Cuando volví al restaurante después de comer, el coche negro seguía allí. El chofer estaba sentado en el asiento de piloto y me miraba con cara divertida. Claro, como no hacerlo, despues del numerito que habia montado hace dos horas.
Entre en el restaurante y busqué con la mirada al hombre que no salía de mi cabeza ni a tiros, pero no estaba allí, algo que me extrañó, ya que su coche estaba fuera. Entonces, me vino a la cabeza lo que Raul me había dicho, que el restaurante estaba dividido en dos. Entonces el hombre más perfecto del mundo debería de ser una de esas personas importantes de las que hablo Raul. Vale, ahora si que no tengo ninguna opurtunidad. *Ah, que antes la tenias?* me dijo mi subconsiente. Lo ignoré y me dispuse a trabajar.
-Sean- Miranda me estaba esperando en la cocina.
-Paso algo?- pregunté, que yo sepa esta vez no llegué "tarde".
-Si, ves a canviarte.
-Me esta despidiendo?- pregunté con los ojos abiertos, no podía perder el trabajo, mi madre me mataría y no tendría con que pagar el apartamento. * Para que querrias un apartamento si estarias muerto*. Y allí esta mi subconsiente que siempre esta en los momentos menos oportunos.
-No- contestó Miranda- quiero que te cambies el uniforme, te vas a la parte de atras.
A la parte de atras? Donde estaba la gente importante? Donde EL estaba? No podía ir allí, seguramente quedaria embobado con él y se me caería todo. No quiero volver a quedar como idiota delante de él. A parte Raul dijo que si metía la pata en ese lado, podrian despedirme. Iba a replicar, pero Amanda ya no estaba.
-No se que hiciste- me giré y vi a Raul, con el uniforme ajustado, mirandome molesto- pero ahora tenemos que ir atras. Y yo que creía que hoy podría tener un día tranquilo- Se quejó. Un día tranquilo? Pero si no a parado en todo el día! Me cambié rapidamente y seguí a Raul, por un pasillo diferente, hasta llegar a unas escaleras que llevaban a una sala inmensa, llena de gente sentada en mesas diferentes hablando mientras comian o fumaban. Todos parecian ser muy ricos, y me pregunté cuanto tendria que pagar si sin querer manchaba con vino o con comida sus trajes.
-Vamos- me dijo Raul, mientras se iba a tomar el pedido de unos hombres que le acababan de llamar.
Me quedé mirando el sitio, buscando alguna mesa que este sin servir o que necesite ser limpiada, pero no había ninguna, todo parecía estar pefecto.
-Perdona, nos vas a tomar la orden o tenemos que esperar una hora más.- Me giré rapidamente al oir esa voz. El hombre más perfecto del mundo estaba sentado en una mesa que había detras mía. Creo que estoy delirando, porque le veo doble.
-¿Estas bien?- me preguntó uno de los dobles que veía. No pude contestar, mi boca se había secado y lo único que pensaba mi mente es que tenía dos seres perfectos, completamente iguales, delante mia.- Oye, ¿nos vas a tomar la orden?- preguntó el doble. No se si solo es mi imaginasión pero parecía estar comiendome con los ojos.
-Yo, lo siento- me disculpé, mientras sacaba el cuaderno de notas- ¿que van a tomar?
-¿Solo sabes disculparte?-me preguntó el otro doble.
-¿Vos conoseis, Édric?- preguntó el primero. Vale empiezo a creer que no es mi imaginación y realmente hay dos hombres perfectos totalmente iguales delante mía.
-No realmente- contestó Édric que supongo que es el hombre que vi esta mañana- Es el chico que me bloqueaba la entrada esta mañana, Brad.
Brad? Era la persona con quien hablaba por telefono Édric esta mañana.
-¿Que vais a pedir?- pregunté, por una parte incomodo por la forma en que me miraban, y por otra sintiendome estupido por la forma en que me comportaba delante de ellos. Venga que todo era contras.
-¿Estas tu en el menú?- me preguntó Brad. Me quedé con la boca abierta, mientras toda mi cara se ponia roja. - Porque a nosotros nos encantaría comerte.- Y a mi me encantaría que me comais, grité en mi cabeza. Al ver que no le contestaba, Brad sonrió y le lanzó una mirada complice a su hermano. Miré a Édric y también estaba sonriendo, pero mas disimuladamente.
-Desgraciadamente no estoy en el menú.- Vale, cuando por fin logro articular bien las palabras, digo una estupidez, bravo Sean.
-Eso podemos arreglarlo.- Dijo Édric, sin siquiera intentar disimular la lujuria en sus ojos.
-Pues no veo como podriais hacerlo.- Les dije.
-Tenemos suficiente dinero, no solo para poder hacer que tu nombre este en el menu, sino que para comprar el local entero.- Me quedé mirandolos pasmado. Pues claro, si no tuvieran dinero, no estarian en lado Vip. Eso me hizo recordar que gente como ellos solo se fija en gente como yo para tener sexo de una noche. Tuve que recordarme a mi mismo que yo no soy de ese tipo de personas.
