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Fuimos algo imposible de olvidar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buenas noches mis estimados lectores~ hoy es día de actualización, ya que prometí no volver a retrasarme con la entrega de capítulos nuevos. Así que prepárense para las sorpresas de esta ocasión, y sin más por el momento, les dejo leer. Disfruten:

Luego de que la visita de Morrie a Hyde terminara, éste salió de la habitación para permitirle dormir; ninguno de los dos habría deseado separarse, pero aún sin las órdenes del doctor era evidente que el internado necesitaba dormir. Por ello, se retiró tras haber conversado un poco más; al salir se reunió con los amigos de su amado, y los puso al tanto del estado en que se encontraba. Todos seguirían preocupados por su recuperación, pero se habían quitado un peso de encima al saber que la situación no era tan grave como podía parecer cuando escucharon el reporte médico. Con eso en mente decidieron retirarse del hospital y regresar hasta el día siguiente para poder hablar todos con Hyde; después de todo, no les era posible verlo todavía, y él estaba durmiendo.

Al día siguiente, a primera hora de la mañana regresaron a aquel sitio tal como habían ido la primera vez: en grupo; estaban decididos a convencer al médico de que les diera permiso de ver a su amigo, pues aunque confiaban en el reporte proporcionado por Morrie, les era necesario comprobar su estado con sus propios ojos. Afortunadamente, ya que Hyde había mostrado respuesta al tratamiento, obtuvieron el permiso de entrar a su habitación a pesar de tratarse de un grupo; el vocalista había despertado apenas una hora antes, por lo que al momento de escuchar que llamaban a la puerta, les pidió que pasaran.

─¡Hyde! ─El siempre dramático y ruidoso Ken fue el primero en “saludarlo”, al mismo tiempo que se acercaba por completo a la cama de su convaleciente compañero para abrazarlo, a lo cual éste dio un quejido de dolor al sentirse estrechar por los brazos del guitarrista. Casi al mismo tiempo, el resto de los presentes comenzó a regañarlo para que tuviera cuidado.

─¡Kitamura no seas bestia! ─Morrie fue el primero en reaccionar; a pesar de que él no solía hablar o comportarse de esa manera tan explosiva, Hyde sacaba a flote su instinto protector, por lo que inmediatamente salió a su defensa. Una vez que le quitó de encima al extrañado guitarrista, se sentó en la cama para rodear los hombros de su adorado con un brazo, con toda la gentileza posible, mirándolo directamente a los ojos─ ¿estás bien?

─Estoy bien, creo que te preocupas demasiado ─mencionaba su interlocutor, mostrándole una sonrisa tranquila y enternecida debido a la manera en que era defendido.

─Quién lo diría… Morrie defendiendo a Hyde con esa fiereza, y Hyde comportándose como un niño mimado y meloso; debe ser la señal de que entramos en otra dimensión ─terció el bajista de L’Arc~en~Ciel obteniendo una carcajada general como toda respuesta.

─Ogawa no me critiques… pasaste años molestándome con que debía enamorarme y tener pareja, y ahora que la tengo, me molestas; no se te puede hacer feliz con nada ─respondió el vocalista fingiéndose ofendido.

─Ya no te pongas sensible Hyde; mejor cuéntanos, ¿cómo te sientes? ─Cuestionó Gackt al mismo tiempo que abrazaba por la espalda a su bajista, mirando a su amigo con esa misma preocupación que los demás demostraban respecto al tema.

─Me siento mucho mejor en este momento, las medicinas que me dieron han hecho magia, ya no estoy deshidratado gracias al suero y mi apetito ha regresado; aunque por la angustia que veo en sus rostros intuyo que no me veo tan bien ─agregó en medio de una tenue risa; simultáneamente, su cabeza se recargó en el hombro de su pareja, buscando tomarle una mano con la que tenía libre.

─Qué podemos decirte… es que estás bastante pálido hermano, además has perdido peso, y mira que siempre has sido delgado, así que no te sobraba ni un kilogramo ─el siguiente en hablar fue Ken, con su tono bromista de siempre, por lo cual volvieron a reír.

