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El diablo que ya conoces por Pandora_Von Christ

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Notas del capitulo:

Como siempre, nada me pertenece. Los personajes pertenecen a Marvel y la historia a MaverikFlame (Esta es una traducción).

Por cierto, quiero dejar muy claro que no quiero que transcriban y publiquen las traducciones que comparto en este sitio y en Fanfiction en ninguna otra página. Sean las intenciones que sean, usen los pretextos que usen, eso es robarse el trabajo de alguien más. Punto.

Sin ser más, disfrunten este capítulo.

 

El mundo estaba cubierto de sombras grises. Era como vivir en una fotografía en blanco y negro, por la forma como el invierno se tragaba el color del mundo. Había nevado intensamente la noche anterior y todavía estaba nevando, aunque solo un poco. Los copos de nieve se adherían en montones helados al cabello de Loki, y el dios se los sacudía de encima impacientemente.

El hielo y la nieve le recordaban a Jötunheim, y descolorido y frío era exactamente como se sentía.

Tony, por otro parte, era como un niño pequeño; gritando y zambulléndose en los bancos de nieve, haciendo ángeles y muñecos de nieve haciendo cosas obscenas entre ellos. Loki caminaba detrás de él, sintiendo la nieve crujir bajo sus pies, sonriendo tenuemente muy a su pesar.

Estaban en Central Park, y estaban lejos de estar solos, pero aquí, en medio de los árboles sin hojas y el suelo blanco estaban en su propio mundo. A lo lejos, niños aplaudían y reían, acompañados por el chirrido de trineos, y Loki casi los odió por ser tan felices.

Pero entonces, Loki miró a Tony haciendo otro ángel de nieve, a sus mejillas rojas y a los cristales de hielo atrapados en su barba, y rio antes de poder contenerse. Tony cruzó los brazos detrás de su cabeza y sonrió hacia el dios.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó.

—Tú —dijo Loki, sacudiendo la cabeza—. Eres un niño.

Ya se esperaba la bola de nieve que voló hacia su rostro al momento siguiente, pero aun así arrugó la nariz de irritación ante el brote de humedad y el frío contra su piel.

Loki podía contraatacar diez veces con magia, pero había algo mucho más satisfactorio en inmovilizar a Tony contra el suelo y meter nieve por detrás de su camisa con sus propias manos. Tony se tragó un grito y rodó hasta que tuvo a Loki debajo de él. Loki rio y palmeó apartando con poco entusiasmo más puñados de nieve mientras eran arrojados en su rostro.

Agarró un puñado de nieve, solo para detenerse al darse cuenta de que el humano había dejado de reír. Tony se sentó sobre sus caderas a horcajadas y le miró extrañamente, ceño fruncido en lo que era preocupación, confusión o ambos.

—¿Estás bien? —le preguntó—. Tus labios están volviéndose azules. De hecho... tu rostro está—

Loki se puso rígido y se quitó a Tony de encima soltando una maldición. Ignoró el sorprendido: «Ouch» del humano y el irritado «¡Hey!» para jalar su bufanda y cubrir su rostro tanto como pudo.

«Nonono» gritó mentalmente, su corazón latiendo de puro pánico. «Era por esto que odiaba la nieve y el frío y había tratado de convencer a Tony para que se quedaran adentro, ¡imbécil!»

Lo último que quería era que Tony viera esto, que viera lo que realmente era, un fraude, un monstruo.

Un fenómeno.

Se puso de pie, cuidadoso por conservar su rostro inclinado, lejos de Tony.

—Loki, ¿qué...?

—Te veré en la mansión.

—¡Hey! —Los dedos de Tony estuvieron presionándose fuertemente en su brazo antes de que Loki pudiera lanzar el hechizo para teletransportarse. Maldijo y retrocedió cuando Tony se inclinó para mirarlo a la cara.

—Está bien, Loki, de verdad, me estás asustando.

La mano enguantada de Tony estaba resbaladiza por la nieve derretida cuando tocó la mejilla de Loki e inclinó su rostro hacia la luz. Loki cerró los ojos y permitió que le moviera hasta que estuvo encarando a Tony, y estuvieron frente a frente. La bufanda fue apartada de su rostro.

Escuchó una respiración profunda y después el bajo: «Whoa» de parte Tony.

Loki hizo una mueca y abrió los ojos, mirando desafiante a los de Tony, que ahora estaban completamente abiertos por la sorpresa.

