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¡Feliz cumpleaños! por Kokoro Yolotzin

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Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí les dejo una pequeña historia que hice por el cumpleños de Akihito. Espero que lo disfruten. tiene de todo... bueno... eso quiere creer. ¡Celos, lemmon, disfraces, etc!

Notas del capitulo:

¡Hola! He venido con esta idea desde hace ya varios días y que mejor que colocarla aquí hoy... no se trata solo de un cumpleaños sino de lo sucedido antes de este y como las cosas llegan a complicarse cuando uno duda de su pareja. Espero que lo disfruten mucho. ¡Besos!

“Los mejores cumpleaños son al lado de la gente que uno ama.”

Ya no puedo pensar con claridad. Simplemente lo intento y no puedo. ¿Por qué Asami siempre debe ocupar parte de mi mente y corazón? Eso es algo muy molesto. Me irrita sentirme de esa tonta manera.

Hace ya una semana que él no me toca ni me besa. Además ha llegado demasiado tarde de sus “reuniones”. Yo no le creo tales excusas, porque eso son: excusas estúpidas. ¿Cree que soy idiota como para no darme cuenta de que me está engañando con alguien más? Yo sé perfectamente lo que Asami hace. Tan solo me pregunto, si ya no me quiere a su lado, ¿por qué me mantiene junto a él? Tan fácil que sería dejarme libre. No entiendo su fría actitud. Pensé que todo iba bien entre nosotros. Pero claro, siempre resulto yo el tonto.

Hoy martes, me encuentro haciendo la cena aunque ya sé que esta terminará por enfriarse porque Asami llegará retrasado como siempre.

Escucho como se abre la puerta. ¡Milagro que llego temprano!

—Buenas noches Asami. Pensé que ibas a llegar tarde— le comento mientras me asomo para observarlo mejor. Lleva su mismo traje que siempre y el cabello engominado. Simplemente luce demasiado genial… ¡Cállate Akihito! No debes tener esos pensamientos impuros. Ahora contrólate y actúa normal.

—Hoy he podido retirarme más pronto— su semblante era serio. Ni siquiera una sonrisa me dedico. ¿Qué clase de persona es Asami? Lo detesto.

— ¡Oh, qué bien! Ya casi está lista la cena así que solo debes esperar unos instantes— regreso a la cocina y me apresuro a servir la ensalada y el guisado en un par de platos.

Llego hasta la mesa y los dejo en cada extremo. Asami se acerca por detrás pero ni siquiera me toca. ¡Eso me frustra!

— ¿Has estado desvelándote?— me pregunta cuando toma asiento.

— ¿Por qué lo preguntas?— vuelvo a dirigirme a la cocina por unos vasos.

—Tienes unas enormes ojeras debajo de los ojos. ¿Acaso has estado esperándome despierto hasta que llegue durante toda esta semana?— no puedo evitar que se me resbale un vaso y caiga al suelo rompiéndose al acto. Su pregunta me sorprendió mucho. Es la verdad. He esperado a Asami durante toda la semana. Incluso ahora mismo tengo mucho sueño. Quisiera dormirme pero las dudas que rodean a Asami no me dejan pensar con claridad.

—Claro que no. Es solo que he tenido mucho trabajo en la Editorial y ya sabes cómo es eso— recojo los residuos del vaso roto y los tiro a la basura. Luego voy hacia donde Asami está y me siento.

Observo como come en silencio. Este ambiente es perturbador. Se supone que debemos conversar pero lo noto distante. ¿He hecho algo mal? Que yo recuerde no. Además, no tiene por qué enojarse. Me frustra su actitud.

— ¿Vas a trabajar Asami hasta tarde mañana?— quiero romper el silencio. Asami deja de comer y me observa con esos ojos intimidantes y profundos.

—Si así que no me esperes despierto, ¿de acuerdo?— me dice.

— ¡Yo no te espero despierto! Como ya te dije, he tenido mucho trabajo que debo completar y por eso me he desvelado— trato de defenderme pero es casi imposible. Asami tiene todas las de ganar.

—Espero que seas honesto contigo mismo. Sería patético que tu solo te mintieras, ¿no?— me lanza una sonrisa cínica que aunque odio aceptar, la amo.

