No podía ser justo Furihata los había encontrado así. Esto era lo peor. Justo cuando quería arreglar las cosas parece que el destino se empeñaba en hacer que las cosas saliesen completamente al revés.
—Kōki esto no es…
—Es exactamente lo que parece. Akashi-kun me pidió ser su pareja Furihata-kun.
El de cabellos castaños parpadeo tratando de procesar la información. Aunque era posible y mucho que Kuroko estuviese utilizando a Akashi para alejar a Kagami. No podía negar que se habían besado frente a sus ojos. Cosa que no pudo evitar enojarse ante todo ello.
—Bien por ustedes, los felicito. Yo creo que Akashi-san necesitaba a alguien como tu Kuroko, un buen Omega.
— ¿¡Pero que rayos dices Furi?! —Hablo Kagami quien miraba con ganas de golpear al otro pelirrojo que le había prometido juntarlo con el peliceleste. — ¡¡Tú eres mío Kuroko deja de escapar de mí!!
—Mejor vete a Estados Unidos y déjame en paz Kagami-kun.
El chico fantasma sujeto con más firmeza el brazo de Akashi quien había quedado un poco conmocionado ante las palabras de Furi.
¡¿Ves lo que pasa?! ¡Ahora Kōki nos odia!
“Kuroko se está metiendo demasiado en nuestra vida, es tu culpa por hacerte el interesado en él”
Es que realmente pensaba que me gustaba.
“Tengo ganas de matar a cierto fantasmita ahora”
Yo solo quiero que Kōki confié en mí.
“También yo, nuestro amado sufre por esto y debemos compensárselo”
El castaño se dirigió al león sosteniéndole la mirada fijamente.
—Lo más coherente es que estés con Kuroko. Piénsalo, desde que te comprometiste conmigo actúas de manera extraña, eso te hace mal. Estoy seguro de que si sigues con eso solo te harás daño a ti mismo Akashi-san. —Su voz trato de sonar animada pero se escuchaba demasiado plana.
—Kō…—El castaño le tapó la boca con una mandarina.
—No hable por favor. Ya no quiero caer más en aquellas mentiras. Ya no quiero más ilusiones. Ya basta.
Diciendo esto corrió impulsivamente hasta perderse mientras Kuroko y Kagami seguían discutiendo a los gritos.
Akashi se sacó la mandarina de la boca y empezó a pelarla para comérsela y preguntarse como haría para tener de una manera definitiva al chihuahua consigo.
Y pensando en esto no se dio cuenta cuando el tigre y el fantasma se separaron y este último le había tomado del brazo mientras Kagami se alejaba furioso e indignado con aquella situación.
— ¡Basta de tus estupideces Tetsuya! No quiero nada contigo—Hablo el de ojos distintos haciendo un movimiento bastante sutil pero suficiente para que el de pelo celeste lo soltara. —Has arruinado todo…
El de ojos celestes lo miro de manera calmada. Si fuera de manera normal hasta ayudaría a Akashi y a Furihata a unirse como pareja.
Pero lamentablemente el fantasma estaba despechado y una persona despechada muchas veces no se da cuenta, no toma conciencia de lo que hace, no importa cuántas veces se lo digan a la cara de que está arruinando su vida y la de los demás no hará caso hasta que el mismo haya tocado fondo.
—Tu no amas a Furihata-kun, Akashi-kun, mejor quédate conmigo, yo si te haría feliz—Hablo el peliceleste de manera tranquila aunque su corazón estaba en llamas de Furia. Una Furia contra Kagami que no se le pasaría fácilmente.
—Tu amas a Taiga, no me vengas con estas estupideces—Lo agarro del rostro sonriendo de la manera más psicótica que podía para asustarlo. —Estoy harto, más que harto que estés en medio de mi camino. Si vuelves a hacerlo voy a pelar tu piel como si fuese la de una manzana y se la entregare a ese tigre baboso por tus huesos.
Lo arrojo casi con violencia al suelo y fue a buscar directamente a Furihata detectándolo por su olor, parece que no había ido muy lejos aún así iría por él y lo haría que se casaran le comprobaría que esta vez sí lo amaba de verdad.
—Tú eres mío Kōki…
Kōki camino sin rumbo por la ciudad sin ninguna gana de volver a casa, no quería ir a ningún lado, solo quería desaparecer un momento, no quería que nadie lo notara en ese momento, sin embargo tropezó con una lata de cerveza y cayó encima de una persona.