—De acuerdo —dijo Tony con voz temblorosa—. Eres azul, como un pitufo.

Loki apretó los labios y frunció el ceño.

—Así que... ¿por qué eres azul, exactamente?

La mano de Tony aún seguía en su brazo, aunque el agarre ya no era tan fuerte, como si tuviera miedo de que Loki se deslizara entre sus manos si lo soltaba. Su preocupación era válida.

—Porque —dijo Loki, y su voz sonó tensa incluso en sus propios oídos—, técnicamente hablando, soy un Gigante de Hielo. Fui —«abandonado»— adoptado.

Observó cómo las cejas de Tony se elevaban hasta su frente.

—Oh, oh hombre. —Luego vio a Tony mover los pies incómodamente. Al humano no se le daban bien los asuntos sensibles. Loki suspiró—. Quiero decir... eres alto pero. ¿Gigante?

—Enano. —Bajó la mirada y la apartó—. Horrible, lo sé.

—¿Qué? —Tony sonó genuinamente sorprendido por esto, y Loki le frunció el ceño. Se dio cuenta entonces de que los ojos de Tony aún seguían los contornos de su rostro, pero no había repulsión en ellos—. No, no, simplemente no me lo esperaba. —Tocó su rostro con un dedo, moviéndolo al parecer al azar, y Loki sospechó que seguía las marcas elevadas que acompañaban esta forma—. En realidad, creo que es bastante genial. —Los labios de Tony se curvaron en una sonrisa, y su cabeza se inclinó hacia la izquierda de la manera en que lo hacía cuando estaba considerando algo que le resultaba particularmente fascinante.

El nudo en el estómago de Loki se retorció hasta que se sintió duro como una roca.

—Detente —gruñó, golpeteando a un lado la mano de Tony e ignorando el nudo en su garganta—. Los Gigantes de Hielo son monstruos, ¿entiendes? —Sabía que no tenía ningún derecho de golpear a Tony de esta manera, pero no pudo evitarlo—. ¡Thor solía asustarme cuando era niño a-al decir que había una puerta a Jötunheim bajo mi cama! Y ni siquiera los Jotnar me querían porque era este— este pequeño fenómeno.

Su voz estaba quebrándose. ¿Por qué su voz estaba quebrándose?

—Así que no me digas que es «genial», cuando significa que yo... que yo...

Apenas podía escuchar su voz a través del zumbido en sus oídos, pero por el dolor en su garganta, debió haber estado gritando. Su garganta se obstruyó antes de que pudiera terminar esta última frase. Ahora estaba respirando con dificultad, sus puños apretados y temblorosos.

Tony había dado un paso atrás, ojos desorbitados y palmas levantadas en un gesto apaciguador.

—Está bien —dijo—. Está bien, lo siento. Hey.

Situó sus manos sobre los hombros de Loki, moviéndose lentamente, cautelosamente, como si estuviera acercándose a un animal asustado. Apretó y sacudió a Loki por los hombros cuando el dios apartó la vista.

Oye—dijo nuevamente, más firme—. Mírame.

Loki levantó la vista y los ojos de Tony estaban oscuros, enfocados e imperturbables.

—¿Por esto es que estás tan jodido?

Loki medio rio, medio sollozó ante la brusquedad evidente en la pregunta de Tony.

Las manos de Tony se movieron para tomar ambos lados de su mandíbula.

—Mira, no sé qué demonios te ocurrió para hacerte pensar eso, pero no eres un-un monstruo o un fenómeno o cualquier otra mierda que pareces creer.

El aire frío escoció en sus ojos, y Loki parpadeó para disipar la humedad acumulándose allí.

—Eres Loki, no hay nadie como tú en el Universo, y sé que crees que eso significa que no perteneces a ninguna parte, pero ¿y qué? Ellos se lo pierden, no tú.

Esto no era justo, que un humano fuera capaz de conmover su corazón y hacerle sentir pequeño y vulnerable de una manera en que no se había sentido desde que era un niño.

—Y por mí, podrías ser magenta. Aun así querría hacértelo.

Loki rio silenciosamente y entrelazó sus dedos con los de Tony, sosteniendo las manos del humano contra sus mejillas, sintiendo su calor derramándose en su propia piel helada, incluso a través de los guantes. Por el ligero ensanchamiento de los ojos de Tony, Loki podía asegurar que su piel estaba volviendo al rosa Aesir.

