El tiempo pasa y las vacaciones transcurren. Youngjae cree que ha olvidado lo que siente por Daehyun, o al menos parcialmente. No le ha enviado ni un sólo mensaje, lo cual es un gran avance para él; Daehyun tampoco le ha hablado, pero para él está bien, se siente a gusto con lo que siente, por el momento.
Youngjae sale un par de veces sólo con Junhong durante vacaciones, sólo para enterarse que su mejor amigo y Yong Guk ya son novios; y Youngjae a pesar de sentirse feliz por su amigo, siente algo de envidia, desearía tener algo así, quisiera tener a alguien que lo vea como si fuera su mundo entero.
Las vacaciones terminan y Youngjae cree que ya no le gusta Daehyun; ha sido un ingenuo, porque cuando lo ve, le parece como siempre el chico más genial de todo el mundo entero, tan guapo, tan brillante, su corazón se acelera nuevamente y piensa que ha sido un estúpido por pensar que podría olvidar en algunos meses lo que lleva sintiendo por años.
Ya no hay incomodidad entre los dos, todo parece normal como antes de la confesión, con la diferencia de que Daehyun sabe que le gusta a Youngjae y que por alguna extraña razón ha comenzado a hablarle más, como no lo había hecho en todos los años que llevan conociéndose; claro que para Youngjae esto no pasa desapercibido, pero trata de no darle mucha importancia, porque no quiere hacerse estúpidas ilusiones que sólo lo llevaran a sufrir en el futuro.
Los meses pasan y a pesar de que a Youngjae le sigue gustando Daehyun y que incluso ha aclarado y dado nombre a sus sentimientos como “enamoramiento”, algo que no se había atrevido a hacer, se siente feliz, probablemente dejar de sentir lo que siente por Daehyun será difícil e incluso eso ocurra hasta que conozca a alguien más, pero no le importa, él y Daehyun son más cercanos ahora y quizá ser sólo amigos no sea tan malo.
A Youngjae le confunde Daehyun, ¿qué es lo que pasa con él? ¿De verdad lo ha estado mirando o es sólo su tonto cerebro? No lo sabe pero a veces cree descubrir a Daehyun mirándolo de reojo. Incluso lo ha cachado ese día mirándolo mientras el leía entre clases, ¿tendrá un moco? Piensa como posibilidad mientras se pasa la mano por la nariz; al parecer su nariz esta limpia, entonces qué es, ¿se verá raro con su nuevo color de cabello? ¿Debería cambiarlo? Se plantea mientras acaricia los suaves mechones cobrizos sobre su cabeza.
–¿Estás bien? Te ves algo distraído.– la voz de Daehyun lo sorprende haciéndolo saltar sobre su asiento.
–Sólo pensaba en si volverme a pintar el cabello.
–Pues el color que traes ahorita te queda bien.
–Bueno, lo dejaré así.
–¿Seguro que estás bien?
–Sí, ¿por qué no lo estaría?
Y con eso acaba su conversación, porque Daehyun se tiene que cambiar de salón mientras Youngjae se queda donde está. Trata de volver a leer, pero le es imposible concentrarse cuando se da cuenta de que Daehyun es consciente de él, y quizá no signifique nada, pero ese simple detalle le es suficiente para que su día sea bueno.
Por alguna razón Youngjae se ha vuelto más sociable en los últimos meses, parece hablar más y reír más, se ha vuelto más magnético. Daehyun es consciente de que ahora su mirada se dirige con frecuencia hacia, el ahora chico de cabellos cobrizos; y Daehyun descubre, no sin cierto enfado, que su mirada no es la única que se dirige hacia Youngjae, esa nueva confianza que ha forjado durante los últimos meses, lo hace más atractivo.
Daehyun también es consciente de que no puede salir con ninguna chica sin imaginarse la clara risa de Youngjae y su aroma varonil. Su dulzura no es equiparable con la de las chicas con las que sale, las rebasa por mucho.
