La realidad puede ser bastante cruel.
Hace algún tiempo atrás…
Kuroko se decepcionó tanto cuando vio a Kagami sonreírle a una persona que no era él, encima los dos llevaban anillos como colgantes a su vez ¿Estaban comprometidos? No podía ser. No quería pensar siquiera que algo así pudiera ser verdad, pero se veía tan evidente. Sentía que su corazón se estaba rompiendo en pedazos de una manera muy cruel.
Aquel debía de ser su prometido oficial y él en cambio era… solamente un juguete.
— ¡Kuroko! —El tigre había visto al chico desde afuera y corrió animadamente para verlo, su corazón latía con ánimo y energía para abrazarlo sin embargo Kuroko se apartó antes que lo hiciera con una mirada extraña.
—…No me abraces, tu novio podría malpensar. —Dijo con una voz dolida a punto de irse corriendo de la maldita frustración y pena que sentía en ese instante, sin embargo Kagami lo detuvo a tiempo tratando de calmarle pues parecía bastante alterado.
—Tatsuya no es mi novio ¿De dónde sacaste eso? Él es como un hermano para mí.
— ¿Y entonces porque ambos llevan anillos? No me mientas Kagami-kun.
Kagami no pudo evitar reírse un poco ¿Kuroko celoso? No lo hubiese imaginado en realidad, pero le hacía bastante feliz que no pudo evitar abrazarlo emocionado haciendo que su pareja se sobresaltase debido a ese movimiento tan repentino.
—El único que me gusta es este fantasmita que tengo en mis brazos.
El mencionado casi se desvanece al escuchar esas palabras tan bonitas con el corazón latiéndole a mil por hora. Se acercó al rostro de Kagami dispuesto a darle un beso quien también cerró los ojos y se acercó al rostro blanco leche de Kuroko queriendo sentir los suaves labios de este.
—Ejem, Ejem…
Se separó algo incómodo Kagami del rostro de Kuroko quien se escondió aún más en Kagami y casi desaparece por completo.
— ¿Ahora te crees la profesora Umbridge? —Comento el tigre mirando a quien había hecho aquella interrupción de su casi beso con Kuroko. Era aquel chico que tenía el mismo anillo que Kagami con un flequillo que le tapaba uno de sus ojos.
—No creo que te guste ser Harry Potter entonces bro~—Alzo un poco las cejas con algo de malicia— ¡Hey! ¿No estabas recién con tu novio bro? ¿Acaso ya se fue? ¿No que me ibas a presentar a mi cuñado?
El tigre se pasó una de las manos por el cabello poniendo una sonrisa nerviosa.
—Él sigue aquí, solo que con la vergüenza que le has hecho sentir bro se hizo transparente ¡Ugh! ¡No me des codazos Kuroko!
— ¡Kagami-kun habla demasiado a veces! —Kuroko saco la voz y luego de separarse suavemente de Kagami se presentó educadamente delante del chico que no conocía haciendo una reverencia. —Buenas tardes yo soy Kuroko Tetsuya, un gusto conocerle.
—Yo soy Himuro Tatsuya, hermano de Taiga, espero que nos llevemos bien, es un gusto conocerte cuñado—Con amabilidad el chico del flequillo negro le ofreció una mano a Kuroko para que se la tomase, lo cual hizo un poco tímido pero sonriente al saber que solo eran ¿Hermanos?
Pero Kagami y Himuro eran tan diferentes. Kuroko miro un poco contrariado a Himuro no entendiendo nada.
—Somos hermanos de baloncesto por decirlo de algún modo por si te lo estabas preguntando, pero como te digo Taiga es como mi hermano.
Su voz fue tranquila y serena para que Kuroko entendiera que en realidad no pretendía hacer nada malo con él. Aunque el fantasma aún tenía sus reservas, esperaba que lo que dijese fuese cierto.
Después de ello todo parecía normal entre Kagami y Kuroko, pero resulta que las habilidades de Kuroko no eran “suficientes” como para ir con Kagami a Estados Unidos según los que entregaban las becas para viajar fuera del país.
—Si tú no vas yo no iré Kuroko...
No concebía que Kuroko no pudiera ir con él a los Estados Unidos incluso ambos habían estado en el mismo instituto y juntos eran una alianza poderosa ¿Por qué solo él y no su novio? Kagami empuño y golpeo una pared indignado, pero el cambiaforma fantasma ya lo tenía asimilado.
