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“Lo que está olvidado no se lamenta”.
POV de Yami
—¿Hay algo que no sepa? -Pregunté extrañado.
—Hay mucho que no sabes -Dijo el oji-lavanda mirándome fijamente.
—Por favor díganme -Pedí suplicante.
—Bueno, verás… -Comenzó a decir el albino -Después del accidente Yugi se mudó a Londres, ahí estuvo viviendo por tres años con sus padres, el problema fue que… -De repente las palabras comenzaron a dejar de fluirle.
—El shock fue tan fuerte que Yugi perdió gran parte de sus recuerdos -Dijo Marik finalmente.
—¿Qué? -Pregunté impresionado e incrédulo.
—Sí, el golpe que Yugi recibió fue tan fuerte que provocó que parte de su memoria se perdiera, esos tres años en Londres estuvo en tratamientos para recuperar la memoria, pero no servían de mucho -Dijo cabizbajo.
—Lo peor vino después -Dijo Ryo haciendo una pequeña mueca.
—¿Qué pasó después? -Pregunté sintiendo un hueco en mi corazón.
—Los padres de Yugi… estuvieron involucrados en un accidente de tránsito y murieron -Dijo descolocándome, mis orbes comenzaron a temblar, no podía creer que mi dulce ángel, hubiera pasado por todas esas cosas y yo sin poder estar a su lado, sin poder darle mi apoyo, las lágrimas no se hicieron esperar y comenzaron a bajar por mis mejillas.
—Así que después de que pasó eso, que fue hace dos años regresaron a Yugi aquí para que estuviera con su única familia, su abuelo, él tiene una tienda de juegos en el centro de Domino, además los doctores dijeron que le haría bien regresar a su ciudad natal, ya que de eso podría ayudar a recuperar sus recuerdos, pero… no ha servido de mucho -Dijo el oji-lavanda jugando torpemente con sus dedos.
—Oh por todos los Dioses… -Dije llorando sintiéndome el más miserable de todos -No puedo creer que estuve alejado de Yugi todo ese tiempo -Me sentía frustrado, impotente, solo quería ir y abrazar a mi bello ángel, pero él estaba abrazando a alguien más.
—Tranquilo, él está mejor, gracias a nosotros pudo superar muy bien lo de sus padres y aunque como dijo Mariku-chan volver no hizo que sus recuerdos regresaran, al menos pudimos ayudarle a crear nuevos -Dijo el albino sonriendo.
—Pero en esa parte de recuerdos borrados me encuentro yo -Dije pesadamente -Ahora entiendo porque no me recuerda, es que para él es como si nunca me hubiera conocido, como si todo lo que algún día sintió por mi… jamás hubiera existido -No podía más quería gritar de coraje, solo quería que Yugi me recordara.
—Oye tranquilo, al menos ahora estás aquí y puedes ayudarlo a recordarte -Las palabras de Marik me regresaron a la realidad.
—Pero él está con alguien más -Dije sintiéndome abrumado.
—Yusei es muy bueno, pero si Yugi vuelve a sentir algo de nuevo por ti ahora que te tiene nuevamente cerca eso no será tu culpa -Las palabras de Ryo me estaban dando los ánimos que necesitaba.
—Tienen razón chicos, eso haré, haré que me recuerde y si no lo logro al menos sé que ahora estoy de nuevo a su lado y ya no volveré a dejarlo otra vez, si ya no soy parte de su pasado al menos me aseguraré de formar parte de su presente -Dije sonriendo, Marik y Ryo me sonrieron asintiendo a mis palabras.
Fin del POV de Yami
~*~
Mientras los chicos hablaban con Yami pude ver varias emociones en la cara de este, por algún extraño motivo tenía mi atención en él, tanta era mi atención que no escuché cuando Yusei me estaba hablando.
—Amor, ¿estás escuchándome? -Preguntó mi novio poniendo su completa atención en mí.
—No, amor, lo siento, estaba pensando en cosas -Dije apenado.
—¿Te pasa algo? -Preguntó extrañado.
