Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que una vez fui por Evaamaelyaoi

[Reviews - 101]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Recuerdos.
-¿Y bién?- volvió a preguntar, al ver que ninguno de los dos hablaba.
-Bueno, creo que el más indicado para contartelo es Alen, asi que me ire para daros espacio.- Dijo Yagari ante la atonita mirada de Alan.
-Tu no te mueves.- Dijo Zero mientras le cerraba el paso para que no saliera huyendo.- Ninguno de los dos se va a ir de aquí asta que no me conteis lo que está pasando.
-De acuerdo, pero ten la mente abierta, ¿vale?- Dijo Alan. Zero asintió.- Mejor entremos, esto será para largo.
Los tres entraron en la habitación de Alan. Zero miró curioso por todos lados, pero la habitación no era nada del otro mundo. Se sentaron cada uno donde quizo y la habitación quedó en silencio durante unos segundos.
-Voy a contarte todo... todo lo importante, pero con una condición. No me interumpas, cuando acabé de contartelo probablemente te suene todo lo que te diré, ya que todo está escondido en tu mente.
-Vale, nada de interrumpir.- Dijo Zero impasiente.- Empieza.
-Verás, Zero, antes de que los cazadores o vampiros existieran, cuando la humanidad acababa de crearse, se produjo un conflicto en el cielo y muchos angeles cayeron de este, pasandose a llamar angeles caidos. Eso te debe de sonar, todo el mundo sabe de esas historias. Después de que los angeles caidos pasaran centenares de años en la tierra, hubo una gran división en dos grupos. El primer grupo consistía en angeles caidos que admitian que habian caido por una razón y que eran culpables de sus actos, resignandose a vivir en la tierra y no poder volver nunca al cielo. El otro grupo consistía en angeles caidos que no aceptaban lo que les pasó, exigian que se les volviera a dejar entrar en el cielo, cosa que les fué negada, eso hizo que se enfurecieran. Se metieron en la cabeza que, como ya estaban expulsados, podian hacer lo que querian. Su alma fué oscuresiendose y se convertieron en lo que hoy en día llamais demonios. Pasaron milenios después de la expulsión, y al final a los angeles caidos del primer grupo se les fué permitido visitar el cielo, no quedarse en él, pero algo es algo. Los demonios al enterarse, declararon la guerra a los angeles caidos. Y desde ese día los dos bandos viven en guerra.- Zero iba a interumpir a Alan para preguntar que tenía que ver eso con él, pero una mirada severa de Yagari bastó para que no dijera nada.- Se lo que ibas a preguntar. ¿Que tiene que ver eso con migo? Zero tu naciste en una familia de angeles caidos, al igual que yo o que Ichiru.- Zero le miró sorprendido, dispuesto a volver a intentar interumpirlo, pero la forma en la que le miraba Alan decía que no estaba bromeando. Decidió acabar de escuchar lo que le decía.- Tanto tu familia como la mía provienen de un linaje muy antiguo de angeles caidos. Tenemos parientes entre los primeros caidos. La cuestión es que cuando nace un angel caído, sin caer del cielo sino que de una familia de angeles caidos, los que están en el cielo saben que los recien nacidos no tienen la culpa, por eso mandan a guardianes para que los protejan. Él tuyo es Yagari, como seguramente ya has comprendido. Pero hubo un problema el día en el que tu y tu hermano nacieron. Ichiru no tenía guardian, y al no tenerlo, era un angel débil que necesitaba de protección. Sabiamos que no sobreviviría en nuestro mundo, asi que decidimos mandarlo a él y a ti al mundo de los humanos bajo el cuidado de unos cazadores. No sabiamos que las cosas saldrian tan mal, pensabamos que aquí estariais seguros.- Zero miró a Yagari, este le miraba como esperando que derepente saltara y les diera una paliza, pero como dijo Alan, todo le resultaba familiar.
-¿Quien es Sara?- preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
-También es un angel caido, ella... ella es tu hermana. Se encargaba de cuidar de Ichiru mientras viviais en nuestro mundo, pero al cumplir cierta edad tienes que ir a la guerra y ella ya no podía cuidar de vosotros.
-¿Y tu guardian?