—Kagami-kun, no seas infantil. No te preocupes, yo prometo seguirte tarde o temprano, ve con Himuro-kun yo estaré bien.
—Kuroko…—Lo beso cariñoso abrazándolo no muy fuerte para no hacerle daño—Volveré por ti.
Su pareja sonrió ampliamente sintiéndose más enamorado que nunca del tigre.
Ambos lloraban, esperando volver a cruzar sus caminos tarde o temprano, despidiéndose ambos con un suave y dulce beso haciendo aquella promesa de amor, sin embargo…después de que Kagami se fuera a Estados Unidos, ocurrió lo impensado con Kuroko.
Tropezó este con uno de los juguetes de su mascota y se había golpeado fuertemente la cabeza, alterando sus recuerdos de manera negativa y borrando algunos, como si el destino se hubiese interpuesto a propósito a separar a aquella pareja.
No respondió ningún mensaje que Kagami le envió. Según Kuroko, el tigre nunca le había buscado en verdad y le había sido infiel con Himuro. Ahora pasaba de ser un enamorado feliz a un chico despechado negando a ver otra realidad que era la que sus propios recuerdos le habían formado.
Furihata estaba algo intranquilo mientras esperaba al tal Midorima Shintarō en aquella cafetería de la ciudad Sakura ¿Por qué esta persona le había pedido una cita si apenas se habían visto? Pero más tonto era él por haber aceptado ¿Qué mierdas tenía en la cabeza? ¿Y si era un loco? ¿Y si lo volvían a drogar pero esta vez para quitarle un riñón o violarlo? Bueno tenía que dejar un poco sus paranoias, no todo podía ser malo…suponía.
Miro a la mesa recordando de pronto el beso demasiado inocente que le había dado Akashi aquel Akashi de ojos rojos que era el verdadero para él, le había confesado que lo quería, eso era algo que nunca pensó que le pasaría en la vida, le costaba creer en sus palabras, pero le preocupaba que se fuera al mismo tiempo. Aunque le haría bien, no quería que se fuera, le costaba creer que lo amaba, pero si se iba no podría aclararse bien.
Estaba tan abstraído en sus pensamientos que no noto cuando Midorima ya había llegado a la mesa y traía una mini torre Eiffel en una de sus manos sentándose mirando al chico que parecía más en otro mundo que en este.
—Furihata…
Al levantar la vista se sobresaltó al ver al chico, a veces Furihata suele ser un poco como un gato asustadizo. Se calmó recobrando la compostura y miro al tal Midorima antes de saludarlo formalmente.
—Perdón si soy grosero Midorima-san, pero ¿Me conoce de alguna parte? ¿Necesita alguna cosa de mí? A m-
— ¿Cuál es tu fecha de nacimiento Furihata Kōki? —Interrumpió el de mayor estatura acomodándose los lentes analizando al chico con la mirada descubriendo si solo con la vista podía ver sus puntos fuertes y débiles.
—Soy del 8 de Noviembre
El de mayor estatura hizo un gesto sonriendo muy leve. Tal como había pensado su información estaba correcta.
—Escorpión, lo sabía, mis conjeturas eran las correctas. Por eso eres de esa manera, aunque a veces te comportas muy como un signo mutable como un Piscis o tal vez Géminis este en tu ascendente. Pero al ser de Noviembre tienes un carácter distinto a los escorpión de octubre por ende también es un carácter más abierto pero también es el típico que es mencionado en la astrología más común mmhh…
Adopto una postura pensativa volviendo a acomodar sus lentes dando una leve mirada al techo y volviendo a enfocarla en quien estaba sentado con él, mientras Kōki no comprendía muy bien de lo que hablaba.
— ¿Disculpe?
—Akashi y tú no son compatibles astralmente. ¿Lo sabias? Debes hablarle sinceramente si algo te incomoda. —Midorima estaba bastante serio mientras hablaba, Furi parpadeo un poco—Tu signo suele ser algo agresivo, pero suele callarse las cosas que suelen molestarle y cuando las sacan suelen hacerlo de mala manera pues han ido acumulando ira y eso no hace nada bien. —Tomo una ligera pausa. — Tienen que hablar las cosas a tiempo en el momento en que ocurren y no guardárselas ese es el camino para que se lleven bien, Sagitario suele odiar cuando no le cuentan las cosas y tenderá a hacer lo mismo.