─Durante estos días comí demasiado poco; no sólo por falta de apetito, sino porque Sakura dijo que quería torturarme. Él mismo lo dijo, “te haré conocer el infierno”… pues puede vivir con la satisfacción de que, por segunda vez en su vida, cumplió con su palabra ─habló con voz bastante suave, la cual fue seguida de un leve suspiro; a continuación que el mayor le apretaba el hombro, al igual que la mano, pero no dijo nada, al igual que los demás, pues se habían sumido en un silencio momentáneo, aunque no tardó mucho en ser roto.

─Hyde no pienses en eso, no te tortures a ti mismo con semejantes recuerdos ─intervino el baterista, atrayendo la atención de los demás y recibiendo una leve sonrisa por parte del aludido─ estás bien ahora, nos tienes a todos aquí, y vamos a cuidar de ti para que mejores aún más; luego retomarás tu vida normal, y esto sólo será un trago amargo superado.

─Gracias Yukkie… juro que no sabría qué hacer si ustedes no estuvieran conmigo; cuando estaba solo, solía sentirme bastante perdido, como si me encontrara en un laberinto que se volvía cada vez más complejo e imposible de descifrar. Sin embargo, he recuperado todo lo que perdí por causa de mi estupidez, incluso obtuve más, así que justo ahora puedo decir que me siento realmente feliz y tranquilo… ojalá todo se mantenga así…

─Dicen que los pensamientos positivos atraen acontecimientos positivos; así que mantén la esperanza de que así será Hyde ─comenzó a hablar Takanori, al mismo tiempo que una de sus manos se dirigía a tomar la de su adorado guitarrista, entrelazando sus dedos─. Me parece que Ken y yo podemos dar testimonio de que eso es verdad ─agregó, en medio de una risa suave que le fue contagiada al aludido; sin embargo, a continuación Yukihiro tomó la palabra de nuevo, pues aún les quedaba un tema pendiente del que no habían hablado.

─Por cierto Hyde, tengo una duda, y estoy convencido de que es algo que todos los demás se han preguntado también: ¿cómo pudiste escapar para llegar a aquella casa? ─En cuanto terminó de formular su pregunta, el silencio absoluto regresó durante unos segundos; Hyde necesitaba poner en orden sus ideas antes de hablar, además de serenarse lo suficiente como para abordar un tema tan delicado y doloroso para él. Los demás lo comprendieron sin que éste dijera nada, por lo cual le dieron el tiempo para que hablara cuando se sintiera preparado; por fortuna no esperaron demasiado, y en cuanto el vocalista comenzó a hablar, todos lo miraron atentamente.

─Bueno… con respecto a cómo me secuestró, imagino que ya se han hecho algunas ideas, pero se los aclaro: cuando iba saliendo de casa de Morrie, caminando hacia mi auto, él se me acercó por detrás y me inyectó algo para hacerme quedar inconsciente. Después de eso, sólo pude percibir la habitación en la que desperté, a donde él entró en cuanto abrí los ojos; el resto de lo que ocurrió en aquel sitio se lo pueden imaginar debido al estado en que llegué aquí: pasé todo ese tiempo recibiendo maltratos, siendo torturado, viéndolo drogarse y embriagarse justo antes de abusar de mí una vez más. En las primeras ocasiones en que abusó sexualmente de mí, me inyectaba una droga que adormecía totalmente mis músculos, por lo que, a pesar de poder sentirlo todo, no podía moverme. Empero, unos días después dejó de hacerlo ya que, según me dijo, sentía que estaba con un muñeco y eso le parecía aburrido; el día en que escapé comenzó del mismo modo: me dio de comer, luego consumió la cocaína a la que se hizo adicto de nuevo, unas cuantas cervezas, y se acercó a mí con las intenciones que ya saben. Sin embargo me parece que ese día consumió más droga de la usual, por lo cual yo intuí que eso no iba a ser bueno, aunque no dije nada; unos minutos después lo comprobé, porque estando sobre mí dejó de moverse repentinamente, y de esa misma manera espontánea, cayó a mi lado en medio de unas terribles convulsiones. Toqué su rostro y confirmé que tenía mucha fiebre, además de las pupilas dilatadas, y únicamente pronunciaba algunos quejidos de dolor… en cuanto lo vi cayendo inconsciente, aproveché para escapar. Podía moverme muy despacio debido a lo débil y adolorido que estaba, pero pude vestirme y salir de aquella casucha donde me tenía encerrado; luego caminé a la casa habitada más cercana, y aunque al principio pensaron que era peligroso, me ayudaron. No pude decirles mucho, porque me desmayé muy pronto, pero tuve fuerzas para decirles que estaba secuestrado, darles el número de Morrie y pedirles que lo llamaran…─En cuanto su historia terminó, todos se sumieron en el silencio una vez más, por lo que agachó el rostro completamente, tratando de volver a serenarse, pues todo estaba tan reciente que no podía evitar que su mirada se ensombreciera cada vez que pensaba en aquello.