—No tengo por qué mentir Asami. Todo lo que te he dicho es verdad— como rápidamente y una vez que he terminado me levanto de la mesa. —Ahora si me disculpas tengo deberes que terminar— llevo mi plato al fregadero y me voy hacia mi cuarto.

Solo puedo pensar en Asami. ¿Por qué tengo esa sensación de qué me oculta algo? Tal vez… tal vez Asami me esté siendo infiel. No puedo negar que tengo miedo de que lo que sospecho se confirme pero es que me siento inseguro con respecto a todas las personas que rodean a Asami. Yo no soy guapo o rico. Soy alguien “normal”. No entro en las expectativas de Asami y por eso me sigo preguntando qué es lo que lo mantiene arraigado a mí.

Entro a mi habitación y me tumbo en la cama. No tengo ánimos de hacer nada. Me siento mal emocionalmente. No me gusta esa sensación. Es incómoda y perturbadora. La odio. Detesto sentirme de esta tonta manera; tan expuesto y vulnerable.

De pronto oigo que se abre la puerta y puedo sentir el perfume de Asami detrás de mí.

— ¿Te sucede algo?— me pregunta mientras remueve mis cabellos.

—Solo estoy cansado— cierro los ojos y me dispongo a disfrutar de ese pequeño toque que aunque parece insignificante, es demasiado importante para mí.

—Deberías trabajar menos— menciona.

—Mira quien lo dice. El señor que regresa en las madrugadas a dormir porque según él está demasiado ocupado— quiero llorar pero sé que no debo. No delante de Asami.

—Yo necesito trabajar, en cambio tú no— sigue acariciando mi cabello y siento que está siendo amable conmigo.

—Lo único que quieres es seguir amasando dinero— dijo en un acto de enojo.

—Tal vez— puedo sentir la burla en sus palabras.

No le puedo responder como debería porque el sueño me invade poco a poco. Cierro los ojos y todo lo que hay a mí alrededor se desvanece.

°°°°°°°°°°°°°°°

¡Demonios! La alarma comienza a sonar y abro los ojos de golpe. Me levanto y trato de ubicar a Asami. Se ha ido. Miro el reloj; son las 6:45 am. Demasiado temprano pero Asami ya se ha marchado.

Voy directo a la ducha dispuesto a darme un baño. Eso es lo que necesito para refrescar mis ideas. No puedo seguir viviendo de ese modo. Sería injusto y deplorable. Tengo que tomar alguna medida o al menos descubrir que es lo que ha entretenido tanto a Asami es estos últimos días.

Tengo que ir al club Shion pero estoy seguro que me descubriría de inmediato. Además soy conocido por sus guardaespaldas y gente de seguridad. Estoy en grave aprietos si me presento ahí. ¡Espera! Recuerdo que Asami me dio un pase directo al club; con eso ya logré mi acceso sin que Asami esté al tanto de mi visita. Ahora solo tengo que idear el que no me reconozca.

Pienso y pienso pero solo en mi mente existe una solución que no quiero utilizar en ningún momento. Es algo muy vergonzoso que no me atrevería a hacer. Pero parece que es la única salida. Creo que hoy tendré que hacer una pequeña visita a una vieja amiga…

°°°°°°°°°°°°°°°

— ¡Hola Akihito! ¡Hace mucho que no te veo!— dice Machiko al verme cruzar el umbral de su negocio; una estética. Ella se dedica a todo eso y por una parte me conviene.

—Hola. Si, tienes razón. Hace mucho tiempo que no nos frecuentamos— digo con nerviosismo.

— ¿Y a qué se debe tu visita?— me pregunta llena de asombro y me invita a tomar asiento.

—Bueno, necesito que me hagas un gran favor— ruego mentalmente para que me escuche y no piense que estoy loco o algo peor.

—Para eso estamos amigo mío. Tu solo si rana y yo salto—

—Tu eres buena con eso de maquillar y cosas por el estilo— siento como mi rostro comienza ruborizarse. Lo que voy a pedirle es algo vergonzoso. —Necesito que me vistas como una mujer— sale de mis labios y bajo la mirada llena de vergüenza.

