Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drive my car. por Galaxy Diamond

[Reviews - 98]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando Jungkook pensó que Jin había terminado de comer, subió para recoger la charola. Entró a la habitación y no encontró a Jin ahí,  y la charola de comida  estaba intacta.

─    ¿Hyung, donde estás? – Le preguntó, asomándose al baño y al vestidor, pero no lo veía por ningún lado y entonces recordó la recamara del bebé y salió allá.

Cuando iba a entrar, escuchó a Jin sollozando y se detuvo. Pensó que había escuchado mal, pero  no, su hyung lloraba con mucho dolor  y eso le llegó directo al corazón.

Abrió la puerta y vio a Jin en el suelo, sentado y abrazando el pañal de su bebé y un peluche que tenía en la otra mano. Solo lloraba sin control.

─    ¡Hyung, ¿Qué pasa?! – Le preguntó, acercándose al mayor, mirándolo fijamente. Seokjin abrió los ojos y miró a Jungkook con los ojos llenos de lágrimas.

 

─    ¡No, no es nada! – Se limpió los ojos y trató de sonreír, pero su rostro estaba completamente empapado por el llanto.

 

─    ¿Te duele algo, hyung? – Le preguntó el menor, lleno de preocupación. En verdad, le dolía el corazón al mirar a su hyung llorando de ese modo.

 

─    Sí. Me duele mucho el corazón. – Le contestó en voz baja, escuchándose derrotado y muy cansado.

 

─    Pero… ¿Por qué? ¿Discutiste con Suli, o qué paso, porque estás así? – Lo cuestionaba, acercando su rostro al de Jin, tratando de adivinar las respuestas.

 

─    No, no es por Suli que estoy llorando. Es… - Lo miró y luego sin más, le dijo: - Estoy llorando por ti, porque te vas a ir de mi lado y… y  no quiero. – Volvió a comenzar a llorar.

Se sentía muy apenado y tonto, pero no podía evitarlo. Pensar en que ese chico se fuera de su vida, lo ponía muy mal.

─    ¡¿Por mí?! – Le preguntó asombrado.

 

─    Sí, porque… eres mi amigo y me haces falta. – Terminó.

 

─    Pero hyung… - No sabía que decirle. En verdad lo asombraba que Jin se pusiera así por su causa.

 

─    Ayúdame a ir a la recamara, por favor. – Se apoyó en el hombro de Jungkook y se levantó de su lugar.

 

Recorrieron el camino en silencio. Jungkook pensando a una velocidad de rayo, porque tenía de pronto muchas preguntas, pero no se atrevía a hacer ninguna.

 

Por otro lado, Seokjin se sentía vacío, triste y deprimido. Se sentía tan cansado que apenas podía dar los pasos, su cuerpo se le iba durmiendo poco a poco.

Por otro lado, sabía que Jungkook se iba de su lado para siempre, y todo por una tontería y ahora solo le quedaba pagar las consecuencias de sus acciones.

 

─    No te apures, Jungkook. No es tu culpa, ni tampoco te sientas mal. Solo soy un chiqueado, un hombre que ha sido demasiado mimado por ti, y ahora no sé cómo volver a mi vida anterior, llena de soledad y de silencio. – Le explicaba.

 

─    Hyung… me duele que puedas pensar que soy capaz de hacer algo tan malo como inventar cosas contra Suli. Me duele tanto que no puedo seguir mirándote. – Trataba de explicarle, pero incluso a él ahora le parecía un argumento débil.

 

─    Te entiendo. Por eso, no te pido que te quedes. Si crees que no puedes soportar la compañía de Suli, entonces… vete. – Le contestó. Sentía una extraña opresión en el pecho y de pronto, le costaba ver con claridad.

 

Se acostó en la cama y cerró los ojos, pues le acometió un fuerte dolor de cabeza. Su respiración se hizo un poco trabajosa y sintió que se ahogaba.

─    Jungkook, yo… no puedo… respirar. -  Le dijo asustado.

 

─    ¿Hyung, te encuentras bien? – Le preguntó Jungkook, acercándose al chico. Pero Seokjin se veía muy mal. Ni siquiera podía responderle. - ¡Hyung, Jin, respóndeme, anda! – El chico se sintió desesperado y muy asustado, entonces llamó a una ambulancia y al doctor SCoups.

La ambulancia llegó en cinco minutos, mientras tanto, Jungkook le había tomado la mano a Jin, tratando de reanimarlo, pero no le respondía. Los para médicos lo examinaron y determinaron que estaba grave. Llamaron a los doctores para que les dieran instrucciones antes de trasladar a Jin al hospital.