—No, no pasa nada -Dije sonriéndole abrazándolo para que me disculpara.
Seguí mirando hacia donde estaban los chicos y pude ver cuando Yami comenzó a llorar, sentí como mi corazón se descolocó dentro de mi pecho, sentí la necesidad de ir a consolarlo, pero… No podía hacerlo, eso molestaría a Yusei, sintiéndome impotente abracé mucho más fuerte a mi novio, sin embargo, eso no servía de nada para ayudarme a sentirme mejor.
Después de un rato miré como su semblante cambió y sonrió ligeramente, me sentí aliviado, ya después les preguntaría a los chicos qué había pasado.
~*~
Al salir de la escuela Yusei me dijo que debía ir a recoger unas cosas que le había encargado su papá, así que no podría acompañarme a casa, por un parte me sentí triste, pero por otra podría irme con mis amigos y preguntarles que había pasado con Yami.
—Siento no poder acompañarte hoy mi amor -Dijo mientras estaba arriba de su moto listo para marcharse.
—Despreocúpate amor, me iré con los chicos, de igual manera mi casa queda de paso en su camino -Dije sonriéndole.
—Bien, cuídate mucho por favor -Dijo atrayéndome hacia él para abrazarme cálidamente levantando suavemente mi rostro para besarme.
—Me cuidaré cielo -Dije sonriendo cuando nos separamos -Ya vez que se te hará tarde -Dije sonriéndole.
—Está bien -Dijo afligido -te veré mañana -Yo solo asentí, el arrancó su moto y yo hice un ademán de despedida, lo miré hasta que lo vi perdiéndose en la calle.
—¡Yu-chan! -Escuché el grito a coro de mis amigos, así que fui rápidamente con ellos.
Durante el camino fuimos hablando de cosas triviales y de los próximos trabajos de la escuela, sin embargo, ninguno de los dos había tocado el tema de Yami, sentí ganas de saber que le había pasado, así que no esperé más y les pregunté qué había pasado con él.
—Oigan chicos -Dije apenado -Pude ver que mientras hablaban con Yami hacía varios gestos de incomodidad y dolor… ¿puedo saber que les decía? -Pregunté sin más, tratando de aparentar que no me interesaba mucho.
—Solo nos contaba de su pasado -Dijo el albino pasando sus brazos tras su cabeza.
—Sí, nos contó que estuvo estudiando piano en una escuela de música en el extranjero -Dijo Mariku-chan sonriéndome.
—Vaya que bien -Dije encantado, nunca pensé que fuera músico y que justamente tocara mi instrumento favorito -Y bueno… si no es mucha indiscreción… ¿puedo saber por qué lloraba? -Pregunté desviando mi mirada de los chicos.
— Oye, ¿qué tú no estabas con tu novio?, cómo que nos pusiste demasiada atención, ¿no? -Preguntó Ry-chan sonriéndome.
—Para nada -Dije apenado -Solo que mi mirada se desviaba por el salón en ratos y sin querer los veía -Dije poniendo la escusa más tonta que pude haber mencionado.
—Como tú digas Yu-chan -Dijo sonriéndome pícaramente, sentí como un leve sonrojo apareció en mis mejillas.
Seguimos caminando sin decir más, a decir verdad, no había podido sacarle nada de información a mis amigos, me sentía triste por ello, no entendía a qué iba la sensación de querer saber de Yami, pero no podía dejar que se incrementara, él único que merecía mi atención era Yusei, mi novio.
—Oh miren quien viene ahí -Dijo Mariku-chan sonriendo sacándome de mis pensamientos.
—Hola Yami -Dijeron mis amigos a coro sonriendo, de pronto sentí como el corazón me comenzó a latir rápidamente, no entendía de que iba esa sensación.
—Hola chicos, hola Yugi -Dijo sonriendo llegando a nuestro lado.
Caminamos junto a Yami hablando de tonterías, cada vez me iba sintiendo más cómodo con su presencia, resultaba divertida su plática, cuando llegamos al entronque entre las casas de los hicos con la mía me despedí.