— ¡Lo siento mucho! —Dijo mientras se reincorporaba como podía ofreciéndole la mano a esa persona que había caído al suelo por su culpa.
— ¡Tienes que fijarte más donde vas! —El que recién había caído al suelo se levantó tomando la mano ofrecida por el castaño—Esta ropa es de diseñador, espero que no la hayas dañado.
— ¿Ah? Ah, lo siento mucho. —Furihata hizo una reverencia realmente sentido— ¡Hare todo lo posible para compensárselo!
La persona sonrió sin dejar de parecerle simpático aquel chico, algo simplón, pero bastante amable.
—Bien, al menos quisiera que me invitaras a algo. —Hablo este acomodándose la ropa, quizás su día de mierda se arreglaría un poco debido a este chico.
— ¿Eh?
Masaomi se quedó con las manos entrecruzadas, mirando fijamente a las cámaras que había instalado por la ciudad, la casa de Furihata e incluso drones que rondaban el seguimiento de este. Ese Kuroko estaba estorbando demasiado en sus planes debía de hacer que este se reuniese con el chico alto o con quien fuera para que le dejase de estorbar.
Al menos las personas que había contratado acababan de llegar.
—Supongo que ya saben cuál es el plan… ¿O se los tengo que explicar nuevamente Shintarō Midorima, Takao Kazunari? — Puso una mirada afilada esperando ningún pero de parte estos.
—Está más que claro —Hablo el peliverde que acomodaba sus lentes pensando en cómo desarrollar bien ese plan encomendado —Sin embargo Akashi-san los signos de su hijo y el de Furihata Kōki no son compatibles…
—¿Acaso te pregunte sobre eso Shintarō? No me importa que diga tu diosa Oha-Asa. Tienen una misión que cumplir y eso es lo que debe importarles a ambos, no importa que métodos utilicen pero ese par deben estar juntos.
El de cabello negro llamado Takao Kazunari reprimió una risita cuando reprendieron a su compañero, pero poniéndose serio con el asunto en el cual tendrían que intervenir ahora mismo la verdad que le parecía un poco extremo el método que Masaomi requería para unir a esa pareja, pero a él no le importaba mucho en realidad, había una buena paga y eso era por lo que venía.
—Haremos lo necesario para que estén juntos Akashi-sama. Mi compañero y yo tenemos muy buen ojo y puntería, así que todo saldrá perfecto.
—Así lo espero. Y no lo maten, si matan a alguien sus vidas estarán en riesgo. ¿Lo entendieron?
Ambos asintieron, al salir el de cabello verde estaba haciendo un gesto desagradable.
—Si no fuera por la paga le diría un par de cosas por no aceptar a Oha Asa…ese hombre es demasiado—Takao Kazunari le puso un dedo en los labios alegremente tratando de hacer callar a su compañero de misión. —Guarda silencio—Le dijo con una alegre sonrisa. —Recuerda lo que escuchaste esta mañana: Las paredes tienen oídos.
El peliverde asintió serio. Era mejor guardar silencio si ese hombre les daba el monto acordado después de lograr el cometido que debían lograr, usarían todos los recursos a su alcance para hacerlo.
Ahora solo debían localizar donde podría encontrarse el objetivo principal para proceder a lo que realizarían como “Operación cupido”
Midorima hizo un gesto y su acompañante se transformó en un halcón. Su primer objetivo no era Kōki aunque lo pareciera.
El que había chocado con Furihata estaba de mejor humor ahora que le habían invitado a un helado de fresa cortesía del castaño que sentía que sus ahorros se le irían muy rápido en este mes tan conflictivo.
— ¡Te lo agradezco mucho! —Comento animado el chico de cabello rubio. —Es cierto no me has dicho tu nombre ¿Cómo te llamas?
Furi parpadeo es verdad, no se habían presentado.
—Soy Furihata Kōki.
El rubio se sobresaltó y casi escupe el helado que estaba comiendo abriendo los ojos desmesuradamente.
— ¡¿ERES EL NOVIO DE AKASHICCHI?! —Ahora el sorprendido era el castaño ¿Cómo que el novio de Akashi?— ¡Perdóname Furicchi por obligarte a usar tu dinero! ¡Yo soy Kise Ryōta, modelo, actor y jugador sensual de básquet! ¡No le digas a Akashicchi que te obligue a salir conmigo!
