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El diablo que ya conoces por Pandora_Von Christ

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Notas del capitulo:

¡Hola a tod@s!

Espero que se encuentren bien y que disfruten de este capítulo. Como siempre, mil gracias a las chicas (o chicos XD) que dejaron review :)

Como ya saben, nada me pertenece, todo pertenece a Marvel, a Disney y a MaverikFlame.

—Mmm.

—¿Por qué me estás mirando así?

—Tu voz me está excitando.

Clint se detuvo para observar hacia la pared, deseando que fuera lo suficientemente gruesa como para atenuar las voces. Qué mal que no tuviera sus audífonos. O un cuchillo para cortarse las venas.

—Tony, estoy enunciando componentes de hechizos, de los cuales la gran mayoría resultan ser hongos de algún tipo.

—No importa. Tu voz hace que todo suene sexy.

Clint empezaba a sentirse enfermo.

—¿Oh, de verdad? —Una risa, y después, en un tono exudando sexo—: Bombachos.

Un gemido.

—Oh, sí.

—¿De verdad, Stark? ¿Bombachos? Esa palabra no tiene nada de excitante.

—Y sin embargo este hombre está hecho de acero, si sabes a lo que me refiero.

Clint decidió pasar el resto de la noche junto a Steve.

 

****

 

Natasha cerró los ojos con un suspiro de satisfacción, hundiéndose en el espaldar de su tumbona y permitiendo al sol hundir sus calurosos dedos en cada parte de su piel. Con Loki conteniendo sus travesuras en el dormitorio, Natasha finalmente tuvo tiempo para relajarse y trabajar en su bronceado. La brisa suave se sentía exquisita, y se adormeció.

Después, voces y el golpeteo de pies descalzos sobre el pavimento le trajeron de regreso a la vigilia. Lamentó la pérdida de su perfecta tranquilidad mientras Tony, Clint y Thor se catapultaban en la piscina, uno a uno. Por las risas y burlas sospechó que competían para ver quién podía hacer la mejor bola de cañón.

Hombres.

Todo era un concurso.

Natasha gruñó y gritó maldiciones en ruso mientras el agua la salpicaba hasta el otro lado del patio. Claramente, Thor había ganado el concurso.

—¡Hey! —gritó ella, sentándose y agarrando los brazos de su tumbona. Los chicos dejaron de reír y la miraron con ojos redondos. Flotando en el agua, agacharon sus cabezas tímidamente.

—¡Lo siento! —dijo Tony. Thor murmuró algo de acuerdo.

—Oye, Tasha —dijo Clint, sonando todo menos arrepentido—. ¿Por qué no te nos unes?

Natasha estuvo a punto de decir algo obstinado a manera de respuesta. Luego miró la superficie del agua retorciéndose sinuosamente, la forma en que se reflejaba en ella la luz del sol como joyas, y decidió que era deliciosamente tentadora.

Suspiró profundamente y se acercó a la piscina, el pavimento estaba caliente bajo sus pies descalzos. Los chicos vitorearon y aplaudieron mientras se acercaba, y se zambulló.

Se aseguró de que el chapoteo de la bola de cañón golpeara a Thor de lleno en el rostro. Thor rugía de risa cuando ella volvió a emerger.

—¡Y la dama gana el concurso! —exclamó, sus musculosos brazos se extendieron hacia arriba en una señal de triunfo. Su cabello se adhería a su rostro y cuello como filamentos de algas, y el agua apilaba su barba en forma de picos.

Ella sonrió y se preparó para decir algo, solo para devolver su mirada al ver a Tony. Así de cerca podía ver el hematoma color púrpura hinchando su pómulo izquierdo.

—¿Qué te pasó? —preguntó. Estaba bien esta mañana y, según sabía, hoy ni siquiera había salido de la mansión.

—Oh, ja, sí. —Tony sonrió tímidamente y se tocó el moretón de manera consciente. Le lanzó una mirada a Thor, y los ojos de Natasha se entornaron—. Esto. Yo, eh. Me golpeó una puerta.

Natasha arqueó una ceja.

—¿Ah sí? —preguntó irónicamente. Distraídamente, movió las piernas para mantenerse a flote.

—Ciertamente —dijo Thor firmemente. Sus ojos eran duros mientras miraba a Tony—. ¿Y sabes por qué te golpeó la puerta?