No escucho nada por algunos segundos y la miro fijamente. Esta pasmada.

— ¿Eres transexual?— me pregunta de golpe.

— ¡Claro que no! Solo necesito vestirme así para inmiscuirme en un asunto de suma importancia— me defiendo.

—No te preocupes. Yo hare de ti una bella señorita… la señorita Takaba— veo como en su rostro se forma una sonrisa burlona y yo solo me ruborizo aún más.

—De acuerdo— sé que hacer esto está en contra de mis principios pero no puedo vivir más así. Necesito descubrir lo que hace Asami.

—Dile adiós a Akihito Takaba y dile hola a Aiko Takaeda— bueno, al menos el nombre no está tan mal.

°°°°°°°°°°°°°°°

No sé cuánto tiempo nos hemos tardado en esto. Tal vez cuatro horas pero tengo que admitir que el resultado me dejo satisfecho; el cabello es largo y termina en unos rizos muy bien definidos mientras que tengo más pestañas (jamás imaginé verme de este modo) y el vestido que porto es demasiado… ¿escotado? Bueno, eso se puede arreglar con un suéter.

—Ahora Aiko, no se te olvide actuar como una chica. Debes ser siempre muy femenina— me dice mientras ríe sin parar.

— ¡Deja de llamarme así!— le reclamo mientras siento como  mis mejillas se vuelven a encender.

—Es que te ves tan lindo de mujer que hasta a mí me causas ternura. Además te ves como toda una dama. Tal vez deberías empezar a vestirte como mujer Akihito— no puedo negar que me veo bien. Ya casi son las 7:00 y tengo que estar en el club Shion pronto. Tan solo me presentare como una chica más y observare a Asami discretamente. Así se arreglará todo.

—Muchas gracias por tu ayuda Machiko, te lo agradezco tanto— digo y le sonrío.

—Me cuentas que tal te fue en tu conquista Aiko—

— ¡Deja de llamarme así!—

°°°°°°°°°°°°°°°

Me siento muy nervioso. Jamás me había encontrado en una situación igual. A mí solo se me ocurre vestirme de mujer y vigilar a alguien muy peligroso como Asami.

Veo como mucha gente entra y sale del club. En verdad que es un lugar muy concurrido. Tomo aire y me adentro de igual forma.

Veo como el humo del cigarrillo sale por donde quiera y ahora entiendo un poco el mal hábito de Asami.

 Siento como miles de miradas se posan en mí y eso hace que me incomode. Es tan molesto tener que lidiar con las miradas lascivas como las de Asami. Pero las de Asami las soporto porque lo quiero aunque no lo acepte abiertamente.

Me siento en la barra y pido un refresco. El alcohol tiene un efecto rápido en mi cuerpo y no quiero quedar ebrio esta noche. Volteo de un lado a otro para localizar a Asami y me sorprendo cuando al fin lo ubico. Está hablando con Kirishima y otra persona desconocida para mí en una mesa lo bastantes alejados del bullicio de la gente. Solo puedo observar como Asami mueve los labios desesperadamente mientras firma algunos documentos. Kirishima también está atento a la conversación. Así que al fin de cuentas si es cierto que se la pasa haciendo negocios. Me siento verdaderamente tonto por desconfiar de él.

Veo como se levantan. El tipo desconocido y Asami se estrechan amigablemente la mano. Sin esperarme ese movimiento veo como Asami me ve… su reacción meda miedo. Creo que me ha descubierto. Arqueo una ceja cuando me observo. Yo me volteo rápidamente y dejo de verlo. Tranquilo, nada malo puede pasar. Asami no te ha descubierto. De eso estoy seguro. No hay manera de que me reconozca usando este atuendo.

Mis manos tiemblan cuando tomo el vaso de refresco y casi se me cae el líquido en la barra. No  me siento para nada bien.

—Hola— ¡joder! No puede estarme pasando eso a mí. Volteo. ¡Es él! ¡Es Asami! quiero desmayarme.

—Hola— finjo mi voz como la de una chica y salió bastante creíble. O al menos eso creo.