—Midorima-san, Akashi-san y yo hablamos de nuestros sentimientos ayer…No sé cómo actuar exactamente porque me cuesta creer en sus sentimientos, tengo miedo, mucho miedo a que esto sea una mentira.
— ¡Sagitario es un signo sincero Furihata Kōki! Si Akashi te dijo algo seguramente debe de ser verdad—Su voz se escuchó firme y bastante convencida de sus propias palabras dichas
—Usted cree mucho en los signos Midorima-san.
—Absolutamente así es, no hay equivocación en ello, mi maestra Oha Asa es la que me ha llevado por el rumbo correcto.
— ¿Y porque? Digo ¿Es alguien que contrato el padre de Akashi para unirnos o algo así?—Furihata miro con un gesto incomodo de los labios al chico. No tenía nada en contra de Midorima, pero a veces desearía que nadie se metiera con lo que tenían que hablar Akashi y él, aunque de alguna manera debería agradecer por ser ayuda.
—Exactamente, eres muy intuitivo como un escorpión, digno de tu signo-Nanodayo.
—No, simplemente lo imaginé, no tenemos ningún amigo en común y que conozcas a Akashi-san y a mi incluso en nuestros signos zodiacales, que nos des consejos para llevarnos mejor, no es difícil intuirlo.
Midorima asintió y miro la hora en su celular. A Akashi también lo había llamado para que hablaran entre los dos y se entendieran completamente ¿Qué era lo que lo retrasaba? Busco entre sus cosas dejando en una sillita la torre Eiffel y encontró lo que buscaba para hacerle un gesto a Furihata que pusiera sus manos y coloco en ellas unas pastillas color rojo.
—Esto es tu Lucky Ítem del día de tu signo, lo averigüé, —Tosió un poco avergonzado mirando hacia el lado, había sido un poco vergonzoso ir a comprarlas. — Al parecer la suerte les sonríe el día de hoy.
—¿¿Pastillas estimulantes de feromonas?? Midorima-san, esto es para Omegas que casi no tienen olor a celo o para quienes quieren seducir a alguien para…para usted sabe qué. — Se imaginó inconscientemente a Akashi y a él en la cama y los colores se le subieron al rostro. Pero a pesar de eso decidió que quería usarlas, quería dejarse de tonterías, el nunca había tenido un celo que recordara tal vez si estimulaba su cuerpo todo se daría naturalmente.
—No te preocupes, eso no es como el afrodisiaco que te hace perder la razón por un falso enamoramiento, los estimulantes solo hacen que llegues al celo, úsalo y luego los efectos se verán dependiendo de quién estés enamorado y tus instintos animales.
Furihata dudo un momento, solo porque esperaba que esto no los separara más que unirlos, pero pidió un vaso de agua y se tomó una pastilla, realmente esperaba que no fuera una trampa ni nada similar.
¿Saldrían las cosas bien esta vez?
Así que el compañero de Takao había ideado algo para juntarlos, era perfecto, le demostraría a Kōki que lo amaba y él se sinceraría con él. Todo saldrá perfecto. Se dirigió decidido saliendo de su casa con una sonrisa hacia aquella cafetería
Excepto por….
—Akashi…—Alguien había tomado su hombro de manera algo brusca. —Está bien…esto es demasiado. Yo me rindo, puedes hacer lo que tú quieras.
Alzo las cejas mirando a Kagami Taiga con un gesto desolado y triste parecía que le hubiesen quitado lo más valioso que tenía en la vida, hasta sintió un poco de pena por él. Si no fuera porque le estaba interrumpiendo en algo importante que estaba a punto de hacer.
—Eso siempre lo hago Taiga, pero no comprendo a que te refieres exactamente.
El tigre hizo un gesto apesadumbrado pero no quiso mirarlo de frente.
—Ya sabes a quien me refiero. Kuroko está definitivamente enamorado de ti, te estoy dejando el camino libre para que lo hagas feliz como él se lo merece.
—No gracias. —Su voz fue tajante—Tetsuya no me interesa en absoluto, quédatelo si quieres.
Se cruzó de brazos incomodo dándole una mirada de reojo a Kagami que le veía incrédulo antes de volver a caminar hacia su destino, pero este le siguió hablándole insistentemente.
— ¿Cómo no te puede gustar Kuroko? Él es perfecto, un Omega de apariencia hermosa, es discreto, lindo y perfecto, tiene una piel tan suave como la seda cualquiera querría quedarse con él.
