Lo que una vez fui por Evaamaelyaoi

La antigua clase nocturna
Zero se despertó con la cara bañada en lágrimas. Lloraba por esa familia que una vez tuvo y que ahora había perdido, lloraba por esa hermana que había tenido y a la que había olvidado, lloraba por esa persona que le amaba y que había venido por él como prometió, lloraba porque su hermano había muerto poco antes de que ellos vinieran. Pero sobre todo lloraba porque por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz. Ya no le importaba la forma en la que lo habian tratado los Kuran, ellos le hicieron sentir inferior y eso le había afectado porque no tenía en nadie en quien apollarse, pero ahora tenía a dos de las tres personas más importantes para él.
Sonrió y salió de la cama. Lo que quería ahora mismo era ir y abrazar a su hermana. Contarle todo lo que le había pasado en este tiempo y que ella hiciera lo mismo. Llorar con ella la muerte de Ichiru y luego... iría con Alan.
Zero se sonrojó. La última vez que vió a Alan fué cuando era solo un crio. Pero ahora...
¿Que pasaría si ahora no le gustaba? Sabía que había cambiado y su personalidad había empeorado bastante, no era un santo de pequeño, pero ahora era mucho peor. Tal vez eso hacía que no le gustara más. Pero desde que vino Alan siempre fué amable con él a pesar de lo frio que lo trataba. A demás le había besado, eso significaba que le gustaba, ¿no?
Los toques en la puerta le hicieron salir de sus pensamientos. Cross entró en su cuarto sin esperar a que le diera permiso.
-Zero, han llegado.- Dijo con la voz llena de angustia. No necesitó más para saber de lo que hablaba.
-¿Pero no venian en unos dias?
-Tal parece que decidieron volver antes.
Zero se cambió rápidamente y salió detrás de Cross. Tendría que dejar sus temas personales de lado y sentrarse en su trabajo. Salieron de la casa y se dirigieron al instituto. Vió a los Kuran enfrente de las habitaciones de la clase nocturna. Unos hombres a los que nunca había visto estaban cogiendo su equipaje y llevandolo dentro del edificio.
Cross a su lado tenía una expreción seria pero aun así se podía notar que estaba nervioso, Zero sabía  que Cross les guardaba rencor a los Kuran y ssu sequito, pero también sabía que, aunque Cross no lo admitía, estaba deseando ver a Yuuki y abrazarla.
Miró al grupo de chupasangres intentando distingir a Yuuki. Esta estaba de espaldas hablando con su ahora esposo, Kaname Kuran. Cross y Zero se detuvieron a unos metros.
-Bienvenidos de nuevo.- Dijo Cross, sorprendiendo a varios allí presentes por su seriedad, si algo caracterizaba a Cross era que siempre es feliz y amable con todo el mundo, en especial con ellos.
Lo que pasó a continuación fué que cuando Yuuki se giró en su dirección, la puerta del edificio a su lado se habrió dejando paso a Alan y Sara, distrayendo a Zero de los Kuran. Sus ojos se conectaron con los de Alan y no pudo evitar sonreir. Alan le devolvió la sonrisa.
-Yuuki tu tu...- El tartamudeo de Cross hizo que Zero volviera su atención a la antigua clase nocturna. Sus ojos se abrieron por la sorpresa al ver a Yuuki con una enorme sonrisa y con una mano acariciando su abultado vientre de unos siete meses.
-Sí, director, estoy embarazada de siete meses. Quería comartir este momento con toda mi familia, siento no habertelo dicho antes pero con los ataques de nivels E, no podiamos venir antes, y no me pareció adecuado contaroslo por carta.-Cross me miró fijamente y supe que me estaba pidiendo permiso. Suspiré discretamente y asentí. No pasó ni un segundo y Cross estaba abrazando a Yuuki con lágrimas en los ojos diciendo que sería abuelo.
-Le damos las gracias por aceptarnos de nuevo, teniendo en cuenta que no acabamos muy bién.- Dijo Kuran mientras me miraba. Le sostuve la mirada, no le daría la satisfacción de verme vacilar.
-Claro, Kaname, sentiros como en casa.- Dijo Cross, aunque su voz fué todo menos hospitalaria. Kuran pareció no darse cuenta, y si lo hizo, lo disimuló muy bién.
-Vaya Kiryuu pero si sigues vivo... y cuerdo.- La voz burlona de Aidou inundó el lugar, que se había quedado en silencio durante unos segundos. Zero iba a responderle con el primer insulto que se le ocurriera pero alguien se le adelantó.
-No tengo idea de quien eres, pero no te aconsejaría insultar a Zero.- Escuchar a Alan protegiendolo hizo que el enfado se pasara en seguida y que sus mejillas se calentaran. Nadie nunca le había protegido, siempre era él quien con comentarios mordazes les cerraba la boca.
- ¿Y quien se supone que eres tú?- preguntó Aidou con la tan buena educación que le caracterizaba.
-Soy Alan Ainsworth, general del ejercito de los caidos.- Zero vió como Kuran abría los ojos sorprendido, parecía ser que sabía de la existencia de los angeles caidos. Aidou en cambio no parecía darse cuenta de lo que pasaba.
-¿Y que significa eso?
-Significa,- esta vez fué Sara quien habló,- que si Alan lo ordenara, todos vosotros estariais muertos. De hecho, lo único que me detiene para no atacaros son sus ordenes de no hacerlo.- Dijo mientras los miraba con desprecio.