─Vaya… Hyde… quién diría que la adicción retomada de Sakura te daría la oportunidad de escapar…─Una vez que dejaron pasar un tiempo prudente en silencio, quien se atrevió a romperlo fue Tetsu, buscando una manera de deshacer la tensión en el ambiente.

─Es verdad… la primera vez me condenó, y ésta me salvó…─al hablar, mostraba cierto dejo de tristeza en su mirada; no obstante, sentir a Morrie a su lado le hizo recuperar su ánimo casi de inmediato, por lo cual su sonrisa volvió, y le dedicó una mirada tranquila a su amado.

─Por cierto el doctor nos dijo que hoy mismo te dará de alta; sin embargo, tendrás muchas instrucciones qué seguir antes de retomar todo, además no olvides que debes hablar con la policía. Ya tienen a Sakura gracias a la dirección que les proporcionamos ayer, pero tú debes rendir tu declaración acerca de todo lo que sucedió para que reciba la condena que le corresponde… lo sabes, ¿verdad?

─No te preocupes Tet-chan, yo diré todo lo que sea necesario; y esta vez no omitiré nada de lo que me hizo en el pasado. Es momento de que pague por todo lo que me ha hecho.

─Sabemos que será difícil para ti Hyde, pero realmente nos alegra ver que estás decidido a hacer lo correcto ─terció Yukihiro, recibiendo la aprobación de todos los presentes.

─Eso será cuando te sientas mejor enano, por lo pronto creo que deberíamos celebrar este acontecimiento; así que en cuanto te dejen salir iremos directamente a tu casa. Te hemos preparado una maravillosa bienvenida que seguro te encantará.

─Gracias Ken; no saben cuánto anhelo ir a casa, comer sandía como si no hubiera mañana y… aunque no lo crean, quisiera regresar al trabajo a pesar de lo explotador que puede ser Ogawa ─agregó con una expresión de espanto fingido, por lo cual ocasionó una carcajada general, excepto por Tetsu, quien se mostró ofendido.

─Estás exagerando Takarai, no soy tan exigente con el trabajo ─al responder entrecerró los ojos, por lo cual todos los demás volvieron a reír.

─Bien, antes de que mami Ogawa se enoje realmente y nos quiera golpear, iré a preguntar si ya podemos llevar a Hyde a casa, también Bara y Kenzo han extrañado al tío Hyde, pero ya que son demasiado pequeños no nos iban a permitir entrar con ellos.

Una vez que el guitarrista terminó de hablar, salió de la habitación llevando a Takanori con él, pues seguía sosteniendo su mano en la propia; por fortuna no tuvieron que quedarse ahí mucho tiempo más, pues el médico rápidamente dio su autorización para que Hyde saliera del hospital. Por ello únicamente tuvieron qué arreglar el papeleo correspondiente, obtener las medicinas que el vocalista iba a necesitar, y ayudarlo a ponerse la ropa que ellos mismos le habían llevado. En cuanto todo estuvo listo, abandonaron el hospital para dirigirse todos juntos al departamento de Hyde, donde se reunirían con Yuko y los hijos de Ken para tener la celebración de bienvenida que el guitarrista había prometido. Aunque desgraciadamente, el destino parecía tenerles preparada una mala situación por cada buena noticia recibida…