-¿Que vais a pedir?- volví a preguntar, dispuesto a marcharme en seguida. Ellos lo notaron, ya que dejaron de sonreir.
-Dos rolls de langosta y una botella de vino Pesus.- Lo apunté rapidamente y me dispuse a irme, cuando una mano me jaló y caí al regazo de uno de los gemelos. Mi culo estaba justo encima de su entrepierna, y pude notar que estaba exitado. Le miré sonrojado, mientras intentaba levantarme. Pero él no me dejó.
-Ya sabes lo que queremos de postre.- Me susuró en el oido y me soltó. Me fui rapidamente a la cocina con la cara roja a más no poder y estuve encerrado alli, hasta que prepararon la orden. Exalé y salí para darles el pedido. No me prestaron atención cuando me acerqué, estaban hablando de algo que no entendí. Me alejé y me puse a atender otras mesas. De vez en cuando miraba la mesa donde estaban ellos y me encontraba con la sonrisa de uno o con la mirada exitada de otro.
Mi turno terminó, asi que me fui al vestuario a cambiarme. El sitio estaba vacio, algo que me extrañó. Me quité la camisa ajustada y empezé a buscar mi ropa cuando sentí una mano rodeandome. Me giré y vi a los gemelos con una sonrisa, recorriendo con la mirada todo mi cuerpo.
-Se te olvidó traernos el postre.-Susuró el que estaba casi seguro que era Brad, mientras se inclinaba y tomaba en su boca uno de mis pesones, dejandolo erecto y humedo. Iba a apartarlo pero Édric empezo a masajear mi polla por encima de los shorts ajustados y sentí como mi cuerpo empezaba a arder. Me limité simplemente a sentir como la boca de Brad lamía mi pezon y la mano de Édric masajeaba mi entrepierna.
-Alguien podría entrar.- Dije entre pequeños gemidos, mientras miraba la puerta temiendo que Raul , o peor Miranda, entraran de repente.
-No lo harán. Hemos cerrado la puerta con llave.
Ni siquiera me di cuenta, cuando estaba totalmente desnudo en el suelo. Édric hizo que le mirara y me beso suavemente. Sentí como si saltran chispas del sitio donde nuestros labios se juntaban.
Mis manos cobraron vida propia y empezaron a buscar los botones de la camiseta de Édric, queria sentir su piel con la mia. Los desabroche y comenze a acarisiarle el torso. Su piel era muy suave, eso solo hizo que me exitara más pensando en pasar mi lengua por esta. Me sorprendieron esos pensamientos, yo nunca había sido así. Yo nunca tendría sexo en el trabajo, con alguien a quien no conozco, y menos con dos a la vez. Si solo tuve sexo una vez en la vida.
Sentí como Brad bajaba de mi pezon a mi polla y se la metía toda en la boca. No pudé evitar gemir en la boca de Édric. Brad empezó a chupar mis testiculos y hizo un recorrido con su lengua hasta el glande de mi polla. Empezé a desabrochar los pantalones de Édric , mientras altos gemidos salian de mi garganta. No me podía creer mi comportamiento , pero decidi reprocharme luego y solo disfrutar. Liberé el miembro de Édric y lo rodeé con la mano, empezando a masturbarlo.
Gemí al sentir un dedo tratando de abrirse paso en mi interior. Brad dejó de chuparme la polla y los dos gemelos cambiaron de posición.
-¿Te gusta chuparla, pequeño?- preguntó Édric mientras acercaba peligrosamente su polla a mis labios. Intenté decirle que nunca lo había hecho, pero el aprovechó que abría la boca para metermela de golpe. Al contrario de lo que pensé, me gustó que hiciera eso y más cuando noté que Brad metia dos dedos más en mi interior y comenzaba a moverlos en circulos. Los quito enseguida y puso su polla en mi entrada.
-¿Alguna vez te follaron por los dos lados, bebe?- Negué con la cabeza como pude, algo dificil si tenemos encuenta que Édric no paraba de moverse dentro y fuera de esta.- Te gustará.- Me aseguró Brad mientras de una sola estocada entraba en mi. En aquel momento agradecí no ser ya virgen. Un gemido de dolor se escapó de mi garganta.
-Ves con más cuidado.- Dijo Édric a su hermano con voz ronca.
Brad comenzó a moverse dentro mia mientrás Édric seguía follandose mi boca. Mi mirada estaba conectada con la de Édric, el qual me sonrió . Las embestidas de Brad cada vez eran más rapidas y acabé corriendome enseguida., Édric me siguió corriendose en mi boca y finalmente Brad se corrió dentro de mí. Volvieron a intercambiar posiciones y esta vez fué Brad quien me follo la boca y Édric el culo. No recuerdo mucho más, solo que me caí rendido cuando me corrí otra vez.
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