—Yo no soy el novio de Akashi, él está enamorado de otra persona…
Kise alzó las cejas, desde que él tenía conocimiento del pelirrojo recordaba que incluso se quería casar con el castaño.
— No sé ¿Estás seguro de que es así Furicchi? —Miro al chico que tenía una mirada triste y algo perdida, seguro hundido en sus propios pensamientos y recuerdos.
—No es que haga falta mucho para saber que es así, los vi besarse, eso es lo que para mí es una señal que no es un error. Él lo ama. Varias veces me lo dijo y yo incluso traté de ayudarle…Pero últimamente estaba raro, decía que me amaba a mí en realidad convirtiéndose en una persona diferente. —Suspiro largamente para luego apretar los puños con rabia— Sin embargo la prueba es que lo beso a él. ¡Lo beso!
Kise miro se acomodó el cabello de manera sensual, al menos para quienes lo vieran atractivo sí (y no eran pocos) miro comprensivamente al castaño pensando en cuál sería el motivo para que el pelirrojo actuase de esa manera con él.
—Pero… ¿Tu que sientes por Akashicchi? —Era una pregunta que debía de hacer en ese momento porque al parecer al chico si le dolía, pero tenía que estar seguro.
—Yo, yo…se supone que somos amigos. —Apretó la boca como temiendo que en el momento en que lo dijera algo malo fuese a ocurrir en ese instante.
—Eso no es lo que pregunte. Pregunte si sientes algo por él.
—No creo que deba contarle eso a alguien quien apenas conozco Kise-san.
—Por favor Furicchi, te sacaras un peso de encima si eres honesto con tus propios sentimientos ¿No lo crees?
Furi apretó los dientes mirando de lado y resoplo enojado antes de hablar sobre aquello en ese momento.
—Yo…yo lo amo, lo amé siempre. Pero ¿De qué me sirve eso? Yo no creo…digo no me sirve este sentimiento nada más que para sufrir, el no siente lo mismo por mí. Así que debo arrancarme este maldito sentimiento de una vez por todas…
El modelo tomo una de las manos de Furihata y se la acaricio de manera suave para que dejara de empuñarlas.
—Escúchame Furicchi ¿No has pensado que todo lo que hace Akashicchi tiene un motivo en especial? Piénsalo, si tú te empeñas en verlo solo como un amigo.
— ¡Pero si él sabe que lo amo! ¡Sabe, lo sabe por eso estoy harto!
Esta conversación se estaba convirtiendo en algo desagradable en verdad.
—No creas, quizás lo que quiere es que tú se lo demuestres directamente… ¿Entiendes a lo que me refiero?
—No quisiera arriesgarme de esa manera, me duele demasiado el corazón como para hacer algo.
Miro hacia afuera y vio que por allí estaba el pelirrojo cerca, el chihuahua tomo de la mano a Ryōta para salir de allí dejando rápidamente dinero encima
— ¡Hey! ¡Espera que me arrugas la ropa Furiccchi!
Salieron de la tienda y fueron hasta una calle donde creía que Akashi no podría encontrarles. Al menos no tan luego.
—Kise-san…—El castaño tomo aire de manera agitada después de tanto arrastrar corriendo al rubio. — No quiero hacer nada más, solo quiero escapar de él. Irme lejos olvidarme que existe en verdad. Eso es lo único que creo que me daría algo de paz.
— ¿Furicchi nunca ha pensado en la posibilidad que Akashicchi se haya fingido el papel de enamorado de otra persona para causarte celos? Si tú lo veías como un amigo quizás tomo ese camino para ver si te provocaba de alguna manera, si te alteraba de algún modo. Que yo sepa él se quería casar contigo y tener cachorros.
—Me encantaría que eso fuera cierto.
—Yo creo que si lo es, solo debes comprobarlo Furicchi…debes jugártela por él.
Por primera vez en ese espacio de tiempo después de hacia un rato Kōki sonrió de manera sincera.
—Es verdad, nada saco si huyo, quizás sea el momento de encararlo.
Una voz resonó bastante seria entonces.
—Pues podrías empezar explicándome ¿Qué haces con Ryōta en un callejón oscuro a estas horas?
Era Seijūrō, quien furioso con heterocromia en sus ojos donde uno tenía el parpado temblando solo de imaginarse que SU amado estaba teniendo una escena romántica con el modelo tenia los brazos cruzados indignado.
Esta vez ya no habrían peros.