La felicidad y tranquilidad que el regreso de Hyde les había proporcionado, se vio sucedida por una cita de Tetsu con la mujer que aún se consideraba su novia. Antes de que se dieran cuenta del secuestro de Hyde, Tetsu había prometido que terminaría, de manera oficial, su relación con Ayana; empero, la intranquilidad, el miedo y demás emociones que este hecho les hubo provocado, no permitieron que el bajista tuviera ni la concentración ni el ánimo de hablar con ella sobre ningún tema. Por esta razón, cuando Ayana se enteró de que el vocal estaba de regreso, no dudó en citar a Tetsu para verse en lo que quiso definir como una cita para retomar su relación pausada; durante los últimos días había experimentado cierta tensión entre ellos, incluso incomodidad por parte del líder de L’Arc~en~Ciel, las cuales le hacían sospechar aquello que tanto temía. No obstante, ella no estaba dispuesta a permitir que todo lo que había conseguido se destruyera…

─¡Tetsu! No sabes el gusto que me da verte…─Fue el saludo de parte de la modelo cuando abrió la puerta, pues segundos antes habían hecho sonar el timbre; no necesitó pensarlo ni un momento para saber que se trataba del bajista, pues lo había citado precisamente a esa hora, y una de las características más distintivas de Tetsuya Ogawa era justamente aquella puntualidad de la que estaba haciendo gala una vez más.

─Hola Ayana, también me da gusto verte ─en cuanto hubieron terminado con los saludos correspondientes, su interlocutora no tardó en lanzarse sobre él en un abrazo sumamente efusivo que, a pesar de haber correspondido, lo hizo sin esa misma emoción. Luego de que se separaron, se adentraron completamente en el departamento de ella, dirigiéndose hacia la sala de estar mientras hablaban.

─Te extrañé mucho durante este tiempo… pero desde luego que no te reclamo nada, puedo imaginar perfectamente lo mal que se sentían todos ustedes por el asunto del secuestro de Hyde; por cierto, ¿cómo está él? Imagino que bien ya que te ves más relajado.

─Sí, se encuentra bien, gracias por preguntar… aún necesita un tiempo de convalecencia para terminar de recuperarse pero no tiene ningún daño mayor ─ya que Ayana nunca había buscado involucrarse demasiado con sus amigos, prefirió omitir detalles; no deseaba hacer que se sintiera incómoda, ni tampoco divulgar información sobre un tema tan delicado que no le pertenecía. Aquel pensamiento le hizo sonreír de manera irónica: cuán diferente era su interacción con Gackt, pues él se preocupaba tanto por cualquier aspecto de su vida, y confiaba tanto él, que podía contarle lo que fuera─. En fin, Ayana creo que éste es momento de hablarte de algo importante que…

─Espera por favor, antes de que hablemos, ¿te gustaría una copa de vino? ─Estaba segura de saber cuál era el asunto del que el bajista quería hablarle, por lo cual estaba decidida a retrasar aquella conversación el mayor tiempo posible, para así llevar a cabo sus planes.

─Ayana esto es algo serio, es muy importante que hablemos ─mencionó con una expresión severa, al mismo tiempo que la observaba sirviendo el vino prometido, aunque únicamente tenía disponible la visión de su espalda.

─Por favor Tetsu, no te pongas así conmigo, tan rígido; no nos hemos visto durante casi un mes, ¿no crees que es justo que me regales unos minutos para que compartamos una copa de vino? ─Una vez que tuvo las dos copas llenas, se giró sobre sus talones para acercarse al bajista, extendiendo una de éstas hacia él hasta que la tomó.

─Bien… tienes razón, perdón por haberte dejado así por tanto tiempo; como tú misma has dicho estuve sumamente tenso y angustiado por lo que estaba sucediendo con Hyde, y los días antes de eso estuve ocupado con trabajo ─mentía respecto a lo último, pero no estaba dispuesto a hacerle saber sobre su situación con Gackt.

