en casa, no había salido a ningún lado, porque no importaba a donde fuera, ese tipo lo iba a estar vigilándolo. Su vida se había vuelto limitada y controlada por ese sujeto, siempre estaba enviando mensajes y haciendo llamadas que Naruto no contestaba. Ahora ya no podía salir sin mirar a todos lados para ver si alguien lo estaba siguiendo, siempre iba por los lugares transitados, lugares en donde hubiera mucha gente para que así no le pudiera pasar nada, pero había días en los que tenía que caminar solo y muy claramente veía aquel sujeto seguirlo no muy lejos de donde él estaba.
Kushina llegaba siempre en las tardes para poder preparar la cena. Tiempo después llegaba Minato para que pudieran cenar los tres juntos. Así mayormente eran los fines de semana.
Antes solían conversar de muchas cosas mientras cenaban, pero ahora todo era diferente, Naruto no decía palabra alguna durante la cena y cuando le preguntaban algo respondía con monosílabos o frases cortas.
—Gracias por la Cena, voy a mi habitación — agradeció la comida y se levantó de la mesa.
Casi corrió hacia su habitación, su celular no había parado de vibrar durante la cena, ya estaba harto de aquel aparato, ya había perdido 3 de sus celulares pero “mágicamente” aparecía uno nuevo entre sus libros, o en su mochila e incluso en su casa. No podía deshacerse de ese aparato.
Nuevamente empezó a vibrar y lo tomo con todas sus fuerzas, lo tiro al suelo y lo empezó a pisotear hasta destrozarlo por completo. Descargo su furia contra el celular hecho trizas. Luego de eso se sintió liberado, se acostó tranquilo sobre su suave cama y reposo por varios minutos.
Pasó una hora, ahí recostado sobre su cama mirando el blanco techo de su habitación, se aburrió de eso y bajo a ver un poco de agua.
Sin prisa y sin ánimos bajo las escaleras, abrió la nevera y saco una botella de agua fresca. Minato ingresó a la cocina encontrándose con su hijo
— ¿ Naruto estás bien?
—Sí —estaba casi arto de esa pregunta. Inmediatamente después de su respuesta sonó el teléfono. Fue el mayor quien atendió la llamada
— ¿aló ?... sí… claro… — cubrió el fono y le pasó el teléfono a Naruto—es para ti
—¿Quién es?
—es un amigo, de la escuela, está preguntando por ti.
Con duda tomo el teléfono, y su padre salió de la cocina para darle privacidad al chico de contestar
—Hola Naruto —esa voz, era él— espero lo hayas guardado bien mi regalo, es especialmente para ti.
“El regalo”, como pudo haber olvidado una cosas así. Si alguien llegara a ver lo que hay en esa caja
— ¡QUE SIGNIFICA ESTO! —la voz de Kushina se escuchó retumbar por toda la casa. Naruto tenía miedo, no sabía lo que iba a suceder, ¿Qué es lo que debía decir?
Se condujo al cuarto de lavado en donde estaba su padre había llegado segundos antes. Y ambos miraban horrorizados el contenido del “regalo”.
— ¿quién puso esto aquí?
El ojiazul estaba temblando de miedo, se había quedado inmovilizado, sentía tantas ganas de decir todo lo que estaba pasándole, pero no podía
“—Si alguien se llegara a enterar de esto, no te preocupes…. Lo matare”
Recordó la voz de ese sujeto en el buzón de sus llamadas, si decía lo que le estaba pasando sin duda le haría daño a su familia.
—Fui Yo… yo puse esa caja ahí. —no podía mirarles a la cara mientras mentía, no quería ver la expresión de sus padres al escuchar esa vil mentira.
—¿qué dijiste? —se levantó del suelo pues se había arrodillado para mirar lo que había al interior de la caja — mírame a la cara cuando te hablo! ¡¿Qué fue lo que dijiste?!
—kushina cálmate, debe de haber una explicación para todo esto.—dijo con la intención de calmar un poco el ambiente que se estaba formando
Con toda la valentía que reunió en ese instante, levantó la cabeza y miro a su madre.—Yo puse esa caja ahí.
—¿te das cuenta de lo que me estás diciendo?—un enfrentamiento entre madre e hijo se iba a dar y nada ni nadie podía impedirlo.— ¿Por qué hiciste esto? Respóndeme con la verdad
—Yo… quería hacerle una broma a alguien
— ¿Quién eres?
Esa pregunta retumbo en los oídos de Naruto, ese rostro tan dolido de su madre y esas lágrimas que caían por sus mejillas lo fueron todo.