—Esa es la diferencia entre los demás Alfas, Clase S y yo. La mayoría está encantado con la cascara, cuando en realidad la fruta está podrida por dentro. Sin mencionar que-
Fue tan veloz que no alcanzo a detener ese puñetazo que le llego a la cara por parte del tigre indignado por sus palabras.
—¡¡NO TE PERMITO QUE HABLES MAL DE KUROKO!!
Sin embargo antes de que Akashi dijese algo para imponerse otra vocecita molesta que tanto conocía apareció en escena, genial. Absolutamente genial, querían joderle el día este par nuevamente:
— ¡KAGAMI-KUN DEJA A AKASHI-KUN EN PAZ! —Kuroko se arrodillo para apegarse a él. Akashi gruño de mala gana, levantándose rápidamente.
—Dejen de usarme para sus peleas maritales de una vez. —Aparto de manera suave a Kuroko—Tetsuya sé sincero alguna vez en tu vida y admite que quien te interesa en verdad es TAIGA, estoy seguro que es él a quien amas pues empezaste a actuar idiota cuando el apareció.
—No sabes lo que dices Akashi-kun.
—Kuroko…
El chico fantasma se hizo un poco transparente al sentir la mirada del tigre puesta sobre él.
—Creo que se bien lo que digo Tetsuya. Ahora si me disculpan debo retirarme…
—Está bien, lo admito…me gustaba Kagami-kun ¡¡Lo ame!! ¡Pero el rompió mi corazón! ¡AHORA YO AMO A AKASHI-KUN! —Kuroko siguió a Akashi que había vuelto a ir esta vez caminando más rápido, alcanzándolo y apegándose a él, como para darle un beso. —Eres tú a quien amo de verdad Akashi-kun, Furihata-kun ya no te quiere, si no ya se habría acostado contigo para quitarme del medio ¿No lo crees?
Aunque sabía que Kuroko no tenía razón dudo un poco ¿Y si Furihata ya no lo amaba? ¿Y si era esa la razón de que aún no estuviesen juntos?
El chico fantasma aprovecho sus segundos de descuido para acercarse a los labios del pelirrojo, sin embargo ese beso nunca llego, pues fue arrojado de una patada hacia Kagami quien lo atrapo a tiempo pero se golpeó la cabeza con la pared.
— ¡Él es mío! —Furihata había hervido de rabia al ver que Kuroko estaba tan encima de Akashi, nunca había sentido tanta rabia, siempre sentía tristeza y molestia cuando este se acercaba al león, sin embargo con las pastillas había dejado salir sus verdaderas emociones, sus celos salieron a flote con tanta pasión que hasta le dolía el pecho. — ¡Estoy harto de que estés encima de Akashi-san!
Con suavidad su cara fue acariciada y sus labios besados sorpresivamente. Furihata se dejó llevar esta vez por el beso que le estaba dando Akashi, un beso suave que pronto se convirtió en uno apasionado. Ambos sintieron que estaban tocando el cielo por primera vez cuando ese beso se concretó, sus corazones acelerados como nunca latiendo a un mismo son llevados por la música de su amor. Nada existía en ese instante excepto ambos se separaron de aquel beso lentamente sin dejar de mirarse, respirando agitados sintiendo que sus corazones se saldrían del pecho.
—Kōki…—Akashi le acaricio con ternura las mejillas—Al fin te tengo conmigo como siempre quise. —Niega con una sonrisa suave y enamorada—Es mucho mejor de lo que pensé.
—Akashi-san…digo, um, Seijūrō. Quiero estar seguro antes de seguir adelante ¿Los dos me aman? Yo los amo a ambos, pero quiero estar seguro que ninguno de los dos se arrepienta. —Aunque decía eso se pegaba instintivamente al cuerpo ajeno liberando un olor muy delicioso y estimulante a canela que estaba percibiendo Akashi y que si no supiera contenerse ya se lo estaría devorando allí mismo en la calle.
Se relamió los labios mientras seguía disfrutando el aroma de Kōki en celo antes de responder.
—Sí. Ambos te amamos, el erróneo, bueno mejor dicho…el otro Seijūrō y yo te amamos Kōki y no creo que nos podamos contener si te sigues pegando de esa manera a mi cuerpo ¿Sabes? —Lo beso suave en la nariz.