 

─    Tenemos a un hombre, de aproximadamente 25 años, pulso 40 y presión 80/150. – Les informó.

 

─    Al parecer es un neumotórax o un coágulo en el pulmón. – Les dijo el doctor. Y continuó. – Pongan el suero y tráiganlo de inmediato. – Les indicó.

Jungkook veía con pavor a Jin mientras la ambulancia viajaba muy veloz hacia el hospital. Los para médicos cuidaban sus signos vitales y le ponían la sonda, pero Jin  aún no despertaba.

Los ojos del chico estaban tan abiertos por el miedo. Quería gritarle, zarandearlo y hacerlo hablar, obligarlo a despertar, pero sabía que no podía hacer eso. Quería más que nada en la vida, que Jin despertara de una vez.

Al fin llegaron al hospital y lo metieron al cubículo de urgencias, donde no pudo pasar. Así que se quedó solo, en la sala de espera, con el corazón latiéndole a mil por hora.

 

─    ¿Es usted familiar del paciente? – Preguntó uno de los doctores que había entrado con Jin. Había salido para explicar lo que tenía.

 

─    No. Yo soy su asistente. –

 

─    El señor Kim está muy grave. Será mejor que  avise a la familia. – Le dijeron y Jungkook se volvió a sentar, pues las piernas no lo sostenían.

 

Entonces llamó a Jimin.

 

─    Hyung, contesta… - Pedía, mientras escuchaba el tono de llamar del celular de Jimin.

 

Jimin había entrado a la construcción después de que Suga le llamara la atención y subió hasta el último peldaño. Luego vio a éste que seguía subiendo hasta la azotea de la obra. Él lo siguió, pues casualmente ahí era donde lo esperaban los obreros para terminar de colocar la loza.

─    A ver si dejas de molestar a Hoseok. Ya sé cuál es tu jueguito, Jimin. – Le dijo Suga, cuando estuvieron solos en el piso inferior, observando a los albañiles que trabajaban en el techo superior.

Se podían ver las vigas, y a la gente soldando y poniendo los travesaños, pero ellos no los escuchaban, trataban de apresurarse porque querían terminar ese día.

 

─    Para variar, creo que dices puras pendejadas, hyung. – Le dijo Jimin, mientras miraba hacia el techo y controlaba a su gente.

 

─    Siempre haciéndote el niño inocente. Realmente abusas de tu apariencia infantil y estúpida. – Le dijo, acercándose más al chico.

 

─    Claro, hyung. Como quieras. Ahora si te parece, ¿Porque no te vas a ver si ya puso huevos la marrana y me dejas trabajar? – Le dijo, furioso, con los puños apretados y tratando de controlarse.

 

─    Idiota. Acepta que lo que quieres es tener sexo con Hoseok y ya. No sé para qué tanto cuento de salir con él, como si lo amaras o te gustara. –

 

─    En verdad no sé qué tanto te preocupa que salga con Hobi hyung. ¿Acaso estás celoso o qué? – Se rió.

 

─    ¡Ni madres! No me gustan los hombres, yo no soy mariquita como tú. – Le escupió y se dio la vuelta. Jimin lo miró furioso y lo siguió, cuando bajó al piso inferior, como no había ningún albañil  ahí,  aprovechó para empujarlo con fuerza y mantenerlo pegado contra la pared.  

 

 

─    ¿No eres mariquita? – Le preguntó al mayor que luchaba contra el agarre del chico. Jimin bajó su otra mano y le tocó el pantalón por el frente, sintiendo su entrepierna. - ¿Entonces por qué estás duro, ahora que me tienes tan cerca? – Le susurró cerca de la boca.

Suga cerró los ojos, pues el tacto de Jimin lo había puesto realmente duro. Sentía el aliento del chico en su rostro y era demasiado dulce y caliente.

─    Suga hyung, solo eres un mentiroso. – Le susurró en la oreja, y después le dio una suave mordida, haciendo que el cuerpo de Yoon Gi se estremeciera sin que pudiera evitarlo. Jimin sonrió, al sentir la respuesta del otro.

 

─    ¡Suéltame, aléjate de mí! – Le ordenó, pero su voz era insegura y algo temblorosa.

 

─    ¿Seguro? – Le apretó el miembro y Yoon Gi solo apretó los ojos como respuesta.

Jimin seguía sonriendo, tenía a ese hombre tan sexy en sus manos y ahora mismo lo sentía casi jadear por su causa, y eso le encantaba.

