Sentía como me tomaba fuertemente por mis caderas y hacia movimientos por todo mi trasero acercándose más y más a mí. Besaba ferozmente mi cuello mientras que, con suerte yo lograba quitarle su camisa.
Empujó su asiento hacia atrás para tener aún más espacio. Me puso rápidamente bajo de él y con su rodilla comenzó a tocar mi entrepierna.
-Levi- ahogaba un poco mis gemidos. Todo esto me resultaba tan excitante. Estar en medio de la carretera y que alguien nos descubriera haciendo eso en la vía pública era tan embriagante que hacía que no pensará bien las cosas.
Logre desabrochar su camisa y la lance lejos de él. El tomo mi pantalón y logró sacármelo a jalones de mi cuerpo. Me dejó en ropa interior, eso me avergonzó de cierta manera, pero que importaba ahora.
Subió mis piernas a sus hombros y como un maldito salvaje rompió mi bóxer con sus dientes.
-¡Si!- gemía al sentir la flexión que se había provocado por esos tan bruscos movimientos.
Me estaba mareando, sentir el tacto tan salvaje y ver como ponía cada parte de mi cuerpo tan sensible, ver como dejaba marcas en mí, que seguro serían difíciles de esconder. Mi cuerpo se tensaba al sentir el choque de nuestras pieles y sentir como masajeaba con una de sus manos toda la zona de mis muslos y llegaba hasta mi miembro semi erecto y comenzaba a masturbarme con mi líquido pre seminal. Sentir su lengua jugar en mi pecho, sentir como recorre todo mi cuerpo, sentir hasta cuando dejaba de estimularme con su mano y reemplazarla con su lengua. Sentir mi ser lleno de placer y lujuria, sentir que estoy vivo de nuevo.
-vaya... sensual- pronunció con malicia en mi oído mientras posicionada su miembro en mi entrada. Cerré mis ojos por reflejo y espere que él se introdujera en mí. Con mis manos alrededor de su cuello y mi cara escondida en su hombro espere el dolor y el placer combinados.
-¡Ahh, Levi, más! ¡Si!- gemía, gemía, gemía y era lo único que podía hacer en ese momento. No había tenido sexo en mucho tiempo. Él había sido tan rudo que eso me había puesto muy caliente en menos de un segundón, poco me importo el dolor que sentí cuando su pene entró en mi estrecha entrada, sentía como mis paredes internas eran mojadas por su líquido pre seminal y hacían un sonido chorreante y morbosos. Oía con claridad su respiración agitada y el mover del carro.
Lo rodee con ambas piernas para tener mejor agarre, tomó mi trasero y lo apretó.
-¡Si! ¡Ahh cielos!- rasguñe su espalda lo más fuerte que pude, quería descargar todo lo que sentía en ese momento -¡Si, así hazlo así!- había aumentado el ritmo, ahora su cadera, golpeaba fuerte contra mí, sentía su ser desesperado por acabar y llenarme de él.
Me aferre aún más a él. Quitó mis manos y las puso justo encima de mí, salió con rapidez para sólo darme vuelta lo más rápido que pudo dejando mi trasero hacia él.
-¡Demonios, ahí Levi, si ahí!- entró tan fuerte en mí que dio en ese lugar que me volvía loco, sentí como mis entrañas quemaban con cada golpe en mí, ya no era nada lindo, entraba y salía tan rápido, veloz, sensual, me iba a volver loco si el no acababa dentro de mí y me llenaba con esa caliente sustancia que quería sentir bajar por mis piernas.
-¡Ahí, dale más fuerte!- rasguñaba el hermoso asiento dejando marcas que seguro se notarían.
-Ahí- oí que gruñó. Seguro estaba por llegar a su límite.
-¡Ah!, en mi... acaba dentro mío- gemí con la poca cordura que me quedaba, ya no era yo mismo, eso me gustaba.
-¡Si, lo haces genial!- levante aún más mi trasero y comencé a respirar con dificultad. Estaba tan caliente en esos momentos que sólo quería que el Ackerman me tocara e hiciera conmigo lo que quisiera.
El parecía complacido con todo lo que gritaba y hacía. Acarició mi espalda y después dio una estocada, una más fuerte que la anterior.
-Demonios...estás tan apretado- comentó con dificultad pero tratando de sonar lo más normal posible.
-¡Ya no aguantó!- mis ojos comenzaron a nublarse por las lágrimas que salían por el placer que estaba sintiendo.
El aumento aún más su ritmo y cuando estaba a punto de llegar al orgasmo sentí como todo mi interior era llenado por su semen.
-¡AHH!- mi cara se tiñó de un rojo intenso y apreté mi entrada al sentir todas mis entrañas arder por el semen caliente que me llenaba y salía de mí. Mis piernas temblaron y mi cuerpo se tensó al terminar de igual manera.
Salió de mí, su semen escurría por todas mis piernas y manchaba una parte del asiento.
-bien- dijo aún con dificultad. Tomó mi trasero y me lanzó al asiento de atrás -Hay que limpiarte- tomó una de mis pierna y comenzó a alambre toda mi entrada.
-¡AHH LEVI, SE SIENTE BIEN!- este hombre va a volverme loco.
-No contesta- la asiática daba vueltas y vueltas. Ya llevaba más de una hora tratando de llamarle a Eren e incluso al idiota de su hermano pero ninguno contestaba. Llamó a Armin e igual que ella no sabía dónde había estado Eren estas últimas horas, ¡por los cielos parecía una loca!
-seguro que está bien- comentó la castaña.
-pufff... tonterías- se quejó
-Mikasa no puedes tomarle cariño a ese muchacho, es nuestro principal sospechoso- tomó un poco de su té.
Como había llegado a tal conclusión, no había ni pasado un día desde que conocían a Eren pero ya estaba en su lista como el número uno y es que el castaño tenía tantas similitudes con el que habían estado buscando. Pelo color chocolate, cuerpo divino y un trasero sensual y sin mencionar esos ojos tan llamativos y hermosos Color Esmeralda, sin duda él tenía muchas similitudes con esa persona y cabe mencionar que tiene un amigo rubio igual que el compañero del asesino. Podría sonar hasta loco, ¿cómo una belleza como Eren podría hacer algo así?, ¿cómo un ángel como Armin podría ser ayudante de un asesino?, pero recién los conocían así que aún no podían descartarlos de la lista de sospechosos.
-que estupidez, conozco a Armin desde hace años, créame si Eren fuera el asesino Armin ya se hubiera dado cuenta- comentó fastidiada
-y si Armin esta con el asesino-
-Armin Arlet no es un asesino- o eso quería creer.
-tómalo como quieras, pero no puedes mentir que tiene similitudes con...-
-claro que sí, tenemos tanta información sobre el caso que ellos tiene esas pequeñas similitudes son los culpables-
-Mikasa no lo digo para que te pongas de esa forma-
-pues así parece. Mira Hanji es genial que nos ayudes en todo esto pero no creo que Armin o Eren sean los culpable, Armin le tiene miedo a casi todo y Eren es muy infantil e impulsivo por lo que dijo Armin, ¿realmente crees que pueden matar a alguien?-
-que parezca que no lo pueden hacer no significa que no lo hagan. Mikasa si tengo razón en esta suposición por fin lograremos atrapar al criminal más buscado de toda Francia, te guste o no harás lo que sea correcto-
Continuará...