─No te preocupes, siempre te lo he dicho: entiendo que eres un hombre bastante ocupado así que hay días en que no tienes tiempo para nada más que el trabajo; no necesitas darme ninguna explicación, así que qué te parece si mejor brindas conmigo ─agregó mostrándole una sonrisa, al mismo tiempo que alzaba levemente su copa, esperando a que él chocara la suya con ésta. Cuando lo hizo amplió su sonrisa, y a continuación bebió un poco de aquel licor rojizo; así, con la copa contra sus labios trató de disfrazar una sonrisa satisfecha al ver al bajista beber todo el contenido de la suya─. Espero que tengas hambre, te preparé una cena muy especial mi querido Tetsu…

─Ayana ya bebí la copa de vino que querías, ya brindamos, así que ¿podríamos hablar de una vez? Te dije que es algo urgente, de verdad importante ─simultáneamente a pronunciar su respuesta, colocó su copa vacía sobre la mesa donde su acompañante había colocado la botella de donde le había servido.

─Pero cuánta urgencia la tuya Tet-chan… ¿no puedes relajarte ni siquiera un momento? Ya debes tener demasiadas preocupaciones y tensiones en mente a pesar de que el asunto de Hyde ya se resolvió, ¿no es así? Si continúas de esa manera, acortarás tu vida.

─Oye ¿se puede saber qué ocurre contigo? Tú no sueles hablar de esa manera tan irónica, y tampoco habías tratado de evadirme nunca, ¿qué es lo que pasa…? ─Súbitamente, en el instante en que había terminado de hablar, Tetsu comenzó a sentirse sumamente mareado, lo cual se hizo evidente debido a la manera en que se balanceaba a los lados, al igual que trastabillaba con cada paso que trataba de dar en dirección al sofá para buscar apoyo.

─¿Tetsu?, ¿qué ocurre?, ¿estás bien…?

Al verle en ese estado supo que sus planes estaban marchando tal como deseaba, por lo cual omitió su respuesta a lo primero, y se enfocó en fingir completo asombro y desconcierto debido a la situación. Por ello, rápidamente se acercó a él, tratando de ayudarlo a sentarse en el sofá como evidentemente necesitaba; él por otro lado no pudo responder de inmediato, pues sentía como si su cabeza diera mil vueltas, y la sensación de vértigo se hizo tan fuerte, que le nublaba la vista por cortos intervalos de tiempo. Ayana lo observó desde su posición, de pie justo frente a él, mientras que Tetsu realizaba muchos intentos fallidos de hablar, su rostro había comenzado a llenarse con gotas de sudor, y todo su cuerpo se hizo víctima de pequeños temblores, especialmente en sus manos. El único sonido que percibía era la voz de Ayana, que debido a su estado parecía tan lejana, que no podía comprender todo lo que le decía, e igualmente seguía sin ser capaz de responderle…

A la mañana siguiente, fueron los rayos del sol entrando por la ventana lo que provocó que Tetsu despertara; no abrió los ojos de inmediato, pues solamente percibió la luz en su rostro, por lo cual llevó su antebrazo a cubrir la parte superior de éste para protegerlo. No obstante, no se quedó demasiado tiempo en esa posición, pues cuando hubo superado un mareo al haberse despertado, abrió los ojos completamente. En ese instante notó que no recordaba gran parte de lo sucedido durante la noche anterior; su último recuerdo fue cuando había comenzado a sentirse mareado y a perder la vista a momentos debido al vértigo. Luego de eso no podía recordar nada, ni siquiera la manera en que había llegado a su cama; en eso pensaba cuando notó cierto hundimiento de la cama a su lado, haciéndole sospechar que había algo acompañándolo. Por ello giró la cabeza rápidamente para comprobar qué había ahí, y cuál fue su sorpresa cuando encontró la figura de Ayana dormida, y aunque estaba cubierta con las sábanas, su espalda descubierta evidenció que se encontraba desnuda por completo. Aquello lo alarmó, haciéndose sentirse sumamente asombrado y confundido, por lo cual no tardó en examinarse a sí mismo, ya que debía comprobar que las terribles sospechas que acababa de experimentar no fueran ciertas: pero lamentablemente sí, se encontraba desnudo también.