─    Te voy a… - Iba a decir algo, pero Jimin apretó un poco más su miembro. Yoon Gi estaba muy caliente, abrió los ojos y miró el rostro del muchacho que lo tenía frente a él.

 

─    Tienes unos ojos tan lindos, hyung. – Le susurró nuevamente, y luego sin más, retiró su mano y se apretó con su cadera, moviéndola suavemente, friccionando al otro, haciéndolo gemir.

 

─    Así me gusta, que me respondas con tu cuerpo y no con tu mente, hyung. – Lo miraba serio, analizando las reacciones del otro, constatando que lo estaba excitando con lo que hacía.

 

─    Yo… no… - Yoon Gi no podía hablar. La sensación era tan buena, se sentía tan bien, con sus caderas meciéndose fuertemente, friccionándose y sintiendo la erección del menor sobre la suya, que no quería que parara.

 

Entonces, sonó el teléfono de Jimin, con la llamada de Jungkook.

 

─    Espera, cariño. – Le dijo y sin dejar de apoyarse sobre él, contestó. – Diga. – Miraba a los ojos gatunos del mayor, que no podía retirar la mirada de su rostro.

 

─    ¡Jimin!  ¡Jin se puso mal… estamos en el hospital! - Pero Jungkook no podía controlar el llanto y el miedo.

 

─    ¡Iremos ahora mismo! – Cortó la llamada y se alejó, liberando a Yoon Gi. Éste se dejó caer al suelo, pues sus rodillas se hicieron de goma.

 

─    Jin se puso grave. Está en el hospital, debemos ir con él. – Le dijo Jimin al mayor. Yoon Gi lo miró, apenas entendiendo lo que le decía el chico, luego éste le dio la mano para que se levantara y  bajaron corriendo para ir al hospital.

 

Jungkook también llamó a su omma, tratando de obtener consuelo a su preocupación. La mujer le contestó en casa de los Kim, y fue así que se enteraron de la noticia.

 

─    Iré con ellos. – Dijo Taehyung, sin dudar y tomando su chamarra, se fue a acompañar a sus amigos, pero sobre todo a apoyar a Jungkook que al parecer estaba desesperado y solo.

 

Llegaron al hospital y ya estaban ahí los demás. Jimin, Suga, Hoseok, Nam Joon y Jungkook.

 

─    ¿Cómo sigue? – Le preguntó el señor Kim a Jungkook.

 

─    No sé. No me han dicho nada. Pero se veía muy mal, tenía la presión muy alta y… - Pero no terminó. Sus ojos rebelaba el terror que sentía.

 

Taehyung se acercó a él, y con toda naturalidad, lo abrazó con todo el cariño que pudo, haciendo que Jungkook se soltara a llorar en sus brazos.

 

─    ¡No puedo soportar que muera, no podré seguir si él no está! – Le dijo Jungkook en el oído.

 

─    No pasara eso, Kookie. Debes tranquilizarte. – Le dijo, mientras le palmeaba la espalda, tratando de que se tranquilizara.

 

─    Fue mi culpa. Lo hice enojar y luego lo encontré llorando en el baño. Fue demasiado, pero fue por mi culpa. – Le dijo, sintiéndose al fin liberado de ese horrible sentimiento.

 

─    No digas eso. Jin hyung ya tenía un problema previo, ¿Recuerdas? Entonces no es tu culpa, fue algo que Dios quiso mandarle para probar su fuerza y verás que pronto saldrá de esto, porque Seokjin es un valiente. – Lo animaba, aunque estaba preocupado por el mayor.

 

Jimin se acercó a Jungkook. Lo veía tan mal que de verdad, le preocupaba.

 

─    Cálmate amigo, Seokjin hyung saldrá bien de esto, ya lo verás. Lo trajiste a tiempo, ya verás que todo se arregla. – Le acariciaba la espalda con cariño, sin poder evitar soltar algunas lágrimas al mirar a su amigo tan desesperado.

 

Entonces salieron los dos doctores que habían estado atendiendo a Seokjin. Sus rostros se veían tristes y preocupados, así que Jungkook sintió que el alma se le iba al suelo.

 

─    ¿Familiares del señor Kim? – Preguntaron.

 

─    El señor Kim no tiene más familia. Nosotros somos sus socios y amigos. – Les explicó Yoon Gi.

 

─    Seokjin tuvo un coagulo que se fue al pulmón. Por poco y no lo cuenta, pero ahora lo indujimos a un coma   y estará en reposo hasta que el coágulo se desbarate. Esperamos que eso funcione. – Le dijo uno de los doctores.