Furihata alzo una ceja y luego sonrió seductoramente
— ¿Y que esperamos? —Se acercó a su oído a susurrarle— ¿No ibas a hacerme el amor hasta que tu olor se me quedara pegado?
Akashi hizo una pequeña risa jovial y lo tomo en brazos dándole unos besos en sus mejillas.
—Hoy serás totalmente mío.
Kuroko se despertó con dificultad, esa patada que le dio Furihata había sido con bastante potencia, se separó de encima Kagami que parecía más muerto que vivo.
—Gracias Kagami-kun ahora dejam… ¿Kagami-kun? —Le palmeo una mejilla, lo remeció, lo cacheteo, le dio golpes en el estómago, pero este parecía no responder— ¡Kagami-kun! ¡Despierta por favor! ¡Que alguien me ayude!
Habían llegado a la enorme habitación de Akashi donde Furihata, le daba varias veces seguidas besos cariñosos en el rostro a Seijūrō quien por si acaso cerró la puerta con llave y advirtió que nadie interrumpiese, ahora estaba muy ocupado con corresponder esos besos que le daba Furihata y darle unos tan apasionados como aquellos que recibía.
Coloco en la cama sentado a Furihata y le fue besando el cuello dejándole unas marcas que hicieron que este hiciera un ruido estimulante y que su olor a celo se hiciera más fuerte. Acarició sin pudor el miembro del castaño bajando el cierre del pantalón para tomarlo directamente y acariciarlo más fuerte, el pene de Kōki no tardo en crecer poniéndose grande y duro. Seijūrō se agacho para estimularlo con la lengua y luego con la boca moviéndose succionando disfrutando de los gruñidos y sonidos animales que hacia su pareja ante su estimulación oral y los suaves empujones que sentía contra su garganta, de pronto sintió un líquido en su garganta que no dudo en tragar.
—Ya acabaste…—Se relamió un poco del semen que había caído en sus labios.
—Lo siento, no pude contenerlo
—No te disculpes, es la primera vez, pero en castigo tu iras abajo primero. A menos que estés demasiado cansado para algo más hoy. —Toma sus manos y se las besa cariñosamente— No quiero presionarte
—No estoy cansado, sigamos Seijūrō…
Este asintió quitándole los pantalones rápidamente, mientras Furi se quitaba la ropa de arriba mostrando que tenía los pezones duros.
—Es una hermosa vista Kōki~—Se desnudó casi inmediatamente haciendo que Furihata mirara con fascinación su cuerpo bien esculpido, se notaba que este hacia bastante ejercicio.
—Yo debería decir eso de ti. —Dijo de manera sincera sin dejar de mirar aquella blanca piel del pelirrojo—Eres perfecto.
Akashi se rio y acerco a Furihata a él.
—Tu eres perfecto para mí, te amo—Volvieron a besarse cariñosamente. Furi sentía que estaba en un hermoso sueño del cual no quería despertar, quería entregarse completamente a Akashi así como este a Furihata. Era tan hermoso amar y ser correspondido, era hermoso sentirse amado.
—Yo te amo más.
Tomo el miembro de Akashi junto con el suyo y los empezó a acariciar a la vez. El pelirrojo hizo un sonido de gusto y movió rítmicamente su pene contra el ajeno haciendo que creciera de nuevo, eso solo le hizo aumentar un poco más el ritmo contra aquel pene de su cachorro que ya latía, pero esta vez paró antes de que Furi se sobre estimulase demasiado metiendo sus dedos suavemente en su retaguardia descubriendo que el celo había lubricado bastante ese lugar.
—Parece que el celo te dio bastante fuerte, eso debe ser que estés así. —Posiciono su miembro en el ano ajeno solo rozándolo, mientras lamia y chupaba la lengua de Furihata que vez que podía se iba a sus labios.
—Después te explicaré eso…—Furi puso una de las piernas en la cintura ajena y lo beso cariñosamente una vez más—Hazlo de una vez.