Los ojos de Tony se movieron incómodamente.

—¿Porque me lo merecía?

—Sí. Sí, te lo merecías.

—Está bien —suspiró Natasha—. Thor, ¿por qué «la puerta» golpeó a Tony, exactamente?

Thor frunció el ceño.

—Porque Tony no se estaba comportando como un caballero con el hermano de la puerta.

—No —coincidió Tony con una sonrisa pícara—. No, no lo hice.

—Oh, Dios —gimió Clint. Hizo un gesto tratando de atar una soga alrededor de su cuello, haciendo falsos, dramáticos sonidos de asfixia, y luego dejó que su cuerpo flotara boca abajo por un momento.

—Así que merecías el golpe —dijo Natasha, ignorando a Clint—, de, uh... la puerta.

Clint se enderezó y respiró grandes bocanadas de aire.

—Valió la pena. —Ante el ensombrecido aspecto del rostro de Thor, Tony añadió—: Oye, en mi defensa, fue su idea. Además él también, uh, fue «poco caballeroso» conmigo antes, si sabes a lo que me refiero.

Un trueno resonó en lo alto.

Natasha y Clint intercambiaron miradas y al mismo tiempo comenzaron a nadar hacia la escalera.

—Está bien.

—Sí.

—Nosotros ya nos vamos. ¡Nos vemos!

A su espalda, Natasha escuchó decir a Tony en voz baja:

—La puerta va a golpearme otra vez, ¿cierto?

 

****

 

—Te atrae.

—¿Hmm?

—Steve.

Tony se recostó y miró a Loki. El dios estaba sentado junto a él en su escritorio, mirando furtivamente su entrepierna de vez en cuando. Le estaba ayudando a planear algunos nuevos diseños para la sala de entrenamiento. Había hablado casualmente, como si se refiriera al clima, pero Tony sabía que implícitamente había una acusación.

Tony se permitió un momento para palmearse mentalmente en la espalda por poner celoso a un dios. «¡Gracias, damas y caballeros! ¡Sí, soy así de increíble!».

—Atraído, seguro —dijo honestamente—. También me siento atraído por Angelina Jolie y ese chico ridículamente fotogénico de Tumblr*. Eso no significa que vaya a seducirlos.

La expresión de Loki no develaba nada.

—Pero, ¿alguna vez consideraste... seducirlo?

—Bueno, sí, al principio. —Tony sabía que no debía tratar de mentirle—. Estaba un poco encaprichado con él, pero más que todo porque era tan santurrón que quería ver si podía corromperlo.

Eso le valió un parpadeó de sorpresa seguido de una carcajada de parte de Loki. Mucho mejor que la celosa indignación y la bofetada que había estado esperando.

—Oh, Tony. —Rio el dios, palmeando su mejilla con afecto—. Sabía que había una razón por la que me gustas.

Tony envolvió una mano alrededor de la muñeca de Loki y sonrió con malicia.

—¿Solo una?

—No me presiones. —Pero los ojos de Loki brillaban con humor. Tony le dio un beso en el interior de la muñeca, justo por encima del punto del pulso, y casi pudo sentir la tensión apaciguándose en su cuerpo. Ocultaba bien su incomodidad, pero Tony ahora lo conocía demasiado bien y podía leer aquel alivio en el más pequeño surco de su frente.

—Además, aquí entre nos —dijo Tony—, creo que Steve es virgen.

Las cejas de Loki se crisparon ante esto. Sus labios se curvaron en una sonrisa gatuna.

—¿De verdad? —casi ronroneó—. Bueno, eso es una lástima.

Tony observó con recelo el brillo travieso en los ojos de Loki.

—¿Qué estás pensando? —preguntó.

Loki simplemente sonrió.

 

****

 

Steve odiaba admitirlo, pero antes de que despertara setenta años en el futuro, ni siquiera sabía que era físicamente posible que dos hombres tuvieran sexo. Simplemente no era el tipo de cosas de las que las personas hablaran en aquel entonces, e incluso ahora la logística del asunto no era algo en lo que quisiera pensar demasiado.

Por así decirlo.

(Tony realmente era una terrible influencia).

Probablemente por eso esta era la última situación en la que alguna vez esperó estar. No recordaba inscribirse para esto cuando se le había dicho que «fuera todo lo que pudiera ser».