Y porque él era Loki y no podía permitirse ser vulnerable por mucho tiempo, sonrió y dijo:

—Demuéstralo.

Tony rio maliciosamente antes de presionar sus agrietados labios contra los suyos con un fervor que Loki encontró placenteramente distractor, y lo empujó hacia atrás hasta que el dios sintió el peso sólido y la áspera superficie de un árbol a su espalda. Tony rodeó a Loki con su peso y calor, presionando sus manos y labios en cada centímetro de piel expuesta, mirándolo con ansia mientras la piel del dios se tornaba rosa bajo su toque.

Entonces una bola de nieve los golpeó en el rostro, y se alejaron el uno del otro, farfullando.

—¡Consigan una habitación!

Loki se volvió para ver a Clint parado en el borde de su claro, vistiendo un abrigo ridículamente grande y un sombrero a juego que le hacía parecer un globo de tamaño humano. Por el rugido de risa cercano, Loki sospechó que Thor estaba con él, probablemente más allá del bosquecillo.

Loki y Tony intercambiaron miradas de soslayo y sonrisas.

—¿Barton? —gritó Loki dulcemente, retorciendo los dedos detrás de su espalda en un hechizo.

—¿Sí, escarchado? —replicó el humano descaradamente.

—Tal vez quieras correr.

Terminó el hechizo, y la nieve a su alrededor se unió en una bola de nieve de tres yardas de diámetro y flotó amenazadoramente en el aire. Tony soltó un silbido ahogado.

—¡Puta madre! —chilló Clint. Empezó a caminar hacia atrás a través de las ventiscas. Con un chasquido de sus dedos, Loki envió la bola de nieve a toda velocidad en dirección del hombre.

Junto a él, Tony estaba temblando de risa, y a juzgar por la cabeza rubia apenas visible al final de los árboles, Thor también lo estaba. Mirar el gran bulto de abrigo corriendo con una enorme bola de nieve pisándole los talones, también hizo que Loki tuviera un ataque de risa.

Todavía riéndose, Tony agarró a Loki por las solapas y lo atrajo hacia un beso.

—Te amo —dijo, aún riendo.

Al unísono, los dos se pusieron rígidos al comprender lo que Tony acababa de decir.

—Uh —balbuceó Tony, ojos redondos como monedas. Rápidamente saltó hacia atrás y hundió sus manos en sus bolsillos—. Q-q-q-quiero decir, «eres asombroso».

—Por supuesto —concluyó Loki fríamente, luchando por ignorar la sensación de decepción. Por supuesto, por supuesto, Tony no había querido decir eso...

—Solo fue una forma de expresión.

—En efecto.

—Como, «amo el helado» o «amo American Idol».

—Sí.

—¿Está bien?

—Está bien.

—Bien.

—Perfecto.

—Sí.

—Absolutamente.

Loki miró a todas partes, menos hacia Tony, y sus manos seguían jugando con los bordes de su ropa. Buscó una distracción y la encontró en la forma de Thor, que ahora se dirigía hacia ellos, mirándolos cautelosamente.

—¡Thor! —gritó Tony, justo cuando Loki dijo—: ¡Hermano!

Thor se detuvo, y sus cejas se fruncieron bajo sus cabellos rubios convertidos en estalactitas por la nieve.

—¿Está todo bien, mis amigos? —preguntó.

—Magnífico —contestó Tony, su voz demasiado aguda para que alguien lo tomara en serio. A Loki le dijo—: Acabo de recordar que tengo esta cosa—

—Oh, yo también —respondió Loki rápidamente. Tras arrastrar los pies unas cuantas veces más de manera incómoda, sonrieron y se escabulleron en direcciones opuestas.

 

****

 

Thor caminó con Tony de regreso a la mansión.

—Mierda. —Seguía murmurando Tony en voz baja—. Mierda, mierda, mierda.

Pero cuando Thor le preguntó al respecto, el humano simplemente sacudió la cabeza y dijo:

—Soy un idiota.

Thor frunció el ceño pero sabía que era mejor no discutir.

 

****

 

Solo, en el frío, Loki susurró al viento:

—Yo también te amo.

Notas finales:

Por sus comentarios, mil gracias, en especial ustedes dos: Zia y loretta :B

Cuídense mucho y nos seguimos leyendo~

 


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