 

─    ¿Y si no funciona? – Preguntó Nam Joon.

 

─    El señor Kim no sobrevivirá. – Les dijo el doctor más alto de los dos. Miró a todos con tristeza. – Pero esperemos que eso no pase. En unas 72 horas podremos darles un pronóstico mejor. Por ahora, solo hay que esperar. – Y se fueron hacia urgencias de nuevo.

Todos se quedaron sorprendidos y demasiado abrumados para decir nada. Entonces Taehyung que era un poco más lejano a Jin, le propuso a Jungkook.

─    Vamos a que comas algo, Jungkook. Viene una larga espera, así que debes estar fuerte. –

 

─    No tengo hambre, hyung. – Dijo el muchacho con el rostro abatido.

 

─    Pero es necesario que comas. No podrás ayudar a Jin si enfermas. Él te va a necesitar después de esto, para que lo ayudes. – Lo jaló con él y poco a poco Jungkook se dejó llevar.

Jimin iba tras ellos, sintiendo más pena por Jungkook que por Seokjin. Yoon Gi y Hoseok junto con Nam Joon miraban a los amigos alejarse y los siguieron para tomar una taza de café.

─    Debemos hablar sobre la situación de la sociedad, por si le pasara algo malo a Jin. – Les dijo Nam Joon como siempre muy objetivo.

 

─    Jin va a sobrevivir, no digas tonterías. – Le dijo Hoseok molesto.

 

─    Pero hyung. – Insistió Nam Joon, pero fue interrumpido.

 

─    Ahora no es el momento, no seas molesto. – Le dijo Yoon Gi y solo tomaba de su café. Observaba a Jimin en la otra mesa.

Jimin tomaba la mano de Jungkook y Suga se sentía muy celoso. Hacía apenas unas horas, ése mocoso lo había provocado al máximo y él solo había respondido como colegiala adolescente. Se sentía… completamente confundido.

 

 

Esa noche se quedaron todos en la sala de espera. Cuando la luz del amanecer los despertó.

Suga fue el primero en abrir los ojos y observó que tenía a alguien junto a él, se medió incorporó y vio a Hoseok junto a su cuerpo.

─    Hoseok, despierta. Debemos ir a ver la obra. – Le dijo, haciendo que el menor se despabilara.

 

─    Si, hyung. – Y se desperezó. Miró alrededor buscando a Taehyung, pero éste y Jungkook no estaban ahí. Solo se veía a Jimin y Nam Joon.

Jimin se despertó al escuchar ruido y vio a Suga que lo veía fijamente, pero sin enojo, solo sorprendido.

─    Debo ir a bañarme. – Le dijo el menor a Hoseok.

 

─    Claro, cariño. – Le respondió éste.

 

─    Te veo luego, hyung. Buscaré a Jungkook para llevarlo a desayunar y luego iré a la obra. – Le comentó al mayor. Hoseok hizo el ademán de darle un beso, pero Jimin se apartó.

 

─    Ahora no, hyung. Creo que no es el momento. –Y salió de ahí, perfectamente consciente de la mirada de Suga sobre él.

 

─    ¿Y ahora qué le pasa? – Preguntó Hoseok, sin recibir respuesta de nadie.

 

Taehyung regresó para tomar su chamarra que le había prestado a Hoseok cuando lo vio dormido y sin abrigo.

─    Gracias por tu chamarra, Taehyung. – Le dijo. El menor lo miró sonriendo.

 

─    No es nada, hyung. – Y les dijo. – Jungkook, Jimin y yo estamos desayunando en la cafetería, Hyungs. – Y se iba a ir, cuando sintió una mano que lo detuvo.

 

─    Iré con ustedes. ¿Hay problema con eso? – Le preguntó Hoseok.

 

─    No, hyung. Para nada. – Y se fue junto con su hyung.

 

Caminaban por el pasillo, sin hablar. Ambos demasiado preocupados en sus propios problemas.

 

─    Gracias por venir, Taehyung. No tenías que haberte molestado. – Le dijo Hoseok, un poco antes de que llegaran con sus amigos.

 

─    Jungkook me necesita. Se ve tan devastado. – Le contestó.

 

─    Lo está. – Luego siguieron en silencio.

 

Al fin, todos desayunaron ahí. Poco a poco se fueron dispersando. Nam Joon se fue a la obra solo.

 

Suga y Hoseok se fueron también, pero como querían bañarse fueron a sus respectivos departamentos. Solo pasaron por el coche del mayor que había dejado en el estacionamiento.