Y por esto, se refería a tener a cierto Dios trastornado de la Travesura a horcajadas sobre su regazo, susurrando cosas en su oído que habrían hecho sonrojar a su madre.

¡Demonios! Que le estaban haciendo sonrojar.

—Estos hombros tan fuertes —ronroneó Loki, con su tibio aliento contra su cuello mientras frotaba sus hábiles dedos por los deltoides de Steve—. Desde que luchamos el otro día, al ver la forma en que... blandías tu escudo, solo quería verte mover de una forma completamente diferente.

La columna de Steve estaba rígida, sus ojos redondos como monedas. Estaba demasiado aterrado para hacer algo más que parpadear y mirar como un pez.

—Me pregunto —murmuró Loki, sus labios hacian cosquillas en el lóbulo de la oreja de Steve—, si un «súper-soldado» puede seguirle el ritmo a un dios. ¿Lo averiguamos?

Los dedos de Loki vagaron hacia su caja torácica, ligeros como una pluma a través de su delgada camiseta. Sus ojos estaban entornados y oscuros, prometiendo cosas obscenas de las que Steve probablemente ni siquiera había escuchado hablar.

Steve finalmente despegó la lengua del paladar de su boca y logró croar una pregunta.

—¿Y qué... q-qué pasará con Tony?

Su cerebro estaba demasiado revuelto para preguntar o incluso pensar en una pregunta más relevante.

—Oh, ¡él se unirá a nosotros, por supuesto!

Un segundo par de manos se deslizó por sus hombros y su pecho.

—Hola, Steve —dijo otra voz, una más familiar, en un ronroneo sensual. Estaba seguro de que había sentido el roce de vello facial contra el lóbulo de su oreja.

Steve graznó y se puso de pie, sobresaltado y de nuevo en acción. Loki cayó de su regazo y en el suelo, con las piernas extendidas hacia los costados, y Tony se corrió hacia atrás. Steve se apartó de ellos y se dirigió hacia la puerta, mirándolos en todo momento.

—Yo— ustedes— simplemente— ¡No! —Hizo un movimiento tajante con sus manos. Este no era uno de sus momentos más elocuentes, pero comunicaba lo que pensaba.

—Oh, Steven, cariño —dijo Loki mientras se apoyaba sobre sus codos—. De verdad, eres demasiado fácil de molestar.

Steve salió como un relámpago de la habitación, perseguido por dos juegos de risas.

—Oh Dios —jadeó Tony entre carcajadas. Se secó la humedad de la esquina de sus ojos—. La expresión de su rostro no tenía precio.

Loki cayó de nuevo al suelo en un ataque de risa. Esta no era la malvada y presumida carcajada a la que Tony estaba acostumbrado, sino que era real; una risa genuina que manaba de su pecho en pequeños ji. Era rara, era un tesoro, y Tony sonrió ante el sonido. Cuando Loki lo miró con lágrimas en los ojos, con el rostro plagado de un millón de líneas de expresión, Tony sintió una calidez floreciendo a través de su pecho.

—Te... —Tony se mordió la lengua y se enderezó de un salto. Había estado a punto de decir «Te amo».

Y era en serio.

La expresión de Loki se tornó inquisitiva, y Tony sonrió para ocultar su pánico interior. Era solo un error, se dijo. Una forma de expresión, como: «Amo los waffles*».

Los waffles eran fantásticos y maravillosos y hacían su vida mejor por el simple hecho de estar en ella; pero eso no significaba que estuviera enamorado de los... waffles.

Sí. Eso era. Maldita sea, ahora quería waffles.

—Oye —dijo, desesperado por crear una distracción—. ¡Vamos a hacerle lo mismo a Clint!

 

****

 

—Está bien —dijo Clint con un profundo suspiro—. Pero sin esposas ni vendas, y la palabra de seguridad será «flamenco».

Semanas más tarde, Loki seguía burlándose de Tony por la expresión de su rostro.

Notas finales:

N/T: Si quieren ver al chico ridículamente fotogénico de Tumblr, solo busquen en su navegador: «Ridiculously Photogenic Guy» xD

Waffles: Se supone que en español sería Gofres, pero como Waffles es el termino más utilizado decidí dejarlo tal cual.

Cualquier sugerencia o comentario que tengan respecto a la traducción, no duden en dejármelo saber.

Cuídense y nos leemos pronto :)


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