Daehyun tampoco puede dejar de reprocharse, porque se ha enamorado del chico al que rechazo tiempo atrás. Sabe que busca cualquier excusa para estar con él aunque no sea a solas; incluso le ha dicho que han cancelado sus clases de canto por algún tiempo, aunque eso no sea verdad en lo absoluto; sabe que Himchan lo reñirá por tantas faltas, pero eso no importa si puede ver a Youngjae reír tan espontáneamente como sólo lo hace con Juhong, y Daehyun se encuentra preguntándose a sí mismo si algún día él será capaz de hacerlo reír así.
–¡Jae! ¿Podemos hablar?– llama Daehyun al menor cuando las clases han acabado.
–Claro.– contesta Yougnjae con una sonrisa, porque le agrada que el moreno le llame Jae en vez de Youngjae, porque suena más cariñoso y menos impersonal.
–Sólo quería preguntarte si quisieras ir a un nuevo establecimiento de pizza que acaban de abrir en la ciudad.
–¿Los chicos también irán?
–No, sólo los dos, es una cita, Jae.
Youngjae no sabe qué contestar, se ha quedado sin palabras, sus manos tiemblan y su corazón se acelera, pero al fin contesta.
–Yo, no lo sé Daehyun hyung. Tengo cosas que hacer y un examen importante.
Youngjae miente, pero no sabe qué decir. No es como si no hubiera fantaseado con ese preciso momento un millón de veces. Pero en los últimos meses ha madurado y se ha dado cuenta de que quiere a alguien que jamás dude de que es lo que siente por él y también quiere a alguien que sea como su mejor amigo, y sabe que con Daehyun no tiene eso, se ha dado cuenta que los momentos en donde se encuentran solos siguen siendo algo extraños. Youngjae no sabe qué más decir, no sabe cuál es la decisión correcta, por lo que sólo atina a huir de ahí sin decir más.
“¿Qué es lo que ha pasado?” es la pregunta en la cabeza de Daehyun. “Pasa que eres un estúpido que no se dio cuenta antes de lo maravilloso que es Youngjae y ahora has perdido tu oportunidad.” Contesta a su propia pregunta.
Youngjae no puede dejar de darle vueltas a la invitación de Daehyun ¿debió haberle dicho que sí? No lo sabe, pero no se arrepiente de haber rechazado a Daehyun; porque Youngjae ha aprendido a quererse más y a pesar de que aún no se siente guapo del todo, sabe que merece alguien para quien sea único, y siente que para Daehyun sólo es un capricho momentáneo.
Los días pasan y las cosas entre Youngjae y Daehyun se han tornado incómodas, y esa es una de las razones por las que el menor ha rechazado su invitación, no le gusta sentirse incómodo con la gente; él quiere algo como lo que tienen Yong Guk y Zelo, para ellos los temas de conversación parecen jamás acabarse a pesar de que son tan diferentes, y Youngjae jamás ha visto que entre los dos haya silencios incómodos, como los que sobran entre él y Daehyun.
Daehyun se pregunta una y otra vez si debería hacer un nuevo intento con Youngjae, tal vez sólo debería dejarlo pasar, pero no puede sacárselo de la cabeza, ni dejar de verlo cada que lo tiene cerca. Se siente el tonto más grande del mundo por haber dejado ir a un chico como Youngjae, no lo ha perdido, pero no falta mucho para que eso pase. Es todo o nada, así que decide ser franco.
–Jae, ¿podemos hablar sólo un momento, por favor?
–Hyung, enserio llevo prisa, tengo muchas tareas atrasadas.– otra vez miente, pero cree que hace lo mejor. Evitará a Daehyun hasta que éste olvide su encaprichamiento por él.
–Serán menos de 5 minutos.
–Bueno, pero no más.
–¿Por dónde empiezo?
–Por el comienzo.
–Claro, ¿cómo no lo pensé?– dice Daehyun sarcástico.