— ¿Qué hace una señorita como tú sola en un lugar como este?— no puedo evitar que los celos dentro de mi comiencen a crecer. Es un bastardo. Así que después de hacer “negocios”, se preocupa por seducir a muchachitas inocentes o no tan inocentes que se encuentran a su alcance. Ahora ya me doy cuenta de lo que hace. Lo odio.

—Disculpe pero no debo hablar con extraños— eso fue realmente estúpido pero no quiero que me dirija la palabra.

—Mi nombre es Asami Ryuichi— ¿Acaso no oyó lo que le dije? Es un cínico.

—Mi nombre es Aiko Takaeda— contesto solo para seguirle su idiota juego. ¡Ah! Pero que ni crea que después de esto lo perdonare. Tendrá que arrodillarse ante mí y pedirme perdón.

—Sigo insistiendo que una chica como tú no debería estar en un lugar como este sin compañía— no puedo evitar quedar embobado con aquella sonrisa que me hechiza cada vez que la observo.

—Tal vez pronto llegue alguien que me haga compañía…— y maquilo algo para lastimar su ego. —Pero es obvio que ese “alguien” no eres tú— hace una mueca de disgusto que me reconforta hasta el fondo.

— ¿Esperas a un príncipe azul?— noto la burla en su pregunta.

—Claro que no. Los príncipes no existen. Pero parece que los ogros si— no puedo evitar soltar una risita al observar el amargado rostro de Asami. Parece que se ha molestado por mi comentario.

—Eres una chica muy traviesa Aiko— recupera su compostura y me mira fijamente.

—Pues eso parece— no puedo negar que tengo ganas de destrozarle el rostro a punto de golpes pero creo que no estaría mal jugar un poco con Asami. — ¿Qué te parece si dejas de hablar y mejor te apresuras a invitarme una copa?— sonrió y él lo hace de la misma manera.

Asami le pide al barman que nos sirva dos vasos de Bourbon. ¡Demonios! Esa bebida es algo muy fuerte para mí.

—Toma— me levanta el vaso para que lo agarre pero me disculpo. Sé que no debí de abrir mi boca desde un principio.

— ¿No bebes niña?— ¡Me ha llamado niña! Me ha dicho lo mismo solo que ahora en femenino. Asami es un… —Si quieres puedo pedirte cualquier otra cosa—

—Creo eso sería mejor— me siento muy nervioso ante la presencia de Asami y puedo ver como él todo el tiempo me sonríe… pero con esa sonrisa que solo me dedica a mí. Se siente genial pero a la vez abrumador.

Asami toca mi hombro y hace que me apegue a él. Siento con mis mejillas se encienden y mi respiración se hace entrecortada.

—Eres una chica demasiado linda. Tienes unos ojos preciosos— me susurra al oído. No puede ser. Cubro el vestido ya que mi “erección” está expuesta ante los ojos de Asami.

—Muchas gracias— siento como mi cuerpo tiembla de la emoción y excitación. La adrenalina se disipa por mi cuerpo y eso me preocupa.

— ¿Qué te parece si vamos a un lugar más privado Aiko?— tengo ganas de llorar. Tenía razón. Asami me es infiel. Que cruda y cruel realidad. Me aparto muy rápido de él y lanzó una mirada llena de furia.

—Yo no soy fácil. Si lo que quieres es tener sexo, ve y consíguete a una mujerzuela como con las que te acostumbras a acostarte— no me detengo a mirar su expresión y salgo del lugar. Ya incluso no me importan las miradas indiscretas de todos. Lo único que quiero es llegar a casa y dormir para olvidarme de todo lo que ha sucedido.

Siento una corriente helada cruzar por mis piernas y recuerdo que no traje ningún abrigo. Camino algunos metros. Solo puedo pensar en Asami y su manera tan cruel de mentirme. Si ya no me amaba, ¿por qué me lastimó? Era tan fácil dejarme ir.

Escucho unos pasos apresurados detrás de mí y volteo. Tal vez sea Asami.            Siento un agarre sumamente brusco en mi brazo y alguien me recarga contra la pared.

— ¿Qué hace una mujer tan bonita en un lugar como este?— es un hombre que me causa repulsión. Además creo que esta drogado por sus fulminantes ojos rojos.