En ese instante una ola de profundo asombro y dolorosa angustia recorrió completamente su cuerpo, pues el estado en que estaban, y el hecho de que estuvieran juntos en una cama no dejaba espacio a dudas acerca de cuál era la situación. Los temblores en sus manos y el sudor en su rostro habían regresado súbitamente; no sabía cómo reaccionar, qué pensar de sí mismo, qué hacer… Tenía cientos de pensamientos diferentes agolpados en su mente, los cuales no dejaban de torturarlo y hacerle pensar lo peor de su persona. Se suponía que ella seguía siendo su novia, por lo cual podía pensarse que era natural que tuviera intimidad con ella; sin embargo, su amor le pertenecía únicamente a Gackt, y por ello le había dado su palabra de que terminaría su relación con Ayana. Técnicamente no había sido infiel, pero sí acababa de traicionar el amor que le profesaba a Gackt, la promesa que le hizo de que solucionaría su situación para poder estar con él, e incluso se había traicionado a sí mismo al aceptar tal situación junto a una persona que no amaba.

Inevitablemente cayó presa de la desesperación, la angustia, la incertidumbre y el miedo; por más que su cabeza tratara de buscar una forma, sabía que no iba a poder terminar con Ayana en ese momento, teniendo en cuenta lo que habían hecho. Lo último que deseaba era lastimar a esa dulce chica que únicamente le había entregado un cariño sincero, total comprensión y apoyo en los momentos difíciles; por ello, se sentía destruido ante la idea de botarla de su vida luego de haberle dado tantas ilusiones vanas. Con eso en mente se puso de pie inmediatamente, aunque teniendo cuidado de ser lo suficientemente sigiloso para no despertarla; una vez levantado se vistió lo más rápido que le fue posible, tomó el resto de sus cosas, y salió corriendo de aquel departamento. Tampoco le gustaba la idea de huir, pero dadas las circunstancias tan precarias en que se hallaba, no pudo encontrar otra salida; no huiría para siempre, y eso lo tenía sumamente claro. Empero, necesitaba de buscar un escape temporal donde pudiera poner en orden sus ideas, buscar el valor que necesitaría para enfrentarse a Gackt y a Ayana, y la serenidad que le ayudara a afrontar las consecuencias de su error…

Tetsuya Ogawa era el tipo de persona que experimenta culpa con bastante facilidad, por lo que aún el más pequeño error le provocaba una angustia indescriptible; desgraciadamente en esta ocasión no se trataba de un error pequeño, sino de uno bastante grande y que muy probablemente lastimaría a su persona amada y a la chica que de alguna manera le había traído suficiente luz a su vida como para volver a sonreír. También era la clase de persona que no huye de los problemas, enfrenta la realidad como es y afronta las consecuencias de cualesquiera que sean sus acciones; ésta no iba a ser la excepción, estaba convencido de ello, pero sentía demasiado miedo ante cada una de las posibilidades que se cruzaban por su mente debido a lo que acababa de hacer. Prácticamente se exprimía el cerebro tratando de comprender por qué lo había hecho, pero seguía sin recordar cómo se había puesto a sí mismo en dichas circunstancias tan comprometedoras. Los besos que había compartido con Ayana habían sido breves, pequeños y superficiales, nunca la había besado del modo apasionado y profundo con que había besado a Gackt desde el inicio de su relación. Por ello, resultaba evidente que tampoco había experimentado siquiera el más mínimo deseo de tener intimidad con ella; no le hacía falta y de hecho no se sentía inspirado a hacerlo, ni siquiera en su imaginación. Claro, eso no significaba que Ayana Sakai no fuera una mujer atractiva; él siempre había admitido lo bella que era, pero en su corazón y su mente sólo había espacio para una persona que pudiera despertar su más apasionado amor y todo su deseo: Gackt Camui. Por más que lo intentara no podía dejar de pensar en él, en lo mucho que le dolería enterarse de lo que había hecho en lugar de terminar su relación; su mente no dejaba de torturarlo, por lo cual supo que la mejor elección era evidente: debía ver a sus amigos para pedirles un consejo.

Notas finales:

Y ¿qué les pareció?, una vez más espero que no sientan deseos de lincharme o algo similar, porque ustedes ya saben el estilo que tengo al escribir así que no se desesperen. No quiero dar adelantos, pero sí les recuerdo que les tengo muchas sorpresas preparadas todavía; esperen por ellas con los mismos ánimos de siempre, y por favor déjenme sus valiosísimos comentarios. Tampoco olviden darle like a mi página para que estén al pendiente de todo; cuídense, nos leemos a la próxima ocasión; hasta entonces, dulces lunas ♥


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