-Los guardianes desaparecen y van a cuidar a otros cuando ven que ya no les necesitas. Ni yo ni Sara tenemos guardian ya.- Zero miró a Yagari, y agradeció con toda su alma de que no haya creido que ya no le necesitaba. No se podía imaginar vivir sin el soporte de su maestro.- Creó que debes asimilar esto. Ves a descansar, Zero.- Dijo Alan con voz tranquila. Zero se preguntó como podía estar tranquilo en una situación como esa.
-Tengo todavía muchas preguntas...
-Los sé, pero revelarte más podría no ser bueno. Los recuerdos volverán a ti poco a poco. Al morir Ichiru, tus recuerdos se desencadenaron, asi es como Sara te encontró, tienes que tener pasiencia, angel.- Zero recordó cuando esta mañana Alan le había llamado angel y se había reido, ahora entendía el chiste, aunque a él no le hacía demasiada gracia.
-Quiero hablar con Sara.
-Mañana.- Zero le miró con enfado.- Ahora no está, mañana, cuando hayas dormido y tengas las ideas ordenadas, hablaras con ella, ¿vale?- Zero asintió a regañadientes y se levantó para salir. Por quinta vez miró a Yagari, quien se había mantenido en silencio todo el tiempo, y en silencio le pregunto si venía. Este se levantó, hizó un gesto de despedida a Alan y se fué junto con Zero. Cuando estuvieron a punto de llegar a la casa de Cross, Yagari se detuvo.
-Comprenderé si me odias, Zero.- Dijo esté. Zero le miró sin comprender.-No he sabido cuidar bién de ti y Ichiru. Lo siento.- Parecía devastado, Zero nunca le había visto así.
-¿Pero de que hablas? Tu has hecho que sea como soy. Me has entrenado para ser uno de los mejores cazadores del mundo, me has educado para que nunca me deje pisotear. Has hecho que viviera aun cuando ni yo mismo tenía ganas de hacerlo... Si pudiera escoger, nunca te cambiaría Yagari.- Dijo Zero.
-Eso me ha conmovido.- Dijo Yagari con un intento de sonrisa, cosa que no le salió muy bién, ya que no solía sonreir mucho.- Pero no volvamos a tener un momento de niñas así otra vez.- Dijo volviendo a ser el Yagari de siempre. Zero sonrió.
-Pero si empezó usted.-Yagari le miró furioso y Zero disimuló una sonrisa. Lo tenía claro, no importa lo que fuera, cazador, nivel E o un angel caido, Yagari estaría allí para él. Definitivamente no lo cambiaría por nadie.
Solo cuando se tumbó en la cama, Zero, pudo darse cuenta que realmente estaba cansado. Miró el reloj de la pared. Eran las once, fuera ya estaba oscuro. Se suponía que tenía que estar peinando los alrededores por si a caso, pero Yagari le mandó casi a golpes a dormir. Cerró los ojos y pensó en Ichiru. Y luego en Sara. Esa chica a la que solo había visto dos veces, era su hermana. Alguien a quien podía proteger, como no lo hizo con Ichiru. Se preguntó si ella estaría desepsionada de él por no ser un buen hermano mayor. Sin darse cuenta Zero fué cayendo en un profundo sueño, sin saber que cuando se despertaría, volvería a vivir.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
-Ichiru, ¿donde está Zero?- Sara estaba desesperada. Solo había salido unos minutos de la habitación dejando solos a Zero y Ichiru, y cuando volvió el primero no estaba. Ichiru por su parte hacía inutiles esfuerzos para no reirse, mientras miraba de reojo al armario de la habitación.
-Yo no lo he visto.- Dijo el pequeño de cuatro años. Sara le miro con fingida sospecha mientras se dirigía al armario que Ichiru estaba viendo.- Entonces, ¿Zero no está en esta habitación?
-No.- Dijo Ichiru nervioso viendo como Sara se acercaba al armario.- Entonces no te importará que miré dentro del armario, ¿verdad?- Ichiru tragó fuerte y se puso delante del armario.
-No lo hagas, no hay nada que sea tuyo allí.
-Pero quiero abrirlo.- Sara apartó a Ichiru de delante de la puerta del armario y abrió este de golpe.
-¡Te pillé!- Gritó Sara pero se quedó muda al ver que Zero no estaba en el armario. Giro la cabeza al oir la risa escandalosa de Ichiru.
-Menuda cara pusiste, para que luego digas que no se mentir.
-Vale Ichiru, ¿pero donde está Zero?- preguntó Sara ya realmente preocupada.
En otro sitio de la casa, Zero soltó una risa al oir a su hermana gritar "Te pillé" y imaginarse la cara que tendría. Había convensido a su hermano de que le ayudara a escaparse de sus clases y ahora pretendía esconderse durante unas horas en el patio trasero de la casa.
Salió a escondidas y se fué asia su banca favorita, donde solian sentarse con sus padres cuando estos todavía no habian muerto en la guerra. Al llegar allí pudó ver a un chico adolescente sentado en su banca mirando a la nada. Se asercó a él en silencio.
-Oye, esa estás sentado en mi banca...- Zero se quedó callado y un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas cuando el chico le miró directamente a los ojos. El intruso también pareció sorprendido ya que se le quedó viendo con los ojos muy abiertos.
-Perdona, no sabía que esta banca era propiedad de alguien.- Dijo el intruso levantandose con una sonrisa en la cara.
-¿Quien eres?- preguntó Zero al recordar que su hermana y Yagari siempre le decian que no hablara con los desconocidos.
-Soy Alan.- Dijo ahora ya no desconocido.- Soy amigo de Sara, ¿la conoces?
-Soy su hermano.- El chico abrió los ojos sorprendido, pero en seguida volvió a sonreir.
-¿Me podrias llevar con tu hermana?
-No puedo, si vuelvo Sara hará que vaya a clases.
-Te prometo que no dejaré que eso pase.- Zero lo miró durante unos segundos con desconfianza pero luego asintió con una sonrisa y le cogió de la mano para guiarle a donde su hermana estaba.
Cuando entraron en la habitación donde Sara y Ichiru estaban, lo primero que pasó fué que Sara se abalanzó sobre Zero y empezo a regañarlo por haberse ido sin decirle nada a nadie, a lo que Zero respondió que se lo había dicho a Ichiru, ganandose una mirada furiosa de Sara. Luego Sara notó la presencia de Alan en la habitación, una sonrisa iluminó su cara y se lanzó a abrasarle. Zero se enfadó al ver que Alan le respondía el abrazo. No era justo, él había conocido a Alan primero.
-Por fin, ya pensé que había pasado algo. Deberias haber llegado aller.- Reprochó Sara a Alan.
-Lo siento, tuvimos un pequeño problema para llegar.
-¿Que problema?- preguntó Sara.
-Digamos que a tu estupido novio se le olvidó el mapa y estuvimos dando vueltas durante un día entero intentando encontrar el camino.- Sara se rió y luego miró curiosa a Alan.
-¿Donde está?
-¿Donde está quien?
-Mi estupido novio.
-Se fué a buscarte. Se ve que no te encontró.- Dijo con una sonrisa.- Hablando de novios...
-No me digas que te has hechado una.- Dijo Sara con una sonrisa enorme, Zero hizo un puchero al ver que Alan ya no le prestaba nada de atención y se sentó enfadado al lado de su hermano.
-Bueno... He encontrado a mi pareja.- Dijo Alan. Zero sabía de eso de las parejas. Sus padres eran de eso. Una pareja es alguien que ha sido creado para ti. Era muy raro que los angeles caidos tuvieran parejas, ya que estas podian estar en el cielo sin saber, ninguno de los dos, que el otro existía.
-Oh dios mio. ¿Quien es?- preguntó Zara impasiente.
-Tu hermano.- Dijo Alan con una sonrisa mientras se tapaba con los brazos. Hizo bién. Su hermana tardó solo tres segundos en prosesar la información y lanzarse asia Alan para golpearlo. Después de unos minutos, Sara se tranquilizó.
-Bueno supongo que mejor tú, que algún pervertido de allí fuera.
Y esa fué la aprobación de su hermana. Zero no entendía muy bién lo que estaba pasando, pero por alguna razón se sentía feliz de que ese chico fuera su pareja.
Yagari en cambio no se lo tomó muy bién. Fulminaba a Alan con la mirada cada vez que lo veía y le hizo un manual donde estaban escritas normas de lo que podía hacer y lo que no podía hacer asta estar casados. A Zero le hacía mucha gracia el hecho de que Alan parecía tener un poco de miedo a su guardian, aunque no le culpaba, Yagari podía dar mucho miedo cuando se lo proponía.
Pasaban las semanas, los meses, y todo parecía ser perfecto, asta que un día llegó un soldado para informar que el hermano de Alan, que a la vez era el novio de Sara, había muerto en la guerra. A partir de entonces las cosas empezaron a empeorar. Su hermana se encerraba en su cuarto a llorar y Alan se tuvo que alistar a la guerra antes de lo previsto, pasando cada vez menos tiempo con ellos. Zero e Ichiru pasaban el día con Yagari quien no paraba de hacer que entrenen, diciendoles que en algún momento ellos también tendrian que ir a la guerra. En unas semanas Sara también se alistó a la guerra antes de tiempo, diciendo que no dejaría que mataran también a Alan. Y cuando se dieron cuenta, Zero e Ichiru estaban delante del portal a punto de ser enviados a vivir con unos cazadores de vampiros.

Notas finales:

¿Lo continuo?

¿Que vos pareció?

¡En el próximo capítulo lemon!

By♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).