— ¡Déjame ir! ¡Suélteme!— ya no me importa que mi voz se escuche ronca. Lo único que quiero es que ese pervertido deje de manosearme.

—Pero estás muy bonita preciosa. Tengo tantas ganas de darte— no, aunque se enteré de que soy hombre, me violará. En estos tiempos ya no importa si eres hombre o mujer. Te violan por igual.

Ese hombre toma mi cuello y arranca la pequeña gargantilla que tengo. Veo que algo brilla en la oscuridad y este tipo lo está sosteniendo en su mano… ¡Es una navaja!

¡Ese loco me va a violar y después a matar! Tengo tanto miedo. No debí de salir del club sin despedirme de Asami. No quiero llevarme esa sensación de culpa a la tumba. ¿Por qué me sucede esto a mí?

—Suéltala— escucho esa voz y tengo tanta calma en mi interior. Es… es Asami.

El tipo mira a Asami y le lanza un golpe que por fortuna Asami logra esquivar, pero el hombre da un puñetazo y ese para su mala suerte le golpe en el labio inferior. Hasta a mí me dolió. Entonces algunos de sus guardaespaldas se llevan al sujeto a la fuerza y lo meten a un coche.

Kirishima, que se encuentra también ahí, le entrega la gargantilla a Asami y este se dirige hacia donde estoy.

—Gracias por ayudarme— le contesto y no sé ni como sucede pero de pronto siento como sus labios hacen presión sobre los míos. Se supone que debe ser algo agradable pero me siento mal porque sé que él no sabe que soy yo… él piensa que es una chica.

Además puedo sentir el sabor metálico de la sangre a causa del golpe.

Lo aparto con un leve empujón en su pecho y siento como mi rosto está sonrojado. Él, en cambio, permanece sereno con la gargantilla en sus manos y mirándome.

—Tengo que irme— le digo.

—Ak…— pero antes de que pueda articular palabra alguna me voy corriendo. No quiero verlo ni sentirlo. Ha besado a otra mujer. Me siento muy mal conmigo mismo. Sabía desde el principio que esto no iba a durar mucho. Soy tan imbécil. Eso solo se me ocurre a mí. Quiero llegar al departamento y descargare mi frustración  contra todas sus cosas.

Ni siquiera sé cómo he llegado. Tan solo sé que ya estoy en el departamento de Asami.

Me siento en el sofá del a sala y tengo tantas ganas de llorar. Este sentimiento no me ayuda para nada.

Voy directo al baño y me despojo de la vestimenta. Tengo que guardarlas muy bien para que Asami no se dé cuenta de lo que he hecho.

Me meto a la bañera dispuesto a limpiar el rastro de maquillaje de mí… y un poco de vergüenza que he quedado después de esta noche.

°°°°°°°°°°°°°°°

Veo la televisión pero en realidad no le estoy colocando la atención que se merece. Solo Asami ronda en mi mente. ¿Por qué… por qué me ha lastimado tanto?

Repaso una y mil veces los acontecimientos… Asami me salvo pensando que era otra persona… ¡La gargantilla! Asami se ha quedado con la gargantilla de Machiko. ¿Ahora qué le voy a decir a mi amiga? Ni modo. Tendré que pagarle tan lujosa joya. Me tomará algún tiempo pero da igual.

Escucho como la puerta de la entrada se abre y volteo para encontrarme con Asami. Luce cansado y aún se le nota el labio lastimado.

Me mira y sonríe.

— ¿Qué haces tan tarde despierto?— me pregunta.

—No podía dormir— contesto lleno de tristeza tan solo al recordar lo sucedido.

— ¿No estarás esperándome como de costumbre?—

—No— estoy serio, herido, lastimado, lleno de rabia y tristeza.

Asami camina algunos metros más pero se detiene y me ve. — ¿Qué hiciste esta tarde?— me pregunta mientras se quita el saco.

—Trabaja… ¿Qué te sucedió en el labio?— señalo su herida.

—Una pelea por salvar a una bella damisela— contesta bastante divertido.

— ¡Oh!— ahora si quiero llorar. Es tan patético ser parte del segundo plato.