Youngjae ríe y Daehyun está feliz de escucharlo.
–Anda hyung, que tengo prisa.
–Está bien, lo diré. Primero, lo siento, porque fui un idiota que no se dio cuenta de lo maravilloso que eres y que se ha enamorado de ti cuando tu pareces ya no sentir lo mismo. Y segundo, me gustas, Jae. Siento por ti algo que no había sentido antes, y disculpa por darme cuenta tan tarde. Comprendo si me rechazas, pero necesitaba decírtelo.
–Yo….– Youngjae estaba en shock, escuchar al chico del que llevas enamorado 2 años confesarse no es algo que pase todos los días.– Yo sigo sintiendo lo mismo, sólo que creí que rechazarte sería lo mejor, ¿y si lo que sientes sólo es momentáneo?
–No lo es, Youngjae, jamás había sentido algo así.
Youungjae puede ver que el mayor dice la verdad. Se siente tan feliz que no puede evitar abrazar a Daehyun y esconder su rostro en el hueco entre su hombro y su cuello.
–¿No me rechazas?– pregunta Daehyun correspondiendo al abrazo del menor.
–No.– responde Youngjae sin soltar el abrazo.
–¿Quieres salir a comer pizza? De verdad que quiero comer una en el nuevo restaurante.
–Está bien. Mañana es sábado, ¿está bien para ti salir mañana?– pregunta el menor alejándose de Daehyun, aunque honestamente no quiere.
–Sí, para mí no hay problema, y ahora ve a hacer tu tarea, no quiero que te atrases.
–En realidad mentía, no tengo nada atrasado.
–Ya lo sabía. Pero yo si tengo que irme, también he estado mintiendo al decir que ya no tengo clases de canto, y si hoy no llego a tiempo Himchan me echará.
-¿Por qué mentiste?
-Quería pasar más tiempo contigo y me gusta verte reír como cuando estás con Junhong porque ríes muy espontáneamente. Pero tus descansos siempre caen en mi horario de ensayo.– dice Daehyun con un puchero en los labios que hace reír a Youngjae, esas cosas no son lo suyo.
–¿Y por qué me dijiste que fuera a verte? A mí no me molesta ir y además me encanta tu voz.– dice Younjae aún riendo porque no puede creer que Daehyun faltara a una de las actividades que más ama sólo por él.
–Pensé que no querrías.
–Pues sí quiero. Hay que irnos, no quiero que Himchan te eche de algo que amas hacer.
Llegaron apenas a tiempo para evitar que Himchan saqué a Daehyun del grupo de una patada. Desde ese día a Youngjae se le hace costumbre ir a ver ensayar a Daehyun todos los días, no supone un inconveniente para él, ni para Junhong tampoco, porque puede escuchar cantar a su novio, dueño de una profunda voz.
La primera cita de Daehyun y Youngjae llega, y a pesar de que al principio es algo incómodo, luego todo fluye naturalmente.
Youngjae, sin embargo, no puede dejar de darle vueltas a cómo será su primer beso o cómo se harán novios; para él todo debe ser perfecto y le causa ansiedad pensar que los momentos incómodos regresen para él y Daehyun. Pero se ha estado preocupando en vano, porque su primer beso, al igual que su primer cita es espontáneo y fluye naturalmente. Se encuentran sentados en una banca en un parque, Daehyun toma la mano de Youngjae y cuando éste voltea, junta sus labios en un beso suave y cálido, y no es como Youngjae siempre lo imaginó, sino que es mil veces mejor. Después de eso Daehyun le pide a Youngjae que sean novios y claro que éste acepta.
Youngjae se ha dado cuenta de que no sólo ha encontrado un chico maravilloso en Daehyun, también ha encontrado al novio más dulce, a un amigo y un confidente. Y Daehyun se da cuenta de que Youngjae es lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo, y que por mucho que lo intente no puede dejar de mirarlo, aunque ése, es su secreto.