—Bien. Allí voy Kōki—Acaricio un poco más aquel lugar con la punta y luego empujo hacia adentro suavemente con un sonido placentero introduciendo solo la punta, era cálido y delicioso aquel cuerpo Kōki suspiro, era extraño, era algo caliente y húmedo que entraba a su cuerpo algo enorme tal vez no era tan enorme como lo sentía el castaño, pero tenía la impresión de que lo estaba abriendo al máximo. —Que cálido…increíble—Akashi jadeo empujando un poco más cada vez de a poco dejándose llevar por las sensaciones que le proporcionaba aquel acto hasta que se introdujo por completo abrazando a Furihata por la cintura y luego tomándole del trasero para mantenerse completamente dentro de él por unos segundos. —Eres mío ahora…
Por su parte Furihata abrazo con las piernas y los brazos sintiendo que en parte parece que no iba a poder caminar, se sentía tan raro como aquella pieza de carne estaba dentro de él, pero sentía una especie de extraño placer, sobre todo cuando Akashi empezó a moverse de pronto, primero suave para no hacerse daño, pero luego fue agarrando potencia introduciéndose y saliendo con energía dentro de aquel lugar tan acogedor y placentero. Furihata casi por instinto estaba moviendo sus caderas contra el pene caliente que lo estaba poseyendo, tomando la iniciativa de pronto empujo a Akashi para que cayera acostado con suavidad y empezó a montar sobre su pene no sin dificultad, la pose parecía más fácil de lo que en verdad era.
—Te ves tan hermoso Kōki…pero creo que es muy pronto para variar…Uhng…demonios eres increíble. —Seijūrō se sentó y tomo de las nalgas a su pareja para sentarla contra él quien empezó a hacer unos sonidos que realmente tenían a punto de hacer estallar al pelirrojo. —Estas volviéndome loco.
Cansado no pudo sostenerse y dejo que Akashi lo volviese a acostar para subirle una pierna y penetrarlo fuerte, su miembro goteaba preseminal, estaba a punto de venirse.
—Sei…Sei…—Un gemido le ahogo de decir el nombre completo—No puedo…voy a …
—Hazlo—Le dijo con una sonrisa placentera soltando un suspiro de placer, nalgueando a Furi suavemente—Acaba…acaba para mi~
No tuvieron que decírselo dos veces, Furihata tuvo un fuerte orgasmo con un gruñido fuerte soltando un chorro de semen caliente que salió fuertemente disparado mientras Akashi prácticamente le había enterrado el miembro en lo más profundo de su ser en ese instante, corriéndose este unos minutos después dentro de éste con un rugido digno del león que representaba haciendo que el castaño gimiera por instinto al ser llenado de aquella leche caliente, se besaron mientras esperaban despegarse.
—Fue…muy intenso ¿No lo crees?
—Fue increíble Kōki—Beso su mejilla mientras su miembro salía suavemente del ano de Furihata por si solo—Te amo tanto…si no me hubiese bloqueado en un pasado esto habría ocurrido mucho antes. Me habrías creído y no hubiésemos pasado por tanto —Le dio un cariñoso beso en el hombro de su amado.
—También te amo. Y el pasado ya está atrás importa que estemos ahora juntos y no me separaré de ti Sei. —Sonrió por los besitos dejados y acaricio el cabello ajeno.
—Exacto, ahora eres mío—Cerro los ojos dejándose acariciar. —Ahora nada nos separará.
—Esto es hermoso como un sueño.
—Es alegremente la realidad, aunque también pienso que parece un sueño—Sonrió apaciblemente— ¿Estás listo para otra ronda?
— ¿Eh?
—Voy a cumplir lo que dije, hasta que mi olor se impregne en el tuyo…—Lo atrajo y puso su miembro entre las piernas de Furi para rozar el pene de este también. —Vamos…
—No sé si aguantaré tanto
—Lo aguantaras. —Le dio un chupón que le hizo gemir fuertemente a Furi y excitarse de nuevo— ¿Lo ves? Solo una vez y ya conozco todos los puntos sensibles de tu cuerpo.
Y así siguieron varias horas…
Furi se despertó al sentir los primeros rayos del alba y aún no lo podía creer ¿HABIA HECHO EL AMOR CON AKASHI? ¿Era verdad o solo un sueño? Sintió una piel contra la suya y era la de este, la de su amado quien le mantenía abrazado fuertemente desnudo así como él aún le parecía demasiado increíble.
Pero ¿Qué iba a pasar de ahora en adelante? ¿Todo iría bien? Aun sentía demasiado irreal, demasiado maravilloso para ser cierto.
Solo sabía una cosa en ese momento. Una verdad que estaba más que seguro y que ya no acallaría nunca más después de tantos años en silencio.
—Te amo Akashi Seijūrō.