Veo como Asami toma algo de su bolsillo y lo saca a relucir… ¡Me lleva la que me trajo!

—Parece que perdiste algo Akihito— es la gargantilla que use hoy.

— ¿De qué hablas?— pregunto nervioso.

— ¿Creíste que me podías engañar? ¿Creíste que podías irme a espiar disfrazado de mujer? Fue sorprendente para mí pero no puedo negar que me gusto la forma en la que sacabas tus hermosos instintos— él… él lo supo todo el tiempo. Sabía que era yo.

—Pero…—

—Si estabas inseguro me lo hubieras comentado. Pero tomaste medidas drásticas— hizo una pausa y me miro con ojos lascivos.

—Creo que Aiko Takaeda merece un castigo— no puedo reaccionar. Siento como si mi mente estuviera en un trance.

Asami me coloca contra la pared y besa desenfrenadamente. Se siente tan bien. Aunque los besos se vuelven lentos no dejan de sentirse bien. Él sabe cómo mover la lengua.

Pierdo la noción del tiempo y no siento en que momento me lleva hasta la habitación. Me empuja sobre la cama y yo solo emito un gemido de placer.

Estoy demasiado excitado. Asami comienza a recorrer mis piernas y glúteos con sus manos. Miro por encima de mi bóxer y ya lo siento muy ajustado.

Veo la mirada lujuriosa de Asami… algo piensa hacer. Recorre mi abdomen con su lengua y se detiene justo al inicio del bóxer. Ni siquiera se inmuta en bajarlo. Así como esta comienza a jugar con él.

— ¡Ah!— su lengua es tan hábil y húmeda que me hace sentir mil emociones.

De pronto Asami libera mi pene y yo solo puedo ver como se lo lleva a la boca. Trato de reprimir un gemido pero no puedo. Él es tan… tan genial.

— ¡Asami!— gimo su nombre mientras muerdo mis labios. Quiero gritar por siempre su nombre… siempre. Asami pasaba su lengua por la punta de mi pene y luego lo introduce hasta el fondo.

Esa imagen solo hace que me excite más. Cada vez lo hace más rápido. Siento que mi pene está a punto de explotar. Me siento tan cerca. Pero es cuando Asami, al sentir mi excitación, lo saca de su boca.

— ¡Ah!— me molesta que juegue con mi cuerpo de esta manera. Yo ya quiero sentirlo dentro de mí.

Comienza a jugar con mi entrada. Primero introduce un dedo; se siente incómodo al principio pero conforme los mueve va generando un gran placer. Luego el segundo; los abre dentro de mí y solo puedo gemir con una fuerza brutal. Finalmente un tercer dedo; ese toca la gloria que se encuentra dentro de mí y hace que arqueé la espalda.

—Asami… por favor— le suplico.

Veo como sensualmente se despoja de toda su vestimenta y solo puedo saborear mis labios. Soy un pervertido pero ya no me importa. A la hora del sexo puedo ser muy abierto.

—Levántate Akihito y siéntate aquí—  me ordena. Yo solo puedo obedecerlo. Me siento en horcajadas sobre él.

Veo sus negras intenciones pero él también descubre las mías. Sin importarme el dolor me deslizo lentamente sobre su pene. Al principio duele un poco pero sé que al final esa sensación tortuosa pasará y llegará un placer inigualable.

Veo la erótica expresión de Asami… es tan divina. Con pequeña gotas de sudor cayendo por su frente y esos ojos llenos de pasión… solo hace que me excite más.

Siento como mi interior se va llenando. Se siente increíble. Una vez que lo introduce todo, clavo mis uñas en su espalda.

—Me preocupaste… creí que me engañabas— digo en medio del placer.

—Tú y tus absurdos celos— su respiración también es difícil y ya no puede aguantar al igual que yo.

Asami toma mis caderas con fuerza mientras yo subo y vuelvo a bajar.

— ¡Ah! ¡Asami, más fuerte!— gimo con fuerza al sentir su grande miembro crecer dentro de mí.

Aprieta más mis caderas y hace que suba de nuevo y baje.

— ¡Joder!— es tan excitante. — ¡Más fuerte, más!— imploro lleno de deseo y se cumple.