—Bueno, supongo que los veré mañana -Dije sonriéndoles.
—Yami, acompaña a Yu-chan a su casa -Dijo el albino empujándolo hacía mí.
—¿Huh? -Dijo aludido -No sé si Yugi quiera -Dijo apenado.
—Ve, de igual manera Ry-chan y yo nos acompañamos así que no sería justo que Yugi se quede solo -Dijo Marik sonriendo, yo me extrañé de sus acciones, pero al final solo asentí.
—Bien, si quieres puedes acompañarme Yami -Dije finalmente él asintió y nos despedimos de los chicos para comenzar a caminar a mi casa.
En el trayecto íbamos sin decir nada me sentía apenado, en lo que caminábamos trate de pensar en algo para hablar, pero no se me ocurría nada.
—Y… dime Yugi ¿Qué te gusta hacer? -Preguntó sonriéndome.
—Bueno… hace tiempo estuve viviendo en Londres y en ese lugar adquirí el gusto por pintar y escribir -Dije apenado de mis gustos, estaba frente a un músico, es obvio que él era más interesante que yo -¿Y tú? -Pregunté sonriéndole.
—Bueno, pues me gusta tocar el piano -Dijo sonriéndome -¿Te gusta tocar algún instrumento? -Preguntó feliz.
—Pues no sé tocar ninguno, pero me encantaría aprender a tocar piano -Dije emocionado.
—No es por presumir, pero yo soy muy bueno -Dijo orgulloso -Cuando gustes puedo enseñarte, en mi casa tenemos un piano -Dijo sonriéndome.
—Me encantaría -Dije emocionado -Pero no podría, cuando no hay algo que hacer paso mis tardes con Yusei -Dije afligido, por primera vez en los cuatro meses de ser su novio mencionaba con tristeza el hecho de pasar mis tardes con él.
—Entonces… Vayamos hoy, tú novio estará ocupado y si no tendrás chance otro día puedo enseñarte un poco hoy -Dijo sonriéndome, recordando lo que veníamos platicando con los chicos.
—¿No tendrás problema con eso? -Pregunté sorprendido.
—No, no te preocupes, no habrá problema -Dijo sonriéndome -¿Qué dices?
—Pues… -Dije pensando, no sabía qué hacer, quería, pero a la vez no quería ser una molestia, pero al ver su cara de “por favor” no pude más que aceptar -Esta bien iré -Dije sonriéndole -Solo le avisaré a mi abuelito que llegaré tarde -Dije feliz.
—¡Muy bien! -Dijo feliz -Y dile que no se preocupe, yo me encargaré de llevarte a tu casa -Dijo emocionado, yo asentí sonriéndole.
Después de llamar a mi abuelito caminamos por otra calle hacia su casa, en el trayecto íbamos platicando de más cosas, como de la escuela de música en la que él había estado, me contó que estaba en Francia y que gracias a eso ahora sabía un poco de francés y de los lugares que había visitado estando ahí, yo le conté un poco de mi vida en Londres, claro sin mencionarle nada de lo que me había llevado ahí, ni lo que había pasado, ese tipo de cosas eran muy tristes para contarle ahora.
Para llegar a su casa debíamos pasar por una calle que no solía frecuentar, pero que sin embargo me daba una sensación de nostalgia, sentía que había caminado por esa calle muchas veces antes… Volteé a verlo y me sonrió cálidamente, dentro de mi corazón algo se removió, sentí como mis latidos comenzaron a resonar dentro de mi ser y me sentí nervioso, pero no de esos nervios extraños, si no unos nervios que parecían más una ansiedad por saber todo acerca de él, ¿quién era Yami?, ¿por qué me hacía sentir sensaciones tan nuevas y a la vez tan familiares?, no entendía nada.
Cuando estuvimos frente a la casa de este la vi detenidamente y sentí como unos punzones comenzaron a llegar a mi sien, era algo extraño, pero sentía como pequeñas imágenes llegaban de mi inconsciente a mi consciente y se hacían presentes.