 

Jimin se quedó con Jungkook más tiempo. Lo sentía tan angustiado y tan preocupado que de pronto se dio cuenta que el menor estaba enamorado de su hyung. Esa preocupación tan intensa, solo podía ser por alguien a quién se ama demasiado.

─    Debo ir a mi casa, mi padre querrá saber cómo está Seokjin hyung, y además quiero bañarme. Luego regreso. – Dijo Taehyung.

 

─    Yo me quedaré con Kookie, Tae. No te preocupes. – le dijo Jimin, y el otro se fue.

 

─    ¿Qué pasó? ¿Por qué dices que estaba enojado contigo? –

 

─    Porque le dije que hoy sería el último día que trabajaría para él. – Lo miró. – Suli irá a la excursión del Everest y yo… yo no quiero estar con ella. –

 

Jimin sabía lo sucedido con Suli y todo lo de las amenazas.

 

─    Es lógico que te molestaras. –

 

─    Ella llegó cuando Jin y yo estábamos entrenando y de pronto resultó que iría con nosotros. Entonces le dije a Jin que yo no podría estar con ella por lo de las amenazas, pero Jin me dijo que quizás ella no había hecho nada y yo estaba confundido y me enojé tanto. Simplemente no soporto que me digan mentiroso o idiota. – Le contaba mientras seguían en la sala de espera.

 

─    Él no quiso decirte mentiroso o idiota. Solo que Jin es demasiado bueno y no piensa que esa bruja es solo una víbora mentirosa. –

 

─    Lo sé. Sé que Jin es incapaz de ver la maldad en los otros porque él es la persona más buena del mundo, él es… él es el mejor. – Le dijo, comenzando a llorar de nuevo.

 

─    ¿Lo amas, verdad? –

 

─    Sí. – Aceptó y miró a su amigo. – Al fin, encontré a alguien que me entiende, y mírame ahora, lo eché todo a perder. – Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.

 

─    Verás que todo saldrá bien con Seokjin hyung. Debes tener esperanzas y ser optimista. – Entonces salió una enfermera.

 

─    ¿Familiar del señor Kim? –

 

─    Yo soy - Jungkook se levantó, no aclaró nada y la chica tampoco preguntó.

 

─    Puede pasar. – Le informó.

 

─    Claro. – El muchacho feliz entró para ver a su hyung, pero no estaba preparado para lo que le esperaba.

 

La habitación estaba bien iluminada. Seokjin estaba en una cama con muchos tubos y cables conectados a su cuerpo. En realidad parecía dormido, aunque se veía demasiado pálido.

 

─    ¿Cómo sigue? – Le preguntó a la enfermera, sintiendo que su corazón le dolía mucho al verlo así.

 

─    Al parecer el coágulo se está disipando. Lo dejaremos en coma un día más y luego lo sacaremos de él. Esperamos que todo funcione y quizás en unos días pueda irse. – Le explicó.

 

─    Jin, soy Jungkook. – Le dijo, pero Jin no dio muestras de darse por enterado de su presencia.

 

─    Háblale. Platica con él, tócalo. Sentir a alguien que lo ama, será muy bueno para él. –

 

─    Jin. Soy Kookie. Nos asustaste mucho, pero el doctor dice que te pondrás bien. Por favor, hyung. Despierta, por favor… me haces falta, mucha falta y te extraño demasiado. – Lloraba quedito.

 

Jin solo seguía dormido, con los ojos cerrados.

Jungkook le acariciaba la mano y luego, cuando se quedó a solas con él, se agachó y la besó. La puso junto a su mejilla y cerró los ojos al sentir el suave tacto. Lagrimas mojaban la piel del mayor, y Jungkook sentía que sería capaz de darle su vida, con tal de que despertara otra vez.

 

─    Seokjin hyung. Cuando despiertes te prometo que no me separaré de ti nunca más. Te prometo que, aunque te cases con Suli, yo me quedaré contigo, porque somos amigos y los amigos nunca se separan. Pero hyung, por favor, regresa pronto porque me haces falta, mucha falta. – Y luego siguió parado junto a Jin, mirándolo fijamente, como si con eso pudiera hacerlo volver.

 

Notas finales:

Pobre Kookie, se siente culpable por lo que le pasó a Jin, y hasta será capaz de soportar a la odiosa con tal de estar con su hyung. 

Y Suga que ya va dándose cuenta de lo que siente por Jimin. 

Bueno, pues seguimos el jueves. 

Espero verlos por ahí. 

Gracias por leer y por comentar cuando pueden. 

BESOS. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).