—te desconozco… Tú no eres Naruto, tú.. Tú no eres mi hijo —le decía con el dolor de su alma —Tú no sería capaz de herir a nadie y mucho menos por una broma… Por favor dime la verdad, dime que tú no hiciste esta cosa monstruosa, dime que tú no mataste a este animalito solo para hacerle una broma alguien… dímelo
Naruto se quedó callado. No quería seguir mintiendo pero tampoco podía decir la verdad. Un incómodo silencio se coló en medio de la conversación, el ambiente se había vuelto tenso. le dolía ver esas expresiones dolidas en la cara de sus padres, pero era mejor eso a que verlos muertos por culpa de un psicópata.
Kushina tomo en manos la caja y salió en silencio del cuarto dejando a su hijo y a su esposo solos.
—Naruto
—lo siento papá —salió corriendo hacia su habitación.
Al llegar a su cuarto, cerró la puerta y se deslizo sobre esta, había una presión en su pecho que dolía, que no lo dejaba respirar. Sentía tantas ganas de llorar y así lo hizo, llevó ambas manos asu boca y la cubrió para que sus padres no lo oyeran llorar.
—lo siento, en verdad lamento esto mamá, papá… perdónenme
Lloró durante horas, derramo lagrimas hasta quedarse dormido, ahí sobre el frio suelo ya no le importaba nada, jamás se imaginó ver llorar a su madre por culpa suya y esa expresión de su padre de total decepción fue lo peor que le pudo haber pasado. Ya no quería más, lo único que deseaba era morir, para que seguir viviendo, ¿para que ese hombre lo siguiera molestando? ¿Para causarle más dolor a sus padres y amigos?. No, ya no quería seguir así.
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Una lluvia furiosa caía en la ciudad de Konoha, el cielo esta gris, todo estaba triste, las calles la gente, todo.
A pesar de la lluvia debía de ir a la escuela, tenía que dar un examen importante no podía darse el lujo de faltar solo por la lluvia. Se alisto para ir a la escuela, bajo a desayunar pero no había desayuno alguno en la mesa y sus padres no estaban en el comedor. Se dirigió a la cocina para tomar algo e irse
—Buenos días Naruto —su padre estaba sentado tomando un café
—Buenos días papá—respondió de igual manera el saludo. Quiso decir algo más pero prefirió callarse
—Tu madre eta descansando, no pudo dormir toda la noche
—entiendo
—cuando terminen tus clases regresa pronto a casa, tu madre y yo queremos hablar seriamente contigo.
Naruto no dijo nada y salió acompañado de un paraguas. Sin mucha prisa camino hasta la parada de autobuses y tomo el primero. No tenía ánimos de asistir a la escuela, además no había estudiado ara el examen, pero aun así no podía faltar.
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A pesar de haber pasado varias horas la lluvia aún seguía cayendo, no con la misma intensidad de la mañana pero seguía cayendo. El día no había sido para nada bueno, no hablaba con nadie, no salió al receso y en el examen no estaba seguro de haber respondido bien.
Sin más ganas que la mañana se dirigió a casa, se imaginó miles de situación en su cabeza. ¿Qué iban a decirles sus padres?, no estaba seguro, pero sin duda no era nada bueno.
Se percató de algo importante, el tipo que lo acosaba no estaba siguiéndolo. Eso era muy extraño, no había día en que no lo siguiera a la hora de la salida, pero agradecía a los cielos que no estuviera ahí, no iba poder soportar nada más. Pensó que nada podía ponerse peor. Vaya error.
Como siempre tomo el camino de regreso a casa.
—auxilio!, ayúdenme!
Escucho los gritos de un joven, venia de unos callejones , muchas personas pasaron por ahí pero ninguna presto atención al llamado de ayuda del pobre joven que gritaba desde aquel lugar. El instinto de Naruto lo obligo de devolverse y adentrase para ayudarlo.
Se adentró en el oscuro callejón y no encontró a nadie, aun los gritos se podían escuchar, camino un poco más y doblo la esquina que daba hacia otra entrada, había el contenedor de un basurero y estaba apartado, más allá, en el fondo del callejón lo vio, estaba tirado ensangrentado un muchacho de cabellos azabache.
—Ayúdame por favor —decía mientras se presionaba la herida que tenía en el abdomen
—Llamare a una ambulancia —saco su celular para llamar a emergencias
—eh.. aa-ahí… —
—¿Qué? No entiendo — pero el muchacho de pronto empezó hacerle señas que Naruto no entendió hasta que se dio vuelta
—Hola Naruto
continuara*