Me mueve más rápido y yo le hago segunda. Me toma del rostro y me da un beso cargado de pasión y deseo.

— ¡Ah!— vuelvo a gemir cuando siento que roza mi próstata. Él emite un gruñido y deja algunas marcas en mi cuello mientras o mordisquea.

Asami coloca sus manos debajo de mis nalgas y me lo hace más rápido. No creo aguantar mucho más. En una bella tortura… una tortura muy placentera.

Siento como la respiración de Asami se hace más pesada y me siento al borde de... ¡ah!

Lanzó un gemido mientras eyaculo en nuestros abdómenes. Segundos después siento como el semen de Asami me inunda por completo.

Una vez que hemos terminado me dejo caer sobre su pecho.

Estoy tan agotado y fatigado.

—Toma aire porque este es solo el comienzo— me dice Asami al oído… ¡Debe estar loco!

—Asami— ronroneo su nombre pero él me tira a la cama. Levanta mis piernas y comienza a acariciarlas.

Definitivamente esta noche será muy larga…

°°°°°°°°°°°°°°°

Me despierto con un severo dolor de caderas. Anoche Asami me lo hizo en repetidas ocasiones y no conforme con mi castigo principal hizo que sufriera una agonía sexual… pero muy placentera, claro está.

Lo veo… no puedo negarlo, lo quiero mucho. Abre sus ojos y me da una sonrisa. Se incorpora y me toma del brazo mientras me coloca frente a él.

—Akihito— me dice mientras me besa despacio. —Feliz cumpleaños— abro los ojos como platos… ¿cumpleaños?

— ¿Ehh?—

— ¿Querías saber la razón por la cual llegaba tarde la semana pasada? Pues te la diré. Estaba organizando algo… pero como siempre tus celos se entrometen en donde no se le llama— esas palabras… esas dulces palabras. Asami estaba organizando algo para mí. Es lo más romántico que he oído en mi vida. —Podríamos quedarnos aquí o disfrutar de todo el día— tanta tontería en mi cabeza ano me hizo acordar de que hoy era mi cumpleaños.

—Vamos Asami. Festejemos como nunca— siento otro beso y no puedo negar que este muy feliz.

—Pues vamos— Asami se levanta y mete a la ducha. Yo tan solo puedo esperarlo al borde de la cama.

Hoy, 5 de Mayo, es el día más especial pero no solo porque sea mi cumpleaños sino porque estaré al lado de Asami.

Lo amo tanto… quiero pasar todos mis cumpleaños a su lado y quiero ser feliz por el resto de mi vida con Asami.

Notas finales:

¡Feliz cumpleaños Akihito! Tan feliz día… tan lleno de paz hahaha. Bueno, aquí les traje una pequeña historia sobre el cumpleaños de Akihito. Espero que les guste mucho. Me gustó mucho hahaha. Espero que les suceda igual. Decidí festejarle a nuestro rebelde uke pero no quise hacerlo como la fiesta de cumpleaños así que cambie algo… celos, etc xD.  Ya saben… una idea loca… la idea me salió al leer el FanFiction de Andiee (Tiempos Difíciles). Gracias Andiee y a todas mis lectoras que me dan la inspiración para seguir adelante. ¡Los amo!

Yo: ¡Estás son las mañitas que cantaba el Rey David!

Feilong: ¡A los muchachos bonitos se las cantamos así!

Asami: Yo no haré eso…

Yo: Asami… no seas amargado… si no le cantas a Akihito… no habrá hard por un mes 7u7

Asami: Despierta Akihito, despierta, mira que ya amaneció.

¡Feliz cumpleaños Akihito!

Además esta historia va hacia una amiga muy especial para mí que me dio la idea de las mañanitas; Helue <3 <3 <3  Hermosa bebé de mi corazón… te quiero mucho amiga. Aplausos a esa tan buena amiga. Sé que leerás esto por eso te lo escribo cariño con mucho amor. PD. Estaré contigo en las buenas y en las malas. ¡Te quiero! Recuerda que jamás te sacare de mi corazón y no me gusta verte trsite linda suke... quiero verte sonriendo... sabes que te aprecio demasiado... ¡Helue!

¡Besos!


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