-No permitiré que hableis así a Kaname-sama.- Dijo Ruka mientras se ponía en posición de ataque. Sara y Alan siguieron quietos en su sitio dejando ver lo mucho que les importaban las palabras de Ruka. Fué Kuran quien detuvo a la chica agarrandola del brazo.
-No seas mal educada Ruka, estas en frente del nuevo presidente de la clase nocturna.- Dijo mientras miraba a Alan.- Si mal no entendí, dijo que era general del ejercito de los caidos, ¿se refería a los angeles caidos?- La antigua clase nocturna y Cross miraron sorprendidos a Alan. Solo Yuuki pareció no saber que era lo raro de todo esto. Alan asintió.- Pero segun estoy informado, hace mucho que los angeles caidos dejaron de existir, todos murieron en la batalla contra los demonios, junto a estos, como castigo del cielo.
-Eso es lo que se vos hizo creer.- Contestó Alan, Zero pudo notar que no tenía muchas ganas de hablar con el sangrepura.- Los vampiros son seres avarisiosos creados por los demonios como soporte para la guerra, ¿por que íbamos a confiar nuestra existencia al aliado de nuestro enemigo?
-Pero los demonios también desaparecieron.
-Se dieron cuenta que no servis para nada y vos dejaron tirados.- Dijo Sara con veneno en la voz. Zero sonrió para sus adentros, su hermana y él eran muy parecidos. Ruka y Aidou iban a volver a protestar pero Kuran los cogeló con la mirada.
-Bueno, creo que tendremos que hablar de este tema más tarde, estamos cansados del viaje y mi esposa necesita reposo por su estado. Si nos disculpa...- Kaname no pudo terminar de hablar ya que unos gritos lo interumpieron.
-¡¡¡¡¡Quita ese gato de mi cara!!!!!- Otto salió como un relampago de las habitaciones de la clase nocturna, su hermana estaba corriendo detras suya llevando a su gato en brazos mientras se reía de su hermano. Zero se dió cuenta de que no conocía de nada a los chicos de la nueva clase nocturna, y se hizo una nota mental de preguntar a Alan más tarde.
-Pero si es una monada.- Decía entre risas Darleen. En un desesperado intentó de alejar a Darleen de él, Otto cogió a Takuma del brazo y lo interpuso entre él y su hermana. Takuma con los ojos abiertos miraba como Darleen intentaba pasar por encima de él sin poder hacer nada, ya que los brazon de Otto no le dejaban moverse. De repente Darleen se paró y miró a Takuma a los ojos.
-¿Tu quien eres?- preguntó. En ese momento los dos hermanos parecieron darse cuenta de había gente desconocida allí. Darleen se pusó recta mientras se areglaba un poco la ropa que, después de la carrera que se pego, estaba un poco arugada. Otto estaba todo rojo al darse cuenta que había utilizado como escudo humano a alguien que no conocía. Zero miraba la escena divertido, más que nada porque los ojos de los chupasangres estaban tan abiertos que podían explotar en cualquier momento
-Lo siento mucho.- Dijo Otto mientras soltaba a Takuma este se giró asia él.
-No pasa...-Los dos chicos se quedaron callados mirandose a los ojos. De repente Otto se puso aun más rojo de lo que estaba. Darleen pareció darse cuenta de ello, ya que soltó al gato y se dirigió asia Otto.
-¡Nunca tendrás a mi hermano!- Gritó a Takuma y se fué corriendo arrastrando a Otto con ella.
Zero se acercó a Alan.
-¿Que fué eso?- preguntó en voz bajita.
-Otto a encontrado a su pareja.- Dijo mientras soltaba una pequeña risa por la cara de asombro que tenía Takuma.
-¿Los vampiros pueden encontrar pareja?- preguntó el peliplateado sorprendido.
-Normalmente no, pero Otto y los demás han bebido sangre de angel caido, creo que es por eso por lo que pueden encontrar pareja.
Después de ese pequeño suseso, la antigua clase nocturna se fué a instalarse y descansar del viaje. Cross les acompaño dentro de las habitaciones dejando a Alan, Sara y Zero solos. Cuando Zero comprobó que no había nadie a la vista se acercó rapidamente a Sara y la abrazó. Sara no tardó en envolver sus brazos alrededor de su cuerpo corepondiendo el abrazo. Cuando Zero se separó de ella, la chica tenía lágrimas en los ojos.
-Mira, si eres más alto que yo.- Dijo mientras le acariciaba el cabello, igual que lo hacía cuando Zero era más pequeño. Zero le sonrió. Miró a los lados dandose cuenta de que Alan se había ido.- Se ha ido para darnos espacio.
Zero asintió. Cogió de la mano a Sara y la llevó al cementerio. Se sentaron en frente de la tumba de Ichiru y empezaron a hablar. Zero le contó todo pidiendole disculpas por no haber podido proteger a Ichiru. Sara le consoló, le dijo que no era su culpa, Ichiru estaba destinado a morir, lo supieron cuando nació sin guardian.
Sara le contó que después de enviarlos a la familia de cazadores, Alan y ella se fueron al campo de batalla. La guerra duró siete años pero al final Alan consiguió hacer un tratado de paz con el líder de los demonios, aunque la cosa todavía estaba algo tensa.
Cuando decidieron irse del cementerio ya estaba oscureciendo. Zero se despidió de Sara, quien se dirigió fuera de la academia por asuntos que no le contó, y se fué a las habitaciones de la clase nocturna